30.12.2015 Views

SDT65 ok

SDT65 ok.pdf

SDT65 ok.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Colaboraciones<br />

Efectivamente a lo largo de nuestra<br />

normativa, encontramos preceptos<br />

en los cuales la ley indica al juez<br />

el tipo de valoración que debe de<br />

tener una prueba -hablamos de una<br />

valoración tasada-, como es el caso<br />

de nuestro art. 319 LEC. Cuando en<br />

la ley no se impone un criterio determinado<br />

para apreciar la prueba<br />

hablamos de libre valoración de la<br />

prueba-, como sería el caso del art.<br />

376 -Valoración de los testigos-.<br />

Podemos concluir que:<br />

- No ha de utilizarse para determinar<br />

el valor probatorio del documento<br />

notarial con carácter absoluto<br />

y genérico, ni el criterio de<br />

libre valoración de la prueba (que<br />

dejaría sin contenido lo recogido en<br />

nuestra normativa –art. 319.1LEC<br />

y 1218 C-), ya que las cómodas generalizaciones<br />

son poco adecuadas<br />

para el mundo jurídico, y además<br />

dicho criterio habría de ser aplicado<br />

con la prudencia que exige el<br />

respeto al ordenamiento jurídico en<br />

su conjunto, pues, caso contrario,<br />

no estaríamos ante una valoración<br />

conjunta de la prueba, sino ante un<br />

sistema de libre creación del Derecho<br />

por los Tribunales, que acabaría<br />

llevándonos a un mundo jurídico<br />

menos seguro y mucho más<br />

costoso social y económicamente<br />

en su conjunto.<br />

- No ha de utilizarse para valorar<br />

el documento notarial tampoco con<br />

carácter absoluto y genérico el de<br />

una interpretación totalmente tasada,<br />

que otorgaría una supremacía<br />

probatoria casi total y absoluta al<br />

documento notarial, restando eficacia<br />

a nuestro actual procedimiento<br />

judicial. Ya que al igual que en<br />

la libre valoración de la prueba,<br />

las cómodas generalizaciones son<br />

poco adecuadas para el mundo jurídico,<br />

y además este criterio habría<br />

de ser aplicado con la prudencia<br />

que exige el principio genérico de<br />

libre valoración de la prueba y las<br />

reglas de la sana crítica a la hora<br />

de valorar la prueba, llegando a<br />

desaparecer para dicha documental<br />

esas normas genéricas y de obligado<br />

cumplimiento para el juzgador.<br />

Tanto en la interpretación del Art.<br />

1.218 del Código Civil y el Art.<br />

319.1 de la LEC, como en la aplicación<br />

de la doctrina jurisprudencial,<br />

hay que ser equilibrados y huir<br />

de generalizaciones. No todo tipo<br />

de documento público y por ende,<br />

incluso dentro de los públicos, los<br />

notariales ni toda parte del mismo<br />

merece la atribución de una misma<br />

y genérica eficacia probatoria.<br />

Debiendo atenderse en cada caso<br />

concreto, al tipo, características,<br />

hecho originario del documento,<br />

hecho controvertido y demás extremos<br />

recogidos en el documento notarial,<br />

poniendo en relación dicho<br />

contenido con el hecho controvertido<br />

que se pretenda probar y una<br />

vez determinados dichos extremos<br />

entre otros, es cuando el juzgador<br />

debe de determinar:<br />

- Si dicho documento notarial o<br />

mejor dicho si lo que se pretende<br />

acreditar con dicho documento notarial<br />

ha de poseer carácter superior<br />

al resto de prueba, todo ello aplicando<br />

por supuesto las reglas de la<br />

sana crítica y total objetividad al<br />

valorar dicha documental (Ejemplo:<br />

Documento notarial en el cual<br />

el fedatario público, da fe tanto del<br />

hecho como de los otorgantes, estos<br />

extremos han de poseer un valor<br />

probatorio superior a cualquier<br />

otro medio de prueba que se pueda<br />

presentar para desvirtuar dichos extremos,<br />

dada la presencia y otorgamiento<br />

de fe por parte del notario).<br />

- Si dicho documento notarial<br />

o mejor dicho si lo que se pretende<br />

acreditar con dicho documento<br />

notarial, no ha de poseer carácter<br />

superior al resto de prueba y por<br />

dicho motivo ha de valorar el contenido<br />

del documento notarial conjuntamente<br />

con el resto de prueba,<br />

pero siempre con total cautela y<br />

equilibradamente (Ejemplo: Documento<br />

notarial en el cual se recoge<br />

una manifestación de voluntad<br />

de la parte. Dicha supremacía<br />

probatoria no ha de alcanzar a la<br />

referenciada declaración, dado que<br />

el fedatario público no garantiza en<br />

dicho documento notarial la veracidad<br />

de la manifestación, máxime si<br />

es alegada o utilizada por el manifestante<br />

frente a terceros). •<br />

SALA DE TOGAS<br />

ABRIL 2012<br />

Ilustre Colegio Provincial de Abogados de Almería 85

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!