El principe Lestat - Anne Rice
ecobrado la conciencia, está hablando, se siente solo y lleno de rencor, confuso, completamente incapaz, por lo visto, de obtener lo que desea. Quizá ni siquiera sabe lo que quiere. Vi que David se estremecía y que alzaba un poco la mano derecha, como pidiéndome que me moderara, que le quitara hierro a la cuestión y no la llevara al extremo. Permanecí totalmente inmóvil contemplando la noche, esperando: esperando a que la Voz hablara. Pero no habló. —Id a Nueva York —dije—. Mientras la Voz sea capaz de despertar y controlar a los demás, ningún lugar es
seguro. Quizá Seth y Fareed van hacia allí. Seguro que ellos saben lo que está pasando. Habla en la emisora de radio con Benji y llama a Seth. Ingéniate algún modo de disimular el mensaje. Eso se te da muy bien. Llama a todos los ancianos que nos puedan ayudar. Si hay ancianos que pueden ser despertados para destruir, tiene que haber otros que puedan ser despertados para combatir. Y tenemos aún un poco de tiempo, de todos modos. —¿Tiempo? ¿Por qué lo dices? — preguntó David. —Acabo de explicártelo —dije—. El espíritu aún no ha encontrado el modo de conseguir lo que quiere. Es
- Page 896 and 897: explicarle a él o a cualquiera.
- Page 898 and 899: —Desbarraba, sobre todo. La mitad
- Page 900 and 901: Maharet. —¿Y ella qué dijo? —
- Page 902 and 903: ella le advirtió que no intentara
- Page 904 and 905: chocaban entre sí, que se sucedía
- Page 906 and 907: ueno, a todos nosotros. —Yo no cr
- Page 908 and 909: la Voz lo tiene controlado. ¿No es
- Page 910 and 911: ocurriendo —dije—. Me voy allí
- Page 912 and 913: —¿Y quién es todo el mundo? Yo
- Page 914 and 915: Luego, procurando hacerlo lo mejor
- Page 916 and 917: estaba preguntando ella en la antig
- Page 918 and 919: Yo no lo conocía y, desde entonces
- Page 920 and 921: también como habría hecho una ni
- Page 922 and 923: pero era impotente frente a aquella
- Page 924 and 925: traté de pensar qué podía hacer.
- Page 926 and 927: destello de inteligencia, pero era
- Page 928 and 929: fracasado; que yo podía tocar simp
- Page 930 and 931: mano lentamente y dejé que mis ded
- Page 932 and 933: —Muy bien —dije—. He venido a
- Page 934 and 935: pensamientos febriles se acompañar
- Page 936 and 937: engullirlo. Vi los restos de unas c
- Page 938 and 939: —¿O qué? —preguntó Jesse.
- Page 940 and 941: Guatemala. ¿Para qué? ¿Qué pod
- Page 942 and 943: volví a entrar en la suite. David
- Page 944 and 945: adquiriendo cada vez más habilidad
- Page 948 and 949: posible que ni siquiera sepa todav
- Page 950 and 951: hecho. ¿Ya es demasiado tarde? Sil
- Page 952 and 953: pregunté—. ¿No estás simplemen
- Page 954 and 955: Pasé muy despacio, desapercibido,
- Page 956 and 957: —¿Estás orgulloso de ti mismo,
- Page 958 and 959: caminaba solo por las calles ansian
- Page 960 and 961: Aceleré la marcha. Sabía dónde s
- Page 962 and 963: Luego desapareció. Sentí una viol
- Page 964 and 965: —¿Qué vas a hacer, si no? —gr
- Page 966 and 967: Marius ignoraba a la Voz con la mis
- Page 968 and 969: estaba allí, lo sabía. En esas se
- Page 970 and 971: espuma plateada rompiendo en la are
- Page 972 and 973: presencia quizá, e incluso oyó el
- Page 974 and 975: arena y el murmullo del viento. Y a
- Page 976 and 977: Subieron juntos por el repecho de a
- Page 978 and 979: dime quién eres y qué quieres de
- Page 980 and 981: fijamente, sentado de lado en el ba
- Page 982 and 983: ondulante se unía con el cielo. ¿
- Page 984 and 985: zafé de los troncos ardientes. Mar
- Page 986 and 987: posibilidad de que la vida contuvie
- Page 988 and 989: su fiel dios de sangre. Sabía que
- Page 990 and 991: siglos atrás, lo había tranquiliz
- Page 992 and 993: ojos fijos en la espuma de la playa
- Page 994 and 995: ¿Cómo conseguiste sobrevivir? Tes
seguro. Quizá Seth y Fareed van hacia<br />
allí. Seguro que ellos saben lo que está<br />
pasando. Habla en la emisora de radio<br />
con Benji y llama a Seth. Ingéniate algún<br />
modo de disimular el mensaje. Eso se te<br />
da muy bien. Llama a todos los ancianos<br />
que nos puedan ayudar. Si hay ancianos<br />
que pueden ser despertados para<br />
destruir, tiene que haber otros que<br />
puedan ser despertados para combatir. Y<br />
tenemos aún un poco de tiempo, de<br />
todos modos.<br />
—¿Tiempo? ¿Por qué lo dices? —<br />
preguntó David.<br />
—Acabo de explicártelo —dije—.<br />
<strong>El</strong> espíritu aún no ha encontrado el<br />
modo de conseguir lo que quiere. Es