El principe Lestat - Anne Rice

09.12.2015 Views

eres sin duda el maestro consumado. —Estoy completamente dispuesto — dijo Gregory. —A los neófitos menos avispados que hay por ahí, debemos ayudarles a obtener los documentos necesarios para moverse de un sitio a otro en el mundo físico. Debemos hacer todo lo posible para detener la proliferación de una casta de vampiros vagabundos que merodean por el mundo desesperados. Benji estaba entusiasmado con todas estas decisiones. Pero se quedó atónito cuando me volví hacia él. —Y tú, Benjamin, debes ser a partir de ahora nuestro ministro de Comunicación, obviamente. Y en

cualquier parte del mundo donde me encuentre, me pondré en contacto contigo, aquí, en tu cuartel general, cada noche. Debemos hablar, tú y yo, sobre el programa de radio y la página web, y sobre cualquier otra cosa que podamos hacer por Internet para reunir a las ovejas descarriadas en la Sangre. —¡Sí! —dijo con júbilo, alzándose el sombrero a modo de saludo. Era la primera vez que veía su adorable carita redonda y su mata de pelo rizado totalmente descubiertos. —Notker —dije—. Tú te has traído a tus músicos, a tus cantantes y tus violinistas, que se han sumado a Sybelle y Antoine y nos han brindado el

eres sin duda el maestro consumado.<br />

—Estoy completamente dispuesto —<br />

dijo Gregory.<br />

—A los neófitos menos avispados<br />

que hay por ahí, debemos ayudarles a<br />

obtener los documentos necesarios para<br />

moverse de un sitio a otro en el mundo<br />

físico. Debemos hacer todo lo posible<br />

para detener la proliferación de una<br />

casta de vampiros vagabundos que<br />

merodean por el mundo desesperados.<br />

Benji estaba entusiasmado con todas<br />

estas decisiones. Pero se quedó atónito<br />

cuando me volví hacia él.<br />

—Y tú, Benjamin, debes ser a partir<br />

de ahora nuestro ministro de<br />

Comunicación, obviamente. Y en

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