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sos y se destruye en el momento en que se
entrega el regalo, convirtiéndose en basura,
cuando en realidad no lo es.
Armando Solís, integrante de la organización,
explica que si el papel con que se envuelve un
regalo es reutilizado la gente ahorra en la compra
de otro, disminuye el volumen de basura y además
se le da una doble y hasta triple vida al
material, pudiéndolo reutilizar en
cualquier temporada.
En el caso de las bolsas
de papel y plástico resisten
no solo para la entrega
de otros presentes
“sino también para cargar
muchos otros objetos
de manera segura”,
asevera Solís.
El desperdicio va más
allá de los regalos, señala, puesto
que ocurre en posadas o cenas navideñas
con el uso de utensilios desechables para la
comida como son vasos, platos, casi siempre
de unicel, así como cubiertos y servilletas, que
tan solo en unos minutos de uso se convierten
en basura, la cual revuelven con residuos de
comida y su tratamiento es complejo y casi
imposible de que se reciclen.
Otro tipo de residuo de la temporada es el
que queda de las piñatas en cada evento, aunado
a la basura que se generó durante la organización
del mismo, la cual consiste en
envases y envolturas de todo lo que se usará
en una sola noche.
Los especialistas recomiendan separar esa
basura y evitar que vaya a dar a las calles, ya
que por la temporada se reduce el ritmo de
recolección por parte de las delegaciones, lo
que genera montañas de basura en las esquinas
y con ello fauna nociva y malos olores.
Árbol reciclado
De acuerdo con datos de la Secretaría de
Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat),
únicamente 10% de los árboles de
Navidad es reciclado, por lo que urge a la po-
lcopio
recicleelorole
evie
teecieve
metoetoo
elp.
blación a no abandonarlos en la vía pública
en los próximos días: deben entregarlos a los
centros de acopio para que sean triturados y
convertidos en composta.
César Murillo Juárez, director general de
Gestión Forestal de Suelos de la Semarnat, añade
que “se busca fomentar que haya más centros
de confinamiento y para ello se requiere el
apoyo de las autoridades locales y
federales. Actualmente hay varios
en las delegaciones, parques,
centros comerciales y otros
lugares”.
La ciudadanía, dice,
“ya entendió que no solo
es desecharlos sino que
tenemos una responsabilidad
ambiental y de reciclaje”.
En 2013 el vivero de Coyoacán
recibió 643 árboles, mientras
que en 2014 la cifra se cuadruplicó al recibir
dos mil 947 y se espera que las cifras de 2015
aumenten en este sentido.
El reto
El qué hacer es un reto personal, indican los
especialistas, ya que cada individuo, sin importar
su edad, puede hacer mucho en acciones
individuales.
Primero, en casi todas las ciudades existen
lugares llamados centros de acopio operados
por los municipios, delegaciones, empresas o
asociaciones para recibir todo tipo de materiales
para ser separados, clasificados o bien darles
un tratamiento para reutilizarse.
“Comúnmente se dice que la ganancia por
llevar los residuos a los centros especializados es
poca, pero debería ser una obligación como ciudadanos
y la contribución personal de conservar
el planeta para poder vivir en él”, indica Solís.
Los desechos llevados a los centros de
acopio generan menos basura que en los grandes
depósitos; además todos estos desechos se
reciclan adecuadamente, disminuyendo la
cantidad de recursos necesarios para elaborarlos
desde la materia prima.
MEDIO AMBIENTE
A reciclar
Sin embargo, la separación y reciclaje
de la basura que se genera en casa o en las
calles durante esta temporada podría generarle
no solo beneficios al medio ambiente sino
también a su cartera.
“La gente está teniendo esta cultura y lo
podemos ver, por ejemplo, en los basureros
donde los pepenadores separan estos materiales
y los entregan a los diferentes recicladores
que existen”, señala Armando Solís.
Comenta que todo este material, dependiendo
de la calidad, es bien remunerado. “Se
verifica que esté limpio, la cantidad y las condiciones
y la gente puede llegar a recibir buena
paga por esto”.
Dice que la recomendación a la ciudadanía
es que tomen cultura del cuidado al medio
ambiente no solo en esta época sino en todo
el año, y sepan que reciclar es una buena forma
de ganar dinero.
En este sentido, Eduardo Martínez Hernández,
presidente de la Asociación Nacional
de Industrias del Plástico (ANIPAC), indica que
en el país se reciclan 55 mil toneladas de PET,
de las 800 mil que se producen al año.
El PET reciclado se utiliza fundamentalmente
para fabricar nuevos envases y para la
producción de poliéster para ropa y peluches.
Por otra parte Humberto Busteros, colaborador
de la empresa Dublimedia, que se
encarga desde hace una década de recolectar
envases de vidrio en varias ciudades del país,
señala que cada año aumenta entre 10 y 15%
la cantidad de residuos que se logra acopiar,
“como consecuencia de la participación de las
personas, porque se nota que son más conscientes
en el entorno”.
El material recolectado es trasladado al
Distrito Federal, donde a través de un proceso
industrial se convierte nuevamente en objetos
de vidrio que son distribuidos en todo el país.
Con la reutilización del vidrio hay ahorro
de agua y se evita la extracción de arena sílica,
principales elementos con los que se elaboran
las botellas.
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