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VIRGINIA

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Un chaval irrumpe en el café y se dirige inmediatamente a<br />

la mesa de Paúl y Angulo. Los de la “Partida de la Porra” van a<br />

reventar un acto que organizan los alfonsinos a dos calles de allí.<br />

A la pregunta de Paúl sobre si Felipe Ducazcal va al frente del<br />

grupo, el chaval contesta que eso cree. Paúl se levanta como un<br />

resorte y coge su capa. Deja una moneda sobre el velador para<br />

pagar su consumición. Uno de los contertulios se extraña de que<br />

parezca dispuesto a ir a defender a unos alfonsinos, rivales políticos,<br />

al fin y al cabo, de los republicanos. Pául responde que<br />

los matones de Ducazcal, al servicio de Prim y de Sagasta, son<br />

una ofensa para cualquier amante de la libertad. ¿Cuántos son?,<br />

pregunta otro. El chaval dice que Ducazcal y una docena. Paúl ya<br />

está saliendo por la puerta. Todo el grupo se apresura a seguirle.<br />

Galdós y Ruiz van detrás.<br />

Felipe Ducazcal, un joven de veinticinco años con barba cerrada<br />

y bigote con guías, avanza a paso firme por una callejuela al<br />

frente de una docena de individuos mal encarados que ocultan<br />

garrotas y porras debajo de sus capas y levitas. Uno que salía de<br />

un portal vuelve a meterse de inmediato cuando ve venir al grupo.<br />

A la vuelta de una esquina, Ducazcal y su “Partida de la Porra”<br />

se encuentran de frente con Paúl y Angulo y los miembros de su<br />

tertulia 9 cerrándoles el paso. Ducazcal y Paúl se miran desafiantes.<br />

Paúl le pregunta a dónde van con esas prisas. Ducazcal le responde<br />

que no se meta donde no le llaman, que aquí no se les ha<br />

perdido nada a los republicanos. Algunos de los miembros de la<br />

partida dejan ver las porras, amenazantes. Los que acompañan a<br />

Paúl, sin embargo, no van armados. Ducazcal pide al republicano<br />

que se quiten de en medio o tendrán que quitarlos ellos. Paúl se<br />

limita a apartar los faldones de la levita, dejando al descubierto la<br />

culata de un revólver. Si no se marchan ahora mismo por donde<br />

han venido, la primera bala será para Ducazcal, y la segunda para<br />

9. Entre los que se encuentran José MONTESINOS y Paco HUERTAS, dos de los<br />

asesinos de la calle del Turco.<br />

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