Núm. 20 - Mayo-Junio 1956 - Fábrica Nacional de Moneda y Timbre

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N O T A S B I B L I O G R A F I C A S
plata de 500 reis dentro de la edición fan-
tasma de la ncompanhia do Niassa*.
Aparte el indudable valor que tienen para
el coleccionista, estas curiosidades numismá-
ticas son de un interés anecdótico: en ciertos
casos muy útil para la mejor comprensión de
ciertas épocas y momentos políticos
ROLL~ND, H.-,llonnaies des Compfes de
Provence. XIIe XVe sikcles. A. J. Picard &
Cie. y E. Bourgey.-274 pág. $ 6 planchas
e ilustraciones entre texto.-28 x 23 cm.
Paris, 1956.
Nos encontramos ante una obra de enver-
gadura, que ha de considerarse desde su
aparición como básica para el estudio de la
materia de que se trata.
La mejor forma de darse cuenta de la
importancia de la misma, será exponer (11
método seguido en la exposición del tema.
Tras una breve introducción, en la que se
explica el alcance y génesis de la obra, pasa a
reseñar la bibliografía sobre la materia, que
comprende un total de 184 trabajos de S6 au-
tores distintos, sin contar otros que cita en
notas, entre ellos a Botet y SisG y Pío Bel-
trán. Asimismo, de una reseña de los manus-
critos consultados en las Bibliotecas Nationa-
le, de París; Publique, de Ginebra; de Car-
pentras y de Grenoble, y en varios archivos
departamentales y comunales.
El capítulo primero, titulado ~L'Adminis-
trationn, trata de los maestros de ceca,
guardas, ensayadores, grabadores y de las
cecas.
Señalaremos que, en opinión del autor, el
derecho de acuñar moneda feudal en el Con-
dado de Provenza viene principalmente de la
prerrogativa soberana del rey de Aragón,
Alfonso 1, que cedió en encomienda el con-
dado a su hermano, Ramón Berenguer,
en 1168; pues si bien ya en el año 1145 el
emperador Conrado 111 había concedido un
privilegio a la familia de Baux, ni Cste ni los
concedidos en 1160 y 1162 por el emperador
Federico Barbarroja habían llegado a tener
efectividad.
Trata de explicar, según los documentos
estudiados, la forma de reclutamiento y el
alcance de las funciones de cada uno de los
distintos cargos principales de las cecas de
Provenza, con una reseña histórica de los
talleres monetarios provenzales : Aviñón,
Saint Remy, Tarascón y Aix.
Termina el primer capitulo con una lista
de los maestros de ceca, que comprende,
con pocas lagunas, desde el 1249 hasta 1481,
con un total de 34 nombres.
El segundo capítulo, titulado nLes hlon-
nayeurs*, se ocupa de la organizaciún cor-
porativa de los obreros monetarios, con gran
aportación de detalles interesantísimos sobre
esta curiosa cuestión, incluyendo una lista
que consta de 103 familias, de las cuales
salieron los miembros del rSerment d'Empire9,
nombre con que era conocida la Corporación
de los monederos de Provenza.
El capitulo tercero, destinado a la historia
de las distintas clases de moneda provcnzal
dentro del período feudal, que son las si-
guientes: florin, franc de reine o reine d'or,
ecu d'or, derni ducat d'or, hlagdalon d'or,
en especies de oro. De plata: gros de Pro-
vence, gros, gillat o carlin, hlanc, octene o
uthPne, gros a la couronne, graiid gros. De
ve116n: denier guillermin, roya1 (la más anti-
gua, creada por Alfonso 1 de Aragún), roya1
coronat, menut marseillais, provencal o
Tournois provensal, Mansois, Provencal co-
ronat, double coronat, provencal reforciat,
petit reforciat, coronat reforciat, pite, patac
o double provencal noir, roberton, quaternal,
quart de sol, denier provencal, sol coronat,
parpaiolle, demi gros. Trata tambikn en el
mismo capitulo de los pesos, dando escalas
de las suhdivisiones, del título o ley y de los
tipos. De estos dice el autor que los de las
primeras acuñaciones fueron inspiradas en
las emisiones de los reyes de Aragón en sus
Estados españoles, y asimismo busca la filia-
ción de los tipos que siguieron.
La ((Historia de la moneda*, que llena
el capitulo cuarto, empieza por una expli-
cación sobre el período comprendido entre
las Últimas acuñaciones provenzales de la
época carolingia, a fines del siglo IX, a las
primeras condales, tercer tercio del siglo XII.
Entre otras cosas de interés, sostiene que
no es cierto que existan múltiples emisiones
del udinero raimundinor, si no que hay que
limitarlas a dos, una del siglo XII y la otra