09.01.2016 Views

Educativo-Pastoral

BOLETIN SALESIANO, ENERO 2016

BOLETIN SALESIANO, ENERO 2016

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Cosas de Don Bosco<br />

IIIIIIIIIIII<br />

José J. Gómez Palacios<br />

La criba<br />

La valentía del pequeño Juan Bosco<br />

Había caído la noche sobre la pequeña aldea<br />

de Capriglio. Chisporroteaban los troncos en<br />

los hogares. Los campesinos se resguardaban<br />

del frío.<br />

Yo era una criba grande y robusta que dormitaba<br />

en el desván de la familia Occhiena.<br />

Mi envejecido cuerpo estaba formado por un<br />

fuerte aro de madera que sostenía y abrazaba un fondo<br />

agujereado con cientos de pequeños orificios. Durante<br />

muchos años ejercí mi misión con honradez: limpiar el<br />

trigo de paja, polvo y otras suciedades. Desde hacía varios<br />

años permanecía abandonada en el desván. La vejez<br />

también nos llega a las cribas.<br />

Nunca olvidaré aquella noche. Me hallaba apoyada<br />

sobre la pared del desván. El silencio denso de mi soledad<br />

se vio interrumpido por unas voces nuevas. Agucé<br />

el oído. Presté atención. Me llené de gozo. Había llegado<br />

Juan, el hijo de Margarita Occhiena. Venía a estar<br />

unos días en casa de sus abuelos. Cuando él estaba, todo<br />

se llenaba de alegría. Sus risas ascendían desde la planta<br />

baja como un perfume de vida.<br />

De pronto ocurrió algo extraño. Un bulto comenzó a<br />

moverse en la oscuridad del desván. Primeramente sus pasos<br />

eran lentos y menudos; luego, carreras nerviosas y atropelladas.<br />

Pasó varias veces por mi lado. Por fin descubrí<br />

el misterio: una gallina del corral había conseguido introducirse<br />

en el desván. Buscaba desesperadamente salir.<br />

Y ocurrió lo inevitable. Tropezó conmigo. Mi cuerpo de<br />

criba cayó sobre ella. Cuando la gallina sintió mi peso, se<br />

asustó. Intentaba en vano librarse de mí. Aterrorizada, inició<br />

una frenética carrera. Iba de un lado a otro. Mi aro de<br />

madera se arrastraba por el suelo… Tropezaba. Las idas<br />

y venidas de la gallina se multiplicaban y aceleraban…<br />

Sin saber porqué, me eché a reír. Comencé a disfrutar<br />

de la situación. ¡Hacía tanto tiempo que dormitaba<br />

aburrida! Pasé un buen rato arrastrándome por el suelo<br />

y dejándome llevar… hasta que llegó él.<br />

Se abrió la puerta del desván. La luz de un candil rasgó<br />

la oscuridad. Apareció Juan Bosco. Noté en sus ojos<br />

de niño una mezcla de miedo y valentía. Recorrió el desván.<br />

Enseguida se fijó en mí… y descubrió el misterio<br />

de los ruidos. Liberó a la gallina. La cogió con sus manos.<br />

Amortiguó su torpe revoloteo.<br />

Fue entonces, cuando con voz de vencedor, Juan Bosco<br />

gritó: ¡Ya podéis subir! No era ningún espíritu ni fantasma…<br />

tan sólo era una gallina aprisionada bajo esta<br />

criba. Subió la familia entera todavía asustada. Contemplaron<br />

el misterio desvelado. Cuando marcharon todos,<br />

quedé apoyada sobre la pared… Regresó el silencio al<br />

desván. Mientras me adormecía pensé en la valentía de<br />

aquel chiquillo. Deseé que la mantuviera siempre.<br />

Con el paso de los años Juan Bosco regresó. Me he<br />

enterado que sigue siendo muy valiente… y que, de alguna<br />

forma, es como yo, la vieja criba del desván de casa<br />

de los abuelos: Ayuda a los chicos pobres de Turín a ser<br />

“trigo limpio”, abandonando suciedades, creciendo como<br />

“honrados ciudadanos y buenos cristianos”.<br />

Nota: Juan Bosco niño pasaba temporadas con sus abuelos de<br />

Capriglio. Una gallina penetró en el desván por la noche. Cayó<br />

una criba sobre ella. Los movimientos de la gallina en su intento<br />

de liberarse de la criba producían ruidos fantasmagóricos y<br />

siniestros. Juan Bosco niño subió al desván. Desveló el misterio.<br />

La gallina terminó en la cazuela (MBe I, 84-85).<br />

Boletín Salesiano enero 2016 7

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!