El principe Lestat - Anne Rice
¿Cómo podía llegar a ser algo tan perfecto? Sin duda, la tía Marge lo comprendería; es decir, si se lo contaba. Pero quizá sería mejor no contárselo nunca a nadie. Rose había guardado algunos secretos toda su vida; los había mantenido bien ocultos. Intuía que divulgar un secreto podía ser algo terrible. Y quizá mantendría en secreto esta noche durante toda su vida. Yacieron juntos sobre la almohada; Gardner hablando de todo lo que Rose tenía que aprender, de todo lo que quería compartir con ella, de las esperanzas que había depositado en su futuro. Rose era una niña, una hoja en blanco, dijo, y él quería darle todo lo que pudiera.
A ella estas palabras le hicieron pensar en el tío Lestan. No pudo evitarlo. Pero ¿qué habría pensado el tío Lestan si hubiera sabido dónde estaba ahora? —¿Te puedo contar algo? —dijo Rose—. ¿Cosas de mi vida, secretos de mi vida que nunca le he contado a nadie? —Claro —susurró Gardner—. Perdona que no te haya hecho más preguntas. A veces pienso que eres tan bella que apenas puedo hablar contigo realmente. —Eso no era cierto, de hecho. Él le hablaba todo el tiempo. Pero Rose intuyó lo que quería decir. Casi no había dicho nada sobre si
- Page 362 and 363: La tía Marge y la tía Julie se pu
- Page 364 and 365: música que has estado escuchando»
- Page 366 and 367: se le permitiría llamar a su «fam
- Page 368 and 369: vigilantes de sus guardianas, no lo
- Page 370 and 371: él. Forcejeó con toda su alma, gr
- Page 372 and 373: terminar su vida, pensó. Y quizás
- Page 374 and 375: de este hombre eran verdes. Se le a
- Page 376 and 377: —Soy amigo de tu tío, Rose —di
- Page 378 and 379: enfermera. Rose parpadeó con los o
- Page 380 and 381: nunca había pretendido hacer daño
- Page 382 and 383: Nueva York, su vehemente deseo de e
- Page 384 and 385: Su hogar incluyó enseguida un ama
- Page 386 and 387: Broadway y a muchas de las obras te
- Page 388 and 389: Ella nunca le había contado a nadi
- Page 390 and 391: peligro, supuestamente, de converti
- Page 392 and 393: Problemáticos y sobre otros escán
- Page 394 and 395: arreglado, y Rose y Marge se mudaro
- Page 396 and 397: Su padre y su madre habían falleci
- Page 398 and 399: hogar para su esposo y sus hijos, p
- Page 400 and 401: Y de repente se transformó en un t
- Page 402 and 403: ocupada con otras cosas. Y después
- Page 404 and 405: Deseaba desesperadamente hablar con
- Page 406 and 407: dedos, y se estremeció. Rose habr
- Page 408 and 409: como los demás chóferes, y dejó
- Page 410 and 411: alfombra, y cruzaron un oscuro corr
- Page 414 and 415: deseaba escucharla. Ella se sentía
- Page 416 and 417: gemido. Con cautela, Rose se sentó
- Page 418 and 419: citas bien los nombres! —exclamó
- Page 420 and 421: Se bajó de la cama, con piernas va
- Page 422 and 423: haber creído que podía contarle s
- Page 424 and 425: entrega de una serie de novelas. En
- Page 426 and 427: solo en voz baja. Al llegar el vier
- Page 428 and 429: ni en videntes, ni en brujas ni en
- Page 430 and 431: como el arrebato de Gardner de insu
- Page 432 and 433: desde luego era la mejor manera de
- Page 434 and 435: de esos extraños y románticos des
- Page 436 and 437: Marge para cenar temprano. Empezaba
- Page 438 and 439: libro a la cara. Sin decir palabra,
- Page 440 and 441: Gardner le arrebató el bolso y, ba
- Page 442 and 443: manos y tiró con fuerza, como él
- Page 444 and 445: vez más que le había roto el cora
- Page 446 and 447: de mi vida! —gritó—. ¡Y ahora
- Page 448 and 449: Los dos hombres se peleaban, destro
- Page 450 and 451: administrarle a Rose «la ardiente
- Page 452 and 453: el pasillo; más voces cerca, casi
- Page 454 and 455: Ahora estaba soñando otra vez. Una
- Page 456 and 457: acercó a la cama. Ah, qué extraor
- Page 458 and 459: peculiar, le explicó que la tía M
- Page 460 and 461: como si estuviera soñando. Sintió
¿Cómo podía llegar a ser algo tan<br />
perfecto? Sin duda, la tía Marge lo<br />
comprendería; es decir, si se lo contaba.<br />
Pero quizá sería mejor no contárselo<br />
nunca a nadie. Rose había guardado<br />
algunos secretos toda su vida; los había<br />
mantenido bien ocultos. Intuía que<br />
divulgar un secreto podía ser algo<br />
terrible. Y quizá mantendría en secreto<br />
esta noche durante toda su vida.<br />
Yacieron juntos sobre la almohada;<br />
Gardner hablando de todo lo que Rose<br />
tenía que aprender, de todo lo que quería<br />
compartir con ella, de las esperanzas<br />
que había depositado en su futuro. Rose<br />
era una niña, una hoja en blanco, dijo, y<br />
él quería darle todo lo que pudiera.