Irak-bush-bajo-la-lupa

Irak-bush-bajo-la-lupa Irak-bush-bajo-la-lupa

22.03.2013 Views

"soberanía mediática" expoliada por la globalización financiera, al haber participado alegremente con sus comentaristas de pacotilla en el mayúsculo engaño del auge bursátil. No se puede entender la globalización financiera sin su desregulación delincuencia! y sin su totalitarismo mediático. Ahora Baby Bush, desde Chicago (el bastión del pernicioso monetarismo centralbanquista), intenta aplicar de nuevo una teoría muy controvertida (para no decir inviable): el "ofertismo fiscal" (supply-side economics) que justamente fracasó estrepitosamente con el ex presidente Reagan (que curiosamente Daddy Bush fustigó como economía vudú). El mundo fantasioso de Baby Bush se mueve en los pantanos de la teoría de las arenas movedizas: desde la guerra preventiva unilateral hasta el "ofertismo fiscal" (supply-side economics). Llama poderosamente la atención que John Makin, el economista estrella del muy influyente American Enterprise Institute (AEI), haya consagrado su artículo de enero del nuevo año al oro y a la deflación. No sobra recordar que el AEI es una de las entidades portavoces de la dupla Cheney-Rumsfeld, por lo que cobran mayor relevancia los asertos de Makin, quien sin muchos rodeos se pronuncia por el oro como resguardo, en cualquier escenario, sea de hipennflación, sea de deflación (la palabra ominosa que empieza a planear). Sucede que tanto el mago fracasado, Alan Greenspan, el gobernador de la Reserva Federal (ante el Club Económico de Nueva York, el 19 de diciembre), como el intrépido recién nombrado (el 21 de noviembre) miembro del banco central de Estados Unidos, Ben Bernanke, declararon sin tapujos su disposición a impnrrur electrónicamente la cantidad necesaria de billetes verdes para impedir la deflación (sin importar que desemboque en una hipennflación de la masa monetaria), que aceleró el desplome de la cotización del dólar y el incremento espectacular del oro. En los diez años recientes, la masa monetaria (el M3) se duplicó de 4 billones de dólares a 8 billones de dólares; pero lo más alarmante es que el M3 se disparó 25 por ciento en los 18 meses recientes, lo que revela que Greenspan está preocupado en detener la quiebra bursátil. TomPetruno, deLos Angeles Times, recibió el año nuevo con un mensaje macabro sobre los tres años consecutivos de pérdidas en Wall Street, que reflejan mucho más que una "deflación" y conllevan el mensaje de que "que algo está, o pronto estará, terriblemente mal con la economía". Pues justamente con lo que hemos aburrido a nuestros queridos lectores: el estallido del mercado de los derivados (una ingeniosa especulación bursátil de alto riesgo). El estallido de la burbuja del dolarcentrismo sigue implacable su marcha y la próxima explosión de la burbuja de los bienes raíces y la evaporación de los fondos de pensiones de los empleados (que existen en el papel contable, pero, quizá, hayan sido desviados para otros usos monetaristas no confesos) palidecen en comparación con la inminente implosión invisible de los derivados (otra letra D para los cabalistas de la

"decadencia"). Petruno refiere que los ahorradores se han refugiado en el oro que ha subido enormidades (como aquí se postuló en su momento) y en las cuentas de ahorro que se han duplicado desde 2000 para alcanzar 2.7 billones de dólares (para lo que sirven, porque los "ahorradores", convertidos obligadamente por el modelo bursátil en consumistas consuetudinarios, adeudan cuatro veces más), mientras las inversiones en los fondos mutualistas han decaído de 4 billones de dólares a 1.7 billones de dólares. Como signo inequívoco de la decadencia de Estados Unidos se agrega otra letra D: el derrumbe del dolarcenlrismo. La preocupación sobre el destino del dolarcenlrismo ha permeado hasta en The Wall Street Journal (3 de enero de 2003) que se pregunta en forma angustiante: " 6Qué pasó con el dólar como refugio paradisiaco 9 ". El dólar se ha devaluado casi 20 por ciento frente al euro en tres años recientes y el oro ha alcanzado sus niveles más altos de los últimos cinco años. Seria un grave error de juicio asimilar el derrumbe del dólar frente al euro a un mejor desempeño de la economía de la "zona euro" que padece anemia económica. La debilidad del dolarcenlrismo es estructural, es real. Es más: aun sin euro de por medio, el dolarcenlrismo hubiera sucumbido a la misma suerte declinante frente al oro que regresa majestuosamente como el resguardo favorito de los bancos centrales cuando todas las terapias monetaristas y fiscalistas han fallado lamentablemente una tras otra ante los efectos deletéreos de los estallidos de las multiburbujas de la economía ficticia de Estados Unidos, que perdió totalmente el control y se encuentra a la "deriva" (otra letra D) 6Quién se lo habrá susurrado a Kim Jong II, líder norcoreano que hizo explotar magistralmente en la península coreana el bluffáñ la política exterior de Baby Bush, otra burbuja geopolítica 9 ¿Habrán sido los rusos, los chinos, los sudcoreanos, losjaponeses, los alemanes, los franceses, o hasta los mismos ingleses 9 Porque los medios especializados de Inglaterra, conservadores o laboristas, no se están comiendo ninguno de los cuentos financieros de BabyBush (unos genuinos artefactos electoreros) ni los de su controlador Karl Rove (su "Joseph-Marie Córdoba"). Hasta el criminal financiero convicto, el megaespeculador George Soros se dio el lujo de pronosticar a la BBC la pérdida de la tercera parte del valor del dólar y una caída más pronunciada de Wall Street Ya que hablamos de la city, la plaza más importante de la globalización financiera, pues no pasó inadvertida en su matriz operativa la insistente apología del oro nada menos que de William Rees-Mogg, portavoz oficioso de la Casa Real británica, quien traduce la devaluación del dólar y el auge del oro como el anuncio de que "un peligroso ajuste de las divisas y en las economías reales se encuentra a la vista" (The Times, 6 de enero). El pánico en Londres por la debacle de los fondos de pensiones y la burbuja de los bienes raíces es de tal magnitud que el gobernador del banco central londinense, Sir Eddie George, tuvo que salir a calmar los nervios con edulcorantes retóricos que nadie toma en seno.

"decadencia"). Petruno refiere que los ahorradores se han refugiado en el oro que ha<br />

subido enormidades (como aquí se postuló en su momento) y en <strong>la</strong>s cuentas de ahorro<br />

que se han duplicado desde 2000 para alcanzar 2.7 billones de dó<strong>la</strong>res (para lo que sirven,<br />

porque los "ahorradores", convertidos obligadamente por el modelo bursátil en consumistas<br />

consuetudinarios, adeudan cuatro veces más), mientras <strong>la</strong>s inversiones en los fondos<br />

mutualistas han decaído de 4 billones de dó<strong>la</strong>res a 1.7 billones de dó<strong>la</strong>res.<br />

Como signo inequívoco de <strong>la</strong> decadencia de Estados Unidos se agrega otra letra<br />

D: el derrumbe del do<strong>la</strong>rcenlrismo. La preocupación sobre el destino del do<strong>la</strong>rcenlrismo<br />

ha permeado hasta en The Wall Street Journal (3 de enero de 2003) que se pregunta en<br />

forma angustiante: " 6Qué pasó con el dó<strong>la</strong>r como refugio paradisiaco 9<br />

". El dó<strong>la</strong>r se ha<br />

devaluado casi 20 por ciento frente al euro en tres años recientes y el oro ha alcanzado<br />

sus niveles más altos de los últimos cinco años.<br />

Seria un grave error de juicio asimi<strong>la</strong>r el derrumbe del dó<strong>la</strong>r frente al euro a un<br />

mejor desempeño de <strong>la</strong> economía de <strong>la</strong> "zona euro" que padece anemia económica. La<br />

debilidad del do<strong>la</strong>rcenlrismo es estructural, es real. Es más: aun sin euro de por medio,<br />

el do<strong>la</strong>rcenlrismo hubiera sucumbido a <strong>la</strong> misma suerte declinante frente al oro que<br />

regresa majestuosamente como el resguardo favorito de los bancos centrales cuando<br />

todas <strong>la</strong>s terapias monetaristas y fiscalistas han fal<strong>la</strong>do <strong>la</strong>mentablemente una tras otra<br />

ante los efectos deletéreos de los estallidos de <strong>la</strong>s multiburbujas de <strong>la</strong> economía ficticia de<br />

Estados Unidos, que perdió totalmente el control y se encuentra a <strong>la</strong> "deriva" (otra letra<br />

D) 6Quién se lo habrá susurrado a Kim Jong II, líder norcoreano que hizo explotar<br />

magistralmente en <strong>la</strong> penínsu<strong>la</strong> coreana el bluffáñ <strong>la</strong> política exterior de Baby Bush, otra<br />

burbuja geopolítica 9<br />

¿Habrán sido los rusos, los chinos, los sudcoreanos, losjaponeses,<br />

los alemanes, los franceses, o hasta los mismos ingleses 9<br />

Porque los medios especializados<br />

de Ing<strong>la</strong>terra, conservadores o <strong>la</strong>boristas, no se están comiendo ninguno de los cuentos<br />

financieros de BabyBush (unos genuinos artefactos electoreros) ni los de su contro<strong>la</strong>dor<br />

Karl Rove (su "Joseph-Marie Córdoba"). Hasta el criminal financiero convicto, el<br />

megaespecu<strong>la</strong>dor George Soros se dio el lujo de pronosticar a <strong>la</strong> BBC <strong>la</strong> pérdida de <strong>la</strong><br />

tercera parte del valor del dó<strong>la</strong>r y una caída más pronunciada de Wall Street<br />

Ya que hab<strong>la</strong>mos de <strong>la</strong> city, <strong>la</strong> p<strong>la</strong>za más importante de <strong>la</strong> globalización financiera,<br />

pues no pasó inadvertida en su matriz operativa <strong>la</strong> insistente apología del oro nada menos<br />

que de William Rees-Mogg, portavoz oficioso de <strong>la</strong> Casa Real británica, quien traduce <strong>la</strong><br />

devaluación del dó<strong>la</strong>r y el auge del oro como el anuncio de que "un peligroso ajuste de <strong>la</strong>s<br />

divisas y en <strong>la</strong>s economías reales se encuentra a <strong>la</strong> vista" (The Times, 6 de enero). El<br />

pánico en Londres por <strong>la</strong> debacle de los fondos de pensiones y <strong>la</strong> burbuja de los bienes<br />

raíces es de tal magnitud que el gobernador del banco central londinense, Sir Eddie George,<br />

tuvo que salir a calmar los nervios con edulcorantes retóricos que nadie toma en seno.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!