Irak-bush-bajo-la-lupa

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22.03.2013 Views

en Kerbalá). El abuelo, padre (Muhammed Sadeq) y suegro (Muhammed Bakr) de Muqtada fueron también objeto del martirio que es consubstancial a la cosmogonía chiíta. Pero Muqtada va más lejos y a través del ejército del Mahdi opera la transmutación de la lucha terrenal con los logros espirituales. Su ejército de desposeídos, les "sans-culotte " del chiísmo, son los soldados de Mahdi, el "Guía de la Resurrección". Henry Corbin, uno de los máximos exegetas del chiísmo en Francia, nos enseña en su voluminoso libro el "Islam Iraní"', la relevancia cosmogónica del "mahdi",que traduce como "el Guiado para guiar a Dios" durante la Resurrección, lo cual es válido tanto para sunnitas (el caso de Sudán) como para chiítas (ahora en Irak). Sin meternos a excavar su compleja cuna fascinante profundidad teológica, baste señalar la síntesis de Corbin: "el Profeta Mahoma anuncia el advenimiento del Mahdi, del Resucitador, en su misión profética mediadora de la letra revelada, como maestro de la hermenéutica espiritual, es decir, quien develará el significado esotérico pleno de todas las revelaciones divinas". De allí, todo el discurso escatológico de Muqtada sobre el "Juicio del Día Final", que en forma notable coincide con el discurso apocalíptico de los fundamentalistas cristianos encabezados por Pat Robertson y al que se adhiere el presidente George W. Bush, su procurador John Ashcroft, y el 30% del partido Republicano. (La Jomada; Bajo La Lupa: 15.08.2004) 86. Najaf: Desastre de EU y Victoria de Gran Bretaña e Irán The New York Times (28.8.04) se pregunta en forma ingenua de quien había sido el vencedor en Najaf, sin darse cuenta de que Gran Bretaña le ganó la partida en silencio a su socio mayor en la invasión a Irak. Antes del inicio de la batalla de Najaf entre los marines y el ejército Al-Mahdi del juvenil prelado Muqtada Sadr, el Gran Ayatola Sistani fue a Londres para ser intervenido del corazón, lo cual fue interpretado por sagaces comentaristas como la luz verde para emprender el desalojo de los seguidores de Sadr de la mezquita de Alí, el sitio sagrado de los chutas. Sistani regresa de Londres en el momento oportuno para poner fin a la batalla y evita así un epílogo desastroso tanto para el gobierno títere iraquí como para el futuro de la política exterior de EU, de por sí hecha añicos, en el caso hipotético de que se hubiera consumado una sicótica irrupción armada en la mezquita de Ali donde se encontraban parapetados los fieles de Sadr dispuesto al martirologio redentor de acuerdo a la tradición chiíta. Desde luego que Sistani evita también el martirologio de Sadr quien sale no solamente libre y sin órdenes de aprensión del gobierno títere iraquí, sino que emerge también, en su calidad de nuevo héroe iraquí, como una válida opción de la resistencia chiíta en caso de que falle la dinámica de resolución política que ha adoptado Sistani.

Irak es el asiento de los mitos primigenios del mundo occidental y las hazañas de Gilgamesh, como es también el crisol de personajes legendarios como Nabucodonozor y Saladino. Que Sadr haya resistido tres semanas al embate del ejército mas poderoso y cruel del planeta y haya salido vivo, sin haber cedido la custodia de la mezquita sagrada de Alí a los marines, quienes previamente habían saqueado las joyas milenarias del Museo de Bagdad, lo encumbra a niveles míticos e históricos en su país y en la región. Fueron los salvajes marines, válgase la tautología, quienes acosaron a Sadr para "traerlo vivo o muerto"; no ocurrió ninguna de las dos posibilidades. Juan Colé, solvente orientalista y profesor de Historia de la Universidad de Michigan, es muy categórico en su página web (27.8.04) y clasifica a los "vencedores y perdedores"; sin rodeos coloca a los "estadounidenses como los grandes perdedores del episodio 2 de Najaf, quienes se han vuelto, en caso de ser todavía posible, más impopulares en Irak de lo que lo fueron en la primavera en Abu Ghraib, Falluja y Najaf episodio 1; EU es percibido ahora como insensible desde el punto de vista cultural por sus actos en la ciudad sagrada de Najaf. En efecto, EU es un país de entretenimiento, no de cultura de la que carece notoriamente por lo que no distingue lo sagrado de lo profano ni discrimina entre lo trascendental y lo trivial. Un país con estas características tan limitantes no puede aspirar al liderazgo universal. Mejor regresemos con otro "perdedor" según Colé: "el gobierno Allawi. En lugar de parecer decisivo, como pretendió, acabó por exhibirse como lacayo de los neo-imperialistas". El "gran vencedores Sistani, cuyo carisma religioso ha sido ahora mejorado por sus sólidas credenciales nacionalistas. Es un héroe nacional por haber salvado a Najaf. Para Muqtada se trató de un "lavado. No había tenido Najaf hasta el mes de abril y puede sobrevivir fácilmente sin ella. Su movimiento se encuentra intacto en las barriadas de las ciudades del sur, aún si su grupo paramilitar ha sido debilitado". ¿No habrá sido Muqtada un sacrificable alfil en el ajedrez iraní en esta coyuntura y que luego intentarán resucitar en una nueva partida? A los allegados de Sistani, quienes se han excedido en explicaciones no solicitadas, les va a costar mucho trabajo persuadir a los escépticos que su llegada, tratamiento, y salida de Londres "no contó con la coordinación" del gobierno británico. Tales allegados han filtrado al periódico Al-Hayat, un periódico árabe que se edita en Londres, que Sistani, nacido curiosamente en Irán, al ser visitado en su lecho en el hospital por una delegación de iraníes, "desechó en forma vehemente un mayor papel de Irán en Irak". Sería impensable que el regreso triunfal de Sistani no haya contado con la "coordinación" tras bambalinas entre la teocracia de los ayatolas de Irán y Gran Bretaña, la "pérfida Albión" que conoce a la perfección a la región y que es más sofisticada que los rudos estadounidenses. Dígase lo que se diga, los británicos y los iraníes se entienden mejor

<strong>Irak</strong> es el asiento de los mitos primigenios del mundo occidental y <strong>la</strong>s hazañas de<br />

Gilgamesh, como es también el crisol de personajes legendarios como Nabucodonozor y<br />

Sa<strong>la</strong>dino. Que Sadr haya resistido tres semanas al embate del ejército mas poderoso y<br />

cruel del p<strong>la</strong>neta y haya salido vivo, sin haber cedido <strong>la</strong> custodia de <strong>la</strong> mezquita sagrada<br />

de Alí a los marines, quienes previamente habían saqueado <strong>la</strong>s joyas milenarias del Museo<br />

de Bagdad, lo encumbra a niveles míticos e históricos en su país y en <strong>la</strong> región. Fueron los<br />

salvajes marines, válgase <strong>la</strong> tautología, quienes acosaron a Sadr para "traerlo vivo o<br />

muerto"; no ocurrió ninguna de <strong>la</strong>s dos posibilidades.<br />

Juan Colé, solvente orientalista y profesor de Historia de <strong>la</strong> Universidad de<br />

Michigan, es muy categórico en su página web (27.8.04) y c<strong>la</strong>sifica a los "vencedores y<br />

perdedores"; sin rodeos coloca a los "estadounidenses como los grandes perdedores del<br />

episodio 2 de Najaf, quienes se han vuelto, en caso de ser todavía posible, más impopu<strong>la</strong>res<br />

en <strong>Irak</strong> de lo que lo fueron en <strong>la</strong> primavera en Abu Ghraib, Falluja y Najaf episodio 1; EU<br />

es percibido ahora como insensible desde el punto de vista cultural por sus actos en <strong>la</strong><br />

ciudad sagrada de Najaf. En efecto, EU es un país de entretenimiento, no de cultura de<br />

<strong>la</strong> que carece notoriamente por lo que no distingue lo sagrado de lo profano ni discrimina<br />

entre lo trascendental y lo trivial. Un país con estas características tan limitantes no<br />

puede aspirar al liderazgo universal. Mejor regresemos con otro "perdedor" según Colé:<br />

"el gobierno Al<strong>la</strong>wi. En lugar de parecer decisivo, como pretendió, acabó por exhibirse<br />

como <strong>la</strong>cayo de los neo-imperialistas". El "gran vencedores Sistani, cuyo carisma religioso<br />

ha sido ahora mejorado por sus sólidas credenciales nacionalistas. Es un héroe nacional<br />

por haber salvado a Najaf. Para Muqtada se trató de un "<strong>la</strong>vado. No había tenido Najaf<br />

hasta el mes de abril y puede sobrevivir fácilmente sin el<strong>la</strong>. Su movimiento se encuentra<br />

intacto en <strong>la</strong>s barriadas de <strong>la</strong>s ciudades del sur, aún si su grupo paramilitar ha sido<br />

debilitado". ¿No habrá sido Muqtada un sacrificable alfil en el ajedrez iraní en esta<br />

coyuntura y que luego intentarán resucitar en una nueva partida?<br />

A los allegados de Sistani, quienes se han excedido en explicaciones no solicitadas,<br />

les va a costar mucho tra<strong>bajo</strong> persuadir a los escépticos que su llegada, tratamiento, y<br />

salida de Londres "no contó con <strong>la</strong> coordinación" del gobierno británico. Tales allegados<br />

han filtrado al periódico Al-Hayat, un periódico árabe que se edita en Londres, que<br />

Sistani, nacido curiosamente en Irán, al ser visitado en su lecho en el hospital por una<br />

delegación de iraníes, "desechó en forma vehemente un mayor papel de Irán en <strong>Irak</strong>".<br />

Sería impensable que el regreso triunfal de Sistani no haya contado con <strong>la</strong> "coordinación"<br />

tras bambalinas entre <strong>la</strong> teocracia de los ayato<strong>la</strong>s de Irán y Gran Bretaña, <strong>la</strong> "pérfida<br />

Albión" que conoce a <strong>la</strong> perfección a <strong>la</strong> región y que es más sofisticada que los rudos<br />

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