CAROLINA SANTOS SEGUNDO

Sus variados y amplios resultados fueron publicados en
parte en su monumental obra titulada “La Población del
Valle de Teotihuacán”, en la que se reúnen los textos de
los intelectuales participantes, como Hermann Beyer,
Ramón Mena, José Reygadas Vértiz y el arquitecto
Ignacio Marquina.
Entre los sitios excavados en la época de Gamio,
algunos referidos por Herrera, destacan las
excavaciones de 1917 ubicadas a un lado de la
Calle de los Muertos inmediatamente hacia el
norte del río San Juan, se amplio la excavación
en los Subterráneos iniciada por Batres, que en
la época de Gamio se le denominó como los
Edificios Superpuestos, también se exploró
parte del Conjunto Plaza Este, y se inicio la
excavación de un túnel en la Pirámide del Sol a
partir de su lado este con el fin de conocer su
sistema constructivo.
Las excavaciones arqueológicas más importantes del proyecto de Gamio se centraron en la
Ciudadela bajo la dirección del arquitecto Marquina, época en que se liberó casi en su totalidad
este enorme conjunto, y se despejó y restauró la fachada principal del llamado Templo de
Quetzalcóatl, considerado como uno de los descubrimientos más importantes de principios del
siglo XX. La importante obra de Gamio que consta de tres tomos se publicó en 1922 con motivo
de las fiestas del Centenario de la Consumación de la Independencia Mexicana. A partir de
entonces se suceden los trabajos de exploración por ilustres personajes de la arqueología
Mexicana, entre los que destacan Desiré Charnay, Alfredo Chavero, Antonio García Cubas y
William Holmes, quienes además hacen los primeros registros fotográficos conocidos de la zona
arqueológica y es en esta época cuando se exploran parte del área de la Pirámide de la Luna y la
Calle de los Muertos.
I. G. Herrera, quien al parecer participó en los trabajos de Batres, realizó un documento que
refiere la historia de las excavaciones efectuadas en este sitio desde 1884 hasta 1918. Comenta
que en 1886 se encontró al pie de uno de los montículos de la pirámide de la Luna una escultura
de grandes dimensiones que llamaron “la diosa del agua”, la que al ser transportada al Museo
Nacional de México, dilataron como nueve meses. Refiere las excavaciones efectuadas en el
pueblo de San Sebastián donde se encontraron pinturas; los del Templo de la Agricultura donde
también aparecieron muros con pinturas muy notables; las llamadas excavaciones de 1907 de la
Calle de los Muertos, y la de los Subterráneos entre otros tantos. Refiere que en esta época se
construyeron las casas de habitación, los almacenes y talleres, las casas de máquinas y el
museo del sitio. Menciona también los trabajos realizados dentro y fuera del sitio efectuados por
Ramón de la Cadena, además de las excavaciones iniciadas en la Ciudadela en 1917 por el
equipo de Gamio.