El principe Lestat - Anne Rice

09.12.2015 Views

ahora también noto cuándo está ahí simplemente, aunque no diga nada. Es como si un dedo te presionara el cuero cabelludo, o la mejilla, o el lóbulo de la oreja. Está ahí. Marius me miró exasperado, luego claramente furioso. —Al menos ha interrumpido sus despiadadas intromisiones ahí fuera — dijo—. Eso es lo que importa. —Señaló hacia la calle, donde los jóvenes se aglomeraban, y, en general, hacia el ancho mundo que se extendía en todas direcciones. —Supongo que sería absurdo que te escribiera ahora un mensaje en un papel —dijo Marius—, porque él puede leerlo

a través de tus ojos. Pero ¿por qué no iniciar a esos dos jóvenes hasta que no estemos seguros de que esa cosa ya no va a destruir a la tribu entera? —Él nunca ha deseado hacer tal cosa —dije—. Y no hay una solución definitiva mientras él exista. Incluso dentro del más bondadoso de los huéspedes, puede continuar maquinando, desplazándose, instigando. No veo qué manera hay de ponerle fin a todo esto. Excepto una. —¿Cuál? —Que ese espíritu llegue a tener una visión más amplia, un objetivo infinitamente mayor en el que ocupar su mente.

ahora también noto cuándo está ahí<br />

simplemente, aunque no diga nada. Es<br />

como si un dedo te presionara el cuero<br />

cabelludo, o la mejilla, o el lóbulo de la<br />

oreja. Está ahí.<br />

Marius me miró exasperado, luego<br />

claramente furioso.<br />

—Al menos ha interrumpido sus<br />

despiadadas intromisiones ahí fuera —<br />

dijo—. Eso es lo que importa. —Señaló<br />

hacia la calle, donde los jóvenes se<br />

aglomeraban, y, en general, hacia el<br />

ancho mundo que se extendía en todas<br />

direcciones.<br />

—Supongo que sería absurdo que te<br />

escribiera ahora un mensaje en un papel<br />

—dijo Marius—, porque él puede leerlo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!