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Colaboraciones<br />

rec. 991/1990.<br />

Recoge expresamente esta sentencia:<br />

“…El motivo segundo se<br />

apoya… y cita concretamente como<br />

precepto infringido, el artículo<br />

1.218, párrafo segundo, del Código<br />

Civil. Impugna el recurrente el<br />

criterio de la Sala “a quo” que dio<br />

preferencia -según dice- a la prueba<br />

testifical sobre la documental<br />

pública amparada en el precepto<br />

invocado. Mas el presente motivo<br />

también decae porque: …Como es<br />

sabido, reiterada jurisprudencia declara<br />

que tal precepto no impide que<br />

pueda acreditarse a través de otros<br />

elementos probatorios la realidad y<br />

existencia de otros hechos o pactos<br />

diferentes de los que el documento<br />

contenga; ni tiene prevalencia sobre<br />

otras pruebas, ni es necesariamente<br />

superior a ellas (Sentencias, entre<br />

otras, de 25 de junio de 1983, 27 de<br />

noviembre de 1985 y 7 de julio de<br />

1986)…”.<br />

- Sentencia del Tribunal Supremo<br />

Sala 1ª, S 12-7-1999, nº 632/1999,<br />

rec. 3602/1994<br />

Recoge expresamente esta sentencia:<br />

“…El motivo segundo, al<br />

amparo del art. 1692.4 LEC, aduce<br />

infracción del art. 1214 C.c. en relación<br />

con los arts. 1218 y 1250 del<br />

mismo y 38 de la Ley Hipotecaria…<br />

Por otra parte, no se han infringido<br />

preceptos atinentes a la valoración<br />

probatoria… Siendo la doctrina de<br />

esta Sala la de que el art. 1218 C.c.<br />

se ha de interpretar en el sentido<br />

de que el valor y eficacia de un documento<br />

público no se refiere a su<br />

veracidad intrínseca, pudiendo las<br />

declaraciones en él contenidas ser<br />

desvirtuadas por pruebas en contrario<br />

(Ss. 27 de marzo de 1991, 18 de<br />

junio de 1992 y 30 de septiembre de<br />

1995, entre otras muchas)…”.<br />

Si atendemos a la literalidad de<br />

dicha jurisprudencia que no deja lugar<br />

a dudas interpretativas respecto<br />

al valor probatorio del documento<br />

notarial, cabría concluir que el documento<br />

notarial como cualquier otro<br />

documento público, admite prueba<br />

en contrario, pudiendo quedar absolutamente<br />

vacíos de contenido los<br />

artículos 319.1 LEC y 1218 Cc. Pudiendo<br />

llegarse a equiparar el valor<br />

probatorio del documento publico<br />

(en el presente caso el notarial) con<br />

el del documento privado.<br />

Si este es el valor probatorio que<br />

pretendía el legislador otorgar al documento<br />

público, ¿Por que realiza la<br />

conceptualización del art. 1218Cc y<br />

319.1 LEC otorgando carácter preferente<br />

al documento público? ¿Que<br />

sentido tendría nuestro art. 326.1<br />

LEC “…los documentos privados<br />

harán prueba plena en el proceso, en<br />

los términos del art. 319, cuando su<br />

autenticidad no sea impugnada por<br />

la parte…”? ¿Por qué se recoge expresamente<br />

en la Exposición de Motivos<br />

XI párrafo V de nuestra LEC<br />

una determinada fuerza probatoria<br />

al documento público, superior a la<br />

del documento privado?<br />

CONCLUSIÓN.<br />

Para intentar llegar a una conclusión<br />

acorde tanto a la literalidad de nuestro<br />

articulado normativo, como con<br />

el criterio determinado por la jurisprudencia<br />

de nuestro Tribunal Supremo,<br />

debemos determinar cuál es<br />

el criterio a adoptar sobre la apreciación<br />

de las pruebas por los Tribunales:<br />

el de prueba tasada o el de libre<br />

y conjunta valoración de la prueba.<br />

A este respecto, nuestro Tribunal<br />

Supremo ha dejado en multitud de<br />

ocasiones bastante claro que el criterio<br />

a seguir es el de libre valoración<br />

de la prueba, valoración esta<br />

que ha de hacerse además siguiendo<br />

las reglas de la sana crítica (“…<br />

En un sistema de libre valoración<br />

de la prueba, que es el que rige en<br />

el ordenamiento procesal patrio…”<br />

–STS 417/2008…-). Sin embargo,<br />

si el criterio a seguir es el de la libre<br />

valoración de la prueba ¿Por qué<br />

nuestro legislador al crear nuestra<br />

LEC-2000 destaca como uno de<br />

las diferencias entre el documento<br />

privado y el publico especialmente<br />

el que el documento privado queda<br />

sujeto a la valoración libre o conforme<br />

a las reglas de la sana crítica…?<br />

¿Por qué al igual que hace con el<br />

documento privado no recoge expresamente<br />

para el publico esta valoración<br />

libre?<br />

84<br />

ABRIL 2012<br />

SALA DE TOGAS<br />

Ilustre Colegio Provincial de Abogados de Almería

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