De-Animales-a-Dioses

06.01.2021 Views

últimas décadas hemos inventadoinnumerables aparatos que ahorrantiempo y que se supone que hacen lavida más relajada: lavadoras,aspiradores, lavavajillas, teléfonos,teléfonos móviles, ordenadores, correoelectrónico. Previamente, escribir unacarta, poner la dirección y el sello en unsobre y llevarlo hasta el buzón llevabamucho tiempo. Para obtener la respuestase tardaban días o semanas, quizáincluso meses. Hoy en día puedoescribir rápidamente un mensaje decorreo electrónico, enviarlo a mediomundo de distancia y (si mi direcciónestá en línea) recibir una respuesta unminuto después. Me he ahorrado toda

esta complicación y tiempo, pero ¿acasovivo una vida más relajada?Lamentablemente, no. Antaño, en laépoca del correo caracol, la gente por logeneral solo escribía cartas cuando teníaalgo importante que relatar. En lugar deescribir lo primero que se les venía a lacabeza, consideraban detenidamente quées lo que querían decir y cómoexpresarlo en palabras. Luego esperabanrecibir una respuesta parecidamenteconsiderada. La mayoría de las personasescribían y recibían no más que unascuantas cartas al mes, y rara vez sesentían obligadas a contestar deinmediato. En la actualidad recibo cadadía decenas de mensajes de correo

últimas décadas hemos inventado

innumerables aparatos que ahorran

tiempo y que se supone que hacen la

vida más relajada: lavadoras,

aspiradores, lavavajillas, teléfonos,

teléfonos móviles, ordenadores, correo

electrónico. Previamente, escribir una

carta, poner la dirección y el sello en un

sobre y llevarlo hasta el buzón llevaba

mucho tiempo. Para obtener la respuesta

se tardaban días o semanas, quizá

incluso meses. Hoy en día puedo

escribir rápidamente un mensaje de

correo electrónico, enviarlo a medio

mundo de distancia y (si mi dirección

está en línea) recibir una respuesta un

minuto después. Me he ahorrado toda

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!