De-Animales-a-Dioses

06.01.2021 Views

revoluciones de 1989 y criticanseveramente a los expertos en OrientePróximo por no anticipar lasrevoluciones de la Primavera Árabe de2011. Esto es injusto. Las revolucionesson, por definición, impredecibles. Unarevolución predecible no se producenunca.¿Por qué no? Imagine el lector queestamos en 2010 y que algunoscientíficos políticos genialesconfabulados con un mago de lainformática han desarrollado unalgoritmo infalible que, incorporado auna interfaz atractiva, puedecomercializarse como predictor derevoluciones. Ofrecen sus servicios al

presidente Hosni Mubarak de Egipto y, acambio de una generosa cantidad pagadaal contado, le dicen a Mubarak que,según sus predicciones, es seguro que enEgipto estallará una revolución duranteel año siguiente. ¿Cómo reaccionaríaMubarak? Lo más probable es queinmediatamente redujera los impuestos,distribuyera miles de millones dedólares a fondo perdido a la ciudadanía(y que reforzara su policía secreta, porsi acaso). Las medidas preventivasfuncionan. El nuevo año llega y se va y,¡oh!, sorpresa, no hay revolución.Mubarak exige que se le devuelva eldinero. «¡Vuestro algoritmo esinservible! —les grita a los científicos

revoluciones de 1989 y critican

severamente a los expertos en Oriente

Próximo por no anticipar las

revoluciones de la Primavera Árabe de

2011. Esto es injusto. Las revoluciones

son, por definición, impredecibles. Una

revolución predecible no se produce

nunca.

¿Por qué no? Imagine el lector que

estamos en 2010 y que algunos

científicos políticos geniales

confabulados con un mago de la

informática han desarrollado un

algoritmo infalible que, incorporado a

una interfaz atractiva, puede

comercializarse como predictor de

revoluciones. Ofrecen sus servicios al

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