El principe Lestat - Anne Rice
Mira, deberíamos ir a verla ahora mismo. Tú, yo, Marius, todo aquel que… —Díselo a ellos cuando nos reunamos todos bajo el techo de Armand —dijo Sevraine. A mí, sin embargo, me horrorizaba lo que podía estar pasando ahora mismo en el complejo de la jungla. ¿Y si la Voz había encontrado a través de Jayman algún modo de deshacerse de Maharet? Me parecía impensable; y también me lo parecía que yo me mantuviera aparte y dejara que sucediera tal cosa. —Lo sé —dijo Sevraine, respondiendo a mis pensamientos—. Soy plenamente consciente de ello. Pero
como te he dicho, el destino de esa criatura ya se ha consumado. Maharet encontró a su hermana gemela y, a través de su hermana, se ha confrontado con la nada, con el vacío —con el puro sinsentido de la vida— que todos nosotros habremos de afrontar tarde o temprano, y acaso más de una vez, e incluso muchas veces. Maharet no ha sobrevivido a ese reencuentro definitivo. Se ha separado de su familia mortal. Ya no tiene nada que la sostenga. La tragedia de esa hermana completamente ida la ha consumido. Está acabada. —Tú ve a reunirte con los demás — le dije—. Yo voy a volver al Amazonas
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como te he dicho, el destino de esa<br />
criatura ya se ha consumado. Maharet<br />
encontró a su hermana gemela y, a través<br />
de su hermana, se ha confrontado con la<br />
nada, con el vacío —con el puro<br />
sinsentido de la vida— que todos<br />
nosotros habremos de afrontar tarde o<br />
temprano, y acaso más de una vez, e<br />
incluso muchas veces. Maharet no ha<br />
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definitivo. Se ha separado de su familia<br />
mortal. Ya no tiene nada que la sostenga.<br />
La tragedia de esa hermana<br />
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