Responsabilidad empresarial en delitos de lesa humanidad

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06.12.2015 Views

Ingenio Ledesma La historia de la región está indefectiblemente ligada a la producción del azúcar. El primer ingenio se estableció en la década de 1830. Su fundador, José Ramírez Ovejero, puso su apellido a la empresa: Ovejero Hnos. Al finalizar el siglo, el desarrollo empresarial impulsó a la familia Ovejero a donar catorce hectáreas para la creación de lo que se denominaba “Pueblo Nuevo”, un incipiente núcleo urbano que cincuenta años más tarde tomó el nombre de Libertador General San Martín. En 1911, la compañía fue adquirida por Enrique Wollmann y Carlos Delcassé. Su nueva denominación fue “Ledesma Sugar Estates and Refining Company Limited”. Una década más tarde se incorporó a la compañía el yerno de Wollmann, ingeniero Herminio Arrieta, quien se puso al frente de la empresa en 1949. Bajo su presidencia, en 1957, la compañía adoptó su nombre actual: Sociedad Anónima Agrícola Industrial. Hacia 1970, Carlos Pedro Tadeo Blaquier, quien se desempeñaba en funciones ejecutivas desde la década anterior y había contraído matrimonio con la hija de Arrieta, reemplazó a su suegro en la presidencia de la empresa. Lo acompañaba como administrador general y en el directorio Alberto Lemos. El desarrollo de la empresa a lo largo del siglo XX fue acompañado por un importante proceso de expansión territorial. Fincas y pequeñas propiedades de los alrededores, pertenecientes a antiguos pobladores, fueron incorporadas a su patrimonio. Así, pasaron a estar bajo su dominio tierras de las poblaciones de Calilegua (localidad próxima a Libertador San Martín, distante unos 5 km aproximadamente según el camino y medio de transporte), Campo Colorado, Caimancito, entre otros puntos, donde se producía caña que la misma empresa adquiría, y otros bienes agrarios como cítricos. (5) Esta expansión territorial le permitió a la compañía desplegar la administración nidad, VII Jornadas Santiago Wallace de Investigación en Antropología Social. Sección de Antropología Social, Instituto de Ciencias Antropológicas, Facultad de Filosofía y Letras, Bs. As., UBA, 2013, [en línea] http://www.aacademica.com/000-063/470 (5) Máximo Arancibia recuerda: “… antes las tierras de Ledesma eran solamente aquí, solamente en el Libertador. Las primeras que compra son Calilegua, Campo Colorado y Caimancito. De Calilegua a Caimancito hay veinticinco kilómetros. De Ledesma hasta Calilegua hay siete kilómetros, De ahí, de Caimancito hasta la mitad de Yuto, hay no sé cuántos kilómetros, todo eso lo compró Ledesma. El talar está más allá, de aquí hay setenta y cinco kilómetros hasta El Talar, departamento de Santa Bárbara. Eso también es de Ledesma, claro”. Ver testimonio de Máximo Arancibia en Nelli, Ricardo, La injusticia cojuda. Testimonios de los trabajadores del Ingenio Ledesma, Bs. As., Puntosur, 1988, p. 21. Por su parte, Donato Garnica, fundador del sindicato de zafreros de Calilegua, explica: “Bueno vamos a hablar algo de El Talar de la finca famosa que tiene Ledesma en el Talar, que se robó casi la mitad de la provincia de Salta (…) Ahí estaba la familia Fierro. Cuando yo conocí el Talar —te hablo del año 1962—, era de un tal Miguel Miranda, antes de que ellos llegaran. Tenía un aserradero, una fábrica. Responsabilidad empresarial en delitos de lesa humanidad. Represión a trabajadores durante el terrorismo de Estado 115

Zona noroeste argentino de la producción en base al sistema de lotes, que luego se desestructuró hacia los años 60. Los lotes eran subdivisiones productivas en los cañaverales para su labranza. A ellos se asignaban cierto número de trabajadores, los cuales establecían allí su vivienda. (6) Estos eran principalmente los trabajadores del surco. Controlaban su labor los técnicos, los capataces y el administrador. El núcleo poblacional, la colonia, tenía sus almacenes y dependencias que hacían a la vida cotidiana, pertenecientes a la empresa. (7) Lo mismo prácticamente sucedía en el núcleo poblacional construido en torno al establecimiento fabril que hacia los años 70 contaría con unos 20.000 habitantes, donde vivían los trabajadores del ingenio propiamente dicho, los administrativos jerárquicos y empleados. (8) El personal ocupado en forma permanente en Ledesma alcanzaba aproximadamente a los 5000 trabajadores, a los que debía sumarse los obreros temporarios que llegaban para la época de zafra. (9) El hospital, las proveedurías, la farmacia, el club deportivo, el cementerio, entre otras instituciones sociales y estatales, como ocurrió con las fuerzas públicas de orden nacional cuando estas fueron destinadas a la zona, también dependían directa o indirectamente de la compañía, ya fuera porque se emplazaban en propiedad de la misma o porque recibían de ella su financiamiento. Ledesma tenía además ferrocarriles propios, y hasta 1970 al menos tenía acceso e intervención en el manejo de la usina con la cual se abastecía de electricidad y daba servicio de luz a la población. Este despliegue omnipresente tanto en el ámbito productivo como en los más amplios aspectos de la vida social hizo que Ledesma comenzara a ser referida simplemente como “la empresa”, (10) que constituyera un mercado Infojus - Sistema Argentino de Información Jurídica Todo eso lo compró Ledesma. Lo compró con gente y todo y después empezó a trabajar con el cultivo de caña”. Ver testimonio de Donato Garnica en Nelli, Ricardo, op. cit., p. 21. (6) Este sistema utilizado en los ingenios desde principios de siglo se caracterizó por la ocupación de tierras por parte de quienes luego serían los propietarios de los ingenios y la utilización del trabajo de la población indígena acompañado de medidas coercitivas para obtener su mano de obra. (7) Testimonio de Luis Laco, en Nelli, Ricardo, op. cit., p. 43. (8) Revista El combatiente, año VI, n° 90, 17/09/1973, p. 10. (9) Archivo General de la Nación, Archivo Intermedio, Exp. Nº 485.686/71, caratulado “Papel, Cartón, Químicos y Afines. Fed. de Obreros y Empl. de la Ind. del s/ dictamen sobre aplicación de convenio que corresp. a la empresa Ledesma SA Fábrica de Papel y Celulosa de Jujuy”, p. 450. (10) El antropólogo brasileño José Sergio Leite Lopes caracterizó este tipo de estructura como “sistema de fábrica con villa obrera”, es decir un sistema estructurado en torno a un establecimiento productivo que da origen a un grupo poblacional: “El resultado es un 116

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La historia <strong>de</strong> la región está in<strong>de</strong>fectiblem<strong>en</strong>te ligada a la producción <strong>de</strong>l<br />

azúcar. El primer ing<strong>en</strong>io se estableció <strong>en</strong> la década <strong>de</strong> 1830. Su fundador,<br />

José Ramírez Ovejero, puso su apellido a la empresa: Ovejero Hnos. Al<br />

finalizar el siglo, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>empresarial</strong> impulsó a la familia Ovejero a<br />

donar catorce hectáreas para la creación <strong>de</strong> lo que se d<strong>en</strong>ominaba “Pueblo<br />

Nuevo”, un incipi<strong>en</strong>te núcleo urbano que cincu<strong>en</strong>ta años más tar<strong>de</strong><br />

tomó el nombre <strong>de</strong> Libertador G<strong>en</strong>eral San Martín. En 1911, la compañía<br />

fue adquirida por Enrique Wollmann y Carlos Delcassé. Su nueva d<strong>en</strong>ominación<br />

fue “Le<strong>de</strong>sma Sugar Estates and Refining Company Limited”. Una<br />

década más tar<strong>de</strong> se incorporó a la compañía el yerno <strong>de</strong> Wollmann, ing<strong>en</strong>iero<br />

Herminio Arrieta, qui<strong>en</strong> se puso al fr<strong>en</strong>te <strong>de</strong> la empresa <strong>en</strong> 1949. Bajo<br />

su presid<strong>en</strong>cia, <strong>en</strong> 1957, la compañía adoptó su nombre actual: Sociedad<br />

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había contraído matrimonio con la hija <strong>de</strong> Arrieta, reemplazó a su suegro<br />

<strong>en</strong> la presid<strong>en</strong>cia <strong>de</strong> la empresa. Lo acompañaba como administrador g<strong>en</strong>eral<br />

y <strong>en</strong> el directorio Alberto Lemos.<br />

El <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la empresa a lo largo <strong>de</strong>l siglo XX fue acompañado por un<br />

importante proceso <strong>de</strong> expansión territorial. Fincas y pequeñas propieda<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> los alre<strong>de</strong>dores, pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a antiguos pobladores, fueron incorporadas<br />

a su patrimonio. Así, pasaron a estar bajo su dominio tierras <strong>de</strong> las<br />

poblaciones <strong>de</strong> Calilegua (localidad próxima a Libertador San Martín, distante<br />

unos 5 km aproximadam<strong>en</strong>te según el camino y medio <strong>de</strong> transporte),<br />

Campo Colorado, Caimancito, <strong>en</strong>tre otros puntos, don<strong>de</strong> se producía caña<br />

que la misma empresa adquiría, y otros bi<strong>en</strong>es agrarios como cítricos. (5) Esta<br />

expansión territorial le permitió a la compañía <strong>de</strong>splegar la administración<br />

nidad, VII Jornadas Santiago Wallace <strong>de</strong> Investigación <strong>en</strong> Antropología Social. Sección <strong>de</strong><br />

Antropología Social, Instituto <strong>de</strong> Ci<strong>en</strong>cias Antropológicas, Facultad <strong>de</strong> Filosofía y Letras,<br />

Bs. As., UBA, 2013, [<strong>en</strong> línea] http://www.aaca<strong>de</strong>mica.com/000-063/470<br />

(5) Máximo Arancibia recuerda: “… antes las tierras <strong>de</strong> Le<strong>de</strong>sma eran solam<strong>en</strong>te aquí, solam<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> el Libertador. Las primeras que compra son Calilegua, Campo Colorado y Caimancito.<br />

De Calilegua a Caimancito hay veinticinco kilómetros. De Le<strong>de</strong>sma hasta Calilegua hay<br />

siete kilómetros, De ahí, <strong>de</strong> Caimancito hasta la mitad <strong>de</strong> Yuto, hay no sé cuántos kilómetros,<br />

todo eso lo compró Le<strong>de</strong>sma. El talar está más allá, <strong>de</strong> aquí hay set<strong>en</strong>ta y cinco kilómetros<br />

hasta El Talar, <strong>de</strong>partam<strong>en</strong>to <strong>de</strong> Santa Bárbara. Eso también es <strong>de</strong> Le<strong>de</strong>sma, claro”. Ver testimonio<br />

<strong>de</strong> Máximo Arancibia <strong>en</strong> Nelli, Ricardo, La injusticia cojuda. Testimonios <strong>de</strong> los trabajadores<br />

<strong>de</strong>l Ing<strong>en</strong>io Le<strong>de</strong>sma, Bs. As., Puntosur, 1988, p. 21. Por su parte, Donato Garnica, fundador<br />

<strong>de</strong>l sindicato <strong>de</strong> zafreros <strong>de</strong> Calilegua, explica: “Bu<strong>en</strong>o vamos a hablar algo <strong>de</strong> El Talar<br />

<strong>de</strong> la finca famosa que ti<strong>en</strong>e Le<strong>de</strong>sma <strong>en</strong> el Talar, que se robó casi la mitad <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong><br />

Salta (…) Ahí estaba la familia Fierro. Cuando yo conocí el Talar —te hablo <strong>de</strong>l año 1962—,<br />

era <strong>de</strong> un tal Miguel Miranda, antes <strong>de</strong> que ellos llegaran. T<strong>en</strong>ía un aserra<strong>de</strong>ro, una fábrica.<br />

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