Irak-bush-bajo-la-lupa

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22.03.2013 Views

hoguera de los conflictos de interés y del cabildeo sin escrúpulos donde han emergido los nombres muy bien lubricados de Richard Perle (aliado del subsecretario del Pentágono, Paul Dundes Wolfowitz) y de James Woolsey (ex director de la CÍA), cuyo fervor bélico parece ir a la par con la venta de armas que los surte de enormes ganancias personales. Meter Singer, experto en "seguridad nacional", realiza dos preguntas acuciantes sobre la "privatización de la guerra": ¿cómo asegurar que la privatización ahorra dinero? ¿Privatizar constituye el mejor interés público y la mejor seguridad nacional? 65. Traición en la Casa Blanca: Richard Perle Bajo Sospecha (La Jornada; Bajo La Lupa: 28.12.2003) El presidente No.43 de EU, George W. Bush se cayó ahora de la bicicleta -después de la extraña caída en el sillón de su sala (al parecer cuando se enteró de la quiebra de Enron, la gasera mafíosa texana de su socio Kenneth Lay)- como premonición de su probable desplome de la silla presidencial. Entretanto, nuestras invaluables fuentes en Washington nos confían que el expresidente Bill Clinton (quien, por cierto, acaba de realizar un extraordinario discurso de alcances geoestratégicos en Brasil) se posiciona como fuerte candidato para la Secretaría General de la ONU con el fin de intentar remediar los daños globales que legó su sucesor. Desde su guerra civil, EU vive momentos cruciales. Se pudiera decir que la gran nación estadounidense vive una guerra civil subrepticia que no se atreve a decir su nombre, librada por sus dos alas plutocráticas hoy antagónicas que luchan por controlar el poder central. Las heridas de la elección bananera de Florida aún no cicatrizan y el empantanamiento en Irak, al unísono de la doble crisis del dolarcentrismo y del pernicioso modelo de la globalización financiera, se han conjugado en la colisión doméstica que intentará definir la cosmogonía del nuevo orden mundial. En este delicado contexto, tanto la revista popular Time (25 de mayo 04) como The New York Times (24 mayo 04) afirman que la investigación que se ha iniciado en EU sobre los crímenes de Ahmed Chalabi involucran a los más altos niveles de la Casa Blanca y del Pentágono susceptibles de ser inculpados de alta traición por haber transmitido "información clasificada" ultrasensible al propio Ahmed Chalabi, quien a su vez se la pasó a la teocracia de los ayatolas chiítas de Irán. A Chalabi, un chiíta postmoderno y defraudador convicto en el banco jordano Petra, los neoconservadores straussianos (y sus aliados los racistas huntingtonianos) -quienes todavía controlan el Pentágono y sus torturas escatológicas- lo pretendieron imponer en la presidencia del "nuevo Irak reconstruido" (sic). El asunto es muy grave y empieza a permear en los medios de EU.

Romesh Ratnesar de la revista Time afirma que la información secreta que Chalabi y Aras Karim Habib, su jefe de servicios de inteligencia del decapitado Congreso Nacional Iraquí (la organización opositora a Saddam montada por la CÍA) supuestamente transmitida a la teocracia chíita irani -lo cual ha sido desmentido vehementemente por Teherán- "era altamente clasificada y solamente era conocida por unos cuantos en el gobierno de EU". Al unísono, los reporteros Richard Oppel Jr. y David Jonson del The New York Times refieren que la investigación se encuentra en manos del FBI y, al parecer, el hilo de Ariadna llega a las entrañas del Minotauro en la Casa Blanca y, desde luego, al Pentágono. Tampoco hay que perderse tanto en conjeturas porque el rastreo, como la radiactividad, lleva a la dupla Cheney-Rumsfeld controlada conceptualmente por el cuarteto Wolfowitz-Perle-Feith-Libby, el núcleo neoconservador. El mismo Ahmed Chalabi (¡como se parecen tanto en sus tribulaciones y tripulaciones a los avatares de Castañeda Gutman nada casualmente conectado a los racistas huntigntonianos\) admitió el 23 de mayo ante las cámaras de Meet The Press de NBC que había tenido tres reuniones con el vice-presidente Dick Cheney. William Safire, el confidente del Gral. Ariel Sharon y anterior escritor de los discursos del expresidente Nixon, posee su muy peculiar versión de los hechos sobre la decapitación de Chalabi: "la guerra tribal" entre el Pentágono, el Departamento de Estado y la CÍA (NYT, 24 mayo 04), en la que el argelino sunnita Lakhdar Brahimi le ganó la partida al chifla Ahmed Chalabi quien incurrió en la animadversión de George Tenet, el director de la CÍA. ¿Pues que tanto habrá hecho Chalabi para ello? Por su parte, el columnista de extrema derecha, Robert Novak, asevera que el alto mando militar y la bancada de los influyentes senadores del partido Republicano exigen la decapitación de las cabezas de Rumsfeld y Wolfowitz por tantas fallas en la planeación y conducción de la aventura iraquí así como por el escandaloso asunto de las torturas de la siniestra cárcel de Abu Ghraib. Solo basta escuchar las imprecaciones de Richard Lugar, el muy respetado senador Republicano y jefe de la relevante Comisión de Relaciones Exteriores, quien criticó acerbamente al presidente Bush por haber fracasado tanto en su lucha contra el terrorismo como en la oferta de un plan creíble para la reestabilización de Irak (Yahoo News, 23 mayo 04). Nada menos que el general de la Marina, ahora retirado, Anthony Zinni, muy respetado por la profundidad de pensamiento geoestratégico, se fue a la yugular de los neoconservadores straussianos en el programa "Sesenta Minutos" de CBS (donde han emergido revelaciones estrujantes que han cimbrado los cimientos de la Casa Blanca) del pasado 23 de mayo durante el cual exigió la "poda de cabezas" del liderazgo civil en el Pentágono. Zinni, anterior Comandante del Comando Central en el Medio-Oriente y Asia Central, fustigó la desastrosa campaña en Irak, con "pobre pensamiento estratégico",

hoguera de los conflictos de interés y del cabildeo sin escrúpulos donde han emergido los<br />

nombres muy bien lubricados de Richard Perle (aliado del subsecretario del Pentágono,<br />

Paul Dundes Wolfowitz) y de James Woolsey (ex director de <strong>la</strong> CÍA), cuyo fervor bélico<br />

parece ir a <strong>la</strong> par con <strong>la</strong> venta de armas que los surte de enormes ganancias personales.<br />

Meter Singer, experto en "seguridad nacional", realiza dos preguntas acuciantes<br />

sobre <strong>la</strong> "privatización de <strong>la</strong> guerra": ¿cómo asegurar que <strong>la</strong> privatización ahorra dinero?<br />

¿Privatizar constituye el mejor interés público y <strong>la</strong> mejor seguridad nacional?<br />

65. Traición en <strong>la</strong> Casa B<strong>la</strong>nca: Richard Perle<br />

Bajo Sospecha<br />

(La Jornada; Bajo La Lupa: 28.12.2003)<br />

El presidente No.43 de EU, George W. Bush se cayó ahora de <strong>la</strong> bicicleta -después de <strong>la</strong><br />

extraña caída en el sillón de su sa<strong>la</strong> (al parecer cuando se enteró de <strong>la</strong> quiebra de Enron,<br />

<strong>la</strong> gasera mafíosa texana de su socio Kenneth Lay)- como premonición de su probable<br />

desplome de <strong>la</strong> sil<strong>la</strong> presidencial.<br />

Entretanto, nuestras invaluables fuentes en Washington nos confían que el<br />

expresidente Bill Clinton (quien, por cierto, acaba de realizar un extraordinario discurso<br />

de alcances geoestratégicos en Brasil) se posiciona como fuerte candidato para <strong>la</strong><br />

Secretaría General de <strong>la</strong> ONU con el fin de intentar remediar los daños globales que legó<br />

su sucesor. Desde su guerra civil, EU vive momentos cruciales. Se pudiera decir que <strong>la</strong><br />

gran nación estadounidense vive una guerra civil subrepticia que no se atreve a decir su<br />

nombre, librada por sus dos a<strong>la</strong>s plutocráticas hoy antagónicas que luchan por contro<strong>la</strong>r<br />

el poder central. Las heridas de <strong>la</strong> elección bananera de Florida aún no cicatrizan y el<br />

empantanamiento en <strong>Irak</strong>, al unísono de <strong>la</strong> doble crisis del do<strong>la</strong>rcentrismo y del pernicioso<br />

modelo de <strong>la</strong> globalización financiera, se han conjugado en <strong>la</strong> colisión doméstica que<br />

intentará definir <strong>la</strong> cosmogonía del nuevo orden mundial.<br />

En este delicado contexto, tanto <strong>la</strong> revista popu<strong>la</strong>r Time (25 de mayo 04) como<br />

The New York Times (24 mayo 04) afirman que <strong>la</strong> investigación que se ha iniciado en EU<br />

sobre los crímenes de Ahmed Cha<strong>la</strong>bi involucran a los más altos niveles de <strong>la</strong> Casa<br />

B<strong>la</strong>nca y del Pentágono susceptibles de ser inculpados de alta traición por haber transmitido<br />

"información c<strong>la</strong>sificada" ultrasensible al propio Ahmed Cha<strong>la</strong>bi, quien a su vez se <strong>la</strong><br />

pasó a <strong>la</strong> teocracia de los ayato<strong>la</strong>s chiítas de Irán. A Cha<strong>la</strong>bi, un chiíta postmoderno y<br />

defraudador convicto en el banco jordano Petra, los neoconservadores straussianos (y<br />

sus aliados los racistas huntingtonianos) -quienes todavía contro<strong>la</strong>n el Pentágono y sus<br />

torturas escatológicas- lo pretendieron imponer en <strong>la</strong> presidencia del "nuevo <strong>Irak</strong><br />

reconstruido" (sic). El asunto es muy grave y empieza a permear en los medios de EU.

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