El principe Lestat - Anne Rice
todas aquellas caras extraordinarias, las particularidades que la habían cautivado mientras la llevaban de mesa en mesa por la pista de madera oscura y lustrosa. Y luego aquellos músicos como de otro mundo: el alto, calvo y sonriente Notker, que le hizo una reverencia, y sus violinistas de las montañas, y los chicos y chicas que habían cantado con unas voces de soprano tan palpitantes y espectaculares, y Antoine, que parecía una imitación de Paganini con su violín, y Sybelle, con su largo vestido de gasa negra, con el cuello envuelto en diamantes, que se había levantado del banquito del piano para estrecharle la mano.
Como salidos de las páginas que había leído, de las fantasías que poblaban sus sueños, habían aparecido en carne y hueso a su alrededor, junto con una multitud de desconocidos, y ella se había sorprendido a sí misma tratando desesperadamente de grabar cada instante en su corazón trémulo. Viktor estaba mucho más preparado que ella para una situación semejante: no dejaba de ser un chico humano criado entre bebedores de sangre, y no había parado de estrechar manos, saludar y responder preguntas, aunque no la había dejado sola ni un momento. Él le había elegido un largo vestido blanco de seda, del propio guardarropa de Rose, y
- Page 1356 and 1357: —¿Cinco metros frente a unos mon
- Page 1358 and 1359: las bibliotecas de los monasterios
- Page 1360 and 1361: silenciosamente hacia la jungla que
- Page 1362 and 1363: Voz. —¡Y no me atrevo a intentar
- Page 1364 and 1365: cuchilla poderosa. Percibía el olo
- Page 1366 and 1367: por sus mejillas, como las lágrima
- Page 1368 and 1369: impacto. Esta vez, Rhosh empleó el
- Page 1370 and 1371: aquellos a los que había conocido
- Page 1372 and 1373: Los ojos de Maharet se movieron par
- Page 1374 and 1375: Toda la cabeza era un trozo de carb
- Page 1376 and 1377: pensó que moriría bajo su peso ab
- Page 1378 and 1379: en un tono desesperado—. ¡Tómam
- Page 1380 and 1381: ayuda —dijo Rhosh—. Necesito ay
- Page 1382 and 1383: Maharet y aguardaban al acecho, cad
- Page 1384 and 1385: Jamás habría podido beber una got
- Page 1386 and 1387: La Voz se echó a reír. Rio y rio
- Page 1388 and 1389: únicamente, Fareed tal vez no cump
- Page 1390 and 1391: Tercera parte Ragnarök en la capit
- Page 1392 and 1393: labios, Viktor la distraía con su
- Page 1394 and 1395: Y, además, Thorne, el bebedor de s
- Page 1396 and 1397: preguntas de Rose, explicándole la
- Page 1398 and 1399: inesperado. Pero su encanto se hall
- Page 1400 and 1401: sobre la mesa. Miraba la mesa fijam
- Page 1402 and 1403: tomando lo que se llama una decisi
- Page 1404 and 1405: de mármol. A Fareed más bien le h
- Page 1408 and 1409: llevaba por su parte una chaqueta d
- Page 1410 and 1411: de echarse a llorar al conocer la n
- Page 1412 and 1413: había borrado en su fuero interno
- Page 1414 and 1415: Rose sabía que Viktor tenía razó
- Page 1416 and 1417: nacimiento y la muerte. —La alegr
- Page 1418 and 1419: Viktor. Se habían acurrucado de la
- Page 1420 and 1421: con el paso de los años. Miró a L
- Page 1422 and 1423: la vida misma bullía a su alrededo
- Page 1424 and 1425: iba al suelo, Rose notó que caía
- Page 1426 and 1427: hacia Rose y se acercó a ella, per
- Page 1428 and 1429: dormitorio y la depositaba con sumo
- Page 1430 and 1431: en voz baja. Notó que Louis le pon
- Page 1432 and 1433: 21 Rhoshamandes LA ESTRATAGEMA DEL
- Page 1434 and 1435: inmediatamente a través de las ond
- Page 1436 and 1437: secuestrado a uno de los nuestros.
- Page 1438 and 1439: de hundir el machete en el cráneo
- Page 1440 and 1441: varias mantas mullidas, y una almoh
- Page 1442 and 1443: paranormales. Rhoshamandes no creí
- Page 1444 and 1445: jirones sus despojos. Y lo haré de
- Page 1446 and 1447: abrumador y la había depositado so
- Page 1448 and 1449: que no le molestaba el pañuelo de
- Page 1450 and 1451: Maharet. Rhosh ya se había cansado
- Page 1452 and 1453: como los vientos de los mares del n
- Page 1454 and 1455: tu energía giran dentro de ti con
Como salidos de las páginas que<br />
había leído, de las fantasías que<br />
poblaban sus sueños, habían aparecido<br />
en carne y hueso a su alrededor, junto<br />
con una multitud de desconocidos, y ella<br />
se había sorprendido a sí misma<br />
tratando desesperadamente de grabar<br />
cada instante en su corazón trémulo.<br />
Viktor estaba mucho más preparado<br />
que ella para una situación semejante:<br />
no dejaba de ser un chico humano criado<br />
entre bebedores de sangre, y no había<br />
parado de estrechar manos, saludar y<br />
responder preguntas, aunque no la había<br />
dejado sola ni un momento. Él le había<br />
elegido un largo vestido blanco de seda,<br />
del propio guardarropa de Rose, y