El principe Lestat - Anne Rice

09.12.2015 Views

entrada —dijo—: llevaré a cabo los ritos con Pandora, que es casi de mi misma edad, y muy ducha en iniciar a otros, obviamente. Compartiremos la iniciación de cada uno, de modo que mis dones se transmitirán tanto a Viktor como a Rose, y los de Pandora se transmitirán también a ambos. Porque, ¿sabes?, yo no puedo iniciar perfectamente a los dos a la vez sin contar con ayuda. —Por supuesto, como quieras —dije —. Lo dejo en tus manos. —Así podrá llevarse a cabo con elegancia y solemnidad la iniciación simultánea de ambos. Asentí.

—¿Y si emergen telepáticamente sordos el uno para el otro, y también para con vosotros dos? —Que así sea. Hay en ello una sabiduría implícita. Que tengan un silencio en el cual aprender. ¿Cuándo nos ha hecho un gran bien la telepatía, a decir verdad? Le di mi consentimiento. Ya estaba en la puerta, cuando me dijo algo más. —¡Vete con cuidado con esa Voz, Lestat! Me volví y lo miré a los ojos. —No te dejes llevar por tu carácter impulsivo y le prestes oídos a esa cosa con excesiva compasión.

—¿Y si emergen telepáticamente<br />

sordos el uno para el otro, y también<br />

para con vosotros dos?<br />

—Que así sea. Hay en ello una<br />

sabiduría implícita. Que tengan un<br />

silencio en el cual aprender. ¿Cuándo<br />

nos ha hecho un gran bien la telepatía, a<br />

decir verdad?<br />

Le di mi consentimiento.<br />

Ya estaba en la puerta, cuando me<br />

dijo algo más.<br />

—¡Vete con cuidado con esa Voz,<br />

<strong>Lestat</strong>!<br />

Me volví y lo miré a los ojos.<br />

—No te dejes llevar por tu carácter<br />

impulsivo y le prestes oídos a esa cosa<br />

con excesiva compasión.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!