El principe Lestat - Anne Rice
mansión. —Debéis abandonar esta ciudad — dije—. No debéis congregaros más frente a Trinity Gate. Aceptad, por favor, esta petición. Hubo gestos de asentimiento y gritos de anuencia procedentes de todo el círculo. —Esta ciudad —dije—, por grande que sea, no puede mantener a tantos cazadores. Debéis buscar otros terrenos de caza donde podáis alimentaros de los malhechores, dejando en paz a los inocentes. Comprendedlo. Debéis hacerlo. Sin excusas. De nuevo se elevó un coro de asentimiento y aprobación. Parecían
llenos de entusiasmo y de inocencia, cargados de una convicción colectiva. —No hay ningún motivo bajo la luna y las estrellas —dije— para que no podamos prosperar. Y os aseguro que prosperaremos. Sonó un rugido más fuerte. La primera fila del círculo se estrechó alrededor de mí pese a que Gregory y Seth les indicaban con gestos que se mantuvieran en su sitio. —Dadme tiempo —dije—. Dadme la oportunidad de empezar. Esperad mis noticias y os prometo que vuestra paciencia será recompensada. Y difundid por todas partes la noticia de que yo soy ahora vuestro líder, de que
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—Debéis abandonar esta ciudad —<br />
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Hubo gestos de asentimiento y gritos<br />
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—Esta ciudad —dije—, por grande<br />
que sea, no puede mantener a tantos<br />
cazadores. Debéis buscar otros terrenos<br />
de caza donde podáis alimentaros de los<br />
malhechores, dejando en paz a los<br />
inocentes. Comprendedlo. Debéis<br />
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De nuevo se elevó un coro de<br />
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