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<strong>MÁS</strong> <strong>CICLISTAS</strong>, <strong>MÁS</strong> <strong>SEGUROS</strong><br />

Guía de intervenciones para la<br />

prevención de lesiones en ciclistas


Coordinación:<br />

Alejandra Leal Vallejo<br />

Anna Bray Sharpin<br />

Elaboración:<br />

Xavier Treviño Theesz<br />

José de Jesús Sánchez Romero<br />

Justin Swan<br />

Clara Vadillo Quesada<br />

Kennia Aguirre Benítez<br />

Marco Hernández Reyes<br />

Denisse Laracilla Razo<br />

Ilustraciones:<br />

Juan Pablo Sánchez Montiel<br />

Coordinación editorial:<br />

Alma Victoria Osorio Berumen<br />

Verónica Ortiz Cisneros<br />

Diseño editorial:<br />

Fotografía:<br />

Justin Swan<br />

Agradecimientos especiales:<br />

Un agradecimiento especial a Areli Carreón, de<br />

Bicitekas, A.C. y David Pulido de Pueblo Bicicletero por<br />

los comentarios brindados.<br />

Este estudio realizado por el Instituto de Políticas<br />

para el Transporte y el Desarrollo (ITDP) México fue<br />

Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes<br />

(STCONAPRA) de la Secretaría de Salud.<br />

Noviembre 2014


<strong>MÁS</strong> <strong>CICLISTAS</strong>, <strong>MÁS</strong> <strong>SEGUROS</strong><br />

Guía de intervenciones para la prevención<br />

de lesiones en ciclistas urbanos<br />

Mejores calles, mejores ciudades<br />

14 de noviembre de 2014<br />

El Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo<br />

ITDP México


Resumen Ejecutivo / 4<br />

RESUMEN EJECUTIVO<br />

La bicicleta representa una solución a muchos de los<br />

problemas de movilidad que existen actualmente en<br />

las ciudades. Por eso, éstas necesitan estrategias para<br />

mejorar la seguridad ciclista y así fomentar la bicicleta<br />

como una opción de transporte conveniente y segura.<br />

El número de muertes y las lesiones de tránsito en<br />

nuestro país es alarmante. Los ciclistas, así como<br />

los peatones, son los usuarios más vulnerables de las<br />

calles, por lo que es importante aumentar su seguridad<br />

mediante una estrategia integral que entre otros<br />

objetivos incentive a que más personas utilicen la bicicleta<br />

como modo de transporte y por tanto aumente<br />

su seguridad debido al fenómeno de “seguridad en<br />

números”. Esto implica que los ciclistas tienen<br />

condiciones más seguras al aumentar su presencia en<br />

las calles, lo que se explicará detalladamente más adelante.<br />

El presente documento propone una estrategia de<br />

seguridad vial ciclista integral, que combina los ejes<br />

de diseño y aplicación de la ley, diseño de las calles y<br />

cultura de la movilidad. Para el desarrollo de la estrategia,<br />

se tomaron como referencia investigaciones internacionales<br />

en el tema y mejores prácticas nacionales e<br />

e internacionales, como el enfoque sistemático de seguridad<br />

promovido por la OMS (Organización Mundial<br />

de la Salud); los gobiernos que han adoptado la<br />

política de Visión Cero; así como la evidencia que<br />

indica que la mejora de la seguridad ciclista a través<br />

del diseño y gestión de la operación de las calles resulta<br />

en mejoras en seguridad para todos los usuarios<br />

de la vía. Esta estrategia está dirigida a funcionarios<br />

públicos de los distintos niveles de gobierno, así como<br />

a técnicos, consultores, académicos y sociedad civil.<br />

El documento empieza con una descripción de los<br />

principios utilizados para plantear la estrategia de<br />

seguridad ciclista, seguida por un diagnóstico de la<br />

seguridad y movilidad en bicicleta en las zonas<br />

urbanas mexicana.<br />

Posteriormente, se incluyen tres secciones, cada una<br />

con un apartado de recomendaciones en los temas de<br />

regulación en torno a la movilidad ciclista, diseño vial<br />

y cultura de la movilidad.<br />

En el apartado de regulación se incluye el diagnóstico<br />

de las 30 zonas metropolitanas más pobladas del país,<br />

de circulación ciclista y de automóviles con respecto a<br />

la protección de los usuarios más vulnerables. Se enfatiza<br />

la importancia de la aplicación efectiva de<br />

estas regulaciones por parte de la policía de tránsito.<br />

En cuanto al diseño vial, se proponen estrategias para<br />

promover entornos adecuados para la circulación de<br />

ciclistas, donde las velocidades adecuadas representan<br />

un factor fundamental. Se describen los tipos de<br />

intervenciones y métodos de selección de infraestructura<br />

ciclista y se discuten los riesgos de infraestructura<br />

con estándares inadecuados.<br />

Finalmente, en el apartado de cultura de la movilidad,<br />

se hace énfasis en la provisión de información para<br />

optar por distintos medios de transporte, incluida la<br />

bicicleta. Así mismo, es importante contar con programas<br />

de educación vial que promuevan la protección<br />

de peatones y ciclistas, información respecto<br />

a laconducción segura como ciclista en las calles,<br />

así como lo referente al cumplimiento de los reglamentos<br />

de tránsito para fomentar un entorno de respeto y<br />

convivencia.<br />

El presente documento subraya que el éxito de una<br />

estrategia de seguridad ciclista será mayor si se realiza<br />

de manera integral y sistémica.


Introducción / 6<br />

1. INTRODUCCIÓN<br />

1.1. Seguridad vial ciclista<br />

El rápido crecimiento de las ciudades mexicanas<br />

ha generado grandes oportunidades en los últimos<br />

años, pero también muchos retos, en particular con<br />

respecto a su sistema de movilidad. El uso de la bicicleta<br />

como modo de transporte urbano representa<br />

una solución a los problemas generados en gran medida<br />

por las externalidades negativas del uso excesivo<br />

del automóvil particular, así como de la prioridad<br />

que se le ha dado al invertir principalmente en infraestructura<br />

para éste. Ejemplos de estos problemas<br />

son el congestionamiento vial, la contaminación y<br />

la inseguridad vial, mismos que impactan el funcionamiento<br />

de toda la ciudad, así como la salud, economía<br />

y calidad de vida de los ciudadanos 1 . Por estas<br />

razones, es recomendable que las ciudades mexicanas<br />

busquen estrategias para incentivar el uso de la<br />

bicicleta como modo de transporte.<br />

Una ciudad amable y equitativa es una ciudad que<br />

protege y da prioridad a las poblaciones vulnerables. La<br />

jerarquía de la movilidad ha sido incluida en distintos<br />

instrumentos legales de ciudades mexicanas, como la<br />

Ley de Movilidad del Distrito Federal de 2014 3 y la Ley<br />

de Movilidad y Transporte del Estado de Jalisco 4 .<br />

Los peatones y ciclistas encabezan la jerarquía de la<br />

movilidad 2 , que ordena los modos de transporte de<br />

acuerdo a su vulnerabilidad y a las externalidades<br />

positivas y negativas que crean. Entre las externalidades<br />

negativas se incluyen los riesgos que determinado<br />

modo representa para los demás usuarios<br />

de la vía.<br />

Esta jerarquía establece que la inversión, el diseño, y<br />

la construcción de las calles y el espacio público debe<br />

priorizar la protección de los usuarios vulnerables en té<br />

rminos de accesibilidad y seguridad vial.<br />

1<br />

ITDP. Transformando la movilidad urbana en México (México D.F.: Instituto de<br />

Políticas para el Transporte y el Desarrollo, 2012).<br />

2<br />

ITDP, Manual Ciclociudades I. La Movilidad en Bicicleta como Política Pública, p.62<br />

(México, D.F.: Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo, 2011).<br />

3<br />

Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Ley de Movilidad del Distrito Federal<br />

4<br />

Congreso del Estado de Jalisco, Ley de Movilidad y Transporte de Jalisco (Jalisco,


Introducción / 7<br />

FIGURA 1: Jerarquía de la movilidad urbana<br />

[Fuente: Manual Ciclociudades Tomo I]


Introducción / 8<br />

Para promover el uso de la bicicleta es necesario garantizar<br />

condiciones de seguridad mediante un enfoque de prevención<br />

de hechos viales causantes de muertes y lesiones. Debido<br />

a este enfoque, no se referirá a los colisiones viales como<br />

dentes, ya que esta palabra asume que éstos son hechos forde<br />

seguridad vial Visión Cero 5 , los humanos cometen errores,<br />

es por esto que es responsabilidad de las autoridades generar<br />

sistemas viales seguros y con un alto cumplimiento de la ley,<br />

que disminuyan la posibilidad de que estos errores terminen<br />

en lesiones y muertes.<br />

México al igual que otros países, enfrenta un gran reto de salud<br />

pública como consecuencia de las lesiones generadas por<br />

la inseguridad vial. La Estrategia Nacional de Seguridad Vial<br />

2011 - 2020 establece un acuerdo dentre la Secretaría de Salud<br />

(SSA) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT),<br />

la cual tiene como objetivo general reducir para 2020 en un 50%<br />

las muertes por hechos de tránsito, así como reducir al máximo<br />

las posibles lesiones y discapacidades que éstos causan en<br />

México 6 . Lo anterior, a través de la protección de los usuarios<br />

vulnerables, así como de una estrategia para mejorar el<br />

comportamiento de todos los usuarios de la vía. La meta<br />

medible del 50% representa un compromiso con las directrices<br />

del Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020,<br />

impulsado por la OMS 7<br />

En nuestro país, las lesiones de tránsito son la primera causa<br />

de muerte entre los niños de 5 a 9 años de edad, y segunda<br />

entre adolescentes y jóvenes de 10 a 29 años 8 , lo que impacta<br />

fuertemente la estabilidad económica y emocional de las familias<br />

y de la sociedad en su conjunto 9 .<br />

Datos muestran que entre 2007 y 2012 han muerto en promedio<br />

16,750 mexicanos anualmente como resultado de<br />

lesiones por choques, volcaduras o atropellamiento (Tabla 2),<br />

de los cuales en 2012 el 30% se trataba de peatones y el 2%<br />

de ciclistas 10 . En cuanto al total de lesiones no fatales por<br />

hechos viales que se documentaron en el país en 2012,<br />

aproximadamente 12% fueron ciclistas. 11<br />

Considerando que el reparto modal promedio de la bicicleta en<br />

las ciudades mexicanas podría ser 1% 12 , el hecho de que 2% de<br />

las muertes y 12% de las lesiones por hechos viales involucre a<br />

ciclistas muestra su vulnerabilidad.<br />

Es importante señalar que del total de hechos de tránsito en<br />

2011, el 96% ocurren en zonas urbanas, en donde el 2% resulta<br />

en muertes en el sitio de la colisión y 34% en lesiones. Si<br />

bien, en las carreteras los hechos viales tienen mayor mortalidad<br />

(18%) 13 , la ocurrencia de éstos es más frecuente en zonas<br />

urbanas, donde más actores vulnerables, como peatones y<br />

ciclistas, se encuentran circulando en las calles.<br />

La situación de inseguridad en las calles se debe en gran medida<br />

a un diseño que prioriza la velocidad del tránsito automotor,<br />

inadecuada para la seguridad de los peatones y ciclistas.<br />

La percepción de peligro en las calles mexicanas desincentiva<br />

la adopción de la bicicleta como modo de transporte. Un<br />

aumento del número de ciclistas en las calles serviría para<br />

sensibilizar a otros usuarios sobre la presencia de los mismos,<br />

aumentando así su seguridad.<br />

La evidencia muestra que la implementación de infraestructura<br />

ciclista, acompañada por una revisión integral de otros<br />

-<br />

ciones en los tiempos semafóricos, anchos de carriles vehiculares,<br />

radios de giro de los automóviles, entre otros), resulta en<br />

una mejora de la seguridad de todos los usuarios de la vía, y<br />

no solamente de quienes utilizan la bicicleta. En las calles de<br />

Nueva York, donde se implementó un agresivo programa de<br />

-<br />

to totales disminuyeron entre un 12% y un 52%, dependiendo<br />

de la calle 14 .<br />

5<br />

Possible Measures (Sweden, Swedish Road Safety, 2003).<br />

6<br />

Secretaría de Gobernación, Estrategia Nacional de Seguridad Vial 2011-2020 (México, D.F.: Secretaría<br />

de Gobernación, 2011)<br />

7<br />

OMS, Plan Mundial para el Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020 (Ginebra:<br />

Organización Mundial de la Salud, 2011).<br />

8<br />

INEGI, Estadísticas a Propósito del Día de Muertos (2 de noviembre), 30 de octubre de 2014, con<br />

sultado el 10 de noviembre de 2014. http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/<br />

Contenidos/estadisticas/2014/muertos0.pdf.<br />

-<br />

9<br />

CONAPRA, Tercer Informe Sobre la Situación de Seguridad Vial (México, D.F.: Secretaría de Salud,<br />

2013).<br />

10<br />

CONAPRA, Cuarto Informe Sobre la Situación de Seguridad Vial, p. 12 (México, D.F.: Secretaría de<br />

Salud, 2014).<br />

11<br />

CONAPRA, Cuarto Informe Sobre la Situación de Seguridad Vial, p. 16 (México, D.F.: Secretaría de<br />

Salud, 2014).<br />

12<br />

Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, Encuesta telefónica sobre movilidad urbana<br />

(México, D.F., Cámara de Diputados, 2014).<br />

13<br />

CONAPRA, Tercer Informe Sobre la Situación de Seguridad Vial, p.5 (México, D.F.: Secretaría de<br />

Salud, 2013),<br />

14<br />

Michael Andersen, “Four reasons pedestrian injuries have plummeted along protected bike lanes”<br />

Streets Blog USA” publicado el 14 de noviembre de 2014, consultado el 14 de noviembre de 2014 http://<br />

usa.streetsblog.org/2014/11/14/four-reasons-pedestrian-injuries-have-plummeted-along-protected-bi<br />

ke-lanes/#more-335432<br />

15 Ernst Donlemar, Swedish Road Safety and the Traffic Safe Society: Investigation and Analysis of<br />

Possible Measures (Sweden, Swedish Road Safety, 2003).


Introducción / 9<br />

implementación de las medidas de seguridad ciclista presentadas,<br />

ya que además de reducir la exposición de los<br />

usuarios vulnerables en el arroyo vehicular, sirven para in-<br />

-<br />

rando un comportamiento y hábitos más seguros.<br />

Por ello, es necesaria la implementación de una estrategia<br />

integral que garantice la seguridad de los ciclistas, con base<br />

-<br />

tores de riesgo. Este documento presenta intervenciones al<br />

alcance de las ciudades para reducir el número de lesiones<br />

entre los ciclistas, con los objetivos de mejorar su seguridad<br />

real y percibida, aumentar el número de ciclistas, y generar<br />

un ciclo virtuoso de uso de la bicicleta.<br />

1.2. Objetivo<br />

Presentar estrategias para la prevención de hechos<br />

viales que involucren ciclistas, basadas en evidencia<br />

personas y el entorno para:<br />

• Contribuir a la reducción de las lesiones y muertes<br />

de ciclistas en México.<br />

• Proporcionar asistencia y consejos prácticos a<br />

funcionarios públicos y tomadores de decisiones,<br />

tanto para la interpretación como la implementación<br />

de estrategias para la prevención de hechos<br />

viales y lesiones de ciclistas.<br />

• Guiar el desarrollo de políticas públicas y proyectos<br />

urbanos, subrayando la seguridad de los actores<br />

vulnerables de la calle.<br />

1.3. Público objetivo<br />

El presente documento está dirigido a funcionarios<br />

públicos de los distintos niveles de gobierno, técnicos,<br />

consultores, académicos y sociedad civil responsables<br />

e interesados en las estrategias para la preven<br />

ción de hechos viales ciclistas.


Principios de la seguridad vial ciclista / 11<br />

2. PRINCIPIOS DE LA SEGURIDAD VIAL CICLISTA<br />

Este documento presenta una estrategia de seguridad<br />

ciclista con un enfoque de prevención a través del diseño<br />

vial, la aplicación de la ley, y la cultura de la movilidad.<br />

Tiene como base la adaptación al contexto mexicano de la<br />

política de seguridad vial Visión Cero, la cual busca tomar<br />

muertes de tránsito mediante una estrategia basada en<br />

un enfoque sistémico de seguridad. Tiene como origen<br />

una política nacional en Suecia<br />

15 ,y recientemente fue<br />

adoptada por ciudades como Nueva York y San Francisco<br />

Visión Cero considera que las muertes y lesiones en las<br />

calles no son aceptables, y que los hechos de tránsito no<br />

son “accidentes” sino incidentes prevenibles que pueden<br />

ser abordados de una manera sistémica. Reconoce que<br />

la responsabilidad primaria de los gobiernos es proteger<br />

al público, y por eso debe usar todas las herramientas<br />

a su alcance para mejorar la seguridad vial. Valora la corresponsabilidad<br />

entre el gobierno y los ciudadanos, por<br />

lo cual prioriza la sensibilización de la sociedad y la participación<br />

del sector privado en los esfuerzos para evitar<br />

una conducción peligrosa y para contribuir a mejorar la<br />

convivencia en las calles 16 .<br />

El enfoque sistémico de la política Visión Cero aborda el<br />

problema de tal manera que las acciones de los actores<br />

gubernamentales de movilidad, seguridad vial y seguridad<br />

pública estén coordinadas, y así puedan invertir recursos<br />

en los proyectos de mayor impacto, como la reducción<br />

de los límites de velocidad y la investigación, análisis<br />

y rediseño de los puntos más peligrosos, conocidos también<br />

como “puntos negros” 17 .<br />

Visión Cero reconoce la inevitabilidad de los errores humanos,<br />

así como el límite del impacto de la educación<br />

sobre la seguridad vial. Por esta razón, hace énfasis en la<br />

responsabilidad del gobierno, es decir, los responsables<br />

del diseño y operación de los sistemas viales de reducir al<br />

mínimo la posibilidad de un hecho vial fatal.<br />

el enfoque de seguridad vial de las Tres E’s por las<br />

iniciales en inglés de engineering (ingeniería), enforcement<br />

(aplicación de la ley) y education (educación).<br />

El abordaje de las Tres E’s reconoce que la seguridad vial<br />

es multifactorial, por lo que recomienda la integración de<br />

los tres tipos de intervención mencionados para que los<br />

logros de seguridad vial sean integrales y de largo plazo 18 .<br />

Incluso, la Liga Americana de Ciclistas tomó este concepto,<br />

añadiéndose dos E’s, las de encouragement (promoción)<br />

y evaluation & planning (evaluación y planeación) 19 .<br />

Por otro lado, la presente estrategia considera la gestión<br />

de seguridad vial, vías de tránsito y movilidad más seguras,<br />

y usuarios de vías de tránsito más seguras; tres de los<br />

cinco pilares establecidos por la OMS en su Plan Mundial<br />

para el Decenio de Acción para la Seguridad Vial para llevar<br />

a cabo los planes y la política pública de seguridad<br />

vial 20 .<br />

El presente documento integra una estrategia conmpuesta<br />

por los siguientes elementos:<br />

1. Diseño y aplicación de la ley: Garantizar vías seguras<br />

para todos mediante el diseño y la aplicación del marco<br />

normativo, reforzamiento de las responsabilidades de<br />

los usuarios de la vía, y el estatus legal del ciclista.<br />

2. Diseño vial: Planeación e implementación de estrategias<br />

de diseño vial seguro que brinde espacios<br />

convenientes para pedalear y estacionarse mediante<br />

ciones<br />

seguras.<br />

3. Cultura de la movilidad: Preparar a personas de<br />

pedalear, a través de información y educación para tomar<br />

las mejores decisiones de movilidad, además de fomentar<br />

una cultura fuerte de ciclismo, que ayude y celebra a nuevos<br />

ciclistas, aumentando la seguridad en su conjunto.<br />

16<br />

New York City Department of Transportation, New York Vision Zero Action Plan<br />

(Nueva York: New York City Department of Transportation, 2014).<br />

17<br />

OCDE y International Transport Forum, Towards Zero: Ambitious Road Safety Targets<br />

and the Safe System Approach (París: Organización para la Cooperación y el Desarrollo<br />

Económicos, 2008).<br />

18<br />

OMS, Pedestrian Safety: A Road Safety Manual for Decision-Makers and Practitioners<br />

(Ginebra: Organización Mundial de la Salud, 2013).<br />

19<br />

“The essential elements of a bicycle friendly America: the 5 E’s”, The League of<br />

American Bicyclists, consultado 8 de noviembre de 2014. http://bikeleague.org/content/5-es.<br />

20<br />

OMS, Plan Mundial para el Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020.<br />

(Ginebra: Organización Mundial de la Salud).<br />

21<br />

Peter L. Jacobsen, “Safety in numbers: More walkers and Bicyclists, Safer Walking and<br />

Bicycling”, Injury Prevention 9, no. 3 (diciembre 2003): 205-209, p. 207.


La implementación de dicha estrategia generará un<br />

aumento del número de ciclistas, y por lo tanto de<br />

su seguridad. Esto a su vez sirve para incentivar e<br />

inspirar a todavía más ciclistas, generando un ciclo<br />

positivo del uso de la bicicleta como se verá en la<br />

siguiente sección.<br />

2.1. Seguridad en números<br />

cuando hay más ciclistas en las calles, hay menos<br />

probabilidad de una colisión con un vehículo motorizado.<br />

Una de las razones para ello puede ser que los<br />

la presencia de más ciclistas en las calles 21 .<br />

En 2003, un estudio de ciudades en Canadá, Estados<br />

Unidos, Dinamarca y otros países europeos, encontró<br />

que los niveles de riesgo, las lesiones y la mortalidad<br />

de los ciclistas disminuyeron cuando el número de<br />

ciclistas en las calles aumentó 22 . Ciudades en donde<br />

invirtieron en estrategias para incentivar el uso de<br />

la bicicleta, han visto un aumento tanto en el número<br />

de ciclistas, como en su seguridad. Londres ha incrementado<br />

un 91% el uso de la bicicleta la última<br />

década, mientras que el número de muertes ciclistas<br />

se ha reducido un 33% 23 . En Copenhague el uso de<br />

la bicicleta ha aumentado un 20% entre 1996 y 2010,<br />

mientras que el número de ciclistas muertos ha disminuido<br />

un 70% 24 .<br />

Es probable que el efecto de una presencia mayor<br />

de ciclistas sensibilice a los conductores y otros<br />

usuarios de la vía sobre su existencia. Este elemento<br />

debe ser tomado en cuenta al hacer análisis de las<br />

estadísticas de seguridad vial ciclista, para no llegar<br />

a conclusiones equivocadas. Por ejemplo, un incremento<br />

en el número de ciclistas puede aumentar el<br />

número total de hechos de tránsito que involucran<br />

a uno, pero puede representar una reducción en el<br />

riesgo individual del ciclista. En Nueva York, el número<br />

de ciclistas ha aumentado drásticamente en los<br />

últimos años, mientras el número total de lesiones ha<br />

quedado aproximadamente estable. Como resultado,<br />

el riesgo promedio para un ciclista individual de<br />

sufrir una lesión seria en un hecho de tránsito disminuyó<br />

75% entre 2001 y 2013 25 .<br />

Principios de la seguridad vial ciclista / 12<br />

GRÁFICA 1:<br />

Riesgo del ciclismo en Nueva York<br />

Indicador de riesgo<br />

del ciclismo<br />

Indicador de ciclismo<br />

en temporada baja<br />

[Fuente: City of New York] 26<br />

22<br />

Peter L. Jacobsen, “Safety in numbers: More walkers and Bicyclists, Safer Walking and<br />

Bicycling”, Injury Prevention 9, no. 3 (diciembre 2003): 205-209, p. 207.<br />

23<br />

CTC, Safety in Numbers (Surrey: The National Cycling Charity). http://www.ctc.org.<br />

24<br />

OCDE y International Transport Forum, Cycling, Health and Safety (París :<br />

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, 2013).<br />

25<br />

City of New York, Bicyclists: Network & Statistics (The City of New York). Consultado<br />

el 5 de noviembre de 2014 http://www.nyc.gov/html/dot/html/bicyclists/bikestats.shtml#indicator.<br />

26<br />

El Indicador de ciclismo urbano en temporada alta se basa en conteos en 6 lugares<br />

entre abril y octubre de cada año. El Indicador de riesgo de ciclismo urbano se calcula<br />

con el número de ciclistas muertos o lesionados gravemente dividido por el Indicador<br />

de ciclismo urbano en temporada alta y multiplicado por 100.


Principios de la seguridad vial ciclista / 13<br />

GRÁFICA 2:<br />

Fallecimientos de ciclistas por cada billón de kilómetros<br />

recorridos en bicicleta por habitante vs. kilómetros recorridos<br />

anualmente en bicicleta por habitante<br />

[Fuente: OCDE] 27<br />

2.2. Infraestructura genera cultura<br />

Un principio de las ciencias sociales, el urbanismo y la<br />

arquitectura señala que el diseño del entorno determina<br />

el comportamiento de los usuarios del mismo, incluyendo<br />

la manera de utilizar los espacios públicos y la elección<br />

de los modos de transporte 28 . La infraestructura vial que<br />

promueve seguridad y accesibilidad para todos los usuarios<br />

de la vía puede causar un gran impacto positivo en la<br />

cultura de movilidad de la ciudad.<br />

ciclista en redes integradas, acompañadas por un diseño<br />

del entorno urbano que prioriza a los peatones y ciclistas 30 .<br />

Por otra parte, cuando un ciclista o peatón percibe que la<br />

infraestructura vial satisface sus necesidades de seguridad<br />

y accesibilidad, es más probable que cumpla los reglamentos<br />

de tránsito.<br />

Cuando se evita exponer a los usuarios de la calle en situa-<br />

-<br />

cio o a la velocidad inadecuada del tránsito - y se diseñan<br />

calles fáciles de entender y usar, se fomenta una cultura<br />

de convivencia y seguridad. Además, cuando el diseño de<br />

la calle prevé desplazamientos cómodos, seguros y convenientes<br />

en bicicleta, se incentiva su uso 29 . Países conocidos<br />

por una cultura del ciclismo consolidada, como Dinamarca,<br />

Alemania y los Países Bajos, son el resultado de un<br />

cambio cultural generado durante décadas, a través de la<br />

implementación de miles de kilómetros de infraestructura<br />

27<br />

OCDE y International Transport Forum, Cycling, Health and Safety, p.116 (París :<br />

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, 2013).<br />

28<br />

S. Handy, M. Boarnet, R. Ewing y R Killingsworth, “How the built environment<br />

affects physical activity: Views from urban planning”, American Journal of Preventive<br />

Medicine 23:2 (2002): 64-73<br />

29<br />

Colin Pooley, Understanding Walking and Cycling: Summary of Key Findings and<br />

Recomendations. (Lancaster: Lancaster Environmental Centre 2011).<br />

30<br />

John Pucher y Lewis Dijkstra, “Making Walking and Cycling Safer: Lessons from<br />

Europe”,Transportation Quarterly 54-3 (2000):19.


Principios de la seguridad vial ciclista / 15<br />

TABLA 1:<br />

Probabilidad de sobrevivir a una colisión<br />

Velocidad<br />

Espacio requerido<br />

para frenar<br />

Gravedad de lesiones en<br />

ciclistas<br />

Probabilidad de<br />

sobrevivir<br />

30 km/hr 13 metros Contusiones sin gravedad 95%<br />

40 - 55 km/hr 26 metros<br />

> 55 km/hr 45 metros<br />

Invalidez y algunas<br />

víctimas mortales<br />

Mayoría de víctimas<br />

mortales<br />

60%<br />

20%<br />

[Fuente: Manual Ciclociudades III 34 y Ciudad de Chicago 35 ]<br />

Las principales causas de una velocidad excesiva<br />

son el diseño vial, la falta de cumplimiento de la regulación<br />

de los límites de velocidad establecidos, así como<br />

inadecuados límites de velocidad para ciertos tipos de<br />

calles. Todos estos elementos se suman y refuerzan,<br />

por lo que requieren de un enfoque sistémico para resolver<br />

el problema.<br />

La velocidad no solo afecta la seguridad de los ciclistas<br />

actuales, sino la percepción de la seguridad y la<br />

motivación para utilizar una bicicleta por parte de los<br />

ciclistas potenciales. El exceso de velocidad del tránsito<br />

motorizado es una consideración clave en el juicio<br />

de un individuo sobre la seguridad de la bicicleta<br />

como modo de transporte. En Portland, Oregón en los<br />

-<br />

do que un 60% de su población sería ciclista si se sintiera<br />

más segura. Una gran parte de ese sentimiento<br />

está ligado a la velocidad y al comportamiento de los<br />

conductores de los vehículos motorizados 36 .<br />

Es decir, es necesario controlar la velocidad de los vehículos<br />

motorizados y reducir el comportamiento agresivo,<br />

tanto para proteger a los ciclistas actuales, como<br />

para incentivar a potenciales usuarios de la bicicleta.<br />

34<br />

ITDP, Manual Ciclociudades III. Red de Movilidad en Bicicleta (México, D.F.: Instituto<br />

de Políticas para el Transporte y el Desarrollo, 2011).<br />

35<br />

Department of Transportation, Complete Streets Chicago (Chicago: City of Chicago,<br />

2013).<br />

36<br />

2009).


3. DIAGNÓSTICO DE LA SEGURIDAD<br />

CICLISTA EN MÉXICO<br />

Diagnóstico de la seguridad ciclista en México / 17<br />

3.1. Los números de la seguridad<br />

ciclista en México<br />

Actualmente en México existe una gran carencia de<br />

información sobre movilidad urbana y seguridad vial.<br />

-<br />

mientos en las calles según cada modo de transporte, incluyen<br />

un 42% en la categoría “otros” 37 . Es decir, casi<br />

la mitad de las muertes en las calles no son registraestadísticas<br />

determinó que la proporción de muertes<br />

por hechos de tránsito en México podría estar subestimada<br />

en un 27% a 32%. Este estudio indica que la<br />

tasa de mortalidad por hechos viales ronda en aproximadamente<br />

21 personas por cada 100 mil habitantes,<br />

observa que una causa principal de esta subestima-<br />

38<br />

.<br />

De igual manera la información recabada por la policía<br />

de tránsito podría fortalecerse para conocer la<br />

situación real de colisiones y lesiones en ciclistas.<br />

Por ejemplo, en 2002 y con base en un censo de los<br />

pacientes de un solo hospital del Distrito Federal,<br />

Ramírez Roa et al. se identificaron 127 pacientes con<br />

trauma maxilofacial derivados de colisiones en bici -<br />

cleta 30 . El mismo año, el INEGI reportó tan solo 114 colisiones<br />

con ciclistas para todo el Distrito Federal. Es<br />

decir, en un solo hospital se registraron más ciclistas<br />

lesionados, que el total de colisiones reportadas por<br />

INEGI 40 . Adicionalmente, sería importante obtener<br />

datos sistemáticos sobre el número de usuarios de<br />

bicicleta en México para mejorar las oportunidades<br />

de análisis estadístico sobre seguridad ciclista. Por<br />

ejemplo, conocer el número de ciclistas en un municipio<br />

o estado permite establecer toda relación entre<br />

el número total de hechos viales ciclistas y el riesgo<br />

existente para un ciclista a nivel individual. En Méxide<br />

cerca del 5% anual en promedio, en el número de<br />

muertes de ciclistas entre 2007 y 2012 41 . Sin embargo,<br />

es imposible decir si aquello representa un aumento<br />

o, al contrario, una reducción en el nivel de riesgo individual<br />

para un ciclista, ya que se desconoce el incremento<br />

del número de ciclistas en el mismo lapso<br />

de tiempo. Así, es urgente contar con la capacidad de<br />

determinar de manera precisa el número de ciclistas<br />

existentes a través de aforos ciclistas y encuestas de<br />

origen y destino.<br />

Según el Informe sobre la Situación de la Seguridad<br />

Vial en México 2014, entre 2007 y 2012 los ciclistas<br />

constituyeron en promedio, 1% de los muertos por<br />

hechos de tránsito 42 . Además, en 2012, según el Subsistema<br />

Automatizado de Egresos Hospitalarios, los<br />

ciclistas constituyeron un 9% de los egresos hospitalarios<br />

por lesiones ocasionadas por hechos viales y,<br />

según la base de datos de la Encuesta Nacional de<br />

Salud y Nutrición 2012, el 12% de todos los lesionados<br />

por hechos de tránsito 43 . A pesar de que la información<br />

de lesiones y muertes por hechos de tránsito podría<br />

estar subestimada, la situación de la seguridad<br />

ser considerada como prioridad en la agenda de las<br />

ciudades.<br />

37<br />

OMS, Global Status Report on Road Safety: Supporting a Decade of Action, p.157.<br />

(Ginebra: Organización Mundial de la Salud).<br />

38<br />

Martha Híjar, Aruna Chandran, Ricardo Pérez-Nuñez, Jeffrey C. Lunnen y Jorge<br />

13 (Julio de 2013): 5–10.<br />

39<br />

Ramírez Roa, Guadalupe A., Arenas Osuna, Jesús ; Vivanco Cedeño, Bertha, Suárez<br />

Maxilofacial en Accidentes de Bicicleta”, Cirugía y Cirujanos, 73, p.167.<br />

40<br />

INEGI. “Accidentes de tránsito terrestre en zonas urbanas y suburbanas” Base de<br />

datos actualizado en 2014 (consultado el 7 de noviembre de 2014) http://www.inegi.<br />

org.mx/sistemas/olap/Proyectos/bd/continuas/transporte/accidentes.asp?s=est&-<br />

c=13159&proy=atus_accidentes.<br />

41<br />

CONAPRA, Cuarto Informe Sobre la Situación de Seguridad Vial, p. 55 (México, D.F.:<br />

Secretaría de Salud, 2014).<br />

42<br />

Ibid.<br />

43<br />

Ibid.


Diagnóstico de la seguridad ciclista en México / 18<br />

Un análisis de las tendencias de algunos indicadores<br />

entre 2007 y 2012 muestra que la ocurrencia de los<br />

hechos viales que involucran a un ciclista han caído en<br />

un promedio de 4% por año, mientras que las muertes<br />

de los mismos han aumentado en un promedio de 5%<br />

por año. Esta tendencia de crecimiento en las muertes<br />

es más grande que la tasa de las muertes de ocupantes<br />

de los vehículos y de los peatones atropellados que han<br />

aumentado en ambos casos en un 2% por año; sin embargo<br />

es menor que las muertes de motociclistas, las<br />

cuales han aumentado en un promedio de 12% por año 44 .<br />

TABLA 2:<br />

Hechos viales ciclistas y defunciones por tipo de usuario, 2007 a 2012<br />

2007 2008 2009 2010 2011 2012<br />

Promedio de variación<br />

del periodo 2007-2012<br />

Hechos viales con ciclista 7,280 6,930 6,528 5,727 5,627 5,917 6,335<br />

% cambio en hechos viales ciclistas<br />

con respecto al año previo<br />

-4.8 -5.8 -12.3 -1.7 5.2 -3.9<br />

Defunciones de ciclistas 143 174 186 178 152 174 168<br />

% Cambio en defunciones con<br />

respecto al año previo<br />

Defunciones de ocupantes de<br />

vehículo motorizado<br />

% Cambio en defunciones con<br />

respecto al año previo<br />

21.7 6.9 -4.3 -14.6 14.5 4.8<br />

9,799 11,338 11,778 10,891 10,754 10,714 9,246<br />

15.7 3.9 -7.5 -1.3 -0.4 2.1<br />

Defunciones de peatones 4,819 4,934 5,147 4,786 4,868 5,177 4,152<br />

% Cambio en defunciones con<br />

respecto al año previo<br />

2.4 4.3 -7.0 1.7 6.3 1.6<br />

Defunciones de motociclistas 588 616 709 704 841 1,037 651<br />

% Cambio en defunciones con<br />

respecto al año previo<br />

Total defunciones por hechos<br />

viales<br />

4.8 15.1 -0.7 19.5 23.3 12.4<br />

15,349 17,062 17,820 16,559 16,615 17,102 16,751<br />

% defunciones de ciclistas 0.9 1.0 1.0 1.1 0.9 1.0 1.0<br />

[Fuente: Elaborado con estadísticas de INEGI 2012, publicadas por CONAPRA, 2014]<br />

44<br />

CONAPRA, Cuarto Informe Sobre la Situación de Seguridad Vial, p. 55 (México, D.F.:<br />

Secretaría de Salud, 2014).


Diagnóstico de la seguridad ciclista en México / 19<br />

El Tercer Informe sobre la Situación de Seguridad<br />

Vial registra que en 2011 el 96% de las defunciones<br />

de ciclistas estuvo conformada por personas del sexo<br />

masculino, quizá esto se deba a que una gran mayoría<br />

de los ciclistas son hombres, sin embargo no existen<br />

datos nacionales para constatarlo.<br />

lesiones y muertes de ciclistas no solo por número<br />

total, ni por cada 100 mil habitantes sino por número<br />

de ciclistas o viajes por bicicleta y su evolución a través<br />

del tiempo.<br />

Es difícil realizar una comparación entre las entidades<br />

federativas del número de muertes ciclistas<br />

debido a la prevalecencia del reporte de la categoría de<br />

“otros”, es decir hay una ausencia en la categorización<br />

de las muertes. Según el Subsistema Automatizado<br />

de Egresos Hospitalarios, casi 50% de los esde<br />

tránsito por tipo de usuario, por lo que la información<br />

es muy incompleta 45 . Además, un análisis estatal<br />

del número de muertes ciclistas más adecuado para<br />

incluiría la proporción que representan con respecto<br />

al total de ciclistas, dato que, como se ha mencionado,<br />

no existe.<br />

-<br />

nitoreo de la seguridad vial es imprescindible para<br />

contar con los datos que permitan el diseño de intervenciones<br />

y toma de decisiones; sin embargo, [en<br />

México] persiste la centralización de la información<br />

-<br />

de carácter cuantitativo como registro administrativo,<br />

sin explotar los aspectos cualitativos que puede<br />

generar; entre otros…”. La situación es tan urgente<br />

que para mejorar las estadísticas el PAE estable -<br />

ce como primer objetivo “Generar datos y evidencia<br />

por accidentes viales” a través de la instalación y operación<br />

de observatorios estatales de lesiones así como<br />

“el mejoramiento y estandarización del registro de los<br />

principales indicadores de seguridad vial” 46 .<br />

Es claro que la información presentada aquí no puede<br />

considerar las cifras de seguridad ciclista sin tomar<br />

en cuenta el potencial subregistro de los datos. Otro<br />

elemento muy importante es que siempre es más útil<br />

y preciso considerar las estadísticas de colisiones,<br />

45<br />

CONAPRA, Cuarto Informe Sobre la Situación de Seguridad Vial, p. 13 (México, D.F.:<br />

Secretaría de Salud, 2014).<br />

46


Diagnóstico de la seguridad ciclista en México / 20<br />

3.2. Los números de la movilidad<br />

ciclista en México<br />

Realizar un diagnóstico del uso de la bicicleta en México<br />

resulta una labor complicada debido a la limitada información,<br />

por lo que en esta sección se utilizarán datos de la<br />

Encuesta telefónica sobre movilidad urbana (realizada a<br />

nivel nacional) 47 , de la Encuesta Origen-Destino de la Zona<br />

Metropolitana del Valle de México 48 , datos generados por<br />

el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo<br />

(ITDP, por sus siglas en inglés), en particular los indicadores<br />

de gestión y desempeño del Ranking Ciclociudades 2014 49 ,<br />

así como los datos proporcionados por la asociación civil<br />

Bicitekas A.C. que concentran los pocos y limitados estudios<br />

de movilidad y encuestas origen-destino que se realizan<br />

en las ciudades.<br />

3.3. Historia del uso de la bicicleta<br />

en México<br />

La historia de la bicicleta en México se remonta hacia la<br />

segunda mitad del siglo XIX. Comienza con la importación<br />

desde Europa de la primera bicicleta fabricada en serie 50 ,<br />

continúa en 1880 con la llegada a México de las bicicletas de<br />

tipo “ordinario” y en la década posterior, llegan al país las<br />

“bicicletas seguras”, de John Kemp Starley. Este tipo de<br />

vehículo ya es impulsado por una cadena, sus neumáticos<br />

están llenos de aire y la rueda delantera es más pequeña<br />

que la de las bicicletas ordinarias; puede considerarse a<br />

este modelo como el más semejante a las bicicletas que<br />

se utilizan actualmente 51 . Cabe destacar que a partir de<br />

este modelo, su uso se extendió en México y, aunque su<br />

costo era alto, ya no se limitaba exclusivamente a los niveles<br />

socioeconómicos más privilegiados. A principios del<br />

siglo XX había casi 4,000 bicicletas, su popularidad derivó<br />

Esto generó un auge de bicicletas más económicas, situación<br />

que posibilitó su democratización, la consecuente<br />

en el contexto rural. Para la década de 1980, la manufactura<br />

mexicana experimentó una caída debido al creciente dominio<br />

del automóvil y a la introducción de bicicletas chinas<br />

de producción masiva 53 . Pese a esta situación, en los asentamientos<br />

rurales y semiurbanos el uso de la bicicleta ha jugado<br />

un papel importante para sus habitantes como medio<br />

para acceder a la educación, servicios de salud y al empleo.<br />

El movimiento ciclista en la ciudad de México se desarrolló<br />

en la década de 1980 a partir de las campañas promovidas<br />

por la Fundación Arturo Rosenblueth, la organización<br />

Greenpeace, así como diversos voluntarios. Buscaban visibilizar<br />

al ciclista y sensibilizar a la ciudadanía y a las autoridades<br />

respecto a su cuidado en sus trayectos por la ciudad.<br />

En 1998 se funda Bicitekas en la Ciudad de México,<br />

organización que promueve ciudades más humanas y con<br />

transporte sustentable; se consolida como una asociación<br />

Congreso de Ciclismo Urbano en el Distrito Federal y en<br />

2008 se funda la Red Nacional de Ciclismo Urbano. Esta<br />

última es conocida como BiciRed, y está comprendida por<br />

colectivos y organizaciones que impulsan el uso de la bicieconómico<br />

y sustentable de las vías urbanas en distintas<br />

ciudades del país 54 . Actualmente, esta red de organizaciones,<br />

colectivos y ciudadanos cuenta con 48 miembros<br />

adscritos en la modalidad de simpatizantes, plenos o ase-<br />

-<br />

dades con mayor población en el país existe al menos un<br />

grupo ciclista activo 55 .<br />

considerar como vehículo para el ejército y para el servicio<br />

de empresas de correos y periódicos 52 .<br />

Para la década de los cincuenta, la caída de las exportaciones<br />

de bicicletas europeas propició la denominada<br />

“época de oro” de la bicicleta en México, pues surgieron<br />

empresas nacionales como Cóndor y Zaeta en Guadalajara,<br />

Benotto y Bimex en el Distrito Federal, y Windsor en<br />

Querétaro.<br />

47<br />

Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, Encuesta telefónica sobre movilidad urbana<br />

(México, D.F., Cámara de Diputados, 2014).<br />

48<br />

INEGI, Encuesta Origen Destino 2007, (México, D.F., Gobierno del Estado de México, 2007).<br />

49<br />

ITDP, Ranking Ciclociudades. (México D.F.: Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo,<br />

2013).<br />

50<br />

Mi ciudad en bici, “Historia de la bici 4” Bicitando la Ciudad de México, publicado el 24 de mayo<br />

de 2014, consultado 1 de noviembre de 2014. https://bicitando.wordpress.com/2012/05/24/historia-dela-bici-4/.<br />

51<br />

Mi ciudad en bici, Bicitando la Ciudad de México.<br />

52<br />

ITDP, Manual Ciclociudades III. Red de Movilidad en Bicicleta (México, D.F: Instituto de Políticas<br />

para el Transporte y el Desarrollo, 2011).<br />

53<br />

Luis C. Sánchez, “200 años de la bici en el Museo Franz Mayer”, Excélsior, 20 de enero de 2015, consultado<br />

15 de febrero de 2015. www.excelsior.com.mx/expresiones/2015/01/20/1003605<br />

54<br />

“Miembros y Mapa”, Bicired, consultado 11 de octubre de 2014. http://www.bicired.org/quienes-somos/miembros-y-mapa#!/catid=2.<br />

55<br />

ITDP, Ranking Ciclociudades. (México D.F.: Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo,<br />

2013).


Diagnóstico de la seguridad ciclista en México / 21<br />

3.4. Reparto modal y conteo ciclista<br />

Los estudios disponibles actualmente, como el de la<br />

encuesta telefónica sobre movilidad urbana muestran<br />

que 1% de los viajes se realizan en bicicleta 56 , y de<br />

acuerdo con el Gabinete de Comunicación Estratégica,<br />

una empresa que desarrolla proyectos de investigación<br />

y comunicación, 6 de cada 100 personas utilizan<br />

la bicicleta como modo de transporte en México 57 .<br />

Para conocer los repartos modales en las ciudades del<br />

país que ayuden en el análisis del uso y seguridad de<br />

la bicicleta como modo de transporte se requieren encuestas<br />

origen-destino que muestren los patrones de<br />

viaje de sus habitantes. Crecientemente las ciudades<br />

de PIMUS (Plan Integral de Movilidad Urbana Sustentable)<br />

que incluyen encuestas y aforos, aunque con<br />

metodologías diferentes entre sí, y generalmente los<br />

-<br />

formación es limitada. Una encuesta origen destino<br />

nacional permitiría conocer el número de viajes que<br />

se realizan en bicicleta, ésta podría vincularse al Censo<br />

de Población que periódicamente realiza el INEGI.<br />

Además, los conteos ciclistas representan una alternativa<br />

rentable para disponer de una línea base y así<br />

poder evaluar el impacto de las diferentes políticas y<br />

tratamientos de diseño en las tasas de colisión con<br />

ciclistas 58 .<br />

De acuerdo a los datos obtenidos en el Ranking Ciclociudades<br />

2014 59 realizado para las 30 zonas metropolitanas<br />

más pobladas del país, en ninguna de las<br />

ciudades analizadas existe información sistemática<br />

publicada acerca del sistema de monitoreo de aforos<br />

ciclistas con cobertura total de la ciudad, lo que<br />

ciclistas en el territorio mexicano. En la ciudad de<br />

México, la Secretaría de Medio Ambiente (SEDE-<br />

MA) ha realizado aforos ciclistas desde 2008 pero a<br />

la fecha no han sido publicados. Dicha Secretaría ha<br />

realizado conteos de forma conjunta con ITDP desde<br />

-<br />

cos de la ciudad de México. Además, las ciudades de<br />

Pachuca, Puebla y Toluca cuentan con un sistema de<br />

conteo parcial de ciclistas.<br />

La ciudad de Toluca fue la única ciudad que en 2014<br />

desarrolló parcialmente un sistema de información de<br />

colisiones ciclistas. No obstante, el resto de las ciudades<br />

analizadas en el Ranking carecen de un sistema<br />

abierto de información más amplio que contabilice<br />

tanto heridos como muertos ciclistas, así como<br />

las causas de dichos hechos viales. Asimismo, se<br />

una ausencia de información sobre el estado de la infraestructura<br />

ciclista existente.<br />

El conteo desarrollado y aplicado anualmente por<br />

ITDP y SEDEMA desde 2010 en algunos puntos de la<br />

ciudad de México, y particularmente en la Av. Paseo<br />

de la Reforma, sirve como una línea base que permite<br />

medir el impacto de las políticas de uso de la bicicleta.<br />

Algunos de los principales resultados indican que<br />

en 2009, antes de la implementación de la ciclovía de<br />

Reforma y del sistema de bicicleta pública Ecobici<br />

realizado en 2010, el aforo fue de 106 ciclistas de 6<br />

de la mañana a 10 de la noche en ambos sentidos.<br />

En 2010 el aforo incrementó a 1,914 usuarios, es decir,<br />

aumentó 18 veces el número de ciclistas. El último<br />

dato de 2013 señala que este número es de 4,339<br />

ciclistas 60 .<br />

3.5. Presupuesto e infraestructura<br />

ciclista<br />

El documento Invertir para movernos: Diagnóstico de<br />

inversiones en movilidad en las zonas metropolitanas<br />

de México 2011-2013, presenta un diagnóstico de las<br />

inversiones federales en movilidad en las 59 zonas<br />

metropolitanas de México 61 .<br />

56<br />

Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, Encuesta telefónica sobre movilidad<br />

urbana (México, D.F., Cámara de Diputados, 2014).<br />

57<br />

Gabinete de Comunicación Estratégica, Uso de bicicletas, 6 de octubre 2014, consultado<br />

13 de noviembre de 2014. http://gabinete.mx/images/PDF/reportes/rep_uso_bicicletas_2014.pdf.<br />

58<br />

Los Angeles County Metropolitan Transportation Authority, Conducting Bicycle and<br />

Pedestrian Counts - A Manual for Jurisdictions in Los Angeles County and Beyond (Los<br />

Angeles: Los Angeles County Metropolitan Authority), 3.<br />

59<br />

ITDP, Ranking Ciclociudades. (México D.F.: Instituto de Políticas para el Transporte y<br />

el Desarrollo, 2013).<br />

60<br />

ITDP, Conteo Ciclista Reforma 2013 (México, D.F.: Instituto de Políticas para el<br />

Transporte y el Desarrollo, 2014).<br />

61<br />

Estas zonas metropolitanas concentran a la mitad de los habitantes del país


Diagnóstico de la seguridad ciclista en México / 22<br />

de los fondos federales que se ejercieron en las zonas metropolitanas<br />

se destinó a proyectos de movilidad urbana,<br />

esto representa un monto total de 26 mil 343 millones de<br />

pesos. 62 De estos recursos invertidos en movilidad, el 74%,<br />

fue destinado a la ampliación y mantenimiento de infraestructura<br />

vehicular, apenas 11% fue invertido en espacio<br />

público, 10% en transporte público, 4% en infraestructura<br />

peatonal y sólo 0.2% en infraestructura ciclista. Sin embargo,<br />

solamente 2 de cada 10 viajes en el país se realizan en<br />

automóvil 63 mientras 7 de cada 10 se realizan en transporte<br />

público y solo existen 278 coches por cada mil habitantes<br />

en el país 64 . Es decir, se destinan más recursos para la movilidad<br />

del automóvil cuando la mayor parte de la población<br />

no se mueve en dicho modo.<br />

En el periodo de 2011 a 2013 los porcentajes del presupuesto<br />

total de movilidad destinados a la movilidad ciclista<br />

han mostrado la falta de una política clara y constante en<br />

las ciudades mexicanas. En las 30 zonas metropolitanas<br />

analizadas en 2011, fue 0.3%, 2012 de 0.4% y 2013 de 0.2%.<br />

Destaca la falta de políticas continuas; por ejemplo, el caso<br />

de la zona metropolitana de Ocotlán, Jalisco, que en el periodo<br />

2011-2013 asignó el 82% de los recursos a proyectos<br />

de movilidad urbana sustentable; particularmente, en 2011<br />

invirtió el 97% de los fondos en infraestructura ciclista. Sin<br />

embargo, para 2013 la asignación de recursos para proyectos<br />

ciclistas fue del 0%. En 2013 la zona metropolitana de<br />

Mérida, Yucatán, fue la que asignó una mayor distribución<br />

porcentual de recursos para infraestructura ciclista en el<br />

país, con el 9% de sus fondos destinados a la movilidad en<br />

bicicleta 65 . Un caso notable es el de la Zona Metropolitana<br />

de Guadalajara, ya que en 2014 invirtió 162 millones de<br />

pesos del Fondo Metropolitano para la implementación del<br />

Sistema de Bicicleta Pública Mi Bici y de la Zona 30 en el<br />

centro histórico de la ciudad 66 .<br />

En términos de infraestructura ciclista, en las 30 ciudades más<br />

grandes del país se cuenta con un registro nacional de 477<br />

kilómetros construidos, equivalentes a apenas 0.8 km por cada<br />

100,000 habitantes, de los cuales el 20% se trata de ciclovía<br />

unidireccional, 20% de ciclocarriles, 58% de ciclovía bidireccional<br />

y 2% de carril compartido entre bicicleta y transporte<br />

público 67 . En 2014, las ciudades de México, León y Pachuca<br />

implementaron un programa piloto de infraestructura llamado<br />

Calle completa, el cual prevé ciclovías en avenidas con carriles<br />

-<br />

luadas existe un programa de biciestacionamientos en la<br />

vía pública. Respecto a iniciativas de intermodalidad, en<br />

2014 las únicas ciudades que permitieron las bicicletas a<br />

bordo del transporte público, al menos en ciertos horarios y<br />

en ciertas rutas, fueron la Ciudad de México, Guadalajara<br />

y Monterrey. Finalmente, las ciudades que cuentan actualmente<br />

con un sistema de bicicleta pública son México y<br />

sistemas se implementarán en Toluca y Puebla.<br />

3.6 Capacidad institucional<br />

La capacidad institucional es esencial para promover políticas<br />

de seguridad vial para ciclistas, pues además de un<br />

área especializada, debe haber capacidad instalada en<br />

las demás áreas para garantizar la transversalidad de las<br />

acciones para reducir hechos de tránsito. Las áreas de<br />

tránsito, obras y transporte son esenciales para una gestión<br />

óptima de la seguridad ciclista.<br />

En cuanto a la existencia de una institución responsable<br />

2014 que sólo la Ciudad de México y Guadalajara cuentan<br />

con un área especializada de gobierno que se encarga de<br />

las políticas para la movilidad en bicicleta a nivel metropolitano.<br />

En el 33% de las ciudades evaluadas los proyectos<br />

ciclistas se desarrollan alguna dependencia de gobierno<br />

relacionada. El resto no cuenta con un área especializada<br />

en políticas de promoción del uso de la bicicleta como medio<br />

de transporte 68 .<br />

62<br />

Javier A. Garduño, Invertir para Movernos: Diagnóstico de Inversiones en Movilidad<br />

en las Zonas Metropolitanas de México 2011-2013 (México D.F: Instituto de Políticas<br />

para el Transporte y Desarrollo México, 2014).<br />

63<br />

Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, Encuesta telefónica sobre movilidad<br />

urbana (México, D.F., Cámara de Diputados, 2014).<br />

64<br />

Banco Mundial, Automóviles por cada 1000 personas, Banco Mundial, consultado el<br />

20 de octubre de 2014 http://datos.bancomundial.org/indicador/IS.VEH.NVEH.P3.<br />

65<br />

Javier A. Garduño, Invertir para Movernos: Diagnóstico de Inversiones en Movilidad<br />

en las Zonas Metropolitanas de México 2011-2013 (México D.F: Instituto de Políticas<br />

para el Transporte y Desarrollo México, 2014).<br />

66<br />

Transparencia Presupuestaria Observación del Gasto “Base de datos abiertos” 2014<br />

(consultado el 8 de noviembre de 2014) http://www.transparenciapresupuestaria.gob.<br />

mx/es/PTP/EntidadesFederativas<br />

67<br />

ITDP, Ranking Ciclociudades, p, 14. (México D.F.: Instituto de Políticas para el<br />

Transporte y el Desarrollo, 2013).<br />

68<br />

ITDP, Ranking Ciclociudades, p, 14. (México D.F.: Instituto de Políticas para el<br />

Transporte y el Desarrollo, 2013).


Regulación en torno a la movilidad ciclista / 24<br />

4. REGULACIÓN EN TORNO A LA MOVILIDAD CICLISTA<br />

El diseño y la aplicación de la ley representan un eje fundamental<br />

en la estrategia de prevención de hechos viales mortales<br />

o que provoquen lesiones. En el caso de los ciclistas,<br />

es necesario contar con el respaldo a nivel nacional de leyes<br />

que promuevan la movilidad urbana sustentable, y a nivel local<br />

es fundamental que los reglamentos de tránsito protejan<br />

a los peatones y ciclistas. La aplicación efectiva de la ley depende<br />

de la combinación de la calidad del marco normativo<br />

sobre las calles y su reforzamiento, ya que una regulación<br />

inadecuada puede tender a aplicarse de manera discrecional<br />

y limitada.<br />

• Para asegurar que se generen los cambios y mejoras<br />

de comportamiento vial deseados, la ley debe establecer<br />

muy claramente las atribuciones, obligaciones y mecanismos<br />

de reforzamiento legal.<br />

• Para complementar los procesos de reforzamiento,<br />

la ley debe establecer las sanciones adecuadas y distintas<br />

para todos los tipos de usuarios, e imponer requisitos<br />

sobre la transparencia de su aplicación.<br />

Con el fin de garantizar que exista financiamiento suficiente para<br />

implementar la planeación, procesos y programas establecidos,<br />

la ley necesitaría prever mecanismos para generar<br />

o apartar fondos. De igual manera, el marco legislativo<br />

En las últimas dos décadas, la comunidad internacional instó<br />

a los gobiernos a que tomaran medidas urgentes para fonormativo<br />

integral de seguridad vial 69 . El mal estado de la<br />

seguridad vial en muchos países se debe a la falta de una<br />

estrategia clara en la materia, la ausencia de una legislación<br />

de tránsito adecuada y –cuando existe– una débil aplicación<br />

de dicha legislación 70,71 .<br />

La Organización Mundial de la Salud (OMS) produjo un<br />

manual legislativo de seguridad vial que sirve de guía a<br />

-<br />

plementación de políticas de seguridad vial, y mejorar su<br />

marco normativo. El documento enfatiza que para reducir<br />

el número de muertes por hechos de tránsito, es necesa -<br />

rio poner más atención en la seguridad de los usuarios de<br />

transporte no motorizado 72 . Esto implicaría la necesidad de<br />

promover un uso más equitativo del espacio público, donde<br />

se priorice a los peatones y a los ciclistas, de acuerdo con la<br />

jerarquía de movilidad.<br />

respeten estándares de seguridad aprobados y adecuados.<br />

Según las directrices de OMS 73 , los siguientes elementos forman<br />

la base de un marco normativo integral de movilidad y<br />

seguridad vial:<br />

• Para sensibilizar y capacitar a los ciudadanos sobre<br />

sus derechos y obligaciones con respecto al marco normativo,<br />

la ley debe prever programas de educación e información<br />

para acompañar y complementar las actividades de reforzamiento<br />

legal.<br />

69<br />

Resolución 64/255 de la Asamblea General de las Naciones Unidas “Improving Global<br />

Road Safety” A/RES/64/255 Resolución adoptado el 2 de marzo de 2010 (consultado<br />

el 8 de octubre de 2014). http://www.un.org/en/ga/search/view_doc.asp?symbol=A/<br />

RES/64/255.<br />

70<br />

Development Goals, p.15. (Londres: Make Roads Safe The Campaign for Global Road<br />

Safety, 2010).<br />

71<br />

GRSP, Advocating for Road Safety: a Guidance Manual for National Societies, p.17<br />

(Ginebra: Global Road Safety Partnership, 2013).<br />

72<br />

OMS, Global Status Report on Road Safety: Supporting a Decade of Action, p.38.<br />

(Ginebra: Organización Mundial de la Salud).<br />

73<br />

OMS, Strengthening Road Safety Legislation: a Practice and Resource Manual for<br />

Countries (Ginebra: Organización Mundial de la Salud).


Regulación en torno a la movilidad ciclista / 25<br />

4.1. Regulación nacional<br />

A nivel nacional, se establece en el artículo 73 de la<br />

Constitución la facultad del Gobierno Federal para<br />

dictar leyes sobre las vías generales de comunicación,<br />

es decir, las vías federales que se manejan a través<br />

de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte<br />

Federal. Dicho artículo también faculta al Congreso<br />

para dictar leyes sobre “la salubridad general de la<br />

República”, que incluye la responsabilidad de reducir<br />

las lesiones y muertes por causa externa, en donde se<br />

contemplan las causadas por hechos viales, para lo<br />

cual se expidió la Ley General de Salud. De acuerdo<br />

con esto, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes<br />

y la Secretaria de Salud serían los organismos<br />

encargados de garantizar la seguridad vial.<br />

Sin embargo, hasta este momento, no se contempla<br />

directamente a la movilidad urbana, movilidad<br />

sustentable, o movilidad ciclista en la Constitución,<br />

ni las leyes y reglamentos federales que se derivan<br />

de ella. Con base en el artículo 27 de la Constitución,<br />

que establece que la nación tendrá el derecho de actuar<br />

para garantizar el desarrollo equilibrado del país,<br />

así como el mejoramiento de las condiciones de vida<br />

de la población, se podrían dictar medidas necesarias<br />

para que los centros de población se desarrollen adecuadamente,<br />

a partir de la correcta infraestructura<br />

que necesitan. Desafortunadamente, la ley que surgió<br />

de esta facultad en 1976, la Ley General de Asentamientos<br />

Humanos, no contempla la infraestructura<br />

de movilidad ni la seguridad vial. Adicionalmente, el<br />

artículo 115 fracción III de la Constitución establece<br />

la atribución de los municipios para encargarse de su<br />

seguridad pública y tránsito, sin que quede claro el<br />

alcance de esta disposición.<br />

El hecho de que no se reconozca explícitamente<br />

dentro de la Constitución a la movilidad y a la seguridad<br />

vial puede originar que la responsabilidad de<br />

éstas sea difusa y difícil de interpretar. La responsabilidad<br />

de la política nacional de la seguridad vial<br />

correspondería a la Secretaría de Salud; la de movilidad<br />

y seguridad vial en vías generales (federales) de<br />

comunicación a la Secretaría de Comunicaciones y<br />

Transportes; mientras que la movilidad y seguridad<br />

vial en el resto de las calles a cada municipio, o en<br />

su caso a los estados (dependiendo de la regulación<br />

local).<br />

La ausencia de un marco constitucional claro sobre<br />

movilidad y seguridad vial presenta además otros<br />

retos. Generalmente, las secretarías federales tienen<br />

más recursos, pero no tienen atribuciones sobre las<br />

calles urbanas y suburbanas en donde ocurren más<br />

del 90% de los hechos viales y 70% de las muertes<br />

de tránsito 74 . Por otro lado, los estados y municipios<br />

tienen las atribuciones para regular el tránsito y por<br />

carecen de los recursos, capacidad técnica y las directrices<br />

para cumplir con los crecientes retos sobre<br />

el tema. En este sentido, la Secretaría de Desarrollo<br />

Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) representa<br />

-<br />

nanciera a los municipios y estados en materia de<br />

movilidad y seguridad vial, a través de su atribución<br />

constitucional de planear y regular el crecimiento de<br />

los asentamientos humanos y sus planes de desarrollo<br />

y movilidad. El STCONAPRA también brinda asistencia<br />

técnica a municipios y estados en materia de<br />

seguridad vial.<br />

74<br />

CONAPRA, Tercer Informe Sobre la Situación de Seguridad Vial (México, D.F.:<br />

Secretaría de Salud, 2013).


Regulación en torno a la movilidad ciclista / 26<br />

4.2. Regulación local<br />

En cuanto a la regulación local, la mayoría de las ciudades<br />

cuentan con leyes y reglamentos que norman<br />

el tránsito, generalmente a nivel municipal pero también<br />

metropolitano o estatal. Si bien se puede interpretar<br />

que la facultad municipal deriva del artículo<br />

115 Constitucional, es preferible que las leyes y reglamentos<br />

de tránsito municipales concuerden con<br />

y operativos.<br />

La regulación puede establecerse considerando la<br />

jerarquía de la movilidad, que establece la prioridad<br />

de los peatones y ciclistas, ya que comparten el mismo<br />

espacio que los vehículos motorizados con una<br />

diferencia de velocidad y masa. Adicionalmente, las<br />

bicicletas no tienen carrocería o áreas de amortiguamiento<br />

que les sirvan de protección en caso de<br />

una colisión 75 . Además, es importante considerar la<br />

relevancia que tiene incentivar el uso de la bicicleta<br />

como un modo de transporte sustentable, pues gene-<br />

-<br />

namiento vial, y propicia la preservación del medio<br />

ambiente. A continuación se describen los elementos<br />

de las regulaciones locales que promueven la movilidad<br />

ciclista 76 . Para evaluar estos componentes de seguridad<br />

ciclista a nivel estatal y municipal, se analizaron<br />

distintos elementos como circulación, seguridad<br />

y aplicación de la ley en las 30 zonas metropolitanas<br />

más pobladas del país.<br />

4.2.1. Circulación ciclista<br />

Son aquellos lineamientos que regulan el tránsito<br />

de los ciclistas, priorizándolos como usuarios vulnerables.<br />

Para este caso habría que considerar las siguientes<br />

premisas:<br />

1. La bicicleta debe ser reconocida como vehículo<br />

y tiene derecho a circular en el carril completo<br />

sobre la vía<br />

Utilizar el carril completo permite que sea alta la visibilidad<br />

del ciclista, ya que de esta forma queda dentro<br />

2) 77 . Si circula muy cerca de la banqueta, se pone en<br />

riesgo sobre todo en las intersecciones ya que la posibilidad<br />

de un corte de circulación por un automóvil<br />

que gire a la derecha es muy alta, al estar el ciclista<br />

en un punto ciego del conductor. Además, el riesgo<br />

de circular cerca de los automóviles estacionados es<br />

grande, ya que la posibilidad de que un automovilista<br />

abra la puerta de forma repentina es alta. Los<br />

ciclistas deben tener el espacio para poder conducir<br />

en línea recta y mantener una trayectoria predecible<br />

y segura 78 .<br />

Por estas razones, el ciclista debe tener derecho<br />

a circular en un carril sobre la vía. Si bien los<br />

vehículos de baja velocidad deben circular en<br />

el carril de la extrema derecha de la vía 79 y, considerando<br />

que la bicicleta es un vehículo con una<br />

menor velocidad que los automotores, es importante<br />

notar que en horas pico y en la mayoría de las calles<br />

secundarias, esta puede alcanzar la misma o mayor<br />

velocidad que un automóvil. En estos casos la bicicleta<br />

puede circular en los demás carriles en especial<br />

en maniobras de rebase, así como en vueltas a la<br />

izquierda 80 .<br />

En 2014 en el proceso de análisis del Ranking Ciclociureglamentos<br />

de movilidad o tránsito y vialidad en los<br />

cuales se reconoce a la bicicleta como vehículo en<br />

las ciudades de México, Morelia, Pachuca, Toluca, y<br />

Torreón. Darle el estatus de vehículo permite considerar<br />

a la bicicleta como un modo de transporte que<br />

requiere de un espacio seguro en la vía.<br />

75<br />

ITDP, Manual Ciclociudades IV. Infraestructura, p.51 (México, D.F.: Instituto de<br />

Políticas para el Transporte y el Desarrollo, 2011)<br />

76<br />

ITDP, Ranking Ciclociudades, p. 13. (México D.F.: Instituto de Políticas para el<br />

Transporte y el Desarrollo, 2013).<br />

77<br />

Department of Transportation, Complete Streets Chicago (Chicago: City of Chicago,<br />

2013).<br />

78<br />

Areli Carreón, Agustín Monterrubio y Xavier Treviño, Manual del Ciclista Urbano,<br />

p.52. (México D.F.: Bruno Aceves Humana, 2011).<br />

79<br />

ITDP, Manual Ciclociudades IV. Infraestructura, p.46 (México, D.F.: Instituto de<br />

Políticas para El Transporte y el Desarrollo, 2011).<br />

80<br />

Areli Carreón, Agustín Monterrubio y Xavier Treviño, Manual del Ciclista Urbano,<br />

p.52. (México D.F.: Bruno Aceves Humana, 2011).


Regulación en torno a la movilidad ciclista / 27<br />

También se encontró que en el 90% de las ciudades<br />

analizadas los ciclistas no tienen permitido circular<br />

en un carril completo, mientras que en las ciudades<br />

de Juárez y Xalapa sí es permitido. Además, en el 73%<br />

el ciclista está obligado a circular en el carril de la<br />

extrema derecha, lo cual lo restringe excesivamente<br />

al impedírsele rebasar a vehículos más lentos por la<br />

izquierda, obligándolos a hacerlo desde los puntos<br />

ciegos de los demás vehículos.<br />

2. El ciclista debe tener permitido circular en<br />

vías primarias<br />

Las vialidades primarias son aquellas que regularmente<br />

conectan las áreas principales de la ciudad,<br />

pero también son donde los vehículos alcanzan las<br />

velocidades más altas. Permitir la circulación de las<br />

bicicletas es recomendable en estas vías (excepto en<br />

las de acceso controlado) dado que tienen una alta<br />

conectividad y continuidad vial en las ciudades. La<br />

clave está en evitar los encuentros con el tránsito motorizado<br />

de alta velocidad, ya sea disminuyendo la<br />

velocidad en carriles derechos y/o creando una separación<br />

física y/o espacial. Este requisito es de suma<br />

importancia dadas las cifras de hechos viales 81 . La<br />

preferencia de paso en las vialidades primarias evita<br />

a los ciclistas negociar cada intersección y reduce el<br />

riesgo de malos entendidos (y colisiones) 82 .<br />

En un 20% de las ciudades, los ciclistas no tienen<br />

permitido circular en vías primarias, las ciudades son<br />

Tijuana, San Pedro Garza García, Saltillo, Acapulco<br />

y Morelia. Esto representa un gran desincentivo<br />

al uso de la bicicleta como modo de transporte.<br />

Por ejemplo, en la Ciudad de México, el 23% de<br />

los ciclistas utilizan los ejes viales para circular, que<br />

apenas constituyen el 3.9% de las vialidades del Disestas<br />

vías está diseñada para que sea la línea más directa,<br />

la cual coincide con la línea de deseo del ciclista.<br />

La experiencia en otras ciudades ha mostrado que<br />

cuando se implementa infraestructura ciclista en vías<br />

secundarias, ésta no genera una alta demanda, debido<br />

a que no responde a la ruta que el ciclista utiliza.<br />

Para factibilizar su circulación en vías primarias, es<br />

recomendable generar las condiciones que garanticen<br />

la seguridad de los ciclistas.<br />

3. El ciclista debe tener el derecho a circular<br />

fuera de la ciclovía cuando sea necesario<br />

Es importante señalar que las ciclovías no son el único<br />

tipo de infraestructura ciclista posible, sino que<br />

hay otras estrategias dependiendo de la velocidad y<br />

de infraestructura ciclista). Las ciclovías son servicios<br />

exclusivos para los ciclistas, debe garantizarse que<br />

cuenten con diseños adecuados y se encuentren<br />

libres de obstáculos. Es importante transmitir el mensaje<br />

de que la existencia de ciclovía no es es una<br />

condición necesaria para la circulación del ciclista, ya<br />

que éste puede circular en la calle, exista o no infraestructura<br />

exclusiva para la bicicleta. Esto es particularmente<br />

importante en las ciudades que carecen de<br />

una red de infraestructura ciclista, como en el caso de<br />

la mayoría de las ciudades mexicanas.<br />

Además, si el ciclista está obligado a circular en<br />

la ciclovía cuando ésta exista, como en 40% de las<br />

ciudades estudiadas, esta restricción representa un<br />

factor de vulnerabilidad para la persona que se transporta<br />

en bicicleta, debido a que puede ocurrir que la<br />

ciclovía esté obstaculizada por un automóvil u otro<br />

objeto, o incluso que la ciclovía esté mal diseñada (por<br />

de estar inundada), poniendo en riesgo al ciclista al momento<br />

de usarla, y necesitando una salida de la ciclovía<br />

en momentos puntuales .<br />

Los datos del conteo ciclista de 2013 elaborado por<br />

ITDP, muestran que un 85% de los ciclistas que circulan<br />

por Paseo de la Reforma lo hacen por la ciclovía y<br />

de ellos un 87% lo hace en el sentido de la vía 83 ,es detécnicas<br />

y cumple con la línea de deseo, los ciclistas<br />

la usarán. El éxito de la infraestructura ciclista se<br />

mide en función de los ciclistas que la utilizan.<br />

81<br />

ITDP, Manual Ciclociudades IV. Infraestructura, p.51 (México, D.F.: Instituto de Políticas<br />

para El Transporte y el Desarrollo, 2011).<br />

82<br />

Areli Carreón, Agustín Monterrubio y Xavier Treviño, Manual del Ciclista Urbano<br />

(México D.F.: Bruno Aceves Humana, 2011) 136.<br />

83<br />

ITDP, Conteo Ciclista Reforma 2013, p.28-30 (México, D.F.: Instituto de Políticas para<br />

el Transporte y el Desarrollo, 2014).


Regulación en torno a la movilidad ciclista / 28<br />

4. Las sanciones a ciclistas deben ser de tipo<br />

amonestación verbal<br />

Es recomendable que los ciclistas que violan los reglamentos<br />

de tránsito sean orientados a conducirse de<br />

conformidad con lo establecido por las disposiciones<br />

aplicables mediante amonestaciones verbales por los<br />

agentes de tránsito y, sobre todo en situaciones que<br />

con los peatones. Las sanciones como arresto, remisión<br />

del vehículo o multas económicas son un gran<br />

desincentivo al uso de la bicicleta, además de representar<br />

una carga administrativa compleja para las autoridades.<br />

En cuanto a la carga administrativa, es importante<br />

señalar que las sanciones por faltas a las normas de<br />

tránsito en general se aplican a los vehículos a través<br />

de las placas, por lo que considerar multar a los ciclistas implicaría<br />

un emplacamiento de los mismos. Sin embargo,<br />

el control vehicular y emplacamiento de bicicletas<br />

resultaría muy costoso para los ciclistas y traería muy<br />

una barrera más para el uso de la bicicleta, lo cual reduciría<br />

su uso.<br />

En el 30% de las ciudades se establecen en el reglamento<br />

de tránsito sanciones económicas a los ciclistas,<br />

éstas son Tijuana, Juárez, Reynosa, Xalapa, San<br />

Pedro Garza García, Torreón, Villahermosa, Tuxtla,<br />

Cancún y Oaxaca. En la práctica, según las observaciones<br />

de integrantes de la Red Nacional de Ciclismo<br />

Urbano, BiciRed, en ninguna de las ciudades se<br />

ejercen.<br />

El uso del casco es un tema generador de muchas incasco<br />

en casos individuales de colisión han sido documentados,<br />

otras investigaciones muestran que<br />

la obligatoriedad del casco desincentiva el ciclismo<br />

urbano, lo que a su vez incrementa la vulnerabilidad<br />

de los ciclistas en general. Así, es importante conocer y<br />

proveer evidencia correspondiente<br />

El uso del casco podría reducir el riesgo de<br />

lesiones cráneo encefálicas<br />

Estudios realizados por Cripton et al. para evaluar el<br />

efecto protector del casco, probaron diferentes velocidades<br />

y alturas en simulaciones mecánicas que reprodujeran<br />

las situaciones comunes de caída de los<br />

ciclistas 84 . En particular, se documenta una simulación<br />

de una caída a una velocidad de 20 km/hr, que<br />

permitió concluir que un ciclista con casco tiene un<br />

riesgo de 9.3% de tener una lesión craneoencefálica,<br />

mientras que para un ciclista sin casco el riesgo es<br />

de 99.9% en esta situación específica. En un esfuerzo-<br />

de sistematización de resultados, Thompson et<br />

al. revisaron numerosos estudios de caso en Estados<br />

esta tendencia 85 . Los estudios mostraron que los<br />

cascos permiten una reducción del riesgo de una lesión<br />

craneoencefálica para los ciclistas de todas las<br />

edades. Finalmente, las lesiones faciales en las partes<br />

superior y media del rostro se redujeron en un 65%.<br />

5. El uso del casco para ciclistas debe ser recomendado<br />

más no obligatorio<br />

Si bien el uso del casco contribuye a la integridad<br />

física de los ciclistas, es preciso elaborar estrategias<br />

de promoción de su uso que no desalienten el uso de<br />

la bicicleta, como podría ocurrir si su uso obliga -<br />

torio. Dichas estrategias deben tener como principal<br />

para que cada ciclista pueda hacer una decisión informada<br />

acerca del uso de este dispositivo.<br />

84<br />

Peter A. Cripton, Daniel M., Dressler, Cameron A Stuart, Christopher R Dennison y<br />

Darrin Richards, , “Bicycle helmets are highly effective at preventing head injury during<br />

head impact: Head-form accelerations and injury criteria for helmeted and unhelmeted<br />

impacts”, Accident Analysis and Prevention, no. 70 (2014).<br />

85<br />

D.C. Thompson, F. Rivara, y R. Thompson, “Helmets for preventing head and facial<br />

injuries in bicyclists” (Review), The Cochrane Collaboration, 2009.


Regulación en torno a la movilidad ciclista / 29<br />

-<br />

tos suelen hacer un uso diferente de la bicicleta que los<br />

adultos, ya sea como pasajeros o de manera recreativa<br />

a velocidades inferiores a los 20 km/hr, manteniéndose<br />

dentro de los límites de protección que el casco otorga 86 .<br />

en datos sobre gravedad y frecuencia de todas las lesiones<br />

craneoencefálicas registradas en Noruega, demuestra que<br />

dicho riesgo de traumatismo craneal es mayor para los<br />

ciclistas de 5 a 16 años 87 .<br />

El uso obligatorio del casco podría desincentivar el<br />

uso de la bicicleta<br />

Existen numerosos estudios a favor del uso opcional, más<br />

no obligatorio, del casco. En la investigación de Robinson, se<br />

revisaron numerosos casos de estudio en donde existía<br />

una legislación para el uso obligatorio del casco – Nueva<br />

Zelanda, Nova Scotia en Canadá y cuatro regiones<br />

de Australia – que permitieron concluir que, además de<br />

traumatismos craneoencefálicos, dicha legislación contribuyó<br />

a desincentivar el uso de la bicicleta 88 . Las mismas<br />

conclusiones se evidencian en otros estudios. Por ejemplo,<br />

en Nueva Zelanda, “en 1994 con la implementación de la<br />

obligatoriedad del casco para ciclistas en la ley, los desplazamientos<br />

en bicicleta disminuyeron inicialmente en 26%,<br />

en 2006 disminuyeron hasta 51% abajo del nivel antes de<br />

la ley” 89 . Por consiguiente, en países y estados donde el<br />

uso del casco se estableció como obligatorio, el número<br />

de ciclistas disminuyó y su nivel de riesgo individual aumentó.<br />

Es decir, eliminó el efecto positivo de seguridad en<br />

números.<br />

mientras que los ciclistas urbanos casi nunca usan casco<br />

después de los 10 años de edad 90 .<br />

En los Países Bajos, el gobierno considera que la promoción<br />

del uso de casco no debe de asociar erróneamente el<br />

peligro y el ciclismo.. Por ello, las autoridades decretaron<br />

el uso del casco opcional para los ciclistas como medida<br />

de seguridad más apropiada 91 . Aún sin obligatoriedad, la<br />

proporción de niños de los Países Bajos usando el casco<br />

ciclista aumentó debido, entre otros factores, a la sensibilización<br />

de los padres acerca del efecto protector del<br />

casco para sus hijos, y a campañas iniciadas por la Asociación<br />

Holandesa para la Seguridad Vial en las escuelas<br />

y difundidas a través de los medios de comunicación.<br />

Un estudio realizado en Francia, tiene resultados positivos<br />

en el sentido de prevención sistémica. Después de<br />

probar diferentes métodos de promoción del uso del casco<br />

(provisión de casco gratuito, información, o combinación<br />

de ambos) y de medir sus resultados a mediano plazo, se<br />

observó que los participantes con casco gratuito tenían<br />

mayor probabilidad de usar éste, y aún más cuando se les<br />

de su uso. En un esfuerzo similar, Owen et al. buscaron<br />

bajos ingresos que tienen menor probabilidad de poseer<br />

un casco 92 . Los autores encontraron que, después de un<br />

programa de uso de casco, los niños tenían mayor probabilidad<br />

de ser observados usando casco que otros niños<br />

que no participaron en el programa. Por otra parte, la promoción<br />

del casco parece ser más efectiva entre los niños<br />

menores de 12 años.<br />

El uso opcional del casco debe de considerarse<br />

dentro de una estrategia de prevención sistémica<br />

Es necesario acompañar el uso opcional del casco con<br />

otras medidas de seguridad ciclista, tal como se ha presentado<br />

en esta guía. Además, es importante entender que<br />

el escaso uso del casco no debe confundirse con una falta<br />

de cultura vial. Los países y ciudades con mayores proporciones<br />

de ciclistas tienen bajos niveles de uso del casco;<br />

este es el caso de los Países Bajos, uno de los países con<br />

mayor nivel de seguridad para los ciclistas. En este país,<br />

el reparto modal de 2007 indica que 34% de los desplazamientos<br />

menores a 7.5 km se realizan en bicicleta,<br />

86<br />

helmets in real accidents”, (proceeds of the international IRCOBI conference on the<br />

Biomechanics of Impact, pp 51 - 60, IRCOBI, 1992).<br />

87<br />

Branko Kopjar, y Thomas M. Wickizer, “Age gradient in the cost-effectiveness of bicycle<br />

helmets”, Preventive Medicine, no. 30 (2000): 401.<br />

88<br />

Dorothy L. Robinson, “Do Enforced Bicycle Helmet Laws Improve Public Health? No<br />

Clear Evidence From Countries That Have Enforced the Wearing of Helmets”, British<br />

Medical Journal, no. 332 (March 2006): 722–725.<br />

89<br />

Cherry Allan, Cycle Helmets: An Overview of the Evidence (Londres: National Cycling<br />

Charity 2012), 3.<br />

90<br />

Ministerio de Transporte de los Países Bajos, Cycling in the Netherlands. (La Haya:<br />

Ministerio de Transporte de los Países Bajos, 2009), 11, 14 y 71.<br />

91<br />

OMS, Cascos : Manual de seguridad vial para decisores y profesionales (Washington,<br />

D.C.: Organización Mundial de la Salud, 2006).<br />

92<br />

R. Owen, D. Kendrick, C. Mulvaney, T. Coleman y S. Royal. “Non-legislative intervention<br />

for the promotion of cycle helmet wearing by children” (Review), The Cochrane<br />

Collaboration, 2012.


Regulación en torno a la movilidad ciclista / 30<br />

En resumen, para mejorar la seguridad ciclista mediante<br />

el uso del casco, se recomienda:<br />

• Promover el uso opcional del casco para los ciclistas,<br />

y el uso obligatorio para niños a la luz de su mayor<br />

vulnerabilidad a sufrir traumatismos craneoencefálicos<br />

en hechos viales.<br />

• Generar información que permita diferenciar las situaciones<br />

en las que un casco puede evitar lesiones<br />

graves, incluyendo variables como tipo de hecho de<br />

tránsito, la velocidad, tipos de vías, distancias recorridas,<br />

nivel de interacción con los automóviles y calidad<br />

de la infraestructura ciclista.<br />

4.2.2. Circulación vehicular<br />

Una gran porción de los hechos viales se derivan de<br />

las altas velocidades de vehículos automotores 93 . Los<br />

conductores de vehículos motorizados generan y trans-<br />

Contar con sistemas de protección mayores al interior<br />

del vehículo, reduce la percepción del riesgo y lleva a<br />

que los automovilistas tengan un comportamiento menos<br />

seguro 94 . Es importante incidir en los lineamientos<br />

que regulan el tránsito de los vehículos motorizados,<br />

ya que la velocidad es una de las mayores causas de<br />

hechos viales, especialmente en centros urbanos 75 . Dichos<br />

lineamientos otorgan seguridad a los ciclistas para<br />

circular en la vía a través de las siguientes premisas:<br />

1. Los límites de velocidad en zonas urbanas deben<br />

ser estrictos y hacerse cumplir<br />

Es necesario que el diseño vial promueva bajas velocidades.<br />

La Organización Mundial de la Salud considera<br />

que la práctica óptima es limitar la velocidad a 50<br />

kilómetros por hora en las zonas urbanas, e incluso a 30<br />

km/h en zonas con gran concentración de peatones y<br />

ciclistas y a 20 km/h en zonas residenciales, escolares u<br />

hospitales. En entornos urbanos planos, una velocidad<br />

de diseño de 30 km/h proporciona un margen de seguridad<br />

adecuado para un ciclista que viaja a una velocidad<br />

promedio de 20 km/hr 96 . Es decir, contar con calles<br />

con una velocidad adecuada, permite compartir el espacio<br />

con los distintos usuarios de la vía, sin necesidad<br />

de contar con un espacio segregado para los ciclistas.<br />

Cuando las circunstancias no son seguras ni cómodas<br />

debido a la diferencia de la velocidad de los usuarios,<br />

automotores.<br />

93<br />

OMS, Global Status Report on Road Safety: Supporting a Decade of Action, p.13.<br />

(Ginebra: Organización Mundial de la Salud)..<br />

94<br />

John Adams, Managing transport risks: what works? Draft for Risk Theory Handbook<br />

(London: University College, 2010).<br />

95<br />

OMS, Global Status Report on Road Safety: Supporting a Decade of Action, p.13.<br />

(Ginebra: Organización Mundial de la Salud).<br />

96<br />

ITDP, Manual Ciclociudades. Tomo IV, Infraestructura, p. 64. (México, D.F.: Instituto de<br />

Políticas para el Transporte y el Desarrollo, 2011).


Regulación en torno a la movilidad ciclista / 31<br />

Además del diseño vial, es importante contar con señalamiento<br />

adecuado correctamente ubicado, que informe<br />

a los usuarios de la vía acerca de los límites de velocidad.<br />

Asimismo, la aplicación de multas en caso de violación<br />

de los mismos es crucial. Es recomendable contar con<br />

policía de tránsito que aplique la ley de manera efectiva,<br />

así como apoyarse de tecnología para la aplicación<br />

de la misma, tal como radares con cámara o foto infracción,<br />

que son altamente costo-efectivos.<br />

La velocidad aumenta la probabilidad de ocurrencia y<br />

gravedad de hechos viales, por lo que limitar en la regulación<br />

la velocidad máxima permitida y su observanmuertes<br />

causadas por el tránsito 97 .<br />

2. Para expedir una licencia de conducir se debe<br />

requerir un examen teórico práctico y un curso de capacitación<br />

generación de riesgo dentro de la vialidad es la expedición<br />

de licencias de conducir sin la aprobación de un<br />

examen teórico y práctico, tal como actualmente ocurre<br />

en algunas ciudades como la Ciudad de México. En los<br />

países con menos hechos viales, el proceso para la obtención<br />

de una licencia de conducción es enteramente<br />

llevado a cabo dentro de una autoescuela y se compone<br />

de dos partes esenciales. Primero, el solicitante<br />

realiza el examen teórico. Una vez que dicho examen<br />

es aprobado, es necesario que el alumno atienda a cierto<br />

número de clases para poder presentarse al examen<br />

práctico. En caso de no aprobar este último examen, el<br />

solicitante tendrá que repetirlo.<br />

Así, es necesario establecer una formación que los prepare<br />

para evitar toda situación potencialmente peligrosa<br />

para ellos y los demás.<br />

3. Se debe establecer la obligación de dejar al<br />

menos un metro y medio de separación al rebasar a los<br />

ciclistas<br />

Es fundamental que en la regulación se establezca una<br />

distancia mínima de un metro, idealmente de un metro<br />

y medio, para el rebase de los ciclistas por los automovilistas.<br />

Esto se debe a que dada la velocidad del<br />

automóvil, ocurre un desplazamiento de aire, el cual repercute<br />

en el equilibrio del ciclista, generando riesgo de<br />

colisión o caída. Adicionalmente la aplicación de una<br />

medida especifíca ayuda los conductores a entender<br />

cuánto espacio necesita el ciclista 98 . Contar con estos<br />

requerimientos obliga al automovilista a ser más cuidadoso<br />

al momento de rebasar al ciclista, dándole su<br />

espacio y realizándolo a baja velocidad.<br />

4. Se deben prever sanciones a la circulación y<br />

estacionamiento de automóviles en la infraestructura<br />

ciclista<br />

-<br />

nalizaciones correspondientes a la obstrucción de la infraestructura<br />

destinada al ciclista, y que éstas se hagan<br />

cumplir. Esto garantiza que los conductores respeten<br />

estos espacios, evitando poner en situaciones de riesgo<br />

al ciclista al invadirlos, obligándolos a salir de la infraestructura.<br />

Además, la aplicación de la ley debe ser continua<br />

y evitar acciones discrecionales como operativos<br />

especiales que generan inseguridad jurídica al existir<br />

solo en algún momento.<br />

Evaluar a los futuros conductores de vehículos motorizados<br />

en nuestras ciudades es de suma importancia<br />

para el fomento de la seguridad vial. Es necesario tener la<br />

certeza de que cualquier titular de la licencia de condulas<br />

señales, así como los casos sujetos a infracciones. No<br />

se puede esperar que los conductores de automóviles<br />

aprendan todo lo anterior a través de su experiencia, o<br />

peor, de sus errores a costa de la seguridad de los usuarios<br />

de la vía o de su propia vida.<br />

97<br />

OMS, Informe Sobre la Situación Mundial de la Seguridad Vial 2013. Progresos<br />

Mundiales en Materia de Legislación sobre Seguridad Vial (Ginebra: Organización<br />

Mundial de la Salud, 2013).<br />

98<br />

Department of Transport and Main Roads, New Cycling Rules (Queensland:<br />

Queensland Government, 2014).


Regulación en torno a la movilidad ciclista / 32<br />

Un ejemplo para fortalecer la aplicación de la ley en este<br />

sentido, es el realizado por el Gobierno de la Ciudad de<br />

México, donde encabezados por la Secretaría de Medio<br />

Ambiente y acompañados por la Secretaría de Seguridad<br />

Pública, se realizan recorridos a lo largo de Avenida<br />

Paseo de la Reforma, con el objetivo de informar y multar<br />

a quienes estén obstaculizando la ciclovía.<br />

5. El seguro de responsabilidad civil para automovilistas<br />

debe ser obligatorio<br />

El seguro de responsabilidad civil otorga protección al asegurado<br />

en caso de que un tercero exija indemnización por daños<br />

y perjuicios a consecuencia de un acontecimiento que haya<br />

ocasionado la muerte, o lesiones o daño a la salud (daños<br />

personales) o el deterioro o destrucción de sus bienes (daños<br />

materiales).<br />

Este requisito es obligatorio con el objetivo de garantizar la<br />

atención hospitalaria de las víctimas de los hechos viales,<br />

ya sean ocupantes del automóvil o no, es decir, también a<br />

los peatones y ciclistas. Asimismo, busca desincentivar una<br />

práctica común en México, la de chocar y darse a la fuga, ya<br />

que con este seguro los gastos de reparación de daños a la<br />

persona se encontrarían cubiertos.<br />

4.2.4. Disposiciones para ciclistas<br />

en los Reglamentos de Tránsito<br />

Se realizó un análisis de los reglamentos de las 30 zonas metropolitanas<br />

más pobladas del país donde se evaluó la existencia<br />

de los preceptos desarrollados anteriormente. Los<br />

principales resultados se describen en la tabla siguiente:


Regulación en torno a la movilidad ciclista / 33<br />

TABLA 3:<br />

Disposiciones para ciclistas en los Reglamentos de Tránsito<br />

Ciudad<br />

Explícitamente<br />

la bicicleta es<br />

un vehículo<br />

El ciclista no<br />

está obligado<br />

a utilizar<br />

casco<br />

No se prevén sanciones<br />

como arresto,<br />

remisión del vehícTulo<br />

o multas económicas<br />

al ciclista<br />

Acapulco X X<br />

Aguascalientes X X<br />

Se prevén sanciones<br />

a la circulación y<br />

estacionamiento de<br />

automóviles en infraestructura<br />

ciclista<br />

Está prevista la<br />

obligación de dejar<br />

1 metro de separación<br />

para rebasar al<br />

ciclista<br />

Cancún X X<br />

Celaya<br />

X<br />

Chihuahua X X<br />

Cuernavaca X X X<br />

Culiacán X X<br />

Distrito Federal X X X X X<br />

Guadalajara X X X X<br />

Hermosillo X X<br />

Juárez<br />

X<br />

León X X<br />

Mérida X X<br />

Mexicali X X X X<br />

Monterrey<br />

X<br />

Morelia<br />

X<br />

Oaxaca X X<br />

Pachuca<br />

X<br />

Puebla X X X X<br />

Querétaro<br />

Saltillo X X X X<br />

San Luis Potosí X X X<br />

Tampico X X X<br />

Tijuana X X<br />

Toluca X X X<br />

Torreón X X<br />

Tuxtla<br />

X<br />

Veracruz X X<br />

Villahermosa<br />

X<br />

Xalapa X X<br />

[Fuente: ITDP, Ranking Ciclociudades. México. Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo, 2013]


4.2.5. Importancia de la aplicación<br />

de la ley<br />

ciclista, generar un comportamiento más seguro, y mayor<br />

convivencia en las calles, es crucial garantizar un alto nivel<br />

de aplicación de la ley, con base en un marco normativo que<br />

proteja y priorice a los ciclistas y peatones. La falta de cumplimento<br />

de la ley, en particular la conducción a una velocidad<br />

inadecuada, es un gran factor de riesgo para los usuarios de la<br />

bicicleta.<br />

Existen muchas opciones de programas para vigilar y sancionar<br />

conductas de violación de la ley, como el monitoreo de vede<br />

patrullas. Además, existen muchas opciones de sanciones<br />

tipo y severidad del delito, tales como: un sistema de puntos<br />

negativos sobre la licencia de conducción que puede culminar<br />

del coche 99 .<br />

Como se observó en la introducción de esta sección, un marco<br />

normativo adecuado fomenta la aplicación de la ley a través<br />

del establecimiento de atribuciones y sanciones muy claras<br />

para todos los usuarios de la vía. Para apoyar este proceso, es<br />

agentes de tránsito, además de proporcionarles una capacitación<br />

adecuada y continua, en particular cuando se den cambios<br />

en los reglamentos de tránsito o en el diseño de las calles,<br />

para apoyar en el proceso de transición 100 . Los programas de<br />

Regulación en torno a la movilidad ciclista / 34<br />

Recomendaciones<br />

Mejorar la seguridad de los ciclistas requiere establecer un<br />

conjunto de reglas en diversos ámbitos. A continuación se<br />

resumen las recomendaciones anteriormente mencionadas y<br />

que deben aplicar a lo siguiente:<br />

Circulación ciclista:<br />

• Reconocer la bicicleta como vehículo, dándole el derecho a<br />

circular en las vías primarias, en un carril completo de la vía,<br />

(en el caso de encontrar obstáculos).<br />

• Empoderar a los ciclistas con información y evidencia sobre<br />

el uso del casco, fomentar su uso pero no su obligatoriedad.<br />

• Excluir de las sanciones a ciclistas el arresto, la remisión del<br />

vehículo o multas económicas.<br />

Circulación vehicular:<br />

• Establecer los límites de velocidad siguientes: 50 km/h en<br />

calles primarias, 30 km/h en secundarias, y 20 km/h frente a<br />

escuelas y hospitales.<br />

• Incluir una prueba teórica y práctica para obtener la licencia<br />

de conducir.<br />

• Introducir normas adicionales acerca de los automovilistas:<br />

respeto de un metro y medio de distancia al rebasar a los<br />

ciclistas; sancionar la invasión del espacio de infraestructura<br />

ciclista; obligatoriedad el seguro de responsabilidad civil.<br />

•<br />

las responsabilidades de cada ente y asegure las fuentes de<br />

• Establecer mecanismos que desincentiven comportamiende<br />

velocidad.<br />

• Reforzar las sanciones que representan el riesgo más grande<br />

para los otros usuarios de la vía, como conducción de alta velocidad<br />

e invasión de los espacios peatonales y ciclistas.<br />

• Implementar programas de reforzamiento de la ley en<br />

conjunto con proyectos de diseño vial y programas de educación<br />

para lograr cambios más profundos y sostenibles. Estos<br />

programas deben ser continuos y constantes para comunicar<br />

que la ley no se aplica discrecionalmente.<br />

se llevan a cabo con programas complementarios de educación<br />

tanto para la ciudadanía como para los funcionarios públicos,<br />

como parte de una estrategia integral para mejorar la cultura<br />

de movilidad 101 . Esto se demostró en la ciudad de São Paulo,<br />

en donde un proyecto de aplicación de las leyes relacionadas<br />

con la protección del peatón, en combinación con educación<br />

en las vías disminuyó en un 40% las muertes de peatones 102 .<br />

Es importante que los gobiernos municipales y estatales desgarantizar<br />

que sea posible llevar a cabo los procesos y funciones<br />

que les corresponden, dentro de los plazos establecidos<br />

por la ley. Sería interesante analizar la posibilidad de que la<br />

inversión requerida fuera cubierta por lo recaudado por multas<br />

y otras sanciones, o de las primas de seguros de responsabilidad<br />

civil.<br />

99<br />

OMS, Strengthening Road Safety Legislation: a Practice and Resource Manual for<br />

Countries, p. 28. (Ginebra: Organización Mundial de la Salud).<br />

100<br />

OMS, Strengthening Road Safety Legislation: a Practice and Resource Manual for<br />

Countries, p. 28. (Ginebra: Organización Mundial de la Salud).<br />

101<br />

New York City Department of Transportation, New York Vision Zero Action Plan, p.9<br />

(Nueva York: New York City Department of Transportation, 2014).<br />

102<br />

pedestres“, Companhia de Engenharia de Tráfego, São Paulo, publicado el 2013, consultado<br />

el 10 de septiembre de 2014.


Diseño Vial / 36<br />

5. DISEÑO VIAL<br />

Un buen diseño vial reduce la probabilidad de hechos de<br />

tránsito y aumenta la percepción de seguridad, lo cual<br />

atrae a más ciclistas a la calle, reduciendo a su vez las coli -<br />

siones. La planeación de una red de infraestructura ciclista<br />

sirve como punto de partida para cualquier política que<br />

favorezca la seguridad ciclista. La recopilación, coordinación<br />

y análisis de estadísticas del uso de la bicicleta y seguridad<br />

ciclista vial generan datos que sirven para la planeaproyectos,<br />

y también para la evaluación de su desempeño.<br />

-<br />

ción de una red central que proporcione una funcionalidad<br />

básica para la bicicleta a lo largo de rutas directas libres<br />

de obstáculos en la vía 103 . Posteriormente, se requiere establecer<br />

una red más amplia que aborde las necesidades<br />

de los ciclistas actuales y atraiga a nuevos usuarios, respetando<br />

las necesidades de uso de suelo y las restricciones<br />

existentes 104<br />

York, en donde las mejoras en la conectividad de su infraestructura<br />

ciclista (representadas por la línea “índice de<br />

conectividad”) coincidieron con un rápido aumento en el<br />

número de ciclistas.<br />

Es indispensable garantizar que el diseño de la infraestructura<br />

vial prevenga hechos de tránsito, a través de distintos<br />

tratamientos que reduzcan la velocidad del tránsito<br />

y faciliten la circulación de los ciclistas, dependiendo del<br />

tipo y uso de la vía. Internacionalmente, se ha demostrado<br />

que la implementación de diseño e infraestructura de alta<br />

calidad, que prevé la accesibilidad de todos los modos<br />

de transporte, tiene un fuerte impacto sobre la cultura de<br />

movilidad; reduce los comportamientos peligrosos y mejora<br />

la convivencia entre los distintos usuarios de la vía.<br />

En particular, el diseño para seguridad ciclista también<br />

-<br />

secciones y mejorar la visibilidad en las mismas 105 .<br />

intervenciones que se pueden realizar en pro de la movilidad<br />

ciclista, se dividen los diseños en tramos e intersecciones<br />

seguras, aunque muchos de sus elementos se<br />

comparten.<br />

GRÁFICA 3:<br />

Métricas clave del ciclismo en Nueva York<br />

[Fuente: Jon Orcutt]<br />

Total de infrastructura ciclista en millas<br />

Índice de ciclistas/10<br />

índice de conectividad<br />

Lesiones<br />

103<br />

ITDP, Manual Ciclociudades III. Red de Movilidad en Bicicleta. (México, D.F.: Instituto<br />

de Políticas para el Transporte y el Desarrollo, 2011).<br />

104<br />

ITDP, Manual Ciclociudades III. Red de Movilidad en Bicicleta. (México, D.F.: Instituto<br />

de Políticas para el Transporte y el Desarrollo, 2011).<br />

105<br />

Michael Andersen, “Four reasons pedestrian injuries have plummeted along protected<br />

bike lanes”, Streets Blog USA, publicado el 14 de noviembre de 2014, consultado<br />

el 14 de noviembre de 2014 http://usa.streetsblog.org/2014/11/14/four-reasons-pedestrian-injuries-have-plummeted-along-protected-bike-lanes/#more-335432.


5.1. Calles completas<br />

El término de calles completas se ha acuñado para describir<br />

a las vías diseñadas para albergar a todos los usuarios<br />

de la vía de manera segura y cómoda, con espacios atractivos<br />

y dignos para peatones, ciclistas, usuarios del transporte<br />

público y automovilistas, de todas las edades y habilidades<br />

106 . Las políticas de calles completas están basadas<br />

en ampliar el marco de regulación para incluir en su diseño<br />

una forma más balanceada para todos los usuarios. Se recomienda<br />

este tipo de estrategias en vialidades primarias,<br />

donde la diferencia de velocidad de los distintos usuarios,<br />

Un ejemplo de calle completa es el Eje 3 Oriente Eduardo<br />

Molina, inaugurado en el Distrito Federal en 2013, el cual<br />

cuenta con banquetas amplias, intersecciones con diseño<br />

de accesibilidad universal, mejoramiento de semaforizay<br />

carriles de circulación vehicular 108 .<br />

Diseño Vial / 37<br />

cada uno de ellos.<br />

En los Estados Unidos se han implementado programas<br />

que respaldan los objetivos del diseño de calles completas,<br />

tanto a nivel estatal como local, exceptuando los estados<br />

Maine, Dakota del Sur y Nevada 107 . En el caso de Canadá,<br />

en los niveles regionales y municipales de gobierno, existen<br />

al menos 15 ciudades que han desarrollado proyectos de<br />

este tipo, o están en proceso de hacerlo.<br />

FIGURA 4:<br />

Cambio a Calle Completa Eje 3 Oriente Eduardo Molina, Distrito Federal:<br />

[Fuente: ITDP]<br />

106<br />

“What are Complete Streets?”, Smart Growth America, 13 de noviembre de 2014.<br />

http://www.smartgrowthamerica.org/complete-streets/complete-streets-fundamentals/complete-streets-faq.<br />

107<br />

Angie Schmitt, “Which Places Have the Best Complete Streets Policies?” Streets Blog<br />

USA, publicado el 27 de abril de 2011 (consultado el 20 de septiembre de 2014). http://<br />

usa.streetsblog.org/2011/04/27/which-places-have-the-best-complete-streets-policies/.<br />

108<br />

“Complete Street model Featured in New Metrobus Corridor”, ITDP, 6 de noviembre<br />

de 2013. https://www.itdp.org/complete-street-model-featured-in-new-metrobus-corridor/.


Diseño Vial / 38<br />

[Fuente: ITDP]<br />

Al respecto, existe evidencia acerca de la mejora de la movilidad<br />

de todos los usuarios. En Toronto, Canadá, cinco<br />

proyectos de conversión a calles completas, donde se redujeron<br />

los carriles para transportes motorizados con el objetivo<br />

de proporcionar más espacio a los peatones y ciclistas,<br />

demostraron que aunque no hubo una reducción en el<br />

-<br />

to de 23% en el volumen de ciclistas y una reducción en<br />

las colisiones 109 . La Administración Federal de Autopistas<br />

de Estados Unidos realizó 30 proyectos de calles completas<br />

en varios estados, en donde se realizaron reducciones de<br />

carriles, encontrando sólo mínimos aumentos en la congestión<br />

vehicular en contraste con una disminución exponencial<br />

en el número de colisiones de tránsito 110 . La evidencia<br />

de los proyectos de calles completas, superando la preocupación<br />

de una reducción en la capacidad en la vía por<br />

la disminución del espacio de circulación para vehículos<br />

motorizados.<br />

109<br />

Transport Canada, St George Street Revitalization: “Road Diets” in Toronto (Ottawa:<br />

Transport Canada, s.f.).<br />

110<br />

USDOT, Evaluation of Lane Reduction “Road Diet” Measures on Crashes (McLean:<br />

Federal Highway Administration, 2011).


Diseño Vial / 39<br />

ILUSTRACIÓN 1:<br />

Calle completa<br />

-<br />

ción 1, requiere de la consideración de soluciones viales<br />

en las que todos los usuarios cuenten con facilidades para<br />

la circulación segura y cómoda, dando preferencia a los<br />

y sociales para la ciudad, como el transporte público, la bicicleta<br />

y la caminata sobre aquellos que generan mayores<br />

externalidades negativas.<br />

Para proteger y promover la circulación de todos los usua-<br />

-<br />

mentación de una calle completa debe considerar:<br />

• Rediseño de intersecciones con criterios de accesibilidad<br />

universal.<br />

• Mejoramiento de la semaforización peatonal.<br />

• Sistemas de información peatonal y ciclista.<br />

• Redimensionamiento de carriles para otorgar mayor espacio<br />

a peatones y ciclistas.<br />

• Ciclovía o carril preferencial ciclista.<br />

• Carriles exclusivos para el transporte público con paradas<br />

establecidas.<br />

• -<br />

ción de todos los pavimentos.<br />

• Mejoramiento de arbolado y alumbrado público.<br />

•<br />

vida pública, el comercio y el desarrollo inmobiliario.<br />

5.2. Diseños de tramos para ciclistas<br />

Es primordial que los diseños viales den soluciones a todos<br />

los usuarios de la vía. Desde la perspectiva de la bicicleta,<br />

hay una serie de consideraciones que deben abordarse<br />

como parte del desarrollo de proyectos ejecutivos que son<br />

de gran importancia para la seguridad.<br />

Uno de los grandes mitos que existen en torno a la bicicleta<br />

es que sólo a través de carriles segregados se puede garantizar<br />

la circulación segura y cómoda de sus usuarios. Sin<br />

embargo, existe una gran variedad de intervenciones que<br />

dan cabida a los ciclistas de todas las edades y habilidades.<br />

de facilidad vial que debe instrumentarse son; la jerarquía<br />

de la vía, el volumen y la velocidad vehicular (Tabla 4).


Diseño Vial / 40<br />

TABLA 4:<br />

Elección de tipo de infraestructura ciclista<br />

ELECCIÓN DE TIPO DE INFRAESTRUCTURA CICLISTA<br />

Tipo de vía<br />

Velocidad de operación<br />

vehicular*<br />

Volumen vehicular diario<br />

Tipologías de intervención<br />

recomendadas<br />

Secundaria (calle local) Hasta 30 km/h** Hasta 4 000** Calle compartida ciclista<br />

Secundaria<br />

(avenida secundaria)<br />

Hasta 40 km/h** Mayor a 4 000<br />

Mayores a 40 km/h** Mayor a 4 000<br />

Carril compartido ciclista<br />

Ciclocarril<br />

Ciclovía con cordón de<br />

estacionamiento<br />

Primaria Mayores a 50 km/h Irrelevante<br />

Ciclovía<br />

unidireccional***<br />

Ciclovía<br />

Primaria (con presencia de<br />

transporte público)<br />

Hasta 50 km/h<br />

Irrelevante<br />

unidireccional***<br />

Carril de transporte<br />

público compartido<br />

con ciclistas<br />

Primaria (carriles centrales<br />

de acceso controlado)<br />

Irrelevante<br />

Irrelevante<br />

No se debe aplicar ningún tipo de<br />

infraestructura ciclista<br />

[Fuente: Adaptado de Crow, 2007]<br />

*Toma de velocidad en periodos valle, ya que en ellos se desarrollan mayores velocidades de operación.<br />

**Cuando en la vía se presenten velocidades o volúmenes mayores a los indicados, se deben aplicar técnicas<br />

de pacificación del tránsito para reducir los valores al rango establecido en la tabla.<br />

***Las ciclovías bidireccionales no son adecuadas para el entorno urbano y no deben diseñarse ni construirse.<br />

Es necesario promover el crecimiento de la red de infraestructura<br />

ciclista no sólo para usuarios experimentados, sino<br />

para personas de todas las edades y habilidades que inician<br />

en la práctica del ciclismo urbano, y para todo tipo de bicicletas,<br />

incluidas las de transporte de carga y de personas. Cabe<br />

señalar que se debe de contar con elementos de diseño uniformes<br />

en todos los casos con objeto de generar un modelo<br />

de infraestructura ciclista, el cual debe contar con tipos de<br />

intervención que permitan su instauración en las diversas<br />

secciones de vía presentes en la ciudad. Por ejemplo, un elemento<br />

de diseño constante en el modelo de infraestructura<br />

ciclista es que todos los tipos de intervención están sobre<br />

el arroyo vial, o que siempre la circulación ciclista se da en<br />

el costado derecho de la vía; a partir de ellos pueden existir<br />

espacios compartidos, carriles compartidos, ciclocarriles o<br />

ciclovías que se adaptan a las condiciones físicas y de operación<br />

de la vía.<br />

A continuación se presenta un listado de las consideraciones<br />

que se deben tener por cada tipo de intervención para facilitar<br />

la circulación de la bicicleta en entornos urbanos. Está<br />

elaborado con base en la revisión de varias guías de diseño,<br />

referidas en esta sección, realizando las adaptaciones necesarias<br />

a las características de las vías en México.


5.2.1. Compartir el espacio de<br />

circulación<br />

-<br />

tan una serie de técnicas de diseño vial que permiten reducir<br />

el volumen y la velocidad de los vehículos motorizados.<br />

En las calles donde los ciclistas comparten la vía con los<br />

-<br />

to clave que asegura una sana convivencia a partir de la<br />

regulación del comportamiento de los conductores, permitiendo<br />

que los movimientos se realicen a baja velocidad,<br />

sean predecibles y por lo tanto se incremente los niveles de<br />

seguridad ciclista.<br />

Diseño Vial / 41<br />

pueden ser usadas para implementar velocidades más seguras<br />

para la circulación ciclista cuando se comparte las<br />

calles con los vehículos motorizados. Un estudio sobre los<br />

velocidad excesiva 112 . Además, dicho estudio comprueba<br />

que estas técnicas pueden ser efectivas cuando intervenciones<br />

tradicionales no lo han sido 113<br />

tránsito generalmente es usada en conjunto con la implementación<br />

de otras normativas, las cuales forman parte de<br />

una estrategia de política pública para la seguridad en las<br />

calles. Diversas ciudades como San Francisco 114 , Toronto<br />

115 y Ottawa 116 han establecido propuestas públicas para<br />

-<br />

cas de diseño vial que reducen el volumen vehicular y su<br />

velocidad hasta el punto en que se vuelve compatible con<br />

los demás usos para los que se ocupa la vía, con lo que<br />

se da una nueva vitalidad al espacio público. Esto implica<br />

una política general que promueva el transporte público y<br />

la movilidad a pie y en bicicleta. 111<br />

como una herramienta clave para mejorar la seguridad en<br />

las vías para todos los usuarios, incluidos los ciclistas.<br />

-<br />

ILUSTRACIÓN 2:<br />

Pacificación de tránsito, ejemplo de una zona de 30km/hr<br />

111<br />

urbana. (Madrid: Ministerio de Fomento, 2008).<br />

112<br />

& Prevention, vol. 61 (diciembre de 2013), 19.<br />

113<br />

OMS, Road Safety - Speed (Ginebra: Organización Mundial de Salud, 2004).<br />

114<br />

115<br />

Toronto, 2010).<br />

116<br />

-<br />

-


Diseño Vial / 42<br />

ILUSTRACIÓN 3:<br />

Calle compartida ciclista<br />

Calle compartida ciclista.<br />

Éstas son vías locales con bajo volumen y velocidad del<br />

tránsito que por su trazo representan rutas directas para la<br />

circulación ciclista, generalmente paralelas a las vías pritránsito,<br />

como los reductores de velocidad y ampliación de<br />

acera en las esquinas (conocidas como “orejas”) como se<br />

puede ver en la Ilustración 3, para asegurar en todo momento<br />

la visibilidad y sana convivencia, así como permitir que<br />

los ciclistas utilicen un carril completo para circular como<br />

cualquier otro vehículo. Su implementación es conveniente<br />

cuando se diseña una red dual, sobre vías primarias que<br />

son preferidas por los ciclistas experimentados que realizan<br />

viajes largos y en calles locales más utilizadas por nuevos<br />

ciclistas que recorren distancias cortas.


Diseño Vial / 43<br />

ILUSTRACIÓN 4:<br />

Carril compartido ciclista<br />

Carril compartido ciclista.<br />

Este tipo de intervención consiste en una primera facilidad<br />

para la circulación ciclista en avenidas que cuentan con un<br />

carril ancho en el costado derecho de la vía y en el que los<br />

vehículos motorizados circulan a baja velocidad. En este<br />

carril, el ciclista puede compartir el espacio con los vehículos<br />

motorizados cargado a la derecha cuando los vehículos<br />

están en circulación o puede realizar un rebase en el<br />

costado izquierdo del carril cuando un vehículo se encuentra<br />

detenido. Su implementación es recomendada en vías<br />

donde circule transporte público en el primer carril de la<br />

-<br />

mo es recomendable instalar señales y dispositivos como<br />

un reductor de velocidad tipo “cojín” (como se muestra en<br />

amarillo en la Ilustración 4) que obligue a los conductores<br />

a mantener una velocidad moderada y colocarse en uno de<br />

los costados del carril, para evitar que la interacción entre<br />

los usuarios se dé a una velocidad inadecuada.


Diseño Vial / 44<br />

ILUSTRACIÓN 5:<br />

Carril de transporte público compartido con ciclistas<br />

Carril de transporte público compartido con ciclistas<br />

(Bus-bici)<br />

Es una intervención muy conveniente cuando se cuenta<br />

con carriles exclusivos para la circulación de autobuses en<br />

el costado derecho de la vía, siempre y cuando tengan un<br />

ancho adecuado para permitir el rebase seguro entre los<br />

dos tipos de vehículos. Este tipo de carril segregado permite<br />

que los ciclistas circulen a la derecha cuando un bus<br />

los tiene que rebasar o lo hagan en el costado izquierdo<br />

del carril cuando el bus está realizando una maniobra de<br />

ascenso o descenso de pasajeros. Para esta intervención<br />

-<br />

ticos que aseguren que otros vehículos no invadirán el<br />

carril. Asimismo, sólo aplica en corredores de transporte<br />

público que no tengan un esquema “hombre-camión”, en<br />

donde el incentivo por ganar pasaje induce conductas<br />

inadecuadas al volante, como hacer pa rada en lugares no<br />

permitidos o acelerar para recoger a más pasajeros.


ILUSTRACIÓN 6:<br />

Carril angosto para evitar el rebase a ciclistas<br />

Diseño Vial / 45


Diseño Vial / 46<br />

ILUSTRACIÓN 7:<br />

Carril ancho para permitir el rebase a ciclistas<br />

Un elemento muy importante para la seguridad ciclista en<br />

este modelo de carril compartido es el ancho del carril. Hay<br />

-<br />

mente angosto (2.7 a 3 m) para evitar que los vehículos motorizados<br />

rebasen a las bicicletas y, por lo tanto, tengan que ir<br />

uno detrás del otro o para rebasar tengan que cambiar de carril<br />

-<br />

temente ancho (3.9 a 4.3 m) para que bicicletas y vehículos<br />

motorizados vayan uno al lado del otro sin que el equilibrio del<br />

ciclista se vea afectado (Ilustración 7).<br />

La primera opción es ideal para las calles con un límite de velocidad<br />

no mayor a 30 km/h, ya que la velocidad promedio de<br />

un ciclista es 20 km/h, de tal manera que no entorpece el tránsito.<br />

Es crucial no tener carriles compartidos de una anchura<br />

entre 3 y 3.9 m, ya que los conductores intentan rebasar a los<br />

peligroso para el ciclista.


Diseño Vial / 47<br />

5.2.2. Espacio exclusivo de circulación<br />

ciclista<br />

Ciclocarril<br />

En calles y avenidas con y sin estacionamiento en vía<br />

pública y en las que la velocidad es cercana a los 40 km/h,<br />

los diseñadores pueden aumentar la previsibilidad de la circulación<br />

ciclista delineando un carril exclusivo para estos<br />

carril siempre será el primero de derecha a izquierda en<br />

el sentido de la vía, por lo que se encuentra en el extremo<br />

derecho cuando no hay área de estacionamiento o está<br />

inmediatamente después del área de estacionamiento. Un<br />

ciclocarril se marca con raya doble continua y si existe área<br />

de estacionamiento se requiere de un espacio de amortiguamiento<br />

para que se abran las portezuelas de los autos<br />

sin invadir el espacio de circulación ciclista 117 .<br />

Su implementación requiere una estricta aplicación de la<br />

ley ya que es el espacio en el que se presenta mayor invasión<br />

de vehículos estacionados y otros obstáculos en la<br />

vía; sin embargo, ejecutarla es muy sencillo pues sólo se<br />

requiere el redimensionamiento de los carriles de la vía<br />

en el momento en que se realiza la colocación del señalamiento<br />

horizontal. En el caso de un ciclocarril, como no<br />

tiene separación física, es muy importante que la pintura<br />

-<br />

jante, para garantizar la durabilidad así como con material<br />

Adicionalmente, en los accesos a cocheras se deberán colocar<br />

marcas de cruce ciclista, de acuerdo con la Ilustración<br />

8. Un estudio canadiense concluyó que los ciclocariles re -<br />

ducen el riesgo de lesiones en un 50%, en comparación con<br />

una calle similar pero sin infraestructura ciclista.<br />

ILUSTRACIÓN 8:<br />

Ciclocarril<br />

117<br />

Kay Teschke, et. al., “Route Infrastructure and the Risk of Injuries to Bicyclists: A Case-<br />

Crossover Study,” American Journal of Public Health 102 (2012): 2340. http://ajph.aphapublications.org/doi/pdf/10.2105/AJPH.2012.300762


Diseño Vial / 48<br />

ILUSTRACIÓN 9:<br />

Ciclovía unidireccional segregada por el área de estacionamiento<br />

Ciclovía unidireccional segregada por el área de<br />

estacionamiento<br />

En avenidas en las que se registran velocidades mayores a<br />

50 km/h y se requiere conservar el área de estacionamiento<br />

en vía pública, este espacio puede ser un elemento que<br />

contribuya a la protección de la circulación ciclista. En dicha<br />

situación el carril exclusivo se coloca a la derecha de<br />

la vía y en su costado izquierdo se marca un espacio de<br />

amortiguamiento para que se abran las portezuelas de los<br />

autos, seguido por el área de estacionamiento. Este tipo de<br />

intervención requiere de un costo menor al de una ciclovía<br />

con elementos de confinamiento porque no requiere barreras<br />

físicas para la separación de los flujos (sólo requiere<br />

balizas para delinear el área de estacionamiento) y facilita<br />

la gestión social de la implementación del proyecto. Es<br />

decir, como no se elimina el estacionamiento, se reduce la<br />

oposición de los vecinos.<br />

Sin embargo para su buen funcionamiento requiere de la<br />

construcción de islas en las esquinas que limiten el estacionamiento<br />

y carriles para vuelta derecha, con objeto de evitar<br />

hechos viales en las intersecciones (Ver la Ilustración 9).<br />

La evidencia de Nueva York muestra que entre 2001 y 2013,<br />

una nueva red de 50 kilómetros de infraestructura ciclista<br />

- la mayoría de este modelo de ciclovía segregada por el<br />

área de estacionamiento - incentivó un gran aumento en<br />

el número de ciclistas, el cual creció en 400%, mientras el<br />

riesgo a los mismos cayó en un 75%. Adicionalmente, la<br />

actividad económica en las calles con ciclovías mejoró, y el<br />

congestionamiento de vehículos motorizados se redujo 118 .<br />

118<br />

New York City Department of Transportation, Protected Bicycle Lanes in NYC<br />

(New York City DOT: New York, 2014). http://www.nyc.gov/html/dot/downloads/pdf/2014-09-03-bicycle-path-data-analysis.pdf


Diseño Vial / 49<br />

ILUSTRACIÓN 10:<br />

Ciclovía unidireccional segregada por elementos de<br />

confinamiento<br />

Ciclovía unidireccional segregada por elementos de<br />

Un 95% de los ciclistas y un 76% de los vecinos entrevistados<br />

al respecto percibieron una mejora en la seguridad ciclista<br />

debido a la intervención 119 . A su vez, un estudio en tres ciudades<br />

de Canadá concluyó que las ciclovías segregadas por<br />

intenso que los espacios o carriles compartidos, y que se reduce<br />

el riesgo de lesiones en un 90%, en comparación con<br />

una calle similar pero sin infraestructura ciclista 120 .<br />

Este tipo de intervención consiste en un carril exclusivo para<br />

físicas que separan el tránsito ciclista de la circulación motorizada<br />

cuando en la vía existen velocidades mayores a 50<br />

km/h. La implementación de este tipo de infraestructura en<br />

la red vial primaria de una ciudad llega a incentivar un gran<br />

número de viajes en bicicleta, sin embargo es necesario retirar<br />

el área de estacionamiento en el costado derecho de la<br />

vía o la supresión de un carril de circulación. Adicionalmente<br />

se requiere contar con aceras amplias y en buen estado para<br />

evitar que los peatones opten por utilizar el área de circulación<br />

para bicicletas dada la ausencia de banquetas inseguras.<br />

Un estudio de ciclovías segregadas en 5 ciudades de los Esy<br />

171% dentro de un año de su implementación.<br />

119<br />

National Institute for Transportation and Communities, Lessons from the Green<br />

Lanes: Evaluating Protected Bike Lanes in the U.S. (NITC: Portland, Oregon: 2014), pp.<br />

137-138.<br />

120<br />

Kay Teschke, et. al., “Route Infrastructure and the Risk of Injuries to Bicyclists: A<br />

Case-Crossover Study,” American Journal of Public Health 102 (2012): 2340.


Diseño Vial / 50<br />

Ciclovías bidireccionales de trazo independiente<br />

Son rutas diseñadas en espacios fuera de la traza vial, como<br />

pueden ser parques, derechos de vía, cauces de ríos o en<br />

zonas interurbanas. Debido a que su trazo generalmente no<br />

responde a orígenes y destinos claros, en entornos urbanos<br />

su uso tiende a ser recreativo más que para el transporte<br />

cotidiano. Es recomendable que exista un área de circulación<br />

peatonal adjunta a la ciclovía para evitar la invasión de<br />

la ciclovía.<br />

de diseño<br />

En los diferentes tipos de intervención de vías ciclistas se requiere<br />

contar con los siguientes elementos con objeto de garantizar<br />

la seguridad de los usuarios y alentar su uso a través<br />

de infraestructura que otorgue una adecuada experiencia de<br />

viaje.<br />

• Implementación del tipo de intervención adecuado según<br />

una evaluación de la vía.<br />

• Continuidad y coherencia – las vías ciclistas deben ser<br />

diseñadas conservando en todo momento un trazo sin interrupciones;<br />

esto implica que no sólo es necesario mantener<br />

algún tipo de tratamiento en toda la longitud de la vía,<br />

sino que se debe evitar cambiar la posición de los carriles<br />

ciclistas dentro de la sección transversal y en la medida de lo<br />

posible se debe optar por un solo tipo de infraestructura. De<br />

esta forma los movimientos de los usuarios son predecibles y<br />

se evita que los ciclistas realicen movimientos que reduzcan<br />

prioritaria o exclusiva de ciclistas. Se deben utilizar materiales<br />

-<br />

turno.<br />

• Drenaje y geometría de bombeo: se requiere asegurar que la<br />

forma y colocación de las tapas de las instalaciones de captación<br />

de agua pluvial no representen un riesgo a la circulación<br />

ciclista; así como garantizar que existan pendientes adecuade<br />

evitar zonas de encharcamientos sobre la vía ciclista.<br />

• Separación con el área de estacionamiento: cuando exista<br />

adyacente a los carriles para bicicletas presencia de un área<br />

para el estacionamiento de vehículos motorizados en la vía, se<br />

-<br />

cientemente amplio (0.50m) para la apertura de puertas, con<br />

objeto de no interrumpir la circulación ciclista y evitar hechos<br />

viales.<br />

• Estacionamiento para bicicletas: en las cercanías a los code<br />

mobiliario para el aparcamiento de bicicletas y otros vehículos<br />

ciclistas. Las características del estante y su ubicación<br />

son claves para lograr que esta instalación sea conveniente y<br />

garantice la seguridad necesaria.<br />

• Otras instalaciones para ciclistas: buscar incluir equipamientos<br />

para los usuarios en las vías como: muebles con<br />

herramientas para mantenimiento de bicicletas, sistemas de<br />

navegación o rampas en escaleras, los cuales son elementos<br />

indispensables que contribuyen a una adecuada experiencia<br />

de viaje.<br />

• Instalación de medidas físicas dependiendo del tipo de<br />

intervención como por ejemplo colocación de reductores de<br />

velocidadorejas o islas, glorietas y mini glorietas, trayectoriasen<br />

zig-zag, estrechamiento de carriles, reducción de radios de<br />

giro, conversión de calles unidireccionales en bidireccionales,<br />

entre otras;<br />

• Otras medidas como la implementación de programas de<br />

rescate del espacio público que mejoren el paisaje urbano,<br />

incrementen la cantidad de árboles en las vías, la iluminación<br />

y generen propuestas de arte urbano.<br />

• Iluminación: se requiere colocar luminarias a lo largo de<br />

la ruta ciclista para resaltar la presencia de los usuarios en<br />

posibles obstáculos en la vía.<br />

• Señalización vertical y horizontal: a través de la colocación<br />

de dispositivos para el control del tránsito se permite<br />

Intervenciones que se deben evitar<br />

• Carriles de bicicleta en aceras: carriles señalizados en su-<br />

-<br />

ducen la velocidad promedio de los recorridos ciclistas y los<br />

alejan del campo visual de los automovilistas. Por ello, se recomienda<br />

evitar este tipo de infraestructura 121 .<br />

• Ciclovías bidireccionales en entornos urbanos: este tipo de<br />

vía ciclista representa un riesgo constante entre los usuarios<br />

pues al incentivar el tránsito ciclista en sentido contrario al<br />

de los demás vehículos se genera que los conductores de<br />

vehículos motorizados no los perciban en las intersecciones,<br />

aumentando la posibilidad de colisiones (Figura 5).<br />

121<br />

Anneka R. Lawson, Vikram Pakrashi, Bidisha Ghosh, y W.Y. Szeto, “Perception of<br />

Safety of Cyclists in Dublin City”, Accident Analysis & Prevention, no. 50 (2013): 499-<br />

511.


Diseño Vial / 52<br />

1. Colisiones de encuentro. Éstas se presentan cuando<br />

los ciclistas cruzan por la intersección y se encuentran con<br />

vehículos motorizados que circulan en la vía transversal. Estos<br />

las que existen altas velocidades o no hay un ángulo de visibilidad<br />

adecuado.<br />

2. Colisiones por vuelta a la derecha. Éstas se presentan<br />

cuando los ciclistas cruzan la intersección desde el costado<br />

derecho de la vía en una trayectoria recta y un vehículo<br />

motorizado desea girar hacia la derecha para incorporarse a<br />

carril ciclista exclusivo y los ciclistas están fuera del campo visual<br />

de los conductores de vehículos motorizados, sobre todo<br />

si hay presencia de vehículos de grandes dimensiones.<br />

3. Colisiones por vuelta a la izquierda. Estas colisiones<br />

se presentan en vías bidireccionales en las que los<br />

conductores de vehículos generan un giro hacia la izquierda<br />

encontrándose con los ciclistas que cruzan de frente la inter-<br />

-<br />

ciones que no cuentan con semáforo o donde este no tiene<br />

una fase especial para vuelta izquierda.<br />

Existen muchos tipos de guías de diseño de infraestructura<br />

ciclista que hacen referencia a las intersecciones. A continuación se<br />

presenta un resumen de las directrices clave para la revisión<br />

del diseño de intersecciones. Las consideraciones propuestas<br />

son utilizadas en ciudades tales como Copenhague 124 ,<br />

Cardiff 125 , Hamilton 126 y Christchurch 127 , por la organización<br />

Sustrans 128 , y los Países Bajos 129 .<br />

5.3.1. Área de estacionamiento en<br />

la vía<br />

En las vías en las que se dispone de un área de estacionamiento<br />

en los costados, se requiere eliminar el área de estacionamiento<br />

por lo menos 10 metros previos a la intersección.<br />

Esto mejora la visibilidad de todos los usuarios que se disponen<br />

a cruzar, ya que se amplía el ángulo de visión de los<br />

conductores que se acercan al nodo. En ciclovías segregadas<br />

se puede restringir el estacionamiento de vehículos a través<br />

exhibe en la ilustración 11.<br />

ILUSTRACIÓN 11:<br />

Isla para restringir el estacionamiento de vehículos en la<br />

intersección<br />

124<br />

City of Copenhagen, Focus on Cycling: Copenhagen Guidelines for the Design of<br />

Road Projects (Copenhague: Technical and Environmental Administration Department,<br />

2013).<br />

125<br />

Cardiff Cycle Network, Cardiff Cycle Design Guide (Cardiff: City of Cardiff, 2011).<br />

126<br />

City of Hamilton Transportation, Design Guidelines for Bikeways (Hamilton: City of<br />

Hamilton, 1999).<br />

127<br />

Christchurch City Council, Christchurch Cycle Design Guidelines (Christchurch:<br />

Christchurch City Council, 2013).<br />

128<br />

Sustrans, Sustrans Design Manual: Handbook for Cycle-Friendly Design (Bristol:<br />

Sustrans, 2014).<br />

129


Diseño Vial / 53<br />

5.3.2. Señales de tránsito<br />

Las directrices de Copenhague exigen que las rayas de<br />

parada se encuentren por lo menos a 5 metros de la intersección<br />

para que los ciclistas se coloquen por delante del<br />

tránsito automotor durante la luz roja del semáforo y con<br />

ello mejoren su visibilidad.<br />

Otra forma de incrementar la seguridad ciclista es dar<br />

semáforo. Se recomienda que los semáforos para ciclistas<br />

se encuentren a 1.5 metros de altura, para estar en línea<br />

recta con el punto de visión de los usuarios. Otras consideraciones<br />

de diseño que se incluyen en la guía de Copenhague<br />

son las áreas de espera ciclista en las intersecciones.<br />

5.3.3. Vueltas<br />

Uno de los hechos viales más comunes en las intersecciones<br />

son los cortes de circulación generados por los vehículos<br />

motorizados que realizan giros y colisionan con los<br />

ciclistas que llevan una trayectoria recta. Los ciclistas que<br />

realizan su trayectoria muy cerca del borde del arroyo vial,<br />

y no al centro del carril, tienen mayor posibilidad de ense<br />

encuentran fuera del cono de visión del automovilista.<br />

Una opción para evitar este problema indicado por la guía<br />

de Copenhague es incluir una isla que resguarde el carril<br />

ciclista para seguir de frente, generando un carril exclusivo<br />

para que el automovilista gire a la derecha, de acuerdo con<br />

la Ilustración 12.<br />

ILUSTRACIÓN 12:<br />

Isla para vuelta a la derecha en intersección


Diseño Vial / 54<br />

En el caso de ciclovías segregadas mediante el área de estacionamiento,<br />

la solución adecuada es la restricción del<br />

estacionamiento a través de una isla con objeto de generar<br />

un carril exclusivo para la vuelta derecha adjunto al carril<br />

del ángulo de visión de los conductores de vehículos motorizados,<br />

se reduce la posibilidad de impactos, como se<br />

muestra en la Ilustración 13.<br />

ILUSTRACIÓN 13:<br />

Carril exclusivo para la vuelta derecha adjunto al carril ciclista


Diseño Vial / 55<br />

En caso de que los ciclistas requieran realizar giros a la<br />

izquierda se vuelve necesario incorporar áreas de espera<br />

ciclista para poder realizar este movimiento de forma más<br />

segura. Cuando los ciclistas se encuentran con la luz verde<br />

al llegar a la intersección, se colocan en el área ciclista que<br />

se ubica en la vía transversal y esperan en este punto hasta<br />

que se encienda la luz verde para avanzar junto con todos<br />

los vehículos.<br />

En el caso de que los ciclistas encuentren la luz roja del<br />

semáforo al llegar a la intersección, pueden utilizar el área<br />

de espera ciclista para colocarse en el costado izquierdo de<br />

la vía y realizar su giro en el momento en que se encienda<br />

la luz verde del semáforo junto con los demás vehículos<br />

que también desean girar a la izquierda como se explica en<br />

las ilustraciones 14 y 15.<br />

ILUSTRACIONES 14 Y 15<br />

Ejemplos de cómo usar las áreas de espera ciclista para realizar<br />

giros hacia la izquierda


Diseño Vial / 56<br />

FIGURA 6:<br />

Área de espera ciclista en la Ciudad de México<br />

[Fuente: Kennia Aguirre]<br />

5.3.4. Cruces ciclistas<br />

Los cruces ciclistas dentro de la intersección son marcas<br />

cuál es la trayectoria que deben seguir, y al mismo tiempo<br />

indican dicha trayectoria a los conductores de vehículos<br />

motorizados y muestran en qué sitio existe la posibilidad<br />

de interacción con los usuarios de la bicicleta. En el caso<br />

de Copenhague los cruces de color azul son un ejemplo de<br />

cómo los ciclistas deben navegar por las intersecciones.<br />

En el caso del país de México la forma en que se ha decidido<br />

señalar estos cruces es a través de una sucesión<br />

de rayas de 40 centímetros de ancho con 40 centímetros<br />

entre ellas, colocadas en forma paralela al tránsito de la vía<br />

transversal, a semejanza de los cruces peatonales tipo cebra,<br />

pero en color verde. Estas rayas se complementan con<br />

pictogramas de bicicletas para informar a los conductores<br />

que desconocen esta marca que se trata de un área para<br />

la circulación ciclista. Esta marca no es necesaria cuando<br />

se comparte el espacio vial; se debe utilizar sólo cuando<br />

existen carriles exclusivos para la circulación de bicicletas,<br />

tales como ciclocarriles y ciclovías.


Diseño Vial / 57<br />

FIGURA 7:<br />

Marcas para indicar el cruce ciclista en la Ciudad de México<br />

[Fuente: Kennia Aguirre]


Diseño Vial / 58<br />

ILUSTRACIÓN 16:<br />

Parada de transporte público en carril compartido con bicicleta<br />

5.3.5. Paradas de transporte público<br />

La ubicación de los puntos de ascenso y descenso de<br />

pasajeros deben encontrarse por lo menos a 10 metros<br />

previos de las esquinas con objeto de que los vehículos<br />

que prestan el servicio público no obstruyan la visibilidad<br />

de los ciclistas que circulan junto a él; de esta forma<br />

los conductores de vehículos que se acercan desde la<br />

vía transversal siempre podrán percibir a los usuarios de<br />

la bicicleta. En el caso de carriles que se comparten con<br />

el transporte público, deberán tener un ancho necesario<br />

para que los ciclistas puedan realizar el rebase de buses<br />

que se encuentran en la parada realizando maniobras de<br />

ascenso y descenso de pasajeros.


Diseño Vial / 59<br />

Recomendaciones:<br />

Se recomienda que los diseños cuenten con los siguientes<br />

elementos:<br />

• Áreas de espera para ciclistas. Deben proporcionar un<br />

espacio de por lo menos 4 metros para que los ciclistas se<br />

coloquen frente al tránsito automotor. Esta intervención se<br />

debe realizar en todos los cruces con semáforo indepenla<br />

circulación de bicicletas (Figura 6).<br />

• Marcas para indicar el cruce ciclista. Se colocarán en intersecciones<br />

de vías que cuenten con ciclocarriles y ciclovías.<br />

En caso de que en la intersección se crucen dos vías<br />

ciclistas, esta marca sólo se debe colocar en los trazos que<br />

en todas las trayectorias ciclistas se genera confusión<br />

entre los automovilistas (Figura 7).<br />

• Fases especiales para ciclistas. En intersecciones en las<br />

Para la correcta solución del trazo de las intersecciones y la<br />

asignación de tiempos en las fases semafóricas, se requiere<br />

asignar una jerarquía de los diversos modos de transporte.<br />

En el caso de las calles que son parte de la red de movilidad<br />

en bicicleta, se deben priorizar las necesidades de los<br />

ciclistas en todas las intersecciones dentro de la ruta frente<br />

a la de los automóviles.<br />

5.4. Riesgos de infraestructura con<br />

estándares inadecuados<br />

La implementación de infraestructura ciclista que no cuenta<br />

con parámetros de diseño óptimos -como pueden ser las<br />

ciclovías en aceras, o las ciclovías bidireccionales en el costa-<br />

-<br />

moda de los usuarios y potencialmente mente, reducir los índices<br />

de seguridad. De la misma forma, los proyectos ejecutados<br />

con dispositivos inadecuados, materiales de poca calidad,<br />

vehículos motorizados por giros a la derecha o izquierda se<br />

requiere implementar fases especiales del semáforo.<br />

•<br />

los cambios de sentido e implementar diseños geométricos<br />

que restrinjan movimientos direccionales. Además las<br />

autoridades responsables de la vialidad deben promover el<br />

mejoramiento del diseño para los ciclistas a través de:<br />

• Creación de una política pública y asignación de presu-<br />

tersecciones con mayor incidencia de hechos viales involucrando<br />

peatones y ciclistas.<br />

• Generación de proyectos. Elaborar diseños para la adecuación<br />

de intersecciones peligrosas con un estudio vial<br />

experiencias. Las mejoras a ejecutar en pro de la seguridad<br />

ciclista deben de hacer uso de parámetros de diseño<br />

que consideren la capacidad de conducción de diversos<br />

grupos de ciclistas, independientemente de su edad y ha -<br />

bilidades.<br />

Las recomendaciones de diseño mencionadas intentan<br />

ilustrar las consideraciones más utilizadas para garantizar<br />

la seguridad ciclista en intersecciones. En entornos<br />

urbanos densos, se requieren diseños que equilibren las<br />

se encuentran en los cruces, en condiciones de espacio<br />

limitado y a velocidades inadecuadas.<br />

-<br />

ausencia de señalización vial o que no cumplen con las características<br />

de diseño, fabricación y colocación de acuerdo<br />

a la normativa nacional, pueden ser iniciativas con buenas<br />

intenciones por parte de los gobiernos locales pero que han<br />

demostrado tener resultados adversos. Varias iniciativas realizadas<br />

en los últimos años en ciudades mexicanas o de Latinoamérica,<br />

con objeto de brindar espacios para la circulación<br />

ciclista, han concluido con resultados insatisfactorios. No<br />

han aumentado el número de viajes en bicicleta en la zona, y<br />

han motivado críticas de la población, que ve a las vías ciclisestacionamiento<br />

y la circulación de los vehículos motorizados.<br />

Las recomendaciones enlistadas en este apartado tienen<br />

-<br />

nos locales en favor de la movilidad ciclista sean exitosas.<br />

La experiencia adquirida en diversas ciudades de México y<br />

Latinoamérica ha demostrado que el número de viajes en bicicleta<br />

se incrementa sólo cuando la infraestructura ciclista<br />

se diseña y construye de acuerdo a una serie de parámetros,<br />

técnicos y cualitativos, que garantizan la seguridad y comodidad<br />

de los desplazamientos cotidianos. Adicionalmente, la<br />

construcción de infraestructura ciclista requiere del acompañamiento<br />

de un fortalecimiento de la aplicación de la ley,<br />

así como programas de educación y promoción.<br />

Una de las principales restricciones a la implementación de<br />

infraestructura ciclista de alta calidad es la falta de recursos;<br />

sin embargo, es fundamental invertir lo necesario para garantizar<br />

la seguridad de los ciclistas.


Diseño Vial / 60<br />

Otra barrera es la redistribución del espacio vial, lo que normalmente<br />

implica la reducción del espacio destinado a los<br />

vehículos motorizados. Uno de los riesgos de crear infraestructura<br />

de baja calidad y en rutas poco utilizadas, es que no<br />

se genere una demanda de la misma. Es decir, que no haya<br />

ciclistas utilizando la infraestructura debido a la inseguridad<br />

vial, o que ésta no los lleve a los destinos que requieren. La<br />

infraestructura ciclista de baja calidad, o que crea una falsa<br />

idea de seguridad, puede poner en riesgo a ciclistas con<br />

poca pericia que la utilicen. A su vez, al no contar con destinos<br />

relevantes para el ciclista, puede generar infraestructura<br />

vacía, lo que disminuye la posibilidad de aumentar la inversión<br />

en más proyectos y/o infraestructura que promuevan el<br />

uso de la bicicleta.<br />

Por estas razones, no es recomendable optar por muchos<br />

kilómetros de infraestructura ciclista con intervenciones sencillas<br />

y materiales de baja calidad, sino garantizar el recurso<br />

necesario para que ésta cuente con los más altos estándares.<br />

Asimismo, es recomendable apostar por una vía emblemática<br />

de la ciudad con infraestructura que cuente con altos estánlas<br />

intersecciones, se instalen diversos servicios adicionales y<br />

donde los materiales utilizados sean especialmente elaborados<br />

para responder a las necesidades ciclistas. El éxito de esta<br />

puede generar el impulso necesario para posicionar el tema<br />

en la agenda pública, así como generar una mayor demanda<br />

ciudadana por más infraestructura con estos estándares.<br />

Recomendaciones:<br />

Para la implementación de infraestructura ciclista por parte<br />

de la autoridad responsable de la vialidad se aconseja se realicen<br />

los siguientes pasos:<br />

• Elección de rutas para la implementación de infraestructura<br />

ciclista. Las vías por las que se decida trazar una ruta ciclista<br />

deben representar trayectos directos, con el objetivo de que<br />

ofrezcan una alternativa de viaje rápido y con un desgaste<br />

físico mínimo a los usuarios. La implementación de rutas en<br />

vías secundarias, con rodeos excesivos, no generan nuevos<br />

viajes en bicicleta e incrementan las críticas a la infraestructura<br />

por parte de la ciudadanía.<br />

• Modelo de infraestructura ciclista. Siempre se debe ver la<br />

construcción de infraestructura ciclista como parte de una<br />

gran red y no como una obra aislada. El tipo de infraestructura<br />

debe responder a las características físicas y de operación<br />

de la vía, y no al tipo de infraestructura que menos espacio<br />

requiera o la que menos afecte a la circulación de los vehículos<br />

motorizados.<br />

• Infraestructura ciclista en aceras. En todos los casos se<br />

debe evitar la implementación de infraestructura ciclista<br />

a través de una reducción de las áreas peatonales. Asi-<br />

-<br />

cializar el uso de la bicicleta como modo de transporte, ésta<br />

debe ser visualizada como un vehículo más en la vía y,<br />

por lo tanto, su infraestructura debe estar en el arroyo vial.<br />

Se debe evitar a toda costa el conflicto entre peatones y<br />

ciclistas.<br />

• Infraestructura bidireccional. Si la bicicleta es vista<br />

como un vehículo en la vía, debe respetar las reglas generales<br />

de circulación de todos los vehículos, excepto aquellas<br />

que por su propia naturaleza no sean aplicables. Una<br />

de estas reglas es el respeto del sentido de circulación,<br />

por lo que su infraestructura debe ser unidireccional en<br />

el costado derecho de la vía en el mismo sentido que los<br />

demás vehículos. Esto quiere decir, por ejemplo, que si<br />

existen dos sentidos de circulación en una vía primaria,<br />

se deben colocar carriles ciclistas en ambos costados de<br />

la vía, uno por cada sentido de circulación.<br />

• Calidad de pavimentos y de los dispositivos para el<br />

control del tránsito. Contar con materiales y procedimientos<br />

constructivos de la más alta calidad en la ejecución<br />

de la infraestructura ciclista garantiza que los usuarios<br />

puedan contar con un viaje seguro y cómodo. Además,<br />

genera un sentimiento de apropiación y promueve que<br />

se tenga la visión de que las vías ciclistas son elementos<br />

importantes en el entorno urbano. En el caso de ciclovías<br />

se debe evitar utilizar dispositivos como: botones, bordos,<br />

topes de rueda o cualquier otro dispositivo que no impida<br />

que los vehículos motorizados invadan el espacio de circulación<br />

de bicicletas.<br />

• Vegetación e iluminación. Como parte de la implementación<br />

de infraestructura ciclista siempre se deben mejorar<br />

las condiciones del arbolado para proporcionar áreas<br />

de sombra en los recorridos. Se debe evitar la colocación<br />

de vegetación de baja altura que impida que los conductores<br />

de los vehículos motorizados vean a los ciclistas, y<br />

se debe realizar la poda de árboles que cuenten con una<br />

copa baja, pues las ramas pueden golpear la cabeza de<br />

los ciclistas.


Cultura de la movilidad / 62<br />

6. CULTURA DE LA MOVILIDAD<br />

Para fomentar una cultura de la movilidad que favorezca el<br />

ciclismo urbano, es importante asegurarse que todos las personas<br />

- peatones, ciclistas, usuarios del transporte público<br />

y automovilistas - cuenten con la información necesaria para<br />

tomar las mejores decisiones en cuanto a la forma de moverse,<br />

favoreciendo la multimodalidad. De la misma manera, información<br />

respecto a cómo conducir una bicicleta en la calle, así<br />

como una aplicación efectiva de la ley para todos los usuarios<br />

de la vía, puede generar grandes cambios de comportamiento<br />

en las calles, fomentando la prudencia y cortesía de las personas<br />

en las vías y los espacios públicos, así como favorecien-<br />

-<br />

dables.<br />

Para ello, es de suma importancia difundir diversos tipos de<br />

información, desde programas de educación y campañas de<br />

comunicación hasta información del tránsito, que a su vez<br />

inviten a los ciudadanos a tomar decisiones seguras sobre<br />

la forma más eficiente de moverse.<br />

Esto esparticularmente importante para los ciclistas, ya que después<br />

de los peatones, son los usuarios de la vía pública más vulnerables.<br />

Por ejemplo, un semáforo con cuenta regresiva para<br />

ciclistas los puede ayudar a determinar si sería seguro cruzar<br />

indique las rutas ciclistas en la ciudad puede incentivar a alguien<br />

a usar la bicicleta para sus trayectos diarios.<br />

La educación vial sobre las recomendaciones para conducir<br />

la bicicleta en las calles, las leyes de tránsito vigentes, y sobre<br />

la importancia de dar prioridad a los usuarios vulnerables, en<br />

combinación con campañas de comunicación, pueden sensibilizar<br />

y empoderar a todos los usuarios de la vía para promover<br />

un comportamiento más seguro. También, puede servir para<br />

cambiar la percepción -y la aceptación- de comportamientos<br />

riesgosos en la vía pública y la falta de cumplimiento con las<br />

normas de tránsito.<br />

En cuanto a las acciones de educación y promoción del uso de<br />

la bicicleta dirigidas a la ciudadanía en México, en el Ranking<br />

incluye información acerca del ciclismo urbano en los cursos o<br />

exámenes de manejo para automovilistas. Por su parte, Oaxaca<br />

y la Ciudad de México cuentan con un manual de conducción<br />

de la bicicleta publicado y avalado por el gobierno.<br />

imparte talleres o cursos de ciclismo, por sí mismo o en coordinación<br />

con grupos ciclistas, éstas son la Ciudad de México,<br />

León, Aguascalientes, Guadalajara, Puebla, Hermosillo, Mexicali,<br />

Monterrey, Toluca, Xalapa, Morelia y Tuxtla Gutiérrez.<br />

Por otro lado, en 53% de las ciudades analizadas, mediante<br />

el cierre temporal de una calle a los vehículos motorizados,<br />

se lleva a cabo una ciclovía recreativa todos los domingos;<br />

siendo los paseos ciclistas de la Ciudad de México y de Guadalajara<br />

los más consolidados. Asimismo, en el año 2014 se<br />

llevó a cabo al menos una campaña para la promoción del uso<br />

de la bicicleta en 20% de las ciudades 130 .<br />

6.1. Programas de promoción del<br />

uso de la bicicleta<br />

En esta sección, se presentan algunas formas de desarrollar<br />

programas de promoción del uso de la bicicleta en la ciudad.<br />

Es importante señalar que el objetivo de dichos programas es<br />

incentivar que existan más ciclistas y que tengan un comportamiento<br />

seguro en el entorno urbano.<br />

La percepción de la seguridad al andar en bicicleta es un factor<br />

determinante en la elección de ésta como modo de transporte 131 ,<br />

En el caso de la Ciudad de México, en el 2012 la Secretaría de<br />

Medio Ambiente (SEDEMA) en conjunto con el Centro de Estudios<br />

Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA), aplicaron una<br />

-<br />

car los factores que llevan a las personas a hacer uso de Ecobici,<br />

bicicleta particular. Además, midió las motivaciones de las personas<br />

para cambiar de modo de transporte” 132 .<br />

Los resultados de esta encuesta indican que todos los usuarios,<br />

de todos los modos de transporte, tienen una percepción de se-<br />

Al Sistema de Bicicleta Pública (SBP) Ecobici le otorgaron 7.9<br />

puntos. Además, cabe mencionar que los modos de transporte<br />

la encuesta, son el tren suburbano, el automóvil, el Metrobús y<br />

el Metro.<br />

130<br />

ITDP, Ranking Ciclociudades, p, 14. (México D.F.: Instituto de Políticas para el Transporte y el<br />

Desarrollo, 2013).<br />

131<br />

Anneka R. Lawson, Vikram Pakrashi, Bidisha Ghosh, y W.Y. Szeto, “Perception of Safety of Cyclists<br />

in Dublin City”, Accident Analysis & Prevention, no. 50 (2013): 499-511.<br />

132<br />

Secretaría del Medio Ambiente y Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos. Encuesta<br />

Ecobici 2012: Principales resultados. (México, D.F.: Secretaría del Medio Ambiente, 2012).


Cultura de la movilidad / 63<br />

Otro aspecto que sirve para evaluar la seguridad vial es<br />

preguntar a los usuarios sobre la disposición a reemplazar<br />

su modo principal de transporte por una bicicleta. Cabe<br />

señalar que sólo el 1% de los usuarios mencionó a la seguridad<br />

vial dentro de los aspectos que les gustan de Ecobici;<br />

incrementar este porcentaje a través de una estrategia<br />

de seguridad vial es una necesidad. La realización de esta<br />

encuesta de opinión permite una mayor comprensión de<br />

las preocupaciones de los usuarios, y por lo tanto, de sus<br />

necesidades.<br />

-<br />

derar numerosas variables para mejorar la percepción<br />

de seguridad de los ciclistas; a su vez, la mejoría de esta<br />

percepción de seguridad permitirá a los ciclistas comportarse<br />

mejor en la vía pública, para la seguridad efectiva<br />

de todos los usuarios. Estas variables conciernen tanto al<br />

cumplimiento de las normas de tránsito por parte de los<br />

ciclistas, la actitud de conductores de vehículos motorizados,<br />

elementos de infraestructura, entre otros. Todo lo<br />

anterior debe ser considerado para el impulso de políticas<br />

y programas de comunicación que mejoren la percepción<br />

de seguridad de los ciclistas, y por ende el ciclismo en la<br />

ciudad de manera general.<br />

Ahora bien, existen diversas maneras de desarrollar e impulsar<br />

programas para la promoción del uso seguro de la<br />

bicicleta 133 . A continuación se destacan algunas propuestas<br />

de promoción y educación.<br />

6.1.1. Pericias para la conducción<br />

segura de la bicicleta en entornos<br />

urbanos<br />

Una parte integral de la promoción del uso de la bicicleta<br />

es la educación sobre el ciclismo urbano. Este tipo de<br />

educación permite a los alumnos - jóvenes y adultos -<br />

adquirir los siguientes conocimientos 134 :<br />

• Cómo controlar la bicicleta para poder prestar atención<br />

al entorno vial.<br />

• Cómo usar la vía y cuáles son las condiciones personales<br />

y externas que afectan las destrezas del ciclista.<br />

• Cuál es la forma segura de actuar en situaciones co-<br />

•<br />

Una parte integral de la promoción del uso de la bicicleta<br />

es la educación sobre el ciclismo urbano. Este tipo<br />

de educación permite a los alumnos - jóvenes y adultos<br />

- adquirir los siguientes conocimientos:<br />

• Cómo controlar la bicicleta para poder prestar atención<br />

al entorno vial.<br />

• Cómo usar la vía y cuáles son las condiciones personales<br />

y externas que afectan las destrezas del ciclista.<br />

La promoción del ciclismo urbano puede hacerse mediante<br />

la difusión de directrices para la conducción segura<br />

de la bicicleta. Es importante proporcionar a la poblavalerse<br />

para sentirse segura mientras se desplaza, como<br />

puede ser un Manual de Ciclismo Urbano.<br />

La Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal, en<br />

colaboración con la asociación civil Bicitekas A.C. publicó<br />

un manual para la ciudad en el año 2011 135 . El objetivo<br />

de dicho manual es el de socializar los derechos y<br />

obligaciones que se asocian al hecho de ser ciclista en<br />

la ciudad. Así, se busca difundir los lineamientos para<br />

un uso responsable de la bicicleta, que tome en cuenta<br />

los demás usuarios de la vía pública y que fomente la<br />

convivencia entre todos.<br />

El manual fue elaborado por diversos expertos en movilidad<br />

y cuenta con diez capítulos donde se incluye información<br />

que abarca desde la concepción de la bicicleta<br />

como modo de transporte hasta cuestiones mecánicas.<br />

Por una parte, busca enseñar a los ciclistas conceptos<br />

básicos de manejo de la bicicleta y de circulación en las<br />

calles, tomando en cuenta a los demás usuarios, tanto<br />

vehículos motorizados como peatones. Estos últimos,<br />

como lo enfatiza recurrentemente el manual, tienen el<br />

primer lugar en la jerarquía de los usuarios de la vía.<br />

133<br />

ITDP, Manual Ciclociudades VI. Educación y Promoción (México, D.F.: Instituto de Políticas para el<br />

Transporte y el Desarrollo, 2011).<br />

134<br />

ITDP, Manual Ciclociudades VI. Educación y Promoción. (México, D.F.: Instituto de Políticas para el<br />

Transporte y el Desarrollo, 2011).<br />

135<br />

Areli Carreón, Agustín Monterrubio y Xavier Treviño, Manual del Ciclista Urbano de la Ciudad de<br />

México (México D.F.: Bruno Aceves Humana, 2011)


Cultura de la movilidad / 65<br />

Recientemente, la asociación civil Bicitekas A.C. publicó un<br />

-<br />

co motorizado de acuerdo al Manual del Ciclista Urbano. A<br />

continuación se mencionan las habilidades que es recomendable<br />

dominar, se ahonda en las razones por las cuales se<br />

necesitan y se señalan qué ejercicios se pueden practicar en<br />

entornos seguros para obtener estas pericias 136 .<br />

1) Voltear hacia atrás sobre el hombro izquierdo, sin<br />

perder el equilibrio ni la trayectoria recta<br />

Esta pericia es indispensable para decidir qué posición en el<br />

carril tomar, rebasar y convivir con el tránsito motorizado en<br />

el mismo sentido de la calle.<br />

Algunos ciclistas circulan en sentido contrario o en la banqueta,<br />

ambas conductas están expresamente prohibidas en<br />

el Reglamento de tránsito vigente en la ciudad de México.<br />

Estas conductas son inadecuadas ya que ponen en riesgo<br />

al peatón, quien para cruzar la calle volteará a ver sólo en el<br />

sentido de tránsito vehicular, aumentando la probabilidad de<br />

colisión con un ciclista. Asimismo, pone en riesgo al mismo<br />

ciclista, ya que de la misma forma, cuando un automóvil se<br />

integre a la vía, buscará a otros usuarios solamente del lado<br />

del sentido del tránsito de la calle.<br />

Aprender a mirar periféricamente volteando brevemente<br />

sobre el hombro permitirá al ciclista circular con comodidad,<br />

seguridad y responsabilidad en el sentido de la vía. Asimismo,<br />

permite negociar el movimiento para ocupar el centro<br />

del carril y mejorar la visibilidad del ciclista, que por un lado<br />

imposibilita al automovilista a realizar un rebase riesgoso<br />

que con el simple desplazamiento de aire desestabilice al<br />

ciclista y por otro permite mantenerse alejado de obstáculos<br />

comunes como la apertura repentina de puertas de los autos<br />

estacionados. Además, en las intersecciones, al ser más visible<br />

en el centro del carril, disminuye la posibilidad de corte<br />

de circulación del ciclista por un automovilista que quiere<br />

girar para entrar a una calle perpendicular, llevando al automovilista<br />

a bajar la velocidad y ceder el paso al ciclista, tal<br />

como lo menciona el Reglamento de tránsito vigente en la<br />

ciudad de México.<br />

Esta destreza se puede practicar en un entorno controlado,<br />

como una calle solitaria, un parque, o un cierre dominical. En<br />

caso de no lograr esta pericia por alguna otra circunstancia,<br />

se recomienda instalar un espejo retrovisor en la bicicleta o<br />

en el casco.<br />

2) Frenar súbitamente sin perder la verticalidad de la<br />

bici y sin salir disparado de la bicicleta<br />

En entornos urbanos la probabilidad de tener que parar de forma<br />

repentina es alta, por lo que es necesario saber frenar para<br />

una maniobra de emergencia, que no ponga en peligro al ciclista.<br />

Es importante frenar con los dos frenos de una forma suave<br />

y pareja, para no salir disparado por encima del manubrio.<br />

Esta pericia se puede practicar en un entorno seguro, pedaleando<br />

a alta velocidad y frenando en un punto dado, hasta<br />

lograr hacerlo sin perder el control.<br />

3) Librar obstáculos sin perder el control de la bici<br />

Esta capacidad es importante para evitar baches, basura, coladeras<br />

y otros obstáculos presentes en las calles. Una colisión<br />

común, que se puede evitar circulando en el centro del carril,<br />

es la del ciclista con una puerta que se abre súbitamente en un<br />

auto estacionado o del que desciende un pasajero, así como la<br />

su integridad física.<br />

Se puede practicar esta destreza en entornos seguros intentado<br />

evadir obstáculos. Se recomienda maniobrar en zigzag<br />

entre objetos sin tocarlos, hasta lograr evadirlos sin perder el<br />

equilibrio ni rozarlos.<br />

4) Circular a baja velocidad sin perder el equilibrio<br />

Circular a la más baja velocidad posible es un ejercicio que<br />

sirve para enseñarle al cuerpo a mantener el equilibrio en numerosas<br />

circunstancias, por ejemplo, para seguir pedaleando a<br />

baja velocidad al llegar una intersección y esperar el cambio de<br />

la luz del semáforo a verde. El arranque es la parte que más esfuerzo<br />

necesita por parte del ciclista, por lo que para mantener<br />

y administrar esta energía, de forma que se pueda mantener<br />

el pedaleo. En caso de parar, es importante colocarse al inicio<br />

del cruce, para iniciar la marcha antes que los automovilistas<br />

y contar con mayor visibilidad. Actualmente en algunas ciudades<br />

este espacio está señalado antes del cruce peatonal.<br />

136<br />

posteado el 16 de febrero de 2015 (consultado el 20 de marzo de 2015). https://www.<br />

facebook.com/permalink.php?story_fbid=985290284832645&id=106760852685597


Cultura de la movilidad / 66<br />

Se puede practicar intentando ir lo más lento posible sin<br />

bajar los pies de los pedales, frenando lentamente y sin perder<br />

el equilibrio.<br />

5) Soltar con al menos una mano el manubrio sin<br />

zigzaguear ni perder el equilibrio<br />

Esta habilidad es importante para señalizar y hacer previsible<br />

la trayectoria, incluso para pedir el paso en una situación<br />

de rebase. También sirve para poder realizar situaciones<br />

comunes como recogerse el cabello o acomodarse<br />

el asa de la bolsa sin comprometer la trayectoria. Se recomienda<br />

practicar soltar el manubrio en entornos seguros,<br />

sobre todo la mano izquierda, para tener siempre a la mano<br />

el freno del lado derecho, el cual corresponde al freno de la<br />

llanta trasera, para detenerse en caso de una emergencia.<br />

para hacer señales sin perder el control de la bicicleta.<br />

7) Mantener el equilibrio, la trayectoria y la serenidad<br />

ante ruidos fuertes<br />

Esta capacidad es importante para cruces difíciles o ante<br />

conductores impacientes. Es importante mantener la calma<br />

y procurar hacer contacto visual con los conductores<br />

que viajan a lado, lo cual suele ser muy efectivo para mantener<br />

la serenidad, que es clave para no perder el control de<br />

la bicicleta.<br />

8) Controlar la bicicleta sobre lodo, arena, grava,<br />

Esta habilidad es importante pues este tipo de circunstancias<br />

ocurren frecuentemente en las calles y son difíciles de<br />

prevenir. Frenar súbitamente es lo primero que suele hacerse,<br />

pero no es recomendable. Es preferible conducir a<br />

una velocidad adecuada que te permita evadir estos obstáculos.<br />

6) Conducir de noche o con poca luz<br />

Esta destreza es importante porque la visibilidad disminuye<br />

por la noche tanto para automovilistas como para<br />

ciclistas. En los túneles y algunas calles hay también poca<br />

iluminación. Es recomendable contar con dispositivos que<br />

emitan luz para que los demás usuarios de la vía identiroja,<br />

que se encuentre en modo intermitente para que sea<br />

más llamativa. En la parte delantera, la luz blanca puede<br />

servir para ser visto por los demás usuarios, pero también<br />

para que el ciclista pueda iluminar el camino. También se<br />

puede contar con dispositivos como chalecos o bandas<br />

el centro del carril mejora la visibilidad del ciclista, ya que<br />

cuente, si se sigue circulando pegado a la extrema derecha<br />

del carril la probabilidad de ser visto es baja ya que es una<br />

zona fuera del cono de visión del automovilista.<br />

Esta habilidad se puede prácticar en entornos seguros,<br />

-<br />

ladizas.<br />

Los mejores entornos para practicar estas pericias son<br />

espacios como el cierre dominical, donde incluso en distintas<br />

ciudades se cuenta con cursos de ciclismo urbano.<br />

También pueden realizarse en parques públicos o calles de<br />

poco tránsito. La práctica es la clave para dominarlas, es<br />

mejor intentarlo en ambientes controlados, antes que verse<br />

dentro de una situación de riesgo en la calle.<br />

Además de lograr estas pericias, se recomienda consultar<br />

el Manual del Ciclista Urbano de la ciudad de México para<br />

aprende cómo circular con seguridad conviviendo con los<br />

demás usuarios de la vía. El manual está disponible en línea<br />

y puede ser descargado de forma gratuita 137 .Asimismo, Bicitekas<br />

A. C. elaboró para la Ciudad de México, la Cartilla<br />

de derechos y obligaciones de los ciclistas y automovilistas,<br />

la cual también está disponible en línea 138 .<br />

Se puede practicar en entornos seguros cerrando brevemente<br />

los ojos y realizando diferentes maniobras como<br />

frenar, seguir de frente o mover el manubrio sin perder el<br />

equilibrio.<br />

137<br />

Areli Carreón, Agustín Monterrubio y Xavier Treviño, Manual del Ciclista Urbano<br />

(México D.F.: Bruno Aceves Humana, 2011).<br />

138<br />

Bicitekas, Cartilla de derechos y obligaciones de los ciclistas y automovilistas, artículo<br />

posteado el 9 de mayo de 2011 (consultado el 10 de octubre de 2014). http://bicitekas.<br />

org/cartilla-de-derechos-y-obligaciones-para-ciclistas-y-automovilistas/


Cultura de la movilidad / 67<br />

La presencia de más ciclistas en la calles que llevan a cabo<br />

prácticas de conducción segura logran mejorar las circunstancias<br />

de seguridad vial de todos. Es importante fomentar la<br />

convivencia de los distintos usuarios de la vía, así como ejercer<br />

el derecho de usar la calle de forma responsable.<br />

Así, las ciudades mexicanas que lo necesiten deben considerar<br />

publicar y difundir esta información disponible en manuales<br />

de ciclismo urbano para fomentar la conducción segura<br />

de la bicicleta. Por ejemplo, organizaciones y colectivos como<br />

Bicitekas, GDL en bici, Pueblo Bicicletero, entre muchos otros<br />

usan sus medios de comunicación para transmitir mensajes de<br />

seguridad al mayor número de ciclistas posible, recordándoles<br />

la manera correcta en que deben circular para protegerse a sí<br />

mismos y a los demás usuarios de la vía pública.<br />

6.1.2. Cursos de ciclismo urbano<br />

Los cursos de ciclismo se pueden dar en entornos tanto escolares<br />

como laborales, e incluso en el marco de eventos ciclistas,<br />

siempre y cuando constituyan un verdadero espacio para el<br />

aprendizaje. Los centros educativos son los espacios más evidentes<br />

para transmitir a ciclistas en proceso las herramientas<br />

para una movilidad segura. Algunos espacios adecuados para<br />

ello son:<br />

• Las escuelas tradicionales, desde primaria hasta secundaria,<br />

con maestros adiestrados.<br />

•<br />

• Otros espacios informales que promuevan actividades y<br />

métodos pedagógicos, ya sea el hogar, los museos o incluso<br />

los medios de comunicación.<br />

Un ejemplo interesante al respecto es el de la biciescuela<br />

creada en la delegación Miguel Hidalgo del Dis -<br />

trito Federal, la primera escuela de este tipo en la Ciudad de<br />

México 139 . Inaugurada en junio del 2014, la “Biciescuela MH”<br />

se enmarca en una amplia política de fomento a la movilidad<br />

no motorizada. En la práctica, la escuela organiza talleres sobre<br />

cómo usar la bicicleta, los reglamentos de tránsito, las rutas<br />

adecuadas para ciclistas, mecánica etc. Cinco meses después<br />

de la inauguración, 850 alumnos, niños y adultos, ya se habían<br />

graduado de la Biciescuela MH, convirtiéndose en promotores<br />

capacitados del uso seguro de la bicicleta en la ciudad.<br />

Otro programa en la ciudad de México es el de Bicientrénate,<br />

el cual tiene como objetivo “capacitar a toda persona interesada<br />

en mejorar sus habilidades, destrezas y conocimientos<br />

sobre la bicicleta, para utilizarla como medio de transporte a<br />

corto y mediano plazos” 140 . El programa BiciEntrénate se realiza<br />

durante los paseos dominicales de “Muévete en Bici” y<br />

cuenta con el apoyo de la Asociación Mujeres en Bici A.C. De<br />

2009 a 2012, se otorgó el curso a 5,437 personas con el apoyo<br />

de 400 instructores 141.<br />

6.1.3. Programas de comunicación y<br />

sensibilización del uso de la bicicleta<br />

Además de los programas de educación, la promoción del<br />

ciclismo puede llevarse a cabo con programas que impulsen<br />

por sí mismos la práctica de la bicicleta en la ciudad. Algunos<br />

de estos programas se destacan en el artículo de John Pucher,<br />

Jennifer Dill y Susan Handy, el cual repasa los casos internacionales<br />

exitosos de fomento del ciclismo urbano 142 . Además<br />

de la infraestructura, los autores resaltan el importante papel<br />

de los programas de promoción que se han hecho cada vez<br />

más numerosos en distintas ciudades del mundo.<br />

Por ejemplo, Bogotá tiene un buen programa de ciclovía recreativa<br />

los domingos, con una gran participación ciudadafamiliarizar<br />

a las personas con el uso de la bicicleta en la calle,<br />

na, que a pesar de sus fines recreativos, tiene el potencial de<br />

y de servir como un acercamiento inicial a su uso como modo<br />

de transporte. La “Ciclovía” cuenta con un recorrido<br />

de 121 kilómetros de vías que desde 2005 se cierran a los automóviles<br />

todos los domingos y los días festivos, desde las 7<br />

de la mañana hasta las 2 de la tarde. Un estudio reciente demostró<br />

que el programa ofrece un entorno en el que los usuarios<br />

(peatones y ciclistas mayoritariamente) se sienten más<br />

seguros y pueden desarrollar una mayor cohesión social 143 .<br />

Así, este tipo de intervenciones programáticas, establecidas<br />

la ciudad, además de representar una política social equitativa<br />

que mejora la movilidad de segmentos de la población con<br />

menores ingresos.<br />

139<br />

“Para fomentar el uso del transporte no motorizado, inaugura VHRG la primera biciescuela MH”,<br />

Delegación Miguel Hidalgo, 6 de junio de 2014, consultado el 24 de octubre de 2014. http://www.<br />

miguelhidalgo.gob.mx/para-fomentar-el-uso-del-transporte-no-motorizado-inaugura-vhrg-la-primera-biciescuela-mh/.<br />

140<br />

Secretaría del Medio Ambiente “Bicientrénate“, (consultado el 15 de octubre de 2014) http://www.<br />

sedema.df.gob.mx/mueveteenbici/index.php?option=com_content&view=article&id=70&Itemid=75<br />

141<br />

Secretaría del Medio Ambiente “Estrategia de movilidad en bicicleta de la Ciudad de México”,<br />

(consultado el 15 de octubre de 2014) http://www.sedema.df.gob.mx/mueveteenbici/images/stories/<br />

pdf/octubre_biciescuela.pdf<br />

142<br />

John Pucher, Jennifer Dill y Susan Handy, “Infrastructure, Programs and Policies to Increase<br />

Bicycling: an International Review”, Preventive Medicine, no. 50 (2010): S106-S125.<br />

143<br />

Andrea Torres, Olga L. Sarmiento, Christine Stauber y Roberto Zarama, “The Ciclovía and Cicloruta<br />

Programs: Promising Interventions to Promote Physical Activity and Social Capital in Bogotá,<br />

Colombia”, American Journal of Public Health, no. 103, vol. 2 (2013): e23-e30.


Cultura de la movilidad / 69<br />

Las campañas de comunicación más efectivas son asociadas<br />

a un gran involucramiento de los medios, ya que<br />

éstos pueden asegurar una buena cobertura de las actividades<br />

programadas y de los mensajes que se busca difundir.<br />

Asimismo, materiales audiovisuales como videos<br />

promocionales, películas, o presentaciones tienen un gran<br />

impacto en la percepción del público objetivo. Ejemplos<br />

exitosos son los de personalidades como Enrique Peñalosa<br />

o Antanas Mockus, ambos ex-alcaldes de Bogotá, quienes<br />

-<br />

portamiento ciudadano; o de grupos de la sociedad civil<br />

que difunden materiales audiovisuales poniendo de relieve<br />

problemas (situaciones de movilidad insegura, infraestructura<br />

inadecuada, etc.) y soluciones posibles (ciudades<br />

con cultura ciclista, entre otros). Finalmente, actividades y<br />

eventos pueden servir como campañas de comunicación<br />

creciente se encuentra en varias ciudades del mundo, o de<br />

festivales, conferencias, carreras, ciclopaseos, etc.<br />

Recomendaciones<br />

Promover el uso de la bicicleta en la ciudad es primordial<br />

-<br />

bargo, dichos programas también deben de contemplar recomendaciones<br />

clave para promover un ciclismo seguro, a<br />

saber:<br />

Promover todo tipo de iniciativas que familiaricen a los<br />

ciclistas y otros usuarios de la calle con la circulación segura:<br />

• Pericias para la conducción segura de la bicicleta en<br />

entornos urbanos.<br />

• Cursos de ciclismo urbano en entornos tanto escolares<br />

como laborales, e incluso en el marco de eventos ciclistas.<br />

• Programas de comunicación y sensibilización del uso<br />

de la bicicleta.


7. CONCLUSIONES<br />

Conclusiones / 71<br />

El ciclismo urbano es una importante opción de movilidad que<br />

las ciudades mexicanas necesitan promover e incentivar para<br />

enfrentar los crecientes desafíos de transporte y seguridad<br />

vial de manera efectiva. Más ciclistas en las calles representan<br />

mayor seguridad para todos. Es decir, promover el uso de la<br />

bicicleta en sí mismo tiene impactos positivos en la mejora<br />

de las condiciones de seguridad de los ciclistas y de todos los<br />

usuarios de la vía. Por esta razón este documento propone implementar<br />

una estrategia integral con base en tres ejes: aplicación<br />

de la ley, diseño vial y cultura de la movilidad.<br />

El número de muertes por hechos de tránsito en el país es alarmante:<br />

el 96% de los hechos viales ocurren en zonas urbanas,<br />

y en promedio entre 2007 y 2012 han muerto cada año 16,750<br />

personas como resultado de lesiones por choques, volcaduras<br />

o atropellamiento,de los cuales en 2012 el 30% se<br />

trataba de peatones y el 2% de ciclistas. En cuanto al total de<br />

lesiones por hechos viales que se documentaron en el país en<br />

2012, aproximadamente un 10% fueron ciclistas.<br />

Considerando que el reparto modal de la bicicleta en las ciudades<br />

mexicanas es cerca de 1%, el hecho de que 1% de las<br />

muertes y 10% de las lesiones por hechos viales involucre a<br />

ciclistas pone de relieve su vulnerabilidad en entornos urbanos.<br />

Sin embargo, la evidencia muestra que a medida que aumenta<br />

el número de ciclistas en las calles, las probabilidades<br />

de lesiones o muertes por una colisión con un automóvil dis-<br />

-<br />

tamiento frente a la presencia de más ciclistas en las calles.<br />

facilidad vial que debe instrumentarse son la jerarquía de la<br />

vía, el volumen y la velocidad vehicular.<br />

Una de las principales restricciones a la implementación de<br />

infraestructura ciclista de alta calidad es la falta de recursos<br />

por lo que es necesario revertir este proceso con presupuesvía<br />

emblemática de la ciudad, mediante infraestructura que<br />

cuente con altos estándares de diseño. El éxito de este tipo<br />

de vía puede a su vez generar el impulso necesario para posicionar<br />

el tema ciclista en la agenda pública, así como generar<br />

una mayor demanda ciudadana por más infraestructura con<br />

estos estándares.<br />

Respecto a la cultura de la movilidad, es preciso recordar que<br />

ésta se encuentra estrechamente relacionada con el diseño de<br />

la calle, así como con la aplicación de la ley, y que es importante<br />

promover a través de la educación un comportamiento<br />

de respeto y convivencia en las calles. Contar con la información<br />

necesaria para decidir cuál es el modo de transporte<br />

adecuado fomenta la multimodalidad. La educación vial con<br />

énfasis en la importancia de dar prioridad a los usuarios vulnerables,<br />

las pericias para conducir la bicicleta en entornos urbanos,<br />

así como en las leyes de tránsito vigentes puede sensibilizar<br />

y empoderar a todos los usuarios de la vía para promover<br />

un comportamiento más seguro.<br />

Para lograr aumentar el número de ciclistas urbanos, es importante<br />

contar con una regulación que proteja a los usuarios más<br />

vulnerables y promueva un comportamiento responsable en<br />

todos los usuarios de la calle, incluyendo a los automovilistas<br />

considerando que son los actores que más riesgo generan<br />

en las calles. Además, es fundamental que esta regulación sea<br />

aplicada por la policía de tránsito, valiéndose de capacitación<br />

y uso de tecnologías.<br />

El diseño de la calle determina el comportamiento de los usuarios,<br />

ya que un buen diseño del espacio disminuye la posipromuevan<br />

velocidades adecuadas en las calles permite compartir<br />

el espacio con todos los usuarios, sin la necesidad de<br />

contar con carriles segregados. Existe una gran variedad de<br />

intervenciones que dan cabida a los ciclistas de todas las<br />

edades y habilidades.<br />

La implementación de esta estrategia integral requiere de<br />

la coordinación de distintos sectores dentro del gobierno,<br />

así como una efectiva comunicación con la ciudadanía. De<br />

igual manera, se requiere una participación activa de los<br />

ciudadanos, solicitando estas mejoras del gobierno y cumpliendo<br />

con las regulaciones. La seguridad vial debe ser un<br />

tema prioritario en la agenda urbana de las ciudades mexi-<br />

-<br />

ta como modo de transporte, es fundamental tomar acción<br />

para generar las condiciones para que cada vez más existan<br />

más ciclistas circulando en nuestras calles de forma segura.<br />

Esto generará ciudades más seguras para todos, con un<br />

menor número de muertes y lesiones por hechos de tránsito<br />

y con una mejor movilidad, accesibilidad y calidad de vida.


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