PDF 20072012 - Prensa Libre

PRENSA LIBRE
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Guatemala, viernes 20 de julio de 2012
OPINIÓN /
EDITORIAL
Financiamiento
muy impopular
Ayer se conoció la
propuesta del Tribunal
Supremo Electoral,
que considera necesario elevar a
tres o a cinco dólares, en vez de los dos
actuales, el financiamiento otorgado por
el Estado guatemalteco a los partidos
políticos participantes en las contiendas
electorales, así como la sugerencia de
limitar en el Congreso el número de
diputados.
Al respecto del primer tema, la explicación
otorgada por las autoridades
del TSE indica que la razón del aumento
consiste en la necesidad de evitar
los financiamientos obtenidos por el Estado
por medio de donaciones privadas,
lo que ha sido una tradicional fuente de
clientelismo, de corrupción a todo nivel,
un tema acerca del cual parece realmente
haber consenso entre los ciudadanos
guatemaltecos y entre los investigadores
sociales y analistas políticos
de todas las tendencias.
Es un hecho que la consecuencia directa
de la falta de fondos estatales para
los partidos es la lamentable situación
de esas instituciones utilizadas como
medio para llegar a los puestos públicos,
pero sin ninguna otra actividad más,
sobre todo en el campo de la creación
de cuadros propios. Por aparte, es la
razón principal para que muchas de las
decisiones de los gobiernos solo se puedan
comprender cuando se incluye en el
análisis el factor del pago de deudas
políticas derivadas del financiamiento
de las campañas.
Respecto del dinero otorgado a los
partidos políticos, puede haber dos criterios.
Por un lado, el de tener una cifra
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común igual para todos, y dejar la posibilidad
de que cada partido adquiera
dinero adicional, sin límites establecidos.
Por el otro, la de establecer un
límite mayor, del cual no se pueden salir
los partidos, lo que tiene efectos en la
campaña propagandística realizada sobre
todo por los medios audiovisuales
de comunicación social.
Un tema relacionado con el pago a
los partidos políticos por cada voto obtenido
es la actual situación del país,
cuyas finanzas no son suficientes para
que el Estado pueda cumplir con todas
sus obligaciones. En ese escenario real,
hablar de un incremento a lo recibido
por los partidos no puede más que recibir
el rechazo —si no unánime, al menos
generalizado— a gastar de esta manera
los fondos estatales. Sería necesaria
una campaña de justificación y de
explicación de por qué y en qué los
ciudadanos se benefician con este gasto,
si de todos modos los partidos y los
integrantes del Congreso son los factores
políticos más relevantes.
El tema comentado hoy pertenece a
las necesarias reformas a la Ley Electoral
y generará posiciones encontradas,
cuya discusión tomará tiempo. Por aparte,
se debe recordar que no es el único
ni el más controversial de estos cambios,
que por otra parte necesitan de
una actitud de madurez de la clase política
nacional, que no parece ser una
realidad. Es un círculo vicioso: se debe
resolver el tema del financiamiento partidista,
dependiente de un interesado
financiamiento privado, pero al mismo
tiempo los ciudadanos no están de
acuerdo en gastar dinero en instituciones
merecidamente políticas, cuyos integrantes
no han sabido cumplir con su
deber.
María Mercedes Girón de Blank
Mario Antonio Sandoval
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MIEMBRO DE LA SOCIEDAD INTERAMERICANA DE PRENSA
CATALEJO
La Usac entrega
pronunciamiento
La Usac se agrega a sugerir y a discutir
por los cambios constitucionales. El
tiempo debe prolongarse
COMO PARTE DE LAS
REACCIONES serias derivadas
de la idea de hacerle cambios a
la Constitución, la Universidad
de San Carlos presentó un pliego
de comentarios cuyo contenido
no es posible tratar en
este momento, debido al corto
tiempo pasado después de la
entrega. Dos temas llaman mi
atención al respecto: primero,
el criterio expresado por el rector
universitario, Estuardo Gálvez,
según el cual primero deben
agotarse todas las posibilidades
de la legislación ordinaria
y hasta entonces, cuando
no quede más remedio, preparar
los cambios alaCarta Magna.
Segundo, la evidente necesidad
dehacer aunlado la
fecha puesta por el propio gobierno
para hacer los cambios, a
causa de la sospecha provocada
por esa prisa.
UN EJEMPLO DE
LAS justificadas sospechas
ante la celeridad
de algunos procedimientos
lo constituye
el caso de la Dirección
General de Investigación
Criminal, adscrita
al Ministerio de Gobernación
y no a la Fiscalía
General. No se sabía
nada antes, yla pronta
aprobación de esa nueva
fuerza de seguridad provocará
comentarios, sin duda alguna,
acerca de las razones para
haber logrado el consenso necesario
de manera tan rápida, en
contraposición a lo ocurrido de
manera constante en un Congreso
donde la viabilidad de las
decisiones se ve interrumpida a
causa de las acciones legales,
pero de uso exagerado, utilizadas
como elementos causantes
de valladares, con el ya notorio
rechazo de buena parte de
la sociedad.
LA PROPUESTA DE RE-
FORMAR la Constitución ha
dado lugar a una serie de sugerencias
a cuales más peculiares
y en referencia al nombre
de Guatemala. Por un lado, y
con la curiosa justificación de
buscar la unidad nacional, la
idea de rebautizarla como “Guatemaya”.
Ese criterio olvida un
hecho: no todos los guatemaltecos
pueden considerarse así
mismos como mayas, porque el
mestizaje no solo se presenta en
Mario
Antonio
Sandoval
las personas con una mezcla de
sangre europea e indígena, sino
también entre el segmento social
ahora autodenominado maya
por sus integrantes, a lo cual
—dicho sea de paso— tienen
todo el derecho del mundo. La
petición únicamente se puede
justificar como un ejemplo de
libertad de emisión del pensamiento
yde libertad de petición.
LA OTRA IDEA TAMBIÉN
está, a mi criterio, fuera de toda
lógica. Una señora sugiere bautizar
de manera oficial ala República
de Guatemala como la
“República Cristiana de Guatemala”.
Son enormes las implicaciones
de esa palabra: haría
confesional al Estado guatemalteco,
acabaría con la libertad
de culto, sometería los
criterios político-republicanos
guatemaltecos
al modo de pensamiento
de alguna religión
cristiana, con el consiguiente
y justificado
rechazo de quienes desean
adorar aDios se-
gún otros cánones, o
simplemente no siguen
ninguna religión. Señalar
esto de ninguna manera
constituye una defensa
al ateísmo, sino al
convencimiento de las
enormes ventajas de dejar atrás,
en el pasado, la época de las
teocracias.
MENCIONO ESTOS DOS
CASOS porque es importante
ver cómo al abrir una puerta a
las posibilidades de cambios, es
imposible evitar las ocurrencias,
casi siempre bien intencionadas,
pero imposibles o sobre
todo inconvenientes. Por
aparte, no solamente la Usac ha
entregado planteamientos.
Otras instituciones tienen la
obligación de hacerlo y ya lo
están haciendo, después de manifestar
su inconformidad con
las propuestas sugeridas. La actitud
presidencial de reducir el
número decambios alaConstitución
es positiva y demuestra
madurez. Solamente falta entonces
continuar la preparación
y consenso de los cambios constitucionales,
si se insiste enhacerlos,
mientras es escrita la
nueva ley electoral y de partidos
políticos. Eso sí es urgente.