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Enrique Morente

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<strong>Enrique</strong><br />

... y al volver la<br />

<strong>Morente</strong><br />

vista atrás<br />

SUS PRIMERAS GRABACIONES EN EMI/Hispavox (1966 – 1977)<br />

RESTAURADAS Y REMEZCLADAS<br />

Guitarristas:<br />

Andrés Batista, Félix de Utrera, Niño Ricardo, Perico el del Lunar, Parrilla de Jerez,<br />

Manzanita, Luis Habichuela, Amador, Pepe Habichuela, Gualberto


LC 04281<br />

Grabaciones<br />

RESTAURADAS y REMEZCLADAS<br />

ENRIQUE MORENTE<br />

CANTE FLAMENCO<br />

1.- LA VERDULERA (mirabrás) 02:47<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

2.- PLAZA DE LOS HERRADORES<br />

(cantes de Frasquito Hierbabuena) 02:36<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

3.- Y CONMIGO NO HA PODÍO<br />

(La caña) 05:05<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

4.- NI QUIÉN SE ACUERDE DE MÍ<br />

(malagueña de la Peñaranda) 02:51<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

5.- DE TU QUERER APÁRTAME<br />

(soleá de los Puertos) 03:30<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

7.- SE ME APARECIÓ LA MUERTE<br />

(malagueña de Chacón) 03:20<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

8.- EN LA ESTACIÓN DE JEREZ<br />

(martinete) 03:08<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

9.- A LAS MINAS DEL ROMERO<br />

(cantes de Pedro el Morato) 03:20<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

10.- ME TIENES CONSUMÍO (soleá) 04:19<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

11.- MI HORA MALA LLEGÓ<br />

(seguiriyas) 04:19<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

6.- TOÍTO ME VIENE EN CONTRA<br />

(seguiriyas de El Mellizo) 02:19<br />

(Antonio López Arenas)<br />

Guitarra: Félix de Utrera<br />

p1967 Warner Music Spain, S.L. a Warner Music Group Company<br />

c2015 Warner Music Spain, S.L.<br />

www.warnermusic.es<br />

CANTE FLAMENCO<br />

A nadie puede escapársele el hecho de que el cante está pasando por una etapa<br />

fundamental de su existencia. Se han conjugado de tal manera una serie de elementos<br />

que podemos decir sin mucho temor a equivocarnos: el cante está llegando a una época<br />

dorada. Y lo que ahora es intuición y opinión de algunos, en cualquier instante, sera el<br />

criterio de los más.<br />

Veamos esos elementos que se entrecruzan y activan en este momento de crisis. Pero<br />

crisis, en un sentido de replanteamiento, o coordenadas de decisión.<br />

El primero de ellos es el interés despertado en la juventud. Para multitud de jóvenes el<br />

cante se ha convertido en algo distinto a la moda de “dar un flamenco” en casa. Esta forma<br />

musical, de una profunda pureza, pero sujeta al vaivén de los tiempos, comienza a perder<br />

el sentido exclusivamente exótico, o distraccional. La razón es, hasta cierto punto, sencilla.<br />

Siempre se había cerrado el camino a los nuevos, aficionados o cantaores, con la eterna<br />

cantinela del “cualquier tiempo pasado... fue mejor”. La consagración absoluta de figuras,<br />

que han sabido entroncar la vieja tradición en el mundo de hoy, ha sido el ariete rompedor<br />

del muro.<br />

El segundo elemento es el de la clasificación de conceptos, dentro del ámbito de los<br />

entendidos. Casi siempre, en el cante, se ha hablado de flamencólogos, y ha habido una<br />

extraña repulsa al concepto, más inmediato, de críticos. El flamencólogo, tal como se<br />

había venido dando, era un híbrido de extraña terminología, de pasión hacia lo que él


solo conocía, y de poesía, demasiadas veces superficial y cantarina. Estas figuras han ido<br />

desapareciendo por consunción. Hay que acudir al concepto de críticos que, ausentes de<br />

la dicharachería habitual, se planteen de una forma más científica, aunque sea más escueta<br />

y seca, los problemas estéticos, históricos y sociológicos del cante. Ya se pueden encontrar<br />

varios nombres. El gran aldabonazo fue dado por MOLINA y MAIRENA, en su ya admirado<br />

MUNDO Y FORMAS DEL CANTE FLAMENCO.<br />

El tercer factor, que aguijonea constantemente el cante gitano y flamenco, es el mundo<br />

de los discos. Los discos han constituido una aportación importantísima a la formación y<br />

difusión de una nueva cultura. La música de jazz, por escoger una manifestación artística<br />

curiosamente similar a nuestro arte, debe su madurez y universalización al disco. La industria<br />

fonográfica, por tanto, posee una importante responsabilidad, y responder positivamente<br />

a ella es su misión presente, misión que se comienza a ver cumplida. Se comprende que los<br />

factores económicos supongan la exigencia de un “hoy’ de las pesetas. Y hasta admitimos<br />

que el “hoy” de las pesetas pueda interferir el “mañana” del arte. Pero nos cuesta trabajo<br />

aceptar que el “mañana” del arte, está reñido con el “mañana” de las pesetas. Al igual que<br />

nosotros, el mundo del disco está llegando a esta conclusión, con lo cual se convierte<br />

en protagonista de este período de la historia del cante. Ya está implicado en un futuro<br />

que vemos esperanzador, porque perfectamente se pueden compaginar: la juerga entre<br />

los amigos, el espectáculo para cientos de personas, y el disco, que no tiene barreras ni<br />

fronteras, y que es capaz de propagar la pureza de la primera, evitando las limitaciones y,<br />

¿por qué no?, las concesiones del segundo.<br />

Como vemos, los tres elementos nos conducen a unas mismas conclusiones fáciles<br />

de extraer. Además, a cada momento se van produciendo nuevos acontecimientos que<br />

confirman la necesidad de la integración de los tres elementos, pues si bien cada uno por<br />

su lado canaliza fuertes corrientes, el hecho de que se den sincrónicamente provoca una<br />

efervescencia interna como nunca se ha conocido.<br />

Si ahora escuchamos atentamente esta grabación observaremos la coincidencia de<br />

los elementos antes citados. Este es un valor trascendental del disco: el de presentar con<br />

bastante claridad la problemática actual de lo flamenco.<br />

Hay un cantaor joven, ENRIQUE MORENTE, con un excepcional interés por su arte que,<br />

desde muy pequeño, le ha llevado a buscar machaconamente nueva inspiración y nuevas<br />

bases. ENRIQUE ha querido vivir y comprobar por sí mismo cada experiencia ya sea de<br />

intervención personal, desde la juerga hasta el festival, ya sea de cada cante en sus raíces<br />

profundas. Él no ha podido evitar el influir, al transmitir, pero esto no es solo deseable, sino<br />

inevitable y necesario, desde el momento en que se posee una determinada visión del arte.<br />

Seguidamente, la selección de los fragmentos es producto de una fría y desapasionada<br />

búsqueda de aquellos que de una especial manera reúnen más posibilidades para la voz y<br />

el estilo de ENRIQUE MORENTE. Y así, sin evitar la dureza de las SIGUIRIYAS JEREZANAS, la<br />

musicalidad de MORENTE se entronca a los cantes de EL MELLIZO y CHACON, por un lado,<br />

y a los de LA PENARANDA y FRASQUITO HIERBABUENA, por el otro. Finalmente, FELIX DE<br />

UTRERA, muy cantabile, dentro de su solidez rítmica, es un colaborador eficaz.<br />

El concreto trabajo de grabación ha sido desglosado lo más posible para producir esa<br />

tensión y aproximación al peculiar ambiente de cada cante, procurando crear la atmósfera


mágica, sin la cual todo podía quedar en un churrigueresco ejercicio de garganta, carente<br />

de la reciedumbre y encarnación que el esfuerzo sobre el diafragma y el plexo solar<br />

proporcionan.<br />

Todo lo anterior, reunido, saldrá en sus altavoces, arañando a cada estría. Pero, algo más<br />

importante queda subyacente, y es la figura de un nuevo, un joven cantaor que se lanza con<br />

devoción a la gran aventura de los discos, en un momento decisivo para la supervivencia y<br />

el desarrollo del flamenco.<br />

Alfonso Eduardo Pérez Orozco<br />

1967. Teatro Beatriz Madrid / Concurso Presencia de Málaga Cantaora en Madrid


LETRAS:<br />

La verdulera,<br />

mirabrás<br />

A mí qué me importa<br />

que un rey me culpe<br />

si el pueblo es grande<br />

y me abona,<br />

¡voz del pueblo,<br />

voz del cielo!, y andá,<br />

que no hay más ley<br />

que son la obras<br />

que con el mirabrás<br />

tiriti y anda.<br />

Y eres bonita<br />

no te has casao,<br />

alguna falta<br />

te han encontrao.<br />

Ay, la verdulera,<br />

que me traía<br />

a mí los pimientos,<br />

ay, que me los traiga<br />

en movimiento.<br />

Por Dios te pío,<br />

nunca te alabes<br />

que te he querío.<br />

Y conmigo no ha podío,<br />

la caña<br />

Hasta a las personas reales<br />

viene la muerte y se lleva,<br />

y conmigo no ha podido<br />

cuando la llamo de veras.<br />

Y conmigo no ha podío,<br />

¡arsa y viva Ronda<br />

reina de los cielos!,<br />

cuando la llamo de veras.<br />

Ni quien se acuerde de mi,<br />

malagueña de la Peñaranda<br />

Ni quien se acuerde de mí,<br />

yo no tengo quien me quiera<br />

ni quien se quiera acordar de mí,<br />

que el que desgraciaíto nace<br />

no merece ni el vivir.<br />

Plaza de los Herradores,<br />

cantes de Frasquito Hierbabuena<br />

Plaza de los Herraores<br />

a las puertas de Graná,<br />

plaza de los Herraores,<br />

está la virgen del Triunfo<br />

con veinticinco faroles.<br />

Porque me gusta el oír<br />

quiero vivir en Graná,<br />

porque me gusta el oír<br />

la campana de la Vela<br />

cuando me voy a dormir.<br />

De tu querer apartarme,<br />

soleá de los Puertos<br />

Tan imposible lo hallo<br />

de tu querer apartarme<br />

como escribir en el agua<br />

de una piedra sacar sangre.<br />

Que no las pueo aguantar<br />

se unen unas con otras<br />

como las olas en el mar;<br />

Son tan grandes mis fatigas<br />

que no las pueo aguantar.


A las minas del romero,<br />

cantes de Pedro el Morato<br />

Toíto me viene en contra,<br />

seguiriyas de El Mellizo<br />

Ay, en contra,<br />

to me viene en contra,<br />

el tiempo y la marea, ay,<br />

to me viene en contra,<br />

los golpecitos de este mar furioso<br />

se me salen por la popa.<br />

Llévame por cariá,<br />

carretero, carretero,<br />

llévame por cariá<br />

a las minas del Romero<br />

que acaban de asesinar<br />

al hermanito que más quiero.<br />

Me tienes consumío,<br />

soleá<br />

Se me apareció la muerte,<br />

malagueña de Chacón<br />

Se me apareció la muerte<br />

cuando pense de olvidarte,<br />

se me apareció la muerte,<br />

como la via es tan amable<br />

volvi de nuevo a quererte.<br />

Cómo quieres que en ti ponga<br />

una firme voluntad<br />

si en las ventas del camino<br />

a tos le dabas posá.<br />

No te compro más camisas<br />

porque yo no visto altares<br />

pa que otros digan misa.<br />

Compañera de mi alma<br />

que tú me tienes consumío<br />

como la salamanquesa<br />

por los rincones metío.<br />

En la estación de Jerez,<br />

martinete<br />

En la estación de Jerez<br />

mi bata me fue a abrazar,<br />

los pícaros de los jeres<br />

me la tiraron p’atrás.<br />

Si no es verdad;<br />

que Dios me mande la muerte,<br />

si me la quiere mandar.<br />

Mi hora mala llegó,<br />

seguiriyas<br />

Mi horita mala<br />

a mí me llegó,<br />

malhaya sean los malos pasitos<br />

que esta gitana dio.<br />

Me dieron las doce<br />

las doce me dieron<br />

en el compás de Santito Domingo<br />

yo y lo que más quiero.


ENRIQUE MORENTE<br />

CANTES ANTIGUOS DEL FLAMENCO<br />

1.- QUE TE QUISE CON LOCURA<br />

(malagueña grande de Chacón) 03:25<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

2.- LOS OJOS ABRIÓ (seguiriyas) 03:23<br />

(José Blas Vega)<br />

6.- ESTRELLA DE FUEGO (peteneras) 02:48<br />

(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

7.- SOY DEL REINO DE ALMERÍA<br />

(tarantas de Almería) 04:06<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

Grabaciones<br />

RESTAURADAS y REMEZCLADAS<br />

3.- DE RABIA ROMPÍ A REIR<br />

(fandangos) 02:39<br />

(Ópalo / Vizcaíno)<br />

4.- EN LO MEJOR DE TUS SUEÑOS<br />

(soleares) 03:45<br />

(José Blas Vega)<br />

5.- POR LAS TRENZAS DE TU PELO<br />

(malagueña de El Canario) 03:23<br />

(Ópalo / Vizcaíno)<br />

8.- PAGO CON LA VIDA<br />

(seguiriyas de Jerez) 04:22<br />

(José Blas Vega)<br />

9.- SI VAS A SAN ANTOLÍN<br />

(cartagenera) 02:26<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

10.- SOY UN POZO DE FATIGAS<br />

(martinete y toná) 03:24<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

Guitarra: Niño Ricardo<br />

LC 04281<br />

p1969 Warner Music Spain, S.L. a Warner Music Group Company<br />

c2015 Warner Music Spain, S.L.<br />

www.warnermusic.es<br />

CANTES ANTIGUOS<br />

DEL FLAMENCO<br />

Cuando en 1922 un grupo de intelectuales y poetas acuden a la llamada del maestro Falla<br />

para la preparación de un Concurso de Cante Jondo, en las fiestas del Corpus granadino,<br />

no sospechaban ni remotamente la importancia, específicamente literaria, que supondría<br />

a cuarenta años vista su intervención más o menos directa. (Todavía escuchamos a algún<br />

intelectualoide decir con eco nevillesco: “Cuando yo estuve en el Concurso de Granada”).<br />

La realidad ha sido más concreta y más dura: aquello no pasó de ser una simple fiesta<br />

para disgusto de nuestro gran músico, aunque la proyección publicista acarreada como<br />

consecuencia de la participación de algunos componentes de la llamada generación del<br />

27, nos haya hecho ver el concurso granadino con una importancia que nunca tuvo y que<br />

no podía tener, ya que el concurso respondió a la naturaleza de sus mismos organizadores,<br />

gentes que pensaron con el corazón y no con la cabeza. Estos primeros “snob”, ya que<br />

apenas casi ninguno sabía distinguir -en esto tampoco se escapan Falla ni Lorca- una<br />

malagueña de la Trini de una de Chacón o una soleá de Cádiz de una de Triana, olvidaron o<br />

desconocían que “el Flamenco es un género propio de cantaores profesionales” como bien<br />

dijo Demófilo en su Colección de cantes, y, sólo se les ocurrió celebrar dicho concurso para<br />

aficionados. De este error tuvimos que estar lamentándonos durante treinta años, mientras<br />

que todavía estaban vivos y en activo muchos de los grandes del cante. Después todo fue<br />

caos, confusionismo, operismo, gaiterismo y seudofolklorismo. Con estas simientes era<br />

muy difícil que surgieran nuevos valores auténticos. Los viejos maestros Aurelio de Cádiz,<br />

Pepe de la Matrona, Tomás Pavón, la Niña de los Peines, seguían puros pero íntimos. Fue


a partir de 1955 cuando se inicia la revalorización, principalmente a partir del éxito que<br />

tuvo la Antología del Cante Flamenco de HISPAVOX, en la que se recogían treinta y tres<br />

cantes distintos y que cristalizó de manera práctica entre los cantaores que se presentaron<br />

al I Concurso Nacional de Cante Flamenco, convocado por Córdoba. Esto fue el punto<br />

de arranque. Anselmo González Climent puso el dedo en la llaga a los sesudos, que no<br />

tuvieron más remedio que dejar de escribir divagaciones poéticas, e ir al documento vivo<br />

o histórico. Hoy, cuando todavía queda mucho por hacer, podemos sentirnos orgullosos.<br />

Las cosas marchan y el fruto ya florece: Fosforito, Meneses, El Lebrijano, <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>,<br />

Chocolate, Gabriel Moreno, Terremoto y Manuel Mairena son una realidad que tal vez en<br />

otra época no se hubiera dado.<br />

Al presentar este nuevo disco de <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> no podemos decir que el cante se nos<br />

muere, como se empeñan ciertos críticos. Aunque <strong>Morente</strong> es el último de los incorporados,<br />

es uno de los que nosotros vemos con más posibilidades para marcar un futuro. En el arte de<br />

su cante quedan señaladas cualidades para lograr las más difíciles empresas. Para ello cuenta<br />

con todas las condiciones necesarias, a saber: magnífica voz con potencia y equilibrio para<br />

dominar agudos y graves. Ritmo y compás. Conocimiento profundo, tanto de los cantes<br />

andaluces como de los gitanos, -si majestuosas son sus malagueñas, sus siguiriyas nos llevan<br />

al mundo arcaico del cante jondo. Fina sensibilidad para llamar al duende en los momentos<br />

precisos, mientras que su cante derrocha humanidad, corazón y hombría. Desmedida<br />

afición que le ha permitido saltarse todos los obstáculos para una incansable búsqueda de<br />

los cantes más antiguos y raros y de los estilos más difíciles y personales y de cualquier giro<br />

particular o local que tuviera un detalle importante. Extraordinaria facilidad de captación,<br />

con el talento suficiente para en el desarrollo de su evolución artística ir aportando una<br />

depurada valorización personal en muchos cantes, sin salirse de las exigencias que siempre<br />

han marcado las normas tradicionales, aunque esto sólo sea apreciable por una minoría<br />

chaneladora.<br />

Si con su primer Disco sorprendió a la afición -todavía recordamos la arrogancia y bravura<br />

de su caña, el dramatismo de su taranto, la desbordante alegría de la malagueña de la<br />

Peñaranda y de los fandangos granadinos, junto a la pureza de las siguiriyas-, este Disco<br />

nos confirma las esperanzas que en él teníamos puestas y la razón por la que su corta vida<br />

artística ha estado jalonada por el éxito, por los premios, y por los elogios de la crítica más<br />

exigente.<br />

En este recital que nos ofrece <strong>Morente</strong> de formas y estilos antiguos, encontramos una<br />

calidad y un interés interpretativo que se sale de lo corriente, ya que increíblemente nos<br />

acerca y nos transmite unos cantes hoy en la actualidad desusados. Pero lo que más nos<br />

ha sorprendido es que en esta transmisión haya podido expresarnos esos matices de<br />

pureza, de calidad personal, intrínseca y sustancial que difícilmente suele llegarnos. La<br />

Malagueña grande de Chacón que nos expone <strong>Morente</strong> nos ha dejado estupefactos. Desde<br />

hacía cuarenta años y a través de malas versiones veíamos sólo perdurar ciertos estilos<br />

malagueños debidos al arreglo genial de Chacón (“Del convento las campanas”, “Viva<br />

Madrid que es la Corte”, “A que tanto me consientes”...), mientras que echábamos de menos<br />

aquella su malagueña grande por él creada, y que en su voz natural causó la admiración<br />

en la Sevilla flamenca de los años ochenta del siglo pasado, en vida del mismísimo Silverio<br />

Franconetti. <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> nos la ha hecho revivir, al igual que gracias a él estamos


conociendo las olvidadas muestras de la escuela tarantera de Almería, con estilos y nombres<br />

tan sugestivos como los del Ciego la Playa, Pedro el Morato y las aportaciones de Chacón.<br />

Queremos también significar en este disco -aunque todo en él es significante- la acertada<br />

incorporación de la Petenera, cante que nuevamente está cobrando vida, y aunque ha<br />

estado envuelto en la leyenda del misterioso duende flamenco, creemos que también<br />

debido a que es un cante de dificultades, con gran precisión rítmica, no han sido muchos<br />

los intérpretes que le han prestado atención. <strong>Morente</strong> ha sabido acertadamente ahondar<br />

en las raíces de este cante, y arrancar de las fuentes primitivas de Medina padre, para<br />

seguir a través de giros chaconianos y alcanzar evocando el arte de Pastora el sentimiento<br />

profundo, trágico y bello que este cante encierra, y en este disco solamente superado por<br />

ese desbordamiento que produce en las siguiriyas, donde encuentra todo su dramatismo y<br />

nos transporta a un mundo irreal llevándonos por la trayectoria grandilocuente de aquellos<br />

colosos del cante que se llamaron Silverio Franconetti (“Los ojos abrió”) y Manuel Molina<br />

(“De noche no duermo).<br />

El mejor elogio que puedo hacer de este disco es recomendar su audición con el interés<br />

que merece toda obra que responde al conjunto formal y sustancial del propio arte:<br />

EL ARTE”.<br />

José Blas Vega<br />

1969. Festival de Mairena, Sevilla<br />

Antonio y Manuel Mairena, <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>, Camarón de la Isla, José Menese y Chocolate/ Foto Andrés Raya


LETRAS:<br />

De rabia rompí a reir,<br />

fandangos grandes del Gloria<br />

Que te quise con locura,<br />

Malagueña grande de Chacón<br />

Que te quise con locura<br />

yo en mi via negaré,<br />

que yo te quise con locura;<br />

mira qué cariño fue<br />

que siento las calenturas<br />

que tuve por tu querer.<br />

Yo no supe lo que sentí,<br />

con otro te vi pasar<br />

y yo no supe lo que sentí,<br />

porque debiéndote matar<br />

de rabia rompí a reír<br />

y luego me eché a llorar<br />

Que lloraba la vi un dia<br />

ante la imagen de Cristo,<br />

la vi que lloraba un día,<br />

y golpes se daba en el pecho<br />

porque estaba arrepentia<br />

del daño que me habia hecho.<br />

Los ojos abrió,<br />

siguriyas<br />

Como una cosa<br />

te he mirao yo<br />

pero quererte como yo te queria<br />

ya eso se acabo.<br />

Cuando vino el santolio<br />

los ojos abrio<br />

y a mi me dijo, compañerito de mi<br />

alma<br />

quedate con Dios.<br />

En lo mejor de tus sueños,<br />

soleares<br />

Pérdidas que aguardan ganancias<br />

son caudales redoblaos,<br />

estoy tan hecho a perder<br />

que cuando gano me enfao.<br />

Yo me hago la ilusión<br />

y cuando hablo contigo<br />

se engaña mi corazón.<br />

Cuando más a gusto estés<br />

y en lo mejor de tus sueños<br />

te despierte mi querer.<br />

Por las trenzas de tu pelo,<br />

malagueña de El Canario<br />

De tu pelo,<br />

por las trenzas de tu pelo<br />

un canario se subia<br />

y se paraba en tu frente<br />

y en tu boquita bebia<br />

creyendo que era una fuente.


Pago con la vida,<br />

siguiriyas<br />

Estrella de fuego,<br />

peteneras<br />

Estrella de fuego fuiste<br />

que en mi corazón entraste,<br />

dejaste prendido el fuego<br />

y luego te arretiraste;<br />

estrella de fuego fuiste<br />

que en mi corazón.<br />

Al pie de un pocito seco<br />

de rodillas me hinqué,<br />

fueron tan grandes mis llantos,<br />

mare de mi corazón,<br />

fueron tan grandes mis llantos<br />

que el pocito rebosé;<br />

al pie de un pocito seco<br />

de rodillas me hinqué.<br />

Si acaso me muero<br />

pago con la vida<br />

y no sabia ningún cirujano<br />

del mal que moría.<br />

De noche no duermo,<br />

de día tampoco,<br />

pensando en mi compañera<br />

yo me vuelvo loco.<br />

Si vas a san Antolín,<br />

cartagenera de Chacón<br />

Ay, te inclinas,<br />

si vas a San Antolin<br />

y a la derecha te inclinas<br />

veras en el primer camarin<br />

a la Pastora Divina<br />

que es el vivo retrato a ti.<br />

Soy del reino de Almería,<br />

tarantas de Almería<br />

Soy del reino de Almería,<br />

en donde nacen los tempranos,<br />

y al amanecer el dia<br />

me encuentro a Pedro el Morato<br />

vendiendo verdulería.<br />

Galería,<br />

va un minero cantando<br />

por una oscura galería<br />

y en su cante va diciendo;<br />

qué oscura la pena mía.<br />

Soy un pozo de fatigas,<br />

martinete y toná<br />

Yo soy un pozo de fatigas<br />

que un buen manantial tenía,<br />

a la par que crece el agua<br />

van creciendo mis fatigas.<br />

Aquel que tiene tres viñas<br />

y el pueblo le quita dos,<br />

que se conforme con una<br />

y le dé gracias a Dios.<br />

Y a la verde oliva,<br />

que a mí me están dando<br />

dobles las fatigas.


Grabaciones<br />

RESTAURADAS y REMEZCLADAS<br />

ENRIQUE MORENTE<br />

HOMENAJE FLAMENCO A<br />

MIGUEL HERNÁNDEZ<br />

1.- SENTADO SOBRE LOS MUERTOS<br />

(romance) 06:14<br />

(Miguel Hernández/ <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

2.- EL NIÑO YUNTERO<br />

(malagueñas) 07:07<br />

(Miguel Hernández/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

3.- NANAS DE LA CEBOLLA<br />

(nanas) 05:32<br />

(Miguel Hernández/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

4.- EL CARRO DE MI FORTUNA<br />

(tientos) 04:30<br />

(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

5.- CON LA RAÍZ DEL QUERER<br />

(soleares) 03:43<br />

(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

6.- UN VENENO “PA” QUE YO MUERA<br />

(granaínas) 06:20<br />

(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

7.- DIOS TE VA A MANDAR<br />

UN CASTIGO<br />

(bulerías por soleá) 03:32<br />

(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

Guitarras:<br />

Parrilla de Jerez 1, 5, 7<br />

Perico el del Lunar 2, 3, 4, 6<br />

LC 04281<br />

p1971 Warner Music Spain, S.L. a Warner Music Group Company<br />

c2015 Warner Music Spain, S.L.<br />

www.warnermusic.es<br />

HOMENAJE FLAMENCO<br />

A MIGUEL HERNÁNDEZ<br />

No creo que el cante sea un canto aparte. Me gusta el arte de <strong>Morente</strong> porque es arte, no<br />

porque es “cante”.<br />

El cante nació del cante; hijo de sí mismo, no tiene principio porque es infinito. No tiene<br />

ley porque nace de la contradicción. Vino de todas partes y lo trajeron todos. España lo<br />

parió y no lo hizo. Hijo de gitano, de árabe de celta, de romano, de judío, de godo, de<br />

cristiano (¿converso?). Hijo de todos, el cante engendra el cante. La mano de La Macarrona<br />

se seduce a sí misma y se vuelve paloma; golpe de caballo y toro, pie de Carmen La Amaya;<br />

Picasso toro caballo sol hombre toro paloma mano bufón madre toro minotauro amante<br />

cante, cante de Mairena, de Lobitos, de el de La Matrona, de todos los de ahora, los de<br />

antes, de los que vendrán; juego de Altamira. Los animales juegan con el ojo, el pie, la<br />

lengua, la mano del artista. Toro, lamento de hombre, de brujo o perro, cante de Goya ¿A<br />

quién no ensordece el tiempo del perro enterrado en la arena? El sonido entra por un ojo,<br />

la mancha no sustituye al ruido; es música. El ojo de Velázquez es más que el ojo. El cante<br />

no es un arte “aparte”. No hay artes aparte. El arte y la ciencia eran (son) una misma cosa;<br />

como España, como realidad, como Españamérica, no ha terminado de formarse. El cante.,<br />

queja alegre de la búsqueda no del encuentro, es arte. El cante no puede ser victima de<br />

eruditos (hijos de la razón que no de la verdad). Clásico del exceso, barroco del equilibrio...<br />

milagro de Góngora, desengaño generoso de Cervantes, padre (o hijo) de un cuchillo de<br />

Quevedo, dulce melancolía de Baltasar Gracián. Todo es cante. Todo. Miguel Hernández nos<br />

cantó a todos, y todos por la espada-lengua de <strong>Morente</strong> le cantamos a Miguel (si, asesino es


el que olvida... Miguel... Miguel). Miguel Hernández, el de la triste indiferencia, sabio mago<br />

de nuestra tristeza, de nuestro miedo, de nuestra muerte que siempre es de todos... o de<br />

nadie, como Dios, como el cante; como las blasfemias (o las dudas) de Buñuel o de Valle.<br />

Siempre de todos, como todo. Como el arte. Como el tiempo. Como el origen.<br />

<strong>Morente</strong> canta el cante. <strong>Morente</strong> no mata el cante. Lo busca, lo respeta y lo renueva. Lo<br />

mueve. El arte de <strong>Morente</strong> va al tiempo y viene del tiempo; fiel a sí mismo ha creado su<br />

estilo en la búsqueda de Ja pureza no del puritanismo. No es “cantaor sirviente”. Es artista.<br />

JUAN IBAÑEZ (Ciudad de México, agosto 1971)<br />

LA SOLEMNE VOZ DE ENRIQUE MORENTE<br />

La voz de ENRIQUE MORENTE es un clamor dulcemente dolorido, un gran abanico que<br />

se abre majestuoso y rítmico. ENRIQUE MORENTE levanta su redonda voz cantaora y nos<br />

parece como si surcara extensos y hundidos horizontes, mares sin confines, abismos de<br />

la historia, cual si arara en el aire con sus quiebros y sus lloros, o como si dibujara con sus<br />

ayes, a buril, unas grecas de sabor arcaico, mosaicos de arábigos perfiles, alhambras por<br />

los cerros. ENRIQUE MORENTE alza con su solemne voz las mismísimas columnas del alma<br />

andaluza, la filosofía de una comarca, de su raza vieja, hecha copla ardiente, meditativa,<br />

bella como una dalia y, a la voz, retorcida como la raíz del olivo.<br />

Si, ENRIQUE MORENTE es un cantaor con son milenario, con justeza natural para cada<br />

estilo, con pleno conocimiento de su arte, con unas facultades asombrosas para conseguir<br />

esa armonía que precisa el cante entre cabeza y corazón, de ahí su maestría interpretativa y<br />

su personalidad. Pero su gran lección estriba en saber valorar cada tercio por lo que tiene de<br />

sustancial latido humano, en mostrarnos musicalmente el significado literario de Ja copla,<br />

su mensaje intrínseco, con una limpieza de dicción admirable y con un vivo sentimiento<br />

estremecido de emoción. Todo ello unido a su poderío, a los matices que consigue remontar,<br />

voltear, desde el pecho a la garganta. Y tan cargado está de sensaciones su cante, que los<br />

conjuros de sus sentimientos podemos, incluso, leerlos en su frente y en sus manos, porque<br />

acompaña su decir con una plástica expresión física, temperamental y turbadora, de puro<br />

genio andaluz, de innata elegancia varonil y flamenca.<br />

Con ENRIQUE MORENTE el cante ha ganado dimensión, evolución natural, desde las más<br />

recónditas esencias puede decirse que la ha injertado al cante una cultura poética que ya<br />

tiene resonancia popular -el decir profundo y claro de Machado y Miguel Hernández-, y<br />

sobre todo una sutil donosura, quizás una recuperada o nueva melodía, un hermoso clamor<br />

jondo al compás de nuestro tiempo.<br />

MANUEL RIOS RUIZ


LETRAS:<br />

Sentado sobre los muertos,<br />

romance<br />

Que mi voz suba a los montes<br />

y baje a la tierra y truene,<br />

eso pide mi garganta<br />

desde ahora y desde siempre.<br />

Si yo salí de la tierra,<br />

si yo he nacido de un vientre<br />

desdichado y con pobreza,<br />

no fue sino para hacerme<br />

ruiseñor de las desdichas,<br />

eco de la mala suerte,<br />

y cantar y repetir<br />

a quien escucharme debe<br />

cuanto a penas, cuanto a pobres,<br />

cuanto a tierra se refiere.<br />

Aunque le faltan las armas,<br />

pueblo de cien mil poderes,<br />

no desfallezcan tus huesos,<br />

castiga a quien te malhiere<br />

mientras que te queden puños,<br />

uñas, saliva, y te queden<br />

corazón, entrañas, tripas,<br />

cosas de varón y dientes.<br />

El niño yuntero,<br />

malagueñas<br />

Carne de yugo, ha nacido<br />

más humillado que bello,<br />

con el cuello perseguido<br />

por el yugo para el cuello.<br />

¿Quién salvará a este chiquillo<br />

menor que un grano de avena?<br />

¿De dónde saldrá el martillo<br />

verdugo de esta cadena?<br />

Que salga del corazón<br />

de los hombres jornaleros,<br />

que antes de ser hombres son<br />

y han sido niños yunteros.<br />

Asesina al que asesina,<br />

aborrece al que aborrece<br />

la paz de tu corazón<br />

y el vientre de tus mujeres.<br />

En los veneros del pueblo<br />

desde ahora y desde siempre.<br />

Varios tragos es la vida<br />

y un solo trago es la muerte.


Nanas de la cebolla,<br />

nanas<br />

La cebolla es escarcha<br />

cerrada y pobre:<br />

Escarcha de tus días<br />

y de mis noches.<br />

Hambre y cebolla:<br />

hielo negro y escarcha<br />

grande y redonda.<br />

En la cuna del hambre<br />

mi niño estaba.<br />

Con sangre de cebolla<br />

se amamantaba.<br />

Pero tu sangre,<br />

escarchada de azúcar,<br />

cebolla y hambre.<br />

Una mujer morena,<br />

resuelta en luna,<br />

se derrama hilo a hilo<br />

Sobre la cuna.<br />

Ríete, niño,<br />

que te tragas la luna<br />

cuando es preciso.<br />

Tu risa me hace libre,<br />

me pone alas.<br />

Soledades me quita,<br />

cárcel me arranca.<br />

Boca que vuela,<br />

corazón que en tus labios<br />

relampaguea.<br />

Desperté de ser niño:<br />

nunca despiertes.<br />

Triste llevo la boca:<br />

ríete siempre.<br />

No te derrumbes.<br />

no sepas lo que pasa<br />

ni lo que ocurre.<br />

El carro de mi fortuna,<br />

tientos<br />

A la hoyanca con él;<br />

Hombre pobre huele a muerto,<br />

a la hoyanca con él,<br />

que el que no tiene dinero,<br />

requiescat in pace, amén.<br />

En una piedra me asiento,<br />

como si la piedra fuera<br />

alivio de mis tormentos.<br />

Que no te quiero,<br />

te ponías a referir,<br />

sabiendo que por ti pasar<br />

más fatigas yo no puedo.<br />

El carro de mi fortuna<br />

poco tiempo me duró;<br />

cuando más a gusto estaba<br />

el eje se me quebró.<br />

Ay, mi vida,<br />

dejadme buscar mi vida,<br />

que yo no le pido a nadie,<br />

siquiera los buenos días.<br />

Con la raíz del querer,<br />

soleares<br />

Yo no me he muerto de pena<br />

porque no supe sentir;<br />

a mi corto entendimiento<br />

le agradezco yo el vivir.<br />

Pañuelo le eché a la cara,<br />

pa que no cogiera tierra<br />

la boca que yo besara.<br />

Yo no quiero más comer,<br />

porque me estoy manteniendo<br />

con la raíz del querer.


Un veneno ‘pa’ que yo muera,<br />

granaínas<br />

Un veneno pa que yo me muera<br />

dices que me vas a dar<br />

y un veneno pa que yo me muera,<br />

y luego te va a pesar<br />

cuando me coma la tierra<br />

y tú no me veas mas.<br />

Pregúntale si me quiere<br />

como que sale de ti,<br />

tú le preguntas si me quiere,<br />

y si te dice que no,<br />

dile qué motivo tiene<br />

o qué daño le he hecho yo.<br />

Dios te va a mandar un castigo,<br />

bulerías por soleá<br />

Que te he querío<br />

yo no lo niego.<br />

No niego que te he querío,<br />

pero en el alma me pesa,<br />

por tus acciones mu malas,<br />

el haberte conocío.<br />

Por verte dinero daba<br />

y ahora por no mirarte,<br />

primita, vuelvo la cara.<br />

Dios te va a mandar un castigo,<br />

y es que tú te lo mereces;<br />

De qué me vienes culpando,<br />

si yo culpa no tengo,<br />

si de ti habla la gente.


Grabaciones<br />

RESTAURADAS y REMEZCLADAS<br />

ENRIQUE MORENTE<br />

“SE HACE CAMINO AL ANDAR”...<br />

1.- A LA HORA DE LA MUERTE<br />

(tangos de <strong>Morente</strong>) 04:57<br />

(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

2.- VOCES DOY AL VIENTO<br />

(seguiriyas de <strong>Morente</strong>) 04:48<br />

(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

3.- GRANADA, CALLE DE ELVIRA<br />

(fandangos de Granada) 03:16<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

4.- LLORÉ MÁS QUE JEREMÍAS<br />

(soleares) 03:49<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

6.- MINERICO BARRENERO<br />

(taranto) 02:25<br />

(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

7.- SALE EL SOL<br />

(alegrías) 03:41<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

8.- CONTANDO LOS ESLABONES<br />

(fandangos de <strong>Morente</strong>) 03:40<br />

(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

9.- TRABAJAR Y MADRUGAR<br />

(mineras) 03:09<br />

(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

5.- YO SERÉ COMO LA MIMBRE<br />

(tientos de <strong>Morente</strong>) 04:16<br />

(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

Guitarras:<br />

Manzanita 1-9<br />

Amador 1, 7<br />

Luis el Habichuela 3, 4, 5, 6 y 8<br />

LC 04281<br />

p1975 Warner Music Spain, S.L. a Warner Music Group Company<br />

c2015 Warner Music Spain, S.L.<br />

www.warnermusic.es<br />

SE HACE CAMINO<br />

AL ANDAR<br />

Camino es el arte para la libertad, camino de trabajos y de días, camino de dolores<br />

vencidos con el deseo de ser en este mundo<br />

en todos los compases<br />

de ser flamenco y de sufrirlo en todos los ecos recibidos y<br />

aquellos que fueron en los comienzos primitivos y que se<br />

levantaron por las sombras de las cárceles y las borracheras y las impotencias y las juergas<br />

siempre bajo el signo de la creación, dominando el miedo en la humana<br />

aventura de avanzar sobre los territorios inmensos del silencio, con la voz sola y la palabra<br />

apoyadas en los acordes y en los ritmos<br />

que recibieron sus nombres y apellidos en una<br />

constancia de esfuerzo y afición multiplicados por los tiempos y los espacios regionales<br />

estos que ahora se enriquecen con la presencia de <strong>Morente</strong>, audaz desde su<br />

creadora madurez, joven y viejo como la tradición autentica de los que no se contentaron<br />

con repetir y repetir<br />

los antiguos cantes que un día nuevos fueron y que también serlo<br />

pueden en este nuestro tiempo<br />

si alguien es capaz de demostrar que no todo está de-fi-


ni-ti-va-men-te hecho y que posible y conveniente es cantar al aire de ahora mismo<br />

al que cada cual siente según sus ojos ven, oyen sus oídos, piensa su cabeza, su<br />

coraz6n vive, y puede su voz y su garganta<br />

tal como hicieron aquellos que ahora conocemos<br />

y nombramos y que heterodoxos fueron en su día<br />

porque camino es el arte para la libertad<br />

también en el flamenco, camino de aprendizaje y de conocimiento de las formas, camino<br />

de autentica pureza<br />

como el emprendido por <strong>Morente</strong>, sabiendo de las raíces<br />

para crecer por ellas y descubrir las hermosuras de las viejas ramas<br />

sin olvidar nunca lo pasado, haciéndolo presente, con toda su voluntad y su afición<br />

dispuestas para enriquecer el cante<br />

y demostrarlo aquí al compás de las alegrías, en el<br />

sabor natural de los fandangos de Granada, en la rigurosa ejecuci6n de las soleares, en la<br />

barroca amargura de sus tarantos y mineras<br />

su manera, su poderosa capacidad creadora<br />

y entregar su sello personal, su nombre y<br />

en esos tientos de tan desacostumbrados y<br />

difíciles tonos, en esos sus deliciosos y personales fandangos cabales de belleza y armonía,<br />

en ei festero y sensual ritmo de sus tangos<br />

y en el trascendente hallazgo de<br />

sus seguiriyas, modelo de respeto a las originarias cadencias, y de libertad para subir por<br />

los silencios y los tonos ocultos.<br />

“Caminante no hay camino,<br />

se hace camino…”<br />

al cantar.<br />

J. L. Ortiz Nuevo<br />

1975. Presentación de la Editorial Demófilo. Librería el Broscense. Madrid<br />

<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>, Pepe Habichuela, Gayango, Blas Vega, Ortíz Nuevo,<br />

Teo Marcos, García Alonso(librero) y delante Félix Grande,<br />

Queti Clavijo, y Pepe el de la Matrona


LETRAS:<br />

A la hora de la muerte,<br />

tangos de <strong>Morente</strong><br />

Y a la hora de la muerte<br />

que no ponérmela a mí delante<br />

que como la quiero tanto<br />

el corazón se me parte.<br />

Y a mi lengua le eché un nudo,<br />

quieren que me esté callao<br />

y a mi lengua le eché un nudo,<br />

estas gentes son capaces<br />

de hacerle hablar a un múo.<br />

Si me desprecias por pobre<br />

anda ve y dile a tu mare<br />

que el mundo da muchas vueltas<br />

y ayer se cayó una torre.<br />

Ay, aquel que siembra<br />

en tierra ajena,<br />

mal fruto puede coger<br />

que la tierra se vuelve piedra<br />

y no puede prevalecer.<br />

Abierta estaba la rosa<br />

con la luz de la mañana;<br />

tan roja de sangre tierna,<br />

que el rocío se alejaba;<br />

tan caliente sobre el tallo,<br />

que la brisa se quemaba;<br />

¡Tan alta!<br />

¡Cómo reluce!<br />

¡Abierta estaba!<br />

Voces doy al viento,<br />

siguiriyas de <strong>Morente</strong><br />

Voces doy al viento<br />

y grito al alto cielo<br />

porque yo tengo y una llaga viva<br />

dentro de mi pecho.<br />

De cositas pasás<br />

no quiero acordarme<br />

porque me llora mi corazón,<br />

ay, gotas de sangre.<br />

Granada calle de Elvira,<br />

fandangos de Granada<br />

Granada calle de Elvira<br />

Donde habitan las Manolas,<br />

Granada calle de Elvira,<br />

las que se van a la Alhambra<br />

las tres o las cuatro solas.<br />

Un sereno se dormía<br />

en la Cruz Blanca del barrio,<br />

un sereno se dormía,<br />

y la cruz le daba voces:<br />

¡Sereno, que viene el día!


Minerico barrenero,<br />

Taranto<br />

Lloré más que Jeremías,<br />

soleares<br />

Yo no me he muerto de pena<br />

porque no supe sentir;<br />

a mi corto entendimiento<br />

le agradezco yo el vivir.<br />

Que no me querías, dicen,<br />

y que no me querías,<br />

y el día que me lo dijeron<br />

lloré más que Jeremías.<br />

Y serán<br />

unos tormentos tan dobles,<br />

compañera mía,<br />

verte y no poderte hablar.<br />

Yo seré como la mimbre,<br />

tientos de <strong>Morente</strong><br />

Me acuerdo de tu persona<br />

cuando me siento en mi cama<br />

yo hablo con las paredes<br />

y quiero que me respondan.<br />

Ay, qué fatigas,<br />

Ay, grandes fatigas pasaría aquel<br />

que tiene el agua en los labios<br />

y no la puede beber.<br />

Yo seré como la mimbre,<br />

aunque en mil años no vuelvas<br />

yo seré como la mimbre,<br />

que la bambolea el aire<br />

pero se mantiene firme.<br />

Ay, minerico barrenero<br />

que sacas plomo en la mina,<br />

ay, minerico barrenero;<br />

allí perdiste la vida,<br />

dentro de aquel agujero.<br />

Sale el sol,<br />

alegrías<br />

Si supiera compañera<br />

que el sol que sale te ofende,<br />

con el sol me peleara<br />

así me diera la muerte.<br />

Que a la botica, niña,<br />

no vayas sola,<br />

que el boticario, niña,<br />

gasta pistola.<br />

Me lo murmuran contigo<br />

porque nos han visto hablar,<br />

me lo murmuran contigo,<br />

que sale el sol y da en el cristal<br />

pero no quebranta el vidrio.<br />

Que por las calles de Cádiz<br />

van pregonando<br />

cañaíllas y bocas<br />

de San Fernando.<br />

Grande locura es negarlo,<br />

es verdad que te había querío,<br />

grande locura es negarlo,<br />

pero tú pa mí habías acabaito<br />

así vivieras cien años<br />

Vente conmigo, chiquilla,<br />

vente conmigo,<br />

y a tu mare le dices<br />

que soy tu primo.


Contando los eslabones,<br />

fandangos de <strong>Morente</strong><br />

Ni en qué sala, ni en qué audiencia,<br />

en qué tribunal se ha visto,<br />

ni en qué sala, ni en qué audiencia,<br />

al reo darle por libre<br />

y al libre darle sentencia.<br />

Y en lo que yo me entretenía<br />

cuando yo estaba en prisiones,<br />

en lo que yo me entretenía;<br />

en contar los eslabones<br />

que mis caenas tenían:<br />

Siempre me salía nones.<br />

Trabajar y madrugar,<br />

mineras<br />

Soy natural de Vera,<br />

me llaman Perico el Morato<br />

y soy natural de Vera;<br />

con mi guitarra en la mano,<br />

que vaya tela y venga tela<br />

¡vaya telica de verano!<br />

Ay, madrugar,<br />

subir y bajar la cuesta,<br />

que trabajar y madrugar<br />

y ganar poco jornal<br />

eso a mí no me trae cuenta,<br />

ay, a la mina no voy más.


Grabaciones<br />

RESTAURADAS y REMEZCLADAS<br />

ENRIQUE MORENTE • HOMENAJE A D. ANTONIO CHACÓN<br />

1.- ERA UNA MADRUGÁ<br />

(seguiriya de Curro Dulce, versión Chacón) 02:44<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />

2.- A MÍ QUÉ ME IMPORTA (mirabrás) 04:26<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />

3.- NO LO PASEN POR MI PUERTA (tientos) 03:49<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />

4.- YO HE VISTO A UN NIÑO LLORAR<br />

(peteneras de Chacón) 03:25<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />

5.- LA LENGUA QUE DE MÍ MURMURA<br />

(seguiriya) 02:45<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />

6.- ESO NO LO MANDA LA LEY (la caña) 03:18<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />

7.- CÓMO RELUCE (caracoles) 04:35<br />

(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Citelo/José Antonio Carmona)<br />

8.- SIEMPRE POR LOS RINCONES<br />

(seguiriya de Manuel Molina, versión Chacón) 02:46<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />

9.- NO TE REBELES SERRANA<br />

(tonás del repertorio de Chacón) 01:50<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />

10.- SOLAMENTE CON MIRARTE (soleares) 03:28<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />

11.- EN UN HOSPITAL LA VI<br />

(malagueña grande de Chacón) 03:32<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />

12.- ROSA SI NO TE COGÍ (granaínas de Chacón) 03:08<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />

13.- DE AQUELLA CAMPANA TRISTE<br />

(malagueña de Chacón) 03:18<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />

14.- LOS PÍCAROS TARTANEROS<br />

(cartagenera clásica) 01:50<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />

15.- A QUÉ TANTO ME CONSIENTES<br />

(malagueña de la Trini, versión Chacón) 02:08<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />

16.- LA QUE VIVE EN LA CARRERA<br />

(media granaína de Chacón) 01:56<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />

17.- DEL CONVENTO LAS CAMPANAS<br />

(malagueña de Chacón) 02:14<br />

(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

18.- SOY DEL REINO DE ALMERÍA (mineras) 04:09<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />

19.- NO ME HABÍAS DE CONOCER<br />

(malagueña de la Trini, versión Chacón) 02:42<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo/José Antonio Carmona)<br />

20.- LOS AIRES SON DESABRÍOS<br />

(cartagenera de Chacón) 02:02<br />

(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

Guitarrista: Pepe Habichuela<br />

LC 04281<br />

p1977 Warner Music Spain, S.L. a Warner Music Group Company<br />

c2015 Warner Music Spain, S.L.<br />

www.warnermusic.es<br />

HOMENAJE A<br />

DON ANTONIO CHACÓN<br />

La historia y evolución del cante flamenco está definida y delimitada por una serie de<br />

etapas o períodos que responden a unas circunstancias concretas de hechos y figuras, y<br />

que por unas características sobresalientes elevan un arte con cierta savia popular, a una<br />

elaboración artística, rica en valores personales y contrastados, que permiten una valoración<br />

desde su más amplia proyección internacionalista, hasta la peculiaridad intimista propicia<br />

para una minoría selecta o privilegiada.<br />

Posiblemente sea en el período comprendido entre los años 1880 a 1920 cuando el cante<br />

encuentra y asienta sus formas definitivas, su significación y ambientación y sobre todo<br />

una amplia gama de grandes figuras, que dan pie para denominar a estas décadas como las<br />

de la Edad de Oro del Cante Flamenco. Toda la labor de engrandecimiento y dignificación<br />

iniciada dentro del pasado siglo por Silverio Franconetti, encontró un digno continuador en<br />

la portentosa figura de don Antonio Chacón, como máximo representante no ya sólo de esa<br />

época, pues decir su nombre es para muchos decir el mejor cantaor de todos los tiempos,<br />

como así fue reconocido y proclamado por los poetas, la aristocracia, los intelectuales, el<br />

pueblo, los aficionados, los propios artistas y todos aquellos que tuvieron sensibilidad para<br />

degustar este arte. “¡Papa del flamenco!” lo llama Tomás Borrás. Y si fue el cantaor “redondo”<br />

por excelencia, el más completo, es por estas y otras razones: su maravillosa condición de<br />

voz, dominio absoluto del compás, expresiva emotividad, aportación artístico-musical,<br />

perfeccionamiento en la técnica, amplio conocimiento del tema. Y todo esto unido a su<br />

bondadosa condición humana, a su innato señorío, y a la gran tarea de recopilación, defensa,


divulgación y dignificación social del flamenco, le hicieron acreedor, en lo artístico y en lo<br />

personal, al tratamiento de don, cuyo reconocimiento, desde el Rey para abajo, se le otorgó<br />

espontáneamente, no a la manera artificiosa con que otros han tratado de conseguirlo,<br />

como la mejor recompensa para quien tuvo un origen humilde.<br />

ANTONIO CHACÓN (1869 - 1929)<br />

Antonio Chacón García nació el 16 de mayo de 1869, en Jerez de la Frontera, en el seno<br />

de una familia de condición modesta, pues su padre era zapatero remendón, y desde bien<br />

pequeño tuvo que ayudarle en el oficio. La afición al cante le costó no pocas regañinas<br />

paternas, y las primeras “perras” ganadas en los bautizos de su barrio le animaron a seguir<br />

la profesión de cantaor.<br />

Tras una pequeña tourné de varios meses por pueblos de Andalucía y Badajoz, en<br />

compañía de los hermanos Antonio y Javier Molina, bailaor y guitarrista respectivamente, se<br />

le presentó la ocasión de cantar en una fiesta con Joaquín Laserna y <strong>Enrique</strong> El Mellizo, dos<br />

de los grandes cantaores del momento. Causó tan buena impresión que, al poco tiempo,<br />

el Mellizo le proporcionó un contrato para que cantara con él en el café cantante de la<br />

Feria del Perejil, con motivo de las fiestas gaditanas de 1886. Tuvo tal éxito que los mismos<br />

aficionados los pusieron en comparación. Aquello trascendió y Silverio lo contrató para su<br />

café sevillano de la calle Rosario. Este café, el más famoso de los que han existido en el<br />

género, fue el escenario por donde desfilaron las mejores figuras del cante, baile y toque. Y<br />

de allí parte la fama artística de Chacón. Se puede decir que “llegó y acabo con el cuadro”.<br />

Un testigo excepcional, Fernando el de Triana, en su libro “Arte y artistas flamencos” (Madrid,<br />

1935), nos cuenta lo que allí presenció: “Todos los notabilísimos artistas de la época de<br />

Chacón prescindieron de sus derechos de antigüedad y acordaron cantar por delante del<br />

fenómeno; así serían escuchados e indiscutiblemente aplaudidos, pues al terminar Chacón<br />

la primera sesión quedaba el salón completamente desalquilado de personal hasta que de<br />

nuevo comenzaba el público a concurrir para la sesión de madrugada; ésta terminaba a las<br />

cuatro de la mañana, que allí parecían las diez de la noche, y nadie se movía de su asiento<br />

hasta que Chacón terminaba o, mejor dicho, cerraba el espectáculo.”<br />

Su voz era de una melodía extraordinaria; su modulación, facilísima, y tanto las notas<br />

graves como las agudas las ejecutaba con una sonoridad encantadora. Esto, unido a su<br />

aspecto personal y a unas letras a propósito para sus cantes, le hicieron en poco tiempo<br />

acreedor a la más alta jerarquía del Cante Andaluz.<br />

¡Así era Antonio Chacón! Así era, y así fue durante muchos años: “dueño y señor de todos<br />

los públicos en España.”<br />

Convertido en la figura imprescindible de cualquier acontecimiento social importante,<br />

su actuación fue disputada para las mejores ferias y festejos, por los mejores tablaos y cafés<br />

cantantes. En lo privado enseñó a la aristocracia a que escucharan el flamenco. A cambio la<br />

aristocracia lo mimó y lo recompensó como jamás lo ha hecho con ningún artista de este<br />

género.<br />

En 1912 se establece definitivamente en Madrid y pone nota brillante en los últimos días<br />

gloriosos del célebre café de Fornos. Al amparo de su fama y arte se popularizan los famosos


Gabrieles y la calle de Echegaray vive los mejores años de su esplendor. Cuando a principios<br />

de los años veinte se marcha a un nuevo local, Villa Rosa, todos los artistas se van tras él, y<br />

Villa Rosa se hace popular a nivel internacional.<br />

En sus últimos años su porte venerable y obispal era el símbolo y la jerarquía del mejor<br />

arte de una época. Así lo vemos presidiendo el concurso de Granada del año 22, entregando<br />

la Copa Pavón o cantando para los Reyes de Italia.<br />

Murió en Madrid el 21 de enero de 1929.<br />

VALORACIÓN ACTUAL<br />

Al contrario de lo que hoy sucede en ciertos medios y ambientes flamencos, nunca se puso<br />

en duda la importancia y personalidad de Chacón. En la actualidad, cuando atravesamos<br />

por una etapa renacentista, neoclásica, pero llenos de confusionismos, con una nueva<br />

afición sin vínculos tradicionales, sin crítica competente, y donde juegan más los intereses<br />

comerciales, políticos o de compadreo, aparece la figura de Chacón, injustamente en un<br />

marco que no le pertenece, y donde pretenden hacerse fijos ciertos tópicos concernientes<br />

a su voz, a sus cantes, y a su sentido histórico. Aclaramos algunos de ellos de manera breve,<br />

ya que así lo exigen las circunstancias, aunque pensamos demostrarlo de forma amplia y<br />

detallada en la extensa biografía que sobre Chacón y su cante preparamos.<br />

Los tratados modernos de flamencología, reiterativos, poco diferenciados en conceptos<br />

y faltos de documentación histórica de primera mano, encasillan a Chacón como el<br />

representante y creador de lo que ha dado en llamarse la Ópera flamenca. Este período<br />

está definido por unas características que curiosamente no van con Chacón, puesto que si<br />

la más significativa es el teatro como escenario del cante, escasas fueron las intervenciones<br />

chaconianas a este respecto, y muy por debajo de las de otros grandes cantaores tildados<br />

de puristas e intimistas. Fue una circunstancia de época y en la que todos los cantaores<br />

no tuvieron más remedio que participar, ya que ese fue el medio más popular en que se<br />

desarrolló el cante, al igual que hoy en día tienen que actuar en los Festivales veraniegos,<br />

a sabiendas de que no es el sitio más idóneo para oír cantar. La idea tampoco fue de<br />

Chacón, pues en pleno auge de los cafés cantantes (1880), cuando él no se había iniciado<br />

artísticamente, el flamenco como espectáculo ya funcionaba en todos los teatros de España,<br />

siendo uno de los que dieron impulso a esta modalidad el celebérrimo Juan Breva. Esto<br />

obligó a un desvío en la trayectoria artística de los cantes, imponiéndose una nueva línea<br />

iniciada por El Breva y secundada por <strong>Enrique</strong> El Mellizo con los cantes por malagueñas,<br />

correspondiendo el cenit musical a Chacón, que supo elevarlo a su máximo grado de arte. Y<br />

no sólo fueron las maravillosas malagueñas que el creó, sino el arreglo y perfeccionamiento<br />

que hizo con otros diversos estilos. Lo que era savia y sencillez popular lo convirtió en obra<br />

maestra, en filigrana de arte musical, y ahí están sin superar todavía sus tarantas, mineras,<br />

cartageneras, la granaína y la media granaína. ¿Qué hubiera sido de todos estos cantes sin<br />

su aporte personal? Pero no, no quedó ahí su carrera como ingenuamente creen muchos<br />

aficionados y tratadistas. Por el sitio que consiguió, por sus portentosas condiciones y por<br />

su enorme afición sobre todo, su gran labor también estuvo en la línea de los otros cantes.<br />

Chacón, que era el compás por excelencia, terminó de cuadrar y hacer de la caña un estilo<br />

importante. Imprimió gracia y personalidad a unos cantes simples, que sólo servían para


acompañar los bailes, como el mirabrás, los caracoles y otras cantiñas. Los tientos le deben<br />

mucho de su impronta personal, y gracias a él hoy podemos contar con la petenera grande<br />

de Medina el Viejo y como consecuencia la de la Niña de los Peines.<br />

Asimismo fue la fuente donde aprendieron la mayoría de los grandes cantaores; pues su<br />

influencia fue decisiva, y no sólo en los cantes tenidos como habituales de su repertorio,<br />

sino curiosamente en los cantes por seguiriyas, pues rescató y conservó en toda su pureza<br />

melódica muchos de los grandes estilos siguiriyeros, que por las dificultades que encerraban<br />

eran lógicamente llamados a desaparecer. Como puede observarse en el proceso estilístico<br />

de los cantes, éstos han venido de más a menos en el desenvolvimiento melódico y de<br />

interpretación. Igualmente ocurrió con las tonás o cantes sin guitarra. De ellos fue el último<br />

gran especialista, dominando un vasto y dificultoso repertorio, llevándose el secreto de no<br />

pocos de estos estilos.<br />

Toda esta labor pudo hacerla<br />

Chacón por estar dotado de<br />

las condiciones y cualidades<br />

necesarias para ello, pues<br />

solamente en el terreno artístico<br />

reunía un perfecto y amplio<br />

conocimiento de los cantes, que<br />

le permitía pasearse por toda la<br />

gama de estilos y modalidades,<br />

con una expresión honda,<br />

emocional y lírica, y con la voz<br />

más apropiada para ello. Una<br />

1977. <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> y Pepe Habichuela en Los Gabrieles, Madrid / Foto Mario Pacheco<br />

voz capaz de pasar por todos los<br />

registros y tonalidades, sabiamente manejada y modulada. Desgraciadamente, en sus últimos<br />

años este caudal sonoro se vio afectado como consecuencia de los avatares de su intensa vida,<br />

las enfermedades se encargaron de írselo agotando y transformándoselo en un maravilloso<br />

falsete. Este tipo de voz utilizada en sus últimas grabaciones, es el que ha prevalecido al<br />

reproducirse modernamente algunos de estos discos, y ha servido desafortunadamente como<br />

materia de juicio. Aún a pesar de todo, paradójicamente, muchos aficionados han vislumbrado<br />

la grandeza y personalidad de Chacón a través de su etapa decadente, por llamarla de algún<br />

modo. He aquí precisamente el doble triunfo de Chacón.<br />

MOTIVOS Y RAZONES DE LA PRESENTE GRABACIÓN<br />

La finalidad de esta grabación tiene un doble objetivo. Por una parte, y al mismo tiempo<br />

que sirve de homenaje al mejor y más significativo artista del cante grande, llamar la<br />

atención sobre su interesante figura humana y artística. Por otra, resaltar y dejar patente<br />

una muestra latente, práctica, de su escuela y de su sello musical, aunque sea escasa en<br />

relación con lo que supuso Chacón en la evolución y desarrollo del cante. Algunos de los<br />

estilos que presentamos son conocidos, rotundos; otros no tanto, por lo que dan aún más<br />

aliciente a esta grabación, que esperamos sea fuente para elaboraciones e interpretaciones<br />

posteriores. Precisamente hoy, que en el panorama interpretativo empieza a invadirnos


una racha de monotonía, el cante de Chacón, y aquí está el ejemplo, nos sigue pareciendo<br />

fresco, jugoso, actual, con sonido y vida propia.<br />

Cuando pensamos en poner en práctica este proyecto no quisimos que estos discos<br />

fueran una simple y fidedigna copia de sus grabaciones, con sus virtudes y defectos. Se<br />

pensó principalmente en el esquema vivo de los cantes, y en la exploración de un legado<br />

musical con un sonido artístico de hoy. Esta difícil empresa sólo podía acometerla un cantaor<br />

que reuniese unas condiciones especiales, pues se necesitaba para ello ser primeramente<br />

un admirador de la obra de Chacón, con las cualidades y calidades necesariamente para<br />

vivificar y actualizar esta forma y este sentir, y ser además un profundo conocedor de<br />

la escuela del maestro. <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> era el artista que respondía a estos conceptos.<br />

Sorprendentemente, él, que es acusado de vanguardista y desviacionista, viene a<br />

confirmarnos, una vez más, su amplia cultura consecuente de su enorme afición e interés<br />

por el flamenco.<br />

La personalidad artística de <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> es lo suficientemente conocida y valorada<br />

como para que no nos detengamos en ella. En lo concerniente a Chacón diremos que<br />

ya en 1965 la Cátedra de Flamencología de Jerez, en la conmemoración del supuesto<br />

centenario de Chacón le galardonó con una de las medallas conmemorativas. Pero antes<br />

y después de esa fecha, conocemos personalmente su interés por los cantes del cantaor<br />

jerezano, preocupándose en adquirir magisterio no sólo a través de las grabaciones, sino<br />

de las enseñanzas teóricas y prácticas que le proporcionaron viejos maestros coetáneos y<br />

conocedores de la escuela chaconiana, como Bernardo de los Lobitos, Aurelio Sellés, Pepe<br />

de la Matrona, Manolo de Huelva, Manolo Pavón, Rafael Pareja, Juan Varea..., captando así<br />

detalles, improntas y hasta estilos no recogidos ni registrados en la propia discografía de<br />

Chacón, como podemos apreciar en varios de los estilos aquí grabados, en los cantes sin<br />

guitarra o en la versión que hizo Chacón de la petenera de Medina padre, y que <strong>Enrique</strong><br />

aprendió de Manolo de Huelva, el único que la conocía a la perfección por habérsela<br />

acompañado al propio don Antonio. Todo esto de por sí creemos que justifica este homenaje.<br />

Finalmente, queremos agradecer el esfuerzo e interés que en todo momento puso el<br />

guitarrista Pepe Habichuela al servicio de la presente grabación.<br />

JOSE BLAS VEGA<br />

Cantaor Antonio Chacón


LETRAS:<br />

Era una madrugá,<br />

seguiriya de Curro Dulce<br />

Y era una madrugá<br />

de Santiago y Santa Ana;<br />

a eso de la una las fatiguitas grandes<br />

le diñaron<br />

y a mi, mi mare Curra.<br />

A mi que me importa,<br />

mirabrás<br />

A mí qué me importa<br />

que el rey me culpe<br />

si el pueblo es grande y me abona<br />

¡Voz del pueblo,<br />

voz del cielo!<br />

Y anda.<br />

Que no hay más ley<br />

que son las obras.<br />

Que con el mirabrás,<br />

ay, y anda.<br />

Y alta la cabeza<br />

de mi serrana,<br />

huele a mosquetas,<br />

y yo la quiero<br />

pero de vergüenza no se lo peno.<br />

Venga usted a mi puesto, hermosa,<br />

y no se esconda usted, salero,<br />

castañas de Galaroza,<br />

yo vendo camuesas y peros,<br />

¡ay, Marina!,<br />

yo vendo naranjas,<br />

y son de la China,<br />

malacatones de Ronda<br />

y suspiritos de canela,<br />

batatitas borondas,<br />

castañas, ¡cómo vahean!<br />

No lo pasen por mi puerta,<br />

tientos<br />

Qué pájaro será aquel<br />

que canta en la verde oliva,<br />

corre y dile que se calle<br />

que su cante me lastima.<br />

Y tú serás mi prenda querida,<br />

tú serás mi prenda dorada,<br />

tú serás el pájaro cucú<br />

que alegre canta en la madrugá.<br />

Ay, que te quiero,<br />

¡lo que yo te quiero,<br />

cuánto te quiero!,<br />

sin ti mi alma<br />

pa qué la quiero.<br />

Ya yo he dicho que tú entierro<br />

no lo pasen por mi puerta;<br />

porque no quiero mirarte a la carita,<br />

ni viva ni muerta.<br />

Las entrañas mías<br />

por ti las daré,<br />

que yo me encuentro pagao<br />

con que tú me cameles bien.<br />

Por dios te pido,<br />

nunca te alabes<br />

que te he querío.


Yo he visto a un niño llorar,<br />

peteneras de Chacón<br />

Ven acá remediaora<br />

y remédiame mis males,<br />

que si tú no los remedias,<br />

no me los remedia nadie;<br />

¡Ven acá remediaora,<br />

y remédiame mis males!<br />

Yo he visto un niño llorar<br />

a las puertas de un campo santo<br />

y en sus lamentos decía,<br />

madre de mi corazón,<br />

ay, en sus lamentos decía:<br />

Por mi madre son los llantos;<br />

¡Qué dolor de madre mía!<br />

La lengua que de mí<br />

murmura,<br />

seguiriya<br />

Si yo supiera las lenguas<br />

que de mí murmuran;<br />

las cortaría por er medio, en medio<br />

y la dejara múas.<br />

Eso no lo manda la ley,<br />

la caña<br />

A mí me pueden mandar<br />

a servir a Dios y al Rey;<br />

pero dejar a tu persona,<br />

¡eso no manda la ley!<br />

¡Arsa y viva Ronda,<br />

Reina de los cielos!,<br />

eso no lo manda la ley.<br />

Cómo reluce,<br />

caracoles<br />

Cómo reluce, ay, cómo reluce,<br />

la gran calle de Alcalá,<br />

ay, cómo reluce,<br />

cuando suben y bajan<br />

los andaluces.<br />

Y vámonos, vámonos,<br />

al Café de la Unión,<br />

en donde paran Curro Cúchares,<br />

El Tato y Juan León.<br />

Y eres bonita,<br />

y el conocimiento<br />

a la pasión no quita.<br />

Te quiero yo<br />

como a la mare<br />

que me parió.<br />

Y porque vendes castañas asás,<br />

ay, aguantando la nieve y el frió,<br />

con tus zapatos y tus medias calás,<br />

ay, y eres la reina para tu marío.<br />

¡Y regordonás, que se acaban!,<br />

y hermosas como recién casada,<br />

y yo las vendo por tu querer.<br />

¡Y caracoles, hay caracoles!<br />

Ay, mocito, qué ha dicho usted;<br />

Que son tus ojos dos soles<br />

y vamos viviendo<br />

¡y olé!


Solamente con mirarte,<br />

soleares<br />

Siempre por los rincones,<br />

seguiriya de Manuel Molina<br />

versión Chacón<br />

Siempre por los rincones<br />

te encuentro llorando;<br />

que yo no tenga, libertá en mi vía<br />

si te doy mal pago.<br />

No te rebeles serrana,<br />

tonás del repertorio de Chacón<br />

No te rebeles, serrana,<br />

aunque te mate tu gente;<br />

Yo tengo echao juramento<br />

de pagarte con la muerte.<br />

Vinieron y me dijeron<br />

que tú habías hablao mal de mí;<br />

Mira mi buen pensamiento,<br />

que yo no lo creí en ti.<br />

¡Oh Padre de almas<br />

y Ministro de Cristo!;<br />

tronco de nuestra Madre<br />

Iglesia Santa<br />

y árbol del paraíso.<br />

Solamente con mirarte<br />

comprenderás que te quiero,<br />

y también comprenderás,<br />

que quiero hablarte y no pueo.<br />

Y ella misma confesó;<br />

sangre lloran mis ojitos<br />

por desgraciaos que son.<br />

Pura sangre a mí me llora,<br />

porque me mata un perdón.<br />

Quién pudiera penetrarlos,<br />

para ponerles remedio,<br />

antes que viniera el daño;<br />

¡Ay, males que acarrea el tiempo,<br />

ay, quién pudiera penetrarlos!<br />

En un hospital la vi,<br />

malagueña grande de Chacón<br />

Y allí fueron mis quebrantos,<br />

en un hospital la vi<br />

y allí fueron mis quebrantos;<br />

Quién me había de decir,<br />

mujer que yo quise tanto,<br />

iba a tener tan mal fin.<br />

Rosa si no te cogí,<br />

granaínas de Chacón<br />

Fue porque no me dio gana,<br />

rosa, si yo no te cogí,<br />

fue porque no me dio gana,<br />

y al pié de un rosal dormí<br />

y rosas tuve por cama,<br />

de cabecera un jazmín.<br />

Y eso nunca lo diré,<br />

serrana que yo no te quiero,<br />

eso nunca lo diré,<br />

porque si me fatigas<br />

no sé si te buscaré.


De aquella campana triste,<br />

malagueña de Chacón<br />

De aquella campana triste,<br />

dando en el reloj la una<br />

de aquella campana triste,<br />

hasta las dos estoy pensando<br />

en el querer que me fingiste;<br />

Me dieron las tres llorando.<br />

Del convento las campanas,<br />

malagueña de Chacón<br />

Del convento las campanas,<br />

si preguntan por quién doblan,<br />

del convento las campanas;<br />

diles que doblando están<br />

a mis muertas esperanzas.<br />

¡A mis muertas esperanzas!<br />

Los pícaros tartaneros,<br />

cartagenera clásica<br />

Los pícaros tartaneros,<br />

un lunes por la mañana,<br />

los pícaros tartaneros<br />

le robaron las manzanas<br />

a los pobres arrieros,<br />

que venían de Totana.<br />

A qué tanto me consientes,<br />

malagueña de La Trini,<br />

versión Chacón<br />

A qué tanto me consientes,<br />

si tú no me has de querer,<br />

a qué tanto me consientes;<br />

mátame ya de una vez,<br />

porque yo te perdono la muerte,<br />

que ya no quiero padecer.<br />

Soy del reino de Almería,<br />

mineras<br />

Soy del reino de Almería,<br />

en donde nacen los tempranos,<br />

y al amanecer el día,<br />

me encuentro a Pedro el Morato,<br />

vendiendo verdulerías.<br />

¡El corazón!<br />

El corazón se me parte<br />

cuando pienso en tus partías,<br />

y cuando te tengo delante<br />

to lo malo se me olvía.<br />

No me habías de conocer,<br />

malagueña de la Trini,<br />

versión Chacón<br />

No me habrías de conocer<br />

si me trataras de nuevo,<br />

no me habrías de conocer,<br />

porque yo tengo distinto genio<br />

y otro modo de querer,<br />

más cariñoso y más bueno.<br />

La que vive en la carrera,<br />

media granaína de Chacón<br />

La que vive en La Carrera,<br />

la Virgen de las Angustias,<br />

la que vive en La Carrera;<br />

esa Señora lo sabe,<br />

si yo te quiero de veras.<br />

Los aires son desabríos,<br />

cartagenera de Chacón<br />

Son desabríos,<br />

como el viento, variables,<br />

los aires son desabríos,<br />

y dicen los contratables<br />

que el que se vea aburrío<br />

vaya a trabajar al cable.


ENRIQUE MORENTE<br />

INÉDITOS Y RAREZAS<br />

Grabaciones<br />

RESTAURADAS y REMEZCLADAS<br />

1.- A LA HORA DE LA MUERTE (tangos de <strong>Morente</strong>) 4:45<br />

(Versión a voz única solista)<br />

(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

Guitarra: Manzanita y Amador<br />

p1975 Warner Music Spain, S.L.<br />

2.- PA ESE COCHE FUNERAL (fandango) 2:04<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

Guitarra: Manzanita<br />

p1975 Warner Music Spain, S.L.<br />

3.- ME TIENE DE TAL MANERA (alegrías de Cádiz) 2:46<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

Guitarra: Parrilla de Jerez<br />

p1971 Warner Music Spain, S.L.<br />

4.- ESTE PAN MORENO (seguiriyas al Tío Parrilla) 5:14<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

Guitarra: Parrilla de Jerez<br />

p1971 Warner Music Spain, S.L.<br />

5.- ACEITUNEROS (Andaluces de Jaén) (peteneras) 5:25<br />

(Miguel Fernández/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>)<br />

Guitarra: Perico el del Lunar<br />

p1971 Warner Music Spain, S.L.<br />

6.- EN CASA DE CELESTINA: Calixto y Celestina<br />

(bulerías y abandolao) 4:19<br />

(Antonio Robledo/Font Castany)<br />

Cante: <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> y La Talegona<br />

Piano: Antonio Robledo<br />

Oboe: Pedro Iglesias<br />

Guitarra: Andrés Batista<br />

p1966 Warner Music Spain, S.L.<br />

7.- HECHIZO DEL CÍNGULO (martinete) 1:07<br />

(Popular/<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>)<br />

p1966 Warner Music Spain, S.L.<br />

8.- CANCIÓN DEL ARCO IRIS -“Rainbow song” 3:26<br />

(Gualberto/Jessica Jones)<br />

Intérpretes: Gualberto / Antonio Díaz / Todd /<br />

<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong><br />

p1975 Warner Music Spain, S.L.<br />

9.- TERRAPLÉN 3:51<br />

(Gualberto García)<br />

Intérpretes: Gualberto /Art Wolh / <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong><br />

p1975 Warner Music Spain, S.L.<br />

10.- PRISIONEROS 8:46<br />

(Gualberto García)<br />

Intérpretes: Gualberto / Willie Rodríguez de Trujillo/<br />

Art Wolh / Antonio Díaz / Todd / <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong><br />

p1975 Warner Music Spain, S.L.<br />

11.- A LA HORA DE LA MUERTE (tangos de <strong>Morente</strong>) 4:45<br />

(Versión a dos voces solistas)<br />

(<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo)<br />

Guitarra: Manzanita y Amador<br />

p1975 Warner Music Spain, S.L.<br />

LC 04281<br />

p2015 Warner Music Spain, S.L. a Warner Music Group Company<br />

c2015 Warner Music Spain, S.L.<br />

www.warnermusic.es<br />

INÉDITOS Y RAREZAS<br />

LETRAS:<br />

A la hora de la muerte,<br />

tangos de <strong>Morente</strong><br />

versión a voz solista<br />

* Véase disco “Se hace camino al andar”<br />

Pa ese coche funeral,<br />

fandango<br />

Pa ese coche funeral<br />

yo no quiero quitarme el sombrero<br />

pa ese coche funeral,<br />

que la persona que va dentro<br />

a mí me hacho pasar<br />

Los más terribles tormentos.<br />

Me tiene de tal manera,<br />

alegrías de Cádiz<br />

Me tiene de tal manera<br />

la penita de no verte<br />

que cuando yo no me he muerto<br />

nadie se muere de pena.<br />

Tú cogiendo aceitunas<br />

yo vareando<br />

de ramito en ramito<br />

te voy mirando.<br />

Más mata una mala lengua<br />

que la mano del verdugo<br />

que el verdugo mata a un hombre<br />

y una mala lengua muchos.<br />

Para qué me preguntas<br />

qué viento corre<br />

siendo tú la veleta<br />

y yo la torre.


En casa de Celestina:<br />

Calixto y Celestina,<br />

Este pan moreno,<br />

seguiriyas al Tío Parrilla<br />

Y este pan moreno<br />

cómo lo traigo<br />

en mis propias manos<br />

y no puedo comerlo.<br />

Voces doy al viento<br />

y grito al alto cielo<br />

cómo yo traigo una llama viva<br />

dentro de mi pecho.<br />

Aceituneros<br />

(Andaluces de Jaén),<br />

peteneras<br />

Andaluces de Jaén,<br />

aceituneros altivos,<br />

decidme a en el alma: ¿quién,<br />

quién levantó los olivos?<br />

Vuestra sangre, vuestra vida,<br />

no la del explotador<br />

que enriqueció en las herida<br />

generosa del sudor.<br />

No la del terrateniente<br />

que os sepultó en pobreza,<br />

que os pisoteó la frente<br />

que os redujo la cabeza.<br />

Celestina,<br />

tu que eres tan buena serrana<br />

dueña del embrujo<br />

hoy te vengo a ver;<br />

Yo te pido<br />

que alivies mis penas<br />

o enfermo de amores<br />

me voy a perder.<br />

Si esta pena que tengo<br />

mucho me durara<br />

todas las murallas del mundo,<br />

toítas yo las derribara.<br />

No te pongas colorá<br />

que lo que a ti te ha pasao<br />

le pasa a la más pintá.<br />

()<br />

Por dinero baila el perro,<br />

dice un antiguo refrán,<br />

por dinero baila el perro<br />

y esta vieja si se lo dan.<br />

Hechizo del cíngulo,<br />

martinete<br />

Toito se me volvían pérdidas<br />

por buscar mi bienestar<br />

la puerta donde me arrimo<br />

la encuentro claveteá.<br />

Terraplén,<br />

bulerías por soleá<br />

¡Dios mío!


Prisioneros,<br />

En qué tribunal se ha visto<br />

ni en qué sala ni en qué audiencia<br />

al reo darle por libre<br />

y al libre darle sentencia.<br />

¡Libradme!<br />

A la hora de la muerte,<br />

tangos de <strong>Morente</strong><br />

versión a doble voz solista<br />

* Véase disco “Se hace camino al andar”


LA FORJA DE UN DISCÍPULO<br />

(muy aventajado)<br />

José Manuel Gamboa<br />

¡A navegar!<br />

Claro, él aún no sabía que había venido a Madrid a tomar un barco del que jamás podrá ni querrá bajarse.<br />

Entre la mar de gente, sin poderlo remediar, este andaluz emigrante pasó de seise en la catedral de Granada a<br />

grumete mocetón en la tropa de la afición; le tiraba la inclinación; Torrotrón, torrotrón, torrotrón, ¡ooooooole!,<br />

diría Pericón, y dice el cantaor.<br />

“Será el destino, alguna extraña ley de la Naturaleza. No tenía otra cosa que hacer que cantar flamenco.<br />

Te levantas una mañana y dices: ¿Qué hago yo por ahí haciendo el gamberro?, y te pones a cantar”.<br />

En “los años del hambre” su madre rompió aguas en aquel Albaicín donde las escasas e insalubres aguas, de<br />

aljibe, servían para bautizar con doblado empeño la leche, donde el pan era doblemente negro y las cartillas de<br />

racionamiento triplemente insuficientes y caprichosas. Nació <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> Cotelo en la calle San Gregorio, el<br />

25 de diciembre de 1942, y fue bautizado en la iglesia de San José, que fue antes mezquita.<br />

En el vecindario repiqueteaba el flamenco por doquier, en los domicilios, en las barberías, en las tabernas de<br />

Torcuato, del Pimpollo, el Cafetín, el bar Higueras…<br />

“De eso me viene el cante. Recuerdo mucho al Niño de las Almendras, un primer ídolo, y a Cobitos, el<br />

Niño Osuna, Victorino de Pinos, Juanillo el Gitano y, claro, a mi madre, que cantaba más bien que to. Ya no<br />

quedan tabernas, ahora son hamburgueserías; Había otro sonido, otro ambiente, otro sabor, pero, ¡cuidao!,<br />

que todo no era maravilloso; ¡ni muchísimo menos!”


Nacía Enriquito el Granaíno, que es quien nos habla, a la par que la RENFE, de la que será un consumado<br />

cliente solitario en busca de la jondura allá donde se encuentre, desde su primera marcha, que coincidió con una<br />

progresiva huída en masa de los habitantes albaicineros a lo largo del primer quinquenio de la década de los<br />

60. Coincidió con el cumpleaños del cantaor, que acababa de regresar al barrio, la declaración por la UNESCO,<br />

en 1994, del Albaicín como Patrimonio de la Humanidad. Antes de marchar, al punto de ingresar en la clínica<br />

innombrable donde pasó a la inmortalidad artística el 13 de diciembre de 2010, supo de una nueva declaración,<br />

la del Flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y alcanzó a opinar:<br />

“Mejor hubiera estado que la Humanidad fuese declarada Patrimonio del Flamenco, ¿no? Tuve la idea de<br />

crear un colectivo que reivindicase a la humanidad como patrimonio del flamenco, para humanizar un poco<br />

a la gente ¿No dicen que la música amansa a las fieras?”<br />

Quien ya es, sin que falta le haga declaración oficial alguna, Patrimonio Cultural de la Humanidad, eterno<br />

defensor de la causa humana a la que regaló su cante, queda sancionado con dos honores póstumos que en otras<br />

manos resultarían contrarios, la Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo y la Legión de Honor francesa. <strong>Morente</strong><br />

resuelve la paradoja con la hermandad; ese es su mejor legado, servido, por demás, en forma de buena música y<br />

buena letra.<br />

Desde los 13 años estaba empeñado en irse a Madrid. Quería ser cantaor…, o torero…, o… Quería emigrar,<br />

independizarse en la capital. Y en el Foro, con 17 años, descubrió que había otras lecturas más interesantes que<br />

las novelas del Oeste; en Madrid, lo que son las cosas, descubrió a Federico García Lorca:<br />

“Me quedé enganchao con “Doña Rosita la Soltera”, que me traía a la mente mi Andalucía; Pinos Puente y<br />

La Vega… Granada. Decía el libro que el poeta había muerto en un accidente de circulación. Yo era muy bruto,<br />

y a partir de llegar a Madrid tuve la suerte de encontrarme unas gentes que me descubrirán el gran mundo”.<br />

Educado, cortés, despierto, dueño de un particular sentido del humor, cayó en gracia ¡Caray, <strong>Enrique</strong>, qué<br />

bueno que viniste! Algo traía que le iba a proporcionar inmediato pasaje al bajel guillabaor, y se unió al barco<br />

del flamenco profesional:<br />

“Debo mucho al maestro Pepe el de La Matrona y a Bernardo de los Lobitos. A los dos los conocí en la<br />

peña Charlot ¡Cuánto aprendí a su lado! Afortunadamente, me di cuenta muy pronto de que lo más importante<br />

era el cante grande y dediqué el tiempo a conocer la tradición, que para mí es decisiva. Porque EL CANTE<br />

NO TIENE MAESTROS: TIENE DISCÍPULOS. Empecé a actuar gracias a Rafael Romero, que me llevó a<br />

trabajar a las Cuevas de Nemesio, un tablao que era una copia de las cuevas del Sacromonte”.<br />

Y ya estamos en el mismo barco, pues. Cuando las envidias patrias nos coloquen al pairo, cada vez que alguien<br />

le venga con belenes de que si este sí y el otro no…, a flor de boca tendrá <strong>Enrique</strong> el oportuno tapaboca: “¡A ver<br />

si nos enteramos de que estamos todos en el mismo barco!”. <strong>Morente</strong> ya era profesional:<br />

“Me gusta la profesión flamenca porque me ha dado la posibilidad de conocer a muchísimas personas<br />

que entroncaban más con mi sensibilidad. Yo trabajé en muchísimos oficios –de todos me echaban- antes<br />

de ser cantaor flamenco profesional, que me ha permitido viajar muchísimo, que me ha dado a disfrutar y<br />

sufrir muchísimo, a pasarlo muy bien, y lo he contrapunteado con los temporales. Como yo vengo de una<br />

familia proletaria, como diría alguien del PC, yo vengo de currantes, fue un cambio muy fuerte. El cante me<br />

ha permitido conocer a Octavio Paz, a Juan Rulfo, Luis Rius, Alberto Domingo, Paco Ignacio Taibo... Mis<br />

maestros eran gente muy culta, porque se formaron en los años veinte, cuando Manuel de Falla y Federico<br />

García Lorca acercaban al flamenco con la vanguardia, algo que en mi generación ya no tanto ocurrirá. He<br />

viajado a Nueva York, Rusia, Japón, India… Toda Europa me la he pateado del brazo de La Talegona”.


En esta profesión primero hay que ponerse “atrás”, para tomar perspectiva, asegurar el paso y calmar el pulso.<br />

Quien antes no fue cocinero, mal fraile será. De momento <strong>Enrique</strong> el Granadino, que le decían, cumplimentando<br />

adecuadamente la hoja de servicios, antes de ponerse “alante”, en primera línea cantaora, hizo el rodaje marcando<br />

el compás sometido a la cuadratura del baile. Y así anduvo por el planeta con Mariemma, Pepita Sarazena y<br />

José Luis Rodríguez o con Susana y José junto a María Zamorano Ruiz, La Talegona (Córdoba, 6/VIII/1909-11/<br />

II/1991), representando al Calixto de “La Celestina”: He aquí el primer hito registrado en la carrera del que ya se<br />

hacía llamar por su nombre, <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>.<br />

© 1971 Hispavox, S.A. / Foto Francisco Ontañón


Guía de escucha<br />

<strong>Morente</strong>, ¡A grabar!; nosotros, ¡A escuchar!<br />

La distinguida pareja dancística formada por Susana Audeoud Koniz (Berna, Suiza, 10/10/1919-Zúrich,<br />

Suiza, 1/1/2010) y José Luis de Udaeta Paris, José de Udaeta (Barcelona, 27/5/1919-15/9/2009), difundió con<br />

plena fortuna nuestros aires nacionales por Europa entre 1948 y 1970. Adelantados en la creación de espectáculos<br />

dramáticos, conformados, desde el lenguaje coreográfico por el flamenco, el clásico español y nuestras danzas<br />

regionales, pusieron en escena piezas de profundo arraigo español, entre otras “La Celestina”. Hubo química en<br />

la escena y tras la escena, que Susana se casó con el pianista y compositor de la compañía Antonio Robledo, en<br />

la pila Armin Janssen (Hannover, Alemania 12/V/1922-Zúrich, Suiza, 2/X/2014), quien a la postre compondrá<br />

con <strong>Morente</strong> las obras sinfónicas “Fantasía de cante jondo” y “Alegro soleá”.<br />

De momento, <strong>Enrique</strong> debuta en el microsurco al participar en el registro del disco “LA CELESTINA.<br />

BALLET CREADO POR SUSANA Y JOSÉ, Música: Antonio Robledo. Textos: Alberto Cárdenas” (Emi/<br />

Odeón MOAL 119, 1966), donde está acompañado por el magnífico piano de Janssen, el oboísta Pedro Iglesias<br />

y la superlativa guitarra de Andrés Batista Francisco (Barcelona, 12/X/1937).<br />

Interpreta –en el papel de Calixto- junto a La Talegona –en el papel de Celestina-, las bulerías cortas En casa<br />

de Celestina, que se inician con músicas navideñas de Juan Mojama/A. Mairena y se aliñan con aires pregoneros<br />

de Manuel Vallejo, y en solitario los martinetes del Hechizo del cíngulo, que <strong>Morente</strong> toma de Aurelio Sellés y,<br />

originalmente, de Pepe el de la Matrona –los grabó en 1947-, llevando el cante a su sitio, sin aliviarse, pero que<br />

ya los hace suyos, morentianos, por las melismáticas elevaciones “microtonales” en la parte valiente que marcan<br />

la diferencia. Empieza a hacer historia.<br />

El 23 de febrero de 1967 se hace <strong>Morente</strong> con el premio del concurso I Presencia de Málaga Cantaora en<br />

Madrid, en la final celebrada en el Teatro Beatriz, compitiendo con reconocidos profesionales -Bernardo el de los<br />

Lobitos, El Flecha padre e hijo, Antonio de Canillas, Alfredo Arrebola… Rafael Pareja, santón de conocimiento<br />

infinito y miembro del jurado, viéndose en minoría ante un veredicto final consecuencia –dicen- de componendas,<br />

zanjó con un terminante bastonazo en la mesa: “El premio tiene que ser para ese niño de Granada, que va a ser<br />

un cantaor de época”. Por cierto, según recuerda el cantaor unionense Niño Alfonso, algo parecido anunció dos<br />

años antes en Cartagena el maestro Pepe Marchena: <strong>Enrique</strong> el Granaíno es el mejor cantaor que he escuchado<br />

nunca, el que va a acabar con todos nosotros el día que ya no estemos aquí. Es el futuro del mañana”.<br />

Tal repercusión alcanzó el triunfo de <strong>Morente</strong> en el certamen, que<br />

propició su puesta de largo discográfica. El elepé de estreno, en la tirada<br />

inicial, incorporaba una faja con la inscripción: “Gran Premio del Certamen<br />

de Cante Jondo. Primera Presencia de Málaga Cantaora en Madrid”. Saldría<br />

el álbum, “CANTE FLAMENCO. ENRIQUE MORENTE” (Hispavox<br />

HHS 10-324), en el segundo semestre del 67 junto al primero de los epés,<br />

“<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>. Cante flamenco” (Hispavox HH 16-630). A la gozada<br />

discográfica se sumó su entrada en el tablao más cabal conocido, Zambra,<br />

y más concretamente en el elenco principal de la casa, el Cuadro Antología<br />

del Flamenco, con Rosa Durán, Juan Varea, Pericón de Cádiz, Rafael<br />

Romero y Perico el del Lunar.<br />

El pianista José Romero, que conocía a gentes en Hispavox, pidió cita y con <strong>Morente</strong> se presentó allí para<br />

que José Luis de Carlos, director artístico de la discográfica, atendiera al estilo del puntero valor en cierne. Se<br />

encontraron con que De Carlos estaba acompañado por Félix García Vizcaíno, Félix de Utrera (Las Palmas


de Gran Canaria, 29/VI/1929-Madrid, 4/IX/1998), tocaor al que conoce<br />

<strong>Enrique</strong> en ese momento. Le hicieron una prueba y José Luis ficha a<br />

<strong>Morente</strong>, le impone de acompañante a Félix, y se encarga del registro, justo<br />

antes de cambiar de empresa. Acabará en CBS, dando a conocer a Las<br />

Grecas o Los Chorbos, y ficha a <strong>Morente</strong> cuando este cumpla su contrato<br />

con Hispavox…<br />

Por lo pronto, <strong>Morente</strong> consigue que la independiente madrileña, tras<br />

la marcha de De Carlos, contrate al amigo José Blas Vega, quien se hará<br />

cargo en la misma del departamento de Flamenco y Folklore. En aquel<br />

tiempo <strong>Enrique</strong> era un “protegido” del tótem del arte flamenco jerezano,<br />

el respetado Tío Parrilla, que lo defendía como el joven valor del cante<br />

flamenco, hasta el punto de ponerle de guitarrista a su propio hijo, Parrilla de Jerez. Es más, el venerable calé<br />

se enfrentó al estudioso local Juan de la Plata, presidente de la Cátedra de Flamencología, que mantenía cierto<br />

escepticismo respecto al granadino. Junto al Tío Parrilla, disfrutó <strong>Morente</strong> de veladas de cante compartidas con<br />

santones como el Tío Borrico y costeadas por don José Cantos y Ropero, quien le hizo escuchar algunas de sus<br />

grabaciones privadas, como la que le hizo a Tío José de Paula, todo un tesoro, de donde <strong>Enrique</strong> posiblemente<br />

tomase las quejadas seguiriyas inéditas que se descubren en el disco extra, Este pan moreno –que muchos<br />

atribuirán a Paco la Luz y más parecen de Tío José. Y de esta importantísima etapa jerezana de <strong>Morente</strong> derivará<br />

el súmmum de la discografía flamenca, el álbum “Canta Jerez” –editado ya en 1968-, que se grabaría en el marco<br />

de una fiesta celebrada en los estudios Hispavox, de la calle Torrelaguna de Madrid, con lo mejorcito de la cantera<br />

jerezana, un álbum que se cierra con una fiesta por bulerías dedicada al Tío Parrilla…<br />

En su debut disquero, <strong>Morente</strong> sorprende por la profundidad y diversidad<br />

del contenido, por momentos inédito. Veámoslo. La verdulera, el único<br />

cante rítmico, sigue la estela de D. Antonio Chacón –del que <strong>Morente</strong> era<br />

defensor a ultranza e imbuyó a Blas Vega-, con el pregón aflamencado<br />

por Tío José el Granaíno. La pieza recientemente fue versionada por Los<br />

Planetas en “La leyenda del espacio”. Plaza de los Herradores, responde<br />

al fandango albaicinero que Frasquito Hierbabuena engrandeció, dotándolo<br />

de mayor musicalidad, y salvaguardó Cobitos. El primitivo cante de la caña<br />

no podía faltar en estos tiempos de gusto antológico, ofreciéndonos <strong>Morente</strong><br />

una intransitada versión de excelente copla, Y conmigo no ha podío.<br />

Tal vez lo más llamativo del contenido fuese Ni quien se acuerde de mí, la malagueña de la Peñaranda, toda<br />

una primicia. Pepe el de la Matrona le enseñó el cante, adjudicándolo con ciertas reservas a Concha la Peñaranda:<br />

“Estoy casi seguro, pero ahora mismo no me acuerdo…”. Se enfadó al ver el disco así asignado, pero en 1969<br />

el propio maestro lo incorporará a su antología, “Tesoros del flamenco antiguo” (Hispavox HH 10-346/7). Les<br />

diremos que en 1912 la Niña de los Peines había impresionado el cante, en una versión menos matizada, menos<br />

clara y definitoria, sin atribuirlo a nadie. Algunos opinan que es en realidad la bandolá de los jabegotes. Sin<br />

embargo, arrancando el siglo XX la primicia de este cante la grabó El Mochuelo, que granaína llamó; así fue<br />

conocido hasta los años 20, cuando pasó al olvido.<br />

En la soleá De tu querer apartarme, hace <strong>Morente</strong> los cantes del cabeza del cante grande gaditano, <strong>Enrique</strong><br />

el Mellizo, según el perdido modelo original; repitiendo hasta tres veces el segundo verso del primer cante, y<br />

metiendo unos ayeos en el último verso de esa primera copla. Aurelio Sellés, Matrona y Manolo el de Huelva<br />

fueron sus guías. En igual sentido, de hondo calado es su aportación de la seguiriya fetén del Mellizo, Toíto me<br />

viene en contra, hasta entonces mal difundida. Cante grabado por Pepe el de la Matrona el 18 de febrero de 1947<br />

para el profesor Manuel García Matos, que igualmente plasmó en París acompañado por Román el Granaíno en


1957. De Matrona lo recogió <strong>Morente</strong> y ante Aurelio Sellés contrastaría su exactitud y validez ratificándolas:<br />

“¡Eso lo hace <strong>Enrique</strong> muy bien!”, declarará el sabio anciano de Cádiz a José Blas Vega. Más allá le dejará dicho<br />

que si el cante se ha de conservar con autenticidad en el porvenir, el único capaz de transmitirlo, “el único que lo<br />

pueda conocer es este <strong>Morente</strong>, porque lleva el régimen ese; <strong>Morente</strong> lleva el…, el sitio”.<br />

Se me apareció la muerte, es una malagueña de Chacón que aprendió <strong>Enrique</strong> de Matrona y practicó desde<br />

los primeros años 60 manteniéndola en repertorio siempre. Dicen que es un estilo que reformó el genial jerezano,<br />

tomándolo del cantaor llamado Gayarre Chico o Gayarrito. El pianista Arturo Pavón nos aseguró: “Chacón la<br />

cantaba con cuatro versos, y mi padre le agregó un quinto: Para alivio de mis penas”. De Chacón lo retomarán<br />

otros, pues la malagueña “Por buscar la flor que amaba”, que se ha atribuido a Manuel Torre y a Diego el<br />

Marrurro, es una copia de la presente, un mismo cante. También divulgó, aprendidos de Pepe de la Matrona los<br />

martinetes, En la estación de Jerez, y los aires mineros de Pedro el Morato, A las minas del Romero. En las<br />

soleares Me tienes consumío, es una vez más Matrona el asesor, aunque <strong>Morente</strong> añade ecos de Fernanda de<br />

Utrera. Interpreta cantes trianeros de Ramón el Ollero, El Quino y Silverio,<br />

siendo la copla del segundo cante original de Matrona. Y de este recoge las<br />

variantes jerezanas por seguiriyas de Manuel Torre y Marrurro en Mi hora<br />

mala llegó.<br />

Pasado un año largo regresa <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> a los estudios de Hispavox<br />

un par de tardes, esta vez con un guitarrista por él elegido; el mejor que<br />

teníamos en España: Manuel Serrapí Sánchez, Niño Ricardo (Sevilla,<br />

11/VII/1904-14/IV/1972). Juntos impresionan el despampanante Lp<br />

“CANTES ANTIGUOS DEL FLAMENCO. ENRIQUE MORENTE.<br />

GUITARRISTA NIÑO RICARDO” (Hispavox HH 10-355), editado en<br />

la primera mitad de 1969.<br />

El prólogo, ideal para dejar flamencos boquiabiertos, lo pone con la Que te quise con locura, la malagueña<br />

grande de Chacón en una versión verdaderamente merecedora de la colosal acotación; Ricardo le secunda, divino,<br />

con un toque en tonalidad de taranta. Fue este superlativo cante el que le otorgó al granadino carta de naturaleza<br />

cabal entre toda la afición. La seguiriya que sigue, Los ojos abrió, tiene particulares significaciones mellizas, dobles<br />

enjundias: 1º En el segundo estilo, que da título, presenta al pueblo flamenco nada menos que un decimonónico<br />

cante del a la sazón rey del flamenco Silverio Franconetti, estilo que aprende del veterano Rafael Pareja. 2º En el<br />

cante inicial hace un giro, un semitono, que será un pequeño paso para el hombre, pero un paso de gigante para<br />

el arte jondo, pues con él venía a concretar la unión del Oriente y Occidente flamencos, de la Andalucía Bética y<br />

Penibética. Adoba el cante jerezano de Manuel Molina de unas “caídas” propias del cante minero:<br />

Como una cosa<br />

como cosita propia<br />

Te-e-he mirao yo<br />

pero quererte como yo te quería<br />

Ya-a-a eso se acabó.<br />

Nos referimos al semitono –así lo llaman los flamencos- que introduce justo en lo que marcamos en negrita,<br />

con lo que inicia lo que también se podría llamar la tarantización del cante jondo bajo andaluz. Inserta <strong>Morente</strong><br />

en el sistema modal bajoandaluz la característica séptima tarantera, esa nota diferencial de los aires mineros<br />

dentro del sistema del fandango sureño –la séptima del primer grado (séptima dominante del modo menor); el<br />

punto de inflexión melódica, donde tiende a caer la voz en momentos cruciales, caso clarísimo del primer tercio<br />

de la cartagenera: “Te inclinaaas” –avanzando pueden comprobarlo en Si vas a san Antolín. Esa nota viene de<br />

la parte del fandango que va en tonalidad mayor, que no de la modal, dado que el fandango sureño es bimodal.


Esta es la cuestión y la novedad, utilizar una nota en sexta dentro del modal andaluz, y poner allí el quejío.<br />

Este cruce de tonal y modal en absoluto fue producto de laboratorio, sino devenir natural del cante por el corazón,<br />

la mente y la voz de un aficionado de amplio espectro. Esto es lo que a los sordos e inmovilitas del planeta<br />

flamenco les llevó a acusar a <strong>Morente</strong> de que “cantaba al revés”. Está bien definido, porque se entiende ¿O no?<br />

Pero más que romper el esquema tonal del cante bajoandaluz, la escala andaluza, lo ENRIQUE-ce con sentires<br />

de su Oriente flamenco. Es un acto de hermandad, de afición ecuménica. Y más allá, en lo sucesivo, romperá<br />

esquemas con sus mezclas de las escalas andaluza y mayor/menor, algo que se continúa en la guitarra de Pepe<br />

Habichuela.<br />

Por cierto, el primero en tomar prestado el semitono de <strong>Morente</strong> será un ratón colorao llamado Camarón de la<br />

Isla, que lo lleva a su inmediata seguiriya “A los santos del cielo”, de 1970. Ítem más: Nadie se llame a engaño<br />

cuando vea la obra registrada a nombre de Blas Vega –o bajo el seudónimo Ópalo-, pues en aquel tiempo era muy<br />

complicado para un creador flamenco darse de alta en Autores, y ni merecía el esfuerzo para las pocas ganancias<br />

que se devengaban. Por eso <strong>Enrique</strong> le cedió la obra a su amigo Blas, que era socio SGAE y podía hacer el<br />

registro. En varios cantes ocurrió algo semejante, con este y demás autores.<br />

Merecía comentario el cantecito. Más telegráficamente les informaremos que prosigue <strong>Morente</strong> su recital con<br />

unos fandangos grandes del jerezano Niño Gloria, De rabia rompí a reir; dos estilos de soleares de Merced<br />

la Serneta y entre ellos intercalado uno de Frijones, En lo mejor de tus sueños, con divina letra y música; la<br />

malagueña de El Canario, Por las trenzas de tu pelo; unas impresionantes peteneras, Estrella de fuego, las<br />

que hacía Chacón y que logra reconstruir, con sello propio, según la información que le aportó Manolo el de<br />

Huelva. Igualmente de procedencia chaconiana, vía El de la Matrona, nos llegan los aires taranteros almerienses,<br />

Soy del reino de Almería, la famosa cartagenera de Chacón, Si vas a san Antolín, y el martinete con toná, Soy<br />

un pozo de fatigas, que puede estar influenciado por Jacinto Almadén y Juan Varea –un claro ascendiente en<br />

todo el álbum, como notable es el de Manolo Caracol- aunque muestre la personalidad de <strong>Morente</strong>. Nos restan<br />

las seguiriyas jerezanas Pago con la vida, del Marrurro y Manuel Molina; estas últimas, por <strong>Enrique</strong> adrede<br />

respiradas -sin tirar de fiato-, negándose al aplauso fácil que tal uso procuraba en los festivales a los cantaores<br />

más gaiteros –“Prefiero la hecatombe a la mediocridad”, era uno de sus lemas.<br />

La afición se hizo lenguas de la titánica malagueña grande de Chacón que presentó <strong>Morente</strong>, obligando a su<br />

discográfica a sacar en 1970 un epé –el cuarto y último del cantaor-, con dicha pieza, amén de la seguiriya de<br />

Silverio, la petenera y los fandangos:“<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>. Guitarrista Niño Ricardo” (Hispavox HH 16-733).<br />

Entró el granadino en el mundo del festival bajoandaluz, y a una la crítica y la flamencología del lugar le dio<br />

nones ¿Por qué? Porque se salía de la tabla, se salía del camino predeterminado, de la norma establecida por el<br />

imperante mairenismo –el mairenismo; Antonio Mairena, siempre respetó la valía y afición de <strong>Enrique</strong>… Y así<br />

empezó la leyenda del cantaor desprestigiado. Hablar de <strong>Morente</strong> es un continuo tener que recurrir a las comillas,<br />

escuchémosle:<br />

“Estoy súper desprestigiao…, gracias a ese desprestigio vivo. Yo estoy muy contento con mi desprestigio.<br />

Hay gente que se deprime, se suicida… Yo no, es fantástico estar desprestigiao. Es una situación divertidísima”.<br />

Pues ya metido en faena “empezó <strong>Enrique</strong> con las tonterías”…, que así entendía su mismo productor el álbum<br />

por venir… Estando en estas, “si no te mueres, te quedas desfigurao”, falló el maestro ¿Qué había sucedido?<br />

En la Cervecería Alemana, de la madrileña Plaza de Santa Ana, tres colegiales, ya mayorcitos, vamos, de<br />

colegio mayor, del San Juan Evangelista, Andrés Raya, José Luis Ortiz Nuevo y Francisco Gutiérrez Carbajo, le<br />

mostraron un librito prohibido a <strong>Morente</strong>, quien descubre el contenido: “Era de Miguel Hernández y enseguida<br />

me di cuenta de que esos textos podían cantarse por flamenco”. La fuerza poética de aquel bardo maldito inspiró


su tercer álbum: “ENRIQUE MORENTE. HOMENAJE FLAMENCO A<br />

MIGUEL HERNÁNDEZ” (Clave 18-1251 S, 1971).<br />

Aún cuando <strong>Morente</strong> no se movía un ápice de los cánones tradicionales, por<br />

su inclinación chaconiana en pleno mairenismo –que se impuso defenestrar<br />

a quien fuera nominado “Papa del flamenco”- había muchos que le tenían<br />

ojeriza, ¡qué no sería después! Imaginen la trifulca contra este hombre de<br />

buena voluntad, que se puso a cantar a Miguel Hernández, nada más y nada<br />

menos. Fue un flamenco el primero en devolverle la vida pública a aquellos<br />

versos de rojo pasional. Cuando apareció el disco, hubo quien se dio a buscar<br />

la identidad del tal cantaor Hernández…<br />

Con su guitarrista de cabecera, Manuel Fernández Molina, Parrilla de<br />

Jerez (Jerez, 21/IX/1945-6/VI/2009), y el que a diario le acompañaba en<br />

el tablao Zambra, Pedro del Valle Castro, Perico el del Lunar (Madrid,<br />

13/III/1940), se registró el álbum el los estudios Hispavox la temporada<br />

1969/70. La censura franquista lo tuvo en dique seco hasta fines de 1971.<br />

Tras sellarlo con un “Denegado”, en segunda instancia acordó aprobarlo<br />

pero sin el tema Aceituneros, con el toque de Perico, versión morentiana de Andaluces de Jaén sobre el cante<br />

por peteneras que practicaba Rafael Romero, que hemos recuperado en el cedé de rarezas. En México, donde<br />

Hispavox tenía su filial Gamma, se editó el LP antes y completo –salvo las soleares, por exceso de duración.<br />

Se conjugan en esta entrega las influencias de sus maestros en Zambra, de forma general Juan Varea -Dios<br />

te va a mandar un castigo, bulerías por soleá-, sumándose a la inspiración Rafael Romero –El niño yuntero,<br />

malagueñas de La Trini con fandango del Albaicín-, sin olvidarnos de Bernardo el de los Lobitos, cuyo eco está<br />

presente en las dulces granaínas -Un veneno ‘pa’ que yo muera- y el momento sublime, con las Nanas de la<br />

cebolla. Muestran una inequívoca procedencia <strong>Morente</strong>, tanto por el repertorio lírico como por las cadencias<br />

musicales, los tientos, El carro de mi fortuna, y las soleares, Con la raíz del querer, con ecos alcalareños de<br />

Joaquín el de la Paula intercalados por el estilo trianero que se atribuye sin mayor certeza a Pinea el Zapatero.<br />

Pero lo esencial fue la propuesta lírica/cantaora-creadora que hizo <strong>Morente</strong>. Sentado sobre los muertos fue<br />

la composición morentera inicial que planteó el disco, basada en primitivos romances sanluqueño-portuenses,<br />

algunos con dejos de petenera. Pero era tan de la casa que en su tiempo de nacimiento, 1969, no sabía <strong>Morente</strong><br />

cómo tildarla, ni qué acompañamiento guitarrístico colocarle –finalmente se lo puso Parrilla. A esas alturas, no<br />

crean, <strong>Morente</strong> ya manejaba en secreto un curioso repertorio propio, caso insólito desde hacía décadas, que, sin<br />

embargo, ocultaba por temor a represalias… Cuando ejecutaba su singular seguiriya –Voces doy al viento- Rafael<br />

Romero siempre le preguntaba por la procedencia, y <strong>Enrique</strong> se lo atribuía a “un gitano viejo de Sanlúcar”…<br />

Demostración sonora de lo antedicho queda de manifiesto en el disco de inéditos con la seguiriya Este pan<br />

moreno, cuyo segundo cante es precisamente la versión primera de Voces doy al viento. Se registró en 1971,<br />

junto a las alegrías Me tiene de tal manera, con el toque de Parrilla de Jerez, pero nunca hasta hoy se publicaron<br />

estas obras. Tras impresionarlas, el gran director de teatro y discípulo de Buñuel, Juan Ibáñez (1938-2000), quien<br />

acabó firmando la contra del disco español dedicado a Hernández, le propuso a <strong>Enrique</strong> una temporadita en<br />

México. Allá se fue el 6 de septiembre de 1971, con Parrilla de Jerez y su hermana la bailaora Ana Parrilla. En<br />

principio era por tres meses y medio, pero <strong>Morente</strong> se hizo un master de okupa azteca: “Iba pa un mes y me quedé<br />

un año”. Los Parrilla volvieron y <strong>Morente</strong> desde allá reclamó acá a un jovencito guitarrista madrileño de casta<br />

flamenca y sobradas facultades que había conocido en Zambra, José Manuel Ortega Heredia, Manzanita (Madrid,<br />

7/II/1956-Alhaurín de la Torre, Málaga, 6/XII/2004). Con la perspectiva atlántica, <strong>Morente</strong> vio el cielo abierto:


“Cuando me preguntan dónde aprendí a<br />

cantar, tengo que decir: en México. Yo me<br />

encontré a mí mismo en México. México<br />

significó la libertad. Empecé a liberarme<br />

de una serie de miedos, de advertencias...<br />

Fue en México con Manzanita cuando, él<br />

y yo, juntos, empezamos a inventar ritmos,<br />

a tocar y a cantar de otra forma. Era una<br />

cosa natural. Nos salía así, no es que<br />

quisiéramos descubrir América, pero, ¡por<br />

desgracia!, descubrimos cosicas…”.<br />

Aquel viaje iniciático revelará a <strong>Morente</strong><br />

que su barco era a la vez un portaaviones con<br />

despegues discrecionales hacia territorios ajenos a dogmas y confusiones, donde habitan oídos libres. Juntos,<br />

al regreso, <strong>Morente</strong> y Manzanita se integrarán en El Café de Chinitas antes de plasmar parte de la querencia<br />

exploradora en un disco de significativo título, “ENRIQUE MORENTE. SE HACE CAMINO AL ANDAR”<br />

(Clave 18-1342-S), que vino con la primavera de 1975.<br />

Se grabó en varias sesiones dispuestas tras las actuaciones en el tablao –se nota el “dejo tablao”-, sin el<br />

más mínimo descanso aconsejable para recuperar fuerzas, y ahí está medio cuadro del local, Manzanita y Los<br />

Chorbos, Tony Maya… y Luis Habichuela, quien pronto le presentará a <strong>Enrique</strong> a su hermano Pepe…<br />

<strong>Morente</strong> en México había perdido el miedo a la libertad, al qué dirán patrio-flamenco, y no se arredró a la hora<br />

de refrescar a lo festero su repertorio o bautizar las creaciones que presentaba a su nombre. Aquí aparecen los<br />

primeros cantes con denominación de origen desde los tiempos de la II República. Muestra sus propios tangos -A<br />

la hora de la muerte-, que causan gran impacto, sus tientos -Yo seré como la mimbre-, al fin su seguiriya, Voces<br />

doy al viento, repleta de semitonos mineros como sus fandangos -Contando los eslabones. Estos últimos, por<br />

cierto, con Paco de Lucía los registró Camarón de la Isla antes que <strong>Morente</strong> «Ni que me manden a mí»-, aunque<br />

el padre del guitarrista y productor ocultó la procedencia. En cualquier caso, Camarón fue a disculparse ante un<br />

<strong>Morente</strong> que antes que molesto estaba feliz por escucharle a José su cante. Había química entre ambos.<br />

Acerca del repertorio tradicional morentizado hemos de referir los fandangos del Albaicín, Granada, calle de<br />

Elvira, la versión ligera de aquellos inaugurales de Frasquito Hierbabuena, o las gaditanas alegrías Sale el sol.<br />

Interpreta a modo de tarantos la levantica, en Minerico barrenero; lo hizo primero para una coreografía de Mario<br />

Maya y Carmen Mora, después secundando a Loli Flores y Manuela Vargas, e impuso moda entre la profesión<br />

que tomó la costumbre de hacer estas músicas en aire binario bailable: Camarón, Rancapino, Juanito Villar, José<br />

Mercé, etcétera. Completando el apartado minero aporta Trabajar y madrugar, cantes de tarantas-mineras que<br />

Chacón reformó partiendo del repertorio almeriense y unionense. Entregado afronta <strong>Enrique</strong> con cadencias propias<br />

las soleares Lloré más que Jeremías, que hunden sus raíces primero en aires de Alcalá y segundo de Triana –por<br />

Mairena atribuidos a La Andonda-, para rematar, a la antigua forma, con una bulería por soleá.<br />

Al ver al hereje levantarse y hacer camino al andar, la santa flamencología puso el grito en el santo cielo.<br />

Hubo excepciones. Un valiente que escudó el determinante paso de <strong>Morente</strong>, fue Fernando Quiñones. Desde las<br />

páginas de ABC (19/IV/1975) alabó su gesto, apoyando la urgente necesidad de caminar por sendas diferentes<br />

recuperando cada cual su propia voz. Con la obligada cautela Quiñones piropeó el trabajo y las creaciones<br />

personales del cantaor, eso sí, «peropeando», poniéndole peros, negándoles valor a los tangos que él vio como<br />

«rumbitas de Peret». Nadie es perfecto.


Unas “rumbitas” de genuino sabor tanguero sacromontano y rítmica de Caño Roto que concluían con un guiño<br />

a Federico, el recuerdo a “Doña Rosita la soltera”: Abierta estaba la rosa… Este mismo año 75 aparecieron de<br />

inmediato dos versiones alternativas, con letras adaptadas a la música de <strong>Morente</strong>. Una del cantaor trianero Curro<br />

Fernández, “No reniego de mi raza” (Moviplay/Gong, 1975), y otra en son de gipsy rock a cargo del grupo folkflamenco<br />

almeriense Cal y Canto, “Cada verso un camino” (Polydor 23 85 102, 1975). Con “Se hace camino al<br />

andar” se iniciaba también el concepto de “se hace camino al copiar”, que cuajará de giros morentianos el flamenco<br />

presente. Muchos de los hallazgos del momento han pasado de manera casi anónima al acervo flamenco. Las<br />

entonaciones atarantadas de <strong>Morente</strong>, su concepción de los tangos –más jaleos y bulerías por venir-, las nuevas<br />

variantes de viejos géneros, la dimensión catedralicia de la tonalidad..., son los primeros eslabones de una cadena<br />

que se prolongó en múltiples direcciones.<br />

A propósito, escuchemos las palabras que en 1993 nos dejó Manzanita:<br />

“Con <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> hice Se hace camino al andar. La verdad es que <strong>Enrique</strong> siempre ha sido un<br />

hombre muy innovador, muy inquieto. Él me ha enseñado mucho. Yo creo que la mayor parte de lo que soy<br />

yo me lo ha enseñado él. Me enseñó lo que era la poesía. El disco que hicimos... Yo creo que de ahí, de ahí<br />

empezamos a partir mucha gente. Todavía hoy escuchas ese disco y está actualizado, parece que está hecho<br />

ayer. Yo estoy muy contento de ese trabajo y me imagino que él también. Nos queremos muchísimo. Fue una<br />

experiencia irrepetible. Muchas veces hemos pensado en hacer otro trabajo juntos, pero las circunstancias<br />

lo han impedido”.<br />

Nada es eterno y ya no podrá ser. Pero, al menos, gracias a las gestiones de Javier Bilbao, se han rescatado<br />

de los archivos Hispavox descartes del álbum de marras, que hoy adquieren particular valor, con <strong>Morente</strong> y<br />

Manzanita mano a mano. De los famosos tangos A la hora de la muerte hemos logrado recomponer dos piezas<br />

alternativas, una, magnífica, donde únicamente escuchamos la voz en directo de <strong>Morente</strong>, y una segunda en la<br />

que se dobla haciendo un dueto como los que a inicios de los años 60 practicaban La Perla de Cádiz y María<br />

Vargas, cantando al unísono por alegrías; aquí lo hace <strong>Enrique</strong> por tangos y está que se sale. Y por otra parte<br />

ha surgido una joyita, muy significativa en la biografía de <strong>Morente</strong>. Nos referimos a los fandangos de don José<br />

Cepero, Pa ese coche funeral, que el granadino puso en actualidad. Les refrescamos el episodio. Coincidieron el<br />

tremendo Proceso 2001 y el atentado al presidente del Gobierno almirante Carrero Blanco. Aquel día señalado,<br />

20 de diciembre de 1973, <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> anunciaba un recital en el Colegio Mayor San Juan Evangelista. Y<br />

cantó, pero poco. Tan sólo el añejo fandango: Pa ese coche funeral / yo no me quiero quitar el sombrero, / pa<br />

ese coche funeral, / que la persona que va dentro / me ha hecho a mí de pasar / los más terribles tormentos.<br />

De seguido…, el acabose. Del escenario se llevó la policía a <strong>Morente</strong>, suspendiendo el recital, y al local se le<br />

sancionó con una multa de 100.000 pesetas…, que a cuatro años vista la Ley de Amnistía mandó a la papelera.<br />

Con todo, lo más rupturista de <strong>Morente</strong> este rupturista año de 1975, será su colaboración en el primer disco<br />

en solitario del rockero sevillano Gualberto, “A la vida y al dolor” (GONG/Movieplay S-32.645), que sacaría<br />

el inefable Gonzalo Garciapelayo. Por aquello de los contratos en exclusiva, <strong>Morente</strong> aparece simplemente<br />

como <strong>Enrique</strong>, pero es tan inconfundible como Bob Dylan, no pasa desapercibido! Lo escuchamos en el disco<br />

de extras: La pincelada en Canción del arco iris (Rainbow song), el quejío lacerante entre sitares y sonantas<br />

en aire de bulerías por soleá de Terraplén, y el cante “semitonado” de Prisioneros –compartido con “cante”<br />

anglosajón- sobre una base rockera eléctrica y ecléctica. Allí los pelos largos jóvenes, aquí los flamencólicos con<br />

los pelos de punta. “¡En qué tribunal se ha visto / ni en qué sala ni en qué audiencia / al reo darle por libre / y al<br />

libre darle sentencia!”, canta <strong>Enrique</strong> antes de ir, casi, preso de tanto alarde de libertad. En su favor conste que<br />

este último cante por carceleras se lo transmitió Aurelio Sellés, del original martinete del gaditano Juan Cantoral<br />

–para Silverio el mejor de la especialidad. Ya lo decía el maestro: “Solo retrocediendo podemos coger carrerilla<br />

para saltar al mañana”.


Consumando esta primera etapa profesional, <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong><br />

plasma una obra antológica, “HOMENAJE A DON ANTONIO<br />

CHACÓN. ENRIQUE MORENTE / PEPE HABICHUELA”<br />

(Clave 18.1380 S, 1977), culminación de esos tres lustros volcados<br />

en el desagravio a quien fuera indiscutido number one del género,<br />

calumniado por los flamencólicos –término aportado a nuestro<br />

bagaje léxico por <strong>Morente</strong>. Para la recuperación de la figura y el<br />

arte de don Antonio Chacón encontró <strong>Morente</strong> el aliado crucial<br />

en su amigo –y productor- José Blas Vega, quien, por su parte,<br />

entregará a la bibliografía flamenca un ensayo absolutamente<br />

esencial: “Vida y cante de don Antonio Chacón” (Ayuntamiento<br />

de Córdoba. Concejalía de Cultura, 1986). De momento unen<br />

voluntades en la confección de un doble álbum que recupere todos<br />

los cantes posibles de aquel genio jerezano. Antonio Chacón era el<br />

no va más a defender, recuperar y divulgar.<br />

Mientras Blas Vega profundiza en el apartado histórico,<br />

<strong>Morente</strong> refresca su legado artístico para devolverlo a la vida en<br />

plenitud, un legado que fue recomponiendo con ayuda de los viejos<br />

sabios que en el planeta flamenco fue encontrando: Pepe el de la<br />

Matrona, Manolo el de Huelva, Aurelio Sellés, Bernardo el de los<br />

Lobitos, Jacinto Almadén, Rafael Pareja, Tío Parrilla, Pericón de Cádiz, Manuel Pavón, Juan Varea, Manolo<br />

Caracol, Antonio Grau y tantos otros. Nada hay aquí de improvisación, sí de investigación y mucho trabajo para<br />

actualizar el legado de Chacón. En este sentido hay que abrir párrafo aparte para recibir a ese guitarrista con<br />

el que concibió, tono a tono, acorde tras acorde, la colosal obra. Señoras, señores, con ustedes, José Antonio<br />

Carmona Carmona, ¡Pepe Habichuela!<br />

- Hola, qué tal.<br />

- Pues mira, hablando de ti estaba. Que eso, qué cómo conociste a <strong>Morente</strong> y tal y tal.<br />

- Pues fue en 1973 o 74. Yo trabajaba en Las Brujas con Manolo Sanlúcar, y <strong>Enrique</strong>, que entonces<br />

hacía pareja artística con él, vino al tablao y nos conocimos ¡Ah!, antes, lo escuché en Zambra y mi<br />

hermano Luis me lo presentó y me hablaba muy bien del paisano, de que cantaba fuera de serie… Pero<br />

esa noche nos fuimos desde Las Brujas a tomar una copa a la venta El Palomar, y hubo ahí un encuentro<br />

bonito de la guitarra y la voz. Así empezamos…, pronto vinieron las actuaciones en las universidades, y<br />

luego los discos, que grabamos en 1977 hasta tres, el doble de Chacón y “Despegando”. Me preguntó,<br />

- “¿Te apetece que grabemos?” –“Ya estás tardando”, le dije. Me iba todas las tardes a ensayar en su<br />

casa, en Álvarez Abellán, en Carabanchel, Su madre, que en gloria esté, nos daba de merendar mientras<br />

nosotros andábamos preparando el disco, y echábamos la tarde fenómeno. Se nos pasaba el tiempo volao,<br />

porque estábamos haciendo algo que nos gustaba a los dos. Lo trabajamos mucho, y ese trabajo se nota<br />

nada más que empiezas a escuchar los discos; se nota que hubo ensayos y complicidad.<br />

- Pero sé que a la hora de grabar alguna de las piezas llegaste al estudio algo perjudicado…<br />

- ¡Cómo lo sabes! Tenía er deo con fiebre, me había pillado el pulgar con la puerta del coche y estaba<br />

sin uña. Pero <strong>Enrique</strong>, como era así, me animó a intentarlo –“A ti, como te suena la guitarra, no te hace<br />

falta ni uña ni na…”. Bueno, ahí ha quedado, y, la verdad, no ha quedado mal.<br />

Pepe Habichuela (Granada, 23/X/1944) se hace cargo de todas las guitarras que suenan, pues a veces hace<br />

recordings e interpreta dos a la vez, y, por si fuera poco, en el mirabrás utiliza el instrumento como elemento<br />

de percusión. Del resto de las percusiones, jaleos y palmas se encargaron Cancanilla -quien también baila-,<br />

Guadiana y Chocolate de Madrid. Con tal apoyo <strong>Enrique</strong> y Pepe, su mano derecha por muchos años –con fiebre


y sin fiebre-, concibieron un trabajo que es un auténtico monumento en torno al legado pontificio de Chacón,<br />

poniendo al día el complejo mundo de las esencias y las herencias chaconianas, creadas en los albores del pasado<br />

siglo y caídas en desgracia con la posguerra, porque llegaron los doctores de la Iglesia Jonda dispuestos a pasarse<br />

de listos y quedarse cortos de oído. <strong>Morente</strong> se eleva por las escalas tonales en un paroxismo vertiginoso mientras<br />

Pepe armoniza en la guitarra todas y cada una de sus cadencias, sin acudir a los lugares comunes, buscando<br />

soluciones de futuro. Es por ello que insistirá <strong>Morente</strong> en que ambos aparezcan en portada y sean anunciados con<br />

letras de igual tamaño. El cantaor, tan poco dado a vanagloriarse, sí a restarse méritos, fuera de norma declaró<br />

sobre esta obra cuando hubo lugar: “El disco que hice con Pepe Habichuela, Homenaje a don Antonio Chacón,<br />

me parece que es un trabajo serio, que tiene una calidad…”<br />

El doble álbum de lujo, presentado por José Blas Vega, llevaba en portada un retrato de los protagonistas<br />

realizado por Mario Pacheco, quien sitúa a cantaor y guitarrista ante un velador del colmao madrileño Los<br />

Gabrieles (C/. Echegaray, 17) con dos catavinos de buen fino, rodeados de azulejos publicitarios de la época.<br />

Chacón impartía cátedra allí mismo, a la vera de la plaza de Santa Ana. En la imagen, Pepe Habichuela está<br />

tocando en la guitarra sobre el inspirador acorde de taranta, que tanto aportó al cante de Chacón y a <strong>Morente</strong> para<br />

su revolución flamenca.<br />

Por una vez lo bien hecho bien resulta, e Hispavox presenta el trabajo oportunamente, siendo condecorado<br />

el álbum en 1978 con el Premio Nacional de Música Popular del Ministerio de Cultura… Hubimos de aguardar<br />

a que en 1995 dicho ministerio concediese a <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> el Premio Nacional de Música -distinción hasta<br />

la fecha vetada para un flamenco-, para que Hispavox, y aún tardó un año, se replantease digitalizar su obra y<br />

reeditar completo por vez primera tan significativo álbum. Le tendremos que echar la boca.<br />

El que aquí se presenta es un Chacón tan fidedigno como actualizado. Apartándonos del método empleado<br />

hasta este punto, no vamos a entrar a pormenorizar ningún cante. Como tal antología ya está suficientemente<br />

sistematizado el contenido, pero adviertan ustedes mismos y asómbrense de la dimensión tonal de cada pieza.<br />

Con un legado así, sí que se puede y da gusto hacer camino al andar…<br />

Es el momento de cederle los trastos al maestro Ortiz Nuevo, El Poeta, quien en aquellos años convivió,<br />

conversó y registró las entrevistas con su amigo <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>. El poeta le pide a su cantaor que se explique…<br />

<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> y Perico el del Lunar<br />

© 1971 Hispavox, S.A. / Foto Francisco Ontañón


DOS CONVERSACIONES INÉDITAS<br />

José Luis Ortiz Nuevo<br />

Me pide José Manuel Gamboa que escriba por mor de <strong>Morente</strong> remembrando la relación nuestra en los<br />

decisivos años setenta del siglo en que estuvimos y se nos fue del todo como el Maestro mismo manque ambos el<br />

siglo y el maestro permanezcan vivos en las memorias de la gente que los sufrió y sintió en sus carnes pero siendo<br />

esto cierto ocurre que en estos momentos tengo el procesador de recuerdos en fase de realojo por lo cual he creído<br />

conveniente salvar el compromiso dando a luz dos textos de aquellos años aún inéditos y que son fragmentos de<br />

conversaciones que tuve con <strong>Enrique</strong> en su piso de Carabanchel por la tarde después de haber disfrutao un cocido<br />

soberbio de la señá Encarna allí mismo en el cuartito donde estaba la reja andaluza sobre la pared blanca con el<br />

dibujo de Juanito el Sordo y el retrato de Pastora que nos cobijaba de cigarro en cigarro de historia en historia<br />

de pensamiento a pensamiento y he aquí que por estas declaraciones íntimas sabemos ahora de su propia voz el<br />

alcance de sus principios y ya después lo que razonaba lo que buscaba cómo lo buscaba las contradicciones los<br />

sueños los pasos que dio para abrirse camino con inteligencia afición y perseverancia grandes verlahí que sí.<br />

I<br />

Los primeros recuerdos… ya sabes que yo nací en la cuesta de San Gregorio, me bautizaron en San José,<br />

católicamente. Los primeros recuerdos cantaores son que en frente de mi casa había una tabernilla muy bonita en<br />

la que se juntaban dos peñas de hombres, de cante; y entonces los que llegaban primero me daban una copita de<br />

vino dulce y ya estaba yo cantando, emborrachao claro, me subían y ala ala a cantar. Al rato llegaban los otros y<br />

subían otra vez por mí, me despertaba y otra vez a cantar, yo casi no me acuerdo, lo recuerdo muy vagamente, y<br />

estas dos peñas no me acuerdo cómo se llamaban.<br />

La taberna se llamaba Casa Manolico y era una taberna que ahora llego y me da una pena porque ya no está…<br />

y allí escuchaba cantar. Había otra taberna abajo en la placita de San Gregorio que siempre estábamos cantando,<br />

todas las noches, iban los hombres allí y cantaban, cogía yo y detrás del mostrador iba a escuchar cantar, o iba por<br />

vino y me queaba a escucharlos cantar, cantaba muy bien un hombre que había allí, que despachaba… y estos tal<br />

vez sean los primeros recuerdos que tengo como de cantaor.<br />

A la escuela no, algunos días recuerdo que fui a una mujer que daba clases que se llamaba Doña Magdalena<br />

que estaba en la iglesia de San José y nos enseñaba el aeiou con una hoja de lechuga, siempre decía: La ele con la<br />

o lo, y le daba un bocao a la lechuga y te enseñaba el aeiou con una lechuga. Yo creo que los niños pasarían más<br />

hambre de verla comiéndose la lechuga, voceando a los chavales, a los amigos, na, y nos íbamos al río.<br />

Después ya más regrandecío, sí ya fui a una donde iban los monaguillos, porque me metí a monaguillo en la<br />

catedral, allí cantaba, cantaba eso de los chicos que cantan, lo de los seises y no tenía tiempo de ir a la escuela,<br />

estaba allí todo el día muy ocupado con las cosas de la iglesia, en aquel momento eran muy importantes en<br />

Granada las cosas de la iglesia, estaba metío allí en la catedral y por las tardes también con los turistas, les enseñaba<br />

la catedral, los subía a la Alhambra y les decía: Todo esto lo ha hecho Franco, y entonces los monaguillos tenían<br />

una escuela al lao del seminario, en Granada, y fui allí unos días, pero llegábamos todos tarde porque estábamos<br />

mu ocupaos, estábamos siempre en la iglesia. Los curas te pagaban muy mal, los turistas siempre nos dejaban los<br />

durillos esos de papel y los cabezones, era de lo que vivíamos, cobrábamos algo, no me acuerdo, una ridiculez.<br />

Vivía más que nada de los turistas. Hasta que nos pescaron un día un tío, no sé qué Muñoz, no sé cómo se llamaba,<br />

y nos pescó un día pegándonos vestidos de monaguillos delante de la Purísima de Alonso Cano por una propina.<br />

Era una escultura muy bonita y nosotros se la enseñábamos a los turistas: esta es la Purísima de Alonso Cano. Y<br />

nos vio allí dándonos puñetazos, yo no sé quién tenía la propina, la tendría yo, no sé; pero eso no se me olvidará<br />

en mi vida. Y nos echó de allí de la catedral delante de la sacristía pegándonos: ¡¡Fuera!!<br />

Después de allí ¿qué hice? Pues me fui a la Virgen de las Angustias, a cantar, otra iglesia, sí a cantar siempre.<br />

En la catedral estaba de seise, cantaba, también ayudé a misa pero vamos cantaba más que nada. Después me fui a


la catedral también a un coro que había y estuve poco tiempo y después me metí a carpintero y después de platero,<br />

no después de botones, estuve mucho tiempo de botones en el liceo, un sitio que hay en Granada que le llaman el<br />

Liceo y de allí también nos echaron un día a todos los botones por jugar al billar: recuerdo una noche de Reyes<br />

que nos metimos todos, nos gustaba mucho jugar al billar, estábamos engolfaos con el billar, todo el dinero que<br />

sacábamos de las propinas nos lo gastábamos luego con el billar y una noche de Reyes, después del baile y eso que<br />

hubo, nos esperamos y por una ventana saltamos, tú fíjate, por jugar al billar, por la noche y estábamos jugando al<br />

billar y había un jorobao de guardia, salió detrás de nosotros, nosotros por una escalera de caracol corriendo y nos<br />

echaron de allí al día siguiente a todos.<br />

Y después de platero, no sé, empecé a trabajar por ahí. Y mientras tanto la cosa del cante, no sé, yo cantaba con<br />

los botones y otro chaval que había por allí que cantaba muy bien, no sé qué habrá sido de él pero cantaba muy<br />

bien. Entonces por la peña esa ya no… pasaba por allí y los oía cantar, sí alguna vez también entraba, pero vamos<br />

ya no como antes porque entonces era más chico cuando lo de estos hombres. Entonces cantaba con los chavales,<br />

con todos los chavales del barrio.<br />

Yo casi no me acuerdo, yo qué sé, por fandangos era lo que más se cantaba, me imagino que entonces cantaría<br />

lo mismo una cosa que escuchara por la radio que una cosa que escuchara en la taberna que una cosa que escuchara<br />

en las casas cuando las fiestas de algo, bautizos o algo, que había muchos, en mi casa estaban siempre de fiesta,<br />

cualquier pretexto ya era motivo de jaleo.<br />

Y a los 15 o 16 años fue cuando me vine p´acá. Entonces ni soñaba, vamos, ni soñaba, ser cantaor lo soñaba<br />

mucho, que cantaba, soñaba, pero vamos, no lo veía yo.<br />

Yo cantaor, cantaor, yo nunca me he imaginao como cantante de otra cosa, ni he sío, ni he cantao nunca otra<br />

cosa, nunca. ¿Es curioso, no? Pero nunca me ha dao por cantar… ni lo entendía, otra cosa que no fuera flamenco<br />

no la entendía nunca. La música que yo hice de niño no la entendía, yo cantaba en latín y no sabía ni lo que cantaba.<br />

El cura que nos enseñaba a cantar nos decía: Esto tenéis que cantar, y nosotros lo cantábamos, y yo no sabía si<br />

cantaba en latín o lo que cantaba. No, no, nunca y hasta la fecha no se me ha ocurrido cantar otra cosa.<br />

Yo creo que empecé a trabajar a los nueve años, cuando trabajaba de botones tendría nueve años o así. Trabajaba<br />

allí de lo que fuera y pasaba hambre muchísima. Trabajaba desde por la mañana a la noche, hasta las diez o las<br />

once la noche. Y ya cuando me vine a Madrid, trabajaba pero por lo menos comía, trabajé de albañil, de zapatero<br />

y ya luego de cantaor, y menos mal porque si no hubiese seguío trabajando de lo que fuera. Estuve de albañil, de<br />

pintor, trabajé aquí allí, hasta que salí de cantaor.<br />

Al principio cantar fue fatal. El comienzo mío aquí en Madrid fue una cosa bastante mala. Muchas<br />

discriminaciones, en aquel momento todo el mundo metiéndose contigo. Ser andaluz era ser sucio, fulero, no sé,<br />

muchas palabras que yo no había oído nunca. Yo me decía: ¿Y eso qué es? Andaluz te lo decían en tono insultante,<br />

era ser vago. ¡Me cago en sus muertos! Estaba muerto de trabajar y eso era ser vago.<br />

¿Cómo fue? Vivía ahí en un barrio viejo de Madrid, por Embajadores, en una casa de huéspedes, que tenía allí<br />

mujeres y hombres, tenía allí de todo, y yo vivía en la cocina, me cago en sus muertos con una cortina: había tres<br />

infernillos de esos de petróleo y al lao de la cocina estaba el wáter, todo estaba allí, allí la cama, allí dormía. ¡Me<br />

cago en sus muertos! Así que nos hartábamos de trabajar y decían que éramos unos vagos los andaluces, qué guasa.<br />

Esos años fueron una época fatal y yo no sabía entonces que iba a ser cantaor.<br />

Cuando yo me vine a Madrid se vino un primo mío también que después se volvió a Granada, le gustaba<br />

mucho el cante, canta y le llaman El Porrina; decía yo: el que mejor canta después del Porrina soy yo. Entonces<br />

nos juntábamos, nos empezábamos a juntar con unos tíos de Huelva, cantaban, aficionaos al cante. Y nos íbamos<br />

a sitios donde poder cantar, una tabernilla que hay por el Rastro. Nos juntábamos con ellos siempre y entonces<br />

cantábamos. Nos juntábamos a cantar los domingos por la mañana y por la tarde con esa gente aficionada al cante<br />

y después entré en contacto con profesionales y empecé a trabajar.


Sí, estuve en Las cuevas de Nemesio, en Las cuevas de Nemesio fue el primer sitio que trabajé de cantaor y<br />

ahí empecé.<br />

En las cuevas cantaba las cosas del cuadro. Entonces ya era cantaor, ya cantaba de todo, porque claro tenía la<br />

afición del cante, tenía conciencia de aficionado serio. Y cantaba entonces por seguiriyas, por soleá, por malagueñas,<br />

por fandangos.<br />

Yo no tengo una escuela definida de tal pueblo ni de tal sitio ni de nada, porque ha sido una cosa mía de<br />

escuchar cantar a unos y a otros y de irme para allá, a tal sitio y a tal pueblo y escaparme de tal sitio para escuchar<br />

a fulano y a zutano en Andalucía y en muchos sitios y en Málaga mismo, también he estado mucho allí, he ido<br />

mucho allí, y cuando me he enterado de que cantaba alguien que me ha gustado he ido a escucharlo. Por eso no<br />

tengo una escuela definida de cante.<br />

En Las cuevas de Nemesio fue cuando yo empecé a trabajar de cantaor más continuadamente, antes había<br />

hecho actuaciones, claro, en sitios, había ido a cantar, había cantado en un concurso…<br />

Cuando estaba en la mili me fui a Nueva York, me llevó Mariemma, estuve mes y medio. Todavía no sabía<br />

cantar, profesionalmente hablando, no sabía, no estaba puesto. Como aficionado sí, pero para hacer un recital no<br />

sabía cantar. Y después de estar un mes y medio me volví a Madrid.<br />

Íbamos mucho al figón de Santiago, que iba gente muy de la grandeza y eso de Madrid, íbamos Bernardo,<br />

Manolo el de Huelva y yo; después Bernardo dejó de ir y empezó a ir Pepe el de la Matrona, y allí íbamos toda la<br />

noche hasta la madrugada. Yo salía a la semana a unas tres o cuatro fiestas.<br />

Era gente de la grandeza de aquí de Madrid. Era un restaurante muy caro. Los dueños, él de Huelva y ella de<br />

Málaga, los dos muy aficionados al cante. Y allí he aprendido mucho, como estaba Bernardo, Pepe y Manolo de<br />

Huelva, he aprendido mucho. Sí, eso fue antes de Zambra. Y entremedias de eso fue la grabación del primer disco.<br />

La idea que yo llevaba era hacer los cantes que sabía, claro, porque entonces no tenía yo ni remota idea de las<br />

doctrinas que luego iba a pregonar. Yo si hubiera oído a alguien decir que había que renovar el cante habría sido<br />

yo el más reaccionario.<br />

He ido a Sevilla, la he saludado, pero no he tenido contacto así muy amistoso con ella, me he dado muchos<br />

golpes con ella, lo que más he hecho ha sido saludarla. No me ha escuchado cantar en persona, podría, si hubiera<br />

sido un poco más… A Mairena cuando he ido a Sevilla lo saludaba, iba mucho de cante con él. Y a Jerez también<br />

he ido mucho, y a Cádiz. Me gusta mucho Jerez pero lo que más me gusta es la forma de Cádiz en todos los cantes.<br />

Cuando yo entré en Zambra estaba Pericón, estaba Rafael Romero. Nos sentábamos en una silla y entre baile y<br />

baile cantábamos uno de nosotros. Y a lo último de estar en Zambra fue cuando ya le empecé a tomar tirria a los<br />

señoritos, vamos con conciencia. Conocí a mucha gente, empecé a hablar con más gente y fui tomando conciencia<br />

social y ya fui cavilando un poquillo.<br />

Lo de la Celestina fue que una amiga bailarina suiza y un bailarín la adaptaron a una música flamenca y yo de<br />

cantaor y mi tía Talegona de Celestina, aprendí mucho con ella y con ella recorrí muchos sitios, eso fue antes de<br />

Zambra, en la época del figón después de la mili. Me ha servido para el cante pero lo que aprendí más fue de la<br />

vida, recorrí muchos sitios, fue una turné de seis meses por casi toda Europa.<br />

Yo salía cantando, algún personaje tendría pero yo no sé de qué era. Sí, se grabó un disco, hacíamos cosas allí<br />

muy buenas que yo ni las entendía. Se estaba a gusto con ellos trabajando. Se veía que eran buenos artistas, eso sí<br />

se veía enseguida.<br />

Y luego fue Zambra. Fui por ver si me daban trabajo y me dicen: ¿Tú dónde quieres trabajar, en el cuadro chico<br />

o en el grande? Y yo le dije: en el chico, en el cuadro de los cantaores; y nada, allí estuve trabajando y también me<br />

sirvió de mucho.


En aquel momento empecé a juntarme con gente, amigos, viajes por ahí, entonces claro, esto es lo que te digo,<br />

tomé un poco más de conciencia. Entonces fue cuando me puse a hacer el disco de Miguel Hernández.<br />

Claro es que prácticamente él ha sido el mejor. Yo había leído a otros pero no se me había ocurrido casi ni<br />

cantarlos. No sé, yo creo que no he leído casi otros poetas, vamos, leerlo leerlo, un libro entero así entero yo creo<br />

que casi no, he leído algunas cosas de Lorca, un libro de teatro.<br />

Para cantarlos no, entonces por eso no canto.<br />

Sí después vino lo de la música.<br />

II<br />

¿Lo de Miguel Hernández cómo fue? Por una parte lo de la grabación, lo de tardar tanto tiempo sirvió de<br />

algo, aparte de despistes naturales, entre el segundo y el tercer disco. Aparte de los despistes fue por hacerlo más<br />

despacio y más pensado.<br />

¿Por qué lo hiciste? ¿A qué se debió? A madurar. Ya sabes que nunca tengo prisas por grabar, y fue por<br />

quererlo hacer bien.<br />

¿Qué fue lo primero? La intención de cantar las letras, la letra de Miguel Hernández, un poeta, poesía, un poeta<br />

de corte muy popular. Algunos cantes me gustaban, entonces esto me obligó a hacer estilos que se salían de los<br />

cantes clásicos, me obligó a hacer cosas, meter una petenera y que sonara.<br />

Lleva cosas del Puerto, de un romance del Puerto. Sí, de un romance del Negro. Sí, pero varía, ya lleva una<br />

poesía de Miguel Hernández, la guitarra…<br />

Lo de Miguel Hernández se ha visto que es una concepción política. ¿En qué momento de tu carrera te planteas<br />

el tema de las formas musicales? Fue precisamente después de Miguel Hernández, pensé que no era solamente<br />

la letra, tenía que cantar como lo sintiera y las cosas que se me ocurrieran… Por estar pegado a la malagueña<br />

de fulano y hacerla tal como es pues estás demasiado pegado a eso, y entonces se te escapan muchas cosas. Yo<br />

veía que muchas veces, sin quererlo, como todos los cantaores, estás haciendo las cosas como son y de buenas a<br />

primeras estás cantando e improvisas una cosa que ya no es lo que había ni es como el cante y entonces eso no hay<br />

que apagarlo, hay que sacarlo y desarrollarlo, esto es lo que me ha dado pie a hacer otras cosas y dentro de esto<br />

hay cosas de más profundidad y otras de menos profundidad. Si es una música totalmente mía pues claro no va a<br />

tener la misma profundidad que una seguiriya, pero yo he hecho también seguiriyas, que son mías, que no digo yo<br />

que vaya a tener la profundidad de un cante de Triana, tampoco me preocupa, yo creo que lo que de verdad tiene<br />

profundidad y sinceridad es cantar lo que se sienta.<br />

¿Fue a partir de esa época del disco cuando empezaste a dar rienda suelta? Porque antes habías sentido<br />

deseos y los habías reprimido… No conscientemente, estaba enfrascado en aprender más cantes y más cosas, por<br />

aficionado, y fue a partir de Miguel Hernández cuando empecé a hacer cosas mías, músicas mías, cantes míos,<br />

pero… claro, fue después del disco de Miguel Hernández, la prueba es que después ha venido el disco “Se hace<br />

camino al andar” que es donde hay muchas cosas mías y antes de yo grabar este disco pues ya muchas gentes han<br />

grabado cosas mías, Camarón de la Isla y otras gentes han hecho cosas mías.<br />

Y profesionalmente luego en esa época es cuando más has salido al extranjero. Sí, me fui a México, estuve<br />

un porrón de meses, Francia, Bélgica, Holanda y todo eso, unas veces a niveles comerciales y otras a cantarle a la<br />

emigración. Hay discos piratas o algo así por aquí.


Y a la hora de la grabación, ¿asumes o no la influencia de otras cosas aparte de las propias del flamenco? No,<br />

la influencia que haya de otras músicas que no sean del flamenco es, prácticamente subconsciente.<br />

Entonces ¿Cuáles son los motivos? ¿Ahí está tu propia inspiración? Claro.<br />

Entonces ¿Cómo es el proceso de la seguiriya, por ejemplo? Pues no sé, es que eso sale solo. A mí las cosas que<br />

me han salido por seguiriyas han sido solas. Me he puesto a cantar por seguiriya y me ha salido otra cosa, y esa<br />

cosa después la he desarrollado. Me ha salido otra cosa, otro tono, el cante “Voces doy al viento”, tal vez el cante<br />

de Curro Durse, de Francisco la Perla, no sé…, de estos cantes por seguiriyas viejos, de ahí, cantando un cante de<br />

esos ha salido el mío.<br />

O sea ¿sobre la marcha? Sí, el fandango lo mismo; el fandango fue: canté por fandangos, estaba en el Rocío un<br />

año, estaba cantando por fandangos y después salí cantando eso y todo lo demás igual. Cuando me pongo a hacer<br />

algo y cuando me pongo a cantar algo tampoco lo que me sale es la misma cosa.<br />

O sea ¿la composición en frío? A mí no, tal vez a otro le dé resultado. Por eso tal vez no desarrollo más, no<br />

produzco más cosas, ahora lo que sí puedo hacer es si viene aquí algún amigo guitarrista, Habichuela o alguien,<br />

toca la guitarra y a cantar y salen cosas, claro. Te pones a cantar y cuando llevas cuatro horas y te has bebido una<br />

botella de vino y te has hartao de fumar, pues salen cosas; yo creo que tiene que ser así.<br />

¿Cuál es el camino entonces? El camino tiene que ser que parta siempre de una verdad intuitiva, no represiva,<br />

y que viene. O sea las cosas grandes, en el flamenco por lo menos, no pueden salir de una cabeza, tiene que salir<br />

de algo más profundo.<br />

No sólo de la cabeza. De barriga. La cabeza tiene mucho que ver, pero después, tiene que salir de la cabeza,<br />

pero de tu subconsciente. Tienes que sacar lo que llevas dentro y casi nunca lo que tú piensas es lo que llevas<br />

dentro, llevas otras cosas y no lo sabes. Tú te crees que tienes los bolsillos cosidos y los tienes rotos.<br />

¿Y la renovación en el sentido de las letras y de esas historias políticas y eso? Es que el follón se ha complicado<br />

mucho a partir de que hemos empezado a llamar renovación a la lidia del franquismo y de ahí están saliendo una<br />

cantidad de grupos y movimientos que les va a costar mucho trabajo, que es positivo tal vez, pero les va a costar<br />

mucho trabajo encontrar el centro porque están pensando con la cabeza sola en hacer cosas. Están pensando en la<br />

renovación y no hay que pensarla hay que hacerla.<br />

¿Tu renovación es cantar en un momento lo que te va saliendo? Claro, hombre, lo que tienes es que tener una<br />

afición y un respeto por lo que llaman los cánones del cante, tienes que tener un amor a los cantes viejos, si no eres<br />

buen aficionado no puedes sacar nada, pues entonces estás partiendo de ninguna base, no tienes base, entonces ¿de<br />

dónde vas a sacar?<br />

Entonces, tu camino palante ahora ¿cómo lo ves? Es difícil. Es difícil, a mí me gustaría llegar al teatro dentro<br />

de que ya estamos trabajando profesionalmente, que fuera para gente aficionada, para el pueblo, que sirva para<br />

algo, yo quiero cantar para que sirva de algo, no cantar a cuatro aficionaos. Me gustaría cantar para algo, que sirva<br />

para algo más.<br />

Ese algo ¿cómo se llama? Hombre no sé. Lo que yo quisiera es hacer algo en pro de Andalucía, y dar una<br />

imagen del flamenco en los sitios profesionales lo más natural posible, dentro de un tipo de recitales; también me<br />

gustaría hacer teatro, teatro sobre el flamenco para apoyar al flamenco, mostrar una imagen buena del flamenco<br />

y trabajar, trabajar como cantaor profesional, pero cantando bien, lo mejor posible y lo más natural posible y<br />

al mismo tiempo haciendo cosas nuevas y que el material sirviera para despertar a la gente de Andalucía, de la<br />

discriminación que hay en todo el país sobre Andalucía; eso me gustaría, pero al mismo tiempo dentro de mucha<br />

calidad flamenca, rancio y muy nuevo al mismo tiempo: las cosas nuevas pueden ser rancias, ¿no? ese es un<br />

peligro que tengo que correr.


Hombre siendo nuevas pueden tener también sabor. Eso es lo que yo quiero decir que tengan sabor. Es difícil,<br />

pero en parte creo que lo puedo conseguir y ahora en el teatrito este pues ya en parte lo he comprobado que sí lo<br />

puedo conseguir.<br />

Y esas ideas ¿se van a concretar en algo? La base está firme. El cómo desarrollarlo menos firme, pero también<br />

tengo alguna idea: yo lo que quiero poner es lo que hice en el teatro Benavente, pero mejor hecho. La mesa,<br />

sentar a unos cuantos amigos míos, que sean amigos míos de verdad, y hacer un recital mío, que es lo que a mí<br />

me apetece; otros van detrás de triunfar en los festivales y yo lo que quiero es hacer esto aunque a mí también me<br />

encanta triunfar en los festivales.<br />

Yo quiero teatralizarlo, quiero poner una cinta grabada con sonido y con textos que me deje libre a mí para<br />

cantar lo que yo quiera, y que sea entendible para todo el mundo y que defina mi postura en el escenario, o sea<br />

que no tenga la obligación de cantar una letra con un contenido subversivo, pero que se entienda, subversivo o de<br />

contenido social, sino que se entienda que el hecho de estar ahí y de que el cante flamenco ya desde el momento<br />

de que es una queja, una expresión muy fuerte.<br />

Si canto los campanilleros que se entienda que son músicas del pueblo, aunque sea con una letra reaccionaria…<br />

El cante para ti ¿qué representa hoy? Para mí el cante representa lo que ha representado siempre, lo máximo,<br />

ha sido una cosa que yo no entendía bien que cantaba ni nada, sino que me gustaba cantar, cantaba y ya no sabía<br />

más; y ahora, si vas a hacer nudo de la cuestión pues me pasa igual, canto porque canto, necesito cantar porque es<br />

lo que me gusta hacer y es lo que sé hacer.<br />

Y ¿Andalucía? Es la tierra en que nace el cante flamenco y no vivo en ella casi nunca, estoy más tiempo fuera<br />

de Andalucía, en Madrid y por el extranjero, que dentro. Entonces mi cante creo que es de emigrante andaluz. Mi<br />

cante es de emigrante andaluz. Y entonces lo que representa para mí Andalucía es un sueño dejado atrás y que<br />

quiero hacer todo lo que pueda por Andalucía. Y yo sé que hay mucho que hacer y que estaría bien que a lo mejor<br />

se diera un movimiento en Andalucía de tomar conciencia de su atraso respecto a las demás regiones de España.<br />

Es que la gente no tiene conciencia de región más que en lo tópico. Entonces yo lo que quisiera es colaborar en que<br />

se tomara conciencia en lo que es como región respecto a las demás regiones del país. Creo que es una tierra que<br />

viene marginada y discriminada encima por el norte y por culpa del centralismo. Entonces hay gentes que ésto, la<br />

mayoría, no lo saben, no lo saben y hay que darle conciencia de ésto. Pero es muy difícil porque el nivel cultural<br />

es muy bajo y es muy difícil.<br />

¿Lo de las juergas y las fiestas privadas? ¿Eso ya está bien…? Hombre, ya no tiene sentido, ya casi no se estila<br />

y si lo hace alguien es porque le guste mucho el cante flamenco. Si yo tuviera dinero iba a pagar yo, me convertía<br />

yo en señorito de la fiesta y pagaba a los artistas muy bien…<br />

¿Cómo Chacón? Claro, Chacón y muchos artistas, sobre todo Chacón, por eso se murió sin una gorda, cuando<br />

tenía dinero hacía una fiesta… Y la prueba es que podía haber ganado muchísimo dinero, más del que gano con<br />

el cante. Cuando me parece, no trabajo, prefiero mantenerme así aunque no tenga mucho, ahora, cuando ya no<br />

tengo, no tengo más remedio que trabajar. ¿Dinero? ¡Qué va!


<strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>, Juan Habichuela, Sabicas y Pastora Imperio, en el homenaje a Sabicas de Málaga, año 1967<br />

© 1967 Archivo Familia <strong>Morente</strong><br />

LO MORENTE<br />

Pedro G. Romero<br />

Pueden sorprender al neófito las observaciones que José María Velázquez-Gaztelu hace a <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong><br />

en el capítulo correspondiente de “Rito y geografía del cante” (emitido en TVE-UHF, 5/III/1973). A quien se<br />

ha adentrado en esto del cante desde el “Omega” morentiano, por ejemplo, deben levantarle alguna sonrisa esas<br />

acusaciones de heterodoxia en el cante, cuando todo aparenta clasicismo, respeto de las formas y cánones. Allí<br />

estaba ya, claro, la seguiriya morentiana –“Voces doy al viento”, con Manolo Sanlúcar a la guitarra, un monumento<br />

grande del cante, pero en aquellos momentos resultaba irritante. El asesino del cante, se dice <strong>Morente</strong> con sorna.<br />

Perturba y asombra.<br />

No obstante, los textos que glosan sus primeras aventuras discográficas, los de Alfonso Eduardo Pérez-Orozco,<br />

José Blas Vega, Manuel Ríos Ruiz, Juan Ibáñez o José Luis Ortiz Nuevo, todos valiosos, insisten en el mismo<br />

asombro, lo nuevo y lo viejo a la vez. Clasicismo y vanguardia, conocimiento y atrevimiento, melodía y radicalidad.<br />

A esta contradicción no resuelta, tan llena de potencia, la afición de El Dorado de Barcelona la ha bautizado<br />

como Lo <strong>Morente</strong>, una especie de plusvalía de la herramienta, una cualidad del cante, valor de uso. No es adjetivo,<br />

Lo <strong>Morente</strong> funciona de forma sustancial. No es un rasgo de la voz, ni un modismo ni coletilla rítmica alguna. Ya<br />

digo, no hay fetichismo ni mercadería en Lo <strong>Morente</strong>, no funciona como valor de cambio, tan sólo usufructo, una<br />

manera de estar en el cante flamenco.


<strong>Morente</strong> está en su tiempo. Fijémonos en la estética documental que aplican Mario Gómez y Federico G. Larraya<br />

en “Rito y geografía del cante”, tan deudora de las grabaciones de Michel Giacometti en Portugal y emparentadas<br />

con su serie “Povo que canta”. O en las fotografías de <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> de Francisco Ontañón que ilustran estos<br />

primeros discos. Pensemos en las preocupaciones estéticas de los fotógrafos de la Escuela de Madrid, las gentes de<br />

La Palangana, o de AFAL, en ambas militaba Ontañón. Por un lado había una voluntad de alejarse del pictorialismo<br />

y entregar imágenes de un cierto neorrealismo fotográfico. Por otro lado, muy conscientes de los efectos de los<br />

medios de comunicación de masas, intentaban escapar tanto del romanticismo como del miserabilismo y así, cierta<br />

objetividad o cierta mirada crítica –algo que inmediatamente se banalizó como pop- intentaba desplazarse entre<br />

la creación de imaginarios y el documentalismo. En estos mismos caminos andaba el cante de <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>.<br />

Por ejemplo, se rescata la grabación inédita del fandango “Pa ese coche funeral”. Ya saben, <strong>Morente</strong> la armó<br />

interpretando este cante “en” el entierro de Carrero Blanco. Pa ese coche funeral, yo no me quiero quitar el sombrero,<br />

que la persona que va dentro, me ha hecho a mí de pasar, los más terribles tormentos. ¡Y los terroristas de ETA habían<br />

hecho volar por los aires al almirante! No había más. Le cayó el susto, la multa y la amonestación de la dictadura.<br />

Todavía los facciosos se lamentan, vaya: ni lo mararon, ni lo metieron preso. <strong>Morente</strong> simplemente había cantado un<br />

fandango de Cepero, ¿qué le iban a hacer, mi señoría? Este tipo de tácticas –¡pensemos en aquella vez que ante la plana<br />

mayor de CC.OO. sólo se le ocurrían cantes dedicados a la Virgen María!-, situaciones y detournement, tan propias de<br />

la lucha política de su tiempo, también son Lo <strong>Morente</strong>. Léase así su recuperación de Miguel Hernández, más allá del<br />

disco homenaje, una urgencia política, como, a su manera, ha hecho hace poco El Niño de Elche.<br />

Ese cante, el de “Pa ese coche funeral”, sólo lo teníamos en aquel disco pirata que le salió a <strong>Morente</strong> en Holanda<br />

¡Cuanta afición ha levantado aquel disco en aquellos lares! Ahí tenemos los comentarios del Payo Humberto, la<br />

escuela ricardista de Ámsterdam, o del escultor Constant que sabía acompañar a <strong>Morente</strong> a la guitarra siguiendo<br />

todos los toques del Niño Ricardo en su segundo elepé, “Cantes antiguos del flamenco”. ¡Tan antiguo y los provos<br />

y situacionistas holandeses disfrutando ya de Lo <strong>Morente</strong>!<br />

Hay otro viaje, esta vez a México, que para <strong>Morente</strong> fue crucial. Su encuentro con el exilio español, con<br />

los viejos republicanos le dio el empujón definitivo para asumir la complejidad del presente y alejarse de las<br />

estampitas flamencas al uso. No sólo con Miguel Hernández, el giro a Caño Roto -pronta son también sus<br />

colaboraciones con Los Chorbos-, el arrabal gitano de Madrid, donde llegan sus colaboraciones con Manzanita<br />

y esos tangos personales, “A la hora de la muerte”… ya está ahí su soniquete. <strong>Morente</strong> en México entiende<br />

también, no a ser gitano, resultaría rocambolesco, si no, más bien, como funciona “lo gitano”, más allá de<br />

etnicismos absurdos, esa otra dimensión de lo gitano que ya no es la del prestigio aristocrático de los señoritos<br />

andaluces, no, si no la latencia insurgente del arrabal, las contradicciones del extrarradio que no eran las suyas,<br />

no, pero eran también contradicciones.<br />

Contradicciones, pues sí, y agudizándose. La guinda es de 1977, sacando a la vez este “Homenaje a don<br />

Antonio Chacón” y, en otra disquera, “Despegando”, en las dos con la guitarra de Pepe Habichuela y en las dos<br />

con fotografía de Mario Pacheco. Otra vez lo nuevo y lo viejo pero sólo aparentemente. Quiero decir que es difícil<br />

distinguir hoy cuál de los dos fue más “nuevo”. <strong>Morente</strong> asombraba en aquella época con consideraciones sobre<br />

el disco y la reproducción técnica musical que pocos artistas populares de la época se permitían. Era <strong>Morente</strong><br />

muy consciente de lo que eso significaba. Por un lado, decía, no paraban de salir antologías y archivos de cante,<br />

tesoros en los que aprender y explorar. Pero ese efecto de la técnica sobre nuestra memoria producía una respuesta<br />

doble: la lógica del archivo te succionaba desde el pasado con efectos paralizantes de los que sólo te podías<br />

liberar lanzándote vertiginosamente hacía adelante, hacía el futuro. Echar para atrás para coger fuerzas en el salto<br />

adelante. Y le salió magistral. Si se trataba de arqueología, pues cogió fuerzas en Chacón, es decir, en el referente<br />

histórico anterior al canon de su tiempo, ese que marcaban los dictados de Antonio Mairena y la literatura de José<br />

Manuel Caballero Bonald. Y si se trataba de saltar al futuro, ahí están los nudillos de Guadiana y la percusión sobre<br />

la guitarra de Pepe Habichuela, haciendo saltar por los aires la soleá de Charamusco.


Quizás las irónicas consideraciones policiales de Velázquez-Gaztelu podamos entenderlas mejor con los extras<br />

que José Manuel Gamboa ha recuperado para esta producción. Está ese <strong>Enrique</strong>, simplemente <strong>Enrique</strong>, tal y<br />

como aparece en los créditos de “A la vida, al dolor” de Gualberto, escuchen “Terraplén” o “Prisioneros”. O los<br />

temas que hizo para “La Celestina” de Antonio Robledo, nombre flamenco que adoptó el alemán Armin Janssen.<br />

Escuchen esos temas, pero permítanme que les hable de “Obsesión”, la música para un ballet que ambos estrenarían<br />

algunos años después. Todavía me resuena la violencia del Muero porque no muero que hace <strong>Morente</strong>, estrellando<br />

el poema de San Juan de la Cruz contra los muros de sonido de Janssen. En fin, que el “Omega” siempre estuvo<br />

ahí, y aquí, alfa, alfa y omega de Lo <strong>Morente</strong>.


1977. <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong> y Pepe Habichuela / Fiesta PC. Casa de Campo de Madrid<br />

Guitarrista Niño Ricardo / Foto Francisco Ontañón<br />

Guitarrista Pepe Habichuela / Foto Paco Manzano


Guitarrista Parrilla de Jerez / Foto Paco Manzano<br />

Guitarrista Luis Habichuela / Foto Paco Manzano<br />

Guitarrista Félix de Utrera / Foto Paco Manzano<br />

Café de Chinitas, Madrid. Ortíz Nuevo, Francisco Tauste Alcocer,<br />

Francisco Gutierrez Carbajo, <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>, Serranito,<br />

Luis Pastor, Antonio Ariza y El Camborio


1970. Sala Gayango. Madrid<br />

Pepe de la Matrona, <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>, la madre de Payo Humberto, Humberto, Paco Almazán,<br />

y el pintor Juan Martínez/ Foto Humberto Wilkes<br />

Reunión en la Peña Charlot de Madrid<br />

Preside Pepe de la Matrona. Arriba derecha <strong>Enrique</strong> <strong>Morente</strong>


Estudio de grabación VM Broadcast, Madrid<br />

Técnico de sonido: Carlos Martos<br />

Producción: José Manuel Gamboa<br />

Textos: José Luis Ortiz Nuevo, Pedro G. Romero y José Manuel Gamboa<br />

Fotos: Paco Manzano<br />

Diseño Gráfico: Sercom<br />

Agradecemos la colaboración prestada por Pitingo, al equipo de la exposición<br />

Universo <strong>Morente</strong> (2014) comisariada por Amaranta Ariño, y la familia <strong>Morente</strong> Carbonell.<br />

La presente es una producción WARNER Music Spain<br />

dirigida y realizada por José Manuel Gamboa<br />

Foto portada y libreto: Paco Manzano (<strong>Morente</strong> firmando en la pared del<br />

Colegio Mayor San Juan Evangelista el 29 de Octubre de 2004)

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