El principe Lestat - Anne Rice

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neblinoso del Mediterráneo para adentrarse en los eternos desiertos de arena. Dormiría aquí, en las tierras de Egipto, quizá durante años; dormiría en su tierra natal. ¿Por qué no? Finalmente, se encontró solo bajo el enorme cielo oscuro, lejos de cualquier sonido y olor humano, con el gélido viento del desierto azotando su rostro, limpiándole la mugre de tierras extrañas que llevaba adherida a la piel. Entonces la Voz suspiró dentro de su cabeza. —Ay, déjame en paz —gritó Cyril —. ¡Apártate de mí! ¡No vengas a atormentarme aquí! Pero la Voz le habló ahora con una
inflexión que no le había oído otras veces, y con una resonancia completamente nueva. Preciosa. Y, sin embargo, era la Voz. Y le dijo: —Cyril, ven a casa. Ven con la tribu. Al fin somos todos uno.
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El Príncipe Lestat arranca allí d
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de Botticelli; Mekare y Maharet, Pa
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Título original: Prince Lestat Ann
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Recostada sobre mi almohada de pied
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nuestra existencia, cuando nos sent
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La Génesis de la Sangre En el prin
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valle y las aldeas de Mekare y Maha
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fueron capturadas y separadas, y ab
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En los albores de la Era Común, un
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libro escrito por el vampiro Lestat
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muertos, en cambio, quedaron conste
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Jerga de Sangre Cuando Lestat el va
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vampiro. Era el que utilizaba Akash
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ailaban; vivían bajo tierra, con f
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Un término muy popular entre los H
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vampiros ancianos de emplear sus po
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verdaderamente ancianos lo poseen,
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extraer la información que los otr
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la Mente. Neófito. Un nuevo vampir
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Mekare por su hermana Maharet cuand
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Primera parte El vampiro Lestat
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egresara a mi propio y poderoso cue
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mensajes, los pensamientos, pueden
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facilidad puedo desconectarme de lo
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clavaban en la sien como un dedo in
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uinas mayas; me adentré en Egipto
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ebelde, que l’enfant terrible, so
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aspectos, se está encontrando a s
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cincuenta y siete para siempre. Per
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El pequeño y triste pintor de icon
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misterio de la belleza. Un año má
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tras los ventanales. Había llegado
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—¿Te ha gustado eso, Voz? — pr
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había vuelto a sentir sediento, mu
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chillón y tiznado. Estaba completa
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cuando la sustancia que ansían los
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—Lestat, regresa a tu hogar. Vuel
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masculló. Y volvió a abandonarme.
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todo un dandi. Aunque estuviera dep
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esto, Voz? —pregunté—. Yo cre
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2 Benji Mahmoud Yo suponía que Ben
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consciente de ello. Debería haber
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no podían captar los oídos humano
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la situación. Y yo no. Nadie se mo
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edondeada y sus relucientes ojos ne
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sus vestidos de diseño y sus gemas
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Nueva York. No intentéis localizar
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Y entonces empezaba con su cantinel
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compañero Jayman. Benji eso lo dej
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3 Fareed y Seth Conocí a Fareed y
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de respiración. Solo que, cuando p
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multitud, disfrutando del momento,
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medida, si no me equivoco, y unos p
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luces de la gran metrópolis reverb
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Ellos me lo habían arrebatado todo
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maravillándome ante el personal in
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necesitas? Reconocí que me daba mi
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llevar a cabo un auténtico golpe d
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del todo, pero ¿no era cierto lo q
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están hechas tus células? —preg
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siquiera la inteligencia sobrenatur
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—Bueno, ¿cómo recogeremos el se
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del siglo XIX, con gansos, un riach
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«Bueno, si no ha de sufrir ningún
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aristócrata de mi época se habrí
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sus propios ojos y ya no había dud
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convirtieron en el hazmerreír gene
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vampiro, después de ser capturado
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noche cuando te vi en el escenario:
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Yo no la detuve. Luego alzó sus de
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cruelmente en unos callejones apart
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ya sentía el sol, percibía el aro
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—Yo no las odio —dijo—. Ni si
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él el alba inminente, pero yo ya e
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—Sí, pero hasta la carne más an
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—Sí, es mi más ferviente deseo
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más cortante de la tierra, fuera c
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servir para acabar con cualquiera.
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4 Problemas en la Talamasca y en la
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o recibiera noticias suyas. Me qued
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como si llevara años sin verla, co
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herrumbrosos. Todo rastro de vida h
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cualquiera. La llamada de David no
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en París, mejor de lo que había e
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populares habían estado cubiertas
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neófitos una ráfaga de advertenci
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me tropecé años atrás era el cul
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y coderas de ante marrón. Se levan
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lágrimas, las recriminaciones y m
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permanecí rígido y callado, miran
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echándolos de menos, añorándolos
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lo que está ocurriendo? ¿No ha si
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cuatro años con la destrucción de
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genealógicos, distribuir las donac
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lazos, de un modo que no era factib
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prosiguió Jesse—. Me daba miedo.
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tiempos en los que un inmortal pod
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todo lo demás. —En efecto —dij
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desmoronarse por completo, pero ens
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—dijo David—, pero dejando esto
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contra la malla de acero. Orquídea
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—Nunca se habló abiertamente de
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lo único que sentía era vergüenz
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David asintió, y yo hice lo mismo.
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había encarnado siempre al romano
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satisfecho. Cuando yo había leído
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visitar los archivos —dijo David
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etomando el hilo—. Pero solo a un
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Aquello era algo que Maharet había
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de la Sangre en nosotros y detener
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dejaría inconsciente e infundiría
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los equipos, así como a todo el pe
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Con toda docilidad. Mekare nunca se
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ien podría haberles pedido que me
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—¿Qué hay del Germen Sagrado?
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con delicadeza—. Cuando la tuvist
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haber bebido su espesa, viscosa y m
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con su puño, si concebía el prop
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de lo que Jesse nos había contado:
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saliera nada de Mekare. Y ya había
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especie de repugnancia, como si mir
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Mekare y Maharet —dijo Jesse, ima
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—comenté, irónico. Pero me sent
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despertado a los ancianos, sino que
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Jesse—. Pero sí sé que su vasta
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Reina. Pero a Maharet aquel antiguo
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Me pareció que deseaba que tú te
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lo dejé todo en manos de Jayman.
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consternado. Él había visto las r
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creía que habían vuelto a aquello
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econociera, como si se hubiera ence
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ojos de siempre, no sé si me expli
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Primera Generación, los más ancia
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—Pero ¿qué hay de Fareed? ¿Qu
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estaba preparado para compartir con
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la única diferencia de que Mekare
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camino. Todo ha cambiado. No fue so
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—pregunté. Temía estar convirti
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varios años —dijo David—. Todo
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trascendente. Lo que yo sé ahora d
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David me miró. —Tú estás al co
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en absoluto. —¿Cuál es, entonce
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declarase ser un anciano. Así que
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—Exacto. —Pero tú no creías s
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central —dijo David—. En unas p
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pero no veo por qué no podría hab
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acudían a tu lado antes de que lle
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que pueda aceptar una gran conexió
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públicamente como vampiro formaba
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aquello lo cambió todo. Era inevit
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todo aquello por nosotros. Siempre
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aprendido de los humanos. —Me rug
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teléfono. Sus dedos volaban a tal
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cuentas de correo. —Y ahora, por
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—Quiero ver a Maharet en persona
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Ella no respondió. David se levant
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íntimamente en este cuerpo. Sentí
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Toda aquella podredumbre. Finalment
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¿Cómo podía esperarse que olvida
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vampiro-científico loco y su ancia
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alma en ese cuerpo con el que él n
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—Ten por seguro que los escogen c
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ataúdes y sus guaridas. Le dije a
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de los dedos. —¿Y tú? —pregun
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cuando oí algo: un sonido lastimer
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pudiera darme cuenta, me hundió lo
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otra dirección de e-mail de otro p
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A decir verdad, perdí el pequeño
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Voz. Tengo cosas que hacer. —Ya m
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siquiera me había molestado en dar
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Segunda parte La autopista abierta
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odeaba el tío Lestan con sus brazo
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la había llevado de la casita de l
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príncipe estudiante. A ella la can
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terso, sin hebillas. No unas botas
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primera y la última vez que vio en
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en toda la escuela, y, en un abrir
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él solo, y Rose se reía por lo ba
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Lestan no las acompañó, pero corr
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Al cumplir los quince años, Rose s
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La tía Marge y la tía Julie se pu
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música que has estado escuchando»
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se le permitiría llamar a su «fam
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vigilantes de sus guardianas, no lo
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él. Forcejeó con toda su alma, gr
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terminar su vida, pensó. Y quizás
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de este hombre eran verdes. Se le a
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—Soy amigo de tu tío, Rose —di
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enfermera. Rose parpadeó con los o
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nunca había pretendido hacer daño
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Nueva York, su vehemente deseo de e
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Su hogar incluyó enseguida un ama
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Broadway y a muchas de las obras te
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Ella nunca le había contado a nadi
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peligro, supuestamente, de converti
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Problemáticos y sobre otros escán
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arreglado, y Rose y Marge se mudaro
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Su padre y su madre habían falleci
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hogar para su esposo y sus hijos, p
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Y de repente se transformó en un t
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ocupada con otras cosas. Y después
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Deseaba desesperadamente hablar con
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dedos, y se estremeció. Rose habr
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como los demás chóferes, y dejó
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alfombra, y cruzaron un oscuro corr
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¿Cómo podía llegar a ser algo ta
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deseaba escucharla. Ella se sentía
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gemido. Con cautela, Rose se sentó
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citas bien los nombres! —exclamó
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Se bajó de la cama, con piernas va
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haber creído que podía contarle s
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entrega de una serie de novelas. En
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solo en voz baja. Al llegar el vier
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ni en videntes, ni en brujas ni en
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como el arrebato de Gardner de insu
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desde luego era la mejor manera de
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de esos extraños y románticos des
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Marge para cenar temprano. Empezaba
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libro a la cara. Sin decir palabra,
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Gardner le arrebató el bolso y, ba
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manos y tiró con fuerza, como él
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vez más que le había roto el cora
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de mi vida! —gritó—. ¡Y ahora
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Los dos hombres se peleaban, destro
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administrarle a Rose «la ardiente
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el pasillo; más voces cerca, casi
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Ahora estaba soñando otra vez. Una
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acercó a la cama. Ah, qué extraor
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peculiar, le explicó que la tía M
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como si estuviera soñando. Sintió
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castaños de expresión compasiva.
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—¿El hijo del tío Lestan? — e
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No le importaba quién fuera la ví
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la mano. Los seres humanos lo mirab
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io a carcajadas al recordarlo. E in
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Pero había sido lo bastante astuto
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chica se estremeció y tembló como
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alternativamente—. Venid. Ese era
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le pasaba lo mismo. «Qué estúpid
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palabras. —¿Qué me importan a m
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Le dolía la cabeza. Retrocedió, t
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cumplido mis órdenes y te recompen
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a Kyoto. Debes destruirlos. Él hiz
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7 La historia de Antoine Había mue
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catarata de estribillos violentos y
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daba igual. Si el diablo tenía un
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en él. Un tipo encantador, Lestat,
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se quedaba dormido sobre el piano.
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convertido en un monstruo. —Han i
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Oscuridad. Podías sufrir quemadura
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víctimas, se convirtieron para él
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Era como si hubiera despertado de u
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Y, finalmente, en los grandes teatr
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habían mantenido con su dulce amis
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feo, aborrecible, indigno de una vi
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se tragaría despiadadamente todas
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historias que Lestat explicaba en s
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Nueva York por unas monedas; y un d
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percibir el aroma de la sangre. ¿Q
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las aceras con una gran escoba amar
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iba a volverse loco con tanta belle
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el viejo barrio rojo de San Francis
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trabajaban hasta muy tarde. Era un
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permanecía en silencio. Y también
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Claudia». Pero ellos se habían vu
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Acababa de leer el último libro de
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su preciosa y elegante casa de made
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sabido decirlo. Un encantador fondo
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podía oírlo, débilmente pero sin
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daño a nadie. Juntaos contra los q
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Maharet, a Jayman, para que nos hab
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adormilado personal del turno de no
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de viviendas privadas. Ahora volví
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todo, era una soledad extrema. Sab
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Lestat explica que Magnus le oblig
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miembros en esa época de la Banda
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se la había contado a sí mismo. P
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te ven, no pueden hacerlo. Pero Arm
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te vienes conmigo hacia el oeste? L
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en el siglo XVI, en aquellas habita
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no funcionó. Llegó la aurora, e h
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grandes héroes de las Crónicas Va
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odeados de cercas de hierro. »Los
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Antoine, por favor, no vayas. Te bo
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la mañana, cuando ya se echaba a d
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camisa Hugo Boss y una reluciente c
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violentos. Notó que ella vacilaba
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de un modo casi inhumano a medida q
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su pañuelo y lo alzó temblando, s
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voz baja. Antoine sintió que lo ro
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acrílica, y utilizando una sola br
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mucho más estimulante, sí, lo hab
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de sangre. Ay, la sed insaciable de
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sacar el máximo provecho cuando se
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aire aniñado, de ojos color violet
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había suplicado después que lo ac
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como la última? ¿Quién está det
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ebedores de sangre que la considera
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jardines, en el barrio de Santa Ter
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corriendo en todas direcciones…
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ensordeciéndolo. Dejó en el suelo
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un frescor sobrenatural, y no oía
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poderosos amigos, sin haber sufrido
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varias películas que deberíamos v
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de un verde jardín por el que hab
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que hay un refugio convertido en un
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Antoine, Benji, Sybelle y el propio
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y se lo había llevado en volandas
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más poderosos que él, sino un alm
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gemelas, Mekare y Maharet, que se c
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que giraba como un torbellino por e
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había vivido con una condena de mu
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como engullida por una profunda ins
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sacarles a sus víctimas humanas to
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uscado refugio en la Madre Tierra.
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Realmente no lo sabía. Cuando se a
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existencia él ignoraba totalmente
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en un palacio junto al mar, en Cart
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desproporcionado se les otorgaba la
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ajo el mismo techo que Marius y Pan
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aquellos a quienes había pretendid
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también extraía el conocimiento d
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ogaban que examinaran los corazones
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derrotada. Zenobia había quedado a
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parte, os prometo una cosa, amigos
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salvo en defensa propia. Para enton
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interés en la profunda corriente d
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siempre había habido románticos,
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todo el mundo. Más aún, aquellos
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para un puñado de sacerdotes y gob
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contar con almacenes y supermercado
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destino de los bebedores de sangre
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sabía si con una simple hacha hubi
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había estado recuperándose durant
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espiritual. Gregory deseaba saber,
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había sido Fareed Bhansali, el mé
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joven acólito de Rhoshamandes llam
Page 676 and 677:
deshonrado y eternamente compungido
Page 678 and 679:
Nebamun, capitán de los Sangre de
Page 680 and 681:
Fareed Bhansali, el médico vampiro
Page 682 and 683:
Por primera vez en mil setecientos
Page 684 and 685:
aceitunada, con el pelo negro muy c
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para sumirse en el olvido. Nadie ha
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¡Con qué formalidad y cortesía s
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alojamiento y su clínica, Gregory
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Flavius. De hecho, ya había tomado
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siglo XVIII, y la semilla, en efect
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estas palabras, comprendió lo absu
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El chico debía de tener ahora diec
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¿tú nunca has deseado sacar al de
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cubierto con un calcetín. De vez e
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era un misterio para él, cosa com
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familia, los cuales nunca entendía
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Entonces empezó a hablar Fareed. H
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física y sus propiedades etéreas.
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eber más. Recuerdo cómo gritaba l
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—Sí —dijo Gregory—. Me const
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elleza como la que existe en toda l
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encontraron en los aparcamientos de
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Los vampiros no existían, todo el
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del asfalto residuos aceitosos de m
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entre los hombres de ascendencia af
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sí, encubriendo herméticamente su
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ehén. ¿Qué tiene Lestat que ofre
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sangre vampírica nos está convirt
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humanos religiosos temían tanto lo
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estudio del ADN de cada inmortal de
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Esto lo había tranquilizado enorme
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como Lestat los reafirmaban en la c
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acompañando a Sybelle al piano, y
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allá abajo, aunque persistiera con
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atacados. Apurando sus fuerzas hast
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donde había intentado, de joven, c
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la mirada vigilante de Gregory que
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familia. Al día siguiente reforzar
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mármol blanco capaz de espantar a
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10 Everard de Landen No quería sab
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verlo. Pero ahora esta Voz pretend
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las normas que él había impuesto
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Aunque eso era una tontería, en re
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ezando para que la Voz desaparecier
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música, se lo metió en el bolsill
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Esas cosas las encargaba por Intern
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de siempre, una taza de café ameri
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tez cérea como las gardenias, los
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ondulado y una cara de rasgos noble
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presenciarlo. Y pretendías que que
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vampiro. Pero consiguió dominarse
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en efecto, el pétalo de una garden
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voluntad. Él había pensado que el
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dijo Everard, burlón—. Tú debes
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entornaron al sonreír. Tenía una
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había visto a un bebedor de sangre
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insufriblemente vulgar en aquel com
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con suavidad el fantasma del pelo l
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—¿Por qué no podemos unirnos
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—No creo que sea el único en est
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Rhoshamandes la Sangre con tanta el
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—La mayor parte de lo que dice so
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porque las ráfagas no penetran en
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Rhoshamandes, con sus túnicas de c
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y respetaba hasta tal punto que hab
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perfeccionar lo que somos, no alter
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produce una agrupación de fuerzas,
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cuando los bebedores de sangre se u
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de Everard. «Tiene que estar muert
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—dijo Everard, rechazando el dolo
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Lo deseaba, pero no podía hacerlo,
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Ah, pero resulta sorprendente. Sabe
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eclutaran y les enseñaran a materi
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Quemaré sus bibliotecas, sus peque
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carretera rural, y el runrún de la
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Sangre»? Los seres humanos ya no s
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ecuerdos de su existencia anterior
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siquiera», solía decir. Everard t
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Rhoshamandes consideraba su petici
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para encender la chimenea. Se levan
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escalando el muro. La arrastró hac
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del cuello seccionados y de los vas
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Los enterró con la pala, alisando
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—Ancianos de la tribu —decía B
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atendían durante el día. El vampi
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tarjeta de visita blanca donde figu
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—. Siempre he sido tu amigo. Llev
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sus estimados amigos. Le dije que n
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jóvenes? —Se apresuró a respond
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—¿Qué sucedió en Calcuta? —E
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cerrados para saborear el momento,
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sotana de un sacerdote. Ese era el
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—¡Qué debes pensar de mí! —
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York, un joven bebedor de sangre ll
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como algunos otros ancianos. —¿Y
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tono y pestañeó como ante una luz
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asgos. Pero por detrás de esa cara
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de lo que este había dicho. —Y t
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—, en la costa del sur de Italia.
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¿iba a creer que él era aquel ser
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Ahora Gremt sintió que ella no le
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La rodeó y se acercó a Gremt. Qu
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verlos a todos. Y entonces se lo co
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la mano y darles lo que pudiera, ah
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jóvenes que se mantuvieran alejado
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y bastardos. Estaban masacrando a m
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—Esa Voz está despertando a los
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Ahora Benji se dirigió a la Voz.
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con sinuosas callejas empedradas e
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—Claro que no, su Alteza Real —
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explicarle a él o a cualquiera.
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—Desbarraba, sobre todo. La mitad
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Maharet. —¿Y ella qué dijo? —
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ella le advirtió que no intentara
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chocaban entre sí, que se sucedía
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ueno, a todos nosotros. —Yo no cr
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la Voz lo tiene controlado. ¿No es
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ocurriendo —dije—. Me voy allí
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—¿Y quién es todo el mundo? Yo
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Luego, procurando hacerlo lo mejor
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estaba preguntando ella en la antig
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Yo no lo conocía y, desde entonces
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también como habría hecho una ni
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pero era impotente frente a aquella
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traté de pensar qué podía hacer.
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destello de inteligencia, pero era
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fracasado; que yo podía tocar simp
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mano lentamente y dejé que mis ded
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—Muy bien —dije—. He venido a
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pensamientos febriles se acompañar
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engullirlo. Vi los restos de unas c
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—¿O qué? —preguntó Jesse.
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Guatemala. ¿Para qué? ¿Qué pod
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volví a entrar en la suite. David
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adquiriendo cada vez más habilidad
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ecobrado la conciencia, está habla
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posible que ni siquiera sepa todav
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hecho. ¿Ya es demasiado tarde? Sil
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pregunté—. ¿No estás simplemen
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Pasé muy despacio, desapercibido,
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—¿Estás orgulloso de ti mismo,
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caminaba solo por las calles ansian
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Aceleré la marcha. Sabía dónde s
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Luego desapareció. Sentí una viol
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—¿Qué vas a hacer, si no? —gr
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Marius ignoraba a la Voz con la mis
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estaba allí, lo sabía. En esas se
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espuma plateada rompiendo en la are
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presencia quizá, e incluso oyó el
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arena y el murmullo del viento. Y a
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Subieron juntos por el repecho de a
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dime quién eres y qué quieres de
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fijamente, sentado de lado en el ba
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ondulante se unía con el cielo. ¿
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zafé de los troncos ardientes. Mar
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posibilidad de que la vida contuvie
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su fiel dios de sangre. Sabía que
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siglos atrás, lo había tranquiliz
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ojos fijos en la espuma de la playa
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¿Cómo conseguiste sobrevivir? Tes
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conmovido su corazón. Aquello me p
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fuego con mi mente cuando se había
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señores rurales; e incluso nos ave
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había campos ni viñas en los alre
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siquiera la Sangre había logrado b
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Esperó, pero Tesjamen se había qu
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monasterio en ruinas, se forjó nue
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Talamasca. —Sí. Era el año 748,
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entrecortada—. Claro. Así se exp
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cuya identidad era desconocida salv
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crear contigo la Talamasca? ¿Por q
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sus documentos más antiguos o sus
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gobernar su destino por sí mismo.
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—Y Gremt, su espíritu hermano,
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confabularse con otros para destrui
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aborda científicamente. Marius no
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Alejandría a abandonar a la Madre
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su propósito en último término?
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vida en manos de Gremt, y se la he
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Gremt y Hesketh y quien sea que est
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que no es nuestra intención perman
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fantasmas entre nosotros también.
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Voz, o lo que haya que hacer, tú s
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Detrás de ellos, la ciudad empezab
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lo largo de los milenios; y habían
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14 Rhoshamandes y Benedict —Cálm
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iniciado en la Sangre, convencido d
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el rostro delicadamente modelado de
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Benedict. Mírame y explícame qué
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entraréis en el reino de los cielo
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a encontrarlo siempre y traerlo de
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Benedict con tristeza—. Muchos. P
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envueltos en llamas. Y vi a esa cos
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ahí fuera esperando. No es cierto
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Benedict lo ignoraba, pero Rhoshama
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acantilados de la costa occidental
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por su propia cuenta. Se hallaban a
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sabía, nunca más había vuelto. L
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Asamblea de los Eruditos. Sí, dese
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«Ah, pero este es mi reino —pens
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vez erguido en la silla—. Trató
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Tampoco ahora dejó traslucir su ra
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dicho: —Tú eres el único que me
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que cambiarse para el viaje: otra t
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como cuchillas se abrieron paso ent
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sangre era tan espesa, tan picante!
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cuello de zorro, que databa de la
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ya preparada para encenderse. Las t
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Después había sido atacada Europa
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Rhoshamandes se había nutrido de t
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sagradas y le rogaban con sus inter
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en la Sangre. Ni tampoco a sus hija
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ebeldes de la Primera Generación;
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abordar las presentes calamidades.
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Hummm. Ya veremos. Apagó las velas
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escoger uno de los libros que estab
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áridos cañones y barrancos de la
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necesidad de castrar a un chico par
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la hierba y las estrellas y la luna
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satisfactoria que volviera a ser la
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dispuesto incluso a luchar con otro
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—¿Cómo iba a saber que Benedict
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interior, en tu espléndido cuerpo
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15 Lestat NADA COMO EL HOGAR —¿P
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ponerme a discutir. Sí, era maravi
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palisandro con tracerías de oro, m
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la Europa moderna. Aun así, seguí
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que acudió a mí en París y empre
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sentí una punzada de añoranza por
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toda exactitud. Se apoyó en la rep
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verdad; o que te aman por ti mismo.
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nada. Reflexioné sobre las muchas
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puede oír ahora mismo? —le dije.
Page 1142 and 1143:
Fareed y Seth podrían verificar lo
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en el pie. —Sí, pero no tienes u
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Nube, aunque no lo sepas. Ella no r
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empleado de confianza. Y me cae bie
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encuadernado en tapa dura, una nove
Page 1152 and 1153:
organizada, aunque nosotros no sepa
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médica a la que había iniciado en
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Ojalá la Voz no estuviera tan deci
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poseían al parecer una inteligenci
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encontraba alojado en el cuerpo hu
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Permanecieron en silencio en la osc
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Voz directamente. Al fin, se volvi
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que nunca. Si la Voz lanza un ataqu
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importancia. A Fareed le habría gu
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seguro de la lealtad de Benji Mahmo
Page 1172 and 1173:
más perfecta que Rose. Y viceversa
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propio de un hombre que de un chico
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casi hasta los hombros. Y ese era e
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Ambos eran aún unos críos. —Ini
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sorprendió al decirlo. —Es proba
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complejo. —Os lo aseguro: los anc
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debajo del millar. En cuanto a los
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hospital de Bombay se había confro
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escapar a lo que estaba ocurriendo?
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17 Gregory TRINITY GATE ¿BAILAMOS?
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transformación. Pero en un sentido
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modo u otro, en el mundo entero de
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perfume de los lirios dispuestos en
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ahora en todo esto, ¿verdad? —di
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enzarzándose en cruentas batallas,
Page 1202 and 1203:
mayoría de las veces empleé el Do
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Gregory—. No hay uno solo de noso
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comporta como si el infierno no tuv
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aquellos que lo superaban en poder,
Page 1210 and 1211:
Armand—. Nosotros contamos aquí
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Gregory observó cómo se adelantab
Page 1214 and 1215:
volcán Pacaya en Guatemala. —Per
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variaciones. Flavius y Davis aparec
Page 1218 and 1219:
noche, él llevaba corto su pelo ru
Page 1220 and 1221:
su inevitable porte de estatua de m
Page 1222 and 1223:
con destruirlo, pero retomándolo c
Page 1224 and 1225:
el centro del salón y lo recorrió
Page 1226 and 1227:
ahora, damas y caballeros de la Noc
Page 1228 and 1229:
confiara plenamente en Gregory, má
Page 1230 and 1231:
Transcurrió una hora. Tal vez más
Page 1232 and 1233:
puerta con su pequeña compañía.
Page 1234 and 1235:
18 Lestat SEVRAINE Y LAS CUEVAS DE
Page 1236 and 1237:
de la luna esa tierra mágica situa
Page 1238 and 1239:
primera de una serie de cámaras m
Page 1240 and 1241:
ealidad, de la propia montaña. All
Page 1242 and 1243:
aquello estaba iluminado con la pot
Page 1244 and 1245:
además, había sido creada por Mar
Page 1246 and 1247:
cabellera suelta le daba un aire de
Page 1248 and 1249:
distintas formas y apariencias. Per
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esultaban visibles para cualquiera
Page 1252 and 1253:
naipes preciosos y relucientes. —
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No sabes cuántas noches te he segu
Page 1256 and 1257:
las manos con más fuerza. El coraz
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todo, entrando y saliendo de la loc
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cabello plateado le caía, suelto y
Page 1262 and 1263:
misma parecía estremecida mientras
Page 1264 and 1265:
espera todo el mundo que tú dirija
Page 1266 and 1267:
normal, sin adoptar un tono confide
Page 1268 and 1269:
apartado con una repugnancia inmedi
Page 1270 and 1271:
—Eleni y Eugénie —dije—. San
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etirarme a un rincón oscuro y asim
Page 1274 and 1275:
acababa de registrar nada por el mo
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mías: un sencillo traje oscuro y u
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Pero no me dejó entrar, no quiso e
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Mekare? ¿Podría la Voz obligar a
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Mira, deberíamos ir a verla ahora
Page 1284 and 1285:
y pienso plantarle cara. Puedo lleg
Page 1286 and 1287:
hay otros procedentes de nuestro mu
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empezara a obrar por su cuenta. Esc
Page 1290 and 1291:
este tiempo, ella no confía en mí
Page 1292 and 1293:
nosotros. —Debo ir a ver a Mahare
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tu hijo no es de la Sangre. Silenci
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una imagen completa del muchacho. E
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derivando bruscamente hacia la furi
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poner ninguna pasión. Me tenía si
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y a la de Eugénie, sentada a su la
Page 1304 and 1305:
destruirte. —¡Cuéntame ahora mi
Page 1306 and 1307:
—David y Jesse se han unido a los
Page 1308 and 1309:
eluciente, como muchos de los que y
Page 1310 and 1311:
nuevo, maldiciéndola con las peore
Page 1312 and 1313:
y ensayó otra estrategia. ¿Acaso
Page 1314 and 1315:
su vida dedicada al contrabando, el
Page 1316 and 1317:
un tono confidencial, ahí mismo.
Page 1318 and 1319:
haber confiado en mí. Pero se hab
Page 1320 and 1321:
profusamente iluminados. Las parede
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cargada de humedad, y la luz de las
Page 1324 and 1325:
música lo que veían, no a nosotro
Page 1326 and 1327:
magnífico rostro. Frente tersa, ra
Page 1328 and 1329:
inevitables que habrás de hacerte,
Page 1330 and 1331:
forma de existencia que ahora compa
Page 1332 and 1333:
frescas y esas suaves colchas de la
Page 1334 and 1335:
19 Rhoshamandes INFAME Y MONSTRUOSO
Page 1336 and 1337:
consciente de que no podía superar
Page 1338 and 1339:
telepáticamente sordos entre sí,
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y tú desafíes a la luz del sol.
Page 1342 and 1343:
¿No estaban locos los de la Primer
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incluso dos mil. Ya había sucedido
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a los jóvenes con bolsas y tubos d
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de simular ese sistema, alguien —
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mente de Mekare, idiota —dijo la
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arreglaba para controlarlo en su jo
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que seamos, ni los bienes que posea
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—¿Cinco metros frente a unos mon
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las bibliotecas de los monasterios
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silenciosamente hacia la jungla que
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Voz. —¡Y no me atrevo a intentar
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cuchilla poderosa. Percibía el olo
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por sus mejillas, como las lágrima
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impacto. Esta vez, Rhosh empleó el
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aquellos a los que había conocido
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Los ojos de Maharet se movieron par
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Toda la cabeza era un trozo de carb
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pensó que moriría bajo su peso ab
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en un tono desesperado—. ¡Tómam
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ayuda —dijo Rhosh—. Necesito ay
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Maharet y aguardaban al acecho, cad
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Jamás habría podido beber una got
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La Voz se echó a reír. Rio y rio
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únicamente, Fareed tal vez no cump
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Tercera parte Ragnarök en la capit
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labios, Viktor la distraía con su
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Y, además, Thorne, el bebedor de s
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preguntas de Rose, explicándole la
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inesperado. Pero su encanto se hall
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sobre la mesa. Miraba la mesa fijam
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tomando lo que se llama una decisi
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de mármol. A Fareed más bien le h
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todas aquellas caras extraordinaria
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llevaba por su parte una chaqueta d
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de echarse a llorar al conocer la n
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había borrado en su fuero interno
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Rose sabía que Viktor tenía razó
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nacimiento y la muerte. —La alegr
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Viktor. Se habían acurrucado de la
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con el paso de los años. Miró a L
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la vida misma bullía a su alrededo
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iba al suelo, Rose notó que caía
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hacia Rose y se acercó a ella, per
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dormitorio y la depositaba con sumo
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en voz baja. Notó que Louis le pon
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21 Rhoshamandes LA ESTRATAGEMA DEL
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inmediatamente a través de las ond
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secuestrado a uno de los nuestros.
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de hundir el machete en el cráneo
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varias mantas mullidas, y una almoh
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paranormales. Rhoshamandes no creí
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jirones sus despojos. Y lo haré de
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abrumador y la había depositado so
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que no le molestaba el pañuelo de
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Maharet. Rhosh ya se había cansado
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como los vientos de los mares del n
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tu energía giran dentro de ti con
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nunca he torturado a un ser humano.
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a arrojarse con su hermana en el vo
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tumba de escasa profundidad; la cas
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22 Gregory TRINITY GATE HEREDARÁS
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delante para estar juntos, ellos y
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duda. ¿Cómo se las había arregla
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estaban junto a Gregory, daban mues
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Rose, la tierna y aterrorizada Rose
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semejante entusiasmo. Desafiando la
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tuvieran paciencia. En torno a Greg
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años que había sido cuando recibi
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hacía falta para salir allí y hab
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estadios deportivos. ¡Uuuh, uuuh,
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derecha, Lestat retrocedió poco a
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Arjun con tono educado, acercándos
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23 Lestat UNA MULTITUD DE CONSEJERO
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esperando sin decir palabra. Daniel
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seguir lo que ocurra aquí. Tú des
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permanecían en un lado, junto a la
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similar, estaba Daniel, ahora total
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esto —dijo Sevraine. Otra bebedor
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—No saldrá de aquí nada efectiv
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En el fondo de mi mente, surgió fu
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elegido para ejercer la voluntad de
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—Es un bebedor de sangre que nunc
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noches oscuras de los comienzos, al
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los jóvenes y los débiles, y que
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altos y ceñidos y una larga ringle
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cualquiera de nosotros, y ver a tra
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que me había encontrado en el comp
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familiar de Mekare, que entró en A
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—A mí me visitó —dijo—. Me
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paz, pero no es débil —dijo Greg
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¿Oye los sonidos con más nitidez?
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azón —dijo Marius con un destell
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Ese ser nos está asesinando. Sybel
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imaginación. Uno ha de tener imagi
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sus objetivos, tiene un desesperado
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misma facilidad que si hubieran sid
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Ella habría podido con cualquiera
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accederemos a nada hasta que nos de
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adica en ser tan frágil como una g
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—. ¿Qué quieres decir? Fue Fare
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empezar. Ni tampoco sé si la idea
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—La cuestión es que por muy inte
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ignoraban. —Todavía no sabemos q
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causaban daño. Una definición muy
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ayudarán ahora. Estás hablando de
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que casualmente… ¡es nuestro esp
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—Creo —dijo— que el Príncipe
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audibles por una escalera de hierro
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lado, se acercó adonde se hallaba
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sobre la mesa—. Si pulso este bot
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24 Lestat EL QUE CORTA EL NUDO Inte
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por así llamarla. —Miró a Benji
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—Sí —dijo Fareed tranquilament
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la Voz tiene muchas cosas que apren
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cruel—. Ya os lo he dicho: una se
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ver morir a Benji y Sybelle? —No
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—, porque ella se encuentra a sal
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creías que iba a funcionar un plan
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consiguió zafarse. No podía mover
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asesté otro hachazo justo por deba
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infierno y llamaría a Benedict par
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cómo hablas a través de este tel
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envíe fotografías de todo? En efe
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Benedict—. Ella me está siguiend
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Benedict—. Él está bien. Yo no
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femenina, creo que la de Bianca, tr
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Rhoshamandes, le puso las manos con
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que seguía allí. —Rhosh, ¿est
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Rose se había sentado contra la pa
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salido corriendo. Estalló en sollo
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pero no vi sino expresiones comunes
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y su propio pellejo. Rhoshamandes n
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lentamente, desvió la mirada. —H
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por el césped que ardían con llam
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embriagadora. El cielo brillaba en
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en los días espantosos de revoluci
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—Padre —susurró. Asentí, sin
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Entonces vi a Mekare muy cerca. Ros
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ninguno, tenía ya. —¡Una tumba!
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orden. —Bueno, yo todavía no he
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26 Lestat REHENES DE LA FORTUNA Hab
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la pintura reciente. Como es habitu
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escuchar, porque lo cierto es que p
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empezado a recibir clases de Histor
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los siglos. En fin, Benedict es cr
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aparecido en el descansillo de la e
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que ella me ha confundido contigo.
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ienintencionados pueden matar a los
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sospecho que la mayoría de bebedor
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agudizado la atracción que Viktor
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le hacía falta descansar. Pero aú
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sentido. No: debía pensar en nosot
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sobrellevado los acontecimientos de
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decisión, si quieres, y luego ya s
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Estaba convencido de que la Voz emp
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lo sabía. Me llamo Amel».
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Yo me sentía muy orgulloso de mi a
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era el espíritu que animaba a todo
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malhechores, nunca a los inocentes.
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destruirnos unos a otros. Eso nunca
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—Esto es el principio —dije—.
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Benedict iban a ser liberados. Hab
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ofendía esta reunión tan civiliza
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esos pensamientos. Así que este ne
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desordenado, en el edificio central
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dispuesto. Y así se lo he comunica
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ahora también noto cuándo está a
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—Pero ¿él lo desea? —pregunt
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—¿Y si lo hago con un poco de ce
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entrada —dijo—: llevaré a cabo
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Se levantó de la mesa y me exhort
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pero lo noto cuando no soy yo mismo
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la chimenea. Estaba pensando en las
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volvía a expandirse sin adquirir u
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Adquirió ante mis ojos el tamaño
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labios. Ahora el espejo entero esta
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en las hojas, en los arbustos. —
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fibra mi ser, presionando el crista
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con las manos entrelazadas bajo el
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—¿Qué otra posibilidad puede ha
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dije, pidiendo paciencia con un ges
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ciudades lejanas y que aún ansiaba
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ahora parecía de piedra. Su cara s
Page 1708 and 1709:
ojo arrancado había caído al suel
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amortiguado, a lo lejos. Su cuerpo
Page 1712 and 1713:
estuviera saliendo a borbotones de
Page 1714 and 1715:
se había derrumbado sobre el lado
Page 1716 and 1717:
mundo entero. Nunca habían parecid
Page 1718 and 1719:
y definidos: cada ser individual ir
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volveré a estar solo». —No, nun
Page 1722 and 1723:
¡Hemos vuelto a nacer! —Príncip
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Cuarta parte El principado de la Os
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parisina de la corte. Trinity Gate
Page 1728 and 1729:
eposo en una tumba poco profunda pe
Page 1730 and 1731:
cualquier documento que valiera la
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los jóvenes. Estaba exhausto. Ya l
Page 1734 and 1735:
Mekare albergar el Germen Sagrado,
Page 1736 and 1737:
vuestra disposición. Y luego yo os
Page 1738 and 1739:
ganarme el perdón de esta asamblea
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observarlo fríamente, con los braz
Page 1742 and 1743:
disculpa sea aceptada. Eres miembro
Page 1744 and 1745:
—Nos espera a todos mucho trabajo
Page 1746 and 1747:
lágrimas. —¡Ay, ojalá estuvié
Page 1748 and 1749:
eres sin duda el maestro consumado.
Page 1750 and 1751:
extraordinario placer que solo los
Page 1752 and 1753:
de nosotros, a vivir aislados unos
Page 1754 and 1755:
ante mí en las cuevas doradas de l
Page 1756 and 1757:
obviamente, deseaba saber todo lo p
Page 1758 and 1759: tranquila? Una oleada de alarma rec
Page 1760 and 1761: Una larga pausa. Las mentes tan div
Page 1762 and 1763: azos: solo faltaban unas trece hora
Page 1764 and 1765: Nuestra conversación —repetí—
Page 1766 and 1767: pañuelo de encaje en el cuello; cu
Page 1768 and 1769: Sagrado. No vi ningún motivo para
Page 1770 and 1771: mansión. —Debéis abandonar esta
Page 1772 and 1773: podéis confiar en mí y de que, ju
Page 1774 and 1775: en modo alguno. Gremt y Magnus iban
Page 1776 and 1777: inspiró una cierta simpatía, un s
Page 1778 and 1779: aviso. Ya me doy cuenta de que te e
Page 1780 and 1781: Armand observaba la escena, arrimad
Page 1782 and 1783: atractivos. Me vi obligado a pregun
Page 1784 and 1785: El fantasma de Magnus, tan sólido
Page 1786 and 1787: observaba y como ellos me observaba
Page 1788 and 1789: frente a ellos. Estaba ahí, sí, p
Page 1790 and 1791: saludaras y los invitaras a tu casa
Page 1792 and 1793: Sevraine. Esta me dijo que habían
Page 1794 and 1795: Por supuesto que lo estaban. —Sé
Page 1796 and 1797: de qué serviría ponerse sentiment
Page 1798 and 1799: debemos. Tampoco nosotros podemos s
Page 1800 and 1801: sangre a modo de bendición. Y ser
Page 1802 and 1803: los pájaros y el rumor de las voce
Page 1804 and 1805: una de esas ciudades: todos aquello
Page 1806 and 1807: Mahmoud se dirigía al mundo. Una p
Page 1810 and 1811: 31 Rose EL PUEBLO DE LA LUNA Y LAS
Page 1812 and 1813: verdad, no sé quién es su padre»
Page 1814 and 1815: «No queréis ocuparos de mí, ¿po
Page 1816 and 1817: —Se está muriendo —dijo alguie
Page 1818 and 1819: ¡Se le llenó la boca! Un gran gem
Page 1820 and 1821: los labios abiertos sobre el cuello
Page 1822 and 1823: con ellos y Pandora le puso los lab
Page 1824 and 1825: dos solos, bajo la lluvia suave y c
Page 1826 and 1827: corte, a la que todos habrían de c
Page 1828 and 1829: población innumerable que lo rodea
Page 1830 and 1831: Recordaba muy bien que entonces hab
Page 1832 and 1833: evelaciones sacrosantas que él hab
Page 1834 and 1835: sobrevivido. Sí, había sido derro
Page 1836 and 1837: sinuosa, como si estuviera formulan
Page 1838 and 1839: Lentamente se acercó. Ah, la vieja
Page 1840 and 1841: cierto —suspiró Louis—, por tu
Page 1842 and 1843: océano. ¿Qué encantos albergarí
Page 1844 and 1845: Le entró terror, un terror que qui
Page 1846 and 1847: Pero también, por una vez, se le p
Page 1848 and 1849: Apéndice I Personajes en orden cro
Page 1850 and 1851: los primeros años para capitanear
Page 1852 and 1853: Lydia, iniciada en la Sangre por Ma
Page 1854 and 1855: Rhoshamandes en torno al año 800.
Page 1856 and 1857: alrededor de 1498. Bianca Solderini
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Lestat en 1860. Daniel Molloy. Un a
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en torno a 1986, en Bombay. Benjami
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Apéndice II Guía informal de las
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evela los antiguos secretos de la t
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General de la Orden de la Talamasca
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habrá de rescatarlo el poderoso y
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elación de Merrick con los no-muer
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13. El príncipe Lestat (2014). El
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San Francisco donde se graduó en F
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El principe Lestat - Anne Rice

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