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<strong>Enrique</strong><br />
... y al volver la<br />
<strong>Morente</strong><br />
vista atrás<br />
SUS PRIMERAS GRABACIONES EN EMI/Hispavox (1966 – 1977)<br />
RESTAURADAS Y REMEZCLADAS<br />
Guitarristas:<br />
Andrés Batista, Félix de Utrera, Niño Ricardo, Perico el del Lunar, Parrilla de Jerez,<br />
Manzanita, Luis Habichuela, Amador, Pepe Habichuela, Gualberto
LC 04281<br />
Grabaciones<br />
RESTAURADAS y REMEZCLADAS<br />
ENRIQUE MORENTE<br />
CANTE FLAMENCO<br />
1.- LA VERDULERA (mirabrás) 02:47<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
2.- PLAZA DE LOS HERRADORES<br />
(cantes de Frasquito Hierbabuena) 02:36<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
3.- Y CONMIGO NO HA PODÍO<br />
(La caña) 05:05<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
4.- NI QUIÉN SE ACUERDE DE MÍ<br />
(malagueña de la Peñaranda) 02:51<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
5.- DE TU QUERER APÁRTAME<br />
(soleá de los Puertos) 03:30<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
7.- SE ME APARECIÓ LA MUERTE<br />
(malagueña de Chacón) 03:20<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
8.- EN LA ESTACIÓN DE JEREZ<br />
(martinete) 03:08<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
9.- A LAS MINAS DEL ROMERO<br />
(cantes de Pedro el Morato) 03:20<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
10.- ME TIENES CONSUMÍO (soleá) 04:19<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
11.- MI HORA MALA LLEGÓ<br />
(seguiriyas) 04:19<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
6.- TOÍTO ME VIENE EN CONTRA<br />
(seguiriyas de El Mellizo) 02:19<br />
(Antonio López Arenas)<br />
Guitarra: Félix de Utrera<br />
p1967 Warner Music Spain, S.L. a Warner Music Group Company<br />
c2015 Warner Music Spain, S.L.<br />
www.warnermusic.es<br />
CANTE FLAMENCO<br />
A nadie puede escapársele el hecho de que el cante está pasando por una etapa<br />
fundamental de su existencia. Se han conjugado de tal manera una serie de elementos<br />
que podemos decir sin mucho temor a equivocarnos: el cante está llegando a una época<br />
dorada. Y lo que ahora es intuición y opinión de algunos, en cualquier instante, sera el<br />
criterio de los más.<br />
Veamos esos elementos que se entrecruzan y activan en este momento de crisis. Pero<br />
crisis, en un sentido de replanteamiento, o coordenadas de decisión.<br />
El primero de ellos es el interés despertado en la juventud. Para multitud de jóvenes el<br />
cante se ha convertido en algo distinto a la moda de “dar un flamenco” en casa. Esta forma<br />
musical, de una profunda pureza, pero sujeta al vaivén de los tiempos, comienza a perder<br />
el sentido exclusivamente exótico, o distraccional. La razón es, hasta cierto punto, sencilla.<br />
Siempre se había cerrado el camino a los nuevos, aficionados o cantaores, con la eterna<br />
cantinela del “cualquier tiempo pasado... fue mejor”. La consagración absoluta de figuras,<br />
que han sabido entroncar la vieja tradición en el mundo de hoy, ha sido el ariete rompedor<br />
del muro.<br />
El segundo elemento es el de la clasificación de conceptos, dentro del ámbito de los<br />
entendidos. Casi siempre, en el cante, se ha hablado de flamencólogos, y ha habido una<br />
extraña repulsa al concepto, más inmediato, de críticos. El flamencólogo, tal como se<br />
había venido dando, era un híbrido de extraña terminología, de pasión hacia lo que él
solo conocía, y de poesía, demasiadas veces superficial y cantarina. Estas figuras han ido<br />
desapareciendo por consunción. Hay que acudir al concepto de críticos que, ausentes de<br />
la dicharachería habitual, se planteen de una forma más científica, aunque sea más escueta<br />
y seca, los problemas estéticos, históricos y sociológicos del cante. Ya se pueden encontrar<br />
varios nombres. El gran aldabonazo fue dado por MOLINA y MAIRENA, en su ya admirado<br />
MUNDO Y FORMAS DEL CANTE FLAMENCO.<br />
El tercer factor, que aguijonea constantemente el cante gitano y flamenco, es el mundo<br />
de los discos. Los discos han constituido una aportación importantísima a la formación y<br />
difusión de una nueva cultura. La música de jazz, por escoger una manifestación artística<br />
curiosamente similar a nuestro arte, debe su madurez y universalización al disco. La industria<br />
fonográfica, por tanto, posee una importante responsabilidad, y responder positivamente<br />
a ella es su misión presente, misión que se comienza a ver cumplida. Se comprende que los<br />
factores económicos supongan la exigencia de un “hoy’ de las pesetas. Y hasta admitimos<br />
que el “hoy” de las pesetas pueda interferir el “mañana” del arte. Pero nos cuesta trabajo<br />
aceptar que el “mañana” del arte, está reñido con el “mañana” de las pesetas. Al igual que<br />
nosotros, el mundo del disco está llegando a esta conclusión, con lo cual se convierte<br />
en protagonista de este período de la historia del cante. Ya está implicado en un futuro<br />
que vemos esperanzador, porque perfectamente se pueden compaginar: la juerga entre<br />
los amigos, el espectáculo para cientos de personas, y el disco, que no tiene barreras ni<br />
fronteras, y que es capaz de propagar la pureza de la primera, evitando las limitaciones y,<br />
¿por qué no?, las concesiones del segundo.<br />
Como vemos, los tres elementos nos conducen a unas mismas conclusiones fáciles<br />
de extraer. Además, a cada momento se van produciendo nuevos acontecimientos que<br />
confirman la necesidad de la integración de los tres elementos, pues si bien cada uno por<br />
su lado canaliza fuertes corrientes, el hecho de que se den sincrónicamente provoca una<br />
efervescencia interna como nunca se ha conocido.<br />
Si ahora escuchamos atentamente esta grabación observaremos la coincidencia de<br />
los elementos antes citados. Este es un valor trascendental del disco: el de presentar con<br />
bastante claridad la problemática actual de lo flamenco.<br />
Hay un cantaor joven, ENRIQUE MORENTE, con un excepcional interés por su arte que,<br />
desde muy pequeño, le ha llevado a buscar machaconamente nueva inspiración y nuevas<br />
bases. ENRIQUE ha querido vivir y comprobar por sí mismo cada experiencia ya sea de<br />
intervención personal, desde la juerga hasta el festival, ya sea de cada cante en sus raíces<br />
profundas. Él no ha podido evitar el influir, al transmitir, pero esto no es solo deseable, sino<br />
inevitable y necesario, desde el momento en que se posee una determinada visión del arte.<br />
Seguidamente, la selección de los fragmentos es producto de una fría y desapasionada<br />
búsqueda de aquellos que de una especial manera reúnen más posibilidades para la voz y<br />
el estilo de ENRIQUE MORENTE. Y así, sin evitar la dureza de las SIGUIRIYAS JEREZANAS, la<br />
musicalidad de MORENTE se entronca a los cantes de EL MELLIZO y CHACON, por un lado,<br />
y a los de LA PENARANDA y FRASQUITO HIERBABUENA, por el otro. Finalmente, FELIX DE<br />
UTRERA, muy cantabile, dentro de su solidez rítmica, es un colaborador eficaz.<br />
El concreto trabajo de grabación ha sido desglosado lo más posible para producir esa<br />
tensión y aproximación al peculiar ambiente de cada cante, procurando crear la atmósfera
mágica, sin la cual todo podía quedar en un churrigueresco ejercicio de garganta, carente<br />
de la reciedumbre y encarnación que el esfuerzo sobre el diafragma y el plexo solar<br />
proporcionan.<br />
Todo lo anterior, reunido, saldrá en sus altavoces, arañando a cada estría. Pero, algo más<br />
importante queda subyacente, y es la figura de un nuevo, un joven cantaor que se lanza con<br />
devoción a la gran aventura de los discos, en un momento decisivo para la supervivencia y<br />
el desarrollo del flamenco.<br />
Alfonso Eduardo Pérez Orozco<br />
1967. Teatro Beatriz Madrid / Concurso Presencia de Málaga Cantaora en Madrid
LETRAS:<br />
La verdulera,<br />
mirabrás<br />
A mí qué me importa<br />
que un rey me culpe<br />
si el pueblo es grande<br />
y me abona,<br />
¡voz del pueblo,<br />
voz del cielo!, y andá,<br />
que no hay más ley<br />
que son la obras<br />
que con el mirabrás<br />
tiriti y anda.<br />
Y eres bonita<br />
no te has casao,<br />
alguna falta<br />
te han encontrao.<br />
Ay, la verdulera,<br />
que me traía<br />
a mí los pimientos,<br />
ay, que me los traiga<br />
en movimiento.<br />
Por Dios te pío,<br />
nunca te alabes<br />
que te he querío.<br />
Y conmigo no ha podío,<br />
la caña<br />
Hasta a las personas reales<br />
viene la muerte y se lleva,<br />
y conmigo no ha podido<br />
cuando la llamo de veras.<br />
Y conmigo no ha podío,<br />
¡arsa y viva Ronda<br />
reina de los cielos!,<br />
cuando la llamo de veras.<br />
Ni quien se acuerde de mi,<br />
malagueña de la Peñaranda<br />
Ni quien se acuerde de mí,<br />
yo no tengo quien me quiera<br />
ni quien se quiera acordar de mí,<br />
que el que desgraciaíto nace<br />
no merece ni el vivir.<br />
Plaza de los Herradores,<br />
cantes de Frasquito Hierbabuena<br />
Plaza de los Herraores<br />
a las puertas de Graná,<br />
plaza de los Herraores,<br />
está la virgen del Triunfo<br />
con veinticinco faroles.<br />
Porque me gusta el oír<br />
quiero vivir en Graná,<br />
porque me gusta el oír<br />
la campana de la Vela<br />
cuando me voy a dormir.<br />
De tu querer apartarme,<br />
soleá de los Puertos<br />
Tan imposible lo hallo<br />
de tu querer apartarme<br />
como escribir en el agua<br />
de una piedra sacar sangre.<br />
Que no las pueo aguantar<br />
se unen unas con otras<br />
como las olas en el mar;<br />
Son tan grandes mis fatigas<br />
que no las pueo aguantar.
A las minas del romero,<br />
cantes de Pedro el Morato<br />
Toíto me viene en contra,<br />
seguiriyas de El Mellizo<br />
Ay, en contra,<br />
to me viene en contra,<br />
el tiempo y la marea, ay,<br />
to me viene en contra,<br />
los golpecitos de este mar furioso<br />
se me salen por la popa.<br />
Llévame por cariá,<br />
carretero, carretero,<br />
llévame por cariá<br />
a las minas del Romero<br />
que acaban de asesinar<br />
al hermanito que más quiero.<br />
Me tienes consumío,<br />
soleá<br />
Se me apareció la muerte,<br />
malagueña de Chacón<br />
Se me apareció la muerte<br />
cuando pense de olvidarte,<br />
se me apareció la muerte,<br />
como la via es tan amable<br />
volvi de nuevo a quererte.<br />
Cómo quieres que en ti ponga<br />
una firme voluntad<br />
si en las ventas del camino<br />
a tos le dabas posá.<br />
No te compro más camisas<br />
porque yo no visto altares<br />
pa que otros digan misa.<br />
Compañera de mi alma<br />
que tú me tienes consumío<br />
como la salamanquesa<br />
por los rincones metío.<br />
En la estación de Jerez,<br />
martinete<br />
En la estación de Jerez<br />
mi bata me fue a abrazar,<br />
los pícaros de los jeres<br />
me la tiraron p’atrás.<br />
Si no es verdad;<br />
que Dios me mande la muerte,<br />
si me la quiere mandar.<br />
Mi hora mala llegó,<br />
seguiriyas<br />
Mi horita mala<br />
a mí me llegó,<br />
malhaya sean los malos pasitos<br />
que esta gitana dio.<br />
Me dieron las doce<br />
las doce me dieron<br />
en el compás de Santito Domingo<br />
yo y lo que más quiero.
ENRIQUE MORENTE<br />
CANTES ANTIGUOS DEL FLAMENCO<br />
1.- QUE TE QUISE CON LOCURA<br />
(malagueña grande de Chacón) 03:25<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
2.- LOS OJOS ABRIÓ (seguiriyas) 03:23<br />
(José Blas Vega)<br />
6.- ESTRELLA DE FUEGO (peteneras) 02:48<br />
(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
7.- SOY DEL REINO DE ALMERÍA<br />
(tarantas de Almería) 04:06<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
Grabaciones<br />
RESTAURADAS y REMEZCLADAS<br />
3.- DE RABIA ROMPÍ A REIR<br />
(fandangos) 02:39<br />
(Ópalo / Vizcaíno)<br />
4.- EN LO MEJOR DE TUS SUEÑOS<br />
(soleares) 03:45<br />
(José Blas Vega)<br />
5.- POR LAS TRENZAS DE TU PELO<br />
(malagueña de El Canario) 03:23<br />
(Ópalo / Vizcaíno)<br />
8.- PAGO CON LA VIDA<br />
(seguiriyas de Jerez) 04:22<br />
(José Blas Vega)<br />
9.- SI VAS A SAN ANTOLÍN<br />
(cartagenera) 02:26<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
10.- SOY UN POZO DE FATIGAS<br />
(martinete y toná) 03:24<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
Guitarra: Niño Ricardo<br />
LC 04281<br />
p1969 Warner Music Spain, S.L. a Warner Music Group Company<br />
c2015 Warner Music Spain, S.L.<br />
www.warnermusic.es<br />
CANTES ANTIGUOS<br />
DEL FLAMENCO<br />
Cuando en 1922 un grupo de intelectuales y poetas acuden a la llamada del maestro Falla<br />
para la preparación de un Concurso de Cante Jondo, en las fiestas del Corpus granadino,<br />
no sospechaban ni remotamente la importancia, específicamente literaria, que supondría<br />
a cuarenta años vista su intervención más o menos directa. (Todavía escuchamos a algún<br />
intelectualoide decir con eco nevillesco: “Cuando yo estuve en el Concurso de Granada”).<br />
La realidad ha sido más concreta y más dura: aquello no pasó de ser una simple fiesta<br />
para disgusto de nuestro gran músico, aunque la proyección publicista acarreada como<br />
consecuencia de la participación de algunos componentes de la llamada generación del<br />
27, nos haya hecho ver el concurso granadino con una importancia que nunca tuvo y que<br />
no podía tener, ya que el concurso respondió a la naturaleza de sus mismos organizadores,<br />
gentes que pensaron con el corazón y no con la cabeza. Estos primeros “snob”, ya que<br />
apenas casi ninguno sabía distinguir -en esto tampoco se escapan Falla ni Lorca- una<br />
malagueña de la Trini de una de Chacón o una soleá de Cádiz de una de Triana, olvidaron o<br />
desconocían que “el Flamenco es un género propio de cantaores profesionales” como bien<br />
dijo Demófilo en su Colección de cantes, y, sólo se les ocurrió celebrar dicho concurso para<br />
aficionados. De este error tuvimos que estar lamentándonos durante treinta años, mientras<br />
que todavía estaban vivos y en activo muchos de los grandes del cante. Después todo fue<br />
caos, confusionismo, operismo, gaiterismo y seudofolklorismo. Con estas simientes era<br />
muy difícil que surgieran nuevos valores auténticos. Los viejos maestros Aurelio de Cádiz,<br />
Pepe de la Matrona, Tomás Pavón, la Niña de los Peines, seguían puros pero íntimos. Fue
a partir de 1955 cuando se inicia la revalorización, principalmente a partir del éxito que<br />
tuvo la Antología del Cante Flamenco de HISPAVOX, en la que se recogían treinta y tres<br />
cantes distintos y que cristalizó de manera práctica entre los cantaores que se presentaron<br />
al I Concurso Nacional de Cante Flamenco, convocado por Córdoba. Esto fue el punto<br />
de arranque. Anselmo González Climent puso el dedo en la llaga a los sesudos, que no<br />
tuvieron más remedio que dejar de escribir divagaciones poéticas, e ir al documento vivo<br />
o histórico. Hoy, cuando todavía queda mucho por hacer, podemos sentirnos orgullosos.<br />
Las cosas marchan y el fruto ya florece: Fosforito, Meneses, El Lebrijano, <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>,<br />
Chocolate, Gabriel Moreno, Terremoto y Manuel Mairena son una realidad que tal vez en<br />
otra época no se hubiera dado.<br />
Al presentar este nuevo disco de <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> no podemos decir que el cante se nos<br />
muere, como se empeñan ciertos críticos. Aunque <strong>Morente</strong> es el último de los incorporados,<br />
es uno de los que nosotros vemos con más posibilidades para marcar un futuro. En el arte de<br />
su cante quedan señaladas cualidades para lograr las más difíciles empresas. Para ello cuenta<br />
con todas las condiciones necesarias, a saber: magnífica voz con potencia y equilibrio para<br />
dominar agudos y graves. Ritmo y compás. Conocimiento profundo, tanto de los cantes<br />
andaluces como de los gitanos, -si majestuosas son sus malagueñas, sus siguiriyas nos llevan<br />
al mundo arcaico del cante jondo. Fina sensibilidad para llamar al duende en los momentos<br />
precisos, mientras que su cante derrocha humanidad, corazón y hombría. Desmedida<br />
afición que le ha permitido saltarse todos los obstáculos para una incansable búsqueda de<br />
los cantes más antiguos y raros y de los estilos más difíciles y personales y de cualquier giro<br />
particular o local que tuviera un detalle importante. Extraordinaria facilidad de captación,<br />
con el talento suficiente para en el desarrollo de su evolución artística ir aportando una<br />
depurada valorización personal en muchos cantes, sin salirse de las exigencias que siempre<br />
han marcado las normas tradicionales, aunque esto sólo sea apreciable por una minoría<br />
chaneladora.<br />
Si con su primer Disco sorprendió a la afición -todavía recordamos la arrogancia y bravura<br />
de su caña, el dramatismo de su taranto, la desbordante alegría de la malagueña de la<br />
Peñaranda y de los fandangos granadinos, junto a la pureza de las siguiriyas-, este Disco<br />
nos confirma las esperanzas que en él teníamos puestas y la razón por la que su corta vida<br />
artística ha estado jalonada por el éxito, por los premios, y por los elogios de la crítica más<br />
exigente.<br />
En este recital que nos ofrece <strong>Morente</strong> de formas y estilos antiguos, encontramos una<br />
calidad y un interés interpretativo que se sale de lo corriente, ya que increíblemente nos<br />
acerca y nos transmite unos cantes hoy en la actualidad desusados. Pero lo que más nos<br />
ha sorprendido es que en esta transmisión haya podido expresarnos esos matices de<br />
pureza, de calidad personal, intrínseca y sustancial que difícilmente suele llegarnos. La<br />
Malagueña grande de Chacón que nos expone <strong>Morente</strong> nos ha dejado estupefactos. Desde<br />
hacía cuarenta años y a través de malas versiones veíamos sólo perdurar ciertos estilos<br />
malagueños debidos al arreglo genial de Chacón (“Del convento las campanas”, “Viva<br />
Madrid que es la Corte”, “A que tanto me consientes”...), mientras que echábamos de menos<br />
aquella su malagueña grande por él creada, y que en su voz natural causó la admiración<br />
en la Sevilla flamenca de los años ochenta del siglo pasado, en vida del mismísimo Silverio<br />
Franconetti. <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> nos la ha hecho revivir, al igual que gracias a él estamos
conociendo las olvidadas muestras de la escuela tarantera de Almería, con estilos y nombres<br />
tan sugestivos como los del Ciego la Playa, Pedro el Morato y las aportaciones de Chacón.<br />
Queremos también significar en este disco -aunque todo en él es significante- la acertada<br />
incorporación de la Petenera, cante que nuevamente está cobrando vida, y aunque ha<br />
estado envuelto en la leyenda del misterioso duende flamenco, creemos que también<br />
debido a que es un cante de dificultades, con gran precisión rítmica, no han sido muchos<br />
los intérpretes que le han prestado atención. <strong>Morente</strong> ha sabido acertadamente ahondar<br />
en las raíces de este cante, y arrancar de las fuentes primitivas de Medina padre, para<br />
seguir a través de giros chaconianos y alcanzar evocando el arte de Pastora el sentimiento<br />
profundo, trágico y bello que este cante encierra, y en este disco solamente superado por<br />
ese desbordamiento que produce en las siguiriyas, donde encuentra todo su dramatismo y<br />
nos transporta a un mundo irreal llevándonos por la trayectoria grandilocuente de aquellos<br />
colosos del cante que se llamaron Silverio Franconetti (“Los ojos abrió”) y Manuel Molina<br />
(“De noche no duermo).<br />
El mejor elogio que puedo hacer de este disco es recomendar su audición con el interés<br />
que merece toda obra que responde al conjunto formal y sustancial del propio arte:<br />
EL ARTE”.<br />
José Blas Vega<br />
1969. Festival de Mairena, Sevilla<br />
Antonio y Manuel Mairena, <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>, Camarón de la Isla, José Menese y Chocolate/ Foto Andrés Raya
LETRAS:<br />
De rabia rompí a reir,<br />
fandangos grandes del Gloria<br />
Que te quise con locura,<br />
Malagueña grande de Chacón<br />
Que te quise con locura<br />
yo en mi via negaré,<br />
que yo te quise con locura;<br />
mira qué cariño fue<br />
que siento las calenturas<br />
que tuve por tu querer.<br />
Yo no supe lo que sentí,<br />
con otro te vi pasar<br />
y yo no supe lo que sentí,<br />
porque debiéndote matar<br />
de rabia rompí a reír<br />
y luego me eché a llorar<br />
Que lloraba la vi un dia<br />
ante la imagen de Cristo,<br />
la vi que lloraba un día,<br />
y golpes se daba en el pecho<br />
porque estaba arrepentia<br />
del daño que me habia hecho.<br />
Los ojos abrió,<br />
siguriyas<br />
Como una cosa<br />
te he mirao yo<br />
pero quererte como yo te queria<br />
ya eso se acabo.<br />
Cuando vino el santolio<br />
los ojos abrio<br />
y a mi me dijo, compañerito de mi<br />
alma<br />
quedate con Dios.<br />
En lo mejor de tus sueños,<br />
soleares<br />
Pérdidas que aguardan ganancias<br />
son caudales redoblaos,<br />
estoy tan hecho a perder<br />
que cuando gano me enfao.<br />
Yo me hago la ilusión<br />
y cuando hablo contigo<br />
se engaña mi corazón.<br />
Cuando más a gusto estés<br />
y en lo mejor de tus sueños<br />
te despierte mi querer.<br />
Por las trenzas de tu pelo,<br />
malagueña de El Canario<br />
De tu pelo,<br />
por las trenzas de tu pelo<br />
un canario se subia<br />
y se paraba en tu frente<br />
y en tu boquita bebia<br />
creyendo que era una fuente.
Pago con la vida,<br />
siguiriyas<br />
Estrella de fuego,<br />
peteneras<br />
Estrella de fuego fuiste<br />
que en mi corazón entraste,<br />
dejaste prendido el fuego<br />
y luego te arretiraste;<br />
estrella de fuego fuiste<br />
que en mi corazón.<br />
Al pie de un pocito seco<br />
de rodillas me hinqué,<br />
fueron tan grandes mis llantos,<br />
mare de mi corazón,<br />
fueron tan grandes mis llantos<br />
que el pocito rebosé;<br />
al pie de un pocito seco<br />
de rodillas me hinqué.<br />
Si acaso me muero<br />
pago con la vida<br />
y no sabia ningún cirujano<br />
del mal que moría.<br />
De noche no duermo,<br />
de día tampoco,<br />
pensando en mi compañera<br />
yo me vuelvo loco.<br />
Si vas a san Antolín,<br />
cartagenera de Chacón<br />
Ay, te inclinas,<br />
si vas a San Antolin<br />
y a la derecha te inclinas<br />
veras en el primer camarin<br />
a la Pastora Divina<br />
que es el vivo retrato a ti.<br />
Soy del reino de Almería,<br />
tarantas de Almería<br />
Soy del reino de Almería,<br />
en donde nacen los tempranos,<br />
y al amanecer el dia<br />
me encuentro a Pedro el Morato<br />
vendiendo verdulería.<br />
Galería,<br />
va un minero cantando<br />
por una oscura galería<br />
y en su cante va diciendo;<br />
qué oscura la pena mía.<br />
Soy un pozo de fatigas,<br />
martinete y toná<br />
Yo soy un pozo de fatigas<br />
que un buen manantial tenía,<br />
a la par que crece el agua<br />
van creciendo mis fatigas.<br />
Aquel que tiene tres viñas<br />
y el pueblo le quita dos,<br />
que se conforme con una<br />
y le dé gracias a Dios.<br />
Y a la verde oliva,<br />
que a mí me están dando<br />
dobles las fatigas.
Grabaciones<br />
RESTAURADAS y REMEZCLADAS<br />
ENRIQUE MORENTE<br />
HOMENAJE FLAMENCO A<br />
MIGUEL HERNÁNDEZ<br />
1.- SENTADO SOBRE LOS MUERTOS<br />
(romance) 06:14<br />
(Miguel Hernández/ <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
2.- EL NIÑO YUNTERO<br />
(malagueñas) 07:07<br />
(Miguel Hernández/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
3.- NANAS DE LA CEBOLLA<br />
(nanas) 05:32<br />
(Miguel Hernández/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
4.- EL CARRO DE MI FORTUNA<br />
(tientos) 04:30<br />
(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
5.- CON LA RAÍZ DEL QUERER<br />
(soleares) 03:43<br />
(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
6.- UN VENENO “PA” QUE YO MUERA<br />
(granaínas) 06:20<br />
(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
7.- DIOS TE VA A MANDAR<br />
UN CASTIGO<br />
(bulerías por soleá) 03:32<br />
(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
Guitarras:<br />
Parrilla de Jerez 1, 5, 7<br />
Perico el del Lunar 2, 3, 4, 6<br />
LC 04281<br />
p1971 Warner Music Spain, S.L. a Warner Music Group Company<br />
c2015 Warner Music Spain, S.L.<br />
www.warnermusic.es<br />
HOMENAJE FLAMENCO<br />
A MIGUEL HERNÁNDEZ<br />
No creo que el cante sea un canto aparte. Me gusta el arte de <strong>Morente</strong> porque es arte, no<br />
porque es “cante”.<br />
El cante nació del cante; hijo de sí mismo, no tiene principio porque es infinito. No tiene<br />
ley porque nace de la contradicción. Vino de todas partes y lo trajeron todos. España lo<br />
parió y no lo hizo. Hijo de gitano, de árabe de celta, de romano, de judío, de godo, de<br />
cristiano (¿converso?). Hijo de todos, el cante engendra el cante. La mano de La Macarrona<br />
se seduce a sí misma y se vuelve paloma; golpe de caballo y toro, pie de Carmen La Amaya;<br />
Picasso toro caballo sol hombre toro paloma mano bufón madre toro minotauro amante<br />
cante, cante de Mairena, de Lobitos, de el de La Matrona, de todos los de ahora, los de<br />
antes, de los que vendrán; juego de Altamira. Los animales juegan con el ojo, el pie, la<br />
lengua, la mano del artista. Toro, lamento de hombre, de brujo o perro, cante de Goya ¿A<br />
quién no ensordece el tiempo del perro enterrado en la arena? El sonido entra por un ojo,<br />
la mancha no sustituye al ruido; es música. El ojo de Velázquez es más que el ojo. El cante<br />
no es un arte “aparte”. No hay artes aparte. El arte y la ciencia eran (son) una misma cosa;<br />
como España, como realidad, como Españamérica, no ha terminado de formarse. El cante.,<br />
queja alegre de la búsqueda no del encuentro, es arte. El cante no puede ser victima de<br />
eruditos (hijos de la razón que no de la verdad). Clásico del exceso, barroco del equilibrio...<br />
milagro de Góngora, desengaño generoso de Cervantes, padre (o hijo) de un cuchillo de<br />
Quevedo, dulce melancolía de Baltasar Gracián. Todo es cante. Todo. Miguel Hernández nos<br />
cantó a todos, y todos por la espada-lengua de <strong>Morente</strong> le cantamos a Miguel (si, asesino es
el que olvida... Miguel... Miguel). Miguel Hernández, el de la triste indiferencia, sabio mago<br />
de nuestra tristeza, de nuestro miedo, de nuestra muerte que siempre es de todos... o de<br />
nadie, como Dios, como el cante; como las blasfemias (o las dudas) de Buñuel o de Valle.<br />
Siempre de todos, como todo. Como el arte. Como el tiempo. Como el origen.<br />
<strong>Morente</strong> canta el cante. <strong>Morente</strong> no mata el cante. Lo busca, lo respeta y lo renueva. Lo<br />
mueve. El arte de <strong>Morente</strong> va al tiempo y viene del tiempo; fiel a sí mismo ha creado su<br />
estilo en la búsqueda de Ja pureza no del puritanismo. No es “cantaor sirviente”. Es artista.<br />
JUAN IBAÑEZ (Ciudad de México, agosto 1971)<br />
LA SOLEMNE VOZ DE ENRIQUE MORENTE<br />
La voz de ENRIQUE MORENTE es un clamor dulcemente dolorido, un gran abanico que<br />
se abre majestuoso y rítmico. ENRIQUE MORENTE levanta su redonda voz cantaora y nos<br />
parece como si surcara extensos y hundidos horizontes, mares sin confines, abismos de<br />
la historia, cual si arara en el aire con sus quiebros y sus lloros, o como si dibujara con sus<br />
ayes, a buril, unas grecas de sabor arcaico, mosaicos de arábigos perfiles, alhambras por<br />
los cerros. ENRIQUE MORENTE alza con su solemne voz las mismísimas columnas del alma<br />
andaluza, la filosofía de una comarca, de su raza vieja, hecha copla ardiente, meditativa,<br />
bella como una dalia y, a la voz, retorcida como la raíz del olivo.<br />
Si, ENRIQUE MORENTE es un cantaor con son milenario, con justeza natural para cada<br />
estilo, con pleno conocimiento de su arte, con unas facultades asombrosas para conseguir<br />
esa armonía que precisa el cante entre cabeza y corazón, de ahí su maestría interpretativa y<br />
su personalidad. Pero su gran lección estriba en saber valorar cada tercio por lo que tiene de<br />
sustancial latido humano, en mostrarnos musicalmente el significado literario de Ja copla,<br />
su mensaje intrínseco, con una limpieza de dicción admirable y con un vivo sentimiento<br />
estremecido de emoción. Todo ello unido a su poderío, a los matices que consigue remontar,<br />
voltear, desde el pecho a la garganta. Y tan cargado está de sensaciones su cante, que los<br />
conjuros de sus sentimientos podemos, incluso, leerlos en su frente y en sus manos, porque<br />
acompaña su decir con una plástica expresión física, temperamental y turbadora, de puro<br />
genio andaluz, de innata elegancia varonil y flamenca.<br />
Con ENRIQUE MORENTE el cante ha ganado dimensión, evolución natural, desde las más<br />
recónditas esencias puede decirse que la ha injertado al cante una cultura poética que ya<br />
tiene resonancia popular -el decir profundo y claro de Machado y Miguel Hernández-, y<br />
sobre todo una sutil donosura, quizás una recuperada o nueva melodía, un hermoso clamor<br />
jondo al compás de nuestro tiempo.<br />
MANUEL RIOS RUIZ
LETRAS:<br />
Sentado sobre los muertos,<br />
romance<br />
Que mi voz suba a los montes<br />
y baje a la tierra y truene,<br />
eso pide mi garganta<br />
desde ahora y desde siempre.<br />
Si yo salí de la tierra,<br />
si yo he nacido de un vientre<br />
desdichado y con pobreza,<br />
no fue sino para hacerme<br />
ruiseñor de las desdichas,<br />
eco de la mala suerte,<br />
y cantar y repetir<br />
a quien escucharme debe<br />
cuanto a penas, cuanto a pobres,<br />
cuanto a tierra se refiere.<br />
Aunque le faltan las armas,<br />
pueblo de cien mil poderes,<br />
no desfallezcan tus huesos,<br />
castiga a quien te malhiere<br />
mientras que te queden puños,<br />
uñas, saliva, y te queden<br />
corazón, entrañas, tripas,<br />
cosas de varón y dientes.<br />
El niño yuntero,<br />
malagueñas<br />
Carne de yugo, ha nacido<br />
más humillado que bello,<br />
con el cuello perseguido<br />
por el yugo para el cuello.<br />
¿Quién salvará a este chiquillo<br />
menor que un grano de avena?<br />
¿De dónde saldrá el martillo<br />
verdugo de esta cadena?<br />
Que salga del corazón<br />
de los hombres jornaleros,<br />
que antes de ser hombres son<br />
y han sido niños yunteros.<br />
Asesina al que asesina,<br />
aborrece al que aborrece<br />
la paz de tu corazón<br />
y el vientre de tus mujeres.<br />
En los veneros del pueblo<br />
desde ahora y desde siempre.<br />
Varios tragos es la vida<br />
y un solo trago es la muerte.
Nanas de la cebolla,<br />
nanas<br />
La cebolla es escarcha<br />
cerrada y pobre:<br />
Escarcha de tus días<br />
y de mis noches.<br />
Hambre y cebolla:<br />
hielo negro y escarcha<br />
grande y redonda.<br />
En la cuna del hambre<br />
mi niño estaba.<br />
Con sangre de cebolla<br />
se amamantaba.<br />
Pero tu sangre,<br />
escarchada de azúcar,<br />
cebolla y hambre.<br />
Una mujer morena,<br />
resuelta en luna,<br />
se derrama hilo a hilo<br />
Sobre la cuna.<br />
Ríete, niño,<br />
que te tragas la luna<br />
cuando es preciso.<br />
Tu risa me hace libre,<br />
me pone alas.<br />
Soledades me quita,<br />
cárcel me arranca.<br />
Boca que vuela,<br />
corazón que en tus labios<br />
relampaguea.<br />
Desperté de ser niño:<br />
nunca despiertes.<br />
Triste llevo la boca:<br />
ríete siempre.<br />
No te derrumbes.<br />
no sepas lo que pasa<br />
ni lo que ocurre.<br />
El carro de mi fortuna,<br />
tientos<br />
A la hoyanca con él;<br />
Hombre pobre huele a muerto,<br />
a la hoyanca con él,<br />
que el que no tiene dinero,<br />
requiescat in pace, amén.<br />
En una piedra me asiento,<br />
como si la piedra fuera<br />
alivio de mis tormentos.<br />
Que no te quiero,<br />
te ponías a referir,<br />
sabiendo que por ti pasar<br />
más fatigas yo no puedo.<br />
El carro de mi fortuna<br />
poco tiempo me duró;<br />
cuando más a gusto estaba<br />
el eje se me quebró.<br />
Ay, mi vida,<br />
dejadme buscar mi vida,<br />
que yo no le pido a nadie,<br />
siquiera los buenos días.<br />
Con la raíz del querer,<br />
soleares<br />
Yo no me he muerto de pena<br />
porque no supe sentir;<br />
a mi corto entendimiento<br />
le agradezco yo el vivir.<br />
Pañuelo le eché a la cara,<br />
pa que no cogiera tierra<br />
la boca que yo besara.<br />
Yo no quiero más comer,<br />
porque me estoy manteniendo<br />
con la raíz del querer.
Un veneno ‘pa’ que yo muera,<br />
granaínas<br />
Un veneno pa que yo me muera<br />
dices que me vas a dar<br />
y un veneno pa que yo me muera,<br />
y luego te va a pesar<br />
cuando me coma la tierra<br />
y tú no me veas mas.<br />
Pregúntale si me quiere<br />
como que sale de ti,<br />
tú le preguntas si me quiere,<br />
y si te dice que no,<br />
dile qué motivo tiene<br />
o qué daño le he hecho yo.<br />
Dios te va a mandar un castigo,<br />
bulerías por soleá<br />
Que te he querío<br />
yo no lo niego.<br />
No niego que te he querío,<br />
pero en el alma me pesa,<br />
por tus acciones mu malas,<br />
el haberte conocío.<br />
Por verte dinero daba<br />
y ahora por no mirarte,<br />
primita, vuelvo la cara.<br />
Dios te va a mandar un castigo,<br />
y es que tú te lo mereces;<br />
De qué me vienes culpando,<br />
si yo culpa no tengo,<br />
si de ti habla la gente.
Grabaciones<br />
RESTAURADAS y REMEZCLADAS<br />
ENRIQUE MORENTE<br />
“SE HACE CAMINO AL ANDAR”...<br />
1.- A LA HORA DE LA MUERTE<br />
(tangos de <strong>Morente</strong>) 04:57<br />
(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
2.- VOCES DOY AL VIENTO<br />
(seguiriyas de <strong>Morente</strong>) 04:48<br />
(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
3.- GRANADA, CALLE DE ELVIRA<br />
(fandangos de Granada) 03:16<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
4.- LLORÉ MÁS QUE JEREMÍAS<br />
(soleares) 03:49<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
6.- MINERICO BARRENERO<br />
(taranto) 02:25<br />
(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
7.- SALE EL SOL<br />
(alegrías) 03:41<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
8.- CONTANDO LOS ESLABONES<br />
(fandangos de <strong>Morente</strong>) 03:40<br />
(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
9.- TRABAJAR Y MADRUGAR<br />
(mineras) 03:09<br />
(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
5.- YO SERÉ COMO LA MIMBRE<br />
(tientos de <strong>Morente</strong>) 04:16<br />
(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
Guitarras:<br />
Manzanita 1-9<br />
Amador 1, 7<br />
Luis el Habichuela 3, 4, 5, 6 y 8<br />
LC 04281<br />
p1975 Warner Music Spain, S.L. a Warner Music Group Company<br />
c2015 Warner Music Spain, S.L.<br />
www.warnermusic.es<br />
SE HACE CAMINO<br />
AL ANDAR<br />
Camino es el arte para la libertad, camino de trabajos y de días, camino de dolores<br />
vencidos con el deseo de ser en este mundo<br />
en todos los compases<br />
de ser flamenco y de sufrirlo en todos los ecos recibidos y<br />
aquellos que fueron en los comienzos primitivos y que se<br />
levantaron por las sombras de las cárceles y las borracheras y las impotencias y las juergas<br />
siempre bajo el signo de la creación, dominando el miedo en la humana<br />
aventura de avanzar sobre los territorios inmensos del silencio, con la voz sola y la palabra<br />
apoyadas en los acordes y en los ritmos<br />
que recibieron sus nombres y apellidos en una<br />
constancia de esfuerzo y afición multiplicados por los tiempos y los espacios regionales<br />
estos que ahora se enriquecen con la presencia de <strong>Morente</strong>, audaz desde su<br />
creadora madurez, joven y viejo como la tradición autentica de los que no se contentaron<br />
con repetir y repetir<br />
los antiguos cantes que un día nuevos fueron y que también serlo<br />
pueden en este nuestro tiempo<br />
si alguien es capaz de demostrar que no todo está de-fi-
ni-ti-va-men-te hecho y que posible y conveniente es cantar al aire de ahora mismo<br />
al que cada cual siente según sus ojos ven, oyen sus oídos, piensa su cabeza, su<br />
coraz6n vive, y puede su voz y su garganta<br />
tal como hicieron aquellos que ahora conocemos<br />
y nombramos y que heterodoxos fueron en su día<br />
porque camino es el arte para la libertad<br />
también en el flamenco, camino de aprendizaje y de conocimiento de las formas, camino<br />
de autentica pureza<br />
como el emprendido por <strong>Morente</strong>, sabiendo de las raíces<br />
para crecer por ellas y descubrir las hermosuras de las viejas ramas<br />
sin olvidar nunca lo pasado, haciéndolo presente, con toda su voluntad y su afición<br />
dispuestas para enriquecer el cante<br />
y demostrarlo aquí al compás de las alegrías, en el<br />
sabor natural de los fandangos de Granada, en la rigurosa ejecuci6n de las soleares, en la<br />
barroca amargura de sus tarantos y mineras<br />
su manera, su poderosa capacidad creadora<br />
y entregar su sello personal, su nombre y<br />
en esos tientos de tan desacostumbrados y<br />
difíciles tonos, en esos sus deliciosos y personales fandangos cabales de belleza y armonía,<br />
en ei festero y sensual ritmo de sus tangos<br />
y en el trascendente hallazgo de<br />
sus seguiriyas, modelo de respeto a las originarias cadencias, y de libertad para subir por<br />
los silencios y los tonos ocultos.<br />
“Caminante no hay camino,<br />
se hace camino…”<br />
al cantar.<br />
J. L. Ortiz Nuevo<br />
1975. Presentación de la Editorial Demófilo. Librería el Broscense. Madrid<br />
<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>, Pepe Habichuela, Gayango, Blas Vega, Ortíz Nuevo,<br />
Teo Marcos, García Alonso(librero) y delante Félix Grande,<br />
Queti Clavijo, y Pepe el de la Matrona
LETRAS:<br />
A la hora de la muerte,<br />
tangos de <strong>Morente</strong><br />
Y a la hora de la muerte<br />
que no ponérmela a mí delante<br />
que como la quiero tanto<br />
el corazón se me parte.<br />
Y a mi lengua le eché un nudo,<br />
quieren que me esté callao<br />
y a mi lengua le eché un nudo,<br />
estas gentes son capaces<br />
de hacerle hablar a un múo.<br />
Si me desprecias por pobre<br />
anda ve y dile a tu mare<br />
que el mundo da muchas vueltas<br />
y ayer se cayó una torre.<br />
Ay, aquel que siembra<br />
en tierra ajena,<br />
mal fruto puede coger<br />
que la tierra se vuelve piedra<br />
y no puede prevalecer.<br />
Abierta estaba la rosa<br />
con la luz de la mañana;<br />
tan roja de sangre tierna,<br />
que el rocío se alejaba;<br />
tan caliente sobre el tallo,<br />
que la brisa se quemaba;<br />
¡Tan alta!<br />
¡Cómo reluce!<br />
¡Abierta estaba!<br />
Voces doy al viento,<br />
siguiriyas de <strong>Morente</strong><br />
Voces doy al viento<br />
y grito al alto cielo<br />
porque yo tengo y una llaga viva<br />
dentro de mi pecho.<br />
De cositas pasás<br />
no quiero acordarme<br />
porque me llora mi corazón,<br />
ay, gotas de sangre.<br />
Granada calle de Elvira,<br />
fandangos de Granada<br />
Granada calle de Elvira<br />
Donde habitan las Manolas,<br />
Granada calle de Elvira,<br />
las que se van a la Alhambra<br />
las tres o las cuatro solas.<br />
Un sereno se dormía<br />
en la Cruz Blanca del barrio,<br />
un sereno se dormía,<br />
y la cruz le daba voces:<br />
¡Sereno, que viene el día!
Minerico barrenero,<br />
Taranto<br />
Lloré más que Jeremías,<br />
soleares<br />
Yo no me he muerto de pena<br />
porque no supe sentir;<br />
a mi corto entendimiento<br />
le agradezco yo el vivir.<br />
Que no me querías, dicen,<br />
y que no me querías,<br />
y el día que me lo dijeron<br />
lloré más que Jeremías.<br />
Y serán<br />
unos tormentos tan dobles,<br />
compañera mía,<br />
verte y no poderte hablar.<br />
Yo seré como la mimbre,<br />
tientos de <strong>Morente</strong><br />
Me acuerdo de tu persona<br />
cuando me siento en mi cama<br />
yo hablo con las paredes<br />
y quiero que me respondan.<br />
Ay, qué fatigas,<br />
Ay, grandes fatigas pasaría aquel<br />
que tiene el agua en los labios<br />
y no la puede beber.<br />
Yo seré como la mimbre,<br />
aunque en mil años no vuelvas<br />
yo seré como la mimbre,<br />
que la bambolea el aire<br />
pero se mantiene firme.<br />
Ay, minerico barrenero<br />
que sacas plomo en la mina,<br />
ay, minerico barrenero;<br />
allí perdiste la vida,<br />
dentro de aquel agujero.<br />
Sale el sol,<br />
alegrías<br />
Si supiera compañera<br />
que el sol que sale te ofende,<br />
con el sol me peleara<br />
así me diera la muerte.<br />
Que a la botica, niña,<br />
no vayas sola,<br />
que el boticario, niña,<br />
gasta pistola.<br />
Me lo murmuran contigo<br />
porque nos han visto hablar,<br />
me lo murmuran contigo,<br />
que sale el sol y da en el cristal<br />
pero no quebranta el vidrio.<br />
Que por las calles de Cádiz<br />
van pregonando<br />
cañaíllas y bocas<br />
de San Fernando.<br />
Grande locura es negarlo,<br />
es verdad que te había querío,<br />
grande locura es negarlo,<br />
pero tú pa mí habías acabaito<br />
así vivieras cien años<br />
Vente conmigo, chiquilla,<br />
vente conmigo,<br />
y a tu mare le dices<br />
que soy tu primo.
Contando los eslabones,<br />
fandangos de <strong>Morente</strong><br />
Ni en qué sala, ni en qué audiencia,<br />
en qué tribunal se ha visto,<br />
ni en qué sala, ni en qué audiencia,<br />
al reo darle por libre<br />
y al libre darle sentencia.<br />
Y en lo que yo me entretenía<br />
cuando yo estaba en prisiones,<br />
en lo que yo me entretenía;<br />
en contar los eslabones<br />
que mis caenas tenían:<br />
Siempre me salía nones.<br />
Trabajar y madrugar,<br />
mineras<br />
Soy natural de Vera,<br />
me llaman Perico el Morato<br />
y soy natural de Vera;<br />
con mi guitarra en la mano,<br />
que vaya tela y venga tela<br />
¡vaya telica de verano!<br />
Ay, madrugar,<br />
subir y bajar la cuesta,<br />
que trabajar y madrugar<br />
y ganar poco jornal<br />
eso a mí no me trae cuenta,<br />
ay, a la mina no voy más.
Grabaciones<br />
RESTAURADAS y REMEZCLADAS<br />
ENRIQUE MORENTE • HOMENAJE A D. ANTONIO CHACÓN<br />
1.- ERA UNA MADRUGÁ<br />
(seguiriya de Curro Dulce, versión Chacón) 02:44<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />
2.- A MÍ QUÉ ME IMPORTA (mirabrás) 04:26<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />
3.- NO LO PASEN POR MI PUERTA (tientos) 03:49<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />
4.- YO HE VISTO A UN NIÑO LLORAR<br />
(peteneras de Chacón) 03:25<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />
5.- LA LENGUA QUE DE MÍ MURMURA<br />
(seguiriya) 02:45<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />
6.- ESO NO LO MANDA LA LEY (la caña) 03:18<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />
7.- CÓMO RELUCE (caracoles) 04:35<br />
(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Citelo/José Antonio Carmona)<br />
8.- SIEMPRE POR LOS RINCONES<br />
(seguiriya de Manuel Molina, versión Chacón) 02:46<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />
9.- NO TE REBELES SERRANA<br />
(tonás del repertorio de Chacón) 01:50<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />
10.- SOLAMENTE CON MIRARTE (soleares) 03:28<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />
11.- EN UN HOSPITAL LA VI<br />
(malagueña grande de Chacón) 03:32<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />
12.- ROSA SI NO TE COGÍ (granaínas de Chacón) 03:08<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />
13.- DE AQUELLA CAMPANA TRISTE<br />
(malagueña de Chacón) 03:18<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />
14.- LOS PÍCAROS TARTANEROS<br />
(cartagenera clásica) 01:50<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />
15.- A QUÉ TANTO ME CONSIENTES<br />
(malagueña de la Trini, versión Chacón) 02:08<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />
16.- LA QUE VIVE EN LA CARRERA<br />
(media granaína de Chacón) 01:56<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />
17.- DEL CONVENTO LAS CAMPANAS<br />
(malagueña de Chacón) 02:14<br />
(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
18.- SOY DEL REINO DE ALMERÍA (mineras) 04:09<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />
19.- NO ME HABÍAS DE CONOCER<br />
(malagueña de la Trini, versión Chacón) 02:42<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />
20.- LOS AIRES SON DESABRÍOS<br />
(cartagenera de Chacón) 02:02<br />
(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
Guitarrista: Pepe Habichuela<br />
LC 04281<br />
p1977 Warner Music Spain, S.L. a Warner Music Group Company<br />
c2015 Warner Music Spain, S.L.<br />
www.warnermusic.es<br />
HOMENAJE A<br />
DON ANTONIO CHACÓN<br />
La historia y evolución del cante flamenco está definida y delimitada por una serie de<br />
etapas o períodos que responden a unas circunstancias concretas de hechos y figuras, y<br />
que por unas características sobresalientes elevan un arte con cierta savia popular, a una<br />
elaboración artística, rica en valores personales y contrastados, que permiten una valoración<br />
desde su más amplia proyección internacionalista, hasta la peculiaridad intimista propicia<br />
para una minoría selecta o privilegiada.<br />
Posiblemente sea en el período comprendido entre los años 1880 a 1920 cuando el cante<br />
encuentra y asienta sus formas definitivas, su significación y ambientación y sobre todo<br />
una amplia gama de grandes figuras, que dan pie para denominar a estas décadas como las<br />
de la Edad de Oro del Cante Flamenco. Toda la labor de engrandecimiento y dignificación<br />
iniciada dentro del pasado siglo por Silverio Franconetti, encontró un digno continuador en<br />
la portentosa figura de don Antonio Chacón, como máximo representante no ya sólo de esa<br />
época, pues decir su nombre es para muchos decir el mejor cantaor de todos los tiempos,<br />
como así fue reconocido y proclamado por los poetas, la aristocracia, los intelectuales, el<br />
pueblo, los aficionados, los propios artistas y todos aquellos que tuvieron sensibilidad para<br />
degustar este arte. “¡Papa del flamenco!” lo llama Tomás Borrás. Y si fue el cantaor “redondo”<br />
por excelencia, el más completo, es por estas y otras razones: su maravillosa condición de<br />
voz, dominio absoluto del compás, expresiva emotividad, aportación artístico-musical,<br />
perfeccionamiento en la técnica, amplio conocimiento del tema. Y todo esto unido a su<br />
bondadosa condición humana, a su innato señorío, y a la gran tarea de recopilación, defensa,
divulgación y dignificación social del flamenco, le hicieron acreedor, en lo artístico y en lo<br />
personal, al tratamiento de don, cuyo reconocimiento, desde el Rey para abajo, se le otorgó<br />
espontáneamente, no a la manera artificiosa con que otros han tratado de conseguirlo,<br />
como la mejor recompensa para quien tuvo un origen humilde.<br />
ANTONIO CHACÓN (1869 - 1929)<br />
Antonio Chacón García nació el 16 de mayo de 1869, en Jerez de la Frontera, en el seno<br />
de una familia de condición modesta, pues su padre era zapatero remendón, y desde bien<br />
pequeño tuvo que ayudarle en el oficio. La afición al cante le costó no pocas regañinas<br />
paternas, y las primeras “perras” ganadas en los bautizos de su barrio le animaron a seguir<br />
la profesión de cantaor.<br />
Tras una pequeña tourné de varios meses por pueblos de Andalucía y Badajoz, en<br />
compañía de los hermanos Antonio y Javier Molina, bailaor y guitarrista respectivamente, se<br />
le presentó la ocasión de cantar en una fiesta con Joaquín Laserna y <strong>Enrique</strong> El Mellizo, dos<br />
de los grandes cantaores del momento. Causó tan buena impresión que, al poco tiempo,<br />
el Mellizo le proporcionó un contrato para que cantara con él en el café cantante de la<br />
Feria del Perejil, con motivo de las fiestas gaditanas de 1886. Tuvo tal éxito que los mismos<br />
aficionados los pusieron en comparación. Aquello trascendió y Silverio lo contrató para su<br />
café sevillano de la calle Rosario. Este café, el más famoso de los que han existido en el<br />
género, fue el escenario por donde desfilaron las mejores figuras del cante, baile y toque. Y<br />
de allí parte la fama artística de Chacón. Se puede decir que “llegó y acabo con el cuadro”.<br />
Un testigo excepcional, Fernando el de Triana, en su libro “Arte y artistas flamencos” (Madrid,<br />
1935), nos cuenta lo que allí presenció: “Todos los notabilísimos artistas de la época de<br />
Chacón prescindieron de sus derechos de antigüedad y acordaron cantar por delante del<br />
fenómeno; así serían escuchados e indiscutiblemente aplaudidos, pues al terminar Chacón<br />
la primera sesión quedaba el salón completamente desalquilado de personal hasta que de<br />
nuevo comenzaba el público a concurrir para la sesión de madrugada; ésta terminaba a las<br />
cuatro de la mañana, que allí parecían las diez de la noche, y nadie se movía de su asiento<br />
hasta que Chacón terminaba o, mejor dicho, cerraba el espectáculo.”<br />
Su voz era de una melodía extraordinaria; su modulación, facilísima, y tanto las notas<br />
graves como las agudas las ejecutaba con una sonoridad encantadora. Esto, unido a su<br />
aspecto personal y a unas letras a propósito para sus cantes, le hicieron en poco tiempo<br />
acreedor a la más alta jerarquía del Cante Andaluz.<br />
¡Así era Antonio Chacón! Así era, y así fue durante muchos años: “dueño y señor de todos<br />
los públicos en España.”<br />
Convertido en la figura imprescindible de cualquier acontecimiento social importante,<br />
su actuación fue disputada para las mejores ferias y festejos, por los mejores tablaos y cafés<br />
cantantes. En lo privado enseñó a la aristocracia a que escucharan el flamenco. A cambio la<br />
aristocracia lo mimó y lo recompensó como jamás lo ha hecho con ningún artista de este<br />
género.<br />
En 1912 se establece definitivamente en Madrid y pone nota brillante en los últimos días<br />
gloriosos del célebre café de Fornos. Al amparo de su fama y arte se popularizan los famosos
Gabrieles y la calle de Echegaray vive los mejores años de su esplendor. Cuando a principios<br />
de los años veinte se marcha a un nuevo local, Villa Rosa, todos los artistas se van tras él, y<br />
Villa Rosa se hace popular a nivel internacional.<br />
En sus últimos años su porte venerable y obispal era el símbolo y la jerarquía del mejor<br />
arte de una época. Así lo vemos presidiendo el concurso de Granada del año 22, entregando<br />
la Copa Pavón o cantando para los Reyes de Italia.<br />
Murió en Madrid el 21 de enero de 1929.<br />
VALORACIÓN ACTUAL<br />
Al contrario de lo que hoy sucede en ciertos medios y ambientes flamencos, nunca se puso<br />
en duda la importancia y personalidad de Chacón. En la actualidad, cuando atravesamos<br />
por una etapa renacentista, neoclásica, pero llenos de confusionismos, con una nueva<br />
afición sin vínculos tradicionales, sin crítica competente, y donde juegan más los intereses<br />
comerciales, políticos o de compadreo, aparece la figura de Chacón, injustamente en un<br />
marco que no le pertenece, y donde pretenden hacerse fijos ciertos tópicos concernientes<br />
a su voz, a sus cantes, y a su sentido histórico. Aclaramos algunos de ellos de manera breve,<br />
ya que así lo exigen las circunstancias, aunque pensamos demostrarlo de forma amplia y<br />
detallada en la extensa biografía que sobre Chacón y su cante preparamos.<br />
Los tratados modernos de flamencología, reiterativos, poco diferenciados en conceptos<br />
y faltos de documentación histórica de primera mano, encasillan a Chacón como el<br />
representante y creador de lo que ha dado en llamarse la Ópera flamenca. Este período<br />
está definido por unas características que curiosamente no van con Chacón, puesto que si<br />
la más significativa es el teatro como escenario del cante, escasas fueron las intervenciones<br />
chaconianas a este respecto, y muy por debajo de las de otros grandes cantaores tildados<br />
de puristas e intimistas. Fue una circunstancia de época y en la que todos los cantaores<br />
no tuvieron más remedio que participar, ya que ese fue el medio más popular en que se<br />
desarrolló el cante, al igual que hoy en día tienen que actuar en los Festivales veraniegos,<br />
a sabiendas de que no es el sitio más idóneo para oír cantar. La idea tampoco fue de<br />
Chacón, pues en pleno auge de los cafés cantantes (1880), cuando él no se había iniciado<br />
artísticamente, el flamenco como espectáculo ya funcionaba en todos los teatros de España,<br />
siendo uno de los que dieron impulso a esta modalidad el celebérrimo Juan Breva. Esto<br />
obligó a un desvío en la trayectoria artística de los cantes, imponiéndose una nueva línea<br />
iniciada por El Breva y secundada por <strong>Enrique</strong> El Mellizo con los cantes por malagueñas,<br />
correspondiendo el cenit musical a Chacón, que supo elevarlo a su máximo grado de arte. Y<br />
no sólo fueron las maravillosas malagueñas que el creó, sino el arreglo y perfeccionamiento<br />
que hizo con otros diversos estilos. Lo que era savia y sencillez popular lo convirtió en obra<br />
maestra, en filigrana de arte musical, y ahí están sin superar todavía sus tarantas, mineras,<br />
cartageneras, la granaína y la media granaína. ¿Qué hubiera sido de todos estos cantes sin<br />
su aporte personal? Pero no, no quedó ahí su carrera como ingenuamente creen muchos<br />
aficionados y tratadistas. Por el sitio que consiguió, por sus portentosas condiciones y por<br />
su enorme afición sobre todo, su gran labor también estuvo en la línea de los otros cantes.<br />
Chacón, que era el compás por excelencia, terminó de cuadrar y hacer de la caña un estilo<br />
importante. Imprimió gracia y personalidad a unos cantes simples, que sólo servían para
acompañar los bailes, como el mirabrás, los caracoles y otras cantiñas. Los tientos le deben<br />
mucho de su impronta personal, y gracias a él hoy podemos contar con la petenera grande<br />
de Medina el Viejo y como consecuencia la de la Niña de los Peines.<br />
Asimismo fue la fuente donde aprendieron la mayoría de los grandes cantaores; pues su<br />
influencia fue decisiva, y no sólo en los cantes tenidos como habituales de su repertorio,<br />
sino curiosamente en los cantes por seguiriyas, pues rescató y conservó en toda su pureza<br />
melódica muchos de los grandes estilos siguiriyeros, que por las dificultades que encerraban<br />
eran lógicamente llamados a desaparecer. Como puede observarse en el proceso estilístico<br />
de los cantes, éstos han venido de más a menos en el desenvolvimiento melódico y de<br />
interpretación. Igualmente ocurrió con las tonás o cantes sin guitarra. De ellos fue el último<br />
gran especialista, dominando un vasto y dificultoso repertorio, llevándose el secreto de no<br />
pocos de estos estilos.<br />
Toda esta labor pudo hacerla<br />
Chacón por estar dotado de<br />
las condiciones y cualidades<br />
necesarias para ello, pues<br />
solamente en el terreno artístico<br />
reunía un perfecto y amplio<br />
conocimiento de los cantes, que<br />
le permitía pasearse por toda la<br />
gama de estilos y modalidades,<br />
con una expresión honda,<br />
emocional y lírica, y con la voz<br />
más apropiada para ello. Una<br />
1977. <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> y Pepe Habichuela en Los Gabrieles, Madrid / Foto Mario Pacheco<br />
voz capaz de pasar por todos los<br />
registros y tonalidades, sabiamente manejada y modulada. Desgraciadamente, en sus últimos<br />
años este caudal sonoro se vio afectado como consecuencia de los avatares de su intensa vida,<br />
las enfermedades se encargaron de írselo agotando y transformándoselo en un maravilloso<br />
falsete. Este tipo de voz utilizada en sus últimas grabaciones, es el que ha prevalecido al<br />
reproducirse modernamente algunos de estos discos, y ha servido desafortunadamente como<br />
materia de juicio. Aún a pesar de todo, paradójicamente, muchos aficionados han vislumbrado<br />
la grandeza y personalidad de Chacón a través de su etapa decadente, por llamarla de algún<br />
modo. He aquí precisamente el doble triunfo de Chacón.<br />
MOTIVOS Y RAZONES DE LA PRESENTE GRABACIÓN<br />
La finalidad de esta grabación tiene un doble objetivo. Por una parte, y al mismo tiempo<br />
que sirve de homenaje al mejor y más significativo artista del cante grande, llamar la<br />
atención sobre su interesante figura humana y artística. Por otra, resaltar y dejar patente<br />
una muestra latente, práctica, de su escuela y de su sello musical, aunque sea escasa en<br />
relación con lo que supuso Chacón en la evolución y desarrollo del cante. Algunos de los<br />
estilos que presentamos son conocidos, rotundos; otros no tanto, por lo que dan aún más<br />
aliciente a esta grabación, que esperamos sea fuente para elaboraciones e interpretaciones<br />
posteriores. Precisamente hoy, que en el panorama interpretativo empieza a invadirnos
una racha de monotonía, el cante de Chacón, y aquí está el ejemplo, nos sigue pareciendo<br />
fresco, jugoso, actual, con sonido y vida propia.<br />
Cuando pensamos en poner en práctica este proyecto no quisimos que estos discos<br />
fueran una simple y fidedigna copia de sus grabaciones, con sus virtudes y defectos. Se<br />
pensó principalmente en el esquema vivo de los cantes, y en la exploración de un legado<br />
musical con un sonido artístico de hoy. Esta difícil empresa sólo podía acometerla un cantaor<br />
que reuniese unas condiciones especiales, pues se necesitaba para ello ser primeramente<br />
un admirador de la obra de Chacón, con las cualidades y calidades necesariamente para<br />
vivificar y actualizar esta forma y este sentir, y ser además un profundo conocedor de<br />
la escuela del maestro. <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> era el artista que respondía a estos conceptos.<br />
Sorprendentemente, él, que es acusado de vanguardista y desviacionista, viene a<br />
confirmarnos, una vez más, su amplia cultura consecuente de su enorme afición e interés<br />
por el flamenco.<br />
La personalidad artística de <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> es lo suficientemente conocida y valorada<br />
como para que no nos detengamos en ella. En lo concerniente a Chacón diremos que<br />
ya en 1965 la Cátedra de Flamencología de Jerez, en la conmemoración del supuesto<br />
centenario de Chacón le galardonó con una de las medallas conmemorativas. Pero antes<br />
y después de esa fecha, conocemos personalmente su interés por los cantes del cantaor<br />
jerezano, preocupándose en adquirir magisterio no sólo a través de las grabaciones, sino<br />
de las enseñanzas teóricas y prácticas que le proporcionaron viejos maestros coetáneos y<br />
conocedores de la escuela chaconiana, como Bernardo de los Lobitos, Aurelio Sellés, Pepe<br />
de la Matrona, Manolo de Huelva, Manolo Pavón, Rafael Pareja, Juan Varea..., captando así<br />
detalles, improntas y hasta estilos no recogidos ni registrados en la propia discografía de<br />
Chacón, como podemos apreciar en varios de los estilos aquí grabados, en los cantes sin<br />
guitarra o en la versión que hizo Chacón de la petenera de Medina padre, y que <strong>Enrique</strong><br />
aprendió de Manolo de Huelva, el único que la conocía a la perfección por habérsela<br />
acompañado al propio don Antonio. Todo esto de por sí creemos que justifica este homenaje.<br />
Finalmente, queremos agradecer el esfuerzo e interés que en todo momento puso el<br />
guitarrista Pepe Habichuela al servicio de la presente grabación.<br />
JOSE BLAS VEGA<br />
Cantaor Antonio Chacón
LETRAS:<br />
Era una madrugá,<br />
seguiriya de Curro Dulce<br />
Y era una madrugá<br />
de Santiago y Santa Ana;<br />
a eso de la una las fatiguitas grandes<br />
le diñaron<br />
y a mi, mi mare Curra.<br />
A mi que me importa,<br />
mirabrás<br />
A mí qué me importa<br />
que el rey me culpe<br />
si el pueblo es grande y me abona<br />
¡Voz del pueblo,<br />
voz del cielo!<br />
Y anda.<br />
Que no hay más ley<br />
que son las obras.<br />
Que con el mirabrás,<br />
ay, y anda.<br />
Y alta la cabeza<br />
de mi serrana,<br />
huele a mosquetas,<br />
y yo la quiero<br />
pero de vergüenza no se lo peno.<br />
Venga usted a mi puesto, hermosa,<br />
y no se esconda usted, salero,<br />
castañas de Galaroza,<br />
yo vendo camuesas y peros,<br />
¡ay, Marina!,<br />
yo vendo naranjas,<br />
y son de la China,<br />
malacatones de Ronda<br />
y suspiritos de canela,<br />
batatitas borondas,<br />
castañas, ¡cómo vahean!<br />
No lo pasen por mi puerta,<br />
tientos<br />
Qué pájaro será aquel<br />
que canta en la verde oliva,<br />
corre y dile que se calle<br />
que su cante me lastima.<br />
Y tú serás mi prenda querida,<br />
tú serás mi prenda dorada,<br />
tú serás el pájaro cucú<br />
que alegre canta en la madrugá.<br />
Ay, que te quiero,<br />
¡lo que yo te quiero,<br />
cuánto te quiero!,<br />
sin ti mi alma<br />
pa qué la quiero.<br />
Ya yo he dicho que tú entierro<br />
no lo pasen por mi puerta;<br />
porque no quiero mirarte a la carita,<br />
ni viva ni muerta.<br />
Las entrañas mías<br />
por ti las daré,<br />
que yo me encuentro pagao<br />
con que tú me cameles bien.<br />
Por dios te pido,<br />
nunca te alabes<br />
que te he querío.
Yo he visto a un niño llorar,<br />
peteneras de Chacón<br />
Ven acá remediaora<br />
y remédiame mis males,<br />
que si tú no los remedias,<br />
no me los remedia nadie;<br />
¡Ven acá remediaora,<br />
y remédiame mis males!<br />
Yo he visto un niño llorar<br />
a las puertas de un campo santo<br />
y en sus lamentos decía,<br />
madre de mi corazón,<br />
ay, en sus lamentos decía:<br />
Por mi madre son los llantos;<br />
¡Qué dolor de madre mía!<br />
La lengua que de mí<br />
murmura,<br />
seguiriya<br />
Si yo supiera las lenguas<br />
que de mí murmuran;<br />
las cortaría por er medio, en medio<br />
y la dejara múas.<br />
Eso no lo manda la ley,<br />
la caña<br />
A mí me pueden mandar<br />
a servir a Dios y al Rey;<br />
pero dejar a tu persona,<br />
¡eso no manda la ley!<br />
¡Arsa y viva Ronda,<br />
Reina de los cielos!,<br />
eso no lo manda la ley.<br />
Cómo reluce,<br />
caracoles<br />
Cómo reluce, ay, cómo reluce,<br />
la gran calle de Alcalá,<br />
ay, cómo reluce,<br />
cuando suben y bajan<br />
los andaluces.<br />
Y vámonos, vámonos,<br />
al Café de la Unión,<br />
en donde paran Curro Cúchares,<br />
El Tato y Juan León.<br />
Y eres bonita,<br />
y el conocimiento<br />
a la pasión no quita.<br />
Te quiero yo<br />
como a la mare<br />
que me parió.<br />
Y porque vendes castañas asás,<br />
ay, aguantando la nieve y el frió,<br />
con tus zapatos y tus medias calás,<br />
ay, y eres la reina para tu marío.<br />
¡Y regordonás, que se acaban!,<br />
y hermosas como recién casada,<br />
y yo las vendo por tu querer.<br />
¡Y caracoles, hay caracoles!<br />
Ay, mocito, qué ha dicho usted;<br />
Que son tus ojos dos soles<br />
y vamos viviendo<br />
¡y olé!
Solamente con mirarte,<br />
soleares<br />
Siempre por los rincones,<br />
seguiriya de Manuel Molina<br />
versión Chacón<br />
Siempre por los rincones<br />
te encuentro llorando;<br />
que yo no tenga, libertá en mi vía<br />
si te doy mal pago.<br />
No te rebeles serrana,<br />
tonás del repertorio de Chacón<br />
No te rebeles, serrana,<br />
aunque te mate tu gente;<br />
Yo tengo echao juramento<br />
de pagarte con la muerte.<br />
Vinieron y me dijeron<br />
que tú habías hablao mal de mí;<br />
Mira mi buen pensamiento,<br />
que yo no lo creí en ti.<br />
¡Oh Padre de almas<br />
y Ministro de Cristo!;<br />
tronco de nuestra Madre<br />
Iglesia Santa<br />
y árbol del paraíso.<br />
Solamente con mirarte<br />
comprenderás que te quiero,<br />
y también comprenderás,<br />
que quiero hablarte y no pueo.<br />
Y ella misma confesó;<br />
sangre lloran mis ojitos<br />
por desgraciaos que son.<br />
Pura sangre a mí me llora,<br />
porque me mata un perdón.<br />
Quién pudiera penetrarlos,<br />
para ponerles remedio,<br />
antes que viniera el daño;<br />
¡Ay, males que acarrea el tiempo,<br />
ay, quién pudiera penetrarlos!<br />
En un hospital la vi,<br />
malagueña grande de Chacón<br />
Y allí fueron mis quebrantos,<br />
en un hospital la vi<br />
y allí fueron mis quebrantos;<br />
Quién me había de decir,<br />
mujer que yo quise tanto,<br />
iba a tener tan mal fin.<br />
Rosa si no te cogí,<br />
granaínas de Chacón<br />
Fue porque no me dio gana,<br />
rosa, si yo no te cogí,<br />
fue porque no me dio gana,<br />
y al pié de un rosal dormí<br />
y rosas tuve por cama,<br />
de cabecera un jazmín.<br />
Y eso nunca lo diré,<br />
serrana que yo no te quiero,<br />
eso nunca lo diré,<br />
porque si me fatigas<br />
no sé si te buscaré.
De aquella campana triste,<br />
malagueña de Chacón<br />
De aquella campana triste,<br />
dando en el reloj la una<br />
de aquella campana triste,<br />
hasta las dos estoy pensando<br />
en el querer que me fingiste;<br />
Me dieron las tres llorando.<br />
Del convento las campanas,<br />
malagueña de Chacón<br />
Del convento las campanas,<br />
si preguntan por quién doblan,<br />
del convento las campanas;<br />
diles que doblando están<br />
a mis muertas esperanzas.<br />
¡A mis muertas esperanzas!<br />
Los pícaros tartaneros,<br />
cartagenera clásica<br />
Los pícaros tartaneros,<br />
un lunes por la mañana,<br />
los pícaros tartaneros<br />
le robaron las manzanas<br />
a los pobres arrieros,<br />
que venían de Totana.<br />
A qué tanto me consientes,<br />
malagueña de La Trini,<br />
versión Chacón<br />
A qué tanto me consientes,<br />
si tú no me has de querer,<br />
a qué tanto me consientes;<br />
mátame ya de una vez,<br />
porque yo te perdono la muerte,<br />
que ya no quiero padecer.<br />
Soy del reino de Almería,<br />
mineras<br />
Soy del reino de Almería,<br />
en donde nacen los tempranos,<br />
y al amanecer el día,<br />
me encuentro a Pedro el Morato,<br />
vendiendo verdulerías.<br />
¡El corazón!<br />
El corazón se me parte<br />
cuando pienso en tus partías,<br />
y cuando te tengo delante<br />
to lo malo se me olvía.<br />
No me habías de conocer,<br />
malagueña de la Trini,<br />
versión Chacón<br />
No me habrías de conocer<br />
si me trataras de nuevo,<br />
no me habrías de conocer,<br />
porque yo tengo distinto genio<br />
y otro modo de querer,<br />
más cariñoso y más bueno.<br />
La que vive en la carrera,<br />
media granaína de Chacón<br />
La que vive en La Carrera,<br />
la Virgen de las Angustias,<br />
la que vive en La Carrera;<br />
esa Señora lo sabe,<br />
si yo te quiero de veras.<br />
Los aires son desabríos,<br />
cartagenera de Chacón<br />
Son desabríos,<br />
como el viento, variables,<br />
los aires son desabríos,<br />
y dicen los contratables<br />
que el que se vea aburrío<br />
vaya a trabajar al cable.
ENRIQUE MORENTE<br />
INÉDITOS Y RAREZAS<br />
Grabaciones<br />
RESTAURADAS y REMEZCLADAS<br />
1.- A LA HORA DE LA MUERTE (tangos de <strong>Morente</strong>) 4:45<br />
(Versión a voz única solista)<br />
(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
Guitarra: Manzanita y Amador<br />
p1975 Warner Music Spain, S.L.<br />
2.- PA ESE COCHE FUNERAL (fandango) 2:04<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
Guitarra: Manzanita<br />
p1975 Warner Music Spain, S.L.<br />
3.- ME TIENE DE TAL MANERA (alegrías de Cádiz) 2:46<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
Guitarra: Parrilla de Jerez<br />
p1971 Warner Music Spain, S.L.<br />
4.- ESTE PAN MORENO (seguiriyas al Tío Parrilla) 5:14<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
Guitarra: Parrilla de Jerez<br />
p1971 Warner Music Spain, S.L.<br />
5.- ACEITUNEROS (Andaluces de Jaén) (peteneras) 5:25<br />
(Miguel Fernández/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>)<br />
Guitarra: Perico el del Lunar<br />
p1971 Warner Music Spain, S.L.<br />
6.- EN CASA DE CELESTINA: Calixto y Celestina<br />
(bulerías y abandolao) 4:19<br />
(Antonio Robledo/Font Castany)<br />
Cante: <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> y La Talegona<br />
Piano: Antonio Robledo<br />
Oboe: Pedro Iglesias<br />
Guitarra: Andrés Batista<br />
p1966 Warner Music Spain, S.L.<br />
7.- HECHIZO DEL CÍNGULO (martinete) 1:07<br />
(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>)<br />
p1966 Warner Music Spain, S.L.<br />
8.- CANCIÓN DEL ARCO IRIS -“Rainbow song” 3:26<br />
(Gualberto/Jessica Jones)<br />
Intérpretes: Gualberto / Antonio Díaz / Todd /<br />
<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong><br />
p1975 Warner Music Spain, S.L.<br />
9.- TERRAPLÉN 3:51<br />
(Gualberto García)<br />
Intérpretes: Gualberto /Art Wolh / <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong><br />
p1975 Warner Music Spain, S.L.<br />
10.- PRISIONEROS 8:46<br />
(Gualberto García)<br />
Intérpretes: Gualberto / Willie Rodríguez de Trujillo/<br />
Art Wolh / Antonio Díaz / Todd / <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong><br />
p1975 Warner Music Spain, S.L.<br />
11.- A LA HORA DE LA MUERTE (tangos de <strong>Morente</strong>) 4:45<br />
(Versión a dos voces solistas)<br />
(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />
Guitarra: Manzanita y Amador<br />
p1975 Warner Music Spain, S.L.<br />
LC 04281<br />
p2015 Warner Music Spain, S.L. a Warner Music Group Company<br />
c2015 Warner Music Spain, S.L.<br />
www.warnermusic.es<br />
INÉDITOS Y RAREZAS<br />
LETRAS:<br />
A la hora de la muerte,<br />
tangos de <strong>Morente</strong><br />
versión a voz solista<br />
* Véase disco “Se hace camino al andar”<br />
Pa ese coche funeral,<br />
fandango<br />
Pa ese coche funeral<br />
yo no quiero quitarme el sombrero<br />
pa ese coche funeral,<br />
que la persona que va dentro<br />
a mí me hacho pasar<br />
Los más terribles tormentos.<br />
Me tiene de tal manera,<br />
alegrías de Cádiz<br />
Me tiene de tal manera<br />
la penita de no verte<br />
que cuando yo no me he muerto<br />
nadie se muere de pena.<br />
Tú cogiendo aceitunas<br />
yo vareando<br />
de ramito en ramito<br />
te voy mirando.<br />
Más mata una mala lengua<br />
que la mano del verdugo<br />
que el verdugo mata a un hombre<br />
y una mala lengua muchos.<br />
Para qué me preguntas<br />
qué viento corre<br />
siendo tú la veleta<br />
y yo la torre.
En casa de Celestina:<br />
Calixto y Celestina,<br />
Este pan moreno,<br />
seguiriyas al Tío Parrilla<br />
Y este pan moreno<br />
cómo lo traigo<br />
en mis propias manos<br />
y no puedo comerlo.<br />
Voces doy al viento<br />
y grito al alto cielo<br />
cómo yo traigo una llama viva<br />
dentro de mi pecho.<br />
Aceituneros<br />
(Andaluces de Jaén),<br />
peteneras<br />
Andaluces de Jaén,<br />
aceituneros altivos,<br />
decidme a en el alma: ¿quién,<br />
quién levantó los olivos?<br />
Vuestra sangre, vuestra vida,<br />
no la del explotador<br />
que enriqueció en las herida<br />
generosa del sudor.<br />
No la del terrateniente<br />
que os sepultó en pobreza,<br />
que os pisoteó la frente<br />
que os redujo la cabeza.<br />
Celestina,<br />
tu que eres tan buena serrana<br />
dueña del embrujo<br />
hoy te vengo a ver;<br />
Yo te pido<br />
que alivies mis penas<br />
o enfermo de amores<br />
me voy a perder.<br />
Si esta pena que tengo<br />
mucho me durara<br />
todas las murallas del mundo,<br />
toítas yo las derribara.<br />
No te pongas colorá<br />
que lo que a ti te ha pasao<br />
le pasa a la más pintá.<br />
()<br />
Por dinero baila el perro,<br />
dice un antiguo refrán,<br />
por dinero baila el perro<br />
y esta vieja si se lo dan.<br />
Hechizo del cíngulo,<br />
martinete<br />
Toito se me volvían pérdidas<br />
por buscar mi bienestar<br />
la puerta donde me arrimo<br />
la encuentro claveteá.<br />
Terraplén,<br />
bulerías por soleá<br />
¡Dios mío!
Prisioneros,<br />
En qué tribunal se ha visto<br />
ni en qué sala ni en qué audiencia<br />
al reo darle por libre<br />
y al libre darle sentencia.<br />
¡Libradme!<br />
A la hora de la muerte,<br />
tangos de <strong>Morente</strong><br />
versión a doble voz solista<br />
* Véase disco “Se hace camino al andar”
LA FORJA DE UN DISCÍPULO<br />
(muy aventajado)<br />
José Manuel Gamboa<br />
¡A navegar!<br />
Claro, él aún no sabía que había venido a Madrid a tomar un barco del que jamás podrá ni querrá bajarse.<br />
Entre la mar de gente, sin poderlo remediar, este andaluz emigrante pasó de seise en la catedral de Granada a<br />
grumete mocetón en la tropa de la afición; le tiraba la inclinación; Torrotrón, torrotrón, torrotrón, ¡ooooooole!,<br />
diría Pericón, y dice el cantaor.<br />
“Será el destino, alguna extraña ley de la Naturaleza. No tenía otra cosa que hacer que cantar flamenco.<br />
Te levantas una mañana y dices: ¿Qué hago yo por ahí haciendo el gamberro?, y te pones a cantar”.<br />
En “los años del hambre” su madre rompió aguas en aquel Albaicín donde las escasas e insalubres aguas, de<br />
aljibe, servían para bautizar con doblado empeño la leche, donde el pan era doblemente negro y las cartillas de<br />
racionamiento triplemente insuficientes y caprichosas. Nació <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo en la calle San Gregorio, el<br />
25 de diciembre de 1942, y fue bautizado en la iglesia de San José, que fue antes mezquita.<br />
En el vecindario repiqueteaba el flamenco por doquier, en los domicilios, en las barberías, en las tabernas de<br />
Torcuato, del Pimpollo, el Cafetín, el bar Higueras…<br />
“De eso me viene el cante. Recuerdo mucho al Niño de las Almendras, un primer ídolo, y a Cobitos, el<br />
Niño Osuna, Victorino de Pinos, Juanillo el Gitano y, claro, a mi madre, que cantaba más bien que to. Ya no<br />
quedan tabernas, ahora son hamburgueserías; Había otro sonido, otro ambiente, otro sabor, pero, ¡cuidao!,<br />
que todo no era maravilloso; ¡ni muchísimo menos!”
Nacía Enriquito el Granaíno, que es quien nos habla, a la par que la RENFE, de la que será un consumado<br />
cliente solitario en busca de la jondura allá donde se encuentre, desde su primera marcha, que coincidió con una<br />
progresiva huída en masa de los habitantes albaicineros a lo largo del primer quinquenio de la década de los<br />
60. Coincidió con el cumpleaños del cantaor, que acababa de regresar al barrio, la declaración por la UNESCO,<br />
en 1994, del Albaicín como Patrimonio de la Humanidad. Antes de marchar, al punto de ingresar en la clínica<br />
innombrable donde pasó a la inmortalidad artística el 13 de diciembre de 2010, supo de una nueva declaración,<br />
la del Flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y alcanzó a opinar:<br />
“Mejor hubiera estado que la Humanidad fuese declarada Patrimonio del Flamenco, ¿no? Tuve la idea de<br />
crear un colectivo que reivindicase a la humanidad como patrimonio del flamenco, para humanizar un poco<br />
a la gente ¿No dicen que la música amansa a las fieras?”<br />
Quien ya es, sin que falta le haga declaración oficial alguna, Patrimonio Cultural de la Humanidad, eterno<br />
defensor de la causa humana a la que regaló su cante, queda sancionado con dos honores póstumos que en otras<br />
manos resultarían contrarios, la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo y la Legión de Honor francesa. <strong>Morente</strong><br />
resuelve la paradoja con la hermandad; ese es su mejor legado, servido, por demás, en forma de buena música y<br />
buena letra.<br />
Desde los 13 años estaba empeñado en irse a Madrid. Quería ser cantaor…, o torero…, o… Quería emigrar,<br />
independizarse en la capital. Y en el Foro, con 17 años, descubrió que había otras lecturas más interesantes que<br />
las novelas del Oeste; en Madrid, lo que son las cosas, descubrió a Federico García Lorca:<br />
“Me quedé enganchao con “Doña Rosita la Soltera”, que me traía a la mente mi Andalucía; Pinos Puente y<br />
La Vega… Granada. Decía el libro que el poeta había muerto en un accidente de circulación. Yo era muy bruto,<br />
y a partir de llegar a Madrid tuve la suerte de encontrarme unas gentes que me descubrirán el gran mundo”.<br />
Educado, cortés, despierto, dueño de un particular sentido del humor, cayó en gracia ¡Caray, <strong>Enrique</strong>, qué<br />
bueno que viniste! Algo traía que le iba a proporcionar inmediato pasaje al bajel guillabaor, y se unió al barco<br />
del flamenco profesional:<br />
“Debo mucho al maestro Pepe el de La Matrona y a Bernardo de los Lobitos. A los dos los conocí en la<br />
peña Charlot ¡Cuánto aprendí a su lado! Afortunadamente, me di cuenta muy pronto de que lo más importante<br />
era el cante grande y dediqué el tiempo a conocer la tradición, que para mí es decisiva. Porque EL CANTE<br />
NO TIENE MAESTROS: TIENE DISCÍPULOS. Empecé a actuar gracias a Rafael Romero, que me llevó a<br />
trabajar a las Cuevas de Nemesio, un tablao que era una copia de las cuevas del Sacromonte”.<br />
Y ya estamos en el mismo barco, pues. Cuando las envidias patrias nos coloquen al pairo, cada vez que alguien<br />
le venga con belenes de que si este sí y el otro no…, a flor de boca tendrá <strong>Enrique</strong> el oportuno tapaboca: “¡A ver<br />
si nos enteramos de que estamos todos en el mismo barco!”. <strong>Morente</strong> ya era profesional:<br />
“Me gusta la profesión flamenca porque me ha dado la posibilidad de conocer a muchísimas personas<br />
que entroncaban más con mi sensibilidad. Yo trabajé en muchísimos oficios –de todos me echaban- antes<br />
de ser cantaor flamenco profesional, que me ha permitido viajar muchísimo, que me ha dado a disfrutar y<br />
sufrir muchísimo, a pasarlo muy bien, y lo he contrapunteado con los temporales. Como yo vengo de una<br />
familia proletaria, como diría alguien del PC, yo vengo de currantes, fue un cambio muy fuerte. El cante me<br />
ha permitido conocer a Octavio Paz, a Juan Rulfo, Luis Rius, Alberto Domingo, Paco Ignacio Taibo... Mis<br />
maestros eran gente muy culta, porque se formaron en los años veinte, cuando Manuel de Falla y Federico<br />
García Lorca acercaban al flamenco con la vanguardia, algo que en mi generación ya no tanto ocurrirá. He<br />
viajado a Nueva York, Rusia, Japón, India… Toda Europa me la he pateado del brazo de La Talegona”.
En esta profesión primero hay que ponerse “atrás”, para tomar perspectiva, asegurar el paso y calmar el pulso.<br />
Quien antes no fue cocinero, mal fraile será. De momento <strong>Enrique</strong> el Granadino, que le decían, cumplimentando<br />
adecuadamente la hoja de servicios, antes de ponerse “alante”, en primera línea cantaora, hizo el rodaje marcando<br />
el compás sometido a la cuadratura del baile. Y así anduvo por el planeta con Mariemma, Pepita Sarazena y<br />
José Luis Rodríguez o con Susana y José junto a María Zamorano Ruiz, La Talegona (Córdoba, 6/VIII/1909-11/<br />
II/1991), representando al Calixto de “La Celestina”: He aquí el primer hito registrado en la carrera del que ya se<br />
hacía llamar por su nombre, <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>.<br />
© 1971 Hispavox, S.A. / Foto Francisco Ontañón
Guía de escucha<br />
<strong>Morente</strong>, ¡A grabar!; nosotros, ¡A escuchar!<br />
La distinguida pareja dancística formada por Susana Audeoud Koniz (Berna, Suiza, 10/10/1919-Zúrich,<br />
Suiza, 1/1/2010) y José Luis de Udaeta Paris, José de Udaeta (Barcelona, 27/5/1919-15/9/2009), difundió con<br />
plena fortuna nuestros aires nacionales por Europa entre 1948 y 1970. Adelantados en la creación de espectáculos<br />
dramáticos, conformados, desde el lenguaje coreográfico por el flamenco, el clásico español y nuestras danzas<br />
regionales, pusieron en escena piezas de profundo arraigo español, entre otras “La Celestina”. Hubo química en<br />
la escena y tras la escena, que Susana se casó con el pianista y compositor de la compañía Antonio Robledo, en<br />
la pila Armin Janssen (Hannover, Alemania 12/V/1922-Zúrich, Suiza, 2/X/2014), quien a la postre compondrá<br />
con <strong>Morente</strong> las obras sinfónicas “Fantasía de cante jondo” y “Alegro soleá”.<br />
De momento, <strong>Enrique</strong> debuta en el microsurco al participar en el registro del disco “LA CELESTINA.<br />
BALLET CREADO POR SUSANA Y JOSÉ, Música: Antonio Robledo. Textos: Alberto Cárdenas” (Emi/<br />
Odeón MOAL 119, 1966), donde está acompañado por el magnífico piano de Janssen, el oboísta Pedro Iglesias<br />
y la superlativa guitarra de Andrés Batista Francisco (Barcelona, 12/X/1937).<br />
Interpreta –en el papel de Calixto- junto a La Talegona –en el papel de Celestina-, las bulerías cortas En casa<br />
de Celestina, que se inician con músicas navideñas de Juan Mojama/A. Mairena y se aliñan con aires pregoneros<br />
de Manuel Vallejo, y en solitario los martinetes del Hechizo del cíngulo, que <strong>Morente</strong> toma de Aurelio Sellés y,<br />
originalmente, de Pepe el de la Matrona –los grabó en 1947-, llevando el cante a su sitio, sin aliviarse, pero que<br />
ya los hace suyos, morentianos, por las melismáticas elevaciones “microtonales” en la parte valiente que marcan<br />
la diferencia. Empieza a hacer historia.<br />
El 23 de febrero de 1967 se hace <strong>Morente</strong> con el premio del concurso I Presencia de Málaga Cantaora en<br />
Madrid, en la final celebrada en el Teatro Beatriz, compitiendo con reconocidos profesionales -Bernardo el de los<br />
Lobitos, El Flecha padre e hijo, Antonio de Canillas, Alfredo Arrebola… Rafael Pareja, santón de conocimiento<br />
infinito y miembro del jurado, viéndose en minoría ante un veredicto final consecuencia –dicen- de componendas,<br />
zanjó con un terminante bastonazo en la mesa: “El premio tiene que ser para ese niño de Granada, que va a ser<br />
un cantaor de época”. Por cierto, según recuerda el cantaor unionense Niño Alfonso, algo parecido anunció dos<br />
años antes en Cartagena el maestro Pepe Marchena: <strong>Enrique</strong> el Granaíno es el mejor cantaor que he escuchado<br />
nunca, el que va a acabar con todos nosotros el día que ya no estemos aquí. Es el futuro del mañana”.<br />
Tal repercusión alcanzó el triunfo de <strong>Morente</strong> en el certamen, que<br />
propició su puesta de largo discográfica. El elepé de estreno, en la tirada<br />
inicial, incorporaba una faja con la inscripción: “Gran Premio del Certamen<br />
de Cante Jondo. Primera Presencia de Málaga Cantaora en Madrid”. Saldría<br />
el álbum, “CANTE FLAMENCO. ENRIQUE MORENTE” (Hispavox<br />
HHS 10-324), en el segundo semestre del 67 junto al primero de los epés,<br />
“<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>. Cante flamenco” (Hispavox HH 16-630). A la gozada<br />
discográfica se sumó su entrada en el tablao más cabal conocido, Zambra,<br />
y más concretamente en el elenco principal de la casa, el Cuadro Antología<br />
del Flamenco, con Rosa Durán, Juan Varea, Pericón de Cádiz, Rafael<br />
Romero y Perico el del Lunar.<br />
El pianista José Romero, que conocía a gentes en Hispavox, pidió cita y con <strong>Morente</strong> se presentó allí para<br />
que José Luis de Carlos, director artístico de la discográfica, atendiera al estilo del puntero valor en cierne. Se<br />
encontraron con que De Carlos estaba acompañado por Félix García Vizcaíno, Félix de Utrera (Las Palmas
de Gran Canaria, 29/VI/1929-Madrid, 4/IX/1998), tocaor al que conoce<br />
<strong>Enrique</strong> en ese momento. Le hicieron una prueba y José Luis ficha a<br />
<strong>Morente</strong>, le impone de acompañante a Félix, y se encarga del registro, justo<br />
antes de cambiar de empresa. Acabará en CBS, dando a conocer a Las<br />
Grecas o Los Chorbos, y ficha a <strong>Morente</strong> cuando este cumpla su contrato<br />
con Hispavox…<br />
Por lo pronto, <strong>Morente</strong> consigue que la independiente madrileña, tras<br />
la marcha de De Carlos, contrate al amigo José Blas Vega, quien se hará<br />
cargo en la misma del departamento de Flamenco y Folklore. En aquel<br />
tiempo <strong>Enrique</strong> era un “protegido” del tótem del arte flamenco jerezano,<br />
el respetado Tío Parrilla, que lo defendía como el joven valor del cante<br />
flamenco, hasta el punto de ponerle de guitarrista a su propio hijo, Parrilla de Jerez. Es más, el venerable calé<br />
se enfrentó al estudioso local Juan de la Plata, presidente de la Cátedra de Flamencología, que mantenía cierto<br />
escepticismo respecto al granadino. Junto al Tío Parrilla, disfrutó <strong>Morente</strong> de veladas de cante compartidas con<br />
santones como el Tío Borrico y costeadas por don José Cantos y Ropero, quien le hizo escuchar algunas de sus<br />
grabaciones privadas, como la que le hizo a Tío José de Paula, todo un tesoro, de donde <strong>Enrique</strong> posiblemente<br />
tomase las quejadas seguiriyas inéditas que se descubren en el disco extra, Este pan moreno –que muchos<br />
atribuirán a Paco la Luz y más parecen de Tío José. Y de esta importantísima etapa jerezana de <strong>Morente</strong> derivará<br />
el súmmum de la discografía flamenca, el álbum “Canta Jerez” –editado ya en 1968-, que se grabaría en el marco<br />
de una fiesta celebrada en los estudios Hispavox, de la calle Torrelaguna de Madrid, con lo mejorcito de la cantera<br />
jerezana, un álbum que se cierra con una fiesta por bulerías dedicada al Tío Parrilla…<br />
En su debut disquero, <strong>Morente</strong> sorprende por la profundidad y diversidad<br />
del contenido, por momentos inédito. Veámoslo. La verdulera, el único<br />
cante rítmico, sigue la estela de D. Antonio Chacón –del que <strong>Morente</strong> era<br />
defensor a ultranza e imbuyó a Blas Vega-, con el pregón aflamencado<br />
por Tío José el Granaíno. La pieza recientemente fue versionada por Los<br />
Planetas en “La leyenda del espacio”. Plaza de los Herradores, responde<br />
al fandango albaicinero que Frasquito Hierbabuena engrandeció, dotándolo<br />
de mayor musicalidad, y salvaguardó Cobitos. El primitivo cante de la caña<br />
no podía faltar en estos tiempos de gusto antológico, ofreciéndonos <strong>Morente</strong><br />
una intransitada versión de excelente copla, Y conmigo no ha podío.<br />
Tal vez lo más llamativo del contenido fuese Ni quien se acuerde de mí, la malagueña de la Peñaranda, toda<br />
una primicia. Pepe el de la Matrona le enseñó el cante, adjudicándolo con ciertas reservas a Concha la Peñaranda:<br />
“Estoy casi seguro, pero ahora mismo no me acuerdo…”. Se enfadó al ver el disco así asignado, pero en 1969<br />
el propio maestro lo incorporará a su antología, “Tesoros del flamenco antiguo” (Hispavox HH 10-346/7). Les<br />
diremos que en 1912 la Niña de los Peines había impresionado el cante, en una versión menos matizada, menos<br />
clara y definitoria, sin atribuirlo a nadie. Algunos opinan que es en realidad la bandolá de los jabegotes. Sin<br />
embargo, arrancando el siglo XX la primicia de este cante la grabó El Mochuelo, que granaína llamó; así fue<br />
conocido hasta los años 20, cuando pasó al olvido.<br />
En la soleá De tu querer apartarme, hace <strong>Morente</strong> los cantes del cabeza del cante grande gaditano, <strong>Enrique</strong><br />
el Mellizo, según el perdido modelo original; repitiendo hasta tres veces el segundo verso del primer cante, y<br />
metiendo unos ayeos en el último verso de esa primera copla. Aurelio Sellés, Matrona y Manolo el de Huelva<br />
fueron sus guías. En igual sentido, de hondo calado es su aportación de la seguiriya fetén del Mellizo, Toíto me<br />
viene en contra, hasta entonces mal difundida. Cante grabado por Pepe el de la Matrona el 18 de febrero de 1947<br />
para el profesor Manuel García Matos, que igualmente plasmó en París acompañado por Román el Granaíno en
1957. De Matrona lo recogió <strong>Morente</strong> y ante Aurelio Sellés contrastaría su exactitud y validez ratificándolas:<br />
“¡Eso lo hace <strong>Enrique</strong> muy bien!”, declarará el sabio anciano de Cádiz a José Blas Vega. Más allá le dejará dicho<br />
que si el cante se ha de conservar con autenticidad en el porvenir, el único capaz de transmitirlo, “el único que lo<br />
pueda conocer es este <strong>Morente</strong>, porque lleva el régimen ese; <strong>Morente</strong> lleva el…, el sitio”.<br />
Se me apareció la muerte, es una malagueña de Chacón que aprendió <strong>Enrique</strong> de Matrona y practicó desde<br />
los primeros años 60 manteniéndola en repertorio siempre. Dicen que es un estilo que reformó el genial jerezano,<br />
tomándolo del cantaor llamado Gayarre Chico o Gayarrito. El pianista Arturo Pavón nos aseguró: “Chacón la<br />
cantaba con cuatro versos, y mi padre le agregó un quinto: Para alivio de mis penas”. De Chacón lo retomarán<br />
otros, pues la malagueña “Por buscar la flor que amaba”, que se ha atribuido a Manuel Torre y a Diego el<br />
Marrurro, es una copia de la presente, un mismo cante. También divulgó, aprendidos de Pepe de la Matrona los<br />
martinetes, En la estación de Jerez, y los aires mineros de Pedro el Morato, A las minas del Romero. En las<br />
soleares Me tienes consumío, es una vez más Matrona el asesor, aunque <strong>Morente</strong> añade ecos de Fernanda de<br />
Utrera. Interpreta cantes trianeros de Ramón el Ollero, El Quino y Silverio,<br />
siendo la copla del segundo cante original de Matrona. Y de este recoge las<br />
variantes jerezanas por seguiriyas de Manuel Torre y Marrurro en Mi hora<br />
mala llegó.<br />
Pasado un año largo regresa <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> a los estudios de Hispavox<br />
un par de tardes, esta vez con un guitarrista por él elegido; el mejor que<br />
teníamos en España: Manuel Serrapí Sánchez, Niño Ricardo (Sevilla,<br />
11/VII/1904-14/IV/1972). Juntos impresionan el despampanante Lp<br />
“CANTES ANTIGUOS DEL FLAMENCO. ENRIQUE MORENTE.<br />
GUITARRISTA NIÑO RICARDO” (Hispavox HH 10-355), editado en<br />
la primera mitad de 1969.<br />
El prólogo, ideal para dejar flamencos boquiabiertos, lo pone con la Que te quise con locura, la malagueña<br />
grande de Chacón en una versión verdaderamente merecedora de la colosal acotación; Ricardo le secunda, divino,<br />
con un toque en tonalidad de taranta. Fue este superlativo cante el que le otorgó al granadino carta de naturaleza<br />
cabal entre toda la afición. La seguiriya que sigue, Los ojos abrió, tiene particulares significaciones mellizas, dobles<br />
enjundias: 1º En el segundo estilo, que da título, presenta al pueblo flamenco nada menos que un decimonónico<br />
cante del a la sazón rey del flamenco Silverio Franconetti, estilo que aprende del veterano Rafael Pareja. 2º En el<br />
cante inicial hace un giro, un semitono, que será un pequeño paso para el hombre, pero un paso de gigante para<br />
el arte jondo, pues con él venía a concretar la unión del Oriente y Occidente flamencos, de la Andalucía Bética y<br />
Penibética. Adoba el cante jerezano de Manuel Molina de unas “caídas” propias del cante minero:<br />
Como una cosa<br />
como cosita propia<br />
Te-e-he mirao yo<br />
pero quererte como yo te quería<br />
Ya-a-a eso se acabó.<br />
Nos referimos al semitono –así lo llaman los flamencos- que introduce justo en lo que marcamos en negrita,<br />
con lo que inicia lo que también se podría llamar la tarantización del cante jondo bajo andaluz. Inserta <strong>Morente</strong><br />
en el sistema modal bajoandaluz la característica séptima tarantera, esa nota diferencial de los aires mineros<br />
dentro del sistema del fandango sureño –la séptima del primer grado (séptima dominante del modo menor); el<br />
punto de inflexión melódica, donde tiende a caer la voz en momentos cruciales, caso clarísimo del primer tercio<br />
de la cartagenera: “Te inclinaaas” –avanzando pueden comprobarlo en Si vas a san Antolín. Esa nota viene de<br />
la parte del fandango que va en tonalidad mayor, que no de la modal, dado que el fandango sureño es bimodal.
Esta es la cuestión y la novedad, utilizar una nota en sexta dentro del modal andaluz, y poner allí el quejío.<br />
Este cruce de tonal y modal en absoluto fue producto de laboratorio, sino devenir natural del cante por el corazón,<br />
la mente y la voz de un aficionado de amplio espectro. Esto es lo que a los sordos e inmovilitas del planeta<br />
flamenco les llevó a acusar a <strong>Morente</strong> de que “cantaba al revés”. Está bien definido, porque se entiende ¿O no?<br />
Pero más que romper el esquema tonal del cante bajoandaluz, la escala andaluza, lo ENRIQUE-ce con sentires<br />
de su Oriente flamenco. Es un acto de hermandad, de afición ecuménica. Y más allá, en lo sucesivo, romperá<br />
esquemas con sus mezclas de las escalas andaluza y mayor/menor, algo que se continúa en la guitarra de Pepe<br />
Habichuela.<br />
Por cierto, el primero en tomar prestado el semitono de <strong>Morente</strong> será un ratón colorao llamado Camarón de la<br />
Isla, que lo lleva a su inmediata seguiriya “A los santos del cielo”, de 1970. Ítem más: Nadie se llame a engaño<br />
cuando vea la obra registrada a nombre de Blas Vega –o bajo el seudónimo Ópalo-, pues en aquel tiempo era muy<br />
complicado para un creador flamenco darse de alta en Autores, y ni merecía el esfuerzo para las pocas ganancias<br />
que se devengaban. Por eso <strong>Enrique</strong> le cedió la obra a su amigo Blas, que era socio SGAE y podía hacer el<br />
registro. En varios cantes ocurrió algo semejante, con este y demás autores.<br />
Merecía comentario el cantecito. Más telegráficamente les informaremos que prosigue <strong>Morente</strong> su recital con<br />
unos fandangos grandes del jerezano Niño Gloria, De rabia rompí a reir; dos estilos de soleares de Merced<br />
la Serneta y entre ellos intercalado uno de Frijones, En lo mejor de tus sueños, con divina letra y música; la<br />
malagueña de El Canario, Por las trenzas de tu pelo; unas impresionantes peteneras, Estrella de fuego, las<br />
que hacía Chacón y que logra reconstruir, con sello propio, según la información que le aportó Manolo el de<br />
Huelva. Igualmente de procedencia chaconiana, vía El de la Matrona, nos llegan los aires taranteros almerienses,<br />
Soy del reino de Almería, la famosa cartagenera de Chacón, Si vas a san Antolín, y el martinete con toná, Soy<br />
un pozo de fatigas, que puede estar influenciado por Jacinto Almadén y Juan Varea –un claro ascendiente en<br />
todo el álbum, como notable es el de Manolo Caracol- aunque muestre la personalidad de <strong>Morente</strong>. Nos restan<br />
las seguiriyas jerezanas Pago con la vida, del Marrurro y Manuel Molina; estas últimas, por <strong>Enrique</strong> adrede<br />
respiradas -sin tirar de fiato-, negándose al aplauso fácil que tal uso procuraba en los festivales a los cantaores<br />
más gaiteros –“Prefiero la hecatombe a la mediocridad”, era uno de sus lemas.<br />
La afición se hizo lenguas de la titánica malagueña grande de Chacón que presentó <strong>Morente</strong>, obligando a su<br />
discográfica a sacar en 1970 un epé –el cuarto y último del cantaor-, con dicha pieza, amén de la seguiriya de<br />
Silverio, la petenera y los fandangos:“<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>. Guitarrista Niño Ricardo” (Hispavox HH 16-733).<br />
Entró el granadino en el mundo del festival bajoandaluz, y a una la crítica y la flamencología del lugar le dio<br />
nones ¿Por qué? Porque se salía de la tabla, se salía del camino predeterminado, de la norma establecida por el<br />
imperante mairenismo –el mairenismo; Antonio Mairena, siempre respetó la valía y afición de <strong>Enrique</strong>… Y así<br />
empezó la leyenda del cantaor desprestigiado. Hablar de <strong>Morente</strong> es un continuo tener que recurrir a las comillas,<br />
escuchémosle:<br />
“Estoy súper desprestigiao…, gracias a ese desprestigio vivo. Yo estoy muy contento con mi desprestigio.<br />
Hay gente que se deprime, se suicida… Yo no, es fantástico estar desprestigiao. Es una situación divertidísima”.<br />
Pues ya metido en faena “empezó <strong>Enrique</strong> con las tonterías”…, que así entendía su mismo productor el álbum<br />
por venir… Estando en estas, “si no te mueres, te quedas desfigurao”, falló el maestro ¿Qué había sucedido?<br />
En la Cervecería Alemana, de la madrileña Plaza de Santa Ana, tres colegiales, ya mayorcitos, vamos, de<br />
colegio mayor, del San Juan Evangelista, Andrés Raya, José Luis Ortiz Nuevo y Francisco Gutiérrez Carbajo, le<br />
mostraron un librito prohibido a <strong>Morente</strong>, quien descubre el contenido: “Era de Miguel Hernández y enseguida<br />
me di cuenta de que esos textos podían cantarse por flamenco”. La fuerza poética de aquel bardo maldito inspiró
su tercer álbum: “ENRIQUE MORENTE. HOMENAJE FLAMENCO A<br />
MIGUEL HERNÁNDEZ” (Clave 18-1251 S, 1971).<br />
Aún cuando <strong>Morente</strong> no se movía un ápice de los cánones tradicionales, por<br />
su inclinación chaconiana en pleno mairenismo –que se impuso defenestrar<br />
a quien fuera nominado “Papa del flamenco”- había muchos que le tenían<br />
ojeriza, ¡qué no sería después! Imaginen la trifulca contra este hombre de<br />
buena voluntad, que se puso a cantar a Miguel Hernández, nada más y nada<br />
menos. Fue un flamenco el primero en devolverle la vida pública a aquellos<br />
versos de rojo pasional. Cuando apareció el disco, hubo quien se dio a buscar<br />
la identidad del tal cantaor Hernández…<br />
Con su guitarrista de cabecera, Manuel Fernández Molina, Parrilla de<br />
Jerez (Jerez, 21/IX/1945-6/VI/2009), y el que a diario le acompañaba en<br />
el tablao Zambra, Pedro del Valle Castro, Perico el del Lunar (Madrid,<br />
13/III/1940), se registró el álbum el los estudios Hispavox la temporada<br />
1969/70. La censura franquista lo tuvo en dique seco hasta fines de 1971.<br />
Tras sellarlo con un “Denegado”, en segunda instancia acordó aprobarlo<br />
pero sin el tema Aceituneros, con el toque de Perico, versión morentiana de Andaluces de Jaén sobre el cante<br />
por peteneras que practicaba Rafael Romero, que hemos recuperado en el cedé de rarezas. En México, donde<br />
Hispavox tenía su filial Gamma, se editó el LP antes y completo –salvo las soleares, por exceso de duración.<br />
Se conjugan en esta entrega las influencias de sus maestros en Zambra, de forma general Juan Varea -Dios<br />
te va a mandar un castigo, bulerías por soleá-, sumándose a la inspiración Rafael Romero –El niño yuntero,<br />
malagueñas de La Trini con fandango del Albaicín-, sin olvidarnos de Bernardo el de los Lobitos, cuyo eco está<br />
presente en las dulces granaínas -Un veneno ‘pa’ que yo muera- y el momento sublime, con las Nanas de la<br />
cebolla. Muestran una inequívoca procedencia <strong>Morente</strong>, tanto por el repertorio lírico como por las cadencias<br />
musicales, los tientos, El carro de mi fortuna, y las soleares, Con la raíz del querer, con ecos alcalareños de<br />
Joaquín el de la Paula intercalados por el estilo trianero que se atribuye sin mayor certeza a Pinea el Zapatero.<br />
Pero lo esencial fue la propuesta lírica/cantaora-creadora que hizo <strong>Morente</strong>. Sentado sobre los muertos fue<br />
la composición morentera inicial que planteó el disco, basada en primitivos romances sanluqueño-portuenses,<br />
algunos con dejos de petenera. Pero era tan de la casa que en su tiempo de nacimiento, 1969, no sabía <strong>Morente</strong><br />
cómo tildarla, ni qué acompañamiento guitarrístico colocarle –finalmente se lo puso Parrilla. A esas alturas, no<br />
crean, <strong>Morente</strong> ya manejaba en secreto un curioso repertorio propio, caso insólito desde hacía décadas, que, sin<br />
embargo, ocultaba por temor a represalias… Cuando ejecutaba su singular seguiriya –Voces doy al viento- Rafael<br />
Romero siempre le preguntaba por la procedencia, y <strong>Enrique</strong> se lo atribuía a “un gitano viejo de Sanlúcar”…<br />
Demostración sonora de lo antedicho queda de manifiesto en el disco de inéditos con la seguiriya Este pan<br />
moreno, cuyo segundo cante es precisamente la versión primera de Voces doy al viento. Se registró en 1971,<br />
junto a las alegrías Me tiene de tal manera, con el toque de Parrilla de Jerez, pero nunca hasta hoy se publicaron<br />
estas obras. Tras impresionarlas, el gran director de teatro y discípulo de Buñuel, Juan Ibáñez (1938-2000), quien<br />
acabó firmando la contra del disco español dedicado a Hernández, le propuso a <strong>Enrique</strong> una temporadita en<br />
México. Allá se fue el 6 de septiembre de 1971, con Parrilla de Jerez y su hermana la bailaora Ana Parrilla. En<br />
principio era por tres meses y medio, pero <strong>Morente</strong> se hizo un master de okupa azteca: “Iba pa un mes y me quedé<br />
un año”. Los Parrilla volvieron y <strong>Morente</strong> desde allá reclamó acá a un jovencito guitarrista madrileño de casta<br />
flamenca y sobradas facultades que había conocido en Zambra, José Manuel Ortega Heredia, Manzanita (Madrid,<br />
7/II/1956-Alhaurín de la Torre, Málaga, 6/XII/2004). Con la perspectiva atlántica, <strong>Morente</strong> vio el cielo abierto:
“Cuando me preguntan dónde aprendí a<br />
cantar, tengo que decir: en México. Yo me<br />
encontré a mí mismo en México. México<br />
significó la libertad. Empecé a liberarme<br />
de una serie de miedos, de advertencias...<br />
Fue en México con Manzanita cuando, él<br />
y yo, juntos, empezamos a inventar ritmos,<br />
a tocar y a cantar de otra forma. Era una<br />
cosa natural. Nos salía así, no es que<br />
quisiéramos descubrir América, pero, ¡por<br />
desgracia!, descubrimos cosicas…”.<br />
Aquel viaje iniciático revelará a <strong>Morente</strong><br />
que su barco era a la vez un portaaviones con<br />
despegues discrecionales hacia territorios ajenos a dogmas y confusiones, donde habitan oídos libres. Juntos,<br />
al regreso, <strong>Morente</strong> y Manzanita se integrarán en El Café de Chinitas antes de plasmar parte de la querencia<br />
exploradora en un disco de significativo título, “ENRIQUE MORENTE. SE HACE CAMINO AL ANDAR”<br />
(Clave 18-1342-S), que vino con la primavera de 1975.<br />
Se grabó en varias sesiones dispuestas tras las actuaciones en el tablao –se nota el “dejo tablao”-, sin el<br />
más mínimo descanso aconsejable para recuperar fuerzas, y ahí está medio cuadro del local, Manzanita y Los<br />
Chorbos, Tony Maya… y Luis Habichuela, quien pronto le presentará a <strong>Enrique</strong> a su hermano Pepe…<br />
<strong>Morente</strong> en México había perdido el miedo a la libertad, al qué dirán patrio-flamenco, y no se arredró a la hora<br />
de refrescar a lo festero su repertorio o bautizar las creaciones que presentaba a su nombre. Aquí aparecen los<br />
primeros cantes con denominación de origen desde los tiempos de la II República. Muestra sus propios tangos -A<br />
la hora de la muerte-, que causan gran impacto, sus tientos -Yo seré como la mimbre-, al fin su seguiriya, Voces<br />
doy al viento, repleta de semitonos mineros como sus fandangos -Contando los eslabones. Estos últimos, por<br />
cierto, con Paco de Lucía los registró Camarón de la Isla antes que <strong>Morente</strong> «Ni que me manden a mí»-, aunque<br />
el padre del guitarrista y productor ocultó la procedencia. En cualquier caso, Camarón fue a disculparse ante un<br />
<strong>Morente</strong> que antes que molesto estaba feliz por escucharle a José su cante. Había química entre ambos.<br />
Acerca del repertorio tradicional morentizado hemos de referir los fandangos del Albaicín, Granada, calle de<br />
Elvira, la versión ligera de aquellos inaugurales de Frasquito Hierbabuena, o las gaditanas alegrías Sale el sol.<br />
Interpreta a modo de tarantos la levantica, en Minerico barrenero; lo hizo primero para una coreografía de Mario<br />
Maya y Carmen Mora, después secundando a Loli Flores y Manuela Vargas, e impuso moda entre la profesión<br />
que tomó la costumbre de hacer estas músicas en aire binario bailable: Camarón, Rancapino, Juanito Villar, José<br />
Mercé, etcétera. Completando el apartado minero aporta Trabajar y madrugar, cantes de tarantas-mineras que<br />
Chacón reformó partiendo del repertorio almeriense y unionense. Entregado afronta <strong>Enrique</strong> con cadencias propias<br />
las soleares Lloré más que Jeremías, que hunden sus raíces primero en aires de Alcalá y segundo de Triana –por<br />
Mairena atribuidos a La Andonda-, para rematar, a la antigua forma, con una bulería por soleá.<br />
Al ver al hereje levantarse y hacer camino al andar, la santa flamencología puso el grito en el santo cielo.<br />
Hubo excepciones. Un valiente que escudó el determinante paso de <strong>Morente</strong>, fue Fernando Quiñones. Desde las<br />
páginas de ABC (19/IV/1975) alabó su gesto, apoyando la urgente necesidad de caminar por sendas diferentes<br />
recuperando cada cual su propia voz. Con la obligada cautela Quiñones piropeó el trabajo y las creaciones<br />
personales del cantaor, eso sí, «peropeando», poniéndole peros, negándoles valor a los tangos que él vio como<br />
«rumbitas de Peret». Nadie es perfecto.
Unas “rumbitas” de genuino sabor tanguero sacromontano y rítmica de Caño Roto que concluían con un guiño<br />
a Federico, el recuerdo a “Doña Rosita la soltera”: Abierta estaba la rosa… Este mismo año 75 aparecieron de<br />
inmediato dos versiones alternativas, con letras adaptadas a la música de <strong>Morente</strong>. Una del cantaor trianero Curro<br />
Fernández, “No reniego de mi raza” (Moviplay/Gong, 1975), y otra en son de gipsy rock a cargo del grupo folkflamenco<br />
almeriense Cal y Canto, “Cada verso un camino” (Polydor 23 85 102, 1975). Con “Se hace camino al<br />
andar” se iniciaba también el concepto de “se hace camino al copiar”, que cuajará de giros morentianos el flamenco<br />
presente. Muchos de los hallazgos del momento han pasado de manera casi anónima al acervo flamenco. Las<br />
entonaciones atarantadas de <strong>Morente</strong>, su concepción de los tangos –más jaleos y bulerías por venir-, las nuevas<br />
variantes de viejos géneros, la dimensión catedralicia de la tonalidad..., son los primeros eslabones de una cadena<br />
que se prolongó en múltiples direcciones.<br />
A propósito, escuchemos las palabras que en 1993 nos dejó Manzanita:<br />
“Con <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> hice Se hace camino al andar. La verdad es que <strong>Enrique</strong> siempre ha sido un<br />
hombre muy innovador, muy inquieto. Él me ha enseñado mucho. Yo creo que la mayor parte de lo que soy<br />
yo me lo ha enseñado él. Me enseñó lo que era la poesía. El disco que hicimos... Yo creo que de ahí, de ahí<br />
empezamos a partir mucha gente. Todavía hoy escuchas ese disco y está actualizado, parece que está hecho<br />
ayer. Yo estoy muy contento de ese trabajo y me imagino que él también. Nos queremos muchísimo. Fue una<br />
experiencia irrepetible. Muchas veces hemos pensado en hacer otro trabajo juntos, pero las circunstancias<br />
lo han impedido”.<br />
Nada es eterno y ya no podrá ser. Pero, al menos, gracias a las gestiones de Javier Bilbao, se han rescatado<br />
de los archivos Hispavox descartes del álbum de marras, que hoy adquieren particular valor, con <strong>Morente</strong> y<br />
Manzanita mano a mano. De los famosos tangos A la hora de la muerte hemos logrado recomponer dos piezas<br />
alternativas, una, magnífica, donde únicamente escuchamos la voz en directo de <strong>Morente</strong>, y una segunda en la<br />
que se dobla haciendo un dueto como los que a inicios de los años 60 practicaban La Perla de Cádiz y María<br />
Vargas, cantando al unísono por alegrías; aquí lo hace <strong>Enrique</strong> por tangos y está que se sale. Y por otra parte<br />
ha surgido una joyita, muy significativa en la biografía de <strong>Morente</strong>. Nos referimos a los fandangos de don José<br />
Cepero, Pa ese coche funeral, que el granadino puso en actualidad. Les refrescamos el episodio. Coincidieron el<br />
tremendo Proceso 2001 y el atentado al presidente del Gobierno almirante Carrero Blanco. Aquel día señalado,<br />
20 de diciembre de 1973, <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> anunciaba un recital en el Colegio Mayor San Juan Evangelista. Y<br />
cantó, pero poco. Tan sólo el añejo fandango: Pa ese coche funeral / yo no me quiero quitar el sombrero, / pa<br />
ese coche funeral, / que la persona que va dentro / me ha hecho a mí de pasar / los más terribles tormentos.<br />
De seguido…, el acabose. Del escenario se llevó la policía a <strong>Morente</strong>, suspendiendo el recital, y al local se le<br />
sancionó con una multa de 100.000 pesetas…, que a cuatro años vista la Ley de Amnistía mandó a la papelera.<br />
Con todo, lo más rupturista de <strong>Morente</strong> este rupturista año de 1975, será su colaboración en el primer disco<br />
en solitario del rockero sevillano Gualberto, “A la vida y al dolor” (GONG/Movieplay S-32.645), que sacaría<br />
el inefable Gonzalo Garciapelayo. Por aquello de los contratos en exclusiva, <strong>Morente</strong> aparece simplemente<br />
como <strong>Enrique</strong>, pero es tan inconfundible como Bob Dylan, no pasa desapercibido! Lo escuchamos en el disco<br />
de extras: La pincelada en Canción del arco iris (Rainbow song), el quejío lacerante entre sitares y sonantas<br />
en aire de bulerías por soleá de Terraplén, y el cante “semitonado” de Prisioneros –compartido con “cante”<br />
anglosajón- sobre una base rockera eléctrica y ecléctica. Allí los pelos largos jóvenes, aquí los flamencólicos con<br />
los pelos de punta. “¡En qué tribunal se ha visto / ni en qué sala ni en qué audiencia / al reo darle por libre / y al<br />
libre darle sentencia!”, canta <strong>Enrique</strong> antes de ir, casi, preso de tanto alarde de libertad. En su favor conste que<br />
este último cante por carceleras se lo transmitió Aurelio Sellés, del original martinete del gaditano Juan Cantoral<br />
–para Silverio el mejor de la especialidad. Ya lo decía el maestro: “Solo retrocediendo podemos coger carrerilla<br />
para saltar al mañana”.
Consumando esta primera etapa profesional, <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong><br />
plasma una obra antológica, “HOMENAJE A DON ANTONIO<br />
CHACÓN. ENRIQUE MORENTE / PEPE HABICHUELA”<br />
(Clave 18.1380 S, 1977), culminación de esos tres lustros volcados<br />
en el desagravio a quien fuera indiscutido number one del género,<br />
calumniado por los flamencólicos –término aportado a nuestro<br />
bagaje léxico por <strong>Morente</strong>. Para la recuperación de la figura y el<br />
arte de don Antonio Chacón encontró <strong>Morente</strong> el aliado crucial<br />
en su amigo –y productor- José Blas Vega, quien, por su parte,<br />
entregará a la bibliografía flamenca un ensayo absolutamente<br />
esencial: “Vida y cante de don Antonio Chacón” (Ayuntamiento<br />
de Córdoba. Concejalía de Cultura, 1986). De momento unen<br />
voluntades en la confección de un doble álbum que recupere todos<br />
los cantes posibles de aquel genio jerezano. Antonio Chacón era el<br />
no va más a defender, recuperar y divulgar.<br />
Mientras Blas Vega profundiza en el apartado histórico,<br />
<strong>Morente</strong> refresca su legado artístico para devolverlo a la vida en<br />
plenitud, un legado que fue recomponiendo con ayuda de los viejos<br />
sabios que en el planeta flamenco fue encontrando: Pepe el de la<br />
Matrona, Manolo el de Huelva, Aurelio Sellés, Bernardo el de los<br />
Lobitos, Jacinto Almadén, Rafael Pareja, Tío Parrilla, Pericón de Cádiz, Manuel Pavón, Juan Varea, Manolo<br />
Caracol, Antonio Grau y tantos otros. Nada hay aquí de improvisación, sí de investigación y mucho trabajo para<br />
actualizar el legado de Chacón. En este sentido hay que abrir párrafo aparte para recibir a ese guitarrista con<br />
el que concibió, tono a tono, acorde tras acorde, la colosal obra. Señoras, señores, con ustedes, José Antonio<br />
Carmona Carmona, ¡Pepe Habichuela!<br />
- Hola, qué tal.<br />
- Pues mira, hablando de ti estaba. Que eso, qué cómo conociste a <strong>Morente</strong> y tal y tal.<br />
- Pues fue en 1973 o 74. Yo trabajaba en Las Brujas con Manolo Sanlúcar, y <strong>Enrique</strong>, que entonces<br />
hacía pareja artística con él, vino al tablao y nos conocimos ¡Ah!, antes, lo escuché en Zambra y mi<br />
hermano Luis me lo presentó y me hablaba muy bien del paisano, de que cantaba fuera de serie… Pero<br />
esa noche nos fuimos desde Las Brujas a tomar una copa a la venta El Palomar, y hubo ahí un encuentro<br />
bonito de la guitarra y la voz. Así empezamos…, pronto vinieron las actuaciones en las universidades, y<br />
luego los discos, que grabamos en 1977 hasta tres, el doble de Chacón y “Despegando”. Me preguntó,<br />
- “¿Te apetece que grabemos?” –“Ya estás tardando”, le dije. Me iba todas las tardes a ensayar en su<br />
casa, en Álvarez Abellán, en Carabanchel, Su madre, que en gloria esté, nos daba de merendar mientras<br />
nosotros andábamos preparando el disco, y echábamos la tarde fenómeno. Se nos pasaba el tiempo volao,<br />
porque estábamos haciendo algo que nos gustaba a los dos. Lo trabajamos mucho, y ese trabajo se nota<br />
nada más que empiezas a escuchar los discos; se nota que hubo ensayos y complicidad.<br />
- Pero sé que a la hora de grabar alguna de las piezas llegaste al estudio algo perjudicado…<br />
- ¡Cómo lo sabes! Tenía er deo con fiebre, me había pillado el pulgar con la puerta del coche y estaba<br />
sin uña. Pero <strong>Enrique</strong>, como era así, me animó a intentarlo –“A ti, como te suena la guitarra, no te hace<br />
falta ni uña ni na…”. Bueno, ahí ha quedado, y, la verdad, no ha quedado mal.<br />
Pepe Habichuela (Granada, 23/X/1944) se hace cargo de todas las guitarras que suenan, pues a veces hace<br />
recordings e interpreta dos a la vez, y, por si fuera poco, en el mirabrás utiliza el instrumento como elemento<br />
de percusión. Del resto de las percusiones, jaleos y palmas se encargaron Cancanilla -quien también baila-,<br />
Guadiana y Chocolate de Madrid. Con tal apoyo <strong>Enrique</strong> y Pepe, su mano derecha por muchos años –con fiebre
y sin fiebre-, concibieron un trabajo que es un auténtico monumento en torno al legado pontificio de Chacón,<br />
poniendo al día el complejo mundo de las esencias y las herencias chaconianas, creadas en los albores del pasado<br />
siglo y caídas en desgracia con la posguerra, porque llegaron los doctores de la Iglesia Jonda dispuestos a pasarse<br />
de listos y quedarse cortos de oído. <strong>Morente</strong> se eleva por las escalas tonales en un paroxismo vertiginoso mientras<br />
Pepe armoniza en la guitarra todas y cada una de sus cadencias, sin acudir a los lugares comunes, buscando<br />
soluciones de futuro. Es por ello que insistirá <strong>Morente</strong> en que ambos aparezcan en portada y sean anunciados con<br />
letras de igual tamaño. El cantaor, tan poco dado a vanagloriarse, sí a restarse méritos, fuera de norma declaró<br />
sobre esta obra cuando hubo lugar: “El disco que hice con Pepe Habichuela, Homenaje a don Antonio Chacón,<br />
me parece que es un trabajo serio, que tiene una calidad…”<br />
El doble álbum de lujo, presentado por José Blas Vega, llevaba en portada un retrato de los protagonistas<br />
realizado por Mario Pacheco, quien sitúa a cantaor y guitarrista ante un velador del colmao madrileño Los<br />
Gabrieles (C/. Echegaray, 17) con dos catavinos de buen fino, rodeados de azulejos publicitarios de la época.<br />
Chacón impartía cátedra allí mismo, a la vera de la plaza de Santa Ana. En la imagen, Pepe Habichuela está<br />
tocando en la guitarra sobre el inspirador acorde de taranta, que tanto aportó al cante de Chacón y a <strong>Morente</strong> para<br />
su revolución flamenca.<br />
Por una vez lo bien hecho bien resulta, e Hispavox presenta el trabajo oportunamente, siendo condecorado<br />
el álbum en 1978 con el Premio Nacional de Música Popular del Ministerio de Cultura… Hubimos de aguardar<br />
a que en 1995 dicho ministerio concediese a <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> el Premio Nacional de Música -distinción hasta<br />
la fecha vetada para un flamenco-, para que Hispavox, y aún tardó un año, se replantease digitalizar su obra y<br />
reeditar completo por vez primera tan significativo álbum. Le tendremos que echar la boca.<br />
El que aquí se presenta es un Chacón tan fidedigno como actualizado. Apartándonos del método empleado<br />
hasta este punto, no vamos a entrar a pormenorizar ningún cante. Como tal antología ya está suficientemente<br />
sistematizado el contenido, pero adviertan ustedes mismos y asómbrense de la dimensión tonal de cada pieza.<br />
Con un legado así, sí que se puede y da gusto hacer camino al andar…<br />
Es el momento de cederle los trastos al maestro Ortiz Nuevo, El Poeta, quien en aquellos años convivió,<br />
conversó y registró las entrevistas con su amigo <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>. El poeta le pide a su cantaor que se explique…<br />
<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> y Perico el del Lunar<br />
© 1971 Hispavox, S.A. / Foto Francisco Ontañón
DOS CONVERSACIONES INÉDITAS<br />
José Luis Ortiz Nuevo<br />
Me pide José Manuel Gamboa que escriba por mor de <strong>Morente</strong> remembrando la relación nuestra en los<br />
decisivos años setenta del siglo en que estuvimos y se nos fue del todo como el Maestro mismo manque ambos el<br />
siglo y el maestro permanezcan vivos en las memorias de la gente que los sufrió y sintió en sus carnes pero siendo<br />
esto cierto ocurre que en estos momentos tengo el procesador de recuerdos en fase de realojo por lo cual he creído<br />
conveniente salvar el compromiso dando a luz dos textos de aquellos años aún inéditos y que son fragmentos de<br />
conversaciones que tuve con <strong>Enrique</strong> en su piso de Carabanchel por la tarde después de haber disfrutao un cocido<br />
soberbio de la señá Encarna allí mismo en el cuartito donde estaba la reja andaluza sobre la pared blanca con el<br />
dibujo de Juanito el Sordo y el retrato de Pastora que nos cobijaba de cigarro en cigarro de historia en historia<br />
de pensamiento a pensamiento y he aquí que por estas declaraciones íntimas sabemos ahora de su propia voz el<br />
alcance de sus principios y ya después lo que razonaba lo que buscaba cómo lo buscaba las contradicciones los<br />
sueños los pasos que dio para abrirse camino con inteligencia afición y perseverancia grandes verlahí que sí.<br />
I<br />
Los primeros recuerdos… ya sabes que yo nací en la cuesta de San Gregorio, me bautizaron en San José,<br />
católicamente. Los primeros recuerdos cantaores son que en frente de mi casa había una tabernilla muy bonita en<br />
la que se juntaban dos peñas de hombres, de cante; y entonces los que llegaban primero me daban una copita de<br />
vino dulce y ya estaba yo cantando, emborrachao claro, me subían y ala ala a cantar. Al rato llegaban los otros y<br />
subían otra vez por mí, me despertaba y otra vez a cantar, yo casi no me acuerdo, lo recuerdo muy vagamente, y<br />
estas dos peñas no me acuerdo cómo se llamaban.<br />
La taberna se llamaba Casa Manolico y era una taberna que ahora llego y me da una pena porque ya no está…<br />
y allí escuchaba cantar. Había otra taberna abajo en la placita de San Gregorio que siempre estábamos cantando,<br />
todas las noches, iban los hombres allí y cantaban, cogía yo y detrás del mostrador iba a escuchar cantar, o iba por<br />
vino y me queaba a escucharlos cantar, cantaba muy bien un hombre que había allí, que despachaba… y estos tal<br />
vez sean los primeros recuerdos que tengo como de cantaor.<br />
A la escuela no, algunos días recuerdo que fui a una mujer que daba clases que se llamaba Doña Magdalena<br />
que estaba en la iglesia de San José y nos enseñaba el aeiou con una hoja de lechuga, siempre decía: La ele con la<br />
o lo, y le daba un bocao a la lechuga y te enseñaba el aeiou con una lechuga. Yo creo que los niños pasarían más<br />
hambre de verla comiéndose la lechuga, voceando a los chavales, a los amigos, na, y nos íbamos al río.<br />
Después ya más regrandecío, sí ya fui a una donde iban los monaguillos, porque me metí a monaguillo en la<br />
catedral, allí cantaba, cantaba eso de los chicos que cantan, lo de los seises y no tenía tiempo de ir a la escuela,<br />
estaba allí todo el día muy ocupado con las cosas de la iglesia, en aquel momento eran muy importantes en<br />
Granada las cosas de la iglesia, estaba metío allí en la catedral y por las tardes también con los turistas, les enseñaba<br />
la catedral, los subía a la Alhambra y les decía: Todo esto lo ha hecho Franco, y entonces los monaguillos tenían<br />
una escuela al lao del seminario, en Granada, y fui allí unos días, pero llegábamos todos tarde porque estábamos<br />
mu ocupaos, estábamos siempre en la iglesia. Los curas te pagaban muy mal, los turistas siempre nos dejaban los<br />
durillos esos de papel y los cabezones, era de lo que vivíamos, cobrábamos algo, no me acuerdo, una ridiculez.<br />
Vivía más que nada de los turistas. Hasta que nos pescaron un día un tío, no sé qué Muñoz, no sé cómo se llamaba,<br />
y nos pescó un día pegándonos vestidos de monaguillos delante de la Purísima de Alonso Cano por una propina.<br />
Era una escultura muy bonita y nosotros se la enseñábamos a los turistas: esta es la Purísima de Alonso Cano. Y<br />
nos vio allí dándonos puñetazos, yo no sé quién tenía la propina, la tendría yo, no sé; pero eso no se me olvidará<br />
en mi vida. Y nos echó de allí de la catedral delante de la sacristía pegándonos: ¡¡Fuera!!<br />
Después de allí ¿qué hice? Pues me fui a la Virgen de las Angustias, a cantar, otra iglesia, sí a cantar siempre.<br />
En la catedral estaba de seise, cantaba, también ayudé a misa pero vamos cantaba más que nada. Después me fui a
la catedral también a un coro que había y estuve poco tiempo y después me metí a carpintero y después de platero,<br />
no después de botones, estuve mucho tiempo de botones en el liceo, un sitio que hay en Granada que le llaman el<br />
Liceo y de allí también nos echaron un día a todos los botones por jugar al billar: recuerdo una noche de Reyes<br />
que nos metimos todos, nos gustaba mucho jugar al billar, estábamos engolfaos con el billar, todo el dinero que<br />
sacábamos de las propinas nos lo gastábamos luego con el billar y una noche de Reyes, después del baile y eso que<br />
hubo, nos esperamos y por una ventana saltamos, tú fíjate, por jugar al billar, por la noche y estábamos jugando al<br />
billar y había un jorobao de guardia, salió detrás de nosotros, nosotros por una escalera de caracol corriendo y nos<br />
echaron de allí al día siguiente a todos.<br />
Y después de platero, no sé, empecé a trabajar por ahí. Y mientras tanto la cosa del cante, no sé, yo cantaba con<br />
los botones y otro chaval que había por allí que cantaba muy bien, no sé qué habrá sido de él pero cantaba muy<br />
bien. Entonces por la peña esa ya no… pasaba por allí y los oía cantar, sí alguna vez también entraba, pero vamos<br />
ya no como antes porque entonces era más chico cuando lo de estos hombres. Entonces cantaba con los chavales,<br />
con todos los chavales del barrio.<br />
Yo casi no me acuerdo, yo qué sé, por fandangos era lo que más se cantaba, me imagino que entonces cantaría<br />
lo mismo una cosa que escuchara por la radio que una cosa que escuchara en la taberna que una cosa que escuchara<br />
en las casas cuando las fiestas de algo, bautizos o algo, que había muchos, en mi casa estaban siempre de fiesta,<br />
cualquier pretexto ya era motivo de jaleo.<br />
Y a los 15 o 16 años fue cuando me vine p´acá. Entonces ni soñaba, vamos, ni soñaba, ser cantaor lo soñaba<br />
mucho, que cantaba, soñaba, pero vamos, no lo veía yo.<br />
Yo cantaor, cantaor, yo nunca me he imaginao como cantante de otra cosa, ni he sío, ni he cantao nunca otra<br />
cosa, nunca. ¿Es curioso, no? Pero nunca me ha dao por cantar… ni lo entendía, otra cosa que no fuera flamenco<br />
no la entendía nunca. La música que yo hice de niño no la entendía, yo cantaba en latín y no sabía ni lo que cantaba.<br />
El cura que nos enseñaba a cantar nos decía: Esto tenéis que cantar, y nosotros lo cantábamos, y yo no sabía si<br />
cantaba en latín o lo que cantaba. No, no, nunca y hasta la fecha no se me ha ocurrido cantar otra cosa.<br />
Yo creo que empecé a trabajar a los nueve años, cuando trabajaba de botones tendría nueve años o así. Trabajaba<br />
allí de lo que fuera y pasaba hambre muchísima. Trabajaba desde por la mañana a la noche, hasta las diez o las<br />
once la noche. Y ya cuando me vine a Madrid, trabajaba pero por lo menos comía, trabajé de albañil, de zapatero<br />
y ya luego de cantaor, y menos mal porque si no hubiese seguío trabajando de lo que fuera. Estuve de albañil, de<br />
pintor, trabajé aquí allí, hasta que salí de cantaor.<br />
Al principio cantar fue fatal. El comienzo mío aquí en Madrid fue una cosa bastante mala. Muchas<br />
discriminaciones, en aquel momento todo el mundo metiéndose contigo. Ser andaluz era ser sucio, fulero, no sé,<br />
muchas palabras que yo no había oído nunca. Yo me decía: ¿Y eso qué es? Andaluz te lo decían en tono insultante,<br />
era ser vago. ¡Me cago en sus muertos! Estaba muerto de trabajar y eso era ser vago.<br />
¿Cómo fue? Vivía ahí en un barrio viejo de Madrid, por Embajadores, en una casa de huéspedes, que tenía allí<br />
mujeres y hombres, tenía allí de todo, y yo vivía en la cocina, me cago en sus muertos con una cortina: había tres<br />
infernillos de esos de petróleo y al lao de la cocina estaba el wáter, todo estaba allí, allí la cama, allí dormía. ¡Me<br />
cago en sus muertos! Así que nos hartábamos de trabajar y decían que éramos unos vagos los andaluces, qué guasa.<br />
Esos años fueron una época fatal y yo no sabía entonces que iba a ser cantaor.<br />
Cuando yo me vine a Madrid se vino un primo mío también que después se volvió a Granada, le gustaba<br />
mucho el cante, canta y le llaman El Porrina; decía yo: el que mejor canta después del Porrina soy yo. Entonces<br />
nos juntábamos, nos empezábamos a juntar con unos tíos de Huelva, cantaban, aficionaos al cante. Y nos íbamos<br />
a sitios donde poder cantar, una tabernilla que hay por el Rastro. Nos juntábamos con ellos siempre y entonces<br />
cantábamos. Nos juntábamos a cantar los domingos por la mañana y por la tarde con esa gente aficionada al cante<br />
y después entré en contacto con profesionales y empecé a trabajar.
Sí, estuve en Las cuevas de Nemesio, en Las cuevas de Nemesio fue el primer sitio que trabajé de cantaor y<br />
ahí empecé.<br />
En las cuevas cantaba las cosas del cuadro. Entonces ya era cantaor, ya cantaba de todo, porque claro tenía la<br />
afición del cante, tenía conciencia de aficionado serio. Y cantaba entonces por seguiriyas, por soleá, por malagueñas,<br />
por fandangos.<br />
Yo no tengo una escuela definida de tal pueblo ni de tal sitio ni de nada, porque ha sido una cosa mía de<br />
escuchar cantar a unos y a otros y de irme para allá, a tal sitio y a tal pueblo y escaparme de tal sitio para escuchar<br />
a fulano y a zutano en Andalucía y en muchos sitios y en Málaga mismo, también he estado mucho allí, he ido<br />
mucho allí, y cuando me he enterado de que cantaba alguien que me ha gustado he ido a escucharlo. Por eso no<br />
tengo una escuela definida de cante.<br />
En Las cuevas de Nemesio fue cuando yo empecé a trabajar de cantaor más continuadamente, antes había<br />
hecho actuaciones, claro, en sitios, había ido a cantar, había cantado en un concurso…<br />
Cuando estaba en la mili me fui a Nueva York, me llevó Mariemma, estuve mes y medio. Todavía no sabía<br />
cantar, profesionalmente hablando, no sabía, no estaba puesto. Como aficionado sí, pero para hacer un recital no<br />
sabía cantar. Y después de estar un mes y medio me volví a Madrid.<br />
Íbamos mucho al figón de Santiago, que iba gente muy de la grandeza y eso de Madrid, íbamos Bernardo,<br />
Manolo el de Huelva y yo; después Bernardo dejó de ir y empezó a ir Pepe el de la Matrona, y allí íbamos toda la<br />
noche hasta la madrugada. Yo salía a la semana a unas tres o cuatro fiestas.<br />
Era gente de la grandeza de aquí de Madrid. Era un restaurante muy caro. Los dueños, él de Huelva y ella de<br />
Málaga, los dos muy aficionados al cante. Y allí he aprendido mucho, como estaba Bernardo, Pepe y Manolo de<br />
Huelva, he aprendido mucho. Sí, eso fue antes de Zambra. Y entremedias de eso fue la grabación del primer disco.<br />
La idea que yo llevaba era hacer los cantes que sabía, claro, porque entonces no tenía yo ni remota idea de las<br />
doctrinas que luego iba a pregonar. Yo si hubiera oído a alguien decir que había que renovar el cante habría sido<br />
yo el más reaccionario.<br />
He ido a Sevilla, la he saludado, pero no he tenido contacto así muy amistoso con ella, me he dado muchos<br />
golpes con ella, lo que más he hecho ha sido saludarla. No me ha escuchado cantar en persona, podría, si hubiera<br />
sido un poco más… A Mairena cuando he ido a Sevilla lo saludaba, iba mucho de cante con él. Y a Jerez también<br />
he ido mucho, y a Cádiz. Me gusta mucho Jerez pero lo que más me gusta es la forma de Cádiz en todos los cantes.<br />
Cuando yo entré en Zambra estaba Pericón, estaba Rafael Romero. Nos sentábamos en una silla y entre baile y<br />
baile cantábamos uno de nosotros. Y a lo último de estar en Zambra fue cuando ya le empecé a tomar tirria a los<br />
señoritos, vamos con conciencia. Conocí a mucha gente, empecé a hablar con más gente y fui tomando conciencia<br />
social y ya fui cavilando un poquillo.<br />
Lo de la Celestina fue que una amiga bailarina suiza y un bailarín la adaptaron a una música flamenca y yo de<br />
cantaor y mi tía Talegona de Celestina, aprendí mucho con ella y con ella recorrí muchos sitios, eso fue antes de<br />
Zambra, en la época del figón después de la mili. Me ha servido para el cante pero lo que aprendí más fue de la<br />
vida, recorrí muchos sitios, fue una turné de seis meses por casi toda Europa.<br />
Yo salía cantando, algún personaje tendría pero yo no sé de qué era. Sí, se grabó un disco, hacíamos cosas allí<br />
muy buenas que yo ni las entendía. Se estaba a gusto con ellos trabajando. Se veía que eran buenos artistas, eso sí<br />
se veía enseguida.<br />
Y luego fue Zambra. Fui por ver si me daban trabajo y me dicen: ¿Tú dónde quieres trabajar, en el cuadro chico<br />
o en el grande? Y yo le dije: en el chico, en el cuadro de los cantaores; y nada, allí estuve trabajando y también me<br />
sirvió de mucho.
En aquel momento empecé a juntarme con gente, amigos, viajes por ahí, entonces claro, esto es lo que te digo,<br />
tomé un poco más de conciencia. Entonces fue cuando me puse a hacer el disco de Miguel Hernández.<br />
Claro es que prácticamente él ha sido el mejor. Yo había leído a otros pero no se me había ocurrido casi ni<br />
cantarlos. No sé, yo creo que no he leído casi otros poetas, vamos, leerlo leerlo, un libro entero así entero yo creo<br />
que casi no, he leído algunas cosas de Lorca, un libro de teatro.<br />
Para cantarlos no, entonces por eso no canto.<br />
Sí después vino lo de la música.<br />
II<br />
¿Lo de Miguel Hernández cómo fue? Por una parte lo de la grabación, lo de tardar tanto tiempo sirvió de<br />
algo, aparte de despistes naturales, entre el segundo y el tercer disco. Aparte de los despistes fue por hacerlo más<br />
despacio y más pensado.<br />
¿Por qué lo hiciste? ¿A qué se debió? A madurar. Ya sabes que nunca tengo prisas por grabar, y fue por<br />
quererlo hacer bien.<br />
¿Qué fue lo primero? La intención de cantar las letras, la letra de Miguel Hernández, un poeta, poesía, un poeta<br />
de corte muy popular. Algunos cantes me gustaban, entonces esto me obligó a hacer estilos que se salían de los<br />
cantes clásicos, me obligó a hacer cosas, meter una petenera y que sonara.<br />
Lleva cosas del Puerto, de un romance del Puerto. Sí, de un romance del Negro. Sí, pero varía, ya lleva una<br />
poesía de Miguel Hernández, la guitarra…<br />
Lo de Miguel Hernández se ha visto que es una concepción política. ¿En qué momento de tu carrera te planteas<br />
el tema de las formas musicales? Fue precisamente después de Miguel Hernández, pensé que no era solamente<br />
la letra, tenía que cantar como lo sintiera y las cosas que se me ocurrieran… Por estar pegado a la malagueña<br />
de fulano y hacerla tal como es pues estás demasiado pegado a eso, y entonces se te escapan muchas cosas. Yo<br />
veía que muchas veces, sin quererlo, como todos los cantaores, estás haciendo las cosas como son y de buenas a<br />
primeras estás cantando e improvisas una cosa que ya no es lo que había ni es como el cante y entonces eso no hay<br />
que apagarlo, hay que sacarlo y desarrollarlo, esto es lo que me ha dado pie a hacer otras cosas y dentro de esto<br />
hay cosas de más profundidad y otras de menos profundidad. Si es una música totalmente mía pues claro no va a<br />
tener la misma profundidad que una seguiriya, pero yo he hecho también seguiriyas, que son mías, que no digo yo<br />
que vaya a tener la profundidad de un cante de Triana, tampoco me preocupa, yo creo que lo que de verdad tiene<br />
profundidad y sinceridad es cantar lo que se sienta.<br />
¿Fue a partir de esa época del disco cuando empezaste a dar rienda suelta? Porque antes habías sentido<br />
deseos y los habías reprimido… No conscientemente, estaba enfrascado en aprender más cantes y más cosas, por<br />
aficionado, y fue a partir de Miguel Hernández cuando empecé a hacer cosas mías, músicas mías, cantes míos,<br />
pero… claro, fue después del disco de Miguel Hernández, la prueba es que después ha venido el disco “Se hace<br />
camino al andar” que es donde hay muchas cosas mías y antes de yo grabar este disco pues ya muchas gentes han<br />
grabado cosas mías, Camarón de la Isla y otras gentes han hecho cosas mías.<br />
Y profesionalmente luego en esa época es cuando más has salido al extranjero. Sí, me fui a México, estuve<br />
un porrón de meses, Francia, Bélgica, Holanda y todo eso, unas veces a niveles comerciales y otras a cantarle a la<br />
emigración. Hay discos piratas o algo así por aquí.
Y a la hora de la grabación, ¿asumes o no la influencia de otras cosas aparte de las propias del flamenco? No,<br />
la influencia que haya de otras músicas que no sean del flamenco es, prácticamente subconsciente.<br />
Entonces ¿Cuáles son los motivos? ¿Ahí está tu propia inspiración? Claro.<br />
Entonces ¿Cómo es el proceso de la seguiriya, por ejemplo? Pues no sé, es que eso sale solo. A mí las cosas que<br />
me han salido por seguiriyas han sido solas. Me he puesto a cantar por seguiriya y me ha salido otra cosa, y esa<br />
cosa después la he desarrollado. Me ha salido otra cosa, otro tono, el cante “Voces doy al viento”, tal vez el cante<br />
de Curro Durse, de Francisco la Perla, no sé…, de estos cantes por seguiriyas viejos, de ahí, cantando un cante de<br />
esos ha salido el mío.<br />
O sea ¿sobre la marcha? Sí, el fandango lo mismo; el fandango fue: canté por fandangos, estaba en el Rocío un<br />
año, estaba cantando por fandangos y después salí cantando eso y todo lo demás igual. Cuando me pongo a hacer<br />
algo y cuando me pongo a cantar algo tampoco lo que me sale es la misma cosa.<br />
O sea ¿la composición en frío? A mí no, tal vez a otro le dé resultado. Por eso tal vez no desarrollo más, no<br />
produzco más cosas, ahora lo que sí puedo hacer es si viene aquí algún amigo guitarrista, Habichuela o alguien,<br />
toca la guitarra y a cantar y salen cosas, claro. Te pones a cantar y cuando llevas cuatro horas y te has bebido una<br />
botella de vino y te has hartao de fumar, pues salen cosas; yo creo que tiene que ser así.<br />
¿Cuál es el camino entonces? El camino tiene que ser que parta siempre de una verdad intuitiva, no represiva,<br />
y que viene. O sea las cosas grandes, en el flamenco por lo menos, no pueden salir de una cabeza, tiene que salir<br />
de algo más profundo.<br />
No sólo de la cabeza. De barriga. La cabeza tiene mucho que ver, pero después, tiene que salir de la cabeza,<br />
pero de tu subconsciente. Tienes que sacar lo que llevas dentro y casi nunca lo que tú piensas es lo que llevas<br />
dentro, llevas otras cosas y no lo sabes. Tú te crees que tienes los bolsillos cosidos y los tienes rotos.<br />
¿Y la renovación en el sentido de las letras y de esas historias políticas y eso? Es que el follón se ha complicado<br />
mucho a partir de que hemos empezado a llamar renovación a la lidia del franquismo y de ahí están saliendo una<br />
cantidad de grupos y movimientos que les va a costar mucho trabajo, que es positivo tal vez, pero les va a costar<br />
mucho trabajo encontrar el centro porque están pensando con la cabeza sola en hacer cosas. Están pensando en la<br />
renovación y no hay que pensarla hay que hacerla.<br />
¿Tu renovación es cantar en un momento lo que te va saliendo? Claro, hombre, lo que tienes es que tener una<br />
afición y un respeto por lo que llaman los cánones del cante, tienes que tener un amor a los cantes viejos, si no eres<br />
buen aficionado no puedes sacar nada, pues entonces estás partiendo de ninguna base, no tienes base, entonces ¿de<br />
dónde vas a sacar?<br />
Entonces, tu camino palante ahora ¿cómo lo ves? Es difícil. Es difícil, a mí me gustaría llegar al teatro dentro<br />
de que ya estamos trabajando profesionalmente, que fuera para gente aficionada, para el pueblo, que sirva para<br />
algo, yo quiero cantar para que sirva de algo, no cantar a cuatro aficionaos. Me gustaría cantar para algo, que sirva<br />
para algo más.<br />
Ese algo ¿cómo se llama? Hombre no sé. Lo que yo quisiera es hacer algo en pro de Andalucía, y dar una<br />
imagen del flamenco en los sitios profesionales lo más natural posible, dentro de un tipo de recitales; también me<br />
gustaría hacer teatro, teatro sobre el flamenco para apoyar al flamenco, mostrar una imagen buena del flamenco<br />
y trabajar, trabajar como cantaor profesional, pero cantando bien, lo mejor posible y lo más natural posible y<br />
al mismo tiempo haciendo cosas nuevas y que el material sirviera para despertar a la gente de Andalucía, de la<br />
discriminación que hay en todo el país sobre Andalucía; eso me gustaría, pero al mismo tiempo dentro de mucha<br />
calidad flamenca, rancio y muy nuevo al mismo tiempo: las cosas nuevas pueden ser rancias, ¿no? ese es un<br />
peligro que tengo que correr.
Hombre siendo nuevas pueden tener también sabor. Eso es lo que yo quiero decir que tengan sabor. Es difícil,<br />
pero en parte creo que lo puedo conseguir y ahora en el teatrito este pues ya en parte lo he comprobado que sí lo<br />
puedo conseguir.<br />
Y esas ideas ¿se van a concretar en algo? La base está firme. El cómo desarrollarlo menos firme, pero también<br />
tengo alguna idea: yo lo que quiero poner es lo que hice en el teatro Benavente, pero mejor hecho. La mesa,<br />
sentar a unos cuantos amigos míos, que sean amigos míos de verdad, y hacer un recital mío, que es lo que a mí<br />
me apetece; otros van detrás de triunfar en los festivales y yo lo que quiero es hacer esto aunque a mí también me<br />
encanta triunfar en los festivales.<br />
Yo quiero teatralizarlo, quiero poner una cinta grabada con sonido y con textos que me deje libre a mí para<br />
cantar lo que yo quiera, y que sea entendible para todo el mundo y que defina mi postura en el escenario, o sea<br />
que no tenga la obligación de cantar una letra con un contenido subversivo, pero que se entienda, subversivo o de<br />
contenido social, sino que se entienda que el hecho de estar ahí y de que el cante flamenco ya desde el momento<br />
de que es una queja, una expresión muy fuerte.<br />
Si canto los campanilleros que se entienda que son músicas del pueblo, aunque sea con una letra reaccionaria…<br />
El cante para ti ¿qué representa hoy? Para mí el cante representa lo que ha representado siempre, lo máximo,<br />
ha sido una cosa que yo no entendía bien que cantaba ni nada, sino que me gustaba cantar, cantaba y ya no sabía<br />
más; y ahora, si vas a hacer nudo de la cuestión pues me pasa igual, canto porque canto, necesito cantar porque es<br />
lo que me gusta hacer y es lo que sé hacer.<br />
Y ¿Andalucía? Es la tierra en que nace el cante flamenco y no vivo en ella casi nunca, estoy más tiempo fuera<br />
de Andalucía, en Madrid y por el extranjero, que dentro. Entonces mi cante creo que es de emigrante andaluz. Mi<br />
cante es de emigrante andaluz. Y entonces lo que representa para mí Andalucía es un sueño dejado atrás y que<br />
quiero hacer todo lo que pueda por Andalucía. Y yo sé que hay mucho que hacer y que estaría bien que a lo mejor<br />
se diera un movimiento en Andalucía de tomar conciencia de su atraso respecto a las demás regiones de España.<br />
Es que la gente no tiene conciencia de región más que en lo tópico. Entonces yo lo que quisiera es colaborar en que<br />
se tomara conciencia en lo que es como región respecto a las demás regiones del país. Creo que es una tierra que<br />
viene marginada y discriminada encima por el norte y por culpa del centralismo. Entonces hay gentes que ésto, la<br />
mayoría, no lo saben, no lo saben y hay que darle conciencia de ésto. Pero es muy difícil porque el nivel cultural<br />
es muy bajo y es muy difícil.<br />
¿Lo de las juergas y las fiestas privadas? ¿Eso ya está bien…? Hombre, ya no tiene sentido, ya casi no se estila<br />
y si lo hace alguien es porque le guste mucho el cante flamenco. Si yo tuviera dinero iba a pagar yo, me convertía<br />
yo en señorito de la fiesta y pagaba a los artistas muy bien…<br />
¿Cómo Chacón? Claro, Chacón y muchos artistas, sobre todo Chacón, por eso se murió sin una gorda, cuando<br />
tenía dinero hacía una fiesta… Y la prueba es que podía haber ganado muchísimo dinero, más del que gano con<br />
el cante. Cuando me parece, no trabajo, prefiero mantenerme así aunque no tenga mucho, ahora, cuando ya no<br />
tengo, no tengo más remedio que trabajar. ¿Dinero? ¡Qué va!
<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>, Juan Habichuela, Sabicas y Pastora Imperio, en el homenaje a Sabicas de Málaga, año 1967<br />
© 1967 Archivo Familia <strong>Morente</strong><br />
LO MORENTE<br />
Pedro G. Romero<br />
Pueden sorprender al neófito las observaciones que José María Velázquez-Gaztelu hace a <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong><br />
en el capítulo correspondiente de “Rito y geografía del cante” (emitido en TVE-UHF, 5/III/1973). A quien se<br />
ha adentrado en esto del cante desde el “Omega” morentiano, por ejemplo, deben levantarle alguna sonrisa esas<br />
acusaciones de heterodoxia en el cante, cuando todo aparenta clasicismo, respeto de las formas y cánones. Allí<br />
estaba ya, claro, la seguiriya morentiana –“Voces doy al viento”, con Manolo Sanlúcar a la guitarra, un monumento<br />
grande del cante, pero en aquellos momentos resultaba irritante. El asesino del cante, se dice <strong>Morente</strong> con sorna.<br />
Perturba y asombra.<br />
No obstante, los textos que glosan sus primeras aventuras discográficas, los de Alfonso Eduardo Pérez-Orozco,<br />
José Blas Vega, Manuel Ríos Ruiz, Juan Ibáñez o José Luis Ortiz Nuevo, todos valiosos, insisten en el mismo<br />
asombro, lo nuevo y lo viejo a la vez. Clasicismo y vanguardia, conocimiento y atrevimiento, melodía y radicalidad.<br />
A esta contradicción no resuelta, tan llena de potencia, la afición de El Dorado de Barcelona la ha bautizado<br />
como Lo <strong>Morente</strong>, una especie de plusvalía de la herramienta, una cualidad del cante, valor de uso. No es adjetivo,<br />
Lo <strong>Morente</strong> funciona de forma sustancial. No es un rasgo de la voz, ni un modismo ni coletilla rítmica alguna. Ya<br />
digo, no hay fetichismo ni mercadería en Lo <strong>Morente</strong>, no funciona como valor de cambio, tan sólo usufructo, una<br />
manera de estar en el cante flamenco.
<strong>Morente</strong> está en su tiempo. Fijémonos en la estética documental que aplican Mario Gómez y Federico G. Larraya<br />
en “Rito y geografía del cante”, tan deudora de las grabaciones de Michel Giacometti en Portugal y emparentadas<br />
con su serie “Povo que canta”. O en las fotografías de <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> de Francisco Ontañón que ilustran estos<br />
primeros discos. Pensemos en las preocupaciones estéticas de los fotógrafos de la Escuela de Madrid, las gentes de<br />
La Palangana, o de AFAL, en ambas militaba Ontañón. Por un lado había una voluntad de alejarse del pictorialismo<br />
y entregar imágenes de un cierto neorrealismo fotográfico. Por otro lado, muy conscientes de los efectos de los<br />
medios de comunicación de masas, intentaban escapar tanto del romanticismo como del miserabilismo y así, cierta<br />
objetividad o cierta mirada crítica –algo que inmediatamente se banalizó como pop- intentaba desplazarse entre<br />
la creación de imaginarios y el documentalismo. En estos mismos caminos andaba el cante de <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>.<br />
Por ejemplo, se rescata la grabación inédita del fandango “Pa ese coche funeral”. Ya saben, <strong>Morente</strong> la armó<br />
interpretando este cante “en” el entierro de Carrero Blanco. Pa ese coche funeral, yo no me quiero quitar el sombrero,<br />
que la persona que va dentro, me ha hecho a mí de pasar, los más terribles tormentos. ¡Y los terroristas de ETA habían<br />
hecho volar por los aires al almirante! No había más. Le cayó el susto, la multa y la amonestación de la dictadura.<br />
Todavía los facciosos se lamentan, vaya: ni lo mararon, ni lo metieron preso. <strong>Morente</strong> simplemente había cantado un<br />
fandango de Cepero, ¿qué le iban a hacer, mi señoría? Este tipo de tácticas –¡pensemos en aquella vez que ante la plana<br />
mayor de CC.OO. sólo se le ocurrían cantes dedicados a la Virgen María!-, situaciones y detournement, tan propias de<br />
la lucha política de su tiempo, también son Lo <strong>Morente</strong>. Léase así su recuperación de Miguel Hernández, más allá del<br />
disco homenaje, una urgencia política, como, a su manera, ha hecho hace poco El Niño de Elche.<br />
Ese cante, el de “Pa ese coche funeral”, sólo lo teníamos en aquel disco pirata que le salió a <strong>Morente</strong> en Holanda<br />
¡Cuanta afición ha levantado aquel disco en aquellos lares! Ahí tenemos los comentarios del Payo Humberto, la<br />
escuela ricardista de Ámsterdam, o del escultor Constant que sabía acompañar a <strong>Morente</strong> a la guitarra siguiendo<br />
todos los toques del Niño Ricardo en su segundo elepé, “Cantes antiguos del flamenco”. ¡Tan antiguo y los provos<br />
y situacionistas holandeses disfrutando ya de Lo <strong>Morente</strong>!<br />
Hay otro viaje, esta vez a México, que para <strong>Morente</strong> fue crucial. Su encuentro con el exilio español, con<br />
los viejos republicanos le dio el empujón definitivo para asumir la complejidad del presente y alejarse de las<br />
estampitas flamencas al uso. No sólo con Miguel Hernández, el giro a Caño Roto -pronta son también sus<br />
colaboraciones con Los Chorbos-, el arrabal gitano de Madrid, donde llegan sus colaboraciones con Manzanita<br />
y esos tangos personales, “A la hora de la muerte”… ya está ahí su soniquete. <strong>Morente</strong> en México entiende<br />
también, no a ser gitano, resultaría rocambolesco, si no, más bien, como funciona “lo gitano”, más allá de<br />
etnicismos absurdos, esa otra dimensión de lo gitano que ya no es la del prestigio aristocrático de los señoritos<br />
andaluces, no, si no la latencia insurgente del arrabal, las contradicciones del extrarradio que no eran las suyas,<br />
no, pero eran también contradicciones.<br />
Contradicciones, pues sí, y agudizándose. La guinda es de 1977, sacando a la vez este “Homenaje a don<br />
Antonio Chacón” y, en otra disquera, “Despegando”, en las dos con la guitarra de Pepe Habichuela y en las dos<br />
con fotografía de Mario Pacheco. Otra vez lo nuevo y lo viejo pero sólo aparentemente. Quiero decir que es difícil<br />
distinguir hoy cuál de los dos fue más “nuevo”. <strong>Morente</strong> asombraba en aquella época con consideraciones sobre<br />
el disco y la reproducción técnica musical que pocos artistas populares de la época se permitían. Era <strong>Morente</strong><br />
muy consciente de lo que eso significaba. Por un lado, decía, no paraban de salir antologías y archivos de cante,<br />
tesoros en los que aprender y explorar. Pero ese efecto de la técnica sobre nuestra memoria producía una respuesta<br />
doble: la lógica del archivo te succionaba desde el pasado con efectos paralizantes de los que sólo te podías<br />
liberar lanzándote vertiginosamente hacía adelante, hacía el futuro. Echar para atrás para coger fuerzas en el salto<br />
adelante. Y le salió magistral. Si se trataba de arqueología, pues cogió fuerzas en Chacón, es decir, en el referente<br />
histórico anterior al canon de su tiempo, ese que marcaban los dictados de Antonio Mairena y la literatura de José<br />
Manuel Caballero Bonald. Y si se trataba de saltar al futuro, ahí están los nudillos de Guadiana y la percusión sobre<br />
la guitarra de Pepe Habichuela, haciendo saltar por los aires la soleá de Charamusco.
Quizás las irónicas consideraciones policiales de Velázquez-Gaztelu podamos entenderlas mejor con los extras<br />
que José Manuel Gamboa ha recuperado para esta producción. Está ese <strong>Enrique</strong>, simplemente <strong>Enrique</strong>, tal y<br />
como aparece en los créditos de “A la vida, al dolor” de Gualberto, escuchen “Terraplén” o “Prisioneros”. O los<br />
temas que hizo para “La Celestina” de Antonio Robledo, nombre flamenco que adoptó el alemán Armin Janssen.<br />
Escuchen esos temas, pero permítanme que les hable de “Obsesión”, la música para un ballet que ambos estrenarían<br />
algunos años después. Todavía me resuena la violencia del Muero porque no muero que hace <strong>Morente</strong>, estrellando<br />
el poema de San Juan de la Cruz contra los muros de sonido de Janssen. En fin, que el “Omega” siempre estuvo<br />
ahí, y aquí, alfa, alfa y omega de Lo <strong>Morente</strong>.
1977. <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> y Pepe Habichuela / Fiesta PC. Casa de Campo de Madrid<br />
Guitarrista Niño Ricardo / Foto Francisco Ontañón<br />
Guitarrista Pepe Habichuela / Foto Paco Manzano
Guitarrista Parrilla de Jerez / Foto Paco Manzano<br />
Guitarrista Luis Habichuela / Foto Paco Manzano<br />
Guitarrista Félix de Utrera / Foto Paco Manzano<br />
Café de Chinitas, Madrid. Ortíz Nuevo, Francisco Tauste Alcocer,<br />
Francisco Gutierrez Carbajo, <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>, Serranito,<br />
Luis Pastor, Antonio Ariza y El Camborio
1970. Sala Gayango. Madrid<br />
Pepe de la Matrona, <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>, la madre de Payo Humberto, Humberto, Paco Almazán,<br />
y el pintor Juan Martínez/ Foto Humberto Wilkes<br />
Reunión en la Peña Charlot de Madrid<br />
Preside Pepe de la Matrona. Arriba derecha <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>
Estudio de grabación VM Broadcast, Madrid<br />
Técnico de sonido: Carlos Martos<br />
Producción: José Manuel Gamboa<br />
Textos: José Luis Ortiz Nuevo, Pedro G. Romero y José Manuel Gamboa<br />
Fotos: Paco Manzano<br />
Diseño Gráfico: Sercom<br />
Agradecemos la colaboración prestada por Pitingo, al equipo de la exposición<br />
Universo <strong>Morente</strong> (2014) comisariada por Amaranta Ariño, y la familia <strong>Morente</strong> Carbonell.<br />
La presente es una producción WARNER Music Spain<br />
dirigida y realizada por José Manuel Gamboa<br />
Foto portada y libreto: Paco Manzano (<strong>Morente</strong> firmando en la pared del<br />
Colegio Mayor San Juan Evangelista el 29 de Octubre de 2004)