El principe Lestat - Anne Rice
ealidad, de la propia montaña. Allí donde mirases, las paredes cobraban vida y respiraban con todos sus colores y ornamentos. Pero aquí no había ningún santo cristiano. Las figuras que se alzaban desde el suelo para observarnos, mientras descendíamos por los escalones tallados en la roca viva, eran angélicas y gloriosas, pero estaban desprovistas de toda la iconografía religiosa. Podrían haber sido los miembros más destacados de nuestro pueblo, con sus perfectos y relucientes rostros y sus espléndidas túnicas de color carmesí, azul cobalto o plateado. Por todas partes se veían combinaciones de motivos históricos:
cenefas de ovas y dardos dividiendo paneles en rombo de flores multipétalos; noches de color azul oscuro tras un estampado simétrico de estrellas; o pinturas tan vívidas y reales que daba la impresión de estar contemplando un jardín real. Una gran armonía presidía y unificaba todos los elementos. Paulatinamente advertí que buena parte de la decoración era antigua y estaba descolorida, aunque otros sectores se veían frescos y todavía olían al pigmento y al yeso aplicado recientemente. El conjunto era un auténtico paraíso visual. Las luces. No lo había notado al principio, pero naturalmente todo
- Page 1190 and 1191: 17 Gregory TRINITY GATE ¿BAILAMOS?
- Page 1192 and 1193: transformación. Pero en un sentido
- Page 1194 and 1195: modo u otro, en el mundo entero de
- Page 1196 and 1197: perfume de los lirios dispuestos en
- Page 1198 and 1199: ahora en todo esto, ¿verdad? —di
- Page 1200 and 1201: enzarzándose en cruentas batallas,
- Page 1202 and 1203: mayoría de las veces empleé el Do
- Page 1204 and 1205: Gregory—. No hay uno solo de noso
- Page 1206 and 1207: comporta como si el infierno no tuv
- Page 1208 and 1209: aquellos que lo superaban en poder,
- Page 1210 and 1211: Armand—. Nosotros contamos aquí
- Page 1212 and 1213: Gregory observó cómo se adelantab
- Page 1214 and 1215: volcán Pacaya en Guatemala. —Per
- Page 1216 and 1217: variaciones. Flavius y Davis aparec
- Page 1218 and 1219: noche, él llevaba corto su pelo ru
- Page 1220 and 1221: su inevitable porte de estatua de m
- Page 1222 and 1223: con destruirlo, pero retomándolo c
- Page 1224 and 1225: el centro del salón y lo recorrió
- Page 1226 and 1227: ahora, damas y caballeros de la Noc
- Page 1228 and 1229: confiara plenamente en Gregory, má
- Page 1230 and 1231: Transcurrió una hora. Tal vez más
- Page 1232 and 1233: puerta con su pequeña compañía.
- Page 1234 and 1235: 18 Lestat SEVRAINE Y LAS CUEVAS DE
- Page 1236 and 1237: de la luna esa tierra mágica situa
- Page 1238 and 1239: primera de una serie de cámaras m
- Page 1242 and 1243: aquello estaba iluminado con la pot
- Page 1244 and 1245: además, había sido creada por Mar
- Page 1246 and 1247: cabellera suelta le daba un aire de
- Page 1248 and 1249: distintas formas y apariencias. Per
- Page 1250 and 1251: esultaban visibles para cualquiera
- Page 1252 and 1253: naipes preciosos y relucientes. —
- Page 1254 and 1255: No sabes cuántas noches te he segu
- Page 1256 and 1257: las manos con más fuerza. El coraz
- Page 1258 and 1259: todo, entrando y saliendo de la loc
- Page 1260 and 1261: cabello plateado le caía, suelto y
- Page 1262 and 1263: misma parecía estremecida mientras
- Page 1264 and 1265: espera todo el mundo que tú dirija
- Page 1266 and 1267: normal, sin adoptar un tono confide
- Page 1268 and 1269: apartado con una repugnancia inmedi
- Page 1270 and 1271: —Eleni y Eugénie —dije—. San
- Page 1272 and 1273: etirarme a un rincón oscuro y asim
- Page 1274 and 1275: acababa de registrar nada por el mo
- Page 1276 and 1277: mías: un sencillo traje oscuro y u
- Page 1278 and 1279: Pero no me dejó entrar, no quiso e
- Page 1280 and 1281: Mekare? ¿Podría la Voz obligar a
- Page 1282 and 1283: Mira, deberíamos ir a verla ahora
- Page 1284 and 1285: y pienso plantarle cara. Puedo lleg
- Page 1286 and 1287: hay otros procedentes de nuestro mu
- Page 1288 and 1289: empezara a obrar por su cuenta. Esc
cenefas de ovas y dardos dividiendo<br />
paneles en rombo de flores multipétalos;<br />
noches de color azul oscuro tras un<br />
estampado simétrico de estrellas; o<br />
pinturas tan vívidas y reales que daba la<br />
impresión de estar contemplando un<br />
jardín real. Una gran armonía presidía y<br />
unificaba todos los elementos.<br />
Paulatinamente advertí que buena parte<br />
de la decoración era antigua y estaba<br />
descolorida, aunque otros sectores se<br />
veían frescos y todavía olían al<br />
pigmento y al yeso aplicado<br />
recientemente. <strong>El</strong> conjunto era un<br />
auténtico paraíso visual.<br />
Las luces. No lo había notado al<br />
principio, pero naturalmente todo