Para conocer las sectas

Para conocer las sectas Para conocer las sectas

24.02.2013 Views

pulos intentan alcanzar el estado de «iluminación» a través de técnicas espirituales, psíquicas y corporales. Algunos grupos de Yoga y Zen caerían propiamente en esta categoría. Los miembros clasificados por Bird como aprendices buscan conocer a fondo las habilidades psíquicas, terapéuticas y chamánicas que se hallan en el ser humano en orden a realizar acciones sagradas que liberen sus sentimientos de culpabilidad. Estos grupos ofertan al candidato un notable sentido de autonomía personal y un conocimiento de sus propias capacidades. En esta categoría deben incluirse grupos como Silva Mind Control, Cienciología, Meditación Trascendental... La riqueza de esta tipología consiste en haber tenido en cuenta no sólo las prácticas y habilidades de los diferentes individuos que ingresan en estas sectas, sino también las doctrinas que iluminan sus comportamientos morales, el análisis de la conflictividad moral presente en la moderna cultura occidental y, sobre todo, una visión positiva de las sectas y NMR considerados como posibilitadores del equilibrio y de la reintegración necesarios a los adeptos 8 . 2.3. Criterio según el tipo de ofertas de «salvación» Bryan Wilson es, sin duda, uno de los sociólogos de la religión que más ha aportado en el campo de la tipología sectaria. Para Wilson resultan insuficientes aquellos criterios que se basan, por ejemplo, en los distintos tipos de organización o de la clase social de los adeptos. Por ello elige como cuestión decisiva el tipo de respuesta que se da a esta pregunta clave: ¿qué hemos de hacer para salvarnos? Si conseguir la salvación es la preocupación central de todas las sectas y religiones, la respuesta a esta pregunta definirá con exactitud la identidad del movimiento en cuestión. Esta tipología tiene en cuenta los modos y métodos de obtener la salvación, así como los lugares y tiempos donde alcanzarla. Elementos que difieren 8 Cf. Thomas Robbins, Cults, Converts and Charisma, o. c, 145-146. 54 PARA CONOCER LAS SECTAS considerablemente de unas sectas a otras. De ahí la necesidad de matizar bien las respuestas de cada secta para poder tipificarlas con coherencia. En su obra Sociología de las sectas religiosas 9 presenta los tipos ideales de movimientos sectarios desde claves soteriológicas. He aquí los siete grandes grupos de la tipología wilsoniana: — Sectas conversionistas. Insisten, ante la afirmación de la maldad y perversidad del mundo y de sus instituciones, en que la salvación sólo puede obtenerse mediante el cambio de uno mismo, retornando a la pureza del evangelio y experimentando la conversión personal. Estos movimientos «poseen un carácter sumamente emocional», enfatizan el sentimiento sobre la razón y tratan de resaltar la culpabilidad del ser humano para hacerle experimentar la verdadera conversión. Wilson incluye en este tipo sectario a movimientos tales como el Metodismo, los Discípulos de Cristo, los «grupos de santidad» (Iglesia de Dios, Iglesia Pentecostal de Nazarenos, Ejército de Salvación), y los pentecostales clásicos como las Asambleas de Dios, Iglesia del Evangelio Cuadrado, y las Iglesias de Dios en Cristo. — Sectas revolucionistas. Creen en la transformación del mundo presente mediante una acción sobrenatural y milagrosa de Dios. De sus miembros se espera el preparar tal cambio que ya está a punto de producirse. Procuran evitar el sentimentalismo y cualquier «experiencia mística». Lo que asegura la verdadera salvación es el conocimiento de la palabra de Dios y la obediencia a sus mandatos. Los grupos más típicos son: Adventistas, Cristadelfianos y Testigos de Jehová. — Sectas introversionistas. Ponen todo el énfasis en la huida del mundo para refugiarse en el seno de la nueva comunidad, que es signo de salvación. En realidad, «la comunidad es el único ámbito de salvación, tanto como lugar de preservación (hasta que ocurra la muerte o la segunda venida) como salvación dentro de esta vida». No dan demasiada 9 Bryan Wilson, Sociología de las sectas religiosas, Guadarra­ ma, Madrid 1970.

importancia a las cuestiones doctrinales respecto a la salvación; tiene mucha más importancia, en cambio, la rectitud moral, porque ella es camino seguro para sentirse del «resto congregado». Sus mejores representantes serían los Hutterianos, Mennonitas, Amish, Rappitas, Cuáqueros y Darbystas. — Sectas manipulacionistas. Insisten en redescubrir la salvación en los valores que están a la vista de todos (salud, capacidad mental, fama, control de recursos económicos, etc.), pero hallando una clave para que no acaben convirtiéndose en ídolos del hombre, sino en medios benéficos capaces de ofrecer dignidad y salvación. Algunas de estas sectas «ejercen su atractivo sobre sectores algo más cultos del público..., florecen en contextos urbanos, entre personas habituadas, por lo menos, a un tipo de pensamiento abstracto y marcadas por la educación y el progreso». Se ha dicho que «su Dios no es un Dios redentor, sino la idea abstracta de un poder extraordinario que los hombres pueden aprender a utilizar para su propio provecho en el mundo presente». Él cultivo y servicio religioso son algo marginal. Su gran preocupación es la doctrina y el redescubrimiento de las verdades ocultas de las Escrituras. Movimientos pertenecientes a esta categoría son: Ciencia Cristiana, Nuevo Pensamiento, Teosofía, Antroposofía, Cienciología, Iglesia Universal de Dios, etc. — Sectas taumatúrgicas. La idea de salvación se obtiene mediante la realización de milagros y la suspensión de las leyes ordinarias, tanto en el individuo como en la comunidad. Ello es signo de la benevolencia divina sobre sus elegidos. Suelen poner mucha fe en los oráculos y en la salvación de los males inmediatos. Wilson recuerda que, aunque el protestantismo ha reprobado siempre las prácticas de tipo mágico, algunos de los grupos inspirados en él «han seguido recurriendo a ellas en los movimientos que buscaban la curación mediante la fe». Hoy día, las sectas de esta índole suelen mantener cierta relación, al menos simbólica, con la corriente espiritista. La comunicación con los muertos y la vida de ultratumba son señales distintivas de los movimientos taumatúrgicos. El mismo autor recuerda que «la relación fundamental no es la de salvador y pecador, entre los que media el predicador, sino una relación entre espíritu y fiel, presentes el uno al otro a través de un médium». El Espiritismo, los Antoinistas, las congregaciones de manipuladores de serpientes de Kentucky, y la Iglesia del Señor, Aladura (Nigeria), pueden tipificarse como sectas pertenecientes a este apartado. — Sectas reformistas. Wilson señala al cuaquerismo actual como representante único de este tipo de sectarismo. «La salvación se obtiene transmitiendo una ética mediante la cual puedan vivir los hombres». Pero esta salvación no la consideran exclusiva para sí, anhelan un tipo de salvación que está ofrecida para toda la humanidad. Se mantienen alejados de la sociedad, pero no manifiestan ante ella ni indiferencia ni hostilidad. Este alejamiento no es debido al rechazo del mundo, es cosa de tradición que sirve, por otra parte, para volcarse sobre él por obligaciones de carácter ético sin el menor asomo de proselitismo. La Sociedad de los Amigos, conocidos por cuáqueros, es el prototipo de estos movimientos marginales. — Sectas utópicas. Afirman la posibilidad de hallar en este mundo la paz universal a través de la puesta en práctica de los principios religiosos. Sólo así podría reconstruirse desde sus cimientos la sociedad ideal que buscan estos sectarios. En esta tarea, el protagonismo lo lleva el hombre mismo, pero regido por principios divinos. Se trata de crear un tipo de organización social perfecto en el que la salvación sería como su mejor resultado. No manifiestan deseos de un fácil proselitismo. Ante los posibles adeptos, «efectúan diligentes escrutinios, y de hecho son sectas más cerradas de lo que justifica su planteamiento original». Se citan como ejemplo del sectarismo utópico a la Comunidad de Oneida, al Bruderhoff de Arnold, y a la Fratenidad de la Nueva Vida. Bryan Wilson es consciente de que algunas sectas no pueden tipificarse dentro de estos criterios de clasificación. Por ello, en la obra citada, añade al final un apartado donde se recogen diversas sectas como «casos excepcionales»: Iglesia Cristiana Universal, Iglesia del Reino de Dios, Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Shakers, Igle- PARA CONOCER LAS SECTAS 5 5

pulos intentan alcanzar el estado de «iluminación»<br />

a través de técnicas espirituales, psíquicas y corporales.<br />

Algunos grupos de Yoga y Zen caerían propiamente<br />

en esta categoría. Los miembros c<strong>las</strong>ificados<br />

por Bird como aprendices buscan <strong>conocer</strong> a fondo<br />

<strong>las</strong> habilidades psíquicas, terapéuticas y chamánicas<br />

que se hallan en el ser humano en orden a<br />

realizar acciones sagradas que liberen sus sentimientos<br />

de culpabilidad. Estos grupos ofertan al<br />

candidato un notable sentido de autonomía personal<br />

y un conocimiento de sus propias capacidades.<br />

En esta categoría deben incluirse grupos como Silva<br />

Mind Control, Cienciología, Meditación Trascendental...<br />

La riqueza de esta tipología consiste en haber<br />

tenido en cuenta no sólo <strong>las</strong> prácticas y habilidades<br />

de los diferentes individuos que ingresan en estas<br />

<strong>sectas</strong>, sino también <strong>las</strong> doctrinas que iluminan sus<br />

comportamientos morales, el análisis de la conflictividad<br />

moral presente en la moderna cultura occidental<br />

y, sobre todo, una visión positiva de <strong>las</strong> <strong>sectas</strong><br />

y NMR considerados como posibilitadores del<br />

equilibrio y de la reintegración necesarios a los<br />

adeptos 8 .<br />

2.3. Criterio según el tipo<br />

de ofertas de «salvación»<br />

Bryan Wilson es, sin duda, uno de los sociólogos<br />

de la religión que más ha aportado en el campo de<br />

la tipología sectaria. <strong>Para</strong> Wilson resultan insuficientes<br />

aquellos criterios que se basan, por ejemplo,<br />

en los distintos tipos de organización o de la c<strong>las</strong>e<br />

social de los adeptos. Por ello elige como cuestión<br />

decisiva el tipo de respuesta que se da a esta pregunta<br />

clave: ¿qué hemos de hacer para salvarnos?<br />

Si conseguir la salvación es la preocupación central<br />

de todas <strong>las</strong> <strong>sectas</strong> y religiones, la respuesta a esta<br />

pregunta definirá con exactitud la identidad del<br />

movimiento en cuestión.<br />

Esta tipología tiene en cuenta los modos y métodos<br />

de obtener la salvación, así como los lugares y<br />

tiempos donde alcanzarla. Elementos que difieren<br />

8 Cf. Thomas Robbins, Cults, Converts and Charisma, o. c,<br />

145-146.<br />

54 PARA CONOCER LAS SECTAS<br />

considerablemente de unas <strong>sectas</strong> a otras. De ahí la<br />

necesidad de matizar bien <strong>las</strong> respuestas de cada<br />

secta para poder tipificar<strong>las</strong> con coherencia.<br />

En su obra Sociología de <strong>las</strong> <strong>sectas</strong> religiosas 9<br />

presenta los tipos ideales de movimientos sectarios<br />

desde claves soteriológicas. He aquí los siete grandes<br />

grupos de la tipología wilsoniana:<br />

— Sectas conversionistas. Insisten, ante la afirmación<br />

de la maldad y perversidad del mundo y de sus<br />

instituciones, en que la salvación sólo puede obtenerse<br />

mediante el cambio de uno mismo, retornando<br />

a la pureza del evangelio y experimentando<br />

la conversión personal. Estos movimientos «poseen<br />

un carácter sumamente emocional», enfatizan el<br />

sentimiento sobre la razón y tratan de resaltar la<br />

culpabilidad del ser humano para hacerle experimentar<br />

la verdadera conversión. Wilson incluye en<br />

este tipo sectario a movimientos tales como el Metodismo,<br />

los Discípulos de Cristo, los «grupos de<br />

santidad» (Iglesia de Dios, Iglesia Pentecostal de<br />

Nazarenos, Ejército de Salvación), y los pentecostales<br />

clásicos como <strong>las</strong> Asambleas de Dios, Iglesia del<br />

Evangelio Cuadrado, y <strong>las</strong> Iglesias de Dios en Cristo.<br />

— Sectas revolucionistas. Creen en la transformación<br />

del mundo presente mediante una acción sobrenatural<br />

y milagrosa de Dios. De sus miembros se<br />

espera el preparar tal cambio que ya está a punto<br />

de producirse. Procuran evitar el sentimentalismo y<br />

cualquier «experiencia mística». Lo que asegura la<br />

verdadera salvación es el conocimiento de la palabra<br />

de Dios y la obediencia a sus mandatos. Los<br />

grupos más típicos son: Adventistas, Cristadelfianos<br />

y Testigos de Jehová.<br />

— Sectas introversionistas. Ponen todo el énfasis<br />

en la huida del mundo para refugiarse en el seno de<br />

la nueva comunidad, que es signo de salvación. En<br />

realidad, «la comunidad es el único ámbito de salvación,<br />

tanto como lugar de preservación (hasta<br />

que ocurra la muerte o la segunda venida) como<br />

salvación dentro de esta vida». No dan demasiada<br />

9 Bryan Wilson, Sociología de <strong>las</strong> <strong>sectas</strong> religiosas, Guadarra­<br />

ma, Madrid 1970.

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