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SALUD
“El declive de la testosterona en el hombre
es lento y forma parte de un proceso natural
que se desencadena con el paso del tiempo”,
explica el investigador.
Por lo general a partir de los 30 años hay
una pérdida de 1% anual de los niveles de testosterona
en los hombres y con el paso de los
años se eleva, de tal forma que cuando llegan
a los 50 o 60 años casi 25% de la población
masculina tendrá síntomas en mayor o menor
expresión, dependiendo de su estilo de vida.
Cuando superan los 70 años los síntomas
clínicos de hipogonadismo se incrementan
aún más, así como los riesgos de presentar varias
enfermedades a nivel metabólico, cardiovascular
y sexual, expone Gil Flores.
Ei de vida
El investigador del Cinvestav comparte que
los hombres que cursan entre la cuarta y quinta
década de vida y presentan signos y síntomas
propios del síndrome metabólico se les sugiere
que implementen estrategias para evitar
riesgos cardiovasculares como la adopción de
un estilo de vida saludable —alimentación
adecuada y actividad física—, aunado a un
tratamiento farmacológico indicado por el
médico tratante.
“Como parte de esta estrategia es pertinente
restablecer los niveles de testosterona.
Para lograrlo existen tratamientos de reemplazo
hormonal como el undecanoato de testosterona
el cual permite mantener de manera
estable los niveles de esta hormona hasta por
doce semanas”, menciona el especialista.
Cuando los niveles de testosterona alcanzan
estándares normales en el organismo masculino
ocurren notables mejorías que ayudan a
contrarrestar los efectos del síndrome metabólico.
Por ejemplo se incrementa la masa y fortaleza
muscular, al tiempo que disminuye la
acumulación de grasa, reduce la circunferencia
de la cintura, mejora el perfil de lípidos y el metabolismo
de la glucosa y con ello aumentan la
densidad mineral ósea y la resistencia física, lo
cual mejora las condiciones para que el hombre
pueda realizar sus actividades, recalca.
Atención médica, necesaria.
Seguir una terapia farmacológica y las indicaciones
del médico especialista genera una
mejoría en la libido y la función sexual, además
de generar un efecto positivo en el estado mental,
la autoestima y ánimo del paciente, por lo que no
solamente se contribuye a reducir el riesgo cardiovascular
sino que hay evidencia de que reestablece
varios procesos metabólicos en favor del
bienestar integral del hombre, explica Miguel Gil.
eerna
Farid Saad, profesor honorario del Departamento
de Endocrinología e Investigación
Clínica de la Universidad del Golfo de Ajmán,
Emiratos Árabes Unidos, precisa por su parte
que la testosterona es una hormona que favorece
el uso de energía en el organismo al
aumentar la masa muscular y evitar que se
depositen las calorías, con lo que se reduce
la masa adiposa.
“Cuando disminuye, la energía extra se
almacena en las células adiposas y propicia un
aumento de grasa mala”, describe.
El especialista advierte que el hipogonadismo
tiene una estrecha relación con el síndrome
metabólico, el cual implica la suma de
al menos tres trastornos de salud que ponen
en riesgo la vida: obesidad o sobrepeso (circunferencia
abdominal de 94 centímetros o más),
triglicéridos elevados (igual o mayor de 150 mg/
dL), bajo colesterol D (nivel de lipoproteínas
de alta densidad menor a 40 mg/dL), hiper-
tensión arterial (presión arterial de 130/85 mmHg
o mayor) y prediabetes o diabetes (glucemia
en ayuno de 100 mg/dL o mayor).
“La obesidad es el principal factor común
en el mantenimiento y amplificación de estas
dos enfermedades, ya que a mayor porcentaje
de grasa hay un aumento en la severidad de los
otros componentes del síndrome metabólico
y también conlleva a un inadecuado funcionamiento
de las células de Leydig, encargadas
de producir testosterona”, resalta.
El endocrinólogo afirma que los síntomas
se pueden tratar con una terapia de reemplazo
hormonal que ayude a normalizar los niveles
de testosterona. De hecho comparte que a
nivel mundial se llevaron a cabo 15 estudios
con mil 500 pacientes, a quienes se les dio seguimiento
durante cuatro años y quienes eran
obesos y con deficiencia de testosterona.
“A los sujetos se les aplicó una inyección
intramuscular de testosterona. Los resultados
arrojaron que la hormona ayudó a reducir los
niveles de colesterol, a controlar casi a cifras
normales la presión arterial y tuvieron una recuperación
gradual de su función eréctil”, resalta.
El endocrinólogo reconoce que los varones
acuden al médico cuando hay una disminución
de la libido o disfunción eréctil, pero desconocen
que hay otras consecuencias del hipogonadismo,
incluso alteraciones sicológicas, por
lo que exhorta a los varones que detecten algo
fuera de lo normal acudir a recibir atención
médica, concluye el especialista.
Irina Karlova
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