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Retazos de la Historia
Historias de la mala
vida en la provincia
do éste en la Compañía del Conde
de Chinchón, oyó dezir que Alonso
García tenía una mujer de mundo,
e porque no la quería dejar lo despidió
el capitán Samaniego, e que
se fue con la dicha muger e vendió
el cavallo y se fue con ella, e que
ve que no trabaja sino que se anda
sin hazer cosa ninguna y esto sabe
de esta pregunta”.
Ginés Ruiz, el otro testigo, por
su parte caracterizaba a este rufián
del siguiente modo: “dixo este testigo
que sabe e vee que el dicho
Alonso García es hombre jugador
y que nunca está en su casa, syno
en las galeras y por el mundo trayendo
mugeres y dexando a su muger,
y que de esto bibe y andando
en otras partes ...”.
Las “galeras” citadas en el párrafo
anterior no se refieren en este
contexto a embarcaciones, sino al
nombre que recibían en la época
las “cárceles de mujeres”, como
bien señala el Diccionario de la
Real Academia Española. En fin,
Alonso García Cabezas, a pesar de
tener mujer e hijos, era un verdadero
proxeneta, acostumbrado a
vivir a cuenta de las putas. Nos recuerda
a personajes denostados de
película o de novela picaresca.
Ahora bien, lo que extraña más todavía
es que la señora de un futuro
escribano, con hijos, bien mirada
socialmente, y con abundancia de
todo, viniera a acabar en manos de
un hombre con una fama tan negra
y socialmente tan repudiado.
Vayamos poniendo fin a esta historia.
Desde la estancia de la Granatilla,
Alonso García, Diego Mateo
y Elvira de Cervantes se
largaron a los pocos días y fueron a
parar a Adra, estableciéndose en
una torre apartada donde empezaron
a vivir, esperando acontecimientos.
Hasta allí fueron emisarios
de las familias con intención
de hacerles volver. Sabemos que
los familiares veratenses de Elvira
de Cervantes intentaron por todos
los medios conseguir una carta de
perdón por parte del marido, o sea,
su compromiso para que volviese a
la casa comprometiéndose éste a
no matarla. No sabemos en qué
quedó esta cuestión.
Por su parte el regidor Juan de
Ortega tardó dos días en ir hasta
Adra a caballo para intentar traerse
a esta “Enmanuel mojaquera” y a
su sobrino Diego Mateo, lo que no
consiguió. Allí se entrevistó también
con Alonso García Cabezas y
> Soldados buscan a los
rufianes por diversos parajes del
Reino de Granada.
éste fue el resumen de lo ocurrido:
“dixo que podrá aver doze días
que fue a la villa de Adra en búsqueda
de la dicha Elvira de Çervantes
y de Diego Mateo e de
Alonso García, e los halló en la villa
de Adra, y hallados habló con
el dicho Alonso García para que le
diese y entregase a la dicha Elvira
de Çervantes, para la traer a su
marido, porque él la tiene en su
poder y a su cargo, y él me dixo
que no la quería dar porque si él la
avía sacado fue porque su marido
no la matase, y que si su marido la
quería perdonar que él la daría y
que de otra manera no la daría y
que así este testigo se vino y dexó
al dicho Alonso García y a Elvira
de Çervantes en Adra y esto es lo
que sabe de esta pregunta”.
Como vemos la historia queda
irresoluta, en el aire. Si algún día
localizamos el resto de la documentación
perdida, prometemos
darle fin, y mostrársela del mismo
modo que hemos hecho con esta
parte. •
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ABRIL 2012
SALA DE TOGAS
Ilustre Colegio Provincial de Abogados de Almería