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05.06.2016 Views

Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) Núm. 7 / 2016 tion. It can be checked how the organ responsible for the maintenance of peace in the universal Organization has gathered more power and authority in this area over time. Also, this paper discusses the attitude adopted by the Security Council to the different cases of nuclear proliferation. The double goal is to examine to what extent the positions of the different members of the Security Council can affect in the Council’s action, as well as to analyze their influence on the nuclear non-proliferation and disarmament regime. KeyWords Security Council, nuclear disarmament and non-proliferation, international security, Charter of the United Nations. 20 http://revista.ieee.es/index.php/ieee

Alfonso Iglesias Velasco y Anass Gouyez Ben Allal El papel del Consejo de Seguridad... EL PAPEL DEL CONSEJO DE SEGURIDAD DE NACIONES UNIDAS EN MATERIA DE DESARME Y NO PROLIFERACIÓN NUCLEAR INTRODUCCIÓN La proliferación nuclear ha evolucionado como consecuencia de la interacción de muchos factores que varían según cada caso. A partir de 1998, fecha de los primeros ensayos nucleares de India y Pakistán, asistimos a una inversión de tendencia, con la afirmación de nuevas potencias nucleares y la aparición de novedosos actores al margen del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), mientras que los primeros Estados con capacidad atómica han proseguido la modernización de sus capacidades nucleares, en lugar de desprenderse de ellas de forma definitiva. 1 De este modo, el paisaje nuclear ha evolucionado en los últimos tiempos en sentido negativo. De los cinco Estados que tradicionalmente contaban con armamento nuclear se ha alcanzado en la actualidad el número de nueve potencias atómicas reconocidas, 2 a las que habría que añadir un Estado con un programa nuclear sospechoso de tener ambiciones militares, Irán. Vista la situación actual, no parece que existan indicios de que esta tendencia vaya a cambiar. Al contrario, la rivalidad energética y comercial, junto con el incremento de conflictos latentes en distintas regiones del mundo, viene alimentando las ambiciones nucleares de numerosos países. Todo ello provoca que, ni los Estados nucleares así reconocidos en el Tratado de No Proliferación Nuclear ni las nuevas potencias atómicas acepten renunciar a sus capacidades armamentísticas. Esta cruda realidad deja claro que, actualmente, el desarme nuclear no constituye una prioridad para esos Estados. 1 El Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares o Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) fue firmado en 1968 y entró en vigor en 1970, contando actualmente con 191 Estados partes. Periódicamente se celebran Conferencias de Revisión del TNP. Así por ejemplo, pueden verse GARRIDO REBOLLEDO, Vicente. «La no proliferación y el desarme humanitario», en Política Exterior, vol. 29, n.º 166, 2015, pp. 40-52; y AGUI- RRE DE CÁRCER, Miguel. Los nuevos compromisos de desarme y no proliferación nuclear, Documentos de Trabajo, n.º 31, Madrid: Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos, 2010. Las potencias atómicas tradicionales han impulsado los regímenes de no proliferación de armas nucleares con el doble objeto de evitar la competencia de otros Estados en este terreno y la difusión de tecnologías de doble uso, intentando al mismo tiempo preservar el statu quo estratégico que les beneficia y garantiza su condición de potencias internacionales. 2 Como es conocido, fueron cinco los Estados que lograron disponer de armamento nuclear en primer lugar, y coinciden en ser los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU –Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y China–, a los que se han unido cuatro nuevas potencias nucleares, que son Israel, India, Pakistán y Corea del Norte. http://revista.ieee.es/index.php/ieee 21

Alfonso Iglesias Velasco y Anass Gouyez Ben Allal<br />

El papel del Consejo de Seguridad...<br />

EL PAPEL DEL CONSEJO DE SEGURIDAD DE NACIONES<br />

UNIDAS EN MATERIA DE DESARME Y NO PROLIFERACIÓN<br />

NUCLEAR<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La proliferación nuclear ha evolucionado como consecuencia de la interacción<br />

de muchos factores que varían según cada caso. A partir de 1998, fecha de los<br />

primeros ensayos nucleares de India y Pakistán, asistimos a una inversión de<br />

tendencia, con la afirmación de nuevas potencias nucleares y la aparición de novedosos<br />

actores al margen del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), mientras que<br />

los primeros Estados con capacidad atómica han proseguido la modernización de sus<br />

capacidades nucleares, en lugar de desprenderse de ellas de forma definitiva. 1<br />

De este modo, el paisaje nuclear ha evolucionado en los últimos tiempos en sentido<br />

negativo. De los cinco Estados que tradicionalmente contaban con armamento nuclear<br />

se ha alcanzado en la actualidad el número de nueve potencias atómicas reconocidas, 2<br />

a las que habría que añadir un Estado con un programa nuclear sospechoso de tener<br />

ambiciones militares, Irán.<br />

Vista la situación actual, no parece que existan indicios de que esta tendencia vaya a<br />

cambiar. Al contrario, la rivalidad energética y comercial, junto con el incremento de<br />

conflictos latentes en distintas regiones del mundo, viene alimentando las ambiciones<br />

nucleares de numerosos países. Todo ello provoca que, ni los Estados nucleares así reconocidos<br />

en el Tratado de No Proliferación Nuclear ni las nuevas potencias atómicas<br />

acepten renunciar a sus capacidades armamentísticas. Esta cruda realidad deja claro<br />

que, actualmente, el desarme nuclear no constituye una prioridad para esos Estados.<br />

1 El Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares o Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) fue<br />

firmado en 1968 y entró en vigor en 1970, contando actualmente con 191 Estados partes. Periódicamente se celebran<br />

Conferencias de Revisión del TNP. Así por ejemplo, pueden verse GARRIDO REBOLLEDO, Vicente.<br />

«La no proliferación y el desarme humanitario», en Política Exterior, vol. 29, n.º 166, 2015, pp. 40-52; y AGUI-<br />

RRE DE CÁRCER, Miguel. Los nuevos compromisos de desarme y no proliferación nuclear, Documentos de<br />

Trabajo, n.º 31, Madrid: Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos, 2010.<br />

Las potencias atómicas tradicionales han impulsado los regímenes de no proliferación de armas<br />

nucleares con el doble objeto de evitar la competencia de otros Estados en este terreno y la difusión<br />

de tecnologías de doble uso, intentando al mismo tiempo preservar el statu quo estratégico que les<br />

beneficia y garantiza su condición de potencias internacionales.<br />

2 Como es conocido, fueron cinco los Estados que lograron disponer de armamento nuclear en<br />

primer lugar, y coinciden en ser los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU –Estados<br />

Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y China–, a los que se han unido cuatro nuevas potencias<br />

nucleares, que son Israel, India, Pakistán y Corea del Norte.<br />

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