Newsletter ACERA - Noviembre 2019

04.
PARIDAD DE GÉNERO EN LA TRANSICIÓN
ENERGÉTICA, LA CLAVE
En el debate sobre la igualdad de género hay consenso en torno a la
necesidad de generar acciones que aceleren la incorporación de más
mujeres y se eliminen las múltiples brechas y barreras que aún enfrentan
al interior de las organizaciones. Sobre todo, en cargos de toma de
decisión, donde las empresas chilenas siguen estancadas y en deuda.
O
PI
NIÓN
Lilian
Denham
Directora Ejecutiva
RedEG – Red de Empresas por la
Equidad de Género
Las razones de la escasa participación femenina son variadas y sistémicas.
El cuidado de la familia, la falta de flexibilidad del sistema laboral, la
dificultad de incorporar prácticas de conciliación de la vida personal,
laboral y familiar con lógica de corresponsabilidad y, por supuesto,
factores culturales, como los sesgos inconscientes y estereotipos de
género, que justifican roles tradicionales entre hombres y mujeres, que
inciden en prácticas discriminatorias y se transforman en enemigos de la
diversidad.
Alcanzar la equidad e igualdad de género representa un desafío y un
cambio en diversas áreas que debe ser más rápido, y para esto el trabajo
conjunto y la colaboración entre el mundo privado, el Estado y la sociedad
civil es imprescindible.
La alianza entre el rubro energético y el gobierno a través del programa
Energía + Mujer, tiene un rol relevante que jugar para cambiar la realidad y
apostar por el talento femenino. Porque si las mujeres son más de la mitad
de la población y toman la mayoría de las decisiones de consumo de los
hogares, no es lógico que estén ausentes de los espacios donde se toman
las decisiones de poder.
Pero alcanzar estas metas requiere una estrategia de negocios que abarca
un amplio espectro de acción y que no se resuelve con medidas
improvisadas. Incentivar que más mujeres estudien carreras relacionadas
con las STEM, promover talentos y potenciar liderazgos femeninos al
interior de las organizaciones, avanzar en transparencia institucional e
incorporar prácticas de conciliación y corresponsabilidad, son factores
determinantes para que más mujeres puedan llegar a cargos de mayor
responsabilidad y ser agentes de transformación hacia una industria
energética más sostenible y eficiente.
La evidencia internacional ha demostrado que organizaciones que han
incorporado mujeres en cargos de decisión han obtenido impactos
positivos en productividad, sostenibilidad e innovación, y mejoran los
procesos de toma de decisión y clima laboral, entre otros beneficios.
Ante el actual escenario de disrupción social y en el contexto de
“Transición Energética”, este desafío cobra un especial sentido de
urgencia, frente al cual la industria tiene la gran oportunidad de ser
ejemplo de inclusión e igualdad, para construir juntos una sociedad más
justa y equitativa para todas y todos.