El principe Lestat - Anne Rice
peculiar, le explicó que la tía Marge no podía estar en aquel lugar, pero que Rose se encontraba allí a salvo de todo peligro, y que él, Viktor, se encargaría personalmente de que fuera así. Y lo mismo harían las enfermeras. Ellas atenderían cualquier necesidad que tuviera. —Has sufrido una intervención quirúrgica tras otra —dijo—, pero estás mejorando de una forma fantástica y pronto volverás a ser tú misma completamente. —¿Dónde está el médico? — preguntó Rose. Él le cogió la mano; ella le estrechó la suya.
—Vendrá esta noche, después del crepúsculo —dijo Viktor—. No puede estar aquí ahora. —Como un vampiro —dijo ella, pensativa, riendo suavemente. Él se rio con ella. —Sí, así mismo, Rose —dijo. —Pero ¿dónde está el Príncipe de los Vampiros, mi tío Lestan? —No importaba si Viktor no lograba comprender su humor extravagante. Lo atribuiría a los sedantes, que la hacían sentir un poco alocada y casi contenta. —El Príncipe de los Vampiros vendrá, te lo aseguro —repuso Viktor—. Como te digo, lo están buscando. —Eres igual que él —dijo ella,
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—Vendrá esta noche, después del<br />
crepúsculo —dijo Viktor—. No puede<br />
estar aquí ahora.<br />
—Como un vampiro —dijo ella,<br />
pensativa, riendo suavemente.<br />
Él se rio con ella.<br />
—Sí, así mismo, Rose —dijo.<br />
—Pero ¿dónde está el Príncipe de<br />
los Vampiros, mi tío Lestan? —No<br />
importaba si Viktor no lograba<br />
comprender su humor extravagante. Lo<br />
atribuiría a los sedantes, que la hacían<br />
sentir un poco alocada y casi contenta.<br />
—<strong>El</strong> Príncipe de los Vampiros<br />
vendrá, te lo aseguro —repuso Viktor—.<br />
Como te digo, lo están buscando.<br />
—Eres igual que él —dijo ella,