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Para conocer las sectas

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Pero esta reflexión deberá tener en cuenta grandes<br />

capítulos de la teología fundamental (especialmente<br />

el de revelación), pero también los tratados de<br />

la libertad religiosa, del ecumenismo, de <strong>las</strong> relaciones<br />

de la Iglesia con <strong>las</strong> religiones no cristianas,<br />

así como los temas clásicos de una teología espiritual,<br />

pero en su aplicación al fenómeno sectario.<br />

¿Qué significa y qué diferencias existen entre la<br />

«radicalidad cristiana» (el seguimiento radical de<br />

Jesús) y la «radicalidad sectaria»?; ¿qué significan<br />

la «conversión», la «huida del mundo», la «consagración<br />

religiosa» a través de los votos, según la<br />

más pura tradición espiritual católica, y qué significan<br />

esas mismas expresiones vividas desde los<br />

NMR? Algunos de estos interrogantes están todavía<br />

por ser estudiados detenidamente.<br />

b) Ausencia de una respuesta concreta. La falta<br />

de una reflexión doctrinal provoca lógicamente que<br />

no pueda ofrecerse desde la Iglesia una respuesta<br />

concreta, coherente y eclesial al problema que afecta<br />

a numerosos ciudadanos o familias que acuden a<br />

la Iglesia en busca de auxilio o consuelo.<br />

Si la pastoral es el servicio de acompañamiento<br />

e iluminación a gentes necesitadas, debe afirmarse<br />

que una pastoral sobre <strong>las</strong> <strong>sectas</strong> y NMR está todavía<br />

por hacer. Así como en otros campos relativamente<br />

recientes de la solicitud pastoral se han dado<br />

ya notables pasos -habría que pensar en la pastoral<br />

del ecumenismo, en la pastoral del drogadicto, en la<br />

pastoral del turismo, etc.-, la pastoral ante <strong>las</strong> <strong>sectas</strong><br />

y NMR apenas ha dado los primeros pasos. Sus<br />

precarios resultados se deben en nuestro país a algunos<br />

sacerdotes vinculados al movimiento ecuménico<br />

y que han trabajado en el contexto de <strong>las</strong> Jornadas<br />

Nacionales de Teología y Pastoral del Ecumenismo<br />

que se celebran anualmente en Madrid.<br />

c) El resultado de esta carencia desemboca<br />

normalmente en un recurso fácil, pero estéril y casi<br />

siempre injusto: la descalificación y la condena generalizada<br />

y global de <strong>las</strong> <strong>sectas</strong>. La ignorancia sobre<br />

un fenómeno tan complejo tiende a buscar respuestas<br />

simples y englobantes. Pero de esta manera <strong>las</strong><br />

denuncias que tanto llaman la atención de la opinión<br />

pública y que en realidad sólo corresponden a<br />

algunos grupos muy concretos se aplican indiscriminadamente<br />

a todos los que caen bajo el apelativo<br />

de «secta». Así, todos los grupos marginales religio­<br />

sos quedan descalificados y representados sólo por<br />

caricaturas y «clichés» creados por la ignorancia.<br />

Una pastoral seriamente eclesial deberá recordar<br />

en cada momento la variedad y complejidad del<br />

fenómeno sectario, intentando rechazar <strong>las</strong> generalizaciones<br />

acríticas y la consideración de <strong>las</strong> <strong>sectas</strong><br />

y NMR como si fuesen una entidad monolítica.<br />

d) Se evitará también introducirse en <strong>las</strong> campañas<br />

anti-secta orquestadas por grupos con ideologías<br />

bien determinadas. La Iglesia española, que<br />

todavía no está equipada de una pastoral adecuada<br />

ante este problema —lo que supone una laguna importante-,<br />

ha mantenido hasta ahora por lo menos<br />

una actitud expectante sin involucrarse en denuncias<br />

globales que fácilmente hubiesen orquestado<br />

quienes están más preocupados por la existencia de<br />

grupos extraños y marginales que por el respeto a la<br />

libertad religiosa.<br />

El silencio de la Iglesia no carece, sin embargo,<br />

de cierta ambigüedad. El problema del fenómeno<br />

sectario no pide solamente silencio; exige una palabra,<br />

una respuesta al desafío que tienen ahora mismo<br />

la sociedad y la misma Iglesia española. Y la<br />

necesidad de una respuesta le viene a la Iglesia de<br />

su misma naturaleza misionera y pastoral. Pero esa<br />

respuesta no puede ser simplemente una condena.<br />

Tiene que venir después de un serio discernimiento.<br />

3. Necesidad de un serio discernimiento<br />

Está casi todo por hacer. Esta es, a pesar de su<br />

aparente pesimismo, la afirmación más acorde con<br />

la realidad. Algunos pasos ya se han dado. Una vieja<br />

preocupación de la Comisión Episcopal de Relaciones<br />

Interconfesionales fue confeccionar, al menos<br />

desde 1987, un texto que ayudase pastoralmente a<br />

<strong>las</strong> comunidades cristianas de España 6 . Habiéndose<br />

retirado del proyecto tanto la IEE como la IERE,<br />

un grupo de delegados de ecumenismo de varias<br />

diócesis católicas trabajaron en diciembre de 1989 un<br />

texto que fue aprobado y asumido por la Comisión<br />

Episcopal y publicado el 5 de diciembre de 1989<br />

6 <strong>Para</strong> una breve reseña de este proyecto, véase Julián García,<br />

Mapa de <strong>las</strong> <strong>sectas</strong> y NMR en España, en Nueva Evangelización<br />

y Ecumenismo, o. c, 453-454.<br />

PARA CONOCER LAS SECTAS 219

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