28.02.2013 Views

Dios nos Cuida (1991) - Ellen G. White Writings

Dios nos Cuida (1991) - Ellen G. White Writings

Dios nos Cuida (1991) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

[278]<br />

Lo que hace la oración, 25 de septiembre<br />

Acerquémo<strong>nos</strong> con corazón sincero, en plena certidumbre de fe. Hebreos<br />

10:22.<br />

No puede haber verdadera oración sin verdadera fe. “Sin fe es imposible<br />

agradar a <strong>Dios</strong>”. Hebreos 11:6. La oración y la fe son los brazos por medio de<br />

los cuales el alma se abraza del amor infinito, y se toma de la mano del poder<br />

celestial. <strong>Dios</strong> no acepta hijos mudos, en lo que a su experiencia con respecto a<br />

la verdad se refiere. La fe es un poder activo y dinámico. La fe en Cristo, cuando<br />

comienza a manifestarse, se revela mediante la oración y la alabanza. La oración<br />

es un alivio y un consuelo para el alma perturbada. El alma sincera y humilde<br />

que suplica ante el trono de la gracia, puede saber que está en comunión con<br />

<strong>Dios</strong> por medio de los instrumentos divinamente señalados, y tiene el privilegio<br />

de comprender qué es <strong>Dios</strong> para el creyente. Debemos entender cuáles son<br />

nuestras necesidades. Debemos tener hambre y sed de la vida en Cristo y por<br />

medio de Cristo. Entonces acudiremos a él con humildad y sinceridad, y <strong>nos</strong><br />

otorgará la fe que obra por el amor y purifica el alma...<br />

Cristo se entregó a sí mismo voluntaria y alegremente para cumplir el<br />

propósito de <strong>Dios</strong> “haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.<br />

Filipenses 2:8. En vista de que ha hecho todo esto, ¿<strong>nos</strong> costará mucho negar<strong>nos</strong><br />

a <strong>nos</strong>otros mismos? ¿Evitaremos participar de los sufrimientos de Cristo? Su<br />

muerte debiera sacudir cada fibra de nuestro ser, disponiéndo<strong>nos</strong> a consagrar a<br />

su obra todo lo que tenemos y somos.<br />

Al pensar en lo que ha hecho por <strong>nos</strong>otros, nuestros corazones se debieran<br />

llenar de gratitud y amor, y debiéramos renunciar a todo egoísmo y pecado.<br />

¿Qué deber podría dejar de cumplir el corazón, si toma en cuenta la influencia<br />

constrictiva del amor a <strong>Dios</strong> y a Cristo? “Con Cristo estoy juntamente crucificado,<br />

y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo<br />

vivo en la fe del Hijo de <strong>Dios</strong>, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.<br />

Gálatas 2:20.<br />

Relacionémo<strong>nos</strong> con <strong>Dios</strong> mediante una obediencia señalada por la abnegación<br />

y el sacrificio. La fe en Cristo siempre conduce a una obediencia voluntaria<br />

y alegre. Murió para redimir<strong>nos</strong> de toda iniquidad, y purificar para sí mismo un<br />

pueblo peculiar, celoso de buenas obras. Debe haber perfecta conformidad en<br />

pensamientos, palabras y obras, a la voluntad de <strong>Dios</strong>. El cielo es sólo para los<br />

que han purificado su alma mediante la obediencia a la verdad. *<br />

* Año bíblico: Nah.<br />

294

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!