De-Animales-a-Dioses
enormes para comprar acciones de lacompañía. Todos creían haberdescubierto el camino fácil a la riqueza.Unos pocos días después empezó elpánico. Algunos especuladores sedieron cuenta de que los precios de lasacciones eran completamente irreales einsostenibles. Creyeron que lo mejor eravender mientras los precios de lasacciones estuvieran en su máximo. Alaumentar el número de acciones, suprecio bajó. Cuando otros inversoresvieron que el precio se reducía, tambiénquisieron desprenderse con celeridad desus acciones. El precio de las accionesse desplomó todavía más, y generó unaavalancha. Con el fin de estabilizar los
precios, el banco central de Francia(bajo la dirección de su gobernador,John Law) compró acciones de laCompañía del Mississippi, pero no pudohacerlo indefinidamente. Al final, se leacabó el dinero. Cuando esto ocurrió, elcontrôleur général, el propio John Law,autorizó la emisión de más dinero con elfin de comprar más acciones. Estocolocó a todo el sistema financierofrancés dentro de la burbuja. Y nisiquiera este acto de malabarismofinanciero pudo salvar la situación. Elprecio de las acciones de la compañíacayó desde las 10.000 libras de nuevohasta las 1.000, y después se hundió porcompleto, y las acciones perdieron hasta
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precios, el banco central de Francia
(bajo la dirección de su gobernador,
John Law) compró acciones de la
Compañía del Mississippi, pero no pudo
hacerlo indefinidamente. Al final, se le
acabó el dinero. Cuando esto ocurrió, el
contrôleur général, el propio John Law,
autorizó la emisión de más dinero con el
fin de comprar más acciones. Esto
colocó a todo el sistema financiero
francés dentro de la burbuja. Y ni
siquiera este acto de malabarismo
financiero pudo salvar la situación. El
precio de las acciones de la compañía
cayó desde las 10.000 libras de nuevo
hasta las 1.000, y después se hundió por
completo, y las acciones perdieron hasta