Suplemento Cultural Tres Mil 16 de Enero de 2016
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“Cada uno <strong>de</strong> los movimientos <strong>de</strong> todos los individuos se realizan por tres únicas razones: por honor, por dinero o por amor” (NAPOLEÓN BONAPARTE)<br />
Del humor contra la tragedia (Chaplin-Hermanos Marx)<br />
Parece que la extraña recurrencia<br />
<strong>de</strong> burlarnos <strong>de</strong> la vida, su solemnidad,<br />
la prisión capitalista<br />
o cualquier otro signo, incluso afrontar<br />
nuestros <strong>de</strong>fectos en el espejo <strong>de</strong> la<br />
ironía es un ejercicio olvidado, es como<br />
si una máscara dignataria, jerárquica e<br />
incluso religiosa ocultara el buen sentido<br />
<strong>de</strong> bromear por el <strong>de</strong>stino. Resulta que<br />
nuestro presente tiene mucho <strong>de</strong> ironía,<br />
tanta que en ocasiones llega a la hilaridad<br />
por situaciones que nunca sucedieron o<br />
por la realidad extrema que nos golpea<br />
en el inverso <strong>de</strong> los sueños. Sometidos<br />
a terribles disyuntivas entre la vida o la<br />
muerte, entre el comunismo o el anticomunismo,<br />
entre el ateísmo y la fi<strong>de</strong>lidad<br />
a Dios etc., sublevarnos nos coloca al<br />
bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> una ejecución sumaria, no es<br />
para menos, el temor gana terreno, pero<br />
también gana el <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> sonreír a la<br />
vida, a la esperanza; la cual a pesar <strong>de</strong> la<br />
tragedia mundial en todos sus rubros, aún<br />
pensamos que podría ser peor. Existen<br />
leyendas <strong>de</strong> esa naturaleza en los campos<br />
<strong>de</strong> concentración nazi durante la segunda<br />
guerra mundial, parece que la dignidad<br />
y el honor unidos al sentido <strong>de</strong>l humor<br />
<strong>de</strong>rrota a los verdugos autoritarios y sus<br />
secuaces, <strong>de</strong> ahí la película <strong>de</strong> Charles<br />
Chaplin El gran dictador 1940: “Lo sien-<br />
to. Pero yo no quiero ser emperador. Ese<br />
no es mi oficio. No quiero gobernar ni<br />
conquistar a nadie, sino ayudar a todos si<br />
fuera posible. Judíos o gentiles, blancos o<br />
negros. Tenemos que ayudarnos los unos<br />
a los otros; los seres humanos somos así.<br />
Queremos hacer felices a los <strong>de</strong>más, no<br />
hacerlos <strong>de</strong>sgraciados. No queremos<br />
Intimissimun<br />
CARALVÁ<br />
FUNDADOR<br />
SUPLEMENTO TRES MIL<br />
odiar ni <strong>de</strong>spreciar a nadie. En este<br />
mundo hay sitio para todos. La buena<br />
tierra es rica y pue<strong>de</strong> alimentar a todos<br />
los seres. El camino <strong>de</strong> la vida pue<strong>de</strong> ser<br />
libre y hermoso, pero lo hemos perdido.<br />
La codicia ha envenenado las almas, ha<br />
levantado barreras <strong>de</strong> odio, nos ha empujado<br />
hacia las miserias y las matanzas.”<br />
Los hermanos Marx en sus películas:<br />
“Sopa <strong>de</strong> ganso” y “Una noche <strong>de</strong> ópera”<br />
ejecutan un “efecto-silencio” (según Daniel<br />
Torras i Segura, Escuela Universitaria<br />
<strong>de</strong> Mataró Barcelona España) el cual<br />
Un <strong>de</strong>scubrimiento: Hugo Wast<br />
Lector y coleccionista empe<strong>de</strong>rnido<br />
<strong>de</strong> los suplementos literarios, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
jovencito, leí una vez una estupenda<br />
crónica <strong>de</strong> nuestro apreciado poeta David<br />
Escobar Galindo, en la edición sabatina <strong>de</strong> un<br />
matutino (cuando todos los rotativos tenían<br />
páginas literarias).<br />
El texto trataba sobre Hugo Wast, el<br />
popularísimo escritor argentino, Gustavo<br />
Adolfo Martínez Zuviría (1883-1962) que no<br />
existió nunca, ya que el que vivió y vive para<br />
siempre es Hugo Wast, su célebre pseudónimo.<br />
David, comentaba sobre sus lecturas <strong>de</strong><br />
Wast, y cómo andando el tiempo, la figura<br />
y obra <strong>de</strong>l autor se fue <strong>de</strong>sdibujando <strong>de</strong>l<br />
gusto <strong>de</strong>l público. Imposible me ha sido,<br />
hasta el momento, recuperar el escrito, que<br />
seguramente data <strong>de</strong> 1984; sin embargo, en las<br />
“Historias sin cuento” que Escobar Galindo,<br />
publica constantemente en la prensa nacional,<br />
encontré el 12 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong>l pasado 2015, una<br />
prosa consignada bajo el número 959 (Juegos<br />
<strong>de</strong>l Tiempo), que reza así: “Frente al Mercado<br />
Central <strong>de</strong> San Salvador y a media cuadra hacia<br />
el sur <strong>de</strong>l Palacio Nacional está la Librería<br />
Navas, <strong>de</strong> don Manuel Navas, que se halla<br />
siempre sentado en su escritorio, ubicado en el<br />
extremo izquierdo <strong>de</strong>l pequeño local rebosante<br />
<strong>de</strong> volúmenes. Don Manuel sonríe poco, pero<br />
orienta bien. El colegio en el que estudio se<br />
halla ubicado a muy poca distancia <strong>de</strong> ahí,<br />
sobre la 8ª. Calle Poniente: la librería Navas<br />
me queda, pues, al alcance <strong>de</strong> la mano. Paso<br />
con frecuencia frente a su vitrina y entro las<br />
más <strong>de</strong> las veces. Los libros que busco en<br />
primer término están <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> una división<br />
<strong>de</strong> cuerpo entero. Son las novelas <strong>de</strong> Hugo<br />
Wast, el novelista argentino más popular<br />
<strong>de</strong> aquellos años. “Novia <strong>de</strong> Vacaciones”,<br />
“Valle Negro”, “Lo que Dios ha Unido”…<br />
¿Quién las recuerda hoy? Don Manuel, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
su lejanía si<strong>de</strong>ral, hace un<br />
Claraboya<br />
ÁLVARO DARÍO LARA<br />
ESCRITOR Y POETA<br />
guiño. Nos enten<strong>de</strong>mos,<br />
como siempre.”<br />
¿Por qué este interés –ahora- por Hugo<br />
Wast? Ya David, se refiere en el texto<br />
perdido entre mis papeles, que la narrativa<br />
<strong>de</strong> Wast -recuerdo- era seductora y asequible.<br />
Quizás esto último predispuso mi terrible<br />
celo adolescente, y por ello nunca abreve<br />
en las páginas <strong>de</strong> Wast. Me gustó, eso sí,<br />
muchísimo, la crónica y la <strong>de</strong>voción <strong>de</strong> David<br />
ridiculiza: el or<strong>de</strong>n exagerado militarista,<br />
la representación social, ban<strong>de</strong>ras etc. durante<br />
un protocolo marcial que anuncia al<br />
gran lí<strong>de</strong>r plagado <strong>de</strong> solemnidad, cantos<br />
<strong>de</strong>dicados a la lealtad, patriotismo, conjugado<br />
por la exaltación a la libertad <strong>de</strong> esa<br />
nación, pletórica <strong>de</strong> valientes dispuestos<br />
a morir por su dictador (Rufus T. Firefly),<br />
efecto-silencio crea un aura <strong>de</strong> suspenso y<br />
humor, puesto que el dictador no aparece,<br />
pero la música vuelve a arrancar, así se<br />
<strong>de</strong>sacredita la majestuosidad, la sinceridad<br />
y el patriotismo conjugado con lealtad que<br />
no existen, el dictador al final aparece en<br />
pijama anticuada y al fondo <strong>de</strong> la escena,<br />
saludando la marcha, ejecutada una y<br />
otra vez, con sonoros acor<strong>de</strong>s; aparece<br />
saludando a un soldado que levanta su<br />
espada hacia el personaje principal, quién<br />
correspon<strong>de</strong> al alzando su puro en paralelo…<br />
en esa película <strong>de</strong>staca el diálogo:<br />
Rufus T. Firefly: ¡escribe una carta!<br />
Bob (Zeppo): ¿A quién?<br />
Rufus: A mi <strong>de</strong>ntista. “Estimado <strong>de</strong>ntista:<br />
adjunto encontrará un cheque por quinientos<br />
dólares. Suyo muy afectivamente.”<br />
“Envíelo fuera inmediatamente”.<br />
Bob: Tendré que adjuntar primero el<br />
cheque<br />
Rufus: Si usted hace eso le dispararé un<br />
tiro.<br />
por el escritor.<br />
Visitando ventas <strong>de</strong> libros antiguos en<br />
Santa Tecla, hace unos meses, mi vista,<br />
se <strong>de</strong>tuvo, sin ningún interés real, en<br />
un vetusto volumen fechado en 1936,<br />
se trataba <strong>de</strong> “Naves, Oro, Sueños” <strong>de</strong>l<br />
escritor argentino. Mis juveniles armas<br />
<strong>de</strong>spertaron. Lo revisé con cuidado. Para<br />
un bibliófilo, el estado <strong>de</strong> conservación<br />
era aceptable. Sin embargo, no pu<strong>de</strong><br />
conciliar el precio, y tratándose <strong>de</strong> un<br />
autor –que no había leído y que no me<br />
<strong>de</strong>spertaba un amoroso acercamiento<strong>de</strong>cidí<br />
<strong>de</strong>jarlo en su sitio y caminar.<br />
Cuadras a<strong>de</strong>lante, un joven que ayuda<br />
a don René, el excelente librero, me<br />
<strong>de</strong>tuvo, para negociar nuevamente el<br />
importe. Logramos el acuerdo. Creí que<br />
todo confabulaba a favor <strong>de</strong> Hugo Wast<br />
y lo introduje en mi portafolio.<br />
El rico anecdotario <strong>de</strong> Wast, su soltura<br />
expresiva, su cuido <strong>de</strong>l idioma, sus<br />
maravillosas <strong>de</strong>scripciones, me han<br />
hecho –como en otras ocasionestragarme<br />
mis prejuicios.<br />
Wast me llevó a París, a las tiendas<br />
callejeras <strong>de</strong> los sensacionales<br />
buquinistas, apostados en las márgenes<br />
<strong>de</strong>l Sena. No fue gratuito el recorrido.<br />
Hugo Wast, vale la pena, y por supuesto,<br />
una próxima Claraboya, <strong>de</strong>dicada a su<br />
cautivante obra.<br />
Un brindis<br />
por la paz<br />
Cuando era niño no me imaginé vivir en paz. No es que<br />
no la <strong>de</strong>seara, vivíamos en una <strong>de</strong> las más cruentas<br />
guerras civiles <strong>de</strong> América (¿Qué guerra es sana?)<br />
que no me imaginaba una vida sin escaramusas. Las<br />
balas y los muertos eran pan <strong>de</strong> cada día, así como<br />
las <strong>de</strong>sapariciones, mi papá entre estas. No era raro escuchar <strong>de</strong><br />
amigos y compañeros <strong>de</strong> mi familia que <strong>de</strong>bían emigrar, y así se<br />
fueron marchando rumbo al Norte, Europa y Oceanía.<br />
La guerra produce eso, así como la pobreza y el hambre:<br />
emigración. Pronto lo que conocí <strong>de</strong> niño fue cambiando, cada<br />
vez menos personas y rostros conocidos. La guerra transforma la<br />
sociedad y por supuesto a la gente. Esa es la realidad en la que<br />
crecimos los que nacimos entre 1975 y 1980, una niñez en medio<br />
<strong>de</strong> la guerra.<br />
Así que crecí en guerra, sabedor <strong>de</strong> las injusticias <strong>de</strong> los sectores<br />
que gobernaban el país en esos años, así como la insensibilidad<br />
<strong>de</strong> los sectores dominantes y sus trabajadores, que <strong>de</strong> verdad<br />
abusaban mucho.<br />
Hoy son 24 años <strong>de</strong> la firma <strong>de</strong> los Acuerdos <strong>de</strong> Paz en el Castillo<br />
<strong>de</strong> Chapultepeq en México, los recuerdo bien porque al ver la<br />
noticia por la televisión sabía que mi mamá volvería <strong>de</strong> New<br />
York, y así fue ese año regresó con mi hermana, así como muchos<br />
salvadoreños volvieron con la esperanza <strong>de</strong> reconstruir nuestro<br />
país, el que aún espera ser plenamente reconstruido.<br />
El miércoles, mientras escuchaba el concierto <strong>de</strong> la Orquesta<br />
Bitácora<br />
MAURICIO VALLEJO MÁRQUEZ<br />
COORDINADOR<br />
SUPLEMENTO TRES MIL<br />
Sinfónica Nacional celebrando <strong>de</strong>l XXIV aniversario <strong>de</strong> la firma<br />
<strong>de</strong> los Acuerdos <strong>de</strong> Paz comencé a elaborar un listado <strong>de</strong> cosas que<br />
aún falta por hacer en nuestro Cuscatlán.<br />
Sí, es cierto que la paz entre las partes en conflicto durante la<br />
guerra civil existe, y ya no hay disparos ni sangre entre ellos. Hay<br />
tantas ganancias <strong>de</strong> esa firma, esta columna es una muestra <strong>de</strong> ello,<br />
en esos años criticar o mencionar las injusticias era suficiente para<br />
que te <strong>de</strong>saparecieran y si tenías suerte encontraran tu cuerpo en<br />
algun lote o en la calle. Pero, a pesar <strong>de</strong> las ganacias aún no existe<br />
un completo acuerdo. Sobre todo cuando el ser humano es capaz<br />
<strong>de</strong> olvidar y <strong>de</strong>cir que hay que <strong>de</strong>jar el pasado atrás. Olvidan que<br />
sin pasado no hay presente. Somos quienes somos producto <strong>de</strong><br />
lo que fuimos. Dejar que la memoria no se exponga es negar la<br />
verdad <strong>de</strong> don<strong>de</strong> venimos y la riqueza <strong>de</strong> que dos partes pudieron<br />
sentarse a dialogar y finalizar una guerra. ¿Porqué no pue<strong>de</strong>n hacer<br />
lo mismo en la Asamblea?<br />
Existe <strong>de</strong>fensa a las distintas posiciones, por ello es esencial<br />
conocer nuestra historia y el informe <strong>de</strong> la comisión <strong>de</strong> la verdad<br />
que ha sido editado por la Dirección <strong>de</strong> Publicaciones e Impresos<br />
(DPI) dirigida por Eric Lombardo Lemus. En ese informe po<strong>de</strong>mos<br />
ver que las cosas que pasaron en este país no fueron antojadizas,<br />
que la guerra no fue producida por <strong>de</strong>lincuentes. Hubo atrocida<strong>de</strong>s<br />
e injusticias cometidas por el Gobierno y grupos <strong>de</strong> Derecha<br />
<strong>de</strong> esos años que provocaron la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l pueblo. En tanto, si<br />
no se conoce la verdad será dificil ver el abrazo pleno entre los<br />
salvadoreños un día, y escuchar mientras celebran la paz el Aria<br />
El Brindis <strong>de</strong> La Traviata <strong>de</strong> Verdi, así como escuché el miércoles<br />
por la noche interpretar a la Sinfónica Nacional junto al tenor<br />
colombiano Diego Alejandro.<br />
vallejomarquez.blogspot.com<br />
@vallejomarquez<br />
Mauricio Vallejo Márquez<br />
El único suplemento cultural<br />
<strong>de</strong> El Salvador<br />
2 TRESMIL Sábado <strong>16</strong> / enero / 20<strong>16</strong><br />
Director Diario Co Latino: Francisco Valencia.<br />
Coordinador: Mauricio Vallejo Márquez.<br />
Colaboradores: Caralvá, José Roberto Cea, Augusto Crespín, Julio Iraheta<br />
Santos, Álvaro Darío Lara, Tirso Canales, Luis Antonio Chávez, Rob Escobar,<br />
Elvis Aviv Guzmán, Wilfredo Arriola y Bilal Arif Portillo. Armando Molina (San<br />
Francisco), Dora Olivia Magaña (Los Ángeles), Rafael Lara-Martínez (Nuevo<br />
México), Manuel Iris (Cincinatti), Alfonso Velis-Tobar (Canadá), Perla Rivera Núñez<br />
(Honduras) y Edgar Quisquinay (Guatemala).<br />
<strong>Suplemento</strong> <strong>Cultural</strong> 3000 fue fundado el 24 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1990 por Gabriel<br />
Otero y Caralvá. Durante 25 años lo han coordinado en diferentes periodos<br />
Gabriel Otero, Caralvá, Walter Raudales, Otoniel Guevara (2) , Luis Alvarenga,<br />
Álvaro Darío Lara, Colectivo Coordinador* y Mauricio Vallejo Márquez.<br />
* Salvador Juárez, Roberto Quezada, Mario Castrillo, Luis Alvarenga, José Roberto Cea y Mauricio Marquina<br />
Toda colaboración <strong>de</strong> artículos, cuentos, ensayos, poesía, ilustración, pintura y fotografía<br />
pue<strong>de</strong> enviarse al correo electrónico: suplemento3000@gmail.com