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Viene <strong>de</strong> página 5/<br />
hace que la hoja se <strong>de</strong>slustre. Las<br />
consonantes exigen el encierro<br />
sólido. Ajada ante el fulgor, la<br />
hoja <strong>de</strong>cae y encanecida <strong>de</strong>clara<br />
una eterna vocación <strong>de</strong> musgo<br />
reseco. Su aptitud por una luz<br />
incan<strong>de</strong>scente que se emparienta<br />
con la bruma. La sustancia <strong>de</strong>l<br />
alba diluye la letra. Y con ella<br />
la voluntad <strong>de</strong> cambio que se<br />
doblega al sopor, a la falta <strong>de</strong><br />
goce. Al xuupan, la lluvia teje<br />
las letras que inundan la página<br />
y alteran el mundo; al tuunalku,<br />
el sol las <strong>de</strong>shila y opaca. Quien<br />
con arrogancia no escucha a los<br />
astros, no lee su letra inscrita en<br />
el mundo. Jamás reconoce que<br />
el retoñar <strong>de</strong> la tez terrestre y<br />
el hundirse en su piel polvosa<br />
vaticinan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre la<br />
alternancia entre la revolución<br />
y la muerte. De la palabra al<br />
silencio póstumo.<br />
Del paso por el mundo y la<br />
letra…<br />
Caminar es escribir. Trazar una<br />
huella. Uno se <strong>de</strong>shoja a diario<br />
por los sitios que transcurre.<br />
Deja partes <strong>de</strong> sí. Se cercena<br />
<strong>de</strong> nacimiento al <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse<br />
<strong>de</strong>l líquido vital que lo alimenta.<br />
Lo ro<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l encarnar oceánico<br />
al surgir <strong>de</strong> la cueva. Antes <strong>de</strong>l<br />
grito, <strong>de</strong> la palabra inaugural,<br />
existe la mancha <strong>de</strong> la escritura.<br />
La escritura no son letras ni<br />
sílabas que se dibujan en una<br />
página. Son signos que se<br />
tatúan en un cuerpo vivo. Es<br />
una caligrafía que el cuerpo vivo<br />
proyecta a diario fuera <strong>de</strong> sí hacia<br />
el sitio que lo hospeda.<br />
El agua, la escritura<br />
Entre el dormir y los sueños;<br />
entre yo y el otro yo; quien<br />
creo ser; una catarata cae sin<br />
llenarme la poza. En las noches<br />
sesgadas que realizan todas<br />
las cataratas. Surcan otros<br />
<strong>de</strong>speña<strong>de</strong>ros, distintos arenales<br />
en sitios lejanos. Llega al lugar<br />
don<strong>de</strong> vivo; al cuerpo que me<br />
hospeda. Si vivo en mí, surca.<br />
Si <strong>de</strong>spierto, ya suce<strong>de</strong> distante.<br />
Y el que siento ser, el que muere,<br />
cómo se enlaza a mí mismo;<br />
duerme si cae la cascada; la<br />
cascada que nunca me llena la<br />
poza. Las palabras transcritas<br />
que nunca colman el mundo.<br />
Entre el sueño y los sueños; entre<br />
mí mismo y el otro en mí; quien<br />
creo que soy; un gran río fluye<br />
sin fin. En sus días <strong>de</strong> meandros<br />
que realizan todos los ríos.<br />
Surcan otras cuencas, distintos<br />
arenales en sitios lejanos. Llega<br />
al lugar en el que vivo; a la casa<br />
que me hospeda; si vivo en mí,<br />
surca; si <strong>de</strong>spierto, ya suce<strong>de</strong><br />
distante. Y el que siento que soy,<br />
quien muere, cómo me enlaza a<br />
mí mismo; duerme dón<strong>de</strong> fluye<br />
el río; el río que carece <strong>de</strong> fin.<br />
Mario Castrillo<br />
Escritor<br />
La exposición <strong>de</strong><br />
Roxana Castro es fruto<br />
<strong>de</strong> la investigación<br />
y la experimentación. En<br />
sus investigaciones Roxana<br />
<strong>de</strong>scubrió que a partir <strong>de</strong>l<br />
terremoto <strong>de</strong>l 7 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1917,<br />
el día <strong>de</strong>l Corpus Christi, tres<br />
gran<strong>de</strong>s terremotos <strong>de</strong>struyen<br />
ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> El Salvador, entre<br />
las más afectadas están Nejapa,<br />
Quezaltepeque, Apopa, Santa<br />
Tecla, San Juan Opico, Armenia,<br />
Sacacoyo, Tepecoyo, Caluco,<br />
| escultura |<br />
PUÑO DE HIERRO,<br />
GUANTE DE SEDA<br />
Exposición <strong>de</strong> Roxana Castro<br />
foto: suplemento cultural tres mil/Miguel Ángel Servellón<br />
Ateos y San Vicente, al igual que<br />
San Salvador. Los terremotos<br />
<strong>de</strong>jan 1,050 pérdidas humanas y<br />
<strong>de</strong>rrumban cerca <strong>de</strong> 7,000 casas <strong>de</strong><br />
un total <strong>de</strong> 9,000 viviendas con las<br />
que contaba San Salvador en aquel<br />
entonces.<br />
A partir <strong>de</strong> 1917, las clases<br />
dominantes construyeron sus<br />
viviendas con estructura <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra<br />
y lámina que trajeron <strong>de</strong> Europa.<br />
Materiales que eran más resistentes<br />
a los sismos que el adobe y el<br />
bahareque. La lámina se tornó<br />
entonces símbolo <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, <strong>de</strong><br />
po<strong>de</strong>r económico, <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r político<br />
y po<strong>de</strong>r social. Con el tiempo y<br />
el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la industria <strong>de</strong><br />
la construcción, la lámina pasó<br />
<strong>de</strong>spués a ser un atributo <strong>de</strong> las<br />
clases más <strong>de</strong>sposeídas.<br />
Las esculturas <strong>de</strong> Roxana Castro<br />
poseen bastas peculiarida<strong>de</strong>s, una<br />
<strong>de</strong> ella es la <strong>de</strong> transportarnos a<br />
través <strong>de</strong>l tiempo y la imaginación<br />
a épocas remotas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>venir<br />
humano. Épocas que empleaban<br />
el vestuario como prenda <strong>de</strong><br />
distinción y posición social, en las<br />
cuales la industria <strong>de</strong>l vestuario<br />
implicaba todo un arte y profundos<br />
conocimientos. Y pue<strong>de</strong> también<br />
Roxana referirse al presente <strong>de</strong><br />
esta sociedad perversa <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l<br />
neoliberalismo. Hasta hace poco<br />
tiempo, en los gobiernos anteriores<br />
cuando sucedía alguna <strong>de</strong>sgracia:<br />
un terremoto, una inundación, un<br />
<strong>de</strong>slave se les entregaba 6 pares<br />
<strong>de</strong> lámina a las familias para que<br />
construyeran sus viviendas que<br />
en la mayoría <strong>de</strong> los casos pasaba<br />
a ser vivienda permanente. Con<br />
ese material es con el que trabaja<br />
Roxana Castro sus esculturas que se<br />
tornan un homenaje a esos cientos<br />
<strong>de</strong> mujeres humil<strong>de</strong>s y luchadoras<br />
que tanto hacen por el país.<br />
Estas esculturas tienen nombre <strong>de</strong><br />
mujer. Son mujeres que por una<br />
u otra circunstancia ha conocido<br />
Roxana Castro. Voy a mencionar<br />
tres:<br />
ESPERANZA<br />
Era una reina. Alta, hermosa,<br />
enjoyada, vestida a la moda. Salía<br />
<strong>de</strong> su castillo <strong>de</strong> latón, caminando<br />
fuerte, orgullosa, con gran<strong>de</strong>s<br />
tacones. Iba a trabajar a una<br />
oficina para que sus hijos, a los que<br />
<strong>de</strong>fien<strong>de</strong> como leona, no les faltara<br />
nada en absoluto. No le temía a<br />
nada ni a nadie. No había problema<br />
que no pudiera resolver esa mujer.<br />
ELFA<br />
Fue la primera mujer en trabajar en<br />
un banco y la primera en ser jefa<br />
<strong>de</strong> una sección, la <strong>de</strong> créditos. “Mi<br />
firma estaba registrada en todo el<br />
mundo <strong>de</strong>cía”.<br />
De su escritorio se levantó un buen<br />
día y salió encabezando a los <strong>de</strong>más<br />
empelados que tuvieron valor para<br />
unirse a la huelga <strong>de</strong> brazos caídos<br />
que <strong>de</strong>rrocó a Martínez.<br />
CARMEN<br />
La gran matriarca. Era un personaje<br />
<strong>de</strong> película. Cuando exiliaron a su<br />
esposo por oponerse a la reelección<br />
<strong>de</strong> Martínez, ella <strong>de</strong>cidió no<br />
seguirlo a su exilio y se quedó<br />
aquí, con cuatro hijos. Su único<br />
hijo varón aparecía en las listas<br />
<strong>de</strong> los con<strong>de</strong>nados al paredón por<br />
Martínez.<br />
Salimos a caballo <strong>de</strong> noche, por el<br />
campo, a escon<strong>de</strong>rnos a San Ana.<br />
Yo a<strong>de</strong>lante –le dijo Carmen- con<br />
el arma, con todas las mujeres <strong>de</strong><br />
la familia.<br />
Sabía usar el arma y coser con<br />
manos <strong>de</strong> ángel. En tiempos<br />
difíciles hizo camisas <strong>de</strong> hombre<br />
para ven<strong>de</strong>r y sacar a<strong>de</strong>lante a sus<br />
hijos. Hacía croché <strong>de</strong> un hilo tan<br />
fino que parecía encaje. Ella me<br />
enseñó a coser, afirma Roxana.<br />
Decía que la mujer tenía que ser<br />
fuerte, valiente pero con suavidad<br />
y belleza.<br />
Puño <strong>de</strong> hierro, guante <strong>de</strong> seda le<br />
<strong>de</strong>cía a Roxana, <strong>de</strong> ahí el nombre<br />
<strong>de</strong> esta exposición.<br />
Esta exposición se realizó en<br />
el Salón Camilo Minero <strong>de</strong>l<br />
Ministerio <strong>de</strong> Relaciones Exteriores<br />
<strong>de</strong> El Salvador, el 5 <strong>de</strong> noviembre<br />
<strong>de</strong> <strong>2015</strong>. Contó con un excelente<br />
performance <strong>de</strong> Eunice Payes y<br />
con el mo<strong>de</strong>laje <strong>de</strong> Cristina López<br />
<strong>de</strong> García, Wendy Sigüenza, Grecia<br />
Sigüenza y Adriana Bonsolis.<br />
Las fotografías son cortesía <strong>de</strong>l<br />
buen amigo y magnífico fotógrafo<br />
Miguel Ángel Servellón.<br />
Sábado <strong>21</strong> / noviembre / <strong>2015</strong> TRESMIL 5