El principe Lestat - Anne Rice
con destruirlo, pero retomándolo con sorprendente velocidad, lo cual le confería a la música una fragilidad especial y una calidad casi trágica. Armand apareció de improviso junto a Gregory. —Mejor tocar el arpa mientras Roma arde, ¿no? —dijo. —Ay, no lo sé —dijo Gregory—. Pero la intensidad de este momento es innegable. Que tantos de nosotros estemos reunidos en un lugar es… —Ya. Pero esta vez, cuando todo termine, no podemos dispersarnos como canicas, cada una rodando en una dirección. —No —dijo Gregory—. Ya no nos
es posible vivir aislados unos de otros, sin cooperar entre nosotros. Hace tiempo que me he dado cuenta. —Y, sin embargo, nunca ha funcionado cuando yo lo he intentado… —Armand se interrumpió y se concentró en la música. Benji entró en el salón. La música se detuvo. Con su terno gris oscuro y su sombrero flexible a juego, Benji avanzó entre la concurrencia con la sonriente determinación de un político en campaña, estrechando manos aquí y allá, saludando con una inclinación a Pandora y Chrysanthe, aceptando gentilmente los besos de las mujeres. Al fin, se situó en
- Page 1172 and 1173: más perfecta que Rose. Y viceversa
- Page 1174 and 1175: propio de un hombre que de un chico
- Page 1176 and 1177: casi hasta los hombros. Y ese era e
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- Page 1180 and 1181: sorprendió al decirlo. —Es proba
- Page 1182 and 1183: complejo. —Os lo aseguro: los anc
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- Page 1192 and 1193: transformación. Pero en un sentido
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- Page 1198 and 1199: ahora en todo esto, ¿verdad? —di
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- Page 1204 and 1205: Gregory—. No hay uno solo de noso
- Page 1206 and 1207: comporta como si el infierno no tuv
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- Page 1210 and 1211: Armand—. Nosotros contamos aquí
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es posible vivir aislados unos de otros,<br />
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en la música.<br />
Benji entró en el salón.<br />
La música se detuvo.<br />
Con su terno gris oscuro y su<br />
sombrero flexible a juego, Benji avanzó<br />
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determinación de un político en<br />
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y Chrysanthe, aceptando gentilmente los<br />
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