El principe Lestat - Anne Rice
malhechores, nunca a los inocentes. No tiene que haber excepciones. ¡Y debéis tener honor! Debéis actuar con honor. Si no sabéis qué es el honor, buscadlo en los diccionarios online y aprendeos la definición de memoria. Porque si no tenemos honor, estamos perdidos. Permanecí callado unos momentos. Otra vez subían rugidos y aclamaciones desde la calle. Yo tenía la mirada perdida, estaba absorto en mis pensamientos. Sabía por las luces parpadeantes de las centralitas que estaban llegando llamadas de todo el mundo. A través de los auriculares de Antoine, oía que este saludaba a los oyentes y pulsaba el botón iluminado
para dejar la llamada en espera. La Voz no había dicho una palabra. Yo quería explicar algo más acerca de su naturaleza. Y eso fue lo que hice. No me extendí, pero lo dije. —Debéis comprender, Hijos de la Noche, que la Voz tal vez tenga un conocimiento que compartir con nosotros. ¡Tal vez posee dones que concedernos! El espíritu de la Voz en sí mismo bien podría convertirse en un regalo precioso para nosotros. Al fin y al cabo, la Voz es la fuente de todo lo que somos; y ahora ha empezado apenas a expresarse, a decirnos lo que quiere que sepamos. No, no hemos de dejarnos embaucar por la Voz para salir a
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para dejar la llamada en espera.<br />
La Voz no había dicho una palabra.<br />
Yo quería explicar algo más acerca<br />
de su naturaleza. Y eso fue lo que hice.<br />
No me extendí, pero lo dije.<br />
—Debéis comprender, Hijos de la<br />
Noche, que la Voz tal vez tenga un<br />
conocimiento que compartir con<br />
nosotros. ¡Tal vez posee dones que<br />
concedernos! <strong>El</strong> espíritu de la Voz en sí<br />
mismo bien podría convertirse en un<br />
regalo precioso para nosotros. Al fin y<br />
al cabo, la Voz es la fuente de todo lo<br />
que somos; y ahora ha empezado apenas<br />
a expresarse, a decirnos lo que quiere<br />
que sepamos. No, no hemos de dejarnos<br />
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