El principe Lestat - Anne Rice
iniciado en la Sangre, convencido de que en último término sería condenado. Se había avenido únicamente a venerar a Rhoshamandes, en lugar de adorar a su dios cristiano: pero nunca había podido creer en un mundo libre del temor a la perdición. Ese temor supersticioso, no obstante, formaba parte del eterno encanto de Benedict. Y el desventurado muchacho había demostrado con el tiempo que tenía incluso más habilidad que él para crear a otros bebedores de sangre. Lo cual constituía para Rhosh todo un misterio, pero era un hecho innegable. Había sido Benedict quien había creado al joven Notker, el Sabio de
Prüm, que probablemente había sobrevivido hasta el presente: un genio loco que se alimentaba tanto de música como de sangre humana. El hermoso Benedict. Siempre era un placer contemplarlo, ya que no escucharlo, y sus lágrimas podían resultar tan seductoras como sus sonrisas. Rhoshamandes iba vestido con lo que podía parecer una túnica monacal de gruesa lana gris, ceñida con un amplio cinturón de cuero y provista de capucha y de unas mangas enormemente holgadas. Pero, en realidad, la túnica era de una refinada cachemira y la hebilla del cinturón, de peltre, mostraba
- Page 998 and 999: fuego con mi mente cuando se había
- Page 1000 and 1001: señores rurales; e incluso nos ave
- Page 1002 and 1003: había campos ni viñas en los alre
- Page 1004 and 1005: siquiera la Sangre había logrado b
- Page 1006 and 1007: Esperó, pero Tesjamen se había qu
- Page 1008 and 1009: monasterio en ruinas, se forjó nue
- Page 1010 and 1011: Talamasca. —Sí. Era el año 748,
- Page 1012 and 1013: entrecortada—. Claro. Así se exp
- Page 1014 and 1015: cuya identidad era desconocida salv
- Page 1016 and 1017: crear contigo la Talamasca? ¿Por q
- Page 1018 and 1019: sus documentos más antiguos o sus
- Page 1020 and 1021: gobernar su destino por sí mismo.
- Page 1022 and 1023: —Y Gremt, su espíritu hermano,
- Page 1024 and 1025: confabularse con otros para destrui
- Page 1026 and 1027: aborda científicamente. Marius no
- Page 1028 and 1029: Alejandría a abandonar a la Madre
- Page 1030 and 1031: su propósito en último término?
- Page 1032 and 1033: vida en manos de Gremt, y se la he
- Page 1034 and 1035: Gremt y Hesketh y quien sea que est
- Page 1036 and 1037: que no es nuestra intención perman
- Page 1038 and 1039: fantasmas entre nosotros también.
- Page 1040 and 1041: Voz, o lo que haya que hacer, tú s
- Page 1042 and 1043: Detrás de ellos, la ciudad empezab
- Page 1044 and 1045: lo largo de los milenios; y habían
- Page 1046 and 1047: 14 Rhoshamandes y Benedict —Cálm
- Page 1050 and 1051: el rostro delicadamente modelado de
- Page 1052 and 1053: Benedict. Mírame y explícame qué
- Page 1054 and 1055: entraréis en el reino de los cielo
- Page 1056 and 1057: a encontrarlo siempre y traerlo de
- Page 1058 and 1059: Benedict con tristeza—. Muchos. P
- Page 1060 and 1061: envueltos en llamas. Y vi a esa cos
- Page 1062 and 1063: ahí fuera esperando. No es cierto
- Page 1064 and 1065: Benedict lo ignoraba, pero Rhoshama
- Page 1066 and 1067: acantilados de la costa occidental
- Page 1068 and 1069: por su propia cuenta. Se hallaban a
- Page 1070 and 1071: sabía, nunca más había vuelto. L
- Page 1072 and 1073: Asamblea de los Eruditos. Sí, dese
- Page 1074 and 1075: «Ah, pero este es mi reino —pens
- Page 1076 and 1077: vez erguido en la silla—. Trató
- Page 1078 and 1079: Tampoco ahora dejó traslucir su ra
- Page 1080 and 1081: dicho: —Tú eres el único que me
- Page 1082 and 1083: que cambiarse para el viaje: otra t
- Page 1084 and 1085: como cuchillas se abrieron paso ent
- Page 1086 and 1087: sangre era tan espesa, tan picante!
- Page 1088 and 1089: cuello de zorro, que databa de la
- Page 1090 and 1091: ya preparada para encenderse. Las t
- Page 1092 and 1093: Después había sido atacada Europa
- Page 1094 and 1095: Rhoshamandes se había nutrido de t
- Page 1096 and 1097: sagradas y le rogaban con sus inter
iniciado en la Sangre, convencido de<br />
que en último término sería condenado.<br />
Se había avenido únicamente a venerar a<br />
Rhoshamandes, en lugar de adorar a su<br />
dios cristiano: pero nunca había podido<br />
creer en un mundo libre del temor a la<br />
perdición. Ese temor supersticioso, no<br />
obstante, formaba parte del eterno<br />
encanto de Benedict.<br />
Y el desventurado muchacho había<br />
demostrado con el tiempo que tenía<br />
incluso más habilidad que él para crear<br />
a otros bebedores de sangre. Lo cual<br />
constituía para Rhosh todo un misterio,<br />
pero era un hecho innegable.<br />
Había sido Benedict quien había<br />
creado al joven Notker, el Sabio de