El principe Lestat - Anne Rice
Esperó, pero Tesjamen se había quedado callado. —¿Qué sucedió entonces? —susurró Marius—. ¿Cómo es que eso cambió el curso de tu vida? —Lo cambió todo porque ella permaneció conmigo —dijo Tesjamen, mirando otra vez a Marius—. No fue una visión fugaz. Y a cada noche que pasaba, adquiría más fuerza y mayor destreza para conservar su forma física. Y Gremt, cuya poderosa apariencia habría engañado a cualquier mortal, compartió mi hogar en el antiguo monasterio igual que ella. Hablábamos de las cosas visibles e invisibles, y de los bebedores de sangre, y del espíritu que habían
entrado en la antigua Reina. Se detuvo como reflexionando y luego prosiguió. —Hablábamos de nuestra estirpe y hablábamos de historia. Gremt sabía de todo, conocía muchas cosas que yo ignoraba, porque durante siglos había estado observando la evolución del espíritu Amel en el interior de la Reina, y tenía conocimientos sobre batallas y derrotas, sobre descubrimientos de los que yo no había oído una palabra. »Los tres, Gremt, Hesketh y yo, forjamos una alianza. Solo yo era un ser físico real y, por tanto, les proporcionaba una especie de ritmo temporal. Pero el hecho es que allí, en el
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entrado en la antigua Reina.<br />
Se detuvo como reflexionando y<br />
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hablábamos de historia. Gremt sabía de<br />
todo, conocía muchas cosas que yo<br />
ignoraba, porque durante siglos había<br />
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espíritu Amel en el interior de la Reina,<br />
y tenía conocimientos sobre batallas y<br />
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»Los tres, Gremt, Hesketh y yo,<br />
forjamos una alianza. Solo yo era un ser<br />
físico real y, por tanto, les<br />
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