Nº 71: Junio de 2008: Las mujeres y - Emakunde - Euskadi.net

Mundu ziberra oraindik
ere oso gizonezkoa da
bere planteamenduetan
eta, ondorioz, bere produktu
eta emaitzetan.
Desde hace unos años, parte de nuestra vida ha cambiado de
sitio. Al menos muchos de sus momentos. Pasamos horas
enteras delante de pantallas. La pantalla del ordenador, la del
móvil, la del iPod, se han convertido en extensiones imprescindibles
de nuestro estar en el mundo. Nuestras vidas transcurren
adheridas a artilugios cibernéticos que permiten ampliarlas,
conectarlas, extenderlas a realidades más allá de las limitaciones
físicas tradicionales. ¿Alguien se imagina trabajar a
estas alturas sin ordenador? ¿E irse a cualquier esquina del
mundo o del barrio sin el móvil? Ya lo definió, mucho antes
de que se popularizaran nuestras extensiones cibernéticas, la
teórica posfeminista Donna Haraway: “A finales del siglo XX…
todos somos quimeras, híbridos teorizados y fabricados de
máquina y organismo; en unas palabras, cyborgs”.
La llamada Sociedad de la Información, efectivamente, ha
abierto la posibilidad de nuevas expresiones personales, culturales
y económicas. La vida de toda la vida transcurre en los
espacios habituales del ámbito privado y público: la casa, la
oficina, la escuela, la calle, los lugares de ocio. La incorporación
de una terminal conectada, habitáculo central de esta
nueva era, en estos espacios ha permitido su desarrollo y transformación.
El principio transformador es, sin duda, la interconexión,
la posibilidad de la comunicación en red, el establecimiento
de recorridos comunicativos de ida y vuelta. La interconexión,
la palabra mítica de nuestra era, ha tenido repercusiones
en cuestiones tan diferentes como el modo de relacionarnos,
las formas de activismo social y también la manera de
hacer negocios, por poner tres ejemplos paradigmáticos. Teóricamente,
al menos, esta facilidad comunicativa, es un recurso
que disponen las mujeres para crear redes que ayuden al
desarrollo personal y colectivo en cuestiones tan diversas como
la formación, o la plasmación y reivindicación de nuestros intereses
y necesidades. Pero esta nueva era ha nacido en la sociedad
patriarcal. Y, por tanto, las posibilidades de las mujeres de
constituirse como agentes activas en la Sociedad de la Información
está condicionada por el factor género que permea la
dinámica social. Según el estudio realizado por el proyecto eigualdad
del Plan Avanza (www.e-igualdad.net) la llamada brecha
digital de género surge de las desigualdades laborales y las
barreras culturales e institucionales que afectan a las mujeres,
ya que los hombres dominan los ámbitos estratégicos de la
educación, la investigación y el empleo relacionados con las
Emakumeak eta komunikabideak e 23
Emakumeek pairatzen
duten generoaren arrakala
digitala deritzana,
lan desberdintasunetatik
eta hesi kultural eta
instituzionaletatik
jaiotzen da.
nuevas tecnologías, mientras que las mujeres tienen menos
medios económicos, menos tiempo y más responsabilidades
domésticas y de cuidados. Por tanto, no se debe confundir el
aumento del número de usuarias con la inclusión efectiva de las
mujeres en la sociedad de la información. No es lo mismo ser
una usuaria elemental, primaria, avanzada o creadora. Las
mujeres están avanzando como usuarias elementales y primarias,
pero no están todavía en la generación de las tecnologías.
Y es que todavía el mundo ciber es muy masculino en sus planteamientos
y, como consecuencia, en sus productos y resultados.
Es evidente, por ejemplo, la falta de desarrollos en lo que
podríamos llamar “Internet de proximidad”, servicios y herramientas
que favorezcan un Internet más apegado a las necesidades
de la vida cotidiana, mayoritariamente gestionadas por
las mujeres. Ocurre lo mismo en la industria de los juegos, en
donde proliferan contenidos sexistas y violentos, cuyo consumo
entre adolescentes es mayor que el televisivo.
Pese a que la brecha digital de género tiende a disminuir, sobre
todo porque entre las nuevas generaciones apenas existe, el
reto actual de las mujeres en la Sociedad de la Información es
el salto estratégico. Conformar una red de mujeres tecnólogas,
académicas, empresarias del sector, ciberactivistas, usuarias de
base para conformar una red que empodere la vida de las
mujeres. Una alianza virtual para fortalecer la vida real.