Responsabilidad empresarial en delitos de lesa humanidad

2qo1JS0rK 2qo1JS0rK

06.12.2015 Views

dálmine-siderca para su liberación y aseguró que no mandaba a secuestrar gente. (133) Bianchi responsabilizó por sus secuestros a Nicolini y al subdirector de la fábrica, Roberto Ballanti. Las circunstancias de sus dos secuestros ya fueron relatadas, sin embargo debemos referirnos a algunas cuestiones adicionales. Cuando Bianchi se encontraba desaparecido en la Comisaría de Campana, en marzo de 1977, siendo torturado por un tal “Tacho” o “Tucho”, además de interrogarlo acerca de su ideología, le mencionaron un episodio particular ocurrido poco antes. Específicamente, le preguntaron por la patente de un coche que él había mencionado en alguna ocasión. (134) Bianchi había visto a Nicolini actuar en operativos represivos y al parecer había comentado el hecho en la fábrica, denunciando incluso la situación ante el director Chaperón, quien al parecer recriminó a Ballanti, superior inmediato de Nicolini. Acto seguido, este último lo encaró a Bianchi y le advirtió que anduviera con pie de plomo, pues se andaban diciendo cosas de él, a lo que Bianchi respondió que quien debía andar con pie de plomo era el mismo Nicolini, “porque el coche de él, con esa patente, lo habían visto por el Barrio Lugo, cuando habían ido los militares a secuestrar gente”. (135) Dos días más tarde fue secuestrado. Tras contar esta situación durante el interrogatorio, Bianchi recibió un fuerte culatazo. En una de sus declaraciones comentó que creía que había sido la intervención del gerente Juan Chaperón la que le salvó la vida. (136) Al ser liberado, hecho que ya comentamos, le advirtieron que dejara la actividad gremial. Al respecto de este primer secuestro, Bianchi denunció a un oficial de investigaciones de la policía de apellido Sanz y a quienes asegura haber reconocido como sus captores: a un hombre de apellido Acosta, a otro de apellido Montero y a Miguel Ángel Ramos, todos trabajadores de la fábrica. (137) En 2004, sin (133) Declaración testimonial de Juan Matías Bianchi, 22/06/2004, en causa 5310 “Derotier de Cobacho…”, cit. (134) En 2004, comentó que la patente era B-232432 o B-232423. Declaración testimonial de Juan Matías Bianchi del 22/06/2004, ibid. (135) Fue torturado e interrogado en distintas habitaciones, una con piso de madera a la derecha, otra con un tanque de agua, piso de mosaico y también en el calabozo en el piso de abajo. Ver declaraciones del 11/10/1983, 04/07/1984 y 19/08/1987. En la declaración de Roberto Nicolini de 1985 menciona que existen varios calabozos. Declaración indagatoria de Roberto Nicolini, ibid. (136) Declaración testimonial de Juan Matías Bianchi, 11/10/1983, ibid. (137) Acosta era dueño de un taller de reparaciones de motonetas donde Bianchi había llevado la suya a arreglar, luego ingresó a trabajar en la fábrica. Montero era trabajador de la Acería de la fábrica, a quien veía asiduamente cuando visitaba a su hermano José Alberto, Responsabilidad empresarial en delitos de lesa humanidad. Represión a trabajadores durante el terrorismo de Estado 313

Zona norte de la provincia de Buenos Aires, Capital Federal y sur de Santa Fe embargo, dirá que sus captores fueron Acosta (de Campana), Montero (de Zárate) y otro de apellido Suárez (de Zárate), de Siderca, que no cumplían funciones y que lo amenazaron por su función gremial. Asimismo, que en la fábrica estos eran considerados “buchones”. (138) Sobre su segunda desaparición, ocurrida en octubre de 1978, ya comentamos el contexto de tensión que mantenía con la empresa y algunas de las preguntas que le habría hecho durante el interrogatorio, al parecer, en Campo de Mayo. Sin embargo, lo central de aquellas sesiones de tortura fue que le preguntaron de forma insistente dónde tenía el fusil con mira telescópica. Tiempo atrás, después de su primer secuestro, en una conversación “muy privada” con el subdirector, Roberto Ballanti, Bianchi le había dicho, según él, de forma humorística: “Yo soy como Kelly, donde pongo el ojo pongo la bala, como si tuviera un fusil con mira telescópica”. (139) Tras ser liberado en esta segunda ocasión y al encontrarse sin trabajo, Bianchi se dirigió a la fábrica para solucionar su relación laboral. Allí, Ballanti le informó que cualquier planteo debía hacerlo con Nicolini. Al dirigirse a este, el jefe de seguridad le pidió que lo siguiera al Palace Hotel y que allí conversaran. Bianchi le habría relatado entonces las peripecias sufridas y le transmitió su deseo de dejar la fábrica; sin embargo, tras escuchar algunas de las preguntas hechas por Nicolini, entendió que este conocía a sus captores. Entonces se levantó, lo saludó y se fue. (140) Infojus - Sistema Argentino de Información Jurídica Hay más hechos que se pueden analizar desde la vinculación directa entre empresa y víctimas, aunque sin referencia concreta a cuadros directivos y tampoco involucrando a trabajadores. Se trata de la habilitación de espacios de la empresa para operativizar secuestros y detenciones ilegales. El caso emblemático es el del Club Dálmine (hoy Club Ciudad de Campana), también trabajador de esta sección. Respecto del tercero, también de la Acería, Bianchi había hecho gestiones para que su novia Vilma Alfaro ingresara a trabajar en Dálmine. De todos Bianchi dio detalladas descripciones. Declaración testimonial del 07/02/1985, ibid. (138) Declaración testimonial de Juan Matías Bianchi del 22/06/2004, ibid. (139) Declaración testimonial de Juan Matías Bianchi del 07/02/1985, ibid. (140) En su declaración judicial de 1985, Bianchi aseguró que tanto Nicolini, Pereyra, Ballante, Verde y los directivos de la UOM Campana y empleados de Dálmine Ramón Villanueva, Omar González, Jorge Medina, y un tal Barbosa de Cometarsa estaban implicados en su secuestro. Explicó Bianchi ante la Justicia que esto lo sabía por conversaciones que había con ellos y por las situaciones vividas con su cuñado Pereyra. En su declaración de 1987, Bianchi explicó que su cuñado Pereyra mantenía relaciones con Ballante y Nicolini, “ya que Pereyra ingresaba libremente a la empresa Dálmine”. En su declaración en 1985, Nicolini reconoció conocer a Jorge Medina, delegado gremial, y a Barbosa, y no a Villanueva, a González y a Pereyra. Por otra parte, rechazó por “místicos” los planteos de Bianchi. 314

Zona norte <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Bu<strong>en</strong>os Aires, Capital Fe<strong>de</strong>ral y sur <strong>de</strong> Santa Fe<br />

embargo, dirá que sus captores fueron Acosta (<strong>de</strong> Campana), Montero (<strong>de</strong><br />

Zárate) y otro <strong>de</strong> apellido Suárez (<strong>de</strong> Zárate), <strong>de</strong> Si<strong>de</strong>rca, que no cumplían<br />

funciones y que lo am<strong>en</strong>azaron por su función gremial. Asimismo, que <strong>en</strong><br />

la fábrica estos eran consi<strong>de</strong>rados “buchones”. (138)<br />

Sobre su segunda <strong>de</strong>saparición, ocurrida <strong>en</strong> octubre <strong>de</strong> 1978, ya com<strong>en</strong>tamos<br />

el contexto <strong>de</strong> t<strong>en</strong>sión que mant<strong>en</strong>ía con la empresa y algunas <strong>de</strong><br />

las preguntas que le habría hecho durante el interrogatorio, al parecer, <strong>en</strong><br />

Campo <strong>de</strong> Mayo. Sin embargo, lo c<strong>en</strong>tral <strong>de</strong> aquellas sesiones <strong>de</strong> tortura<br />

fue que le preguntaron <strong>de</strong> forma insist<strong>en</strong>te dón<strong>de</strong> t<strong>en</strong>ía el fusil con mira<br />

telescópica. Tiempo atrás, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su primer secuestro, <strong>en</strong> una conversación<br />

“muy privada” con el subdirector, Roberto Ballanti, Bianchi le había<br />

dicho, según él, <strong>de</strong> forma humorística: “Yo soy como Kelly, don<strong>de</strong> pongo<br />

el ojo pongo la bala, como si tuviera un fusil con mira telescópica”. (139) Tras<br />

ser liberado <strong>en</strong> esta segunda ocasión y al <strong>en</strong>contrarse sin trabajo, Bianchi<br />

se dirigió a la fábrica para solucionar su relación laboral. Allí, Ballanti le<br />

informó que cualquier planteo <strong>de</strong>bía hacerlo con Nicolini. Al dirigirse a<br />

este, el jefe <strong>de</strong> seguridad le pidió que lo siguiera al Palace Hotel y que allí<br />

conversaran. Bianchi le habría relatado <strong>en</strong>tonces las peripecias sufridas y<br />

le transmitió su <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar la fábrica; sin embargo, tras escuchar algunas<br />

<strong>de</strong> las preguntas hechas por Nicolini, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dió que este conocía a sus<br />

captores. Entonces se levantó, lo saludó y se fue. (140)<br />

Infojus - Sistema Arg<strong>en</strong>tino <strong>de</strong> Información Jurídica<br />

Hay más hechos que se pued<strong>en</strong> analizar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la vinculación directa <strong>en</strong>tre<br />

empresa y víctimas, aunque sin refer<strong>en</strong>cia concreta a cuadros directivos y<br />

tampoco involucrando a trabajadores. Se trata <strong>de</strong> la habilitación <strong>de</strong> espacios<br />

<strong>de</strong> la empresa para operativizar secuestros y <strong>de</strong>t<strong>en</strong>ciones ilegales. El<br />

caso emblemático es el <strong>de</strong>l Club Dálmine (hoy Club Ciudad <strong>de</strong> Campana),<br />

también trabajador <strong>de</strong> esta sección. Respecto <strong>de</strong>l tercero, también <strong>de</strong> la Acería, Bianchi había<br />

hecho gestiones para que su novia Vilma Alfaro ingresara a trabajar <strong>en</strong> Dálmine. De todos<br />

Bianchi dio <strong>de</strong>talladas <strong>de</strong>scripciones. Declaración testimonial <strong>de</strong>l 07/02/1985, ibid.<br />

(138) Declaración testimonial <strong>de</strong> Juan Matías Bianchi <strong>de</strong>l 22/06/2004, ibid.<br />

(139) Declaración testimonial <strong>de</strong> Juan Matías Bianchi <strong>de</strong>l 07/02/1985, ibid.<br />

(140) En su <strong>de</strong>claración judicial <strong>de</strong> 1985, Bianchi aseguró que tanto Nicolini, Pereyra, Ballante,<br />

Ver<strong>de</strong> y los directivos <strong>de</strong> la UOM Campana y empleados <strong>de</strong> Dálmine Ramón Villanueva,<br />

Omar González, Jorge Medina, y un tal Barbosa <strong>de</strong> Cometarsa estaban implicados <strong>en</strong> su secuestro.<br />

Explicó Bianchi ante la Justicia que esto lo sabía por conversaciones que había con<br />

ellos y por las situaciones vividas con su cuñado Pereyra. En su <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> 1987, Bianchi<br />

explicó que su cuñado Pereyra mant<strong>en</strong>ía relaciones con Ballante y Nicolini, “ya que Pereyra<br />

ingresaba librem<strong>en</strong>te a la empresa Dálmine”. En su <strong>de</strong>claración <strong>en</strong> 1985, Nicolini reconoció<br />

conocer a Jorge Medina, <strong>de</strong>legado gremial, y a Barbosa, y no a Villanueva, a González y a<br />

Pereyra. Por otra parte, rechazó por “místicos” los planteos <strong>de</strong> Bianchi.<br />

314

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!