El principe Lestat - Anne Rice
desde luego era la mejor manera de localizar a Marge. Así que necesitaba tenerlo anotado. —¿Quieres explicarme cuál es el problema? —dijo Marge—. Sé que ha ocurrido algo. Rose meneó la cabeza. —Solo he estado leyendo, pensando —dijo Rose—. Ahora ya me encuentro mejor. El lunes volveré a clase. He de ponerme al día en un montón de cosas. Durante las clases, apenas conseguía concentrarse. Se abstraía todo el rato pensando en aquella noche remota, cuando el tío Lestan la había cogido en brazos y la había llevado hacia lo alto por encima de la isla. Volvía a verlo en
la sombría oficina del abogado de Athens, Tejas, diciendo: «¡Haga lo necesario!» Bueno, tenía que haber alguna explicación. Y de repente se le ocurrió. Claro. Claro. Su tío conocía a la autora de los libros. Tal vez había sido la fuente de inspiración. Era tan sencillo que casi se rio en voz alta. Tenía que ser eso. Él y su amigo Louis habían inspirado la serie de ficción. Y, naturalmente, cuando ella le contara que había descubierto los libros, el tío Lestan se reiría y le explicaría cómo fueron concebidos y escritos. Seguramente le diría que para él había constituido un honor ser la inspiración
- Page 382 and 383: Nueva York, su vehemente deseo de e
- Page 384 and 385: Su hogar incluyó enseguida un ama
- Page 386 and 387: Broadway y a muchas de las obras te
- Page 388 and 389: Ella nunca le había contado a nadi
- Page 390 and 391: peligro, supuestamente, de converti
- Page 392 and 393: Problemáticos y sobre otros escán
- Page 394 and 395: arreglado, y Rose y Marge se mudaro
- Page 396 and 397: Su padre y su madre habían falleci
- Page 398 and 399: hogar para su esposo y sus hijos, p
- Page 400 and 401: Y de repente se transformó en un t
- Page 402 and 403: ocupada con otras cosas. Y después
- Page 404 and 405: Deseaba desesperadamente hablar con
- Page 406 and 407: dedos, y se estremeció. Rose habr
- Page 408 and 409: como los demás chóferes, y dejó
- Page 410 and 411: alfombra, y cruzaron un oscuro corr
- Page 412 and 413: ¿Cómo podía llegar a ser algo ta
- Page 414 and 415: deseaba escucharla. Ella se sentía
- Page 416 and 417: gemido. Con cautela, Rose se sentó
- Page 418 and 419: citas bien los nombres! —exclamó
- Page 420 and 421: Se bajó de la cama, con piernas va
- Page 422 and 423: haber creído que podía contarle s
- Page 424 and 425: entrega de una serie de novelas. En
- Page 426 and 427: solo en voz baja. Al llegar el vier
- Page 428 and 429: ni en videntes, ni en brujas ni en
- Page 430 and 431: como el arrebato de Gardner de insu
- Page 434 and 435: de esos extraños y románticos des
- Page 436 and 437: Marge para cenar temprano. Empezaba
- Page 438 and 439: libro a la cara. Sin decir palabra,
- Page 440 and 441: Gardner le arrebató el bolso y, ba
- Page 442 and 443: manos y tiró con fuerza, como él
- Page 444 and 445: vez más que le había roto el cora
- Page 446 and 447: de mi vida! —gritó—. ¡Y ahora
- Page 448 and 449: Los dos hombres se peleaban, destro
- Page 450 and 451: administrarle a Rose «la ardiente
- Page 452 and 453: el pasillo; más voces cerca, casi
- Page 454 and 455: Ahora estaba soñando otra vez. Una
- Page 456 and 457: acercó a la cama. Ah, qué extraor
- Page 458 and 459: peculiar, le explicó que la tía M
- Page 460 and 461: como si estuviera soñando. Sintió
- Page 462 and 463: castaños de expresión compasiva.
- Page 464 and 465: —¿El hijo del tío Lestan? — e
- Page 466 and 467: No le importaba quién fuera la ví
- Page 468 and 469: la mano. Los seres humanos lo mirab
- Page 470 and 471: io a carcajadas al recordarlo. E in
- Page 472 and 473: Pero había sido lo bastante astuto
- Page 474 and 475: chica se estremeció y tembló como
- Page 476 and 477: alternativamente—. Venid. Ese era
- Page 478 and 479: le pasaba lo mismo. «Qué estúpid
- Page 480 and 481: palabras. —¿Qué me importan a m
desde luego era la mejor manera de<br />
localizar a Marge. Así que necesitaba<br />
tenerlo anotado.<br />
—¿Quieres explicarme cuál es el<br />
problema? —dijo Marge—. Sé que ha<br />
ocurrido algo.<br />
Rose meneó la cabeza.<br />
—Solo he estado leyendo, pensando<br />
—dijo Rose—. Ahora ya me encuentro<br />
mejor. <strong>El</strong> lunes volveré a clase. He de<br />
ponerme al día en un montón de cosas.<br />
Durante las clases, apenas conseguía<br />
concentrarse. Se abstraía todo el rato<br />
pensando en aquella noche remota,<br />
cuando el tío Lestan la había cogido en<br />
brazos y la había llevado hacia lo alto<br />
por encima de la isla. Volvía a verlo en