El principe Lestat - Anne Rice
y pienso plantarle cara. Puedo llegar allí antes de que salga el sol en ese hemisferio. —No, no debes hacerlo. —Esa era la voz del espíritu, Gremt. Seguía sentado tranquilamente a la izquierda de Sevraine—. Tu presencia es necesaria en ese cónclave. Es allí adonde debes dirigirte. Si regresas ahora al santuario de Maharet, ella te expulsará de nuevo. Y podría hacer algo peor. —Perdona que te lo pregunte —dije, haciendo un esfuerzo para ser cortés—, pero ¿qué tiene que ver esto contigo? —Yo conocí a ese espíritu, al espíritu Amel —respondió—, miles de años antes de su entrada en el mundo
físico. Si él no hubiera venido aquí, si no se hubiera fundido con Akasha, yo jamás habría venido ni habría intentado adoptar un cuerpo y caminar por la tierra con apariencia humana. Me he visto impulsado a hacer todo lo que he hecho por él, por su descenso a la carne y a la sangre; y por mi propio amor a la carne y a la sangre. Yo le he seguido hasta aquí. —Bueno, es una revelación asombrosa —dije—. ¿Y cuántos como tú, si me permites la pregunta, están rondando por la tierra y observando este espectáculo por puro placer? —No estoy observando el espectáculo por placer —dijo—. Y si
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físico. Si él no hubiera venido aquí, si<br />
no se hubiera fundido con Akasha, yo<br />
jamás habría venido ni habría intentado<br />
adoptar un cuerpo y caminar por la<br />
tierra con apariencia humana. Me he<br />
visto impulsado a hacer todo lo que he<br />
hecho por él, por su descenso a la carne<br />
y a la sangre; y por mi propio amor a la<br />
carne y a la sangre. Yo le he seguido<br />
hasta aquí.<br />
—Bueno, es una revelación<br />
asombrosa —dije—. ¿Y cuántos como<br />
tú, si me permites la pregunta, están<br />
rondando por la tierra y observando este<br />
espectáculo por puro placer?<br />
—No estoy observando el<br />
espectáculo por placer —dijo—. Y si