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SHAME<br />
EUROPEAN STORIES
¡Firma la petición para hacer de Europa un lugar<br />
#safeforkids!<br />
Todos los seres humanos nacen libres e iguales<br />
en dignidad y derechos<br />
(articulo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos)
GUIDO FLURI<br />
“<strong>Shame</strong> - <strong>European</strong> <strong>Stories</strong>” <strong>–</strong> EUROPA PUEDE REPARAR UN POCO DE JUSTICIA<br />
La gente que ha posado para las fotos carga y aporta testimonios. Habla de los<br />
abusos que ha experimentado. Habla de los abusos que ha tenido que soportar. Sus<br />
historias son impactantes. Tanto dolor que ha sido infligido en nuestra sociedad.<br />
Las víctimas proceden de los más diversos países de Europa.<br />
Sus historias personales son diferentes, pero aún así ́ podemos reconocer<br />
paralelismos. No se trata sólo de los abusos del pasado. Es también sobre la vida<br />
posterior. Hasta hoy muchos de estos afectados sufren injusticia y oprobio. Muchos<br />
soportan cargas psicológicas y viven en la pobreza causada por esas experiencias<br />
violentas. Pero, sobre todo, además sufren el silencio significativo de la sociedad<br />
y los políticos. Fueron abandonados en su infancia y son también obligados a<br />
defenderse por sí mismos en la madurez.<br />
Conectando con la historia.<br />
En Suiza, también, los casos de abusos fueron ocultados durante décadas. En las<br />
instituciones estatales y de la Iglesia, así como en casas particulares, miles de<br />
menores fueron sistemáticamente humillados, castigados y a veces sexualmente<br />
abusados. En las granjas decenas de miles de menores fueron explotados como<br />
mano de obra barata. Hubo esterilizaciones forzosas, castraciones forzosas y abortos<br />
forzados. Drogas fueron experimentadas en cientos de pacientes, ignorantes de ello,<br />
en las clínicas psiquiátricas suizas.<br />
Este oscuro capítulo de la historia social suiza, no se mencionó́ durante décadas.<br />
Las víctimas tampoco fueron escuchadas, ni se atrevían a contarlo. Fueron<br />
avergonzadas por los abusos que habían sufrido. No tenían derechos.<br />
Contra este pasado terrible, mi fundación lanzó una iniciativa popular en Suiza. Y<br />
funcionó con éxito gracias a la gran solidaridad de los ciudadanos y políticos. Hoy,<br />
más de 10.000 víctimas han recibido reparación - es una contribución solidaria para<br />
enmendar las injusticias sufridas. Hoy en día, la historia de los abusos está siendo<br />
comprensiblemente revisada por todo el país. Hay memoriales a lo largo del país,<br />
el tema es hablado y enseñado en los colegios, se escriben libros y se producen<br />
películas sobre el tema. El capítulo más oscuro de la historia de Suiza es hoy parte<br />
de la historia de Suiza.<br />
Hoy, nadie tiene que esconderse, todos pueden expresar “Yo soy la víctima, yo he<br />
sido maltratado”.<br />
Conectando con el pasado en Europa.<br />
Los valores en los que Europa se ha basado incluyen el respeto por la dignidad<br />
humana, la libertad y la igualdad, el respeto a la ley y a los derechos humanos. En<br />
algunos países de Europa, se han hecho importantes esfuerzos para aliviar el<br />
sufrimiento. Pero en la mayor parte de los países, no ha tenido lugar aún, un serio<br />
enfrentamiento con los abusos.<br />
Cuando grupos de víctimas, de toda Europa se acercaron a nuestra fundación, con<br />
la idea de informar y empezar una iniciativa europea, como la de Suiza, entendimos<br />
que teníamos que apoyar este proyecto.<br />
La exposición SHAME <strong>–</strong> <strong>European</strong> <strong>Stories</strong>, debería abrir nuestros ojos y afianzar el<br />
camino para una solución justa en Europa. El apoyo del Consejo de Europa a esta<br />
exposición, no es solo respetable, sino sobre todo está cargado de significado.<br />
Muestra que Europa, como comunidad de valores, quiere un cambio. Las víctimas,<br />
los afectados, los supervivientes, deberían todos recibir justicia en sus vidas.<br />
Guido Fluri<br />
Iniciador de la “Justice Initiative” europea.
MARIJA PEJCINOVIÇ BURIÇ<br />
La violencia sexual contra los niños no es sólo abominable, sino que es también,<br />
el cauce de profundas y duraderas heridas. Sucede en todos los países, a menores<br />
de todas las procedencias, y puede tener lugar una sola vez o repetidamente, en<br />
cualquier lugar, desde el propio hogar o escuela del niño hasta su club deportivo<br />
local. Muchos de estos niños sufren en silencio, por miedo a las consecuencias de<br />
contar lo que les está pasando, por miedo a no ser creídos.<br />
En 2007, se adoptó la convención del Consejo Europeo para la protección de los<br />
menores contra la explotación y el abuso sexuales, (también conocida como La<br />
Convención de Lanzarote). Un total de 48 países participan en ella, incluidos cada<br />
uno de los estados miembros del Consejo de Europa. La Convención de Lanzarote es<br />
el más ambicioso y amplio instrumento jurídico internacional en este ámbito, con sus<br />
cuatro brazos estratégicos que priorizan prevención, protección, persecución y la<br />
promoción y desarrollo de cooperación nacional de cada Estado e internacional.<br />
Más de 10 años después de la entrada en vigor de la Convención de Lanzarote, se<br />
ha conseguido mucho por una mayor sensibilización, la promoción de iniciativas<br />
efectivas, como las “Casas de los Niños” o Barnahus, y la adopción de nuevas<br />
legislaciones en muchos países.<br />
Me alegra que el Consejo de Europa, haya podido alojar la exposición “<strong>Shame</strong> -<br />
<strong>European</strong> <strong>Stories</strong>” en nuestro cuartel general de Estrasburgo y espero que sea un<br />
acicate para futuras acciones consecuentes.<br />
Marija Pejçnoviç Buriç<br />
Secretaria General del Consejo de Europa.<br />
A lo largo de los años, el trabajo del Comité Disciplinar para la convención, ha<br />
permitido además la identificación de “buenas prácticas”, pasos y tendencias,<br />
incluidos los avances en modernas tecnologías de información y comunicación.<br />
Es de vital importancia que las organizaciones de toda Europa colaboren para<br />
continuar con este progreso.<br />
Por eso elogio la Fundación Guido Fluri, a través de su “Iniciativa de Justicia”, por dar<br />
voz y rostro a los supervivientes de abusos sexuales en la infancia. Este proyecto,<br />
iniciado en Suiza, aspira a acercar una luz a la realidad de los abusos sexuales en la<br />
infancia con un énfasis muy importante en experiencias individuales de primera<br />
mano.
ÁNGEL GABILONDO<br />
Colaborar con Justice Iniciative es contribuir con una causa que nos implica a todos<br />
como miembros activos de la sociedad, la de procurar un acercamiento a quienes<br />
por motivos diversos han sido silenciados o acallados. Esta tarea nos compromete<br />
con los derechos humanos, es decir, con los derechos sobra que se fundamenta<br />
la dignidad humana.<br />
Las fotografías de esta exposición nos muestran los rostros de quienes podrían ser<br />
familiares cercanos, amigos o nosotros mismos, revelando lo cerca que está el<br />
sufrimiento. Porque el silencio y lo silenciado convive entre nosotros, con nosotros<br />
y se mueve en nuestra cotidianidad. Convivimos, cada día, con personas<br />
supervivientes de multitud de agresiones o violencias. Y tenemos que ser<br />
respetuosos con su dolor.<br />
La promoción de estas realidades y la exposición pública a través del lenguaje<br />
fotográfico nos hace reflexionar, nos llama a un encuentro con nosotros mismos. Nos<br />
interpela sobre cómo podremos contribuir a que determinadas conductas, la del<br />
abuso sexual, los abusos sexuales a menores sean desterradas. Y no es fácil.<br />
El Defensor del Pueblo de España está comprometido con esta causa. Nuestra<br />
institución tiene la tarea, en este tiempo, de investigar y evaluar a través de un<br />
trabajo serio y riguroso, los abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica y el<br />
papel de los poderes públicos, con el objetivo de elaborar un informe que elevará al<br />
Congreso de los Diputados. Un trabajo que desempeñamos con un equipo técnico<br />
y multidisciplinar, apegados a la realidad de quienes han tenido esta experiencia, las<br />
víctimas. Somos conscientes de que la calidad de este trabajo contribuirá, a través<br />
de recomendaciones y propuestas de reforma normativa, a que estas situaciones no<br />
se vuelvan a dar.<br />
Esto es, en definitiva, lo que cualquier sociedad democrática avanzada debe buscar:<br />
la profundización en la democracia, la calidad de vida de la ciudadanía y el<br />
reconocimiento de derechos, porque el abuso no es algo privado ni privativo, se<br />
trata de algo que concierne a toda la sociedad.<br />
La institución del Defensor del Pueblo ha logrado en España señalar, con numerosos<br />
informes, como avanzar o salir de situaciones de especial vulnerabilidad para<br />
nuestros menores. Así, publicó estudios monográficos significativos relativos a “La<br />
situación de los menores en centros asistenciales y de internamiento” (1991); “La<br />
seguridad y la prevención de accidentes en áreas de juegos infantiles” (1997); “El<br />
maltrato entre iguales en la educación secundaria obligatoria” (la violencia en el<br />
ámbito escolar) (2000 y 2007); “Un balance el primer año de vigencia de la ley<br />
reguladora de la responsabilidad penal de los menores” (2002); “La escolarización<br />
del alumnado” (2003); “Los centros de protección de menores con trastornos de<br />
conducta y en situación de dificultad social” (2009); “La protección de los menores<br />
en la programación y en los contenidos de la televisión y en internet” (2010);<br />
“La presencia de los valores democráticos en el proceso educativo” (2011), o el<br />
relativo a “Protocolos de identificación de la edad de los menores extranjeros no<br />
acompañados (2011).”<br />
Porque donde hay menores la sociedad, las instituciones y las organizaciones, cada<br />
uno de nosotros y de nosotras, ha de poner luz, ha de desterrar el silencio, ha de<br />
comprometerse a su cuidado y respetar su integridad. Lograrlo depende del trabajo<br />
singular de cada quien y del compromiso compartido, muy especialmente por las<br />
diferentes instituciones.<br />
Y siempre gracias al movimiento asociativo, a las víctimas que prestan su imagen<br />
en esta exposición y dan su testimonio, porque a través de él todos somos más<br />
conscientes, menos indiferentes.<br />
Los niños y las niñas, los adolescentes, son especialmente vulnerables a los abusos,<br />
y un proyecto de justicia supone reconocer la dignidad de tantos que, víctimas de<br />
abusos, no pocas veces en contextos de confianza, son avasallados por formas de<br />
dominio que marca su vida. No solo queda afectado su cuerpo, sino que el espíritu<br />
de su existencia se ve marcada por esa agresión en momentos decisivos de la<br />
configuración de su conciencia y su identidad propia.<br />
Reconocer su dignidad exige cuidado y reparación. En definitiva, afecto y justicia.<br />
Ángel Gabilondo<br />
Defensor del Pueblo. España
PADRE ÁNGEL GARCÍA<br />
Fundé la Asociación Mensajeros de la Paz, junto a Ángel Silva, hace ahora 60 años<br />
con un objetivo claro: acoger y proteger a los niños abandonados de la España<br />
pobre y hambrienta de los años 60. Siempre recordaré aquel niño, cuando comencé,<br />
que tenía siete años, llegaba de un hospicio y, al bajarse del autobús, le di un beso y<br />
me dijo: “Es la primera vez que me dan un beso”.<br />
Desde entonces, por nuestras casas de acogida, que tratan de imitar auténticos<br />
hogares, pasaron decenas de miles de niños y niñas a los que acompañamos,<br />
protegemos, educamos y queremos, hasta convertirlos en ‘personas de bien’.<br />
De ahí que uno de los lemas de mi vida siga siendo éste: “En Mensajeros, sólo nos<br />
arrodillamos ante Dios, un niño y un anciano”.<br />
Deseo que la campaña de ‘Justice Iniciative’ en favor de la infancia que sufre abusos<br />
de cualquier tipo y en cualquier ámbito sea un rotundo éxito y contribuya a crear una<br />
mayor conciencia social de solidaridad con las víctimas.<br />
Padre Ángel García Rodriguez<br />
Presidente de la Asociación Mensajeros de la Paz<br />
Por eso, apoyo con todas mis fuerzas la misión de ‘Justice Iniciative’ de “restablecer<br />
verdad, justicia y reparación para las víctimas de abusos sexuales, de conciencia y<br />
maltrato infantil en Europa”.<br />
Me sumo de corazón a su campaña de “concienciar a la sociedad, a los poderes<br />
públicos y a las instituciones”, para “quebrar el silencio, la estigmatización, la<br />
impunidad y el encubrimiento” con medidas legislativas concretas, para mejorar el<br />
acceso de las víctimas de abusos a los derechos que les corresponden y que tanto<br />
necesitan.<br />
Creo que ante este tema tan desgarrador de los abusos nadie puede quedar<br />
indiferente. Que por favor se investigue, que por favor se pida perdón y que por<br />
favor se repare el daño que se ha hecho; en esto no hay nadie que no pueda estar de<br />
acuerdo, sin duda alguna.
SIMONE PADOVANI<br />
Desde Enero a Mayo de 2022 he viajado por Europa <strong>–</strong> desde Portugal a Rumanía,<br />
de Grecia a Noruega, sumando casi 25.000 km, para encontrarme con víctimas de<br />
abuso y maltrato, para retratarlas y entrevistarlas en video.<br />
Las historias que he escuchado no han pasado por mi sin dejar marca. Han<br />
cambiado mi percepción de Europa. En medio de nosotros vive gente que ha vivido<br />
sufrimientos interminables, pero no han conocido nunca la justicia.<br />
Lo que yo intento decir y transmitir a aquellos que verán este proyecto es, cómo las<br />
vidas de la gente que he encontrado, tristemente, tenían una línea de vida paralela<br />
a la normal. Esto pasa con los abusos. Cuando esto pasa, la persona es forzosamente<br />
enfrentada a una nueva forma de vida. Y son muchas, demasiadas, las lineas de<br />
vida paralelas que he encontrado.<br />
De ahi viene el título “<strong>Shame</strong> <strong>–</strong> <strong>European</strong> <strong>Stories</strong>”. Es una provocación y al mismo<br />
tiempo una palabra recurrente en la experiencia de las víctimas. A menudo las<br />
víctimas se sienten culpables, avergonzadas. La mayor parte nos habla de sus<br />
experiencias o están incluso avergonzadas de si mismas. Aunque sean ellas las<br />
víctimas. Y es nuestra vergüenza que nosotros no vimos el sufrimiento ni tampoco<br />
oímos los gritos del silencio.<br />
vidas, adoptando una posición y pidiendo soluciones de los interesados, los<br />
gobiernos y la Comunidad europea.<br />
Afortunadamente, hay ya gente así, incluido Guido Fluri, el iniciador de “Justice<br />
Initiative”; Pascal y Vera, con quienes se me ha permitido desarrollar este proyecto,<br />
y las asociaciones europeas que ha dado vida a este proyecto con corazón y alma.<br />
Nunca podré agradecerles suficientemente por mostrarme toda su infinita<br />
humanidad.<br />
Este trabajo está dedicado a todos ellos, a toda esa gente que cambia el mundo con<br />
pequeños milagros.<br />
Simone Padovani<br />
Foto reportero internacional<br />
Las historias de abusos son historias de supervivencia y relatos de seguir adelante:<br />
además de haber sufrido crueldad inhumana y vivir con sus consecuencias cada día<br />
de la vida, las personas afectadas pueden hacer pequeños, increíbles gestos hacia la<br />
humanidad, cada día, devolviéndoles humanidad. No piden nada a cambio, lo hacen<br />
porque continúan siendo humanos.<br />
Necesitamos cambiar cosas y actuar, con pequeños gestos, escuchando<br />
verdaderamente a aquellas alrededor de nosotros y los que se cruzan en nuestras
ITALIA
Tenía 13 años. Mi madre era muy religiosa. Ella<br />
me envió a la iglesia. Y un día el cura me violó...<br />
Eso fue en 1981. Se prolongó durante años. Cuando tenía<br />
15 años, estaba devastado. Empecé a tomar drogas.<br />
Enfermé. Me llevó casi 40 años entender por qué<br />
mi vida había tomado este camino durante años. Un día,<br />
sin embargo, le di la espalda para siempre a la muerte,<br />
al deseo de suicidarme que llevaba dentro desde hacía<br />
años. Me convertí en un sobreviviente y comencé a<br />
levantarme de nuevo.<br />
Los culpables son personas: los curas que abusaron de<br />
nosotros y quienes les encubrieron. He sufrido, pero<br />
ahora tengo una misión en la vida: ofrecer transparencia.<br />
¿Hemos llegado a este punto? ¿Pedir a las víctimas que<br />
hagan el trabajo de otros? ¿Te das cuenta de lo<br />
desgarrador que es eso? Esta es una de las razones por<br />
las que vivo. Pero la comunidad, y especialmente el<br />
Vaticano, ¿no tienen un vago sentimiento de vergüenza<br />
sobre esto?<br />
Francesco 51<br />
Abusos sexuales en el ámbito eclesiástico
Cuando escuché por primera vez la palabra<br />
“supervivientes” no entendí lo que significaba y me<br />
pregunté: ¿los chicos que se suicidaron por culpa del<br />
sacerdote eran supervivientes? Entonces me di cuenta<br />
de que ya no era una víctima, era un superviviente.<br />
Siento la urgencia de decir a todos lo mismo: ante la<br />
violencia, hay que denunciar, y hay que hacerlo<br />
inmediatamente. Y no me importan mis antiguos<br />
amigos, esos chicos del oratorio que hoy, cuando se<br />
encuentran conmigo en la calle, cruzan de acera del<br />
otro lado. Si no hubiera hecho lo que hice,<br />
otros niños habrían estado en peligro como yo. Todos<br />
nosotros debemos asumir nuestra responsabilidad.<br />
Alessandro 24<br />
Abusos sexuales en el ámbito eclesiástico
Él no me soltó. Me sentí como si estuviera paralizada.<br />
Cuando me soltó, me escapé, y recuerdo que la<br />
espalda de mi pequeño vestido estaba mojada.<br />
Todavía recuerdo: era un vestidito que había hecho mi<br />
madre. Ella era mi modista. Un vestido de cuadros<br />
blancos y verdes con un cuello redondo.<br />
Me gustaría que el mundo tuviera más cuidado a la<br />
hora de defender a las personas frágiles, sobre todo a<br />
los niños y adolescentes. A menudo, no saben cómo<br />
defenderse. Desearía que no se perdonara nunca a<br />
quienes cometen estos actos, que no prescribieran<br />
estos delitos y que nos concentremos en que se debe<br />
difundir el mensaje de que la violencia, sobre todo<br />
contra menores, nunca esté permitida en nuestra<br />
cultura.<br />
Giuliana 79<br />
Abusos en la familia y otros abusos
SUIZA
Mi padre adoptivo simplemente estaba muy frustrado<br />
con él mismo. Se me acercó y me dijo: “Te doy cinco<br />
minutos; sabes a dónde tienes que ir.” Luego él<br />
vino y abusó de mí. La primera vez a la edad de siete<br />
años y medio. Y esto continuó. Cuando cumplí doce<br />
años, me di cuenta de que estaba embarazada.<br />
Tuve que dar a luz al niño en casa y el niño<br />
inmediatamente me fue arrebatado.<br />
Hoy me siento liberada. Porque él (el padre adoptivo)<br />
ha muerto, y pude pasar página con respecto a<br />
la mayoría de las cosas. No con todo, pero con mucho.<br />
Anita 56<br />
Abusos sexuales en instituciones de acogida
En ese momento yo tenía diez años y el granjero<br />
me trataba como a un sirviente. Me decía que yo era<br />
un sirviente y nada más. Lo soportaba solo porque<br />
había animales en la granja, y disfrutaba trabajando<br />
con ellos.<br />
Hoy me siento mejor. Pero sigo teniendo la sensación<br />
de ser un extraño. A veces también tengo sentimientos<br />
de inferioridad. Nunca me deshice de ellos; están<br />
impresos en mí.<br />
Bernhard 72<br />
Trabajo infantil
Todos los días me dejaba claro que no era nada, que<br />
sólo era una carga para los demás y que no tenía<br />
derecho a pedir nada, porque solo era basura. Sobre<br />
esa base, no había espacio para la felicidad.<br />
Cuando me desperté después del tercer intento de<br />
suicidio, le dije a Dios: “Escucha, si existes, ahora es tu<br />
responsabilidad. Ponte en contacto, muéstrate, porque<br />
ahora está en tus manos”. De repente, las puertas se<br />
abrieron de una manera que nunca creí posible. Eso<br />
fortaleció mi fe. He aprendido que no puedo culpar a<br />
Dios de algo que otros han estropeado.<br />
Lydia 72<br />
Trabajo infantil y abusos sexuales
FRANCIA
Un día, dos personas de los servicios sociales vinieron<br />
y me arrancarron. Ese es el término apropiado<br />
porque mi hermana se acuerda que me tenía en sus<br />
brazos y me aferraba a ella llorando. No grité y ella<br />
tampoco. Pero finalmente, me arrancaron de sus<br />
brazos. En este momento, no puedo recordar con qué<br />
frecuencia sucedió esto; pero, fueron estos hombres<br />
quienes me tocaban en el dormitorio.<br />
Casi quiero gritar, cuidar a los niños. Hay muchos<br />
niños que sufren, muchos niños que son maltratados<br />
y muchos niños que son abusados. Así que, por favor,<br />
gobiernos, personas con autoridad, servicios sociales,<br />
cuiden de los niños. Ese también es su papel. Ese<br />
también es el papel de los padres. Los padres deben<br />
tener una actitud amorosa y cariñosa hacia sus hijos,<br />
así que cuídenlos.<br />
Sylvie 54<br />
Secuestro, abusos sexuales y maltrato
Mi hermano y yo fuimos adoptados juntos. Y los<br />
abusos comenzaron de inmediato. Fue principalmente<br />
violencia física y psicológica. Cuando tuve diez años,<br />
tuve mi primer intento de suicidio porque no podía<br />
vivir así. Era demasiado duro.<br />
Tengo suerte de no estar completamente destruido<br />
psicológicamente y de haber podido reflexionar.<br />
Eso es lo que me ha permitido sobrevivir. He<br />
comprendido cómo es su método de hacer daño, y<br />
ahora mi objetivo es darle la vuelta a la situación, servir<br />
a la causa, testificar y luchar.<br />
Javier 44<br />
Secuestro, adopción forzada, abuso sexual del clero
Fui abusada por la familia que recibía dinero por cuidar<br />
de nosotros. El padre me pegaba; me pegaba fuerte.<br />
El único lugar en la que me sentía a salvo era debajo<br />
de la mesa. Y otra cosa importante era que cada mes,<br />
mi madre me llevaba a la peluquería a estirarme el<br />
pelo porque quería borrar mis orígenes.<br />
Diría a todos los gobiernos, diría al mundo que nos<br />
observa: “No tenéis derecho a maltratar a un niño. No<br />
tenéis derecho a decidir el futuro de un ser humano,<br />
especialmente cuando se trata de un niño”. Hemos<br />
sido transferidos como objetos. Nos han colocado<br />
como a objetos. A los padres que adoptan hoy les diría<br />
que no mientan a sus hijos porque esas mentiras<br />
pueden ser muy, muy, muy, muy, muy impactantes.<br />
Valérie 59<br />
Rapto, adopción forzosa y maltrato
Yo era una pequeña chica franco-japonesa de 5 años<br />
cuando fui abusada sexualmente por un primo de<br />
39 años durante el caluroso verano de 1977. Estas<br />
violaciones me han sumergido en un agujero negro<br />
durante 32 años. Cuando mi memoria resurgió,<br />
empecé a hablar sin parar, incluso estando estos<br />
crímenes ya prescritos en Francia.<br />
Estas experiencias traumáticas me abrieron los ojos a<br />
la magnitud mundial de los abusos sexuales a menores.<br />
Me uní a otros valientes supervivientes y activistas que<br />
luchan por acabar con esta plaga. Nuestra batalla<br />
consiste en luchar por la justicia, por un mundo justo y<br />
por la paz. ¡Nunca nos rendiremos!<br />
Mie 50<br />
Abuso sexual en la familia
Tenía 8, 9, 10 y 11 años cuando un tío abuelo, que era<br />
misionero, me violó. Él me lo hizo ver como un<br />
descubrimiento de mi cuerpo, luego como una forma<br />
de educación sexual. Lo que siguió a esto, fue una<br />
amnesia parcial por trauma de casi 10 años. Tenía 12<br />
cuando dos de mis primos de 13 y 15 años abusaron<br />
de mí y me violaron. Me quisieron presentar su crimen<br />
como un juego. Esto fue seguido de una amnesia por<br />
trauma de 15 años de duración.<br />
Ahora hablo, me muestro, porque ya no me avergüenzo.<br />
La vergüenza que antes sentía tan fuertemente... Ya no<br />
me avergüenzo porque quiero que se proteja a los<br />
niños. Quiero que las víctimas sepan que no están solas,<br />
que pueden beneficiarse de una atención específica<br />
para los traumas psicológicos. También quiero que se<br />
reconozca la amnesia traumática. Quiero que los que no<br />
denunciaron estos delitos también sean perseguidos.<br />
Quiero una sociedad más justa.<br />
Arnaud 41<br />
Abuso sexual en el ámbito eclesiástico y en la familia
Tenía 10 años aquel día. Era miembro de los Scouts de<br />
St Luc desde hacía 2 años y amaba ese grupo. Un día,<br />
recibimos una de esas insignias, las cuales llevábamos<br />
a nuestras orgullosas madres para que nos las cosiera<br />
en las sudaderas. Al final de una reunión, cuando el<br />
Padre Bernard nos liberó, me pidió que me quedara un<br />
poco más. Recuerdo a mis amigos que salieron<br />
de la sala. Algunos tenían una sonrisa sospechosa,<br />
como si supieran lo que me esperaba. Otros se<br />
miraban los zapatos de modo incómodo y otros<br />
incluso, parecían envidiosos por la especial atención<br />
que me prestaba el padre.<br />
Si hay varios cientos de víctimas en Francia, hay varios<br />
millones en todo el mundo que siguen vivos. En<br />
términos de “delitos masivos”, hacía mucho tiempo<br />
que no lo hacíamos mejor.<br />
François 43<br />
Abuso sexual en el ámbito eclesiástico
El director me hizo entrar, empezó a hacerme visitar<br />
los alrededores y dijo: “esta es la lavandería”. Me pidió<br />
que me desnudara y empezó a tocarme. Me resistí,<br />
pero me hizo entender que era la ley la que me<br />
había puesto ahí y que iba a permanecer allí hasta que<br />
cumpliera los 18.<br />
Representantes del mundo y de las naciones<br />
modernas: den la cara por los niños y defiendan sus<br />
derechos desde que nacen hasta que son adultos.<br />
Hagan que se respeten sus derechos. Que todos los<br />
países europeos y el mundo entero hagan cumplir las<br />
cartas, las declaraciones y las convenciones que han<br />
sido firmadas. Hay que poner fin al sufrimiento de los<br />
niños, hay que detener esta carnicería. Haced un<br />
esfuerzo, y dad amor a vuestros semejantes.<br />
Fawzy 59<br />
Abuso sexual en el orfanato
ESPAÑA
Una noche, mientras dormía, me despertó; estaba<br />
fuera de la manta, con los pantalones bajados y la<br />
camiseta levantada. Me desperté, me senté medio<br />
dormido y me subí los pantalones y la manta. Me tapé<br />
y él me agarró, me cegó con la linterna y volvió a<br />
tirarme al suelo. Me desnudó de nuevo y en ese<br />
momento se me rompió el cerebro.<br />
Lo que quiero decirte es que la infancia es el inicio<br />
de nuestra vida, el comienzo, donde acumulamos<br />
valores, donde iniciamos formas de vida, donde<br />
iniciamos malos pensamientos, donde forjamos<br />
nuestra personalidad. Lo único que quiero es que<br />
nadie más vuelva a sufrir lo que yo he sufrido.<br />
Emiliano 55<br />
Abusos sexuales en el ámbito eclesiástico
Un día llovía en el colegio y el cura me invitó a su<br />
habitación para secarme. Yo era un niño un poco<br />
solitario. No jugaba al fútbol como mi hermano<br />
gemelo, que era un líder. Yo era un tipo de persona<br />
más solitaria. Y este hombre, conocía muy bien mi vida<br />
y mi situación. Me invitó a su habitación para secarme,<br />
y ahí empezó todo. Y estuvo abusando de mí durante<br />
más de un año. Todos los días.<br />
Yo pediría al mundo que fuera perceptivo y sensible,<br />
que tome nota, que se dé cuenta cuando esto le pasa<br />
a un niño y que note las señales, que reaccione de<br />
forma protectora y que eduque a los niños para que se<br />
sientan cómodos y puedan hablar de estos temas sin<br />
tabúes y sin el peso de la religión.<br />
Fernando 61<br />
Abusos sexuales en el ámbito eclesiástico
El año en que empezaron los abusos fue como un<br />
hachazo en mi vida. Hasta entonces era un niño valiente y<br />
feliz. Empecé a tener miedos. Empecé a tener terrores<br />
nocturnos. Empecé a tener manías. Una situación que no<br />
me dejaba vivir, que me angustiaba, que me ahogaba. No<br />
podía hablar de ello y también abusó de mis hermanos.<br />
Entonces la carga se hacía cada vez más pesada porque<br />
me sentía culpable y cómplice. Me sentí responsable de<br />
los actos del pederasta. Con los años y la terapia entendí<br />
que bastante hice con sobrevivir.<br />
Sufrí Abuso sexual de los 8 a los 11 años en innumerables<br />
ocasiones por parte de un entrenador de fútbol.<br />
Seguramente, si lo hubiese podido contar cuando tenía<br />
ocho años, esto habría sido un mal recuerdo y el<br />
sufrimiento habría sido mucho menor. No fue mi culpa<br />
que le ocurriera a otros niños. Porque la culpa es única<br />
y exclusivamente de quien lo hace y de quienes les<br />
encubren. Si veis un niño en situación de riesgo, no os<br />
calléis, denunciadlo y dadle la oportunidad de vivir y de<br />
ser niño.<br />
Pepe 49<br />
Abusos sexuales en el ámbito deportivo
Se levantaba inmediatamente y venía a sentarse a<br />
mi lado. Ponía su mano dentro de mi pantalón y<br />
empezaba a manosearme. Con 12 años no era<br />
plenamente consciente de lo que estaba pasando,<br />
pero sabía que era algo anormal y que no me gustaba.<br />
Existe algo más hiriente todavía que el abuso: el<br />
encubrimiento y la revictimización. La iglesia debería<br />
encargarse de atenuar el dolor que producen estos<br />
delitos y más siendo la cara visible del buenismo y del<br />
cristianismo. Alguien que presume de llevar la<br />
bandera de la bondad jamás puede cometer estos<br />
crímenes y cuando los cometa se le debe castigar<br />
con mayor dureza.<br />
Juan 25<br />
Abuso sexual en el ámbito eclesiástico
PORTUGAL
Nos consideraban salvajes; solo porque no teníamos<br />
madre o padre. Un día hice algo mal y el director<br />
me golpeo con su reloj en el ojo de forma que casi<br />
pierdo la visión. Mi boca está así por las palizas que<br />
me dieron.<br />
Las personas que viven en una institución no son<br />
salvajes; son simplemente personas sin padre ni<br />
madre. Necesitan comprensión, amor y afecto. En las<br />
instituciones, los niños suelen crecer en medio de la<br />
violencia, pero necesitan acompañamiento, ayuda<br />
psicológica y apoyo a medida que crecen.<br />
Marco 31<br />
Abusos en instituciones de acogida
IRLANDA
Me robaron de mi madre en un hogar religioso<br />
materno-infantil y no le dijeron dónde estaba, me<br />
llevaron sin su consentimiento ni el mío. No tenían<br />
derecho a hacer eso.<br />
Nadie debería tener derecho a arrebatarle un hijo a su<br />
madre por el mero hecho de ser joven y soltera.<br />
Las consecuencias son traumáticas y perjudiciales.<br />
Tenemos que proteger los derechos del niño. Hay que<br />
proteger a los niños en todo momento.<br />
Oona 53<br />
Secuestro en instituciones de acogida
Todavía hoy, es chocante saber que fui sometido a<br />
experimentos humanos cuando era un niño en<br />
Irlanda, en una institución materno- infantil dirigida por<br />
una orden católica. Algunos niños, mestizos como yo,<br />
fuimos seleccionados para un ensayo de vacunación<br />
contra la polio en 1965, sin el consentimiento de<br />
nuestras madres. Esto fue una clara violación del<br />
Código de Nuremberg.<br />
Los niños tienen derechos humanos y deben ser<br />
protegidos contra la discriminación racial y las<br />
violaciones de los derechos humanos. Los niños en<br />
situación de riesgo no deben nunca volver a ser<br />
utilizados en ningún experimento humano sin el pleno<br />
consentimiento de sus padres o tutores. De niños no<br />
tuvimos voz y tampoco nuestras madres solteras.<br />
Conrad 58<br />
Maltrato en instituciones de acogida y ensayos clínicos
NORUEGA
Recuerdo que me senté en el sofá de aquel lugar. Los<br />
demás fueron a bailar, con chicos mayores y se lo<br />
pasaron bien.Me senté en el sofá; me ofrecieron un<br />
vaso de refresco. Lo tomé. No recuerdo nada más de<br />
esa noche antes de despertarme, y, una vez que abrí<br />
los ojos, un hombre estaba acostado encima mío y<br />
teniendo sexo conmigo. Ahí entendí lo que había<br />
pasado.<br />
En general, todos debemos cuidarnos mutuamente y<br />
velar por la seguridad de todos. Me veo obligada a<br />
comparecer en público y asumir esta enorme<br />
responsabilidad.<br />
Iris 34<br />
Abusos sexuales
Fue la primera vez que quedé con mi tío. Era un<br />
pedófilo y abusó de mí. No entendí ese secreto o que<br />
estuviera completamente mal.<br />
Desde el principio de los tiempos, miles de personas<br />
han luchado por nosotros. Todas esas mujeres<br />
valientes y asombrosas. Todas sufrieron abandono y<br />
fueron tratadas como objetos. Les doy toda mi<br />
compasión y respeto. Así que, a los hombres y mujeres<br />
que tienen elección, usad vuestra voz, alzad la voz y<br />
poned fin a esta violencia.<br />
Letisha 35<br />
Abusos sexuales
SUECIA
Los abusos sexuales comenzaron cuando tenía 12 años,<br />
y continuaron durante mi adolescencia. La última vez<br />
que pasó fue cuando tenía 20 años. Hoy, tengo<br />
pesadillas todas las noches y aún me resulta difícil<br />
hacer frente a las secuelas psicológicas. Tengo ataques<br />
de pánico con frecuencia. Siempre pensé que era<br />
culpa mía y me avergonzaba. También sentía que si me<br />
ocurrían más agresiones sexuales, sería culpa mía.<br />
Lo importante ahora es que todos ustedes, como<br />
seres humanos y como sociedad civil, sepan escuchar<br />
mucho mejor a los niños. También, me gustaría decir<br />
a los responsables políticos que tienen que reforzar<br />
las leyes que protegen los derechos de la infancia.<br />
Además, tenemos que reforzar la labor de detección<br />
e identificación para localizar a los niños víctimas de<br />
agresiones sexuales.<br />
Saga 23<br />
Abusos sexuales y explotación
FINLANDIA
Cuando pasó por primera vez, él sólo me tocó. Luego,<br />
una vez que estaba en casa sola viendo la televisión,<br />
cuando salí de la habitación, me agarró por el hombro<br />
y me empujó a la cama. Me agarró, me quitó los<br />
pantalones a la fuerza y me tiró bocabajo. Esta fue la<br />
primera vez que me penetró y me violó.<br />
Recuperarse de los delitos de violencia sexual lleva<br />
mucho tiempo, y se tarda mucho tiempo en poder<br />
contárselo a alguien, especialmente en los casos<br />
incestuosos dentro de la familia. Necesitamos cambios<br />
legislativos importantes.<br />
Heli 49<br />
Abusos sexuales
Mis abusadores fueron mis padres, ambos. Mi madre<br />
me dijo que ya me pegaban cuando lloraba siendo un<br />
bebé. Semejante tipo de violencia ha estado siempre<br />
presente. Mis primeros recuerdos están relacionados<br />
con abusos sexuales. Mi padre ha admitido que me<br />
violó por primera vez cuando yo tenía 4 o 5 años.<br />
¿Cómo podéis cerrar vuestros corazones a niños tan<br />
pequeños y hacer algo tan horrible? ¡Debería daros<br />
vergüenza!<br />
Seijamirjami 44<br />
Abusos sexuales
Me quedaba en casa de una familia conocida con bastante<br />
frecuencia, y allí fue donde se produjo mi trauma ligado a los<br />
abusos sexuales. Y como pasaba allí bastantes noches,<br />
también me traumatizaba saber que donde yo me alojaba<br />
también abusaban de otros niños. Es extraño cómo un niño<br />
tan pequeño puede sentirse culpable por no poder hacer<br />
nada al respecto.<br />
En primer lugar, quisiera dirigirme a los responsables de la<br />
Iglesia laestadiana. ¿Cómo podéis actuar o no actuar cuando<br />
sabéis lo que se está haciendo a estos niños pequeños en<br />
vuestras iglesias? Hay algunos de ustedes que tienen los<br />
medios para intervenir. Y no lo hacen. Nosotros, las víctimas,<br />
les hemos dicho lo que se podía hacer para intervenir, pero<br />
no, no se hace nada. Y también me gustaría dar un mensaje<br />
similar a la Iglesia Luterana: ¿por qué no intervienen no solo<br />
en su propia comunidad, sino también en relación con los<br />
abusos que se producen en comunidades religiosas más<br />
pequeñas?<br />
Outi 49<br />
Abusos sexuales
Tenía unos ocho años cuando esta persona entró en mi vida<br />
y me llevó a un mundo no apto para niños. Se convirtió en<br />
nuestro secreto y también me dijeron que había hecho algo<br />
malo. Esto se convirtió en una especie de muro de la<br />
vergüenza dentro del cual pasé mi infancia y en el que crecí.<br />
Mi propia idea de lo que es el desarrollo normal de un niño,<br />
por ejemplo, quedó increíblemente distorsionada, y tardé<br />
mucho tiempo en aprender a entender eso y a superarlo en<br />
cierto sentido.<br />
La gente tiene que abrir los ojos. La gente tiene que ver a los<br />
niños, sus preocupaciones y mirar detrás de sus sonrisas.<br />
Tienen que escuchar esas historias que nadie se atreve a<br />
contar. Y en cuanto al castigo, al menos debería exigirse que<br />
la persona esté presente en la terapia de la víctima. Eso<br />
quizás estaría más cerca de un verdadero castigo . Pero no<br />
estoy segura de cómo lograr una situación en la que los<br />
agresores comprendan realmente el daño que han hecho,<br />
porque a menudo parece que no comprenden el impacto de<br />
sus acciones y sólo a través de esta comprensión podría<br />
producirse un cambio real.<br />
Minna 48<br />
Abusos sexuales
DINAMARCA
Sufrí abusos sexuales en mi infancia en Emdrupvej,<br />
donde crecí. Todo comenzó con el hecho de que mis<br />
padres no sabían que realmente existía una persona así<br />
en el pueblo, un amigo suyo. Por desgracia, no<br />
recuerdo cuántas veces, pero ocurrió repetidamente.<br />
Tuve muchos pensamientos suicidas por ello. Me<br />
avergonzaba y me deprimía.<br />
Mi recuperación será un proceso que durará toda la<br />
vida, en el que no sólo puede que necesite ver a<br />
psicólogos, sino también a psicoterapeutas, hacer<br />
tratamientos corporales y mucho más. Porque no sólo<br />
ha tenido consecuencias en mi cabeza, sino también<br />
en mi cuerpo. Necesito volver, nuevamente, a conocer<br />
mi cuerpo.<br />
Mikael 51<br />
Abusos sexuales
Los abusos sexuales empezaron cuando tenía 3 años.<br />
Comenzaron cuando me duchaba con mi padrastro.<br />
No recuerdo con qué frecuencia ocurría, pero era<br />
habitual.<br />
¡Hay tantos niños que están expuestos a la violencia<br />
sin que lo sepamos! Estos niños son tan buenos ocultándola<br />
al mundo, que no lo notamos. Se les da bien<br />
integrarse en todas partes para que ningún adulto se<br />
dé cuenta de que están sufriendo.<br />
Gry Sara 49<br />
Abusos sexuales
PAÍSES BAJOS
Inmediatamente después de mi nacimiento, me abandonaron<br />
y me internaron en un hogar. Acabé en un hogar de<br />
acogida donde la vida mejoró. Sólo mucho más tarde,<br />
después de mirar mis documentos y de escuchar las historias<br />
de mi hermana biológica, descubrí que mi padre biológico no<br />
estaba de acuerdo en entregarme. Luchó durante 5 años para<br />
deshacer esa decisión. Las autoridades (en holandés Raad<br />
voor de Kinderbescherming) ni siquiera se han planteado si<br />
crecer con mi padre y mi abuela no habría sido una opción<br />
mucho mejor que un hogar, donde las condiciones no eran<br />
ciertamente las mejores en los años sesenta.<br />
Lo que me gustaría decir es que incluso hoy, cuando los niños<br />
son separados de sus padres por cualquier motivo, tanto si<br />
acaban en una casa de acogida como en una institución,<br />
debemos recordar que los niños siempre llevan consigo a sus<br />
padres. Los padres, aunque no estén presentes, forman parte<br />
de la identidad del niño. Creo que las autoridades no deberían<br />
olvidarlo. A veces se les aparta a los padres y creo que eso no<br />
es bueno, sobre todo para los niños.<br />
Monique 56<br />
Adopción forzosa
Fui adoptado por unos padres holandeses que tenían<br />
dos hijos propios. Crecí en una buena familia, pero<br />
cuando empecé a buscar a mis padres biológicos,<br />
descubrí que la mujer que decían que era mi madre<br />
biológica, al hacerme una prueba de ADN, no lo era.<br />
Sentí que me habían quitado mi identidad. Más tarde<br />
descubrí que mis papeles de adopción habían sido<br />
intercambiados con los de un niño pequeño que<br />
también había sido dado en adopción.<br />
Si eres adoptado o inmigrante, o no te has criado en tu<br />
propio país, cultura o familia, ve en busca de tus<br />
orígenes. Ve a visitar tu lugar de nacimiento, tu país<br />
nativo, o encuentra a tu familia, porque es importante<br />
para ti como ser humano, para tus sentimientos.<br />
El cuerpo no lo esconde. Es muy fácil dejarlo de lado<br />
y da mucho miedo trabajar sobre tus propios<br />
sentimientos. Averigua cuáles son tus orígenes y de<br />
dónde vienen. Es importante conocer tu origen.<br />
Rodrigo 41<br />
Intercambio de papeles de adopción
BELGICA
Nací de padre blanco belga y madre congoleña. Crecí<br />
con mi hermano y mis abuelos en Bélgica. De repente,<br />
encontramos a una hermana que vivía en el Congo. No<br />
sabíamos nada de ella. Nos enseñó un cuaderno con la<br />
dirección de nuestros abuelos en Bélgica y fotos<br />
nuestras y de nuestra prima en Bélgica. Nos dimos<br />
cuenta de que nuestro padre había estado en<br />
contacto con ella y le había enviado cosas. Nos explicó<br />
que toda su vida había sabido que era hija ilegítima,<br />
pero que pensaba que no era bienvenida en la familia.<br />
Tenemos que abordar esta cuestión con honestidad y<br />
demostrar que existe la voluntad de cambiar y reparar.<br />
Debemos darnos cuenta del impacto que tuvo el<br />
colonialismo, y que aún tiene el racismo en los niños<br />
que lo padecen, pero también en todos. Hay que<br />
acabar con ello, y debemos reparar y evitar que estas<br />
cosas vuelvan a ocurrir.<br />
Claudine 70<br />
Abusos coloniales
Sé que tampoco fue fácil para mi hija. También tuvo<br />
que enfrentarse a reacciones racistas en la escuela,<br />
ocultas tras una sonrisa. No es nada fácil. Sigue siendo<br />
duro. Por eso le digo, que ella es el producto de<br />
diferentes etnias, de personas con un valor infinito que<br />
lucharon por su existencia. Y ella se ha convertido en<br />
el gran resultado de su lucha.<br />
Ya no vivimos como en el siglo pasado, cuando los<br />
gobiernos temían que los “mestizos” fueran igual de<br />
competentes que los “blancos” y, por tanto, protegían<br />
su lado “negro”. El tiempo ha pasado y esta visión ya<br />
no es actual. La convivencia enriquece la vida. Ningún<br />
niño debe ser víctima de racismo. Un niño es sagrado.<br />
Sandra 55<br />
Abusos coloniales( segunda generación)
Según he averiguado investigando, nací en Francia. Mi<br />
partida de nacimiento no menciona los nombres de mis<br />
padres y no contiene ninguna información. Me recogió<br />
un instituto belga y luego me adoptó una familia. Nací<br />
con una enfermedad hereditaria que afecta a mis<br />
riñones. Pero como no había información sobre mí al<br />
nacer, no había forma de tratarme. Cuando el médico<br />
preguntó a mi madrastra por una enfermedad renal en<br />
la familia, no pudo dar una respuesta. La legislación<br />
belga de la época no autorizaba la adopción de un<br />
niño francés, por lo que el instituto belga había<br />
borrado toda información importante para mí.<br />
Nuestras raíces nos pertenecen, no debemos<br />
separarnos de ellas. Espero que mis mensajes no se<br />
pierdan, ni fracasen porque los niños que crecen se<br />
mantienen más fuertes cuando saben quiénes son y<br />
quiénes son sus padres.<br />
Benoit 60<br />
Adopción forzosa
Esta historia es dolorosa. Es una historia de separación.<br />
Es una historia de violencia colonial. Es una historia de<br />
personas que no se dan cuenta del daño que están<br />
haciendo. Son parte de un sistema, un sistema que no<br />
asume su responsabilidad.<br />
Creo que cada persona y su historia conforman la<br />
sociedad. Me parece importante que las instituciones<br />
que nos rodean cuenten la larga historia de una<br />
sociedad. En esas sociedades, en medio de esas<br />
instituciones, hay personas que nacen y mueren.<br />
Nosotros sólo estamos de paso, mientras que las<br />
instituciones permanecen. Estas instituciones deben<br />
ser capaces de encarnar lo mejor de lo que somos, lo<br />
mejor de lo que la sociedad puede transmitir.<br />
Bélgica tiene una historia dolorosa y vergonzosa: la del<br />
colonialismo.<br />
Olivier 55<br />
Abusos coloniales (segunda generación)
Nací durante el periodo colonial. Mi padre era belga y<br />
mi madre africana. Tras la muerte de mi padre, la<br />
administración colonial belga prohibió a mi madre que<br />
se quedara con nosotros. Después de tres intentos, la<br />
policía se nos llevó y nos internó en una institución<br />
infantil especial para mulatos. Nos aislaron de la<br />
comunidad blanca y negra y nos reasentaron en<br />
Bélgica, donde crecí separada de mi hermano y de mi<br />
hermana. Fui una niña muy solitaria en una familia<br />
difícil. No se gastaba dinero en mí porque era la hija<br />
de un amor prohibido: demasiado inteligente para ser<br />
escuchada, demasiado guapa para ser amada.<br />
Espero un cambio. Cada uno puede cuidar del otro.<br />
Cada persona puede cambiar las cosas a mejor.<br />
Jacqui 66<br />
Abusos coloniales
ALEMANIA
Cuando grité, ella (la monja) me dijo que disfrutara de lo<br />
que estaba pasando. Yo tenía entonces cinco años.<br />
Entonces no sabía que se trataba de violencia sexual.<br />
Sólo me enteré por mi psicólogo cuando tenía 40 años.<br />
¡Despierta! ¡Despierten! No entreguen a sus hijos allí.<br />
No dejen que estén bajo su control. No importa qué<br />
institución o quién esté en el poder. Si no se controlan<br />
las instituciones, siempre habrá abusos.<br />
Peter 63<br />
Abusos en instituciones de acogida
Y fue ahí, por la mañana, cuando ocurrió la primera<br />
agresión. Me acarició, y sí, se aprovechó de mi debilidad<br />
en ese momento. Eso fue duro para mí. Culminó con un<br />
campamento de vacaciones de seis semanas, lejos de<br />
los grandes campamentos de scouts.<br />
Estas acciones tienen lugar en diferentes<br />
compartimentos, separados entre sí. Hay familias, hay<br />
diferentes grupos de jóvenes y quieren guardar todo<br />
en estos cajones. Y si miras ahí por un momento,<br />
quieren que lo cierres rápidamente. Intentar ver las<br />
conexiones y reunir los diferentes espacios.<br />
Harald 55<br />
Abusos sexuales en los scouts
Este sacerdote ignoraba cualquier riesgo de ser<br />
descubierto y elegía los lugares más impensables para<br />
cometer sus violaciones: La galería de la capilla donde<br />
todos tocaban el órgano y en donde el coro de la<br />
iglesia solía cantar, la sacristía o el gimnasio, o el cuarto<br />
de las duchas o el laboratorio fotográfico del colegio.<br />
En todos los lugares imaginables hacía lo que quería<br />
hacer.<br />
¡Poned a los niños en valor! Los derechos de los niños<br />
son derechos humanos. Anclad los derechos de los<br />
niños en las leyes de vuestro país, y en la de todos<br />
los vecinos, amigos y ciudadanos de a pie del país.<br />
¡Intervenid cuando veáis violencia contra los niños!<br />
Karl 71<br />
Abusos sexuales en el ámbito eclesiástico
Tenía una relación especialmente estrecha con mi<br />
madrina, una hermana de mi madre. De niña iba a verla<br />
muy a menudo. Mis padres a menudo me dejaban allí<br />
para pasar un poco de tiempo lejos de los niños.<br />
Y el marido de mi tía abusó sexualmente de mí. Sí,<br />
desde que era muy pequeña. Diría que mis primeros<br />
recuerdos se remontan a cuando tenía alrededor de<br />
unos tres años.<br />
Hay mucha más violencia sexual contra niños y<br />
jóvenes de la que la mayoría de la gente quiere<br />
admitir. Y si mi contribución a esta exposición ayuda a<br />
que la gente sea más consciente de su gran magnitud,<br />
entonces eso es algo muy importante para mí.<br />
También me gustaría enviar un mensaje de valentía y<br />
decir a las personas que han sufrido violencia sexual:<br />
“Merece la pena enfrentarse a ella. Se gana algo.<br />
Recuperas parte de tu alegría de vivir y también ganas<br />
la capacidad de entender tu propia vida. No dejes que<br />
los agresores tengan la última palabra”.<br />
Wibke 39<br />
Abusos sexuales en la familia
Cuando estudiaba en un prestigioso colegio, dos<br />
sacerdotes jesuitas abusaron sexualmente de mí. Me<br />
obligaban a hacer lo que querían y me decían que era<br />
por mi bien. Abusaron de mi confianza y de mi fe. Esto<br />
marcó mi vida, mis relaciones con otras personas y<br />
mi relación conmigo mismo. Sentía una vergüenza<br />
inmensa. Y guardé silencio.<br />
Tras décadas de silencio, hablar por fin de ello fue un<br />
acto de liberación. Desde entonces, quiero que todas<br />
las personas que sufrieron violencia en su infancia<br />
puedan experimentar esta liberación. Para muchas<br />
personas, el tema es incómodo. Puedo entenderlo.<br />
Pero si ,como sociedad, queremos que los niños y los<br />
jóvenes crezcan en un mundo sin violencia sexual, en<br />
tanto que sociedad,debemos aprender a escuchar.<br />
Matthias 59<br />
Abusos sexuales en el ámbito eclesiástico
AUSTRIA
Los primeros recuerdos de mi infancia están marcados<br />
por la violencia, el alcohol y los malos tratos. Y el<br />
incesante ir y venir entre hogares y hogares infantiles.<br />
Para mí, era una tortura ir a un nuevo hogar o familia de<br />
acogida. Siempre regresaba feliz a casa, a pesar de la<br />
brutalidad que allí reinaba.<br />
Sí, las personas importantes y poderosas también<br />
deberían ser responsables de la misma manera que<br />
aquellos que han hecho tales cosas a los niños. No<br />
importa cómo. Hoy dicen que los niños tienen que<br />
vivir con ello y los niños sufren de por vida. Y como<br />
adulto, el trauma vuelve una y otra vez, especialmente<br />
hoy en día. No puedes afrontarlo.<br />
Romana 64<br />
Abusos sexuales y maltrato físico y psicológico en instituciones
Nos hacía masturbarnos en la ducha, de pie en el baño<br />
o sentados en un taburete. Ella (la institutriz) tiraba con<br />
tanta fuerza que empezaba a sangrar.<br />
¡Hay señales de advertencia del abuso! Y cuando la<br />
gente nota estos signos, entonces es seguro que parte<br />
del abuso se puede evitar. Y eso es lo que deseo.<br />
Robert 71<br />
Abusos sexuales y maltrato físico y psicológico en instituciones
Ella (la institutriz) me puso unos pañales y un cartel<br />
alrededor de mi cuello que decía: “Todas las noches<br />
mojo la cama”, y me hacía pasear por el pueblo con él.<br />
Son experiencias que no puedes dejar atrás.<br />
Nunca me dio vergüenza hablar de lo que me había<br />
pasado. Llegué al hogar cuando tenía siete años.<br />
Me dije a mí misma que no podía haber hecho algo tan<br />
malo para merecer ese trato. Pero nunca nadie quiso<br />
escucharme.<br />
Susanne 59<br />
Maltrato físico y psicológico en instituciones
ESLOVENIA
Hitler vino a Estiria, a Maribor y dio la orden de hacer<br />
que este país volviera a ser alemán. Yo tenía diez años.<br />
Cuando nos arrestaron y nos enviaron al campamento,<br />
me pusieron en un grupo que hacía algo así como un<br />
entrenamiento premilitar. Diría que fui torturado porque<br />
fui perseguido y obligado a comportarme de una<br />
manera que me era extraña.<br />
Tales tiranías que han tenido lugar son lo más horrible<br />
que puede hacer un ser humano. De hecho, a menudo<br />
tenemos que preguntarnos si esas personas son<br />
dignas de humanidad, si un grupo de personas que<br />
trata a sus semejantes con tanto desprecio sigue<br />
siendo digno de vivir en nuestra sociedad, entre<br />
nosotros. Porque la violencia perpetrada, ya sea contra<br />
niños o contra familias, es monstruosa. Y todos los que<br />
la hemos vivido y sobrevivido tenemos la opinión<br />
unánime de que tales cosas no deben repetirse jamás.<br />
Janez 90<br />
Niño robado durante la II Guerra Mundial
Sufrí abusos sexuales por parte de mi abuelo.<br />
Entre los cinco y los ocho años. Mi familia estaba muy<br />
unida a mi abuelo. Ocupaba un lugar importante en<br />
nuestras vidas y mis padres a menudo me dejaban a su<br />
cuidado. Y así fue como empezó.<br />
El más pequeño comentario puede marcar la<br />
diferencia. Si estamos dispuestos a escuchar a la<br />
gente y ver estas cosas, podemos ayudar a muchas<br />
otras personas. Y hablar de ello sólo puede hacer bien.<br />
Nunca puede hacer daño.<br />
Tjaša 28<br />
Abusos sexuales en la familia
Cuando tenía doce años, el cura del pueblo abusó<br />
sexualmente de mí. Se lo conté a mi madre. Mamá no<br />
me creyó, como siempre. Las madres tendemos a no<br />
confiar en nuestros hijos. Así que el abuso ocurrió. Y<br />
duró ocho años hasta que el obispo trasladó al cura a<br />
otra parroquia. Después de eso, se detuvo.<br />
Seamos sensibles, seamos amables con los demás.<br />
Observemos las cosas buenas, no hagamos las malas.<br />
Vaticano: no escondas bajo un manto escarlata, no<br />
escondas bajo un manto negro, cosas que no deberían<br />
suceder. Jesús no enseñó eso. Jesús nos enseñó de<br />
manera diferente.<br />
Ksenija 58<br />
Abusos sexuales en el ámbito eclesiástico
SERBIA
Era tan inocente el 20 de noviembre de 1981,<br />
pensando que iba a dar a luz. Fui a la maternidad<br />
Narodni a las 10:10 h de la mañana y muy pronto noté<br />
que todo el personal estaba un poco nervioso. Al cabo<br />
de una o dos horas, me dijeron que algo iba mal. Me<br />
estaban preparando para una inducción para acelerar<br />
el parto. Estaba muy angustiada y asustada. La<br />
comadrona me dijo que apartara la cabeza para que no<br />
viera el nacimiento del niño, porque iba a dar a luz a un<br />
niño muerto con media cabeza.<br />
Estaría tan feliz de abrazar a mi hijo. Sólo diría, “¿Dónde<br />
estás, hijo mío? Eres todo lo que tengo en el mundo”.<br />
Dušanka 64<br />
Bebé robado en maternidad
Somos víctimas de la trata de seres humanos en<br />
Belgrado. Acaban de llevarse a mi hijo; me quitaron la<br />
salud; me quitaron la vida.<br />
Me dirijo a todos los gobernantes del mundo: vuestro<br />
bebé no os fue arrebatado. Así que ayuden a aprobar<br />
leyes, no sólo en Serbia, sino en todo el mundo, que<br />
den a cada madre el derecho a conocer el paradero<br />
de su hijo, y dejen a cada madre la decisión de<br />
quedarse con su hijo o darlo en adopción. Vosotros,<br />
los niños, no tenéis nada que reprocharos.<br />
Milena 65<br />
Bebé robado en maternidad
Estaba trabajando. Soy repartidor y distribuyo pan de<br />
Obrenovac a Arandjelovac. Cuando llegué a Novi<br />
Beograd para ver qué le había pasado a nuestro hijo, no<br />
me dejaron verlo. Una vez más, nos echaron a mi mujer<br />
y a mí. Dijeron que el niño estaba bien. Y cuando llamé<br />
al hospital más tarde ese mismo día, me dijeron que<br />
todo estaba bien.<br />
Las personas malvadas que compraron los hijos de<br />
otras personas deberían al menos decirles a sus hijos<br />
que los compraron. Y deberían saber que tienen<br />
padres que están vivos y sanos y tienen una familia. El<br />
mundo entero ignora la existencia de estos niños.<br />
Tomislav 72<br />
Robaron a su hijo del hospital
KOSOVO *<br />
*Todas las referencias a Kosovo, mencionadas en este texto, ya sea el territorio, las instituciones<br />
o la población se entenderán en pleno cumplimiento de la Resolución 1244 del Consejo de<br />
Seguridad de Las Naciones Unidas y sin prejuzgar el Estatuto de Kosovo.
Tenía ocho años y estaba en tercero de primaria<br />
cuando tuve que dejar de ir a la escuela, porque se<br />
había vuelto demasiado peligroso debido a la represión<br />
y persecución a la que fue sometida mi familia. Quiero<br />
que todos los niños del mundo sean libres, que vivan su<br />
vida y disfruten de su infancia.<br />
Nunca me libraré de mi dolor, pero soy fuerte y estoy<br />
orgullosa de que mis niños y otras personas puedan<br />
disfrutar de su libertad.<br />
Besarta 35<br />
Guerra: única superviviente de la masacre de su comunidad
En 1998 estalló la guerra en Kosovo. Recuerdo que<br />
tenía 16 años el 14 de abril de 1999. Un policía serbio<br />
vino a nuestra casa y me secuestró. Me llevó a un<br />
pueblo serbio cercano donde fui violada y maltratada<br />
brutalmente por un oficial y un civil.<br />
Mi mensaje al mundo, a los políticos y a quienes<br />
ostentan el poder es que hagan todo lo posible para<br />
poner fin a la violencia sexual en los conflictos y en<br />
la paz. Mi mensaje para ustedes es ponerle fin a esto<br />
para que nuestras jóvenes generaciones tengan un<br />
futuro mejor.<br />
Vasfije 39<br />
Abuso sexual en la guerra
Tenía 13 años cuando mi familia decidió obligarme a<br />
casarme. Un mes antes había sido víctima de la trata de<br />
seres humanos. Después del matrimonio, fui víctima de<br />
violencia doméstica. A los 16 años tuve mi primer hijo.<br />
Cuando estaba embarazada de seis meses, mi marido<br />
intentó matarme en un bosque. Acudí a la policía y<br />
ahora estoy en un centro que ofrece protección a<br />
víctimas de la violencia doméstica.<br />
Quiero que todos los padres, todas las madres, a pesar<br />
de su situación, intenten proteger a sus hijos y no los<br />
abandonen. Si no están cerca de sus hijos, sufrirán y se<br />
convertirán en víctimas. Si protegen a sus hijos,<br />
especialmente a sus hijas, serán fuertes y tendrán un<br />
futuro mejor.<br />
Anita 18<br />
Trata y violencia doméstica
RUMANIA
Me di cuenta de lo que ocurría en el centro: drogas,<br />
prostitución, palizas entre los niños, palizas entre el<br />
personal y los niños. Algunos educadores abrieron una<br />
brecha entre los niños. Cuando intenté hablar de lo que<br />
ocurría en el centro, empecé a ser una amenaza.<br />
Me gustaría que los niños de las instituciones<br />
participaran realmente en la sociedad a través de<br />
distintos proyectos y actividades. Espero que en 2023<br />
aumenten los presupuestos destinados a la infancia y<br />
sus necesidades sean oídas.<br />
Andreea 21<br />
Abusos en la familia y en las instituciones de acogida
Mi madre murió cuando nací. Mi padre me abandonó. Y<br />
las autoridades nos llevaron a los niños y nos metieron<br />
en orfanatos. No recuerdo exactamente dónde. Todos<br />
tuvimos problemas para integrarnos en la sociedad.<br />
Las autoridades que se ocupan de los niños que<br />
abandonan el sistema, o de los jóvenes en general,<br />
deberían prestar más atención. Tuve que hacer frente<br />
a la discriminación y humillación a puerta cerrada.<br />
Vasile 41<br />
Abusos en las instituciones de acogida
Mi madre murió cuando yo nací. Mi padre murió un<br />
día después. Crecí en una época en la que el sistema<br />
educativo no ofrecía la igualdad de oportunidades que<br />
dice ofrecer.<br />
Es muy importante que el mundo nos entienda.<br />
Me refiero a los parlamentos, los gobiernos, las<br />
instituciones y algunos países, especialmente los de<br />
Europa del Este. Sólo se toman ciertas medidas si se<br />
les obliga a ello. Asumen que hay problemas más<br />
importantes que aquellos por lo que luchamos.<br />
Cosmin 22<br />
Abusos en las instituciones de acogida
GRECIA
Me abandonaron debido a mi discapacidad y no solo<br />
fue difícil encontrarme un hogar de acogida, sino que<br />
incluso las instituciones para niños discapacitados se<br />
negaban a acogerme. Me rechazaban totalmente. La<br />
vida en la institución era dura; los otros niños y algunos<br />
miembros del personal abusaban de mí de todas las<br />
formas posibles. Probablemente recordaré esa época<br />
hasta que me muera. Era un círculo vicioso de violencia<br />
que sólo conseguí procesar cuando empecé la terapia.<br />
Tienen que ser observadores. Tienen que parar esto.<br />
Tienen que proteger. Los niños son el futuro. Tiene que<br />
haber justicia. Quiero justicia. Quiero protección<br />
y sanciones.<br />
Marina 44<br />
Abandono por causa de discapacidad y maltrato en una institución
Como puedes ver, nací con esta discapacidad y creo<br />
que fue el desencadenante de los malos tratos y<br />
también la razón por la que no pude evitar la violencia<br />
de mis padres. No podía soportarlo. La gente de mi<br />
escuela me veía enfadado o con marcas en la cara.<br />
Me ayudaron a escapar de esa vida y a venir a esta<br />
institución. Se lo agradezco. La vida en la institución no<br />
es perfecta. Hay diferentes problemas aquí, pero al<br />
menos escapé de la violencia física.<br />
Hay que ser muy fuerte y no rendirse ante las<br />
dificultades, porque las dificultades son las que te<br />
hacen ser quien eres. Continúa.<br />
Mario 24<br />
Maltrato doméstico seguido de internamiento
Lo más extraño y trágico de todo esto es que ocurrió<br />
en Nochevieja. Y de alguna manera nuestro nuevo año<br />
empezó como una familia completamente rota. Lo que<br />
quedaba de mi familia era que todos estábamos<br />
aislados en diferentes entornos: mi madre había muerto,<br />
mi padre estaba en el hospital psiquiátrico, mi hermana<br />
estaba en el hospital donde había intentado suicidarse,<br />
mi hermano estaba con la familia de mi madre, y yo -la<br />
difícil- estaba internada en una institución para chicas.<br />
Había mucha rabia y dolor y un sentimiento de desesperación<br />
entre todos los miembros de la familia.<br />
Quería decir que hay que querer a la gente<br />
independientemente de su sexualidad, color de piel y<br />
nacionalidad y no juzgarlos. No aislar y estigmatizar a<br />
las personas porque son diferentes a ti.<br />
Effie 21<br />
Negligencia parental seguida de internamiento
Encuentre todas las imágenes y entrevistas, así como<br />
todos los textos relativos a la situación en los distintos<br />
países en<br />
https://justice-initiative.eu/shame-europeanstories/<br />
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CON ESPECIAL AGRADECIMIENTO:<br />
Italia<br />
Rete L‘Abuso<br />
EcaGlobal<br />
LaGabbianella<br />
Amnesty International Italia<br />
University of Pisa<br />
Associazione il Provolo<br />
GianCarlo Bruno<br />
SavetheChildren<br />
Emergency<br />
Suiza<br />
Anne Berger<br />
Corina Dürr<br />
Sina Hasler<br />
Annica Huwyler<br />
Maria Belén Muñoz Gerstein<br />
Francia<br />
Sylvie Arcos<br />
Erick-Alexander Mijangos<br />
Valérie Andanson<br />
Élisabeth Rabesandratana<br />
Laurent Sermet<br />
Sylviane Paulinet<br />
Jean-Lucien Herry<br />
Jean-Claude Giannota<br />
Cécile Baquey<br />
Anne David<br />
Marion Felman<br />
Pierre Verdier<br />
Stefania Cateleta<br />
España<br />
Asociación Infancia Robada - ANIR<br />
Juan Cuatrecasas Asua<br />
Leticia de La Hoz Calvo<br />
Juan Cuatrecasas Cuevas<br />
Fernando García Salmones<br />
Alberto Cano<br />
Emiliano Álvarez Delgado ( D.E.P.)<br />
Javier Méndez<br />
Teresa Conde<br />
Mercedes Pérez Aparicio<br />
Alfonso Ruíz de Arcaute<br />
Amor Maqueda<br />
Ana Cristina Cuevas Mazo<br />
Pepe Godoy<br />
Joaquín Guillén<br />
AVIPIREN - Marcos Leyun y Mikel<br />
Eziolaza.<br />
Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo<br />
Presidente Mensajeros de la Paz, Padre<br />
Ángel<br />
Obispado de Bilbao, Joseba Segura<br />
Presidente CONFER,<br />
Jesús Díaz Sariego, op<br />
Doctor Iñaki Viar Etxebarria<br />
Religión Digital. José Manuel Vidal y<br />
Jesús Bastante<br />
El Diario, Iker Rioja<br />
EITB, Dani Álvarez<br />
Etxanobe, Fernando Canales<br />
La Venta de Moncalvillo, Hermanos<br />
Echapresto<br />
La Vieja Bodega, Ángel Pérez Aguilar<br />
Portugal<br />
Instituto de Apoio à Criança<br />
Irlanda<br />
Conrad Bryan<br />
Noruega<br />
Ecpat Norge<br />
Suecia<br />
Child10<br />
Inte din Hora<br />
Finlandia<br />
Protect Children/Suojellaan Lapsia ry<br />
Dinamarca<br />
Landsforeningen Spor<br />
Pajses Bajos<br />
Rodrigo van Rutte<br />
Monique Weustink<br />
Belgica<br />
Jacqui Goegebeur<br />
Alemania<br />
Maria Mesrian
Impreso<br />
SHAME <strong>–</strong> EUROPEAN STORIES<br />
Título: SHAME <strong>–</strong> EUROPEAN STORIES<br />
Fotografía: © Simone Padovani<br />
Concepto: © Krauthammer & Partner<br />
Editorial: Fundación Guido Fluri<br />
Schulhausstrasse 10<br />
CH-6330 Cham<br />
Suiza<br />
Editores de desarrollo: Pascal Krauthammer & Vera Pagnoni<br />
Maquetación: Krauthammer & Partner<br />
Fecha de publicación: Febrero 2023<br />
En la web: www.justice-initiative.eu<br />
2023 Fundación Guido Fluri<br />
Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción total o parcial de<br />
esta publicación, así como su fotocopia, almacenamiento en un sistema de<br />
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y encuadernado en España