El principe Lestat - Anne Rice
Ah, pero resulta sorprendente. Saben tanto de nosotros como la Iglesia de Roma, pero no nos condenan y ni quieren hacernos daño. Quieren saber más sobre nosotros. Imagínate. Ellos nos estudian. Y nosotros, en cambio, ¿cuándo nos hemos estudiado a nosotros mismos? Me gustan por este motivo. De veras. Jamás debes hacerles daño. Así pues, entre los miembros de la Orden había humanos y fantasmas, ¿no? Y bebedores de sangre. Raymond Gallant, Tesjamen y Magnus. Hummm. ¿Todos sus miembros se convertían en fantasmas al morir? No, eso no habría funcionado. De ser así, ahora habría miles de miembros
espectrales de la Orden flotando por ahí. Lo cual era absurdo. No. Era fácil deducir que debía de ser algo fuera de lo común reclutar a un miembro agonizante de entre sus filas para que permaneciera con ellos «en espíritu», sencillamente porque era muy infrecuente que el espíritu de una persona agonizante permaneciera en el mundo. Cierto, había montones de fantasmas, pero no eran más que un resto infinitesimal de todos los pobres miserables que habían nacido y muerto desde los albores de la creación. Ahora bien, ¿qué virtudes debían reunir los fantasmas para que los instruidos hechiceros de la Talamasca los
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espectrales de la Orden flotando por ahí.<br />
Lo cual era absurdo.<br />
No. Era fácil deducir que debía de<br />
ser algo fuera de lo común reclutar a un<br />
miembro agonizante de entre sus filas<br />
para que permaneciera con ellos «en<br />
espíritu», sencillamente porque era muy<br />
infrecuente que el espíritu de una<br />
persona agonizante permaneciera en el<br />
mundo. Cierto, había montones de<br />
fantasmas, pero no eran más que un resto<br />
infinitesimal de todos los pobres<br />
miserables que habían nacido y muerto<br />
desde los albores de la creación. Ahora<br />
bien, ¿qué virtudes debían reunir los<br />
fantasmas para que los instruidos<br />
hechiceros de la Talamasca los