El principe Lestat - Anne Rice
19 Rhoshamandes INFAME Y MONSTRUOSO ASESINATO Durante dos noches, Rhosh había permanecido oculto en un lujoso hotel de Manaos, desde donde veía al despertar la pequeña población amazónica y la jungla que se extendía más allá interminablemente. Estaba furioso. Había enviado a buscar a Benedict, y este había llegado tenso y agotado por el largo viaje de miles de
kilómetros a través de los cielos, y ahora seguía igualmente agitado por tener que dormir en aquel hotel, donde solo contaba con el precario escondite de un armario para protegerse del sol y de los ojos curiosos de los mortales. Había buena caza para un bebedor de sangre en esa ciudad y sus alrededores, pero eso era lo único que podía decirse en su favor desde el punto de vista de Rhosh, quien ardía en deseos de entrar en el complejo de Maharet, Jayman y Mekare, pero no lo conseguía. Cada noche la Voz lo exhortaba a ser fuerte, a atacar las defensas de las gemelas y entrar en el recinto por la fuerza. Pero Rhosh recelaba. Era
- Page 1284 and 1285: y pienso plantarle cara. Puedo lleg
- Page 1286 and 1287: hay otros procedentes de nuestro mu
- Page 1288 and 1289: empezara a obrar por su cuenta. Esc
- Page 1290 and 1291: este tiempo, ella no confía en mí
- Page 1292 and 1293: nosotros. —Debo ir a ver a Mahare
- Page 1294 and 1295: tu hijo no es de la Sangre. Silenci
- Page 1296 and 1297: una imagen completa del muchacho. E
- Page 1298 and 1299: derivando bruscamente hacia la furi
- Page 1300 and 1301: poner ninguna pasión. Me tenía si
- Page 1302 and 1303: y a la de Eugénie, sentada a su la
- Page 1304 and 1305: destruirte. —¡Cuéntame ahora mi
- Page 1306 and 1307: —David y Jesse se han unido a los
- Page 1308 and 1309: eluciente, como muchos de los que y
- Page 1310 and 1311: nuevo, maldiciéndola con las peore
- Page 1312 and 1313: y ensayó otra estrategia. ¿Acaso
- Page 1314 and 1315: su vida dedicada al contrabando, el
- Page 1316 and 1317: un tono confidencial, ahí mismo.
- Page 1318 and 1319: haber confiado en mí. Pero se hab
- Page 1320 and 1321: profusamente iluminados. Las parede
- Page 1322 and 1323: cargada de humedad, y la luz de las
- Page 1324 and 1325: música lo que veían, no a nosotro
- Page 1326 and 1327: magnífico rostro. Frente tersa, ra
- Page 1328 and 1329: inevitables que habrás de hacerte,
- Page 1330 and 1331: forma de existencia que ahora compa
- Page 1332 and 1333: frescas y esas suaves colchas de la
- Page 1336 and 1337: consciente de que no podía superar
- Page 1338 and 1339: telepáticamente sordos entre sí,
- Page 1340 and 1341: y tú desafíes a la luz del sol.
- Page 1342 and 1343: ¿No estaban locos los de la Primer
- Page 1344 and 1345: incluso dos mil. Ya había sucedido
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- Page 1350 and 1351: mente de Mekare, idiota —dijo la
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- Page 1364 and 1365: cuchilla poderosa. Percibía el olo
- Page 1366 and 1367: por sus mejillas, como las lágrima
- Page 1368 and 1369: impacto. Esta vez, Rhosh empleó el
- Page 1370 and 1371: aquellos a los que había conocido
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- Page 1376 and 1377: pensó que moriría bajo su peso ab
- Page 1378 and 1379: en un tono desesperado—. ¡Tómam
- Page 1380 and 1381: ayuda —dijo Rhosh—. Necesito ay
- Page 1382 and 1383: Maharet y aguardaban al acecho, cad
kilómetros a través de los cielos, y<br />
ahora seguía igualmente agitado por<br />
tener que dormir en aquel hotel, donde<br />
solo contaba con el precario escondite<br />
de un armario para protegerse del sol y<br />
de los ojos curiosos de los mortales.<br />
Había buena caza para un bebedor<br />
de sangre en esa ciudad y sus<br />
alrededores, pero eso era lo único que<br />
podía decirse en su favor desde el punto<br />
de vista de Rhosh, quien ardía en deseos<br />
de entrar en el complejo de Maharet,<br />
Jayman y Mekare, pero no lo conseguía.<br />
Cada noche la Voz lo exhortaba a ser<br />
fuerte, a atacar las defensas de las<br />
gemelas y entrar en el recinto por la<br />
fuerza. Pero Rhosh recelaba. Era