El principe Lestat - Anne Rice
ahora, damas y caballeros de la Noche, debo volver al programa. —Espera un momento, Benji, por favor —dijo Marius—. Yo estoy en desventaja aquí. ¿Qué poesía era exactamente la que te ha recitado la Voz? —Una poesía de Yeats, amo —dijo Benji, con una inclinación aún más deferente—. «La segunda venida» de Yeats: «¿Y qué tosca bestia, cuya hora llega al final, / Cabizbaja camina hacia Belén para nacer?» Y sin una palabra más, Benji se fue a su estudio, que estaba arriba, tocándose el ala del sombrero al pasar junto a Pandora y Chrysanthe. Los compases palpitantes y acelerados de «El vals del
carrusel» volvieron a inundar el salón. Gregory se situó otra vez junto a la pared y observó a los bailarines, que ya reanudaban sus evoluciones por la pista. Entonces advirtió que Davis estaba a su lado. Notó el tacto frío de la mano de Davis en la suya. —Baila conmigo —dijo Davis—. Baila a mi lado. —¿Cómo? —Vamos, tú sabes. Siempre has sabido. Tal como los hombres han bailado siempre. Recuerda. En el pasado debes de haber bailado con otros hombres. —Davis lo miraba con ojos húmedos, inquisitivos. Le sonreía, y parecía totalmente confiado; como si
- Page 1176 and 1177: casi hasta los hombros. Y ese era e
- Page 1178 and 1179: Ambos eran aún unos críos. —Ini
- Page 1180 and 1181: sorprendió al decirlo. —Es proba
- Page 1182 and 1183: complejo. —Os lo aseguro: los anc
- Page 1184 and 1185: debajo del millar. En cuanto a los
- Page 1186 and 1187: hospital de Bombay se había confro
- Page 1188 and 1189: escapar a lo que estaba ocurriendo?
- Page 1190 and 1191: 17 Gregory TRINITY GATE ¿BAILAMOS?
- Page 1192 and 1193: transformación. Pero en un sentido
- Page 1194 and 1195: modo u otro, en el mundo entero de
- Page 1196 and 1197: perfume de los lirios dispuestos en
- Page 1198 and 1199: ahora en todo esto, ¿verdad? —di
- Page 1200 and 1201: enzarzándose en cruentas batallas,
- Page 1202 and 1203: mayoría de las veces empleé el Do
- Page 1204 and 1205: Gregory—. No hay uno solo de noso
- Page 1206 and 1207: comporta como si el infierno no tuv
- Page 1208 and 1209: aquellos que lo superaban en poder,
- Page 1210 and 1211: Armand—. Nosotros contamos aquí
- Page 1212 and 1213: Gregory observó cómo se adelantab
- Page 1214 and 1215: volcán Pacaya en Guatemala. —Per
- Page 1216 and 1217: variaciones. Flavius y Davis aparec
- Page 1218 and 1219: noche, él llevaba corto su pelo ru
- Page 1220 and 1221: su inevitable porte de estatua de m
- Page 1222 and 1223: con destruirlo, pero retomándolo c
- Page 1224 and 1225: el centro del salón y lo recorrió
- Page 1228 and 1229: confiara plenamente en Gregory, má
- Page 1230 and 1231: Transcurrió una hora. Tal vez más
- Page 1232 and 1233: puerta con su pequeña compañía.
- Page 1234 and 1235: 18 Lestat SEVRAINE Y LAS CUEVAS DE
- Page 1236 and 1237: de la luna esa tierra mágica situa
- Page 1238 and 1239: primera de una serie de cámaras m
- Page 1240 and 1241: ealidad, de la propia montaña. All
- Page 1242 and 1243: aquello estaba iluminado con la pot
- Page 1244 and 1245: además, había sido creada por Mar
- Page 1246 and 1247: cabellera suelta le daba un aire de
- Page 1248 and 1249: distintas formas y apariencias. Per
- Page 1250 and 1251: esultaban visibles para cualquiera
- Page 1252 and 1253: naipes preciosos y relucientes. —
- Page 1254 and 1255: No sabes cuántas noches te he segu
- Page 1256 and 1257: las manos con más fuerza. El coraz
- Page 1258 and 1259: todo, entrando y saliendo de la loc
- Page 1260 and 1261: cabello plateado le caía, suelto y
- Page 1262 and 1263: misma parecía estremecida mientras
- Page 1264 and 1265: espera todo el mundo que tú dirija
- Page 1266 and 1267: normal, sin adoptar un tono confide
- Page 1268 and 1269: apartado con una repugnancia inmedi
- Page 1270 and 1271: —Eleni y Eugénie —dije—. San
- Page 1272 and 1273: etirarme a un rincón oscuro y asim
- Page 1274 and 1275: acababa de registrar nada por el mo
ahora, damas y caballeros de la Noche,<br />
debo volver al programa.<br />
—Espera un momento, Benji, por<br />
favor —dijo Marius—. Yo estoy en<br />
desventaja aquí. ¿Qué poesía era<br />
exactamente la que te ha recitado la Voz?<br />
—Una poesía de Yeats, amo —dijo<br />
Benji, con una inclinación aún más<br />
deferente—. «La segunda venida» de<br />
Yeats: «¿Y qué tosca bestia, cuya hora<br />
llega al final, / Cabizbaja camina hacia<br />
Belén para nacer?»<br />
Y sin una palabra más, Benji se fue a<br />
su estudio, que estaba arriba, tocándose<br />
el ala del sombrero al pasar junto a<br />
Pandora y Chrysanthe. Los compases<br />
palpitantes y acelerados de «<strong>El</strong> vals del