Irak-bush-bajo-la-lupa

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22.03.2013 Views

straussicmos y sus aliados racistas huntingtonianos, que forma parte tanto del corredor energético geoestratégico con Afganistán e Irak como del "arco de inestabilidad" -que va del norte y oriente africanos, pasa por el mar Caspio y el golfo Pérsico, para llegar hasta el sureste asiático (específicamente el estrecho de Malaca, la yugular de transporte energéticocomercial de India, China, Japón y Corea del Sur, para citar a los grandes)- pregonado por el megaespeculador George Soros ante el Foro Económico Mundial de Davos. Queda claro que el unilateralismo bushiano juega en forma ominosa la carta de la "guerra energética" para amedrentar a la multipolaridad incipiente tan dependiente del oro negro. Una nota "anónima" que pareciera descabellada (pero que no lo es, obviamente, en términos geoestratégicos), de WorldTribune.com (21 de junio), afirma que "EU amenaza abandonar a los sauditas y a su petróleo" en caso de que el régimen wahabita sea incapaz de proteger a los 30 mil empleados estadunidenses en la industria petrolera. ¿No sirvieron para nada los armamentos modernos, la logística desplegada y la asesoría intensiva vendidos a precios estratosféricos durante más de medio siglo a los sauditas wahabitas por diferentes administraciones estadunidenses? La desestabilización de Arabia Saudita constituye el objetivo soñado por los neoconservadores encabezados por el israelí-estadunidense Richard Perle, íntimo de Paul Dundes Wolfowitz (el controvertido subsecretario del Pentágono), susceptible de cuajar los deseos de Osama Bin Laden para llevar el precio del barril de petróleo a 144 dólares, o a los 161 dólares que habían esbozado hace tres años el economista George Perry y, antes de fallecer, Rudiger Dombusch, o los 182 dólares de Matthew Simmons, aliado de la dupla Cheney-Bush y mandamás del principal banco de inversiones energéticas con sede en Houston. Charles Smith aprovecha las páginas de News Max (17 de junio), una publicación bushiana, para ilustramos de que el gobierno de Estados Unidos coloca a China por segunda vez en un solo mes como "la primera amenaza a la seguridad global". Ahora resulta que los déficit presupuéstales, fiscales y comerciales de Estados Unidos provienen de la perversidad china y no del fracaso del centralbanquismo del mago fallido Alan Greenspan, el creador de las multiburbujas de la economía estadunidense. China no se queda callada y revira que Estados Unidos practica un desleal proteccionismo. Ante las amenazas del Pentágono, que sugirió en un reciente reporte que Taiwán podría bombardear la "presa de los tres desfiladeros", el mayor proyecto hidráulico del planeta, parlamentarios chinos han propuesto la represalia de lanzar bombas nucleares sobre Taiwán (The Straits Times, 20 de junio) ¿La furibunda escalada en el estrecho de Taiwán -sin duda el punto más sensible del planeta- tiene algo que ver con la reanudación de la tercera ronda de negociaciones hexapartitas en Pekín sobre la desnuclearización de la península coreana, donde los unilateralistas bushianos han quedado aislados? Robert Marquand y Donald

Kirk, de The Christian Science Monitor (22 de junio), admiten que los "rangos se han roto en relación con Norcorea", con "el alejamiento de Corea del Sur y China de la posición negociadora (sic) de Estados Unidos". ¿Habrá tenido que ver el asesinato del rehén surcoreano por las "fuerzas oscuras" mediorientales bajo el disfraz de Al-Qaeda, que supuestamente ya se estaba retirado de Irak? ¿Por qué los jihadistas de Shamil Basaiev habrán escalado los atentados en Ingushetia, en la frontera con Chechenia, en vísperas de la participación de Rusia -que mantiene excelentes relaciones con Norcoreaen la reunión hexapartita de Pekín? Será interesante vislumbrar la postura sobre Norcorea tanto de Rusia como de Japón, que no solamente se ha acercado a Rusia para su abastecimiento gasero sino que también busca establecer lazos más estrechos de "cooperación económica y de lucha contra el terrorismo con la Unión Europea" (Le Monde, 22 de junio). Por mínimo que sea, el acercamiento de Japón con Rusia y la UE -ya no se diga con China, que se ha vuelto uno de sus principales socios comerciales- es susceptible de indisponer a los unilateralistas bushianos. Un estratega clintoniano de la talla de Kurt Campbell, anterior vicesecretario asistente de Defensa y actual vicepresidente del Centro Internacional de Estudios Estratégicos, con sede en Washington, se preocupa de la "política exterior monocular de Estados Unidos enfocada al Medio Oriente y que ha desviado la mirada de Asia a su propio riesgo (...) En Asia los desafíos a la seguridad han evolucionado rápidamente con enormes implicaciones estratégicas (...) Estados Unidos sigue siendo la superpotencia en Asia, pero ahora China esgrime su poder (...) en una región cada vez más interconectada" (The Financial Times, 21 de junio). Nada menos que el candidato independiente a la presidencia, el libanesestadunidense Ralph Nader -cuya captación nada desdeñable de votos puede marcar la diferencia en la estrecha contienda entre Baby Bush y John Forbes Kerry-, afirmó en forma temeraria al rotativo Emirate Al-Khalij que "los funcionarios israelíes controlan la Casa Blanca y coaccionan a los líderes estadunidenses a proveerlos con miles de millones de dólares en armas y apoyo". Nader critica que "Estados Unidos marche tan estrechamente con los israelíes", por lo que ya es tiempo de que "piense por sí mismo" (The Jerusalem Post, 22 de junio). Al respecto, el plan B de contingencia, divulgado por el consagrado investigador Seymour Hersh (The New Yorker, 21 de junio), sobre los ajustes obligados a realizar por los neoconservadores straussianos, como del gobierno de Sharon, en Irak, ha provocado el efecto de una bomba en los círculos estratégicos del planeta. El ex primer ministro israelí Ehud Barak aconsejó en forma sensata al vicepresidente Dick Cheney que Estados Unidos "había perdido en Irak", por lo que lo mejor era "escoger el tamaño de su humillación"; mientras el primer ministro israelí Ariel Sharon instó a la Casa Blanca a "cerrar la frontera de 900 millas entre Irak e Irán" (¡como si fuera tan fácil!), debido a la

straussicmos y sus aliados racistas huntingtonianos, que forma parte tanto del corredor<br />

energético geoestratégico con Afganistán e <strong>Irak</strong> como del "arco de inestabilidad" -que<br />

va del norte y oriente africanos, pasa por el mar Caspio y el golfo Pérsico, para llegar hasta el<br />

sureste asiático (específicamente el estrecho de Ma<strong>la</strong>ca, <strong>la</strong> yugu<strong>la</strong>r de transporte energéticocomercial<br />

de India, China, Japón y Corea del Sur, para citar a los grandes)- pregonado<br />

por el megaespecu<strong>la</strong>dor George Soros ante el Foro Económico Mundial de Davos.<br />

Queda c<strong>la</strong>ro que el uni<strong>la</strong>teralismo <strong>bush</strong>iano juega en forma ominosa <strong>la</strong> carta de <strong>la</strong><br />

"guerra energética" para amedrentar a <strong>la</strong> multipo<strong>la</strong>ridad incipiente tan dependiente del<br />

oro negro. Una nota "anónima" que pareciera descabel<strong>la</strong>da (pero que no lo es, obviamente,<br />

en términos geoestratégicos), de WorldTribune.com (21 de junio), afirma que "EU<br />

amenaza abandonar a los sauditas y a su petróleo" en caso de que el régimen wahabita<br />

sea incapaz de proteger a los 30 mil empleados estadunidenses en <strong>la</strong> industria petrolera.<br />

¿No sirvieron para nada los armamentos modernos, <strong>la</strong> logística desplegada y <strong>la</strong> asesoría<br />

intensiva vendidos a precios estratosféricos durante más de medio siglo a los sauditas<br />

wahabitas por diferentes administraciones estadunidenses?<br />

La desestabilización de Arabia Saudita constituye el objetivo soñado por los<br />

neoconservadores encabezados por el israelí-estadunidense Richard Perle, íntimo de Paul<br />

Dundes Wolfowitz (el controvertido subsecretario del Pentágono), susceptible de cuajar<br />

los deseos de Osama Bin Laden para llevar el precio del barril de petróleo a 144 dó<strong>la</strong>res,<br />

o a los 161 dó<strong>la</strong>res que habían esbozado hace tres años el economista George Perry y,<br />

antes de fallecer, Rudiger Dombusch, o los 182 dó<strong>la</strong>res de Matthew Simmons, aliado de<br />

<strong>la</strong> dup<strong>la</strong> Cheney-Bush y mandamás del principal banco de inversiones energéticas con<br />

sede en Houston.<br />

Charles Smith aprovecha <strong>la</strong>s páginas de News Max (17 de junio), una publicación<br />

<strong>bush</strong>iana, para ilustramos de que el gobierno de Estados Unidos coloca a China por<br />

segunda vez en un solo mes como "<strong>la</strong> primera amenaza a <strong>la</strong> seguridad global". Ahora<br />

resulta que los déficit presupuéstales, fiscales y comerciales de Estados Unidos provienen<br />

de <strong>la</strong> perversidad china y no del fracaso del centralbanquismo del mago fallido A<strong>la</strong>n<br />

Greenspan, el creador de <strong>la</strong>s multiburbujas de <strong>la</strong> economía estadunidense. China no se<br />

queda cal<strong>la</strong>da y revira que Estados Unidos practica un desleal proteccionismo. Ante <strong>la</strong>s<br />

amenazas del Pentágono, que sugirió en un reciente reporte que Taiwán podría bombardear<br />

<strong>la</strong> "presa de los tres desfi<strong>la</strong>deros", el mayor proyecto hidráulico del p<strong>la</strong>neta, par<strong>la</strong>mentarios<br />

chinos han propuesto <strong>la</strong> represalia de <strong>la</strong>nzar bombas nucleares sobre Taiwán (The Straits<br />

Times, 20 de junio) ¿La furibunda esca<strong>la</strong>da en el estrecho de Taiwán -sin duda el punto<br />

más sensible del p<strong>la</strong>neta- tiene algo que ver con <strong>la</strong> reanudación de <strong>la</strong> tercera ronda de<br />

negociaciones hexapartitas en Pekín sobre <strong>la</strong> desnuclearización de <strong>la</strong> penínsu<strong>la</strong> coreana,<br />

donde los uni<strong>la</strong>teralistas <strong>bush</strong>ianos han quedado ais<strong>la</strong>dos? Robert Marquand y Donald

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